Traté de no demorarme, me esforcé por llegar lo más pronto posible de mi viaje para volver a entrenar con mi hermana, pero fue muy tarde. Por primera vez me sentí comprendido, las voces la aceptaron tanto como la acepté yo. Fue difícil al principio, no lo niego, toda una nerda tratando de blandir una espada, lo único que lograba era darme risa, y me aseguré de dejárselo en claro.

Pero no se rindió, maldita terquedad la suya, terminó matándola.

Ella y su esfuerzo por ser buena luchando. Me impresionó más de una vez durante el combate, lanzando golpes tan certeramente que me dejó jadeante y adolorido, aunque lo usual fuera lo contrario, aprendió a luchar con la espada y el hacha, se especializó con el arco, prefiriéndolo sobre la ballesta, toda una mocosa curiosa. Se ganó mi confianza, mi protección, mi respeto, una capa y una esmeralda de la amistad, no importa qué suceda, me prometí, no dejaré que le pase nada. 

Sus voces eran como las mías, sedientas de sangre, pero ella, de un modo extraño, logró apaciguarlas momentáneamente; pude verla siendo manejada por sus voces en los entrenamientos, algunas veces podía escuchar ese susurro.

Destrózalo.

Dos personas con problemas similares, con destrezas únicas y, aun así, fuimos una pareja memorable de hermanos. Solo por un día no pude entrenar con ella, la dejé sola por un día y ese día me la arrebatan.

No esperaba esto. Las voces se han hecho tan ruidosas que no puedo pensar con claridad. Claman por sangre, y no cualquier sangre, la sangre del asesino. Phil está frente a mí, luchando contra la locura interior, sin embargo, la posición protectora que ha tomado al pararse entre ese hibrido traidor y mis hermanos menores me lo confirma todo. Todos lo hemos visto. Ser testigo de la muerte de tu única hermana a manos de alguien en quien confiaste casi como si fuera tu familia es frustrante. Pude haberlo evitarlo, tal vez alejarlo de ella o advertirle, tantas cosas pude haber hecho y aquí estoy. Parado ante el cuerpo decapitado de mi hermana, con la sangre ardiendo y un sentimiento de impotencia tan grande que me enfada.

Destrúyelo

Las voces claman a gritos, revolcándose y revolviéndose en un torbellino de emociones, predominando la ira y la frustración. La nieve teñida de rojo llega hasta mis pies, mi hacha está lista para darles gusto.

Tortúralo

Mi rostro se contorsiona en una mueca sádica mientras camino hacia él. Maldito sea el día en el que lo acogimos en la familia, y maldito sea quien quiera que lo esté manipulando, ese híbrido va a pagar el haberse metido con mi hermana.

No permitas que tu hermana se quede sin vengar

Lo haré sufrir, que llore, que ruegue, no me importa. Ella no merecía morir tan pronto, menos de una forma tan rastrera y deshonrosa, su cabeza cortada de cuajo y a sus espaldas. Cobarde. Cobarde.

Que se derrame la sangre, sacrificio de sangre para el dios de la sangre

Cada músculo de mi cuerpo se tensa, siento que tiemblo por la ira, sé que no luchará, pero yo si lo haré. Lo destruiré, utilizaré esa piel bicolor como tapete para mis bestias y me desharé de su cuerpo haciendo que arda. Esos cuernos estarán colgados en mi muro, al lado de la foto de mi hermana, la foto que ella me prometió; y esa corona será el tributo a ella, estará en su tumba con un hechizo que la proteja de los robos y el daño ambiental e intencionado.

Río fuertemente. Sé que ya no soy yo, las voces están llevando mi cuerpo al límite,pero no me importa. Pao no se quedará sin su honor, aún después de la muerte me encargaré de restaurarlo. 

Reza todo lo que sepas Ranboo, porque en esta tierra no habrá piedad para ti.

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Hasta aquí el capítulo de hoy, perdón por lo corto. Los quiero. Bye nUn/