Capítulo O23
Dolor pt.2|고통
Lisa despertó de repente gritando a los cuatro vientos, alarmando a todos en la habitación. Jungkook rapidamente al oir su grito no dudo dos veces en acercarse a ella y sujetarla con sus manos firmes por los hombros en un apretón decidido. Lisa comenzó a hiperventilar mientras miraba todo a su alrededor. Sus manos también fueron a sus hombros e intentó alejarlo. Jungkook no lo permitio.
"Estas bien...estas en casa" le dijo la voz de su cabeza al ver que, en efecto, estaba en nada más ni nada menos que en la habitación de Jungkook. Pasó saliva nerviosa dandose cuenta de todo,recordando los últimos acontecimientos. Aún sentía un inquietante hormigueo en su muñeca, donde anteriormente su padre habría apretado con fuerza dejándole una marca.
Su padre...
- ¿Donde...?
Jungkook le pidió que hiciera silencio mientras colocaba todo su cabello revuelto por atrás de sus hombros, para así no tuviera más calor del que seguro estaba teniendo. Sook apareció en su visión rapidamente y le alcanzó un vaso con agua, a lo que lo acepto gustosa tomandoselo todo de golpe.
Luego de esto, sin esperar ni un segundo preguntó por el y lo que había pasado. Sook la miro con ojos apenados llenos de inseguridad.
- Jungkook corrió y le propinó un golpe en la mandibula. Y en eso, parece que soltó tu muñeca y te hizo caer al suelo. Perdiste la consciencia, Lisa. - le explico la madre de Jungkook con seriedad haciendo que la rubia parpadeara aturdida. Luego de esto hizo una mueca- pero tranquila, el ya se fue y no volverá; fue error mío no haberme fijado antes quien golpeaba la puerta. Siento mucho todo esto cariño- dijo al fin mientras tomaba su presión con un tensiómetro. Lisa al principio se negó a esto, pero Sook le dió una mirada llena de advertencia demostrandole que no iba a permitir que ella se negara a eso.
Lisa desde que tenía uso de razón, siempre había sabido que Sook trasnochaba haciendo horas extra en el hospital con el propósito de salvar todas la vidas que pudiera. Arriesgaba su propia salud con tal de ayudar a los demás y realmente le parecía digno de admirar. Luego de que el padre de Jungkook muriera en un accidente, más que nunca se dedicó a su oficio, intentando hacer todo lo que estuviera a su alcance, algo que los doctores en su momento no pudieron hacer con su esposo, por lo que estaba más que decidida a hacerlo.
Luego de revisar su presión, reviso sus oidos, ojos y boca como si estuviera haciéndole una revisacion medica. El ceño de Sook no se fue hasta que terminó por revisarla en su totalidad.
- Tu presión es normal. Tus signos vitales esta bien y creo que podré respirar en paz. -bromeó ella mientras le guiñaba un ojo intentando darle calma. Lisa sonrio, pero se notaba cierta tensión en su cuerpo- Tu padre no volvera, lo amenacé con llamar a la policia. Tu madre me enviara un mensaje cuando este en la puerta ¿okay? Parece que tuvo dificultades en el camino.
Lisa asintió rapidamente mientras miraba hacia el suelo. La realidad era que no quería ver a su madre, no sabía que decirle luego de todo lo que ocurrió. Ya nisiquiera quería salir a la calle luego del casi infarto que le da su propio padre ¿a donde quería llevarsela?
Si Jungkook y Sook no hubieran estado Lisa no sabía que hubiera sido de ella.
-¿Te duele la cabeza?-preguntó Jungkook con un obvio tono de preocupacion, hablando por primera vez desde que despertó
- No. Eso creo.-le dijo haciendo una mueca
Sin embargo Lisa no pudo seguir hablando al notar a Sook agachandose frente a ella. Su ceño estaba notoriamente fruncido y la observaba de manera muy seria, dándole una punzada de pánico a lalisa.
-Mientras estabas dormida, con el tetoscopio me cercioré de que tu corazón,pulmones y abdomen estuvieran en buen estado.- le explico sin dejar de mirarla. Lisa estaba de piedra- Y siento decirtelo,pero me encontré con algo que realmente no me gustó para nada Lisa.
La mencionada parpadeó sintiendo su sangre congelarse. Muy en el fondo, viendo la mirada fija y sería que le transmitía Sook ya sabía a que se refería.
-¿Qué son esas marcas en tu espalda? ¿Quien te las hizo? -agregó luego exigiendo una respuesta de la rubia, quien miro hacia otro lado cerrando fuertemente los ojos- Lalisa. Si tu sufres abuso yo debo...
-Fue hace tiempo. -soltó antes que Sook dijera algo mas- yo había escapado de casa porque papá estaba pegándole a mamá otra vez, iba a llamar a alguien para que me ayudara porque de verdad pensé que iba a matarla...-susurro lo último con sus ojos vacios- papá supo que quise hacer eso, así que con un cigarrillo que estaba fumando en ese momento me marcó la espalda con ello.
Apenas Lalisa dijo eso Sook trago duro. Trato de no demostrar cuanto le afectó la noticia,ya que imaginarse en esa situación a Lisa le resultaba algo horrible. Sook siempre le tuvo un gran afecto a la rubia, y de tan sólo imaginar que pasó por ello le daba impotencia.
-¿Qué edad tenias?
Lisa por primera vez alzó la mirada. Suspiro como si con ello pudiera quitarse un poco del peso en sus hombros.
-Siete. -contestó
Sook, conmocionada por esto, se levantó rapidamente de su asiento mientras tapaba su boca y miraba hacia otro lado. Nadie hablaba en la estancia, nadie sabía que decir ya.
Quizás no había nada que decir.
Sook jamás imagino que Lisa fuera a sufrir aquello. Una niña de esa edad no debería, ni de cerca, presenciar ese tipo de escenarios tan horribles y fatalistas.
Ella parecía tan feliz...
Y eso era justo el problema; parecia. Parecía feliz,parecía fuerte, pero por dentro tenía traumas que aunque no se notaban, ahí estaban. Tenía marcas en su cuerpo que no se irían y que le recordaría siempre lo que fue su vida. La niñez es algo que siempre se recuerda, sea malo o no, y ella más que nadie quería olvidar, aunque no estaba de más decir que lo veía imposible.
- ¡Ese hombre merece estar en la maldita carcel! -farulló Sook con verdadero pánico en su mirada-¿Cómo alguien que abusa física y mentalmente de su familia puede estar por ahi? Por el amor a Dios- masculló caminando de un lado a otro en signo de nerviosismo- yo debo hablar con tu madre Lalisa. ¡No es posible que ese tipo de hombres esten sueltos por ahí! Yo...-trato de mantener la calma y su cordura. Suspiro- Ya vuelvo.
Dicho esto la mencionada salió de la estancia casi corriendo. Debía hablar de inmediato con su madre, debía hacer justicia por su propia mano.
Apenas ella se fue Lisa se mantuvo en silencio, al igual que Jungkook.
Lisa estaba cansada de estar en la misma situación una y otra vez. Estaba cansada de recibir las miradas apenadas y llenas de lastima de Jungkook, y ahora también su tía.
Ella había vuelto a allí para poder ser feliz junto a Jungkook como cuando tan sólo eran dos niños y nada más importaba, pero lo unico que había conseguido hasta ahora era complicarse más la existencia.
Los segundos fueron pasando y nadie se atrevió a decir nada. Pero luego de unos segundos que parecieron una eternidad, este sin decir nada se colocó a su lado, rozando su pierna con la de ella.
Dicen que el silencio vale más que mil palabras, así que Jungkook decidió no decir nada,y no porque no pudiera o sintiera, si no porque sencillamente unas palabras no aliviarian su dolor ni de cerca.
El pelinegro tomó el mentón de Lalisa y la hizo girar quedando cara a cara. Estaba decidido a hacer lo que estaba haciendo. No habia vuelta atras. Mientras esto pasaba Lisa se sorprendió de su gesto, pues jamas lo hania visto tan...decidido.
No quería mirarlo, sentía vergüenza de haber contado lo que contó, sin embargo Jungkook buscó su mirada hasta encontrarla, hasta que ella decidió hacer el contacto.
Y Jungkook le sonrio. Fue una sonrisa de boca cerrada que hizo que a Lisa se le hiciera más fácil de llevar todo. ¿Porque una simple sonrisa podía causar todo eso en ella? ¿Era una ingenua por sentir que una sonrisa así podía hacer olvidar sus problemas en segundos?
Sin decir nada, Jungkook comenzó a darle besos alejandola de sus pensamientos. El primero fue en su frente,que hizo a Lalisa sentirse protegida de una forma que jamás lo sintió. Duró unos segundos, los suficientes para que a Lisa se le fueran las ganas de llorar.
El segundo fue lentamente hasta chocar con su pequeña y redondeada nariz. Lisa cerró los ojos y arrugo esta amenazando con dejar salir una sonrisita; esto le causó felicidad genuina.
Los labios de Jungkook luego se separaron de esa zona y fueron a su mejilla derecha. Lisa sentía su corazón palpitar con fuerza, producto de todas las emociones juntas que le provocaba ese simple beso allí.
Luego se dirigió a su otra mejilla, los sentimientos no fueron diferentes.
Sus besos le estaban dando la paz que necesitaba y anhelaba. Y Lisa no podía sentirse más a gusto con eso.
Este beso duró unos segundos mas hasta que al fin se separó y volvió a colocarse frente a ella,acercandose poco a poco a su delicado rostro, rozando sus labios con los de ella por un microsegundo.
Jungkook no profundizó el beso. Quería que ella fuera capaz de tomar la iniciativa esta vez. Lisa sentía esos pocos centímetros que la separaban como si fuera una verdadera tortura, así que sin perder ni un segundo más choco sus labios con los de el en un beso apasionado y necesitado. Sus manos frías y temblorosas ahuecaron sus mejillas dejando que las de el acariciaran sus muñecas.
Sin lugar a dudas, Jungkook era una de las mejores cosas que le habían pasado en la vida, por no decir la única.
Sin poder soportarlo, en medio de ese beso dejo que unas lágrimas escaparan de sus ojos. No se merecía ni de cerca el amor que el le brindaba, mucho menos su cariño, su apoyo. Todo el.
-¿Porque lloras? - le preguntó Jungkook apenas se separaron. Su rostro angustiado se notó al instante-¿hice algo malo?
-Claro que no...-Lisa hizo una negativa firme- nada que venga de ti es malo, Kook. Nada que venga de ti será malo.
Jungkook le sonrió. Su maldita sonrisa perfecta fue dedicada hacia ella,quien sonrió de la misma manera. Jungkook adoraba ver como sus ojos cristalizados comenzaban a tener su característico brillo otra vez.
- Te amo, Lisa. - susurró Jungkook- te amo como siempre lo hice y como nunca nadie lo podrá hacer.
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