—No puedo creer que nos hayamos encontrado aquí— comento extasiada cuando ambos nos separamos de aquel tan ameno abrazo de reencuentro. —¿Eres de Estocolmo?

—No. Arvid y yo vivimos en Linköping todavía... Nuestra procedencia— agrega con un brillo especial en su mirada que me daba a entender que aquella parte de Suecia contenía inconmensurables vivencias y anécdotas que les pertenecían. —Pero visitamos Estocolmo más seguido últimamente porque...— le dedica una mirada perdida a Arvid y él se la devuelve de la misma manera. Debido al repentino silencio y tal cruce de miradas confusas, denoté que algo ocultaban y que buscaban la forma de improvisar algo que no sea de mi incumbencia y que, en principio, sea creíble.

—Trabajo y posibles nuevos proyectos personales— dictamina Arvid. —También visitamos frecuentemente nuestra tienda favorita porque muchos de nuestros álbumes están aquí en exposición— comenta apuntando a la letra T, la sección en la que nos encontrábamos en plena plática. —Hay varias sucursales aquí en Suecia, pero nosotros acudimos a la central porque es en donde podemos hacer negocios más importantes y fructíferos... Ya sabes, la central es la que se encarga de los envíos internacionales y todo lo relacionado al exterior. De hecho, por eso estamos hoy aquí.

Martin permaneció de brazos cruzados mientras le dedicaba una mirada de suma atención a Arvid, quien se hallaba compenetrado con su explicación verosímil. De vez en cuando, los ojos cristalinos de Martin se posaban en mí y rotaban de nuevo a Arvid cuando corría un período considerable de tiempo. Confirmé en este encuentro que Martin sin la máscara poseía un semblante serio y bastante intimidante a la vez.

—Has dicho «nuestros álbumes»— aprecio. —¿Acaso ambos trabajan en una misma banda o son proyectos separados?

—Pues, siempre hemos estado trabajando juntos mucho antes de Ghost, incluso con Tobias también— adiciona Martin suavizando la expresión. —Justo aquí estábamos verificando si nuestros álbumes estaban en stock en esta sección y aparentemente tenemos que entregar más copias si queremos que TiD siga a flote y no quede en el olvido.

—¿«TiD»? ¿Así se llama la banda?— ambos asienten con una sonrisa de lado. —Wow, suena prometedor... ¿Tobias participó en TiD junto con ustedes?

—No, sólo ha sido nuestro fotógrafo en algunas ocasiones— refuta Arvid y yo sonrío complacida al saber que Tobias había estado fotografiando bandas al igual que yo. De sólo imaginármelo ya me resultaba algo insólito y que no coincidía con la personalidad altiva de Tobias. —Pero ha trabajado arduamente con nosotros durante el nacimiento de Magna Carta Cartel hasta que Ghost apareció en su mente.

Asentí lentamente cuando mi mente comenzó a procesar toda la información que ellos dos me ofrecían con respecto a sus carreras personales y que involucraban directamente a Tobias. Tales nombres sonaban con un tono especial en mis oídos y despertaban en mí un sentimiento de curiosidad y admiración ciega. La sola implicación de Tobias en aquellas bandas sólo reafirmaba la idea que tenía de él como una persona con una gran ambición hambrienta que no se detendría nunca hasta llegar al límite y cruzar sus fronteras con éxito. Pero, debido a los tiempos verbales que usaban, lamentaba que él no se haya interesado en esas bandas luego de la concepción de Ghost.

—Entiendo. Nombras a TiD como un pasado muy lejano... ¿Está inactiva?— ambos asienten con pesadez. —¿Pero qué pasó con esa banda? Si aún las personas adquieren sus álbumes a pesar del tiempo es porque de verdad ha sido muy buena ¿verdad?

—Lo ha sido, pero en su momento. Hoy TiD descansa porque la mayoría de los integrantes ha decidido trazar sus propios caminos, en el cual me incluyo yo y Simon...— hace una pausa muy brusca y ladea la cabeza con frustración. —Disculpa. No sé qué tan al tanto estás de los ex integrantes de Ghost ni el círculo de Tobias, pero Simon era...

—Alpha. Lo sé— claudico. —Me ha comentado la historia que a él le parecía importante para mí... En definitiva, es a lo que más puedo acceder en información— exclamo encogiéndome de hombros y ellos asienten pensativos. —Estimo que era el guitarrista de TiD al igual que tú.

—Sí y también lo ha sido en MCC hasta que Tobias, él y yo comenzamos el tour con Ghost y dejamos a MCC en un letargo que parecía eterno.

—Y yo dentro de ese letargo— agrega Arvid con un tono bromista y Martin ríe con distensión. —Mientras ellos estaban tocando en Ghost por todo el mundo, yo estaba aquí arreglándomelas solo.

—Quizás porque no aceptaste ser Earth, hermanito— bromea Martin a los pocos segundos que Arvid había finalizado su reclamo burlón. —Hubieses adquirido un poco más de reconocimiento por parte de todas las masas...

Los observé con extrañeza momentáneamente. Un dato curioso comenzó a causar estragos en mi mente cuando Martin lo llamó de tal forma a Arvid y, más aún, cuando declaró que Tobias en aquel momento le había ofrecido ser Earth, es decir, el baterista de Ghost. Jamás me hubiese imaginado que Arvid sería capaz de tocar un instrumento, pero sí ser el productor o algo más relacionado a lo técnico en la música. Su formalidad íntegramente no encajaba en la personalidad ni la apariencia de un integrante sólido de una banda de estas características. Todas estas teorías parecieron confirmarse cuando ellos se dedicaron una mirada pícara y luego rieron como dos niños como si se hubiesen transmitido un mensaje telepáticamente.

—«Hermanito»... Disculpen el entrometimiento pero... ¿Son hermanos?— ambos asienten con una gran sonrisa traviesa. —De verdad nunca lo hubiese adivinado.

—Seremos diferentes a simple vista pero créeme, Eva, personalmente somos muy parecidos y chocantes— complementa Arvid con una expresión sagaz. —Ya lo descubrirás con el tiempo— hace una breve pausa dedicándole una mirada a su hermano mayor. —Por otro lado, he conocido a Tobias desde hace muchos años gracias a Martin, quien ha sido con el que más ha compartido. Luego apareció Simon y mucho después Pär. Actualmente, hemos decidido revivir a MCC con nuevo contenido e integrantes también— explica. —En el lugar de Tobias, tenemos a Pär como bajista y, en el lugar de Simon, un amigo muy cercano a nosotros se ofreció a colaborar como guitarrista y productor— asiento interesada posando mi dedo índice en el mentón. —Estamos contentos que las formaciones ya estén confirmadas y que un nuevo single se esté aproximando.

Cuando me dispuse a comentar algo al respecto, Martin me detiene en seco alzando una mano y yo sólo cedo ante tal impulso. A través de la emoción de sus ojos, razoné que se trataba de una buena noticia y no dudé en que él tome las riendas de la conversación.

—Descuida. Serás la primera en recibir una copia de nuestro nuevo trabajo— sentencia con un brillo especial en su mirada. —Esa es mi forma humilde de demostrar lo especial e importante que eres para mí, pequeña.

Sus brazos fornidos envolvieron mi cuerpo y se aferró a mí con una afección incomparable que causó un estremecimiento en todo mi ser. Era increíble como una persona tan cercana y tan distante a la vez podía causar tales emociones en mí. Me complacía saber que Omega siempre fue Martin y viceversa; Omega reflejaba de manera completa la personalidad de Martin y tal transparencia me dio a entender que aquella amistad no formó parte del juego de Ghost, sino que ésta era más trascendental. Mientras tanto, Arvid nos dedica una mirada curiosa como espectador y permanece cruzado de brazos hasta que ambos decidimos agrandar la distancia que unían nuestros cuerpos.

—Significa mucho para mí que lo digas, Martin. Eres una excelente persona y también alguien muy importante para mí.

—¿Por qué no mejor despachamos todos los demás álbumes y se los entregamos ahora?— propone Arvid sin quitar su mirada reflexiva de Martin. —Al menos le aseguramos que no se vaya con las manos vacías.

Martin dedica unos pocos segundos para pensar sobre el asunto y simplemente acepta sin darle demasiadas vueltas al tema. Mientras tanto, yo observaba la situación en silencio y absorta en lo que estaba pasando. ¿Acaso me regalarían toda la discografía de MCC? Definitivamente me sentía honorada y halagada ante tal ofrenda.

—Me parece una excelente idea, Arvid. Ve y búscalos— ordena. —Estaré conversando con Eva si me necesitas— el rubio vestido formal lo observa nuevamente con esa expresión curiosa y bufona y vuelve sus pasos hacia otro sector de la tienda sin emitir ni una sola palabra. —¿Cómo han estado las cosas con To...

En ese instante que Martin pretendía retomar la conversación, mi celular empieza a sonar histérico dentro del bolsillo de mi gabardina. Rápidamente, le dedico una mirada de disculpas a mi compañero y él asiente con una pizca de decepción en su semblante que lo opacó paulatinamente. Sin prestarle atención al remitente, atiendo y noto que Martin se aleja un poco para darme privacidad aún con la expresión distorsionada.

—¿Hola?— pronuncio como una interrogación más que un saludo.

—Eva, al fin te desocupas— la voz de Lennart se apodera del momento. —O al menos por fin puedo comunicarme contigo. ¿Estás ocupada?

—Pues, no. Estoy en la tienda de vinilos— informo observando a mi alrededor y me percato que Martin también estaba atendiendo una llamada. —¿Qué sucede?

—Adivina, preciosa... ¿Recuerdas que había retomado el traductorado de italiano?— confirmo sólo con mi silencio. —Pues, ya es oficial. He culminado mis estudios hoy.

—Ohh, Lenn. Felicitaciones, traductor— comento con gran emoción y orgullo. —De verdad, me has alegrado el día.

—¿Ha pasado algo malo antes?— cuestiona. —De todas formas, ya te conozco y sé que esperarás a contarme cuando estemos juntos, pero mientras tanto hazme un espacio en tu agenda esta noche, princesa. Saldremos a festejar.