Capítulo O33

Enfrentar|얼굴

─Todo estará bien, Jungkook. Por favor deja de torturarte.

Taehyung y Jimin intentaron darle fuerzas desde sus lugares, apoyando sus manos en la -ahora encorvada- espalda de Jungkook. El mismo sostenia su rostro con ambas manos intentando ver lo mejor de la situacion, pero fracasando terriblemente en el intento y hundiendose aun mas en su miseria, si es que eso era posible.

¿La razon de esto?

Hace mas de dos horas que no sabia nada de ella.

Hace mas de dos horas tambien que un nudo se había instalado en su garganta haciendole dificil la tarea de respirar con tanta angustia en su sistema. Su pecho ardia y sus manos temblaban. Sus ojos se encontraban rojos por el incontrolable llanto de hace uno minutos y sus labios temblaban como si tuviera escalofrios.

Todo en el era un remolino de nerviosismo, ansiedad y sobre todo puro terror.

Porque nadie mas que Jeon Jungkook sabia el verdadero dolor de perder a Lalisa Manoban.

El verdadero y unico amor de su jodida vida.

Y dios, no queria ni pensar en la posibilidad de que lo dejara.

La simple imagen de Lalisa allí adentro hacia que el estomago de Jungkook se revolviera, dadole unas inevitables ganas de vomitar el café ingerido hace unas horas. Oyó personas desde el otro lado de la habitación haciendo un electro shock. Su corazon no pudo romperse mas en pedazos en ese momento.

El pelinegro se levanto de repente sintiendose enfermo. Como pudo salió de allí dirigiendose hacia las afueras.

Taehyung y Jimin lo siguieron sin dudar.

─¿Donde esta Jin cuando lo necesitamos?─bufó Jimin con fastidio.─¿donde estan todos,Taehyung?

─¿Tengo cara de saberlo?─respondió este con cansancio.

Porque si, ambos lo estaban. Cansados. Nadie aparecía y ya no sabian que hacer para mejorar el animo de Jungkook. Quien se rompia cada vez mas conforme los segundos pasaban.

─Los llamaré para saber en que estan─respondió Taehyung─y tu...tu ve a ayudarlo.

Sin decir nada mas dejo a Jimin solo, quien bufando frustrado por tener toda la carga, se dirigio a donde Jungkook.

El pelinegro se encontraba sentado en la acera frente al hospital. Tapó su rostro con ambas manos y por unos instantes sintio la respiración entrecortada. Intentó calmarse, pero sabia que estaba teniendo algo parecido a un ataque de panico.

Lalisa en la cama del hospital era lo unico que inundaba su mente.

Sin embargo,mientras esto pasaba JiMin se acerco hasta quedar a su lado, aunque sin sentarse junto a el. Lo miro desde su punto en silencio entendiendo que quizas el sí necesitaba un momento a solas, pero primero debia hablarlo e intentar soltar aquello que lo quemaba por dentro.

─Jungkook...

El no contestó a su llamado pasado los cinco segundos. JiMin decidio insistir de nuevo. Porque sabia que el lo necesitaba.

─No me dejes hablando solo, Jeon. Te lo advierto.

Jungkook luego de unos segundos y de forma lenta e insegura, alejó las manos de su rostro y alzo la vista para mirarlo.

No contestó, pero Jimin al ver sus ojos cristalinos y llenos de miedo sintió un revoltijo en el estomago. Odiaba ver a su amigo así. Tan perdido y vulnerable, pero aun asi ese gesto de atencion fue suficiente para el, quien decidió siguir hablando.

─¿Que ocurrió exactamente?

Esta vez se permitió apoyar su mano en su hombro en señal de apoyo. Jungkook recibio bien ese gesto,se sintió por unos segundos bien con eso. Pero se fue tan rapido como vino cuando, intentando responder a su pregunta, comenzó a recordar la locura que fue todo ese día.

Con la pregunta que le hizo el mayor, no paso demasiado para que el volviera a demostrar su rostro angustiado. Las lagrimas comenzaron a brotar de nuevo, se sentía como un niño perdido. Y solo.

─Si algo le pasa a Lalisa yo me muero, Jimin ¿Entiendes eso?─susurró de repente con un hilo de voz. Se notaba desde lejos su tortura─ ella lo es todo. Y cuando digo todo, es todo. Si algo le sucede yo...─intento respirar hondo pero solo consiguió sentirse mas inestable─si algo le sucede yo no podré seguir adelante. No encontrare las fuerzas para hacerlo.

─No digas eso─le gruño Jimin sin poder evitarlo─ella estará bien ¿okay? Debes mantenerte firme por Lalisa. Ella tiene que verte bien cuando despierte.

─Esta en esa maldita habitación inconsciente hace dos horas─sonó como si ese simple gesto fuera el fin del mundo─Mamá esta aqui y la esta atendiendo. Nisiquiera ella puede decirme lo que sucede.

─Dejalos trabajar tranquilos.─susurró Jimin─sé fuerte por ella.

Las manos de Jungkook aun estaban temblorosas.

─¿Pero y si algo le sucede? ¿Quien me dice que nada le pasará?─sollozó como un niño perdido─¡Papá murió así,Jimin! ¡No quiero perderla a ella tambien!

Jimin se agachó hasta quedar a su altura y lo abrazó en silencio. Acaricio su espalda intentando reconfortarlo.

─No digas estas cosas. Ella no te dejará.

─¿Como lo sabes?

─Porque nada puede separarlos─confirmó con una sonrisa de oreja a oreja─nisiquiera la misma muerte.

[...]

Luego de unos minutos el resto del grupo fue llegando, todos casi desesperados por la reciente noticia y las chicas al borde del llanto. Muchos intentaron apoyar a Jungkook, pero el para entonces solo queria tomar todos los cafés que hicieran falta solo para ver bien a Lalisa. Nada más.

Jungkook estaba tan perdido en sus pensamientos,que no vio cuando un doctor se acerco a ellos a paso tranquilo.

─¿Familiares de Manoban Lalisa?

Todos se levantaron.

─Somos los amigos.─confirmó Jungkook─¿E-esta todo en orden?

El silencio que hizo mientras revisaba su formulario lo aterrorizó.

─...lo siento. Hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance.

Y entonces, el mundo de Jungkook se derrumbó.

Sus piernas se sintieron debiles y cayo de rodillas. La cabeza comenzo a palpitarle con fuerza y sus ojos comenzaron a arder un infierno. Se sujeto el pecho de manera voluntaria sintiendo como el dolor asfixiante se expandia por todo su cuerpo. Matandolo de manera instantánea.

Pero fue entonces, que la voz de su madre se escuchó desde la distancia.

─¡Roger! ¡Te equivocaste de papeles!

Jungkook levantó la cabeza sintiendose confundido de golpe.

─Cariño, Lalisa esta bien. Esta perfecta.─le dijo rápidamente su madre sujetando a Jungkook de las mejillas─solamente esperamos a que despertara. Tiene rasguños y golpes, pero nada de que preocuparse.

Jungkook no podia pensar con claridad.

─¿Q-que?

─Puedes entrar a verla. Siento no haberte avisado antes, hace una hora despertó y se quedo hablando con Alicia.

Jungkook sintio que el alma le volvia al cuerpo.

─Quiero verla ahora. No puedo soportar mas.

Sook le asintio con la cabeza.

─Si cariño. Claro que si. Ven.

[...]

─Aun recuerdo la muñeca de trapo que me hiciste, dijiste que me protegeria de todo mal y te creí.

Lalisa mastico debilmente la comida que habian dejado para ella mientras miraba a su madre.

─Claro, como olvidarla. Aun la tengo en casa, si quieres puedes venir a verla.

─Tu casa esta en Tailandia, mamá─murmuró Lalisa con obviedad

─Lo sé. Por eso mismo lo digo, Pastelito.

La rubia miro lentamente a su madre al oirla, mientras levantaba una ceja claramente confusa.

─¿Que es lo que quieres decir, mamá?

Pero ella no pudo contestar cuando Jungkook ingreso a la habitacion. Se quedo parado junto a la puerta sin poder creerlo. El corazon comenzo a palpitar con fuerza y apreto la mandibula intentando no llorar frente a ella.

─¡Kookie~!─exclamó débilmente Lalisa al verlo─¿Que me miras? ¡Abrazame, tonto!

Y sin decir nada mas, el corrio hasta a ella para fundirla en un abrazo.

Lalisa se quejo un poco, porque aun los efectos secundarios de su caida estaban allí. Jungkook pidio disculpas por ello pero aun así no la solto. Lisa solto una risita.

Luego de esto y sin poder evitarlo Jungkook choco sus labios con los de ella por un segundo. Jungkook se situo a un lado de Alicia.

─Los dejare solos para que puedan hablar.

Alicia se levanto de forma lenta sosteniendo su hinchada barriga. Jungkook intento ayudarla pero esta se nego.

Cuando finalmente estuvieron solos, Lalisa habló.

─¿Como estás? Te ves demacrado cariño...─susurró con una sonrisa divertida/preocupada. Jungkook suspiro.

─Aunque suene cursi, estoy bien ahora que puedo verte.

─Lo mismo digo. Fue todo muy rapido, aun no me creo eso de que HaNeul haya intentado matarme.

─HaNeul fue llevada por la policia. Irá a al psiquiatrico de Seul porque la calificaron mentalmente inestable para dejarla libre.

Lalisa esbozo una mueca llena de tristeza.

─Que pena por ella...

─Lalisa, esa condenada casi te mata.─el rencor era notorio en sus palabras─Jamas se lo perdonaré.

─Ya dejala, Kook. Tu mismo lo dijiste, no esta bien de la cabeza.─confirmó ─solo dejala como un mal recuerdo. No quiero pensar mas en ella.

Jungkook asintio. Al fin y al cabo tenia razón. HaNeul jamas volveria a molestarlos. Pagaría todo lo que hizo en el hospital al que estaba siendo llevada y fin de la historia.

Ella solo seria un mal recuerdo que se olvidaria poco a poco.

─¿Y BamBam?─preguntó Kook─¿Sabes algo de el?

─Me dijeron que su impacto contra el auto fue mas fuerte por lo que aun no despierta─la tristeza en Lalisa fue palpable. Jungkook apreto los labios─el fue quien me salvo la vida ¿entiendes? El objetivo de HaNeul era yo, pero BamBam decidió que fuera el al interponerse entre mi cuerpo y el vehículo...

El silencio luego de eso hizo acto de presencia.

─Cuando vi que ese auto se aproximaba a toda velocidad hacia ti yo...─Jungkook nego con la cabeza incapaz de explicarlo─n-no sabes lo mal que la pasé.

─Estoy aqui ¿no? Estamos bien.─dijo sujetando sus manos en un apretón firme─espero que todo salga bien a partir de ahora.

Lalisa le sonrio a Jungkook de manera contagiosa. Nisiquiera sus raspones ni vendas impedian que ella sonriera.

Su sonrisa debia ser la octava maravilla del mundo.

─Eres un jodido Ángel, Lalisa. Jamas me cansaré de decirlo.

Lalisa estaba por responder, pero fue en ese momento que ambos oyeron un golpeteo en la puerta abierta.

Cuando ambos voltearon su cabeza, la tensión volvio a sentirse en el ambiente.

Un hombre con una campera oscura, jean y zapatos del mismo color se encontraba ahí. La barba que antes habia ya no estaba y sus ojos ya no estaban rojos, si no tristes. Gracias al cielo Lalisa no sintio el hedor a alcohol que siempre emanaba su cuerpo.

─Hija.─dijo inseguro, hizo una reverencia rapida hacia ambos.

Lalisa suspiro de manera temblorosa.

Era ahora o nunca.

─Hola, papá.

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