TWO


No supo cuánto tiempo pasó dormido hasta que escucho la puerta ser abierta y sabía quién era sin necesidad de abrir los ojos.

Imaginó que la carrera ya habría terminado por el bullicio de la gente.

Escuchó las voces de la televisora elevarse hasta escuchar cada una de sus palabras.

Veamos la repetición.

El numero 13 va a toda máquina y pasa a al número 1 del actual campeón Alan Carver.

Como era de esperarse Carver se defiende, va por el carril interno pero Min sigue teniendo la delantera.

Bueno, no le llaman el rey del drifting por nada. Carver la tendrá difícil para rebasar esas derrapadas mortales.

Los dos campeones a la cabeza lado a lado a unos ciento noventa kilómetros por hora, es una vista hermosa.

Y que lo digas, ¿Min Yoongi tomara nuevamente su corona como campeón mundial?, lo veremos a continuación.

Para Yoongi fue como repetirlo todo en cámara lenta. El número 1 chochando con su alerón trasero haciendo que la brecha entre ambos se volviera nula, una mala jugada a la hora de hacer una curva.

Lo siguiente que escuchó fue el sonido del metal chirriando mientras era arrastrado por el pavimento, una, dos, tres, y más vueltas hasta que el auto finalmente solo chillaba arrastrado hasta quedar en medio de la pista con las llantas arriba.

Uuuh, el choque más violento hasta ahora señoras y señores, la curva tres es un desastre.

¡El número 8 pierde el control!

Oh no, es una verdadera demolición.

Bueno, Andrew, Así es el automovilístico.

Y ahí está el auto insignia esperando a que los pilotos vuelvan para el reinicio.

Parece ser que Ferrari ha abandonado la carrera, mercedes tomara la delantera con Alan-

El televisor se apagó dejando solamente un silencio que se expandió como un cuchillo que amenazaba con cortar la garganta de quien se le atravesara.

— ¿Crees que no es suficiente con vivirlo que me lo tienes que volver a mostrar? —Espetó enojado, sin quitar su antebrazo de sus ojos.

—No te lo muestro para hacerte sufrir —Aclaró su amigo tomando asiento en una esquina de la cama —Lo hago para que entiendas que esto o fue tu culpa.

— ¡Maldición lo sé, sé que no fue mi maldita culpa y eso es lo que más me enoja! —Reclamó finalmente dando la cara pero Namjoon solo le miró con una ceja arqueada cuando se volvió a acostar por el dolor —Ese imbécil lo hizo a propósito.

—Claro que sí, y tienes a 300.000 testigos pero no cambia nada de lo que pasó —fue directo.

—Vaya gracias, que haría yo sin tu gran apoyo y amistad.

—Te lo digo porque sé que estás enojado y tienes razón ara estarlo pero tiendes a sobre pensar las cosas y conociendo esa cabecita tuya está pensando en algo violento y lo último que debes hacer ahora es ir a buscar pelea.

Yoongi no iba a admitir que su amigo lo conocía lo suficiente como para saber qué era eso lo que estaba planeando pero se contuvo ya que sabía que Namjoon no lo dejaría salir si seguía con esas intenciones.

Tan a tiempo una de sus mecánicas entró a la habitación buscándolo con la mirada.

—Ya es hora —anunció apenada —Pero puedo decir que no.

—Estoy bien —interrumpió sus palabras, si algo detestaba era la lastima —No le daré a ese imbécil la satisfacción, vamos.

Yoongi farfulló un par de insultos a su nombre mientras intentaba ponerse de pie, claro que recibió ayuda de su amigo que no cuestionó más.

—Tu padre tener a los reporteros abajo —avisó la chica abriéndole la puerta para ayudarle a salir.

— ¿Qué es lo que piensas hacer? —cuestionó Namjoon cuando el piloto se soltó de s agarre, se notaba adolorido pero nada que pareciera ser demasiado obvio.

—No dejare que se coman a mi padre, aún tiene que sobrevivir a mamá.

Caminando lo más firme posible debido al entumecimiento de su cuerpo gracias a los analgésicos que el equipo le había dado pudo salir hasta encontrar a su padre rodeado de cámaras y micrófonos siendo carcomido por la ansiedad.

Casi se ríe de su pobre padre, ambos eran pésimos para poder hablar frente a las personas, principalmente con la prensa ya que estos siempre lograban atacarlo con comentarios desagradables que los hacían querer golpearlos pero debía sonreír y aguantarse.

Imaginaba el tipo de preguntas que le escupían su padre.

¿Está decepcionado de que su hijo haya fracasado siendo usted un campeón de fórmula 1 retirado con sus victorias invictas?

¿Piensa retirar a su hijo de las carreras por este fracaso?

¿Podrá superar el equipo tal fracaso de parte de su hijo ante el campeón mundial?

Esa y mil mierdas más.

¿Por qué les gusta tanto la discordia?

Tragándose el vómito verbal que siempre quería decir en sus caras llegó hasta su padre con una sonrisa que cada uno de los reporteros se tragaron, pronto las cámaras y flashes fueron solo para él.

— ¿Señor Min algunas palabras después de su inminente derrota?

— ¿cree estar listo para la carrera de la próxima semana en Mónaco?

— ¿Cederá su lugar a su compañero de equipo?

— ¿Su indudable fracaso de hoy es la causa por la que Ferrari contrato a un nuevo piloto?

— ¿Piensan que esto es razón para sustituirlo?

— ¿Desistirá finalmente de su deseo de ganar el campeonato mundial?

Y luego porque nos culpan por golpearlos, pedazos de idiotas.

—Primero que nada, todos aquí sabemos los riesgos de que ocurran accidentes, las carreras se basan en el desarrollo de los pilotos, y en ellos también cuentan los errores que cometemos, aprendemos de ellos —comenzó su discurso ensayado mentalmente en poco tiempo —Esta no fue mi carrera, lo admito, pero por suerte no he tenido ninguna herida o lesión que me impida correr la próxima semana, nos volveremos a ver y esperemos que sea una carrera sin accidentes, es todo.

Tomando a su padre de los hombros lo sacó de la rueda de reporteros aun cuando su cara seguía siendo golpeada por los micrófonos de estos, miles de preguntas desagradables continuaban en el aire pero había aprendido a hacer oídos sordos en ese tipo de situación, aunque eso no significara que continuara siendo irritante.

—No tengo más comentarios.

— ¿Ni siquiera del retiro del corredor Juan Diego De la cruz?

Aquella pregunta hizo que Yoongi se detuviera abruptamente, dando toda su atención a la reportera que seguía colocando el micrófono en su boca.

— ¿Qué dijiste?

—El piloto mexicano acaba de anunciar su retiro hace unos momentos del equipo Red Bull ¿No sabía de esta decisión? ¿Tiene algún comentario al respecto? ¿Cree que ya es hora del retiro de los veteranos para dar pase a la nueva generación de campeones?

Ignorando deliberadamente a la mujer Yoongi terminó de sacar a su padre de todo el montón de reporteros antes de encaminarse al esquipo de Red Bull con Namjoon siguiéndole el paso.

—Quiero ver a Cruz, su golpe fue peor —Aclaró como si Namjoon le hubiera pedido explicaciones —Y le lanzare una llanta a ese idiota de paso.

—Puedo llevarte con Cruz, lo segundo tendremos que dejarlo para cuando no halla testigos —se burló su amigo.

Sin dejarlo refutar lo llevó hasta el equipo de los Pits del piloto mexicano.

— ¿Buscas a Juan Diego? —preguntó la mujer que parecía estar inspeccionando que se recogiera todo y el esquipo continuara limpiando el equipo recibiendo un asentimiento de parte de Yoongi —Esta en el cuarto, despertó hace poco así que puede que este algo ido, pero ya sabes, lo normal después de semejante piñazo.

A pesar de la pequeña sonrisa que esta quiso regalarle se tambaleó un poco al pronunciar el nombre de su esposo.

—Eres un gran amigo Yoongi, él siempre te verá correr —consoló limpiando sus manos con un trapo viejo manchado de aceite, Yoongi no comprendió porque esa mirada tan decaída de su parte —Puedes pasar, nos iremos pronto.

La mujer señaló la puerta donde debería estar reposando su amigo, encontrándolo reposado en una cama con una pequeña niña que sostenía un juguete mientras parecía hablarle de algo.

—Cariño, ve con tu madre un momento por favor —Pidió a la pequeña niña quien asintió saliendo de su habitación —Adelante, bienvenido a mi suite.

— ¿Retiro?

Su amigo resopló por la brusca pregunta, en realidad esperaba que Yoongi lo abordara de esa manera.

—Sí, yo también te voy a extrañar viejo amigo.

— ¿Retiro? —repitió incrédulo sintiendo las ganas de darle un zape en la cabeza — ¿Dame una maldita razón por la que te estas retirando? Y como me digas que por la edad te saco a patadas.

—Bueno, tampoco estoy tan joven.

—Me llevas 3 años, no jodas.

—Sigo estando más cerca del cuarenta que del treinta —intentó bromear, pero al ver la mirada severa del contrario su intento de sonrisa tambaleo —Era...necesario.

— ¿Necesario? ¿Qué maldita necesidad tendrías para retirarte en el pico de tu carrera? —espetó, tomando asiento en uno de los sillones al no poder aguantar el dolor, tomó una nota mental de pedir más analgésicos —Has sido campeón mundial dos veces.

—Eso fue hace años, aún era un niño y no he vuelto a ver el primer lugar desde encoroces.

—Da igual, tú llevaste a Red Bull a la cima ¿Qué te pasa?

Dando por hecho que su amigo no dejaría de insistir no tuvo de otra más que dejar salir un pesado suspiro mientras recargaba su cabeza en la almohada de su cama.

—Antes de empezar la temporada, cuando apenas me estaba preparando con mi familia un hombre llegó a la casa —relató con amargura —En pocas palabras dijo que no debía correr y que anunciara mi retiro del equipo.

— ¿Te amenazó?

—No lo dijo directamente pero lo insinuó, pensé que podría ignorarlo pero hoy-

—Hoy fue mi culpa —cortó Yoongi imaginado el camino por el que iba todo —A quien chocaron fue a ti.

—No lo entiendes, yo estaba detrás de ti, Carver te hubiera ignorado, es la primera carrera después de todo pero justo cuando intenté rebasarlos te golpeó, me quedé atrás cuando tu auto volcó y perdí el control, no tenía otra más que chocar. No te chocó, te utilizó.

Yoongi frunció el ceño sin querer creerlo.

— ¿Por qué? ¿Qué razones tendría? —Interrogó, sin embargo el mexicano no quiso decirlas, principalmente porque sabía lo explosivo que Yoongi podía llegar a ser —Aun si las tuviera ¿Por qué darle la satisfacción? Tienes que demostrar que no le tienes miedo.

—Lo intenté, pero su amenaza fue exactamente eso, conseguirán quitarme de una forma u otra, y aunque suene cobarde, prefiero irme en una sola pieza —se puso de pie tomando la maleta que estaba acomodada aun lado de la cama —Tengo razones para pelear y quedarme, pero tengo más razones para irme.

Yoongi comprendía que lo decía por su familia, si algo le pasaba ellos serían quienes sufrirían las consecuencias.

—Entonces es todo.

Yoongi apretó los puños formando una línea recta en sus labios, su amigo tomó sus manos para dejar un par de guantes en ellas.

—No creo que exista alguien mejor para usarlos.

—Estás loco, tu hijo te las dio, no puedo aceptarlo.

—Estoy seguro de que el querría que las tuvieras, yo ya no podre correr con ellos pero tú puedes llevarlo contigo.

El piloto no tuvo palabras para rechazarlos, el hijo del mexicano había fallecido hace varios años en un accidente mientras el entrenaba, recordó la crisis por la que diego había pasado en ese entonces, estuvo a nada de renunciar por la culpa de no haber estado ahí para su familia en vez de estar corriendo del otro lado del continente.

Con tiempo y mucha fuerza logró salir adelante, siguiendo el sueño propio y el que su pequeño hijo no pudo cumplir.

—Pasamos grandes tiempos compitiendo el uno con el otro y son los momentos que más voy a extrañar —consoló dándole un apretón de hombros —Si algún día quieres visitarme eres bienvenido.

— ¿Qué? ¿Ir hasta Guadalajara México solo para visitar a un viejo corredor amargado? —se burló, haciendo que su amigo le picar las costillas ya sabiendo de su dolor —Mas te vale recibirme con mariachis.

—Los mejores de Jalisco —prometió con un cortó abrazo —Y una cosa más. Quítale esa sonrisa de muñeca Barbie de la cara.

—Ah, dalo por hecho.

Mentiría si dejara que la presión en su pecho no se hacía cada vez más grande.

Ver a su amigo y compañero de carreras abandonarlas había sido un golpe fuerte, Juan Diego y él se conocieron cuando apenas eran unos novatos queriendo comerse el mundo, claro que el mexicano lo hacia puré cada que podía y viceversa, porque como cualquier par de amigos se odiaron en sus inicios, y luego después de un choque donde ambos quedaron colgados de sus autos y castigados por sus jefes de equipo, bajo la amenaza de no volver a correr si no se arreglaban, se volvieron grandes amigos.

Las carreras a muerte se volvieron carreras amistosas, bromas y más momentos que Yoongi siempre guardaría en su corazón.

Ver el equipo de red Bull vacío solo hacía que ese hueco en su pecho se expandiera.

Todo su equipo era su gente, familia y amigos principalmente, era más que obvio que se irían con él. Muchos Pits abandonaban el equipo cuando algún piloto se iba, porque formaban una unión tan grande con los corredores que muchos se volvían familia.

No ver a la pequeña Sofía en la pantalla apoyando a su padre con un sombrero mexicano más grande que ella era una de las cosas que más iba a extrañar, además de las bromas y las celebraciones. Porque ganaran o perdiera siempre celebraran una carrera más.

— ¿Estas bien? —Interrogó Namjoon llegando a su lado —Ya es hora de irnos.

—Si...solo me despedía.

Dando un último vistazo al área salió junto a su amigo en busca de su familia, su madre debería estar como loca y con el azúcar a dos mil.

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