CINCO. thanks
🌸 CAPITULO CINCO
thanks / gracias
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EL PROFESOR HAN SALIÓ DEL AULA de clases dejando a los alumnos solos. Varios se supieron de pie saliendo del aula o algunos conversando entre ellos, Young Mi caminó hacia Soo Ah y Ju Kyung, se apoyó contra la mesa vacía cruzada de brazos atenta a la conversación que ambas tenían. Aún Seo Jun no se había dado cuenta sobre su presencia.
—Oye, ¿Soo Jin y Lee Su Ho son cercanos? -Ju Gyeong se acercó a Soo Ah pare preguntarle
—Sí, son bastante cercanos. Sus familias se conocen desde que eran niños.
Young Mi no pudo evitar asociar la respuesta de Soo Ah con el recuerdo que tuvo hace unos minutos atrás sobre el niño que dormía en clases junto a ella. Tenía el sentimiento que ese niño era muy familiar para ella, no solamente había sido su compañero de asiento ese día y esa pequeña espina estaba clavada de curiosidad.
—La única chica con la que Lee Su Ho realmente ha hablado es con nuestra Soo Jin.
—Oh, ¿De verdad? -Ju Gyeong se mostró sorprendida y asintió.
—No es tan antisocial después de todo -Young Mi sonrió–. Harían una buena pareja -Soo Ah y Ju Gyeong giraron a verla–. Ambos son los más atractivos de nuestra clase y son amigos desde pequeños. ¿No creen que podría suceder algo? Sale muy seguido en las películas.
—No, Soo Jin no se interesaría en Su Ho de esa manera -Soo Ah negó ante la suposición.
—Los chicos inteligentes siempre pasan el tiempo juntos. Incluso son guapos y hermosos, son inhumanos -Tae Hoon dijo cruzado de brazos al lado de Young Mi.
—Cariño -Soo Ah se puso de pie aferrándose al brazo de su novio–, por eso estoy ajustando mis calificaciones porque de lo contrario sería demasiado inhumana.
Young Mi hizo una seña de vomito antes de mirar a otro lado por la vergüenza que le daba ser testigo de las muestras de cariño y ternura entre Soo Ah y Tae Hoon. Eran demasiado acaramelados para su gusto pero aún así no podía negar lo buena pareja que formaban.
—Tu sonrisa hace que mis tropas bailen, lo que luego provoca un problema estomacal.
—Ya, es suficiente -Young Mi intervino arrugando su nariz–. Voy a morir de demasiada ternura entre ustedes dos.
—No puedo retener todo este amor que tengo hacia Soo Ah -Tae Hoon apretó la nariz de su novia con cariño y Young Mi revoloteó los ojos.
La puerta del aula fue abierta de golpe haciendo que muchos giraran a ver de quién se trataba. Un chico alto y de contractura gruesa apareció acompañado de otros chicos a sus espaldas, todos parecían intimidantes y Young Mi se aferró a la mesa a sus espaldas. Dieron pasos lentos hacia donde Seo Jun se encontraba aún durmiendo y Young Mi sintió lo peor en su interior. Era un hecho que ese chico se metía en demasiados problemas con gente aparentemente peligrosa a juzgar por sus apariencias.
—Han Seo Jun. Si regresaste debiste haber mostrado tu cara y saludar.
El mencionado golpeó la mesa con su puño y se puso de pie enfrentando al enorme chico junto a su grupo. Young Mi temía que pudieran empezar una pelea y que terminen por arruinar a Seo Jun, ellos no eran nada parecido al grupo que los perseguía en Itaewon, se veían un poco más fuertes y él no podría solo contra ellos pero tampoco Young Mi quería intervenir.
El grupo y Seo Jun salieron del aula de clases dejando a una Young Mi preocupada sobre el bienestar del chico. La angustia por su seguridad era inexplicable, no tenía una razón sólida y eso la hacia sentir confundida también porque era un chico que acababa de conocer y ya se preocupaba por él como si fuera alguien cercano, era algo abrumador que ella no podía controlar. ¿Qué le estaba sucediendo?
—¿Quiénes eran? -Le preguntó a Soo Ah intentando no parecer desesperada.
—Son los amigos de Seo Jun. Todos unos tontos, no les prestes atención.
—¿Y por qué estaban enojados?
—Te dije que son tontos. ¿Por qué te interesa saberlo? -Sus tres amigos la miraron curiosos esperando una respuesta de su parte.
—Me dieron miedo, eso es todo -Sonrió nerviosa–. Ya vuelvo.
Young Mi salió rápidamente del aula con la intención de buscar por dónde se habían ido, quería asegurarse que no le hicieran nada a Seo Jun. Trotó por los pasillos buscando alguna señal de los chicos pero no encontró mucho, se asomaba a las ventanas con vista al exterior por si ya estaban fuera del edificio hasta que los encontró en lo que parecía ser un espacio de depósito. Seo Jun se acercó hacia el grupo y ellos lo rodearon sonrientes empezando a abrazarse, rieron con normalidad así que sí se trataban de sus amigos.
Sonrió viendo la escena de los chicos abrazándose ahora sintiéndose más aliviada por eso. Estaba por darse la vuelta cuando se topó con alguien frente a frente causandole un susto por la cercanía.
—¿Qué haces? -Miró al chico que estaba frente a ella y este se cruzó de brazos.
—Estaba mirando a una mariposa -Respondió nerviosa–. ¿Sucede algo, Su Ho?
—El profesor de inglés quería que te entregue esto -Le extendió un libro y ella lo aceptó.
—Gracias... -Su voz se quedó en el aire cuando el chico ya estaba pasando de ella dejándola sola–. Ugh, que antisocial.
El salón de clases ya estaba vacío para cuando Young Mi llegó a guardar el libro que tenía en la mano así que se dirigió sola hacia la cafetería donde de seguro sus amigos ya deberían estar esperándola. Las mesas estaban bastante llenas pero ella no se preocupó por encontrar un lugar cuando Soo Ah levantó su mano agitando de un lado a otro para que la logré ubicar. Young Mi sonrió al verla y caminó hacia donde estaban.
—¿Por qué te demoraste tanto? ¿Sucedió algo? -Preguntó la chica preocupada.
—Me perdí. Este lugar es tan grande -Respondió luego de unos cortos segundos.
—Seguro tu escuela en Australia era mucho más grande que aquí -Ju Gyeong sonrió y le entregó el yogurt de fresa que le prometió.
—Cierto. Dinos cómo era tu vida en Australia -Tae Hoon la miró atento acompañado de todos sus otros amigos. No sabían mucho de ella, así que estaban demasiado curiosos por saber su vida en el extranjero.
—No tiene nada de espectacular, así que no se emocionen. Es como cualquier otro lugar -Suspiró–, podrás encontrar de todo.
—¿Tenías amigos ahí? -Soo Ah tenía un brillo de emoción en su mirada.
—Sí -Respondió luego de tragar saliva, que se asimilaba como si estuviera tragando trozos de vidrio–. No eran muchos pero estaba bien.
—Deben de extrañarte -Ju Gyeong dejó de comer para centrarse en la chica.
—No lo sé. Dejé de hablarles cuando llegué -Young Mi tenía todo bajo control pero no iba a estar así por mucho tiempo, tenía que encontrar la mejor manera de cambiar de tema–. ¿Alguien me podría dar sus apuntes? Necesito ponerme al corriente de todo antes que mi mamá me mate.
—Yo te lo doy, si deseas -Habló Soo Jin y Young le sonrió. No era alguien de muchas palabras desde que la conoció por la mañana.
—Gracias.
—Han Seo Jun da un poco de miedo -Young Mi dejó de prestar atención a su alrededor para enfocarse en las palabras de Ju Gyeong.
—Tiene ese estilo de chico malo -Soo Ah asintió y luego miró a ambos lados vigilando que nadie la pueda escuchar–. Hay un terrible rumor de que golpeó a un estudiante hasta casi dejarlo medio vivo, por eso se tomó un descanso de la escuela.
—¿En serio?
—¿Qué? -Young Mi y Ju Gyeong hablaron al mismo tiempo impactadas por las palabras de su amiga.
—¿Qué estás diciendo? Dicen que se tomó un descanso por cosas que suceden en casa -Soo Jin alzó la cabeza para ver a la chica frente a ella.
—No sabes nada sobre eso -Hizo un pequeño puchero negándose a creer que era mentira.
—Son solo rumores, tiene muchas probabilidades de ser una mentira -Young Mi se intentaba convencer que su héroe no era una mala persona. ¿No?
—Yo creo que podría ser verdad. Seo Jun podría llegar a ser muy impulsivo y muchas veces se ha metido en problemas -Soo Ah encogió sus hombros.
¿En serio Seo Jun sería capaz de golpear a alguien? De seguro esa persona se lo merecía, Seo Jun no se veía como una persona que golpeaba a los demás solo por diversión o deporte, tendría que haber algo mucho más oscuro detrás de la situación. Ese rumor lo hacía ver más rudo de lo su apariencia ya lo era y ese pequeño gran detalle en vez de alejar a Young Mi, hizo crecer la curiosidad a cerca sobre él.
—Todos investigaron sobre los poetas de los que hablamos la última vez, ¿Verdad? -Preguntó el profesor Han a su clase.
—Sí -Respondieron todos por igual.
Habían formado grupos para iniciar con el trabajo y Young Mi tuvo que chantajear a una chica con unos cuantos billetes para que pudieran cambiar de lugar y así ella estaría en el grupo donde estaba Seo Jun, aunque era del otro lado de la mesa en una esquina y ella ni se daba cuenta de su presencia. Soo Ah y Soo Jin tenían la ventaja de estar frente a frente con él.
—Es un trabajo grupal, así que discútanlo y hagan una presentación.
—Bien -El profesor empezó a pasear por el salón vigilando a los estudiantes.
—Han Seo Jun -Soo Jin lo llamó y se giró hacia ella, Young Mi agarró su libro más cercano y se cubrió el rostro–. ¿Sabes cómo hacer una presentación?
—¿Modelar? Por supuesto -Acomodó su blazer con egocentrismo–. Solía ser un modelo de prueba, ya sabes -Chasqueó la lengua.
Young Mi rió levemente por lo dicho del chico y casi todos en la mesa pudieron escucharlo porque se giraron a verla haciendo que su risa cesara de inmediato al ser vista por los demás y en especial Seo Jun, quién la miraba un poco confundido por ver a una de sus compañeras con el libro sobre el rostro como si se estuviera escondiendo.
—¿A caso lees al revés? -Seo Jun habló y Young Mi asomó sus ojos para verlo sonreír de lado con burla.
Es ahí donde Young Mi se dió cuenta que todo ese tiempo había tenido el libro al revés. Sus mejillas se encendieron por la vergüenza y Seo Jun le sonreía con burla, Young Mi solo atinó a bajar el libro con lentitud mostrándole quién era realmente. El chico se mostró sorprendido y ella solo sonrió moviendo su mano de un lado a otro saludándolo.
La clase ya había terminado minutos después, todos se pusieron de pie mientras que Seo Jun se acercó hacia dicha pelinegra que había conocido la noche anterior.
—¿Qué haces aquí?
—Te estoy siguiendo -Respondió guardando sus pertenencias en su bolso.
—Sabía que puedo ser irresistible a veces pero nunca para tanto -Se giró hacia él viendo su sonrisa egocéntrica.
—¿En serio te crees irresistible? -Young Mi lo miró con una ceja levantada y Seo Jun asintió orgulloso.
—No me creo, lo soy -Golpeó la frente de la chica con sus dedos y ella se quejó–. El mundo es tan pequeño que nos volvemos a encontrar.
—Aunque ahora no me salvarás de ningún idiota y me harás subirme a tu motocicleta. ¿Verdad? -Él sonrió y Young Mi sintió desmayarse en ese momento. Su sonrisa es bonita aunque sea para burlarse como lo hizo antes.
—No lo creo. No te volverán a molestar nunca más, créeme -Aseguró y bajó su mirada hacia la rodilla de la chica dónde estaba su apósito.
—¿Qué miras? Pervertido -Young Mi cubrió parte de sus piernas con su bolso al ver dónde miraba Seo Jun.
—Estoy viendo tu herida. ¿Qué te pasa? -Carraspeó desviando su mirada hacia a un lado–. ¿Estás mejor?
—Sí, podré caminar por mucho tiempo más -Young Mi sonrió–. ¿Y tú? Te golpearon muy fuerte.
—Soy inquebrantable. Este cuerpo no se puede lastimar con facilidad -Se señaló y Young Mi rodó los ojos. Es muy egocéntrico.
—¿Por qué eres tan insoportable? -Gruñó–. Mis amigos me esperan. Nos vemos luego.
Young Mi pasó por su lado con dirección hacia la salida del salón de clases.
—Oye -La llamó y ambos giraron a verse–. Aún me debes de agradecer.
Ella sonrió de oreja a oreja antes de continuar con su camino saliendo por completo del aula de clases dejando a Seo Jun dentro. El chico pasó sus manos por su cabello estando un poco frustrado y soltando un quejido.
—¿Soy inquebrantable? ¿Qué tontería es esa? -Se regañó a sí mismo por lo que le dijo antes. Ahora sentía vergüenza de lo tonto que había sonado.
El día en la escuela había pasado demasiado rápido para Young Mi pero estaba más tranquila cuando Seo Jun la pudo reconocer, por alguna razón se había ocultado de él por vergüenza y ahora que ya sabían que eran compañeros, las cosas salieron mucho mejor de lo que ella esperaba. Young Mi había sentido una gran conexión con Soo Jin y ya se imaginaba una gran amistad con ella en el futuro. Estaba muy feliz con su círculo de amigos, son demasiado buenos y alegres que le transmiten las mismas vibras.
Su familia y ella llegaron hacia el comedor donde el personal de la casa se encargaban de colocar los platos de comida en medio para iniciar con la cena. Young Mi y Han Dam miraron los platos de comida sonrientes porque morían de hambre, en especial Han Dam que había estado siguiendo una dieta tonta desde hace dos semanas. Jung Kyung dió la orden para que puedan comer y sus hijas no esperaron ni un segundo antes de atacar los platos ganándose malas miradas de su padre mientras que su madre sonreía.
—¿Cómo les fue en la escuela? -Preguntó Seung Dam viendo a sus hijas que demoraban todo.
—Bien -Respondieron con la boca llena.
—Quisiera llevarlas a qué conozcan a mi amiga del hospital. Claro, si es que no están muy ocupadas -Sonrió y Young Mi asintió.
—Está bien.
—Le gustará verlas después de tantos años.
Young Mi tenía muy pocos recuerdos de la mejor amiga de su madre, todos eran pequeños fragmentos entre borrosos sobre quién era pero según los relatos de su madre, era alguien importante en la familia y Young Mi la consideraba como una tía. Sobre todo sabía sobre la conexión de la mujer con el niño de sus recuerdos, que encontraba como su mejor amigo. Ahora que analizaba eso, podía vincular al niño del cumpleaños con el niño de su escuela de niños, ambos podían ser la misma persona.
—Mamá -Llamó y Seung Dam la miró–. ¿Quién era mi mejor amigo antes que nos fuéramos?
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