(Aviso: algunas cosas cambiaran, pero no serán cambios drásticos o al menos en el principio)

-mmm- musité algo desorientada, ¿que habia pasado? Lo último que recordaba era estar siendo perseguida por una multitud, pero no habia rastro de ella por ningún lado. Me levante con algo de torpeza y observe mi alrededor. Estaba en un lugar que nunca habia visto antes, pero extrañamente no me sentía asustada, más bien me sentía segura y eso era sorprendente. Ningún lugar me habia dado esta sensación antes, pero no podia quedarme aquí para siempre, asi que apenas estuve más despierta, comencé a caminar hacia donde mis sentidos me llevaran, encontrándome tras unas 2 horas de caminata, una cabaña.

Como no sabia si habia gente dentro,  simplemente camine con sigilo y llegué a ella, adentrándose justo en el momento, en que un tipo asesinaba a una mujer. Por la sorpresa caí sentada  al suelo y el sujeto al oírme, se volteó alarmado.

-pero miren lo que tenemos aqui, al parecer esta perra se atrevió a tener una hija - dijo sonriendo con demencia, pero yo estaba lo suficientemente asustada como para reaccionar.

Lentamente, aquel hombre se me fue acercando con su cuchillo ensangrentado en su mano.

¿así voy a morir?  Me pregunté desesperanzada.

-agh! - se quejo el hombre al ser atravesado por una espada en el corazón - M.. Maldita - soltó antes de caer muerto al suelo.

- Te lo merecías bastardo - soltó la mujer de antes agarrándose el estomago, adivine que hacia presión para evitar la perdida de sangre, pero no le iba muy bien.

Cuando esta se dio cuenta de mi presencia, inmediatamente su expresión cambio.

- Ermine - soltó como si estuviera viendo a un fantasma, sus lágrima no tardaron en aparecer y yo solo la observe en silencio. No entendía lo que le pasaba, pero sabia que seguir más tiempo aqui seria un error, por lo que me di vuelta, dispuesta a marcharme, pero la voz de la mujer me hizo detenerme.

- Espera.. Ermine! - sonaba desesperada, por lo que reuniendo todo mi autocontrol, me acerque hacia ella y le sonreí con dificultad - Ermine - dijo ya más aliviada, llevando una de sus manos ensangrentadas hacia mi mejilla, acariciandola con un amor que no me correspondia - Perdón - susurro antes de cerrar sus ojos por última vez, muriendo con una sonrisa en su rostro.

No tuve tiempo para reaccionar, cuando la puerta por la que entré, fue literalmente destrozada por un hombre, el cuál vestía de forma extraña.

- Sasha! - grito desesperado aquel hombre, pero al darse cuenta de la situación, se dejó caer de rodillas y golpeó el suelo con rabia. Yo ya no sabia que hacer.

- Tú... ¿Quien eres? - dijo aquel hombre con una mirada seria.

- Yo..  Soy Ermine.

(...)

dos dias habian pasado desde que aparecí en este mundo y aquel hombre me habia dejado bajo el cuidado de un policía. Según los registros, Ermine era la hija de aquella mujer llamada Sasha, la cuál desapareció misteriosamente cuando ella tenia 4 años. Al parecer mis rasgos habian facilitado mi estancia en este mundo, ya que era casi idéntica a la pequeña que me describian y me fue fácil hacerme con su identidad. Sabia que estaba haciendo mal al usar la identidad de una persona que probablemente estuviera muerta, pero prefería eso a morir en este lugar. Debido a mi falta de familiares, me enviaron a un orfanato, ya que no habia nadie que se pudiera hacer cargo de mi.

El orfanato no era muy lindo y ocurrian cosas horribles para los niños, pero para alguien que habia sido perseguida toda su vida, esto no era nada en comparación.

Los niños de allí se apoyaban entre si para sobrevivir, pero yo me aproveché de ello para aprender sobre este mundo, ya que no estar enterada podria significarme la muerte.

2 semanas llevaba en este lugar, pero hoy era un dia especial, ya que mi transformación se realizaba involuntariamente las noches de luna llena. Yo estaba lista para marcharme cuando lo supieran, ya que seguro que intentarian matarme como en mi antiguo mundo. La noche poco a poco se iba acercando y algunos rasgos comenzaban a asentuarse, llamando la atención de los niños y los encargados. Mis ojos comenzaban a brillar intensamente, mientras que mis dientes y uñas se afilaban. Estas eran algunas de las cosas que me ocurrian, pero habia veces en que me salia una cola y por suerte esta vez no ocurrió.
En vano, intente que me dejaran salir, ya que no era buena idea que un lobo enorme apareciera en el orfanato, pero ninguna de las encargadas me lo permitió. Debido a eso, acabé transformandome enfrente de ellas y por primera vez vi una expresión que jamas crei ver en alguien al verme transformarme.

Admiración

Desde ese dia, todos los encargados eran buenos conmigo. Eso era ya una costumbre en el orfanato, ya que los encargados trataban bien a los destacados por si se hacian héroes en el futuro. Esta demás decir que no volvieron a acercarse a ninguno de mis amigos, ya que temian por mi reacción en caso de que algo les pasara.

El colegio al que fui fue el más pobre que habia visto en mí vida, pero aún asi me las arregle para aprender por mi cuenta y postular a la academia Yuuei. Un lugar al que yo quería ir para convertirme en héroe y proteger a la gente que creyó en mi.

Otro dato curioso, fue que al llegar a este mundo, mi cabello antiguamente albino, desarrollo una gran cantidad de cabellos rosados, cosa que me fascino al momento de verme transformada en lobo. Jamás creí ver a un lobo de pelaje rosa con blanco.

El día del examen de héroe habia llegado, por lo que prepare un cambio de ropa que de seguro necesitaría. Sali temprano del orfanato con las palabras de animo de mis amigos y los encargados, quienes comenzaban a cambiar lentamente su trato con los niños. Cuando llegué, ya habian unas cuantas personas, pero como aún faltaba tiempo, me fui a recostar bajo la sombra de un árbol y comi algo de carne seca. Era importante mantenerme con energías.

(...)

Al parecer todos habian llegado, por lo que me levante bostezando y me acerque un poco a la multitud.

- Perdona, ¿pero sabes cuanto falta? - le pregunte a un chico de cabellos azules que usaba lentes, haciéndolo mirarme neutro.

- Tengo entendido que ya va a comenzar - me dijo amablemente, por lo que le sonreí levemente dandole las gracias y me presenté.

- Soy Ermine - le dije extendiendole la mano - es un placer - acabé sonriendole algo amistosa, a lo que este estrechó mi mano y me contesto.

- Soy Iida Tenya, el gusto es mio - dijo separando su mano justo en el momento en que nos daban el aviso para comenzar.

- Suerte -  dije despidiendome, a lo que este me agradeció y se fue tras desearme lo mismo. Segundos después, me adentré en aquel edificio con la intensión de saber el tema del examen que nos harian, pero admito que me decepcione un poco al verlo. No todos podrían sobresalir en el examen y posibles talentos serian rechazados.

(...)

Actualmente me encontraba frente a una gran puerta, a la espera de la señal para dar inicio al examen práctico. Y apenas vi que se abrían , me adentré corriendo hacia el interior, escuchando como la voz de un hombre hacia reaccionar a los demás. No perdí tiempo y me transforme bajo la atenta mirada de las cámaras, enseñando a una loba de más de dos metros con un hermoso pelaje bicolor. Los robots que se interponian en mi camino no duraban ni un minuto antes de ser destruido por mis fauces, generando un terror en los otros participantes al ver mi ferocidad.

En ningún momento ataque a alguien, incluso ayudaba a quien estuviera en aprietos, ya que los puntos no me faltaban. Todo iba perfectamente, hasta que un robot muy superior a los otros apareció. Mi pelaje se erizó al sentir una gran amenaza acercándose, por lo que me puse alerta de inmediato. Segundos después, pude observar como un chico rubio saltaba para atacarlo, pero el robot ya habia predicho su ataque y estaba por dejar muy mal herido al chico. No tuve tiempo de pensarlo, ya que mi cuerpo habia reaccionado solo, pero cuando me di cuenta, yo habia protegido al chico para ser fuertemente golpeada por la máquina, haciendome gemir de dolor al caer contra el duro pavimento. El chico no reaccionaba, pero me alegraba ver que se encontraba bien. Su mirada expresaba rabia, pero muy dentro de ella, pude ver la culpa reflejada. Mi sanación espontánea, solo hacia más doloroso el proceso de curación, haciéndome gemir con desespero al sentir mis huesos acomodándose. Minutos después, deje de sentir aquel desgarrador dolor y pude ponerme de 4 patas para observar como el mismo chico, destrozaba de a poco al robot, por lo que decidi echarle una mano enterrando mis colmillos en uno de los pies del robot reiteradas veces, haciéndolo caer al perder uno de sus soportes y dejandoselo en bandeja de plata al rubio. Después de eso, me dormí.

(...)

-Oe- escuché, haciendome despertar lentamente -Oe! - escuche mas fuerte,  haciendo que mis orejas se fueran para atrás por el fuerte ruido. Inevitablemente gruñí por la molestia y abrí los ojos, encontrándome con el chico de antes mirándome con el ceño fruncido - No te pedí ayuda - dijo antes de irse, a lo que simplemente incline mi cabeza hacia un lado sin entender. ¿Acaso era Tsundere? Decidí ignorar este hecho y me Levanté en mis cuatro patas para dirigirme al vestidor femenino, lugar en el que habia dejado un cambio de ropa, ya que la mia habia quedado destrozada al transformarme.

Cuando llegué, no me sorprendió que no hubiera nadie, ya que la mayoría habia venido con la misma ropa con la que se iba. Agradecí que las puertas de la academia fueran grandes, ya que asi podia pasar en mi forma lobuna sin problemas. Me asegure de que no hubiera nadie antes de volver a mi forma humana, Cambiándome rápidamente para salir e irme al orfanato. Dias después, me llegó el resultado del examen, aceptandome en la academia para felicidad del orfanato. Mi vida apenas comenzaba a cambiar. Ya no abrían más persecuciones hacia mi persona

O eso creía

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Notas de la autora

Espero que les haya gustado el capitulo :D

¿Quien o quienes serán los que persigan a Ermine?

Por cierto, gracias por comentar ;D

Nos leemos pronto