CUARENTA Y DOS. letter

🌸 CAPITULO CUARENTA Y DOS
letter /   carta
─────────────────

EL CUERPO DE YOUNG MI SE ENCONTRABA PRESENTE pero su cabeza estaba totalmente en otro lado. Seguía repitiendo la conversación que tuvo el día anterior con Seo Jun, la tristeza todavía permanecía en su sistema y es probable que se quede por unas semanas más mientras no dejaba de pensar en todo lo que le dijo, sobre todo en el último detalle. ¿Verdaderamente estaría saliendo con Ju Gyeong? La chica no sería capaz de aceptar salir con Seo Jun sin antes preguntarle a Young Mi si estaba bien hacerlo, ¿verdad? La conocía bien, ella es ese tipo de persona pero Young Mi tenía sus dudas a pesar de eso.

Ambos eran personas solteras y pasaron los últimos dos años estando juntos, cualquier sentimiento pudo nacer de esa cercanía y no los culpaba en lo absoluto.

¿Podría preguntarle? Sería demasiado entrometido de su parte.

Estaba en su oficina terminando de revisar unos papeles y entre los últimos leyó que en unos días se daría la presentación de Seo Jun, quien se estaba preparando para convertirse en cantante cómo quiso desde hace muchos años. La chica no pudo evitar sonreír al saber que él por fin pudo dejar sus miedos a un lado y seguir con su sueño, era una gran lastima y dolor de que ella no estuvo presente para evidenciar su crecimiento profesional. Todo el tiempo que pudieron pasar juntos estaba perdido, justo como lo había perdido a él.

Dos toques en la puerta la traen a su realidad y la misma se abre dejando ingresar a un Alex que se veía demasiado afligido por algo, así que no traía buenas noticias.

—¿Qué sucede? -Young Mi le pregunta primero mientras él cierra la puerta a sus espaldas.

—Tenemos problemas, así que recurriremos al segundo plan -Responde inmediato entregándole las hojas que llevaba en una mano–. No puedes firmarlo, no tienes la suficiente autorización para hacerlo porque solo eres la presidenta más no la fundadora.

—Así que no tengo voz ni voto en temas legales así de pesados -Dedujo y luego suspiró pasando ambas manos por su cabellera en señal de frustración–. ¿Qué haremos ahora? Tendremos que pedirle la firma a tu padre, engañarlo para que lo haga.

—Mi padre no firma un documento sin que antes sus abogados lo hayan revisado -Responde cruzándose de brazos–. Tu padre tampoco lo hace, así que será imposible hacerlo por ese lado.

—¿Falsificaremos la firma entonces?

—Te dije que debemos hacer las cosas por lo legal.

—¿Qué otra cosa se te ocurre? -Espeta–. Cualquier idea es bienvenida.

—Tu madre -Responde de inmediato. Young Mi no dice nada por lo que sigue hablando–. Ella también es una fundadora, puede otorgarnos su firma. Con una sola basta, no es necesario que el resto lo haga principalmente porque tus padres reciben la mayor porcentaje de todas las ganancias.

—No lo hará, créeme -Dice con seguridad–. Puede retorcerse de arrepentimiento ahora pero no sería capaz de hacerle eso a mi padre.

—Convéncela, Nicole. Eres su hija mayor y busca tu perdón por todo el daño que te hizo, sería capaz de hacer cualquier cosa.

La chica se detiene a pensar lo que Alex le decía. Por una parte tenía razón, su madre sería capaz de hacer lo que sea para recuperar la confianza de su hija sin importar el precio de ello porque la amaba demasiado y estaba arrepentida por no haber intervenido cuando le correspondía. Por otro lado, Seung Dam tenía principios y no sería fácil que ella hiciera algo de esa magnitud ni aunque se lo pidiera el presidente. Young Mi estaba en duda pero no es que tuviera muchas opciones para elegir, su madre era lo más viable teniendo en cuenta que todo debía hacerse con legalidad cómo pedía Alex.

—Es nuestra única opción, Nicole -Le recuerda–. Sólo debe firmarlo y todo será simple luego, incluso el procedimiento será más rápido al tratarse de una fundadora y no una secundaria cómo tú -La chica resopla y tira su cabeza hacia atrás apoyándola contra el respaldar de su asiento–. Es el último paso. Estamos cerca de tu libertad, piensa en eso.

Tiene razón, era la parte más importante y difícil del plan pero solo bastaba para que firmara, el resto sería demasiado fácil para ambos y en cuestión de días ya estaría libre aunque fuera sin Seo Jun de su lado, aún no se iba a rendir con él. Nunca se había rendido, ¿por qué lo iba a hacer ahora?

—Bien, hablaré con ella hoy -Cede y Alex le sonríe abiertamente–. Que difícil será esto.

—Perdiste tu confianza, ¿no? -Young Mi asiente y toma su teléfono para escribirle a su hermana mientras Alex se levanta de su asiento–. Vamos a lograr salir de esto, ¿está bien? Estamos muy cerca.

—Más te vale que esto se termine en dos días o perderás la cabeza -Gruñe. Alex se acerca a ella con una sonrisa y deja un beso en la coronilla de su cabeza–. Regresa a casa, tengo que terminar de hacer unos pendientes aquí y luego me reuniré con mi madre. Le mandé un mensaje a Han Dam pidiéndole que le dijera lo antes posible, espero que lo lea.

—Nos vemos en casa, entonces -La chica asintió viendo como su esposo se alejaba hacia la salida de la oficina–. Cuando tengas una respuesta de tu madre necesito que me lo digas inmediatamente para ponerme en contacto con los abogados.

—¿Cómo va el otro lado del contrato? -Pregunta antes que Alex abra la puerta.

—Aceptarán al ver que tu madre firmó. Es una forma de hacer ver que tu familia al final terminó rindiéndose hacia ellos, les gustará interpretarlo como una humillación y ellos son los que ganan al final.

—Que terrible -Alex asiente–. ¿Estamos tan cerca?

—Demasiado -Sonríe el chico–. Hasta luego, presidenta.

Alex abandona la oficina dejando nuevamente sola a Young Mi dándole vueltas al asunto de su madre. Era una mujer imposible de predecir, puede ser buena con todo el mundo incluso con su familia pero cuando tocaba decidir algo importante, no podías esperar algo en específico porque siempre elegiría lo correcto según su criterio luego de haber analizado sus opciones perfectamente. Young Mi tendría que dar su mejor esfuerzo para poder obtener lo que quería de ella y ahora que estaba un poco vulnerable podría funcionar, al mismo tiempo podrían llegar a arreglar las cosas de verdad y así darle un poco de paz al alma atormentada de ambas.

Un mensaje llega el teléfono de Young Mi acaparando toda su atención de inmediato.

HAN DAM

Ya se lo hice saber y me dijo que aceptaba verte.
No le tomó ni un segundo en darme una respuesta.
Dijo que podrían encontrarse en casa porque papá
está de viaje por unos días.

YOUNG MI

Está bien, iré para allá en una hora.

HAN DAM

Bien, te esperamos entonces.
¿Sabías que Lee Su Ho está aquí en Seúl?

Young Mi frunce sus cejas al leer el último mensaje de su hermana. Tenía entendido que Lee Su Ho viajó a los Estados Unidos un día después de que ella se fue a Australia con Alex, así que tanto Ju Gyeong cómo Seo Jun tuvieron la ausencia de las personas de las que estaban enamoradas casi en simultaneo, por eso era algo doloroso para ambos. Al poco tiempo Ju Gyeong terminó su relación con Lee Su Ho, según lo que Soo Ah le había comentado a Young Mi esa noche en la reunión de amigos que tuvieron. Ahora había regresado, ¿por qué? ¿Por Ju Gyeong? Esperaba que sea así, realmente lo hacía y un lado de ella se sentía mal por desearlo pero al menos de esa manera saldría de la mirada de Seo jun.

YOUNG MI

Para nada, no somos amigos.

La chica bloquea su teléfono y lo deja a un lado para seguir con su trabajo quitándose todos los problemas que tenía en la cabeza para enfocarse en lo esencial de ese momento.

Termina de revisar los papeles que le habían entregado esa mañana para que revisara así cómo para hacer algunas correcciones sobre las nuevas actividades que fueron agregadas a último minuto. La empresa perdía el equilibrio un poco cuando llegaba el debut de un artista, en ese caso se acercaba el primer concierto de Seo Jun en unos días y esa era la razón por la cuál estuvo el trabajo un poco más pesado. Young Mi quería verlo, obviamente que lo haría pero primero quería resolver el nuevo problema que se había sumado a su lista infinita de cosas por resolver, luego arreglaría su agenda para separar el momento especial de verlo en vivo cumpliendo su sueño.

El trabajo fue terminado casi a medias y ella sale de la empresa lo más rápido que pudo tratando de evadir a cualquiera que pudiera preguntarle a dónde se estaba yendo con tanta prisa y tan temprano, ya podía hacerse la idea de que alguien en cualquier momento haría su queja o empezaría a murmurar a sus espaldas sobre lo que estaba haciendo pero ya le importaba poco, pronto dejaría de ser su problema.

Maneja la camioneta con dirección a la casa en la que vivió desde su llegada a Seúl hace unos años atrás. Quería acabar con todos sus problemas de una buena vez, estaba cansada de seguir mortificándose por lo que otros le hicieron.

—Hola -Saluda Han Dam al ver a su hermana en la puerta principal de la casa.

Young Mi le sonríe dando un paso en el interior y ambas se abrazan con fuerza para luego separarse a los segundos. Han Dam cerró la puerta a las espaldas de su hermana y luego se colocó a su lado.

—No ha cambiado nada desde que me fui -Comenta la recién llegada mientras analiza lo qué hay a su alrededor, que como dijo, se encontraba todo y cual como lo recordaba.

—No es que te hayas ido por mucho tiempo tampoco -Han Dan se burló y Young Mi rió–. Nuestros padres tampoco han tenido mucho tiempo para pensar en banalidades. Estaban demasiado ocupados evitando al otro y formando situaciones incómodas en cada comida -Young Mi mira a su hermana menor. Sabía que se estaba refiriendo a la separación de ambos–. Te está esperando en la sala.

—Bien -Asiente y se dirige hacia allá pero es detenida por Han Dam.

—¿Quieres que te acompañe?

—No -Niega con seguridad–. Es mejor que resolvamos esto solas. Tú ya cargas suficiente con nuestros problemas.

—Como dices, ya estoy demasiado involucrada como para simplemente alejarme para "protegerme" -Hace comillas con sus dedos.

—Deja de ser un dolor de cabeza y vive tu adolescencia -Young Mi empuja levemente la cabeza de su hermana menor de forma juguetona–. Sube a tu habitación. Te enviaré un mensaje si te necesito.

Han Dam obedeció ante la orden de su hermana a regañadientes. Siempre estuvo dispuesta a defender a su hermana sin importar que se tratara de sus propios padres y se metiera en graves problemas, pero Young Mi quería evitar a toda costa que su hermana también arrastrara una cadena de dolor y culpa debido a las decisiones de sus padres para el beneficio propio. Ella tenía mucho tiempo por delante, tenía que aprovecharlo y más cuando Young Mi fue quien sacrificó todo para evitar que su hermana sea empujada a asumir un rol que no les corresponde a ninguna de las dos pero lo hizo para protegerla, para que su vida no sea destruida como sucedió con la suya.

Estaba enterada de eso y sentía culpa, por eso mismo se había decidido a defender a su hermana mayor en lo que pudiera sin importar las consecuencias.

Young Mi camina hacia la sala viendo que su madre se encontraba sentada en uno de los sofás blancos, esperando por su hija mayor. La teñida camina lentamente hacia donde ella se encontraba viéndola cómo se levanta de inmediato y transformando su expresión neutral a una de felicidad nostálgica al verla llegar. También estaba emocionada de que ella misma haya solicitado verse, tenía la esperanza de que pudiera arreglarse y Young Mi al fin pueda perdonarla por no defenderla cuando pudo.

Deja que Seung Dam la abrace pero no le correspondió de la misma manera, no se creía capaz de hacerlo todavía. Su corazón estuvo encubando el resentimiento y dolor durante dos años, no sería tan fácil poder olvidarse de eso pero tendría que hacer un esfuerzo si quería que las cosas fueran con paz en su vida.

—Que gusto verte, cariño -Sonrió Seung Dam separándose de su hija y volviendo a repasar su mirada en el rostro de su hija, notando algunos rastros nuevos en ella y sintiéndose mal por no verla cambiar–. Te he extrañado tanto.

—Sí, lo dijiste la última vez -Comenta Young Mi tomando un poco de distancia de su madre, causando un pequeño malestar en ella–. Mira, madre. Quería empezar...

—Tengo que hablar yo -La interrumpe de inmediato y segura de lo que estaba por decir, probablemente habiendo practicado por un largo tiempo. Hace una seña para que se siente en el sofá y ambas ocupan asiento–. Quiero disculparme contigo, Young Mi. Por todo lo que he permitido desde lo que sucedió en Australia, lo cual pude haberlo evitado -La chica se remueve un poco incómoda al recordarlo–. Pude evitar que tu padre te empujara a involucrarte con Alex solo para beneficiar a la empresa, y pude evitar que tu padre te arrinconara a asumir la presidencia del nuevo negocio -Empezaba a sentir como sus ojos picaban por las lágrimas acercándose–. Pude evitar muchas cosas, Young Mi, pero simplemente decidí no hacerlo. Me culpo todos los días por el daño que te hice, tuve todo para que seas feliz y decidí no hacerlo -Limpia una de sus lágrimas con el dorso de su mano–. No busco que me disculpes, sinceramente yo tampoco me disculparía. Solo quiero que sepas que estoy arrepentida y me preocupo por ti.

Young Mi mira a su madre derramar un par de lágrimas, aquellas que solamente vio durante el proceso de depresión en el que la joven cayó durante los juicios de Louisa. Decía la verdad, sus padres le enseñaron a identificar la mentira y la verdad lo suficientemente bien como para reconocerlo.

Seung Dam estaba arrepentida por lo que hizo pero no sería tan fácil perdonarla, tendría que tomarse su tiempo para hacerlo pero tenía que ir al punto antes de olvidarse de su razón de reunión.

—Si te importo tanto, necesito que hagas algo por mí, madre -Young Mi enfatiza la última palabra. Seung Dam la mira confundida pero dispuesta a escucharla.







La joven Han Dam se encontraba sentada sola en una de las mesas pares que había en el espacio de espera del vestíbulo de la empresa dónde su hermana era la jefa y Seo Jun trabajaba desde hace un tiempo para prepararse cómo artista, de lo cuál estaba pronto a lanzarse junto a su grupo. La chica estaba sentada mientras bebía de un café que compró en la cafetería de la empresa y con una mano sostenía una revista de espectáculos que consiguió en uno de los aparadores cercanos.

Ya tenía un largo rato esperando a una persona en específico pero no había señales de él en ningún lado y empezaba a cansarse, no podía irse hasta entregarle lo que tenía en su bolsillo.

Ve ingresar a una chica que le resultó bastante conocida y la identificó cómo Ju Gyeong, la amiga de su hermana mayor. Se hunde más en su asiento e intenta pasar desapercibida mientras acomodaba los lentes negros que llevaba puestos junto a una gorra para evitar ser reconocida.

¿Qué hacía ella ahí? Según lo que Young Mi le dijo, ella estaba haciendo sus prácticas ahí. Pero se notaba que no estaba ahí para trabajar, sino que estaba esperando a alguien.

No le quitó la mirada a la mayor en todo momento y ella no se movió de su asiento, así transcurrieron largos minutos de espera para ambas. Pronto las cosas empezaron a tener movimiento cuando aparece el objetivo de ambas que se acercaba a Ju Gyeong con una ligera sonrisa al verla esperándolo.

—Han Seo Jun -Nombra la castaña colocándose de pie.

—Deberías haberte ido si no hubo una respuesta -Comentó Han Seo Jun deteniéndose frente a ella–. ¿Cuántas horas llevas esperando?

—Verás...

—Estoy aquí, ¿qué pasó? -Seo Jun la interrumpe.

Han Dam daba todo de ella para poder escuchar la conversación a la perfección sin dejarse al descubierto sobre su presencia.

—¿Ya comiste? ¿Quieres comer conmigo? -Ju Gyeong le pregunta.

—¿Viniste aquí para tener una cita? Hoy estoy un poco ocupado -Lo dicho por Seo Jun sacó una sorpresa en Han Dam, no creía que realmente ese par tuviera intenciones de dar el siguiente paso para dejar de ser amigos.

—Es porque tengo algo que decir -Responde la chica, se notaba bastante seria.

—Guarda la charla para después -Dice Seo Jun–. Hoy estoy un poco ocupado, así que no tengo tiempo para tener una cita pero dejémoslo en un empate con esto.

Seo Jun abraza a Ju Gyeong con una gran sonrisa pero la chica no le corresponde en lo absoluto, incluso no esperaba que eso ocurriera y no sabía cómo reaccionar ante eso. Han Dam tenía que empujar su mandíbula hacía arriba para evitar que se caiga hasta el suelo de la sorpresa al ver esa escena frente a sus ojos, teniendo en cuenta que Seo Jun fue demasiado cercano a Young Mi e incluso sentía cosas por ella. Ahora podía ver un poco más el panorama extenso sobre el dolor de su hermana mayor y todo a lo que estaba sobreviviendo durante tanto tiempo, realmente sentía pena por ella.

Young Mi no merecía recibir esto. De alguna manera se sentía aliviada que haya sido ella quién vio eso y no su hermana mayor.

El rostro de Seo Jun se distorsionó unos segundos no solamente por el hecho de saber lo que estaba acercándose, sino porque sabía que ese abrazo significaba muchas cosas. Estaba triste pero no iba a demostrarle a Ju Gyeong cómo se sentía en realidad, ya se había convertido en un total profesional para ocultar lo que sentía en el momento.

Él se separa de Ju Gyeong luego de unos cortos segundos y le sonríe abiertamente.

—¿Lo sabías? Lee Su Ho va a tomar un vuelo nocturno para regresar a Estados Unidos hoy.

—¿Qué? -Ju Gyeong pregunta sorprendida por la noticia.

—Creo que dijo algo acerca de que vino aquí por un corto periodo de tiempo para arreglar algunas cosas después de que su padres se despertara -Explica el chico recordando brevemente las palabras de Young Mi al decirle que había regresado por él y para terminar con la manipulación de su padre–. Si vas a despedirte, probablemente debas darte prisa e ir -Ju Gyeong estaba quieta en su lugar no pudiendo moverse–. Oye, ¿por qué parada aquí? Tienes que ir rápido para no perderlo.

Es imposible evitar no asociarlo con su situación con Young Mi. Si tan solo esa noche pudo ser más rápido, tal vez hubiera evitado que Young Mi se fuera con Alex y las cosas entre los dos no se hubiera destruido por completo. No quería que alguien más viviera con el dolor y la culpa de haber arruinado su relación solo por no haberse apurado, ya tenía conocimiento sobre esos sentimientos que te cambiaban la vida para siempre. Si tenía la oportunidad de evitar que la relación de Ju Gyeong y Su Ho se acabara, los ayudaría.

—Ve. Date prisa y ve -La tomó de los hombros haciéndola girar sobre su lugar y luego la empujó levemente–. Anda -Sonríe y retrocede unos cuantos pasos–. Cuídate.

Seo Jun se gira regresando al camino por dónde llegó dejando sola a Ju Gyeong mientras Han Dam era testigo de todo escondida detrás de una de las columnas de la recepción. Repasó la mirada entre ambos sin entender lo que había sucedido, eso ni siquiera debía importarle pero tenía un lado bastante curioso si es que no era chismoso.

Ella reacciona y se levanta de su asiento dejando atrás a Ju Gyeong, quién corrió hacia las salidas de la empresa haciéndole caso a su amigo de ir al aeropuerto para detener a Su Ho. Han Dam recorre el mismo camino que pudo haber tomado Seo Jun y miraba de un lado a otro en busca de él hasta que llegó a los ascensores dónde lo vio dirigirse hacia las escaleras de emergencia. Trota para poder alcanzarlo y empuja la puerta de las escaleras antes de que pudieran cerrarse, se inclina en las barandas de metal mirando hacia arriba y abajo en busca del chico hasta que lo ve subir dos pisos.

Los pasos de Seo Jun se detienen en el tercer piso pero no se escucha la puerta cerrarse, por lo que supone que se detuvo en las escaleras. Han Dam sube con tranquilidad hasta que se encuentra con la figura del chico sentado en uno de los escalones mientras llora.

Han Dam se acerca lentamente hacia el chico llamando su atención, él la mira sorprendido sin importarle que sus ojos estaban vidriosos y las lágrimas recorrían sus mejillas.

—Han Dam -Nombra e intenta limpiar las lágrimas que tenía en el rostro–. ¿Qué haces aquí?

—Nunca tuviste oportunidad, ¿lo sabes? -Ignora su pregunta. No hacía falta preguntar porque sabía a lo que ella se refería–. Ju Gyeong estuvo siempre enamorada de Su Ho y ahora que regresó, era imposible que no pudieran reavivar los sentimientos que tenían por el otro. Aunque es algo que nunca murió por completo.

—¿Estás aquí para eso?

—Realmente no, solo quería que lo sepas -Encoge sus hombros. Da un par de pasos hacia él acercándose un poco más–. Vengo a entregarte algo -La chica mete una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta impermeable. Seo Jun la mira confundido y fue peor cuando la menor sacó una hoja blanca doblada–. Toma -Se lo extiende y el chico mira la hoja–. Me mandó a entregártelo y probablemente no haya sido el mejor momento pero tampoco puede esperar mucho.

Un debate mental se inició dentro de Seo Jun pensando en si debía recibirlo o decirle que no le interesaba en lo absoluto, aunque fuera una gran mentira. ¿Qué podría hacer? ¿Más palabras tratando de disculparse? ¿Diciendo que había regresado para él? ¿Recordándole que lo amaba? No era nada nuevo de lo que podía escuchar pero la curiosidad le ganaba, además que no podía pensar en el hecho de que no era capaz de ignorar algo viniendo de ella más cuando ahora se encontraba completamente solo.

Ju Gyeong había decidido ir detrás de Su Ho. Young Mi era la única persistía en acercarse a él sin importar los intentos para alejarla.

—¿Lo tomarás? Me duele el brazo -La voz de Han Dam lo hace regresar a la realidad. Mira nuevamente la carta y con bastante duda, lo acepta antes que su lado rencoroso eligiera por él–. Gracias por hacerlo, Seo Jun. Así cómo tú, ella también ha sufrido mucho -Mira a la joven con atención–. Piensa en todas las oportunidades que ella te ha dado en el pasado, en las cosas que ha hecho por ti y en la persona que es en realidad. Nadie la conoce cómo tú, Seo Jun. Ha cometido errores porque es humana, tú también cometiste errores y ella te perdonó.

Han Dam tenía razón pero, ¿sería capaz de perdonarla?

—¿Qué harías en mi lugar?

—Si supiera la verdad, la perdonaría sin dudarlo -Seo Jun la mira atentamente pensando en esa posibilidad–. Piénsalo bien, Seo Jun. No dejes morir todo lo que pasaron juntos solo por el resentimiento, ella está dejando todo por ti.

Lo mira una última vez dándole una pequeña sonrisa antes de volver a bajar las escaleras hacia el primer piso del edificio para irse dejando solo al chico para que pudiera pensar en qué hacer luego de haber escuchado las palabras de Han Dam, sobre todo pensando en lo último.

¿A qué se refería con que estaba por dejarlo todo? No entendía lo que englobaba el "todo" pero podía hacerse una vaga idea, aunque no sería capaz dejarlo todo en sentido figurado, ¿verdad? Conocía perfectamente a Young Mi cómo para saber que si había una posibilidad de que lo hiciera, ella sería capaz de cualquier cosa si tenía un objetivo en mente y su único objetivo en el presente era liberarse de lo que sus padres le arrastraron, hacer su vida cómo quería y estar al lado de Seo Jun.

Mira la hoja blanca que tenía en manos y la gira viendo que llevaba algo escrito en ello.

"Para Han Seo Jun"

Una carta para él, eso es lo que había hecho Young Mi.

Seo Jun abre la carta dónde se encontraban todas las verdades de lo ocurrido esa noche en la que ella se fue y una nueva promesa para el futuro.

y ahora me pongo a escribir el final
¿están listxs para dejar ir esta historia?

—ASLAN

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top