Capítulo 9: Terror.
Me encontraba frente al Hokage, le había dicho que tenía que hablar algo urgente con él por lo que no se negó a recibirme en su despacho y desde entonces me encontraba frente a él sin decir ninguna palabra, simplemente no sabía por dónde comenzar.
—No tengas miedo. —me dijo el Hokage con una sonrisa. —Puedes contarme lo que quieras.
—Yo quiero saber sobre mi familia. —hablé con algo de nerviosismo. Lo que he dicho lo ha dejado sorprendido, pero inmediatamente colocó una expresión de seriedad. —Yo no conozco nada sobre ellos. Quisiera saber quienes eran, como eran y que les ha pasado.
—Cuando te han encontrado estabas completamente sola. Te encontrabas a una corta distancia de aquí en konoha. —comentó el Hokage. —Minato fue quien te encontró junto a su equipo. Ellos personalmente te han traído aquí a Konoha y desde entonces has estado bajo el cuidado de Minato.
—Ya veo...—dije un tanto decepcionada al no saber nada de mi familia.
—Aunque Minato se encargó de averiguar sobre tu pasado. —continuó llamando mi atención. —Buscó información sobre tu habilidad y encontró algo.
—¿Qué fue lo que encontró?
—Tú posees un Kekkei Genkai. El elemento hielo. —prosiguió. —Es un poder raro que se forma a partir de la combinación del elemento agua y el elemento viento.
—Un Kekkei Genkai. —murmuré mientras con mi mano formaba una pequeña esfera de hielo. —¿De donde es este Kekkei Genkai, Hokage-sama?
El Hokage realizó una mueca y era como si estuviera indeciso si responderme o no.
—Kirigakure. —dijo por fin. Él colocó una expresión de seriedad. —Espero que no intentes ir a ese lugar, ____.
—¿Por qué?
—Kirigakure odia completamente a los que poseen un Kekkei Genkai. Si vas a ese lugar solo estarías arriesgando tu vida.
—Pero en ese lugar puedo saber de donde provengo. Saber quiénes son mi familia.
—No puedes ir a ese lugar.
El Hokage me miraba con mucha seriedad por lo que simplemente suspiré.
—Entiendo. No iré a ese lugar. —dije para así calmarlo. —Gracias por contarme esto, Hokage-sama.
—Tarde o temprano te enterarías.
—Me iré retirando.
Realicé una reverencia para luego comenzar a salir de su despacho, en el camino iba pensando sobre todo lo que me contó y me preguntaba si Kirigakure era tan malo como él decía.
He chocado con alguien al estar tan metida en mis pensamientos, iba a caer, pero me han sostenido del brazo y cuando vi a la persona con la cual he chocado no pude evitar sentir felicidad.
—Kakashi. —dije con una sonrisa para luego pisar su pie con fuerza y darle un golpe en la cara. —Eso te lo merecías por no venir a verme.
—Has mejorado bastante tus golpes. —decía tocando su cara levemente para luego acariciar mi cabello. —Te felicito por cumplir exitosamente tu misión.
—Hice un gran trabajo. —dije triunfante. —Haré mi mayor esfuerzo en todas mis misiones y seguiré las reglas a la perfección.
Kakashi inesperadamente comenzó hacer presión en mi cabeza por lo que me quejé.
—Lo siento. —decía alejando su mano. La expresión que mantenía en su rostro no me gustaba para nada. —Sabes, no siempre tienes que seguir las reglas.
—¿Eh? ¿De que hablas? —pregunté confundida. —Las reglas son importantes. Romper alguna sería bastante terrible.
—En el mundo shinobi, aquellos que rompen las reglas son escorias. Pero aquellos que abandonan a sus amigos, son peor que la escoria. —me dijo con seriedad. Sus palabras me sorprendieron. —Recuerda eso, ___.
—Sí. Las recordaré. —dije un tanto confundida. Kakashi nuevamente ha acariciado mi cabeza por lo que sonreí. —Kakashi. ¿Tienes algún libro nuevo?
—Te he prestado todos los libros que tenía.
—¿Qué hay de ese que siempre traes contigo? —pregunté curiosa. —Ya sabes, el mismo libro que traía Minato-san.
—Nunca te prestaré ese libro.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Aún eres bastante pequeña. —me dijo revoloteando mis cabellos. —Tengo que irme.
—Asegúrate de venir a verme más seguido.
Kakashi nuevamente acarició mi cabeza para así desaparecer, me quedé pensando en las palabras que me dijo y me aseguraría de seguirlas, yo no abandonaría nunca a un compañero.
❇❇❇
Por primera vez nos habían otorgado una misión importante, nos habían dicho que teníamos que ser los guardaespaldas del Daimyo del país del fuego.
—Itachi. Cuando volvamos a Konoha comeremos dangos. —dije con una sonrisa. —Bakatenma. Puedes unirte.
—Jamás. Estar mucho contigo se me pegaría lo bobo. —dijo cruzándose de brazos. —Además, no me gustan los dangos.
—¿Cómo no te gustan esas maravillas? —pregunté indignada. —¿Oíste, Itachi? No le gustan los dangos.
—Oigan. —nos llamó Itachi. —Delante nuestro.
Hemos mirado al frente con Tenma y nos encontramos con un hombre enmascarado, él se encontraba en medio del camino sin hacer ningún movimiento y entonces en un parpadeo todos los que estaban a nuestro lado comenzaron a caer al suelo.
—¿Qué está sucediendo? —pregunté sorprendida al verlos en los suelos y entonces pude ver sangre. —Ni siquiera se ha movido.
—Tks...—chasqueó la lengua Tenma. —Ese tipo de seguro quiere al Daimyo.
—Oh. Lo han averiguado. —habló el enmascarado. —Ya he acabado con los que podrían dar problemas. Ustedes pueden simplemente irse.
—¡Jamás dejaremos nuestra misión! —gritó Tenma mientras tomaba un Kunai y se acercaba a Itachi. —Itachi. Llévate a ___ y al Daimyo.
—Espera, Tenma. No te abandonaremos aquí. —dije inmediatamente mientras me acercaba y comenzaba a concentrar chakra, y entonces formé una pared de hielo entre el enmascarado y nosotros. —Esto pude retenerlo.
—No lo creo. —decía Itachi mientras apuntaba a mi pared de hielo. El enmascarado la había traspasado. —No hagan nada que ponga en peligro su vida.
El enmascarado nos miraba fijamente sin hacer ningún tipo de movimientos, no entendía como fue posible que él haya traspasado mi pared de hielo. Tenma inesperadamente acarició mi cabeza para luego acercarse a Itachi.
—Itachi. Has lo que he dicho. —dijo Tenma mientras formaba una sonrisa. —Al menos pon a salvo a ____.
—Espera, Tenma. —le detuvo Itachi. —No hagas nada.
—Escucha a Itachi, Tenma. —dije acercándome a ellos. —Tenemos que encontrar la manera de salir de esta. Somos compañeros y nos apoyaremos.
—Siempre estuve celoso de ustedes.—decía Tenma presionando con fuerza su mano. —Nunca quise que ustedes fueran mis compañeros, pero el pasar tiempo con ustedes me hizo cambiar. Ustedes dos son los mejores compañeros que se podría pedir y por eso merecen seguir.
—No pienso abandonarte, Tenma.
—Por una vez hagan caso a lo que digo.
Tenma tomó con fuerza sus Kunais para comenzar a correr hasta el enmascarado el cual no se movió de donde se encontraba y entonces aquel enmascarado nos mostró la peor escena que podríamos presenciar.
La muerte de Tenma.
—¡Tenma! —chillé al ver como su cuerpo caía al suelo sin vida. Inesperadamente Itachi me abrazó impidiendo que siguiera viendo el cuerpo de Tenma. —No...
Me aferré al cuerpo de Itachi con fuerza mientras lloraba desconsoladamente por la muerte de mi compañero. Él había muerto frente a mis ojos y no pude hacer nada para impedir su muerte.
Yo había fallado.
—Vamos.
Itachi rápidamente me ha cargado comenzando así a correr; yo me encontraba temblando, no podía dejar de llorar y quitar aquella escena de mi cabeza. Miré a Itachi el cual se encontraba mirando al frente con una expresión de tristeza, me di cuenta que sus ojos habían cambiado e inconscientemente toqué su rostro.
—Itachi. Tus ojos. —dije tocando su cara suavemente. —Sharingan...
Itachi al igual que yo había soltado algunas lagrimas por la muerte de nuestro compañero de equipo, y supuse que él también se encontraba frustrado por no poder hacer nada para impedir aquella tragedia.
La muerte de Tenma es algo que nos dejará marcados de por vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top