Capítulo O25
Rendición|항복하다
-¿Qué tal todo entre tú y Jungkook?
Lisa bufó al oir a su amiga formular esa pregunta. ¿Qué le iba a decir? Ni ella misma sabía bien cual era la respuesta correcta a ello.
- Nada,Chae. Estamos bien.-le contestó fingiendo inocencia.
Rosé noto esto, por lo que la miro alzando una ceja. Era obvio que mentía.
-Lalisa te conozco. Confiesa.
- No lo sé. ¿bien? -mascullo al fin con frustracion- No hemos hablado de ese tema.
Rosé ladeó su cabeza extrañada hacia la rubia, quien siguió apilando ropa y ordenando sábanas como si fuera lo más interesante del mundo, claramente tratando de ignorar a su amiga.
Esa noche todos habían sido invitados a la casa de Jimin con el propósito de hacer un mini festejo por el regreso de la pareja "JiRosé". Jungkook se encontraba con los chicos en el primer piso,quienes iban llegando poco a poco. Rosé y Lisa se encontraban preparando las camas, aunque les daba pereza hacerlo. Y si bien no tenían ganas, la pelinaranja había aprovechado que Jennie y Jisoo aún no llegaban para poder charlar un momento a solas con ella.
-¿Cómo que no han hablado? ¿Cuando piensan formalizar? Es decir, se nota la quimica que hay entre ambos.-explico rápidamente viendo su mirada llena de incredulidad
- Yo...no lo sé.-respondió Lisa con duda- No hemos tenido tiempo para hablar de eso, Rosé.
Y no era del todo mentira. Ella realmente quería ser todo con Jungkook pero a su vez le aterraba. Le aterraba las consecuencias que podrían haber si todo se iba de las manos.
Jungkook en cambio, no se sentía para nada así ya que había estado hablando con Jimin de ese tema unas horas antes.
Y de hecho, Rosé y Jimin habían acordado interrogar a ambos chicos para darles valor.
Y ahí estaban. Jimin le había dado ánimos a Jungkook para declararse en un principio y ahora estaba dispuesto a hacer lo mismo para que su relación diera un paso mas,lograndolo con éxito; ahora mismo el pelinegro estaba lleno de valor. Dispuesto a mirarla a los ojos y proponerle de una vez aquello que nunca pudo, aquello que siempre quiso.
Ahora había una oportunidad y no estaba dispuesto a desaprovecharla.
Así que sin mas, una vez que se decidió comenzó a subir las escaleras en dirección al baño con el proposito de calmar un poco sus nervios alterados. Ya estaba limpiando el sudor de sus manos en su pantalón, sintiendo que se desmayaria en cualquier momento.
Pero fue en ese preciso instante que oyó sus voces.
-Aún no entiendo que no sean nada,Lalice.
-¡Ya deja de molestar! No seremos nada si tu sigues insistiendo...quizas eso sea lo mejor.
El corazón de Jungkook dio un vuelco al oir la voz de Lalisa, y su mundo comenzó a caerse a pedazos dándose cuenta de sus palabras.
-Tienes razón. Al fin y al cabo el es aburrido y tonto ¿verdad?
Rosé y Lisa en realidad bromeaban, claramente ninguna pensaba así de Jungkook. Sin embargo este, detrás de la puerta no notaba su sarcasmo. Su corazón se hundio. Sus esperanzas se fueron desvaneciendo.
Era un dolor que no se lo deseaba a nadie. El pecho se le comprimia,sus ojos comenzaban a picar por producto de todo lo que estaba sintiendo en esos segundos.
Lalisa había destrozado su corazón otra vez.
Pero además de dolido también se encontraba furioso. ¿Todo este tiempo había jugado con el? ¿Tanta cara de idiota tenía?
Quizás si.
Sin esperar mas, tomo la manija de esa puerta sin estar dispuesto a ignorar como se burlaban de el. Estaba ciego de la furia y dolor. No quería quedarse de brazos cruzados.
Y harto de tener un remolino de sentimientos en su pecho, abrió la puerta de golpe dejándose ver. Las carcajadas de Lisa y Rosé desaparecieron apenas el hizo esto. Su mirada estaba llena de dolor y resentimiento, combinado con frialdad y decepción.
Al ver las miradas de ambas chicas,confundidas y sorprendidas, sonrió de la manera más sarcástica que pudo en ese mismo momento.
-Así que eso soy para ti ¿no, Lalisa?
La mencionada sintio como si le tirarán un balde de agua fría en la cabeza.
- ¿Que...?
- Siempre fui eso para ti ¿verdad? Un tonto, un aburrido.
Jungkook miro hacia otro lado sintiendo que en cualquier momento dejaría escapar sus lagrimas.
No. -se dijo a si mismo- No frente a ella.
Lisa noto que estaba por romperse en ese mismo momento y se sintió el ser más horrible del jodido mundo. ¿Qué había escuchado el? ¿que había entendido?
Pero no pudo decir absolutamente nada. No habia llegado a abrir la boca que ya Jungkook se había dado media vuelta y comenzado a bajar las escaleras de esa casa de manera veloz. La musica, las risas, el buen ambiente se esfumó en segundos al ver bajar a Jungkook de esa manera y a Lalisa detrás de el gritando entre palabras ahogadas su nombre.
Para ese entonces todos estaban presentes. Y al verlos en esa situación no supieron como reaccionar.
Jungkook sin decir nada mas abrió la puerta de la casa y salió de allí con la intención de escapar del mundo y de su realidad. Había comenzado a llover de manera escandalosa, pero poco le había importado esto mientras comenzaba a dar zancadas bajo la lluvia.
En ese momento le parecía bonito desaparecer.
Las gotas se mezclaban con sus lágrimas, lágrimas de dolor y de decepción.
-¡Jungkook! ¡espera!
-¿Esperar qué?-inquirio con un tono que a Lisa la hirió por completo. Lleno de furia.
Ese no era su Jungkook.
-Yo...
Él rio sin gracia.
-¿Tú qué?- la apuró sintiéndose horrible. La lluvia los mojaba a ambos, las lágrimas no tardaron en aparecer en los ojos de Lisa también.
-Dejame explicarte...
-¡Estoy harto de escucharte y de ver por ti todo el maldito tiempo!- le gritó de nuevo, su voz salió ahogada. Llena de sufrimiento- ¿¡Qué hay de lo que siento yo!? ¿¡Qué hay de mis sentimientos!?
Lisa negó con la cabeza repetidamente. Odiaba estar en esa situación. Odiaba verlo asi.
-Exacto-le dijo viendo su silencio. Dandole a entender todo.
Lisa quería decirle que no era parq nada así. Que ella era una cobarde, pero lo amaba con locura. Se había vuelto tan importante como el oxigeno, ese que ahora mismo necesitaba y se estaba yendo conforme pasaban los segundos.
Y ella, de tantos sentimientos para nada lindos que estaba teniendo,se había quedado muda.
Jungkook sin embargo siguió hablando.
- Yo te amo Lisa. Te amo con locura-le confesó luego, haciendo que a la mencionada se le hiciera un nudo en la boca de su estomago- pero creo que tu no sientes lo mismo que yo...y no puedo hacer nada contra eso.-se rio finalmente. Aunque fue de total amargura- de hecho... te amo desde que tengo uso de razón ¿sabes?-confesó- desde que te vi salir de ese auto negro opaco con un vestido floreado.
Lisa comenzó a temblar.
-Tu sonrisa era tan bonita...-susurro de repente con una sonrisa triste, perdido en la profundidad sus pensamientos- pero duele porque cada vez que me miras de esa forma mi corazón se rompe un poco más.
Dicho eso, los inundó un gran silencio. Lisa miraba hacia el suelo intentando procesar todo lo que decía, intentando que se instalara en su sistema toda la información sin tener que volver a llorar de la angustia de nuevo.
-Hasta aquí he llegado, Lalisa.-le dijo
Acto seguido comenzó a caminar lejos de ella. Lisa no soporto ver esa imagen.
-¡No!-gritó con desesperación-¡Por favor no te vayas!
Jungkook siguió caminando. Lisa dio unos pasos temblorosos sin saber que diablos hacer.
-¡Jungkook yo te necesito!
El mencionado se dio media vuelta mirándola con frialdad. ¿Lo necesitaba? Vaya manera de hacerlo.
-¿Me necesitas?-repitio como si no lo creyera
Lisa tragó duro intentando eliminar la sensación de malestar que comenzaba a formarse en cuerpo.
Su voz salió temblorosa y suplicante.
- No puedes dejarme.-sabia que sonaba patética,pero no le importaba. Luego de unos segundos, agregó algo mas mirandolo a sus ojos, haciendo que a este le diera un escalosfrío- tú...tu eres mi mejor amigo, Jungkook.
El mencionado para entonces limpiaba las lágrimas que salian de sus ojos sin parar.
- Lo era, Lalice.-susurró en respuesta-pero ya no puedo serlo, lo siento.
Lisa parpadeó atónita al oírlo, sintiéndose asfixiada de golpe. La respiración comenzó a faltarle.
Vió como su amigo, el chico al que amaba, se iba de su vida como el aire. Se esfumaba para siempre poco a poco a medida que daba un paso y los segundos pasaban.
Y Lisa lloró desconsolada desde su punto. Jungkook no se quedó atras.
Ambos se habían dañado ese día.
Y Lisa por primera vez, estuvo sola de verdad.
~~*~~
Hasta acá termina mi maratón. No me odien, los amo.❤
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