Capítulo 14.

Error gruñó cuando su teléfono vibró por sexta vez, volviendo a rechazar la llamada de su madre. No quería hablar con ella. Tampoco podía abrir sus chats, pues había visto a través de las notificaciones que tenía más de veinte mensajes de su padre, Bluerror y sus hermanos menores. Supuso que Dust estaría pendiente a su contacto, por lo que, si lo veía en línea, no dudaría en llenarlo de mensajes.

Él realmente no quería responder ni hablar al respecto. Ese era otro día, había vuelto a escapar de la escuela. No había asistido a la escuela en dos semanas, si es que no son más. Todavía se negaba a ir al doctor a tratar sus heridas, especialmente porque no sabría explicar cómo cada día llegaba con nuevos moretones. Reaper había conseguido hacerle unos justificativos falsos en los que redactaba que el motivo de su ausencia a la escuela se debía a una enfermedad, por lo cual requería reposo. Sin embargo, no podía seguir así por siempre y Error sabía bien que, si no regresaba pronto, lo harían repetir el curso.

"—Pero es no me interesa..."—se decía a sí mismo cada vez que pensaba en entrar al salón. No podía soportar estar en la escuela, se le hacía tan sofocante.

Ahora mismo se encontraba descansando bajo el mismo árbol de siempre, Horror se había ido hace diez minutos por algo de comer. El azabache había quedado totalmente exhausto esta vez, pues el mayor estaba furioso por algo y decidió desquitarse con Error, quien no se resistió pese al intenso dolor que sentía por todo su cuerpo, incentivando al adulto a seguir golpeándolo al ver que nada lo detenía.

Este árbol seguía siendo su lugar secreto que, hasta el momento, sólo Horror conocía. Se acomodó, dispuesto a dormir bajo la sombra, ya que estaba demasiado adolorido como para ir a descansar a su casa. No obstante, su teléfono vibró una vez más, por lo que lo sacó molesto, a punto de apagarlo para poder tomar su siesta.

O ese era el plan, el nombre del contacto le impidió hacerlo inmediatamente, obligándose a sí mismo a sentarse y pensar en lo que haría.

"Geno", eso era lo que leía. Dejó que vibre tres veces más, decidiendo qué hacer.

Presionó el botón verde: contestar la llamada. —¿Hola...?

Escuchó un suspiro del otro lado de la línea, pero no pudo identificar si era uno de alivio o para calmarse a sí mismo. Finalmente, su hermano habló. —Hola, Error. ¿Cómo estás?

Se extrañó un poco ante su calma. ¿No le habían dicho lo sucedido? —Estoy bien...

—Hm, me alegro. Dime, ¿qué tal la escuela? ¿Ha estado difícil?

Esa pregunta lo dejó en blanco, no sabía qué responder. Abría la boca para hablar, pero la cerraba inmediatamente cuando ninguna palabra se le venía a la cabeza. ¿Geno había dicho eso de forma sarcástica o realmente tenía conocimiento de lo ocurrido? El menor incluso pensó en cortar la llamada en ese momento, siendo incapaz de explicarse a sí mismo.

—Entiendo, —Su hermano suspiró. ¿Estaba decepcionado de Error? ¿Lo iba a recriminar, le gritaría? —¿Quieres hablar de eso?

El azabache inhaló con fuerza, Geno escuchó eso desde el otro lado de la línea, pero permaneció en silencio, esperando pacientemente a su respuesta. El albino sabía que la conexión que él y su hermano tenían era fuerte, más fuerte que cualquier otra que podría tener con sus otros hermanos. Error era muy distinto, había cambiado drásticamente, pero para el mayor siempre sería su pequeño, esperaba que para el moreno fuese igual.

—No... no quiero hablar de eso. —Se quedó pensando unos segundos, como si quisiera decir algo, pero no sabía cómo hacerlo— pero quiero estar contigo...

Geno sonrió, aunque Error no pudiese verlo, estaba tan feliz. —Sí, por supuesto. ¿Dónde nos juntamos? ¿Quieres ir a una cafetería?

El menor negó, no quería abandonar el árbol, era su lugar más seguro hasta el momento. Le explicó al albino la situación, claramente omitiendo varios detalles y cambiando los hechos de otros. Esto fue suficiente para el mayor, quien, comprensivamente, accedió a ir al lugar que él desee.

Después de darle las indicaciones hasta su ubicación, terminaron la llamada. Geno no estaba lejos, por lo que no tardaría en llegar. Ahora Error pensaba nerviosamente en lo que pasaría, en si debía huir del lugar, si debía cambiar la ubicación o simplemente echarse y esperar.

No sabía bien lo que hacía, últimamente no pensaba sus acciones, sólo las hacía. Eso lo tenía tan frustrado, nada le salía bien y ahora su hermano lo vería en este estado tan vulnerable.

¿Qué diría sobre sus moretones? ¿Se preocuparía? ¿Le gritaría por dejarse hacer esto? No sabía qué pasaría, pero sus ojos picaban y sentía su garganta arder, tenía tantas ganas de llorar y no había podido hacerlo apropiadamente.

Se apoyó en el árbol a su espalda, totalmente cansado, tanto física como mentalmente, pero sus ganas de dormir ya habían desaparecido, todo había sido reemplazado por un estado de alerta y nerviosismo. Tenía miedo, estaba aterrado de lo que le dijera su hermano. No quería ser una molestia para el resto y eso es todo lo que había conseguido durante toda su vida, siempre era un problema para alguien, sus padres estaban decepcionados de él, eso es seguro.

¿Sus padres habrían sido más felices si él jamás hubiese nacido? Quizá jamás se hubiesen divorciado de no ser por él, pudieron evitarse tantos problemas.

Pasó su manga con fuerza sobre su rostro, no debía llorar, él era un hombre fuerte, si lloraba se reirían de él, sus amigos lo odiarían, lo volverían a molestar, nadie lo querría. ¿Por qué era tan débil? ¿Por qué era tan cobarde? Él no era feliz, ¿cuál era el motivo de seguir de pie? ¿Por qué seguía viviendo si todo sería tan genial sin él?

Sintió unos brazos rodearlo, instintivamente comenzó a patalear, sin saber quién le había tocado así. Su rostro estaba húmedo, ¿estaba llorando? No entendía qué pasaba, ¿por qué todo era tan confuso?

—Error, mírame, —Esa voz era de Geno, al oírla no pudo evitar incrementar su llanto, abrazando con fuerza a quien sea que le estuviese tocando, no le importaba si era su hermano o no, necesitaba sentir ese consuelo, quería sentirse querido— está bien, está bien... estoy aquí.

"Estoy aquí"

Error se recordó a sí mismo las palabras de su hermano mientras avanzaba por los pasillos de la escuela. Sus manos temblaban, aunque intentaba disimularlo.

Habían pasado cinco días desde que regresó a clases. Su grupito y Core le preguntaron incansablemente por lo ocurrido, pero él se negó a hablar. Su novia dejó de insistir y prefirió animarlo desde entonces, algo que agradecía profundamente. Nightmare y su grupo, por otro lado, decidieron ignorar el tema cuando se aburrieron de no recibir respuesta, aunque Dust intentaba sacar el tema de vez en cuando. Horror parecía evitarlo en un silencioso pacto que tenían entre los dos.

Sus brazos estaban llenos de vendas, permitió que Geno trate sus heridas en esa zona, pero en ningún otro lugar. Todavía podía sentir un dolor punzante cuando tocaba cierta parte de su abdomen.

"No irás al psicólogo, pero tendrás que ir a la escuela", esas fueron las palabras de su hermano, su trato fue ese. Según el mayor, debía distraerse de lo que le estaba molestando y hacer vida social era una buena forma. Suponía que en el fondo esperaba que el menor se diera cuenta, tarde o temprano, de que quería hablar de sus problemas con alguien. Él realmente dudaba eso, pero cuando Geno le explicó de lo preocupados que estaban todos, decidió obedecer y dejar de escapar. Si era tan cobarde para morir, ¿qué sentido tenía asustar al resto?

Se escuchó el timbre que indicaba que debían ir a sus salones, lo que significaba que tendría tiempo a solas, pues ahora mismo les tocaba educación física y, debido a su condición física actual, no podía ejercitarse. Posiblemente estaría sentado en una banca mientras veía a los demás correr, pero era mejor que nada.

—Me voy a cambiar, ¿me acompañas? —Preguntó Dust, sacándolo de su mundo. Error tardó unos segundos en procesar lo dicho. —Me voy a poner la ropa deportiva, después esta se llena de sudor, ¿recuerdas? —Aclaró al notar lo desorientado que estaba el moreno.

—Ah, sí. Claro...—de pronto la idea de ver a gente correr se le hizo desagradable. —No, primero iré al baño, luego te alcanzo, ¿vale?

Dust sólo asintió, sin notar realmente lo estresado que se estaba poniendo el azabache en ese momento. Tampoco notó cuando su mano se dirigió a su boca, como si intentase detener algo, ni cuando corrió desesperado al baño, con una sensación de nauseas gigantes dentro de sí.

Esto había pasado desde que regresó a la escuela, pero normalmente lograba hacer excusas para ir sin compañía a vomitar. Afortunadamente, habiendo terminado el receso, el baño estaría vacío.

Ingresó rápidamente, sus manos se sentían frías y estaba seguro de que su desayuno estaba a punto de ser expulsado de su cuerpo, por ello no le puso atención a su entorno, fue directamente a uno de los cubículos, agachándose justo a tiempo, evitando un desastre en el suelo.

Todo era tan confuso, todo tan irreal. Se sentía tan enfermo y no sabía por qué tenía una sensación de miedo constante.

Comenzó a hacer arcadas y a respirar agitadamente, sin saber si era porque todavía quería vomitar o porque la ansiedad que tenía le daba la sensación de querer hacerlo.

Estaba tan perdido de la realidad que lo rodeaba que no escuchó la puerta del baño abrirse.












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•Aclaración•

→Apariencia externa:

▻Geno: pelo blanco y hasta arriba del mentón, ojos casi rosados, pero a la lejanía parecen celeste claro. Su piel es muy blanca.

❪Lamento, lamento, LAMENTO que este capítulo sea tan fome, pero era necesario dar a entender que Error volvió a la escuela, por más aburrido que sea leerlo❫

⇢También lamento no actualizar ayer, como dije que lo haría. Mi clase duró más de lo previsto.

⇢Ah, otro motivo por el cual este capítulo es necesario es porque no quiero que la historia avance tan rápido, no quiero apurar las cosas. ¡Pero juro que estamos llegando a la parte que les interesa!

✃Capítulo sin editar✁


『✿-Cxnni-❀』

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