Capítulo 18: Cita.

Escuché unos pasos acercándose y entonces de la oscuridad de aquella cueva aparecieron Kisame e Itachi.

—Es raro tener tanta lluvia por aquí en esta época del año. —decía Kisame. Itachi siguió caminando hasta salir completamente de la cueva y comenzó a mojarse con la lluvia. —Vas a arruinar tu salud.

—¿Qué sucedió? —pregunté mientras me levantaba para así caminar hasta donde se encontraba Itachi. —¿Itachi?

—Desde aquí pareciera que estuvieras llorando. —dijo Kisame. —Es lamentable lo que pasó con tu hermano menor...ahora tú eres el único sobreviviente del clan Uchiha.

—¿Eh? —dije confundida para ver a Itachi fijamente. Mi corazón se había apretujado al oír lo que dijo Kisame. —¿Qué significa eso? ¿Acaso Sasuke esta...?

—No. —negó rápidamente a lo que me alivié. Él se había girado para ver fijamente a Kisame con seriedad. —Él no está muerto.

—¿Qué quieres decir?

La lluvia había comenzado a irse poco a poco y el cielo se despejó dejando ver así un arcoíris.

—Que lindo...—murmuré al ver aquel arcoíris. —No había visto uno desde hace bastante tiempo.

—Bueno. Ya que has dicho eso... ¿Piensas seguir con tu plan?

Itachi me miró unos segundos para luego ver a Kisame nuevamente.

—Sí. Estaré lejos por unos días. —dijo Itachi con su tono serio. —Nos veremos en unos días, Kisame.

—Entiendo. —dijo Kisame formando una sonrisa. —Estaré esperando en el lugar que me has mencionado anteriormente.

Itachi simplemente comenzó a caminar, yo me he apresurado para seguirlo y me preguntaba a donde se estaba dirigiendo.

—¿Qué piensas hacer ahora, Itachi?

—Recuperar el tiempo perdido. —respondió sin dejar de caminar a lo cual me sorprendí. —Hay muchas cosas de las que debemos de hablar.

—Tienes razón. Me gustaría saber el porqué te has tardado tanto en volver.

—Y a mí el porqué estás usando el uniforme de Raíz. —Itachi se detuvo de improvisto para mirarme fijamente de una manera sería. —¿Por qué te has unido a ellos?

—Venganza. —respondí mirándolo fijamente a los ojos. —Quiero que Danzo pague por todo lo que les hizo a ustedes.

Itachi se me quedó viendo fijamente para luego golpear mi frente con sus dedos, su acto me ha sorprendido y me hizo sentir nostalgia al recordar cuando golpeó mi frente por primera vez.

—Te había dicho que no hicieras nada peligroso, pero como siempre haces lo que quieres. —dijo de manera sería para luego seguir caminando. —Sigamos.

—¿A dónde iremos?

—Te prometí tener una cita cuando volviéramos a encontrarnos, ¿no? —decía extendiéndome su mano a lo cual me sorprendí al oír sus palabras. —Tendremos nuestra primera cita.

No pude evitar formar una sonrisa y entrelacé nuestros dedos para así dirigirnos a nuestra primera cita. Había soñado tanto con este momento que nunca creí que se haría realidad.

Ambos caminamos un buen rato hasta llegar a un pueblo, nos hemos adentrado captando así la atención de algunas personas. Me di cuenta que en una tienda vendían Dangos por lo que me he apresurado para ir a ese lugar; le pedí a la señora que atendía en ese lugar unos dangos y ella amablemente me los ha dado en una bolsa.

—Mira. Mira. —dije mostrándole a Itachi la bolsa donde se encontraban los dangos. —¿No te trae recuerdos?

—Sí.

Sonreí dulcemente. Ambos seguimos caminando hasta llegar a una banca donde podíamos apreciar un lindo paisaje y entonces abrí aquella bolsa de dangos para así ofrecerle uno a Itachi. Él sostuvo su dango para mirarlo fijamente, me preguntaba si seguía siendo su comida favorita o si había cambiado.

—¿Qué sucede? —pregunté intrigada. —Antes sin pensarlo dos veces te devorarías ese dango.

—Solo estaba pensando. —decía mirándome fijamente a los ojos. Antes no podía ver algún rastro de emoción en sus ojos, pero ahora podía notarlos...sus ojos demostraban nostalgia y tristeza. —Ya nada será igual.

—¿De qué hablas?

—Lo entenderás más adelante.

Él me mostró una media sonrisa para luego comenzar a comer su dango, yo me encontraba confundida con lo que me acababa de decir. ¿Qué era lo que entendería más adelante?

—Sabes, yo quería disculparme. —dije captando su atención. —Me has pedido que cuidara de Sasuke, pero él terminó por irse...no pude cumplir mi promesa.

—No. Lo has cuidado bien. —me decía mirándome fijamente. —Sasuke decidió irse por su cuenta.

—Aún así me siento culpable...si le hubiera prestado más atención a lo que le sucedía hubiera al menos podido evitar que se fuera.

—Él regresará a Konoha.

Asentí dándole a entender que estaba de acuerdo con lo que me decía; ambos seguimos comiendo de aquellos dangos para después seguir yendo a distintos lugares. La primera cita con Itachi estaba siendo maravillosa y no quería que estos momentos acabasen.

❇❇❇

Con Itachi habíamos arrendado una pequeña habitación por la noche, él se había asegurado de arreglar el único futon que había en la habitación en el suelo; me sentí un poco nerviosa al tener que pasar la noche juntos y a mi mente se vinieron todas esas escenas que relataba el libro de Jiraiya-san.

Ese hombre si que sabía escribir muy bien sobre ese tema.

—Está todo listo. —anunció Itachi mientras se quitaba su capa característica de Akatsuki. Aún con los nervios de punta me acerqué un poco temblorosa. —¿Qué te sucede?

—¡N-Nada! —para mi mala suerte había tartamudeado dejando al descubierto mi nerviosismo. Itachi no tardó en mirarme fijamente y entonces por primera vez después de mucho tiempo lo vi reír. —¡No te rías!

—No pasará nada. —dijo con tranquilidad. —No te haré nada.

Se suponía que debía calmarme y sentirme aliviada, pero en vez de eso me sentí un poco decepcionada al saber que no pasaría nada.

¿Qué sucede conmigo? ¿En verdad quería que sucediera algo? 

—¿Mañana a donde iremos? —pregunté mientras me quitaba mi capa negra y dejándola sobre una silla que había en el lugar. Itachi se me quedó viendo fijamente, el que me mirara tan fijamente me hacía avergonzar. —¿Qué sucede?

—Solo apreciaba la vista.

Debo de estar sonrojada hasta las orejas, en verdad nunca creí escuchar a Itachi decir tales palabras.

—S-Será mejor dormir.

Nuevamente había tartamudeado y me sentí tan avergonzada que decidí acostarme rápidamente, y entonces pude sentir como Itachi se recostaba a mi lado. Ninguno había dicho ninguna palabra durante varios minutos; los latidos de mi corazón estaban sumamente acelerados por el solo hecho de tener a Itachi recostado a mi lado, me he girado un poco para ver si él se había dormido y entonces me topé con su mirada.

No he podido quitar mi vista de sus ojos, aquellos ojos que anteriormente demostraban un vacío enorme ahora demostraban algo de sentimientos. Él acercó su mano a mi rostro acariciando así mi mejilla suavemente con las yemas de sus dedos, luego rozó sus dedos por mis labios y finalmente pasó su mano detrás de mi cabeza, y cortó la distancia que teníamos con un suave beso.

Aquel beso fue bastante dulce.

—Me alegro tenerte aquí.

Ante lo que ha dicho he sonreído para luego acurrucarme en su pecho pudiendo sentir su aroma.

—Espero que estos momentos no se terminen.

Itachi acarició mi cabello suavemente para luego depositar un pequeño beso en mi cabeza, he sonreído ante el acto que ha hecho y entonces me dispuse a dormir.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top