[ ♡ Día 08: ′′Oh díos mío. Casi atropello a un venado...′′ ♡ ]

NARRA; PAMELA WOODS.

EXTERIOR – CARRETERA – CAMINO HACIA LA UNIVERSIDAD HARTFIELD – DE DÍA.

Me removí entre las sábanas, abrí los ojos lentamente cuando los primeros rayos del sol se colaron por la ventana. Noté que ya Nathan se había ido, Zoé también por lo visto. Miré la hora de mí celular las 7:51 de la mañana. Mierda, llegaré tarde a clases y hoy es el examen de Matemáticas.

Me levanté de un salto de la cama, voy al baño me lavo los dientes y me doy una ducha rápida. Me visto con una falda pencil y una top gris oscuro de brillo de fiesta.

Me dejó mi cabello rojizo suelto con mis ondas naturales, me pongo unas botas negras altas de tacón que me llegan por encima de la rodilla. De maquillaje solo me pongo eye-liner líquido, rímel para pestañas, rubor para dar color a las mejillas y un brillo labial.

Me cuelgo mi mochila negra con detalles dorados sobre mi hombro derecho, tomo las llaves de mi auto, salgo de la habitación y en la cocina veo a mi hermano Álex quién estaba desayunando tostadas francesas en la mesa. Me adentro en la cocina y le tomo una de las tostadas francesas que están en la mesa para comenzar a comerla.

— Menudas fachadas llevas. Vas tarde a clases — me comenta mi hermano al verme.

— Y buenos días para ti también — le respondo antes de servirme una taza de café.

— Él mapache está buscando a tú noviecito para vengarse de lo que le hizo — me dijo mi hermano con una expresión divertida mientras señalaba el mapache quién se asomaba por la ventana esperando a Nathan.

Yo me reí.

— No sabe la sorpresa que le espera — dije mientras veía al  mapache.

Luego me despedí de Álex antes de salir de la casa para luego montarme en mi auto y comenzar a conducir directo hacia la Universidad. Mi celular comenzó a vibrar y ví que tenía 5 llamadas perdidas de Zoé, 4 de Elena y 7 de Ryan. Marqué el número de Elena y está contestó al segundo tono.

— ¿Hola? — respondió Elena la llamada.

— ¡Elena! — exclamé cuando contesto la llamada.

— ¡Pamela! ¿Dónde estás? ¡Estamos a punto de coger el examen! — me dice Elena.

— Estoy llegando a la Universidad, lo siento, me quedé dormida y se me olvidó poner la alarma — le digo con una expresión de preocupación en mi rostro.

— No te preocupes, aún queda algo de tiempo para que llegues y cojas el examen — me dice Elena en un intento de tranquilizarme.

— Eso espe... ¡Ay Díos mío! — exclamé cuando un venado golpeó el auto y si no pisaba el freno justo a tiempo, el pobre venado hubiese sido atropellado por mi auto. Él venado se fue huyendo al bosque. Sentí que el corazón se me iba a salir por la garganta en ese momento.

— ¿Que pasó? — pregunta Elena preocupada.

— Un venado golpeó el auto — le respondo a Elena.

— ¿Atropellaste a un venado? — pregunto Elena con sorpresa.

— No. Un venado golpeó el auto — le aclaro a Elena.

— ¿A dónde se fue el venado? — pregunto Elena.

— Se fue al bosque, ¿y si está herido? — le pregunté a Elena — ¿Que hora es? —.

— Las 8:30. ¡Bye, te dejó!. Ya el profesor va a dar el examen — dijo Elena antes de colgar la llamada.

— ¡Mierda! — exclamé y seguí conduciendo, llegué a la Universidad. Me colgué la mochila sobre el hombro, me bajé del auto, entre a la Universidad corriendo, llegue al salón y entré por la puerta, provocando que la mirada de todos se posaran sobre mí.

Me acerqué hacia el maestro.

— Llega tarde, srta. Woods. Lo siento, pero creó que perdió el examen de hoy — dijo el profesor Medina.

— No. No, yo me sé todo lo que viene en ese examen. Por favor, déjame coger ese examen. Me quedé dormida, tuve que irme conduciendo, casi atropello a un Venado debido a que golpeó mi auto — le explicó al Profesor Medina y todos comenzaron a reírse.

— ¿Atropellaste a un Venado? — preguntó el profesor Medina aguantando la risa con un brillo de diversión en sus ojos.

Yo lo miro de forma incrédula.

— ¡No! Un venado golpeó el auto. Si quiere puede ir a echarle un vistazo tengo suficiente evidencia, pero enserio que necesito coger ese examen — le digo batiendo mis pestañas de forma suplicante.

— Lo siento, no puedo. Esas son las reglas — dijo el profesor Medina.

Escuché a Becca reírse y decirle a Madison:

— Atropelló a un Venado, está loca — dijo Becca y Madison se rió.

Yo cansada de la situación, me pare a su lado para confrontarla.

— ¿Cuál es tu problema conmigo, Becca? ¿Que te he hecho para que me odies? ¿Creés que por ser bonita y popular te da derecho a tratarnos mal? ¿O acaso estás celosa porque Nathan y Ryan no te hacen caso, cómo ellos me lo hacen a mí? ¿Que pasa, perra? — le digo desquitandome con ella y veo como Zoé, Elena, Steven, Ethan y Ryan tratan de aguantar la risa para evitar que se lleven un regaño por parte del profesor.

— Pamela, a la oficina — me dice el Profesor Medina con un tono de advertencia.

Pasé por el lado de Brian y este comenzó a reírse.

— Por última vez, ¡ALEJATE DE MÍ! — le grité a Brian y el Profesor Medina comenzó a escoltarme fuera del salón para luego llevarme a la oficina del director dónde de seguro recibiré un castigo por mi mal comportamiento.

C O N T I N U A R A...