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Tipo: Fundy | _____

Genero: Masculino

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Suaves melodías provenientes de una lugar escondido, recordado y conocido poco como un recuerdo entre las personas que lo avían visto. Él se encontraba ahí dando sus mejores notas con una guitarra algo vieja, se podía notar lo gastada que estaba por las cuerdas que daban sus últimos alientos de vida por cada tocada, aun así, seguía dando las mismas melodías como si fuera una nueva.

-*Demonios... ¿Cómo carajos lo hace Will para tocar esta wuevada? *-

Se quejaba al no poder terminar de entender las notas de los papeles que tenía en frente, las cuales eran sostenidas por una piedra para que no se fueran volando, la humildad, ante todo.

-*Mi... Mi... ¿Mi? ¿Dónde demonios está el mí? ¿Mi verg---*

Su habla fue silenciado al escuchar pasos acercándose a su posición, cogió en mango de su espada de hierro para lograr defenderse del peligro, pues no era de sorprenderse ya que estaban en época de guerra y eso responde del porque su vestimenta era de un traje azul oscuro. Luchaban por la independencia de sus tierras, L'manburg.

Levanto su espada en alto y antes de pudiera bajarle detuvo su acto al percatarse que un pequeño zorro naranjado estaba temblando y tapando con sus patitas sus ojos esperando el impacto de la espada, de la cual nunca llego.

Él chico solo suspiro colocando su espada en su vaina que se encontraba en su parte baja izquierda.

-*Por un demonio Fundy* -habla levantando a la criatura y colocarla entre sus brazos- Casi te mato, se más cuidadoso la próxima vez pequeño-

Un pequeño humo blanco rodeó al zorro y al desvanecerse se logró ver a un chico de hebras naranjadas con orejas y cola del mismo animal riendo nervioso, sus mejillas emanaban un leve rubor.

-Pensé que sería el día de mi muerte -desvió la mirada hacia el único árbol del lugar- ¿Qué haces con la guitarra de mi padre? -pregunto.

-Me la regaló, dijo que ya no lo usaba y antes de tirarla le pedí que me la diera -mencionó bajando al hibrido sin lastimarlo- Decidí practicar algunas melodías, pero no logro entender muy bien las notas –

-Si tú no sabes, yo menos -respondió colocándose al lado de su compañero, el cual estaba nuevamente tratando de entender los garabatos grabados en las hojas.

Luego de un rato, se rindió dando un fuerte suspiro dejando de lado la guitarra.

-*Esto apesta, ni siquiera puedo tocar algo lindo para ti*-

-Recuerda que no te entiendo cuando hablas tu idioma natal -se acomodó en el regazo del mayor y le miro a los ojos- ¿Qué dijiste? –

-Nada importante –

Con esa frase fue la última que se escuchó en la conversación de ambos, no les importaba hablar pues el sonido de la naturaleza era lo único que necesitaban escuchar para estar bien. Un lugar tranquilo y de paz con solo estar ahí te inundaba todo el cuerpo, pequeños riachuelos, las aves, las abejas y el viento, era una sensación única para los dos.

Sus miradas están conectadas y mejillas ruborizadas. Ambos no sabían que sentían en ese momento, pues nunca lo habían experimentado en sus cortas vidas, sus corazones estaban acelerados por la presencia del otro y se sentían extraños con su cuerpo debido al tacto.

Sin embargo, no llego para más debido a un llamado del padre de uno de ellos, pues lo estaba buscando que todos los integrantes del grupo vinieran para comer.

-Creo que será mejor que vayas, dile a los demás que me guarden algo ¿Okey? -

Recibió una sonrisa como respuesta y se marchó.

Llevo ambas manos a su rostro dando un pequeño grito ahogado, su rostro estaba rojo vivo, se hecho en el pasto y dio vueltas en este, parecía un niño pequeño.

-*¿Por qué estas temblando ____? * -se dijo viendo sus manos oscilar sin su consentimiento- *¿Acaso eres gay? . . . Puede ser, pero ¿Por qué el hijo del capi? *

No lograba de pensar con claridad debido a que en su cabeza estaba el recuerdo de hace unos minutos atrás, no iba a negar que le gusto la sensación que sintió, pero a pesar de ello tenía miedo de que su compañero no hubiera sentido lo mismo.

Con algo de dificultad, cogió la guitarra, la cual coloco en su espalda, y las notas que las metió en sus bolsillos del pantalón, hizo un último vistazo para verificar que no se olvidara nada y se retiró de ese lugar. No tardó mucho en llegar a la casa rodante, saludo a todos y se sentó en medio de los dos niños del grupo, Tommy y Tubbo, los cuales al solo verlo le entregaron su respectivo plato de comida, estaban teniendo una noche de fogata.

Entre risas e historias que contaban, uno por uno se fue durmiendo, el único que no fue una de las victimas fue nuestro protagonista, tubo que usas sus fuerzas para poder llevar a cada uno de sus compañeros dentro del coche. Uno por uno fue entrando hasta llegar al hibrido, Fundy, el cual era el último que faltaba.

-*Vamos furro, mueve el culo y entremos*

Cargó al hibrido en su espalda e ingreso a la casa rodante, al no tener cama logró sentarlo en el asiento de conductor abrochándole el cinturón en el proceso. Antes de que se fuera, su compañero le agarró del brazo.

-Quedate, por favor...-

-Sabes que tu padre me puede matar si nos ve Fundy- susurro al tratar se salir de su agarre.

-No te dirá nada, yo hablare con él –

Recibió una sonrisa como respuesta, significando que no se negaría a su pedido, con mucho cuidado cargo y colocó al híbrido entre sus piernas, este le abrazo como una cría a su madre al sentir su tacto. Su pequeña cola se movía ligeramente al oler al chico.

Por otro lado, el mayor acarició la cabeza el de hebras naranjas haciendo que sus orejas se inclinaran hacia tras.

-*Este weon si pesa, nota mental; no juzgar a las personas bajitas y pensar que por ser de esa altura no pesan* -

Una sonrisa apareció en su rostro al escucharlo hablar, pero duraría muy poco al sentirse en una posición diferente y algo liquido en sus manos, abrió uno de sus ojos y observó lo que para él parecía una mala broma.

Su cuerpo estaba cubierto en sangre, no tenia señales de vida y lo peor que el arma que presuntamente se uso para herirlo hasta la muerte lo portaba él, tenía una espada de color carmesí en sus muslos.

Fundy apuñaló a ____ hasta la muerte.

-Que desgracia Fundy, creí que lo amabas...-

Unas aladas de color amarillo/dorado le rodearon al igual que varias plumas esparcidas en el suelo debido a la acción de aquella persona que estaba parado de tras, carcajadas del individuo resonaron por todo el lugar. Hasta que se despertó.

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-¡¡AHHHHHH!! -un fuerte grito proveniente de la recamara resonó en toda la casa, pasos veloces se acercaron a la habitación y abriendo la puerta- ¡¡_____!!

El pequeño híbrido salto a los brazos del chico, él cual callo por la fuerte acción de este, pero eso le importo menos. Le asustaba verlo en ese estado, no le gustaba escuchar sus llantos y cabe recalcar que no era la única vez que pasaba eso.

-Tranquilo, estoy aquí ¿Okey? -acarició espalda y cabeza del chiquillo- No pasa nada, fue solo un estúpido sueño-

Su pecho estaba mojado por las lagrimas que brotaban de aquellos ojos con ojeras a causa de varios días sin dormir, las pesadillas, se habían vuelto muy frecuentes esos últimos días y no lograba entender o deducir su razón.

Aunque, poco a poco se fue calmando y los llantos se disminuyeron a pequeños sollozos, levantó la mirada. Logró observar cada detalle de su cara, sus ojos, nariz, labios, mejillas, etc. Estaba bien, estaba vivo.

- ¿Ya estas mejor? -pregunto agarrando sus cachetes y limpiando sus lagrimas con sus dedos- Te traeré algo para comer y luego, si quieres, podemos ir... ¿Fundy? -

Hundió su rostro en el pecho del mayor y con una voz baja, pero entendible, habló.

-Quédate conmigo, no quiero que te alejes...-

-Pero tengo que---

-Que no te alejes dije y punto, quedémonos así un rato más-

No se negó, no le reclamo y ni jugó sucio con él, entendió su forma de comportar y lo único que hizo fue abrazarlo y otorgarle varios besos en el rostro del menor logrando hacer que sus mejillas se ruborizarán. Ahora su amado estaba totalmente feliz, logró borrar el sentimiento de tristeza de hace unos momentos.

Ambos vivían en una cabaña alejada de todo y de todos en general, está decisión la propuso ____ después de todas las guerras ocurridas con anterioridad y aceptada por Fundy pues este también se había cansado del habiente negativo que se había formado a raíz de diferentes acontecimientos. Ambos estaban felices de su decisión y agradecidos de que nadie se los impidió.

-*Yo amo a ____* -

- ¿Acabas de decir que me amas en mi idioma natal? –

-Si, ¿Lo dije bien? –

-Necesitas un poco más de práctica, cariño -planto un beso en su frente- Vamos a comer-

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((Si, si, lo sé, no actualicé porque me perdí en el camino de la vida y casi jalo un curso por tratar de ponerme al corriente de varios Youtubers. Pero nada grabe para preocuparse -crisis en enderman-))