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Maratón 3/3

Me dirigí nuevamente hacia al ascensor y me adentré en la plena soledad del mismo a medida que las puertas se cerraban frente a mí. Presioné el último botón del panel, que tenía una pequeña anotación en dorado que decía «Oficina del director», y rápidamente comenzó a avanzar en tanto me concentraba en la música de ambiente del elevador.

Al llegar, atravesé la lujosa recepción y les dediqué un saludo a las dos recepcionistas que me sonrieron de manera automática al verme llegar.

—Buenos días, señorita Hedegaard. Si está buscando al señor Forge, es probable que no lo encuentre— comenta una que no aparentaba llegar a los 30 años y que brillaba por poseer un rostro de niña con ricitos de oro y una mirada color zafiro intenso. —Todavía no se ha presentado.

—Buenos días...— exclamo con extrañeza al no contar con su nombre. —Lo sé. Me ha pedido que pase por su oficina a retirar algunos documentos— comento y ella asiente comprensiva. —Ya me ha dado la llave— agrego al notar que ella estaba a punto de adicionar algo.

—Oh, de acuerdo. Pues adelante, señorita Hedegaard— me ofrece el paso y yo asiento en forma de agradecimiento.

Recorrí los pocos pasos que separaban el salón de recepción y el despacho de Tobias hasta que me situé frente a la puerta del mismísimo director y busqué la llave en mis bolsillos que permitiría que me adentre a tan ansiado rejunte de trabajo y dedicación del que Tobias había estado invirtiendo los últimos años.

Noté que su despacho era doblemente más grande que el mío y que tales espacios mal distribuidos resultaban absurdos a simple vista. La decoración coincidía con la que el piso estaba adornado y, en este caso, le daba mayor autoridad a su despacho en particular. Atravesé la pasarela cerrando la puerta detrás de mí y me propuse a investigar en dónde se ubicaban exactamente los papeles que necesitaba para el tour.

Me aproximé a su escritorio, el cual se hallabafinamente organizado y pulcro, y me senté en su lugar simulando que era yo ladirectora de tal temible establecimiento. Observé que su laptop estaba guardadaen su respectiva funda y que todo estaba archivado de manera tal que sea mássencillo conseguir los documentos deseados, aunque, en mi caso, era másdificultoso ya que era la primera vez que pisaba su despacho.

Divisé a mi lado varios cajones conectados a su escritorio que se hallaban cerrados con llave y mi curiosidad no permitió que tal detalle sea pasado por alto.

—Si fuera Tobias ¿Dónde dejaría la llave?— me pregunté posando mi dedo índice en mi mentón.

Tomé una carpeta repleta de papeles situada en uno de los muebles detrás del escritorio y la abrí de par en par para verificar si la llave se encontraba en su interior. Debido a la tapa dura de un color rojo terciopelo, todos los documentos allí presentes estaban netamente relacionados con Prequelle y todo lo que eso implicaba. Desde bocetos de la portada, hasta las letras de las canciones y posibles adiciones a la nueva era. Todas mis incógnitas sobre la era en la que tanto Tobias ponía esmero se hallaba a mi merced. Avancé en cada una de las hojas escritas o trazadas por el pulso de Tobias hasta que llegué a la contratapa y, por ende, el final de la carpeta. La dejé en su lugar con frustración al saber que iba a tardar más de lo pautado allí dentro y proseguí tomando la siguiente carpeta que se titulaba «Juicio». Al quitarla de su lugar, rápidamente un folio con varios documentos cae al suelo y noto que estaba adjuntado con la carpeta titulada «2010-2018», la siguiente en la fila, y que, en definitiva, eran los documentos que Tobias me había mandado a retirar.

—Ufff, que suerte que ya los encontré— suspiréaliviada al recogerlos del suelo. —Pero ¿Debería echarle un pequeño vistazo a ésto?—me cuestiono observando la carpeta del juicio. —Bueno, unos pocos minutos noharán gran cosa.

Al abrirla con muchísima incertidumbre y curiosidad, me encuentro con varias anotaciones de Tobias pero con una escritura que se notaba tensa y veloz en cada palabra escrita. Alegatos, citaciones, documentación ya presentada y por presentar, testimonios, testigos y posibles, inclusive copias de algunos documentos del pasado y fotografías de eras más antiguas. Todas y cada una de las hojas allí adjuntadas expresaban con un excesivo esfuerzo toda la carrera de Tobias en Ghost sin excepciones.

Noto un pequeño sobre anexado a una página de la carpeta con un leve pliegue en uno de sus laterales. A simple vista se percibía diferente y llamativo por sobre los demás escritos. Lo abro con una desesperada velocidad y siento un objeto con forma de llave en su interior.

—¡Bien! La encontré— exclamé.

Deposité la carpeta aún abierta a un lado y me dispusea abrir el primer cajón para hallar con su contenido. La cerradura cedió alprimer intento y el sonido de la abertura me dio la pauta que ya podía accedera todo lo que aquel cajón escondía en su interior.

Cuando se encuentra todo expuesto, me percato que hay una grabadora de voz en el centro y varios papeles amontonados a su alrededor rompiendo con la organización que su escritorio poseía.

Tomo la grabadora y busco la forma de encenderla para verificar qué es lo que Tobias había registrado o si realmente la había usado en alguna oportunidad. Presiono el único botón verde que encuentro y la cinta comienza a correr.

Adelante— se oye la voz inconfundible de Tobias y luego la puerta que se abre y se cierra en pocos minutos. Seguido de esto, el sonido de tacones acercándose y Tobias aclarándose la garganta. ¿Qué era exactamente esta escena?

Buenos días, señor Forge— exclama la voz de Elinn, su ahora ex asistente. —Un placer empezar mi carrera con alguien tan exitoso como usted.

Llego a la conclusión que Tobias había grabado la primera entrevista con Elinn para algo en específico y prosigo a que la cinta continúe.

No hace falta todo este acting, Elinn. Estoy al tanto de todo— pronuncia Tobias con una severa seriedad y luego la risa de Elinn se hace presente. —Ninguna Leviels va a tomarme por sorpresa. Cassidy ya me lo ha comentado todo.

Al escuchar aquel nefasto nombre escapándose de los labios de Tobias sentí el malestar apoderándose de mi organismo ¿Y qué tiene que ver Cassidy en esto? Pensé.

La nueva cláusula que ha agregado Cassie al trato es que ella es mi jefa, es decir, será tu jefa suprema, y yo soy la tuya ¿comprendes lo divertido que suena?

¿Un trato? ¿Con Cassidy? ¿Qué era lo que verdaderamente estaba pasando y que Tobias me estaba ocultando?

No me interesa que tengas poder sobre mí, Elinn. Eres una simple niña— refuta Tobias.

Adelanté la cinta y automáticamente comenzó a reproducirse la siguiente en cuestión que, según la fecha, era más antigua que la que había acabado de escuchar. Luego de tanto juego de palabras, tanto misterio y lucha de poderes, mi mente aún me exigía más información para completar de manera exitosa mi rompecabezas.

Has tardado casi una hora y media. ¿Por qué me has citado específicamente aquí?— la voz exhausta de Tobias rompe el silencio.

Porque en estelugar podremos pasar desapercibidos— sentí mi corazón fallecer al escucharla voz de la única persona que había creado el mismísimo infierno en nuestras vidas. —Vengo a hablar contigo sobre la demanda que los Ghouls han iniciado contra ti. Ellos me citarán para testificar en contra tuyo en un par de meses, me pagarán muy bien por eso, más de lo que tú puedas imaginar. Tengo las carpetas listas, tengo todo archivado, tengo pruebas de todo para hundirte como te lo he advertido en aquel cuarto de hotel durante el último tour ¿recuerdas?— un silencio inunda la cinta. —Pero puedes evitar todo esto, por supuesto.

¿Cómo puedo hacerlo?— cuestiona Tobias rendido.

Tienes quehacer un trato bastante exigente y lleno de trampas conmigo. Las condicioneslas iré dando a medida que pasa el tiempo y te daré objetivos que tendrás quecumplir sin objeciones. Por ahora, reclutarás a mi hermana menor como parte detu equipo. Ella será mis ojos allí— otro silencio se apodera de la cinta. —Nadie debe saber esto, ni siquiera laingenua de tu novia. Me enteraré si alguien más descifra esto y créeme lasconsecuencias serán terribles... Así que dicho esto ¿Estás en el juego? 


Detuve la cinta cuando confirmé que Tobias había aceptado sin más opciones el trato fraudulento de Cassidy. Con toda la información que pude recolectar con la grabadora, pude entender varias cosas y hasta darle motivos a que todo se haya desencadenado de esa manera. Por un momento, sentí culpa por haber causado tantos problemas en lo que respecta este tema para Tobias, pero, por el otro, la rabia me consumía por haber presenciado la debilidad de Tobias frente a ambas arpías insensatas. Ninguna tenía verdadero poder frente a él, ambas eran simples hormigas frente a temible humano.

El sonido de mi celular me despierta de mis reflexiones y pensamientos repentinos y atiendo sin siquiera leer de quién se trataba la llamada.

—¿Hola?

—Eva, el señor Persner está aquí ¿Te falta mucho allá arriba?— pregunta Lennart.

—Hazlo pasar a mi despacho. La puerta está abierta— sugiero. —En unos minutos estoy allí— cuelgo y permanezco acariciándome las sienes como si eso fuese la forma de solucionar este embrollo al que llegué tarde. 



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