[ ♡ Día 03: ′′Nathan, tienes dos opciones. O me follas o te largas de aquí. Tu decides′′ ♡ ]

NARRA; PAMELA ″PAMMY″ WOODS.

INTERIOR – HOTEL – HABITACIÓN DEL HOTEL – DE MADRUGADA.

— No vas a ir a ninguna parte — le dice Nathan a Ryan en un tono de advertencia y trata de avanzar para golpearlo.

Sé que no está intentando tanto como podría porque seguramente ya estaría en el suelo, sin sujetarlo por su delgada camisa.

— Nathan, creo que esto es un mal entendi... — comienza a decir Ryan.

— Vete a la mierda — le grita Nathan molesto.

— Eres un idiota. ¿Por qué estás aquí? — le dice Ryan.

— ¿Soy un idiota? No soy yo el que se aprovecha de las chicas borrachas — le responde Nathan.

— Ryan, vuelve a tu habitación para que pueda hablarle con algo de sentido común — le ordeno a Ryan.

Ryan hizo lo que le dije y luego Nathan se giro hacia mí para encararme mientras Ryan abandonaba la habitación.

— Tú... sabes que no todos los chicos están intentando meterse en mis pantalones, ¿verdad? — le cuestionó a Nathan.

— Te sorprendería — me dice Nathan.

Entonces ahí es cuando exploté de la rabia y el enojo.

— ¡No puedes decirme con quién puedo y con quién no puedo tener sexo, porque no es de tu maldita incumbencia! — le grité.

— ¿Ibas a tener sexo con él? — me pregunta Nathan.

— ¡Oh Dios mío! ¿Qué? ¡Estás loco! — le grito.

Dios... Nathan se ve tan sexy en este momento.

— Estás evitando la pregunta — me dice Nathan.

— ¿Y si lo fuera, que? — le pregunto mientras cruzo los brazos sobre mi pecho.

Mis palabras tienen el efecto deseado porque Nathan me dió una mirada mortal.

— ¿Que dijiste? — ladra Nathan.

— Lo que oíste. ¿Y si lo fuera? — digo y me acerco a Nathan.

Su pecho sube y baja rápidamente y si las miradas pudieran matar, ya estaría muerta ahora mismo.

— Cállate. Cállate ahora, Pamela — Nathan me advierte y me río.

Me siento empoderada, me siento fuerte y tengo ganas de arrancarle la camiseta a Nathan.

— ¿Qué, no te gusta eso? ¿No te gusta la idea de las manos de Ryan... por todo mi cuerpo? ¿Tocándome? — le dije mientras me acercaba a él.

No sé si es el hecho del alcohol que corre por mi sistema o el hecho de que lo extraño, pero simplemente lo empujo en el sofá para luego subirme a su regazo. Mis rodillas descansando a ambos lados de sus muslos.
Él está completamente sorprendido por mi acción
hacia adelante.

Luego lamí todo el camino hasta su cuello hasta el lóbulo de la oreja y chupé ligeramente haciendo que Nathan casi gimiera.

— Pamela, estás borracha — dijo Nathan.

— Mm... hmm. ¿Entonces? — le pregunto a Nathan.

Agarro dos puñados de su cabello, sintiendo su textura entre mis dedos.

— Pam... — empezó a decir Nathan.

— Hmmm... — murmuré mientras dejaba un rastro de besos por su cuello.

De repente con sus grandes manos agarra mis caderas deteniendo mis movimientos.

— ¿No quieres esto? — le pregunté, mirándolo a los ojos.

— Por supuesto que quiero esto, pero yo... — Nathan comenzó a decir cuando lo interrumpí.

— Nathan, tienes dos opciones aquí. O me follas o te vas. Tú decides — le espeto con seriedad.

No puedo creer las palabras sucias que salen de mis labios, pero los labios de Nathan ahora son de un rosa intenso y sus ojos están muy abiertos, casi negros por estar dilatados.

— Joder... Está bien. A la mierda — dice Nathan y envuelve su mano en mi cabello, tirando de mis boca hacia la suya.

C O N T I N U A R A...