[ ♡ Día 07: ′′Ni se les ocurra adoptar esa cosa del demonio...′′ ♡ ]

Luego de llevar a Álex adentro de la casa, le dijimos que se había caído del techo y por eso es que tenía un chichón en la frente para que se creyera eso y así dejará de hacer preguntas.

— Y Álex... ¿Que hacías en el Techo de la casa? — le pregunté con curiosidad.

Esté sonrió mientras abría los ojos como platos.

— Estaba buscando a Bobby, mi mapache — nos dijo Álex.

— ¿El mapache? — le pregunté y Álex asintio con la cabeza.

Entonces yo inflo mis mejillas y pongo mis labios en una linea fina y firme antes de decir:

— Bueno, si quieres te ayudo a buscarlo — le sugiero y Álex me mira con un brillo en los ojos para luego asentir como un niño pequeño.

— No hace falta buscarlo — nos dice Nathan entrando a la sala principal — Está en la cocina comiéndose el resto del chocolate —.

Luego señala al mapache quién efectivamente estaba encima de la estufa mientras se comía un trozo del chocolate restante.

Entonces los tres nos adentramos en la cocina para ver al mapache y pensar en una manera de atrapar al mapache sin que esté saliera corriendo.

— Oigan, ¿los mapaches son salvajes? — les pregunto a ambos chicos.

— No, ¿por qué lo preguntas? — me cuestiona Nathan con el ceño fruncido.

— Por nada solo que ese — digo mientras apunto al mapache con el dedo índice — No es un mapache común —.

— Claro que es un mapache común, Bobby es todo un amor — dice Álex mientras se acerca para tocar el mapache, en cuanto las yemas de Álex tocan el mapache, esté se voltea y le muerde la mano — ¡AHHHHH! —.

Álex se pone a gritar mientras sale corriendo con su mano ensangrentada.

— ¡Ese no era Bobby ese es un demonio! — dice Álex.

— ¡Espera, espera! — digo mientras agarro a Álex de los hombros — ¡Cálmate, cálmate! —.

— ¡NO PUEDO! — grita Álex mientras se tira al suelo, lloriqueando.

— ¡SÍ PUEDES! — le gritó de vuelta.

— Iré a buscar ayuda — dice Nathan antes de salir corriendo de la casa en busca de ayuda.

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Media hora más tarde llega Nathan con un enfermero, Álex estaba tirado en el sofá de la sala principal gritando de dolor mientras que yo trataba de sacar al mapache rabioso con una escoba.

— ¿Que pasó? — pregunta el enfermero.

— Lo mordió ese mapache — le respondo al enfermero mientras señalo al mapache que tengo acorralado con la escoba.

Entonces Zoé apareció por las escaleras tras escuchar el alboroto.

— ¡Rayos!, ¿Y si le ponemos un nombre? — pregunta Zoé sonriendo levemente.

— Tiene cara de Mordelón, ¿Tú que dices? — le pregunto a la morocha.

— ¡Me encanta! — concuerda Zoé riendo al ver el drama que está haciendo Álex en este momento.

Álex al escuchar lo último se levantó exhaltado del sofá para luego decir:

— ¡Ni se les ocurra adoptar esa cosa del demonio! —.

Entonces el enfermero se dirigió hacia Álex y se agachó hasta quedar a su altura para luego sacar una especie de inyección.

— Esto te dolerá un poco — le dice el enfermero a Álex antes de inyectarle algo en el brazo.

— ¡AHHHHH! — grita Álex chillando como una nenita de cinco años.

— Gallina — le digo mientras me río.

— ¿Que hacemos con Mordelón? — pregunta Zoé con interés.

— Esto — dice Nathan mientras se agacha para luego agarrar al mapache por la cola para entonces lanzarlo por la ventana provocando que el mapache cayera contra un árbol — ¡Ya! Problema resuelto —.

A mí y a Zoé nos dieron unas grandes ganas de llorar en ese momento, ya que sentimos lastima por el mapache que le tuvo que haber dolido la caída contra el árbol.

Luego el enfermero guardo la inyección y Nathan le dió las gracias al enfermero antes de que esté saliera de la casa y se fuera de vuelta a su trabajo. Entonces Nathan nos observo a todos antes de suspirar.

— Bueno, todos vuelvan a sus habitaciones que mañana será un día largo — nos dice Nathan y todos asentimos antes de hacerle caso.

Tan pronto volví a mi habitación, me lancé a la cama pensando en el pobre mapache que de seguro vendrá a vengarse de Nathan más tarde hasta que me quedé dormida.

C O N T I N U A R A...