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Una noche de frío invierno, dónde la nieve cubría las calles, y escarchaba los hogares, 24 de diciembre, Nochebuena.

Una noche en dónde las familias y amigos se unían al rededor del fuego del hogar, disfrutando juntos, olvidando, en su mayoría, viejos rencores, dándose regalos de amistad, contagiados por el "espíritu navideño" de la fecha.

Pero no todo era felicidad. En un desolado callejón, bajo la luz de un farol, tratando de mantener algo de calor, se encontraba un niño de azules cabellos, ropajes gastados y aspecto descuidado, no mayor a ocho años de edad, y aún así, no contaba con una familia, no tenía un hogar, tampoco vestiduras decentes, ni juguetes como muchos de los otros niños de la ciudad Sanctuary.

¿Cuánto tiempo llevaba así?, No sabría contestarlo, desde que tenía memoria vivía en las calles, siendo echado de todo lugar por no tener un aspecto mejor.

¿Su nombre?, Los demás indigentes le llamaban Milo.

Vivía vagando en las calles, buscando algún trabajo, cualquiera era bueno, con tal de tener algo de dinero, para comprar un poco de comida decente, sin que tuviera que sacarla del basurero antes de consumirla.

Pero nadie "requería de sus servicios", en realidad no lo contrataban porque nadie quería tener que soportar a un indigente, "olían fatal", su aspecto era "pésimo", "daban mala reputación al local", además de que "en cualquier momento podría robarles".
Y demás excusas que las personas superficiales inventaba sin siquiera conocerlos.

Su vida había Sido así, pero claro, había tenido sus momentos de suerte, como aquella navidad ocurrida años atrás, en la que había conseguido el abrigo que aún tenía puesto.
El estaba buscando comida en el contenedor de basura que estaba al lado de una casa, mientras los habitantes de esta se despedían después de haber celebrado la navidad, y de haber recibido sus regalos; al parecer al dueño de la casa no le había gustado su regalo, por ser un abrigo poco costoso y sin una marca reconocida, así que simplemente lo tiró por la ventana, para que cayese en la basura, pero terminó cayendo sobre él, y al pensar que nadie lo quería, simplemente se lo quedó.
De eso habían pasado varios años, y el  abrigo ahora roto (debido a los ataques de algunos perros u otros indigentes), y con la tela gastada, no alcanzaba a cubrir del frío su pequeño cuerpo, cada vez tenía más frío y sueño, temblaba demasiado en la esquina de un callejón, viendo a los niños pasar con sus padres entusiasmados, oía al coro cantar los villancicos, las personas pasaban frente a él, pero nadie le ofrecía ayuda, solamente le ignoraban como si no existiese.

Cada vez perdía más fuerzas, llegando a su mente vagos recuerdos, de la sonrisa de su madre Degel, de los abrazos de su padre Kardia, veía las escenas borrosas, como si hace mucho se hubiesen perdido en lo más profundo de su memoria, una sonrisa se escapó de sus labios.

Tal vez había una esperanza de que encontrase a sus padres, tal vez podría volver a verlos y cumpliría sus sueños de pasar una navidad "color de rosa" junto a su familia, tal vez sus ilusiones podrían hacerse realidad si los encontraba.

Ignoraba, que sus padres habían muerto asesinados, poco tiempo después de que el naciera, dejándolo solo a su corta edad.

La somnolencia se hacía más fuerte, parpadeando con pesadez, creyendo ver a sus padres sonriendo abrazados frente a él.

Había comenzado una tormenta de nieve en la ciudad, se recomendaba que se quedasen en casa, pero, ¿Y los que no tenían hogar?

El frío ya era insoportable, pero él seguía en su ensoñación, viendo a sus padres reír, corrió hacía ellos con las fuerzas que le quedaban, abrazándose los tres; finalmente cayó en un sueño... uno del que no podría despertar.
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A la mañana siguiente, cuando una empleada se disponía a sacar la nieve, encontró el cuerpo de un niño, cabellos azules, aspecto desaliñado, y ropas desgastadas, además de una sonrisa en el rostro.

🌲 Feliz Navidad y que la pasen muy bien, gracias por leer uwu

No pensaba publicarla pero da igual :v