Capitulo 01: ″Primer Día″
[ ♡ Dia 01: ′′Bueno, podrías ponerte de rodillas y pedir perdón′′ ♡ ]
NARRA; PAMELA ″PAMMY″ WOODS.
INTERIOR – HABITACIÓN COMPARTIDA – DORMITORIO – DE DÍA.
Yo comienzo a agitar el archivo de Nathan, técnicamente tratando de mantenerlo fuera de su alcance mientras intento leerlo.
Nathan me da una mirada, luciendo totalmente frustado.
— ¡Rookie, devuélvemelo ahora mismo! — dice Nate utilizando el tedioso apodo que me puso.
Yo empiezo a sonreír.
— ¡Ja! En tus sueños — le digo aún sonriendo.
Entonces Nate me mira con sus ojos oscureciéndose.
— En mis sueños suceden muchas cosas más interesantes entre nosotros — me dice Nathan con una pequeña sonrisa enroscando sus labios.
Entonces en ese instante me olvido del archivo; completamente nerviosa mientras un leve sonrojo se esparce por mis mejillas.
— ¿Sueñas conmigo? — le pregunto en un hilo de voz.
Nate se niega a mirarme.
— Por desgracia, sí — me responde Nathan mirando hacia el suelo.
Y antes de que pudiera decir algo más, sucedió lo inesperado...
*Beep* *Beep* *Beep*
Mi despertador acaba de sonar, provocando que mis ojos se abran de golpe. Con una sonrisa enroscando mis labios me levanto de la cama, emocionada por el primer día de clases. Entonces rápidamente me dirijo hacia el baño para arreglarme cuando escucho la voz de mi amiga con la cuál comparto el departamento. Ella y yo nos conocimos en la escuela y desde el primer día se puede decir que nos volvimos inseparables, pero volviendo al tema.
— ¿Por qué suena tanto esa mierda? — dice mi amiga soñolienta.
Yo seguí planchando mi cabello rojizo y al no recibir respuesta alguna de mi parte vuelve a decir:
— ¡¡Pamyyyyy... apaga esa cosa ya!! — grita ella desesperada.
Como yo no le respondía y solo seguía arreglandome, finalmente se levanta y me mira con cara de pocos amigos.
— ¿Y bien, como amaneciste? — le pregunto a mi amiga con una sonrisa en mi rostro.
— ¿Tú como creés? — me responde ella con obviedad.
En un movimiento rápido ella agarra una almohada de la cuál ni tuve tiempo de percatarme y me la lanza al rostro. Yo la miré ofendida antes de copiar su acción. En un abrir y cerrar de ojos ya habíamos formado una guerra de almohadas.
Luego de esa guerra de almohadas finalmente apagué el despertador para que mi amiga dejará de quejarse. Entonces cuelgo mi mochila sobre mi hombro derecho antes de ponerme los tacones rojos de channel yendo a juego con mi labial color rojo rubí.
— Bueno, en la nevera quedaron de los Muffins que hizo Erin. Nos vemos en la escuela — le digo a mi amiga antes de salir de la habitación para luego salir del apartamento.
[π°🦋°🦋°🦋°π]
Minutos más tarde llegué a la Universidad en Taxi, me baje del Taxi junto con mis pertenencias antes de pagarle al Taxista para entonces seguir mi camino.
Seguí caminando, luego doblé una esquina y entonces choqué
con un pobre chico que pasaba corriendo.
— ¡Whoa! — exclamó el chico.
Ambos fuimos derribados y caímos al suelo. Sí fuera alguien más, probablemente me estaría riendo de ellos. Desafortunadamente, las universitarias que pasaban se burlaban de nosotros.
— ¡Lo siento mucho! ¿Estás bien? — le pregunté, preocupada.
— Tengo que admitir que mi ego está un poco magullado — dijo el chico.
Le levanté una ceja en cuestión.
— Si los otros chicos del equipo de fútbol vieran que me tacleaba una chica bonita, nunca me dejarían olvidarlo — explicó el chico.
Entonces el chico se levantó, me ofreció su mano y yo la tome mientras el me ayudaba a levantarme.
— Soy Nathan, por cierto. Encantado de conocerte — dice el chico.
— Igualmente. Soy Pamela pero todos me llaman Pammy — le digo con una pequeña sonrisa tirando de mis labios.
— Pamela... me suena un poco por alguna razón. Eh — me dice Nathan.
Me encogí de hombros antes de responderle:
— Es un nombre común —.
— Sí, supongo que lo es. De todos modos... ¿Estás bien? Nada roto, espero — me pregunta Nathan.
— Estaré bien. Mi mano está un poco raspada — le respondo.
— ¿Hay algo que pueda hacer para compensarlo? — me pregunta Nathan.
— Bueno, podrías ponerte de rodillas y pedir perdón — bromeé.
Nathan se arrodilló. Comencé a reír ante su tontería y crucé los brazos sobre mi pecho.
— Pamela, aceptas mi... — Nathan fue interrumpido por un estudiante.
— ¡Oh wow! Propuesta espontánea. Tengo que poner esto en cámara — dice una voz detrás de mí.
Descruce los brazos y me volteo hacia él.
— ¡No! ¡Espera, no es así! — le digo al chico.
Nathan se aclaró la garganta.
— Uh, tal vez debería de ponerme de pie — dice Nathan algo avergonzado.
— ¿Creés? — le pregunto, riendo.
De repente, una chica rubia apareció junto a él.
— ¡Nathan! ¡Ahí estás! No te olvides del Kappa House Mixer está noche — le dice la chica.
— Oh... Becca. Hey — dice Nathan con poco entusiasmo, si no cero.— Me encantaría ir, pero les prometí a mis compañeros de apartamento que pasaría el rato con ellos —.
— Lástima... te prometo que lo pasarás mejor conmigo... — dice Becca.
— Uh, estamos en medio de una conversación — interrumpí.
Ella me miró como me notará y me dió una mirada fría.
— Me pareció que te ibas a ir — dice Becca algo molesta.
— Realmente... — comienzo a decir.
Interrumpiéndome, Becca dejó caer su café helado a mis pies, salpicándome todo.
— ¿¡En serio!? — grité.
— Ups. ¡Soy tan torpe! — respondió Becca inocentemente.
— ¡Pamela! ¡Tu ropa! Te buscaré unas servilletas — dice Nathan.
Se fue, y tan pronto como estuvo al alcance de su audiencia, Becca se inclinó amenazadoramente o al menos parcialmente. Ella era al menos dos pulgadas más baja y llevaba tacones puestos.
— Solo para que lo sepas... — comenzó a decir Becca de forma amenazante — Nate es mío —.
— Oh, ¿Es tu novio? — dije, sorprendiéndome a mí misma al sentirme decepcionada.
— Aún no. Pero lo será — me respondió Becca.
Luego sonreí y dije:
— Nate claramente está más interesado en mí —.
Sus labios se curvaron en una sonrisa.
— Como si eso fuera posible — me dice Becca.
Entonces Nate regreso con una pila de servilletas de papel.
— Esto es lo mejor que pude hacer — dice Nate con la respiración agitada.
— Es un buen comienzo. Regresaré a mi apartamento y me cambiaré. Nos vemos, ¿de acuerdo? — le digo a Nathan.
— Puedes contar con ello — me responde Nathan con una pequeña sonrisa en su rostro.
Yo lo miré una vez más antes de salir corriendo para dirigirme hacia mi apartamento el cuál está a unas cuadras de aquí...
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