*Prólogo editado*

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El bullicio, el ajetreo y personas, que corrían con prisa delante de mí, fue lo primero que captó mi atención. Escuché como el taxi en el que había venido, montaba a otra persona y se fue de allí, dejándome sola frente a la fachada del gigantesco edificio. Llevé una mano al asa de la maleta de ruedines y entré. Tomé aire y observé a todas las personas que pasaban por mi lado, ajenas a como me encontraba, completamente metidos en su mundo.

Me recoloqué el auricular en el oído y avancé por la larga cola, tuve que echarme a un lado cuando, un grupo de azafatas, con sus refinados uniformes, pasaron por mi lado, con urgencia. Observé como una niña pequeña, con su castaño pelo trenzado, le tiraba a su madre de la chaqueta para que se agachase y jugase con ella. Avancé más en la fila. Chillidos, voces, exclamaciones. Un grupo de adolescentes corrían de un lado a otro, emocionadas.

Entregué mi pasaporte a la azafata de tierra, esta miró mi foto y el billete de avión que le había entregado, con una sonrisa formal y afable, me dio permiso para avanzar a la zona de embarque, donde tuve que pasar por el escáner, en busca de algún objeto peligroso.

Dentro de la zona de embarque, busqué un lugar tranquilo en el que sentarme, saqué un libro de mi bolsa de mano, me recoloqué, de nuevo, los cascos y busqué una playlist acorde a la ocasión, para luego empezar a leer y matar el tiempo hasta la salida de mi vuelo.

La alarma de mi teléfono sonó, indicando que debía levantarme e ir a buscar la puerta donde estaba mi avión y mi medio de transporte. Antes de hacerlo, pasé por una de las tantas cafeterías que había y me compré un café, para sobrellevar mejor el sueño y el largo viaje que tenía por delante.

Vagaba por los pasillos del aeropuerto, estos estaban llenos de vida, como era normal. Vi como más azafatas, junto a sus pequeñas maletas de ruedas, caminaban a paso ligero para llegar a su destino; vi como correteaban niños pequeños, jugando entre sí y molestando a sus progenitores; vi a unos señores de negocios, hablando a través de sus lujosos teléfonos móviles, vestidos con unos impecables trajes de chaqueta, sin una mísera arruga, perfectamente planchados. 

No pasé por alto como había un gran señor, vestido en un traje, completamente negro, con un auricular que le sobresalía de la oreja derecha y con los brazos cruzados sobre su abdomen. Me entró mucha curiosidad por saber a que famoso escoltaba, pues estaba claro que era un segurata de alguien importante. Mis sospechas se hicieron más ciertas cuando un grupito de chicas se acercó a él, llorando de la alegría. Sonreí, pues yo también hubiese estado así. 

Una necesidad imperiosa de saber de quién se trataba surgió en mi interior, pero una llamada entrante por parte de mi mejor amiga me hizo olvidarme de eso. Acerqué el teléfono a mi oreja derecha y, a través de los auriculares,  contesté y caminé hasta la puerta número cinco, donde me esperaba la azafata, quien aceptó mi billete y, con una sonrisa, me dejó pasar y me deseó un feliz vuelo. Se lo agradecí y deseé que fuese uno bueno.

Apoyé mi cabeza en la ventanilla, me abroché el cinturón y esperé a que el motor se pusiese en marcha. Antes de eso, le mandé un mensaje de texto a mis padres y a mi amiga, quienes respondieron con unos mensajes de ánimo. Respiré profundamente y agarré con fuerza los reposa brazos del asiento, asustada por el vuelo y el despegue.

Cuando estábamos suspendidos en el aire, me dediqué a mirar por la ventanilla, a ver el nublado paisaje. Estaba lloviendo, pero en el cielo se podía distinguir el reflejo colorido del arcoíris. Me sentía un poco como cielo, triste debido a mi partida, sin saber cuando sería mi vuelta a casa, pero feliz por volver a ver a mi familia y de volver a mi hogar.

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¡HOLA! Aquí tenéis el primer contacto con la historia.

Solo es el prólogo, así que no tiene mucha profundidad ni importancia (mucho más adelante si la tendrá).

¡Espero que os guste!

9/06/2021

Fecha de edición del prólogo

Holi, he editado el prólogo ya que sentía que era muy simple y no tenía sentido :)

Con esto doy comienzo a la reedición de Dreams, no sé cuanto voy a tardar ni cada cuanto voy a actualizar, pero espero que os gusten estos cambios.