Capítulo O29

Avanzar|전진하다

Al día siguiente, cuando los rayos del sol ya se filtraban por la ventana y los pájaros cantaban, la primera en despertar de los brazos de Morfeo fue Lisa, quien luego de producir un bostezo con su boca, fue abriendo sus ojos de a poco para acostumbrarse a la iluminación de la estancia.

Casi por acto de reflejo pinto una sonrisa en sus labios recordando como había finalizado todo el día anterior...reconciliandose y durmiendo en brazos del chico que amaba.

Su corazón salto en un latido de euforia al pensar que quizás ese dia podría arreglar todo lo malo que provocó. Rápidamente intentó escabullirse de la cama que compartía con Jungkook en forma de gusano, sin poder controlar su ansiedad.

Y sin embargo, lo único que pudo hacer fue ahogar un quejido al notar su situación.

No podía salir de la cama.

Sus ojos rapidamente volaron en dirección al chico a su lado, y sin poder evitarlo levantó las cejas con sorpresa al ver que el impedimento de su escape era Jungkook, quien se aferraba a ella como si de un oso de peluche se tratara.

Una pierna del pelinegro se encontraba arriba de las suyas, ejerciendo algo de fuerza por su peso. Uno de sus brazos rodeaba la pequeña cintura de Lisa con tanta firmeza que la misma sintió como su corazón daba un vuelco por la ternura. Su rostro descansaba en su pecho, dejándole difícil la tarea de respirar con tranquilidad y no sólo porque lo tenía prácticamente encima de ella, si no también por el hecho de que sus cuerpos estaban pegados, y Lisa pese a todo, esos acercamientos le daban un ataque de nerviosismo que no tenía explicación.

La rubia se limitó a observar su adorable y (a su parecer) también perfecto rostro. Se quedó admirando como su cabello estaba revuelto y como rascaba su nariz sintiendo cosquillas en esta. Observo todos sus gestos de niño procurando guardarlos en el fondo de su memoria, para asi no olvidarse de ello nunca en la vida.

Jungkook mientras tanto formó
-inconscientemente- con sus labios un adorable pico de pato dándole a la misma ganas de comerlo a besos en ese mismo instante.

Ella lo miro con tanto amor en su mirada que si alguien la hubiera visto a lo lejos se hubiera conmovido. Porque para Lisa, esa persona que parecía un niño abrazandola como si ella fuera lo único a lo que aferrarse, lo era todo y mas.

Luego de unos segundos que resultaron eternos, ella se limitó a acercar su mano pálida hasta su cabello para comenzar a acariciarlo lentamente, haciendo que Jungkook tuviera aún más ganas de dormir aferrado a ella, sintiéndose tan bien que las ganas de despertar no existían para ese entonces.

Pero como todo momento se puede arruinar, Lisa terminó estornudando.

Y Jungkook lo oyó.

-Aish.-murmuró luego de unos segundos rascándose la nariz. Se odio mucho por estornudar en ese momento y arruinar la siesta de el chico a su lado.

-¿Mmh?-un Jungkook aún somñoliento, abrió un ojo al oirla. Luego sonrio mostrando todos sus dientes al visualizarla frente a el- buenos días, bonita.

"¡Te llamo bonita!" dijo la voz de su cabeza, como si no lo creyera realmente.

-Buenos días.-susurró ella en un sonido inaudible, sintiéndo el rubor subir por sus mejillas de manera veloz.

-¿Qué tal dormiste?-preguntó aún con la voz ronca, pero -extrañamente- feliz.

-Perfecto.-Lisa le sonrio desde su lugar-eh, ¿tú?

-Yo también-sus ojitos brillaron esta vez, haciendo que a Lisa el corazón le saltara en un latido desenfrenado.

"¡Que ganas de asfixiarlo a besos!" Pensó Lalisa enternecida

Jungkook frunció el ceño de repente dándose cuenta de como sostenía a a Lisa; la manera en la que uno de sus brazos se aferraba a la misma y la posición en la que ambos de encontraban gracias a el.

Sin embargo no se movió.

- ¿En qué momento de la noche te abrace así, Liz?

-No lo sé...-Lisa volvió a acariciar su cabello como si fuera una una espcie de adición- pero me gusta.

Jungkook se alivio al oir su respuesta. Lisa notó su gesto por como destensó el cuerpo. El pelinegro viendo que no la incomodaria, asintio con la cabeza mientras volvia a situarse en su antigua posición. Ninguno de los dos quería moverse realmente.

Pero Lisa de repente y de la nada misma, abrió los ojos como platos presa del panico. Luego chilló mientras empujaba a Jungkook de la cama.

-¡Arriba!-exclamó en ese mismo instante. Su empuje provoco que Jungkook cayera de trasero al suelo.

-¿¡PERO QUE...!? Ay.

-¡Lo siento!-chilló de nuevo Lisa avergonzada.- ¡Debo ver a Jennie!

Jungkook la miro con los ojos abiertos como platos, como si lo que tuviera frente a el no fuera Lisa, si no una loca.

-¿¡Y hacia falta tirarme así!?

Lisa le sonrió avergonzada.

-Ups.

Sin embargo Jungkook no pudo seguir quejandose, porque Lisa le dió un beso dulce en sus labios en ese momento. Distrayendolo.

-Te veo más tarde, lo prometo.

-Me estas extorsionado, Manoban.

Lisa lo miro con ojitos de cachorro tierno mientras hacia un puchero. Jungkook bufó. Ambos sabían que el no podía resistirse a ella y mucho menos a sus pequeños y tentadores gestos.

-Vas y vuelves ¿verdad?

Lisa asintió.

-¿No me dejarás sólo?-insistió Jungkook. Ella negó-¿Tampoco te burlaras de mi a mis espaldas?

Intento que sonara como una broma, aunque enrealidad no lo era. Habia cierta inseguridad en su voz.

Lisa apenas lo oyó, no dudo dos segundos en subirse en el regazo de Jungkook mientras rodeaba con sus brazos su cuello.

-Nunca.-respondió al fin. No habia ni un atisbo de duda en su voz.

Y para confirmar esto volvió a unir sus labios con los de él, demostrandole una vez más que Lalisa Manoban pertenecía solo a Jeon Jungkook.

~~~~

Lisa apenas caminó hasta aquella puerta se removió inquieta en su lugar; su cabeza no decidía si golpear la madera con una de sus temblorosas manos o salir corriendo como la cobarde que era.

No sabía que decir tampoco. No había practicado ni una vez lo que diría frente a ella y eso la tenía más insegura de lo normal. Su pulso latia detrás de sus orejas y sus manos sudaban de manera asquerosa.

Ella realmente esperaba que Jennie la escuchara. De lo contrario la angustia la mataría, porque sabía que era su culpa. Suya y de nadie mas.

Aún asi, decidió quitar esos pensamientos de su cabeza al mismo tiempo que alzaba la mano y hacia acopio de todas sus fuerzas para golpear la madera. Lo hizo. El silencio que la acompaño luego de eso fue tirante. Pesado.

Lisa comenzo a pensar y a torturarse como siempre lo hacia.

Odiaba eso, pero ella era así y no podía evitarlo.

Los minutos pasaron y dio un suspiro viendo que nadie salía. Quizás no estaba en casa o lo más probable era que no quisiera abrirle.

"No quiere verte" pensó la molesta y negativa voz de su cabeza. "Ni siquiera quiere abrirte"

Lisa bajo los hombros con decepción sin poder evitarlo, para acto seguido obligarse a dar media vuelta dispuesta a volver sobre sus pies.

Sin embargo, no pudo seguir caminando porque oyó el ruido de la puerta siendo abierta.

Lisa miro por encima de su hombro notando una figura. Se dio vuelta de nuevo y parpadeo repetidamente, cerciorandose de que fuera real.

-Jennie.-dijo casi en un susurro

La morena frente a ella llevaba su pijama y sus pantuflas de conejito. Su cabello estaba desordenado. La miro sin expresión en su mirada, decidiendo no contestar a su saludo.

Lisa por su lado trago duro obligándose a hablar de nuevo.

-¿Como...?-carraspeó para que la voz le saliera menos ronca- ¿C-como estas?

Jennie la miraba desde su punto con indiferencia. Alzó un hombro a respuesta provocando que Lisa mordiera el interior de su mejilla.

-Estoy como siempre, Lalisa.-habló al fin en un suspiro cansino-¿qué es lo que quieres?

Lisa entreabrió la boca sin saber como empezar. Y aunque sabía que era totalmente patetico, empezó por lo basico.

-Vengo a pedirte disculpas-soltó al fin- sé que me comporté horrible y dije cosas que no eran de mi incumbencia. Soy una amiga terrible.

-¿Y eso porqué?

-P-por ser una idiota.-respondió- No debí...-hizo una pausa que les resultó eterna- no debo tratarte tal y como lo hice en la casa de Rosé. Yo estaba tan cegada de la ira que me desquite contigo y realmente me arrepiento mucho, Jendeukie.

Miro hacia abajo. Las mejillas le ardían de la vergüenza y el arrepentimiento.

Jennie suspiro.

-¿Y eso qué?

Ella sabia que lastimaba a Lalisa un poco mas cada vez que le hablaba de esa manera pero en ese momento poco le importaba. La rubia bajo la cabeza incapaz de ver como su frialdad la golpeaba.

-¿No crees que es un poco tarde?-insistió

-N-no me animaba a venir-se asincero Lisa mientras se encogia de hombros, en un gesto que pretendía ser despreocupado.

-Ajá-respondió asintiendo- ¿algo mas?

Lisa apretó los puños a cada costado de su cuerpo para ese momento. Muy dentro suyo, esperaba que volvieran a ser amigas. Pero era más que obvio que ya no lo serían. Finalmente negó con la cabeza en signo de rendición y Jennie le sonrió secamente en señal de: "Si es todo, puedes irte"

Se lo merecía.

- Lo entiendo, si fuera tú tampoco me perdonaria.-dijo al fin sonriendo tensa.

"Lo sabía" dijo su voz. "Eres patética, Lisa"

La misma terminó por darse media vuelta y caminar de vuelta a su casa. Las ganas de llorar como siempre la inundaron, pero prefirió ser fuerte. No quería preocupar al chico de sonrisa dulce que la esperaba en su casa.

Metió las manos en los bolsillos de su sudadera y comenzó a caminar sin rumbo fijo dedicándose a pensar un rato. El mayor de sus problemas, además de una amistad perdida con Jennie, era el hecho de que su madre aún no aparecía.

Pero luego, todo eso quedó en segundo plano.

Ella se paró en seco de repente a mitad de la acera. Miro a sus espaldas sintiéndo un escalosfrío por todo su cuerpo.

Oyo un ruido.

¿Qué había sido eso?

Sus manos comenzaron a sudar repentinamente mientras sentía que su corazón golpeaba con fuerza dentro de su caja toracica. Quizás era una paranoica, pero realmente prefería pensar que sólo era eso; paranoia.

Se colocó su capucha y comenzó a caminar de manera rapida. Dios. Habia visto una maldita sombra entre los arbustos. No creía que fueran bolsas de basura, no creía que fuera un animal callejero.

Atrapó su labio inferior entre sus dientes intentando destensarse. No era nada, sólo su cabeza le daba una mala pasada. Sólo eso.

Quería creerlo.

Hasta que de repente, chocó con una persona.

Y Lisa miro con ojos desorbitados a ese punto.

YoonGi.

El alivio llevo a oleadas a su sistema mientras se aferraba a su brazo tratando de anormalizar su respiración . El frunció el entrecejo mientras agarraba sus hombros, intentando estabilizarla.

-Lalisa.-dijo tomado por sorpresa- respira Manoban, esta bien.

Lisa cerró los ojos fuertemente intentando calmar su respiración.

-Yoongi...diablos.

El mencionado no lograba entender absolutamente nada.

-¿Estas bien?

-Si. Solo...creí haber visto algo, eso es todo.-nego con la cabeza intentando restarle importancia-¿Qué haces aquí?

-Jennie y yo haremos un trabajo.-se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa-¿tú?

-Caminaba-decidió omitir el hecho de que fue a la casa de la morena.- suerte con el trabajo entonces.

El le sonrio.

-Suerte tu también.

Dicho eso ambos se despidieron y siguieron su rumbo. No tenían mucho de qué hablar ni tenían ganas en ese momento, para qué negarlo.

Lisa apenas llegó de nuevo a su hogar sólo en ese entonces pudo respirar con tranquilidad. El aire cálido de la estancia la inundo, relajando sus musculos.

-¿Lisa?-su voz la sacó de sus pensamientos-¿terminaste de...?

Pero el no pudo responder cuando ella lo sorprendió dándole un fuerte abrazo, comenzando a repartir besos por toda su cara, haciendo reír y sonrrojar al mismo.

-Te quiero, te quiero, te quieroo-chilló. Jungkook pensó que ella estaba loca por su repentino gesto pero a su vez, lo adoraba.

-¿Te encuentras realmente bien?¿No tienes fiebre?

Lisa rodo los ojos al oirlo.

-No podría estar mejor, tonto.

Jungkook sujeto su nuca y la intentó acercar hacia el, sin embargo, esta alejó.

Todo momento romántico se esrumo con eso. Jungkook tardo unos segundos en reaccionar sintiéndose engañado. Por lo que volteó su cabeza y fruncio el entrecejo observandola con una sonrisa llena de picardía por todo su rostro.

-Atrapame, Jeon.

Dio unos saltitos llenos de diversión haciendo que el mencionado alzara una ceja. Mordió su labio.

-Gallina.-agregó

Dicho esto se largó a correr escaleras arriba. Jungkook negó con la cabeza divertido mientras se preparaba para correr tambien.

-¡Corre rapido, Pokpak!

Y el también se echo a correr detrás de ella. Las carcajadas de ambos comenzaron a oírse por toda la casa al mismo tiempo que la adrenalina los seguía; Lisa por intentar escapar de el y Jungkook por alcanzarla.

Y en una de esas Lisa se escondió detrás de la cortina y Jungkook se dirigió hacia el otro pasillo. Ella no se dio cuenta de que el había regresado, por lo que cuando salió de allí chilló asustada al ver que el la había atrapado de repente.

-Te atrapé-le susurró divertido haciéndola retroceder unos pasos hasta chocar con la pared más cercana.

-...quizás.-dijo ella al fin, rogando para que la voz no le temblara

-¿Y mi premio?

Luego de esto la acorraló sin dejar de mirarla a los ojos. El corazón de Lisa, como tantas otras veces, salto de euforia y nerviosismo. Jungkook se fue acercando poco a poco sin dejar de mirarla a los ojos, con una sonrisa llena de diversión y ojos oscuros. Se acercaba a la rubia de manera tortuosa, rozando su nariz con la suya.

-¿Me quieres, Lisa?

Tenía que oírlo una vez más. Solo una vez mas.

Su silencio lo hizo colocarse nervioso.

Pero Lisa no dudó en decirlo.

-Mas de lo que me quiero a mí, Kookie.

Una vez dicho esto el eliminó el espacio entre ambos lentamente, de manera tortuosa. Eso fue suficiente para que Lisa se llenara de satisfacción pura y sincera con tan sólo el roce de sus labios, suficiente para que sus manos ahuecaran sus mejillas y lo saboreara a su gusto, permitiéndo que sus besos le hicieran la promesa de un amor eterno.

Aunque no muy lejos de ahí, unos ojos fríos y calculadores los observaba desde la distancia. Y eso significaba problemas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top