¿Algun día esa felicidad acabaría? Su mente estaba inundada de preguntas necesitadas de una caja de cigarrillos, había dejado los alucinógenos, ya tenía uno natural así que no le fue tan difícil apartarlos de su vida.

Se encariño con todos y eso lo asustaba, no quería dependencias emocionales, sabía que terminaría bastante mal, pero no había nada que perder. Le dolería perderlos, pero se ha acostumbrado a que todos se alejen en algún punto de su vida, así que cada día se preparaba para esa ocasión, pero con las únicas personas que no podría hacerlo eran Riki y Jungwon, eran las personas más especiales de su vida.

Se volvía bastante débil cuando se trataba de ellos dos, por ambos daría la vida.
Esa misma noche en la que les habían hecho la hermosa sorpresa cada uno fue a su casa, pues al otro día tendrían clases, y Sunoo se encontraba en el balcón de su departamento, fumando, tratando de olvidar sus miedos. Riki cada vez lo veía un poco más delicado y cansado y Jungwon hacia todo lo posible para sufrir en silenció, pero claro que Kim jamás le permitiría eso, o por lo menos no mucho tiempo.

Jungwon ahora era su responsabilidad, no se quejaba, el mismo quiso, pero no sabía que hacer, le pagaría la escuela, y estaría al pendiente de él, como su hermano mayor. Iba a hacer cual quiero cosa por él.

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Jungwon llegó al departamento de Sunoo a las 5:59a.m y justo cuando marcaron las seis en punto le mando un mensaje al chico, diciéndole que ya había llegado. Le costaba ser puntual, pero era lo menos que podía hacer, aun sentía vergüenza de que el mismo no pudiera pagarse sus necesidades, aun así estaba demasiado agradecido y juro pagarle el favor.

Kim salió casi de inmediato de aquel torre al recibir el mensaje del menor.

- ¿Preparado para tu primer día? - Kim estaba feliz, era un sueño cumplido que su mejor amigo estudiara junto a él.

- Tengo miedo - Soltó rápidamente, su estomago era un caos total, le dolía y en algunos momentos sonaba.

- Vas a estar junto a Jay - Wonie cambio su expresión por una de total felicidad - pero no en el mismo aula - Wonie rapidamente mostro una cara triste junto a un puchero - Pero van a estar juntos todos los recesos - Otra vez su expresión feliz.

- Vámonos rápido, ya quiero verlo.

Jungwon jalo a Sunoo casi corriendo hasta que llegaron a la gran escuela, ni siquiera habían abierto la puerta pero ellos estaban ahí, parados, solos.

- Ash, llegamos muy temprano - Yang se cruzó de brazos, indignado, ya quería que comenzará su primer día, aunque literalmente no estaba aún matriculado.

- Trajiste todos los papeles que te dije, ¿verdad?

- Si... Aunque, tuve que falsificar la firma de mi mamá - su rostro estaba triste, no le dolía tener que hacerlo, si no el por qué- ella no contesta mis mensajes ni mis llamadas, al parecer lo dijo muy en serio de no querer volver a saber nada de mi - Se sentía bastante triste, ni su propia madre lo apoyaba, se sentía tan miserable.

- No te preocupes, no lo notarán, yo hize lo mismo - Kim puso su mano sobre el hombro del contrario, tratando de consolarlo- además, si ella no te quiere hablar, es problema de ella, no se da cuenta del hijo tan hermoso que trajo a este mundo lleno de desprecio - Yang lo abrazo con todas sus fuerzas, ya había alguien que en serio lo quería y lo apreciaba, no necesitaba nadie más.

La gran puerta siendo abierta los saco de su burbuja, Sunoo miro a Wonie, tratando de darle confianza, entraron a la escuela, y para el menor era un misterio resuelto, por fin sabía cómo era por dentro, era demasiado grande, solo esperaba no perderse. Se dirigieron a Secretaría, hicieron todo el proceso los más rápido posible para que no perdieran clases y aunque la Secretaría les ayudó a acelerar la matrícula, perdieron la primera hora, a ninguno le importaba, igual ni iban a prestar atención.

Para su buena suerte, habían quedado en el mismo aula junto a Riki, que cuando los vio entrar por la puerta no disimulo ni un poco su sonrisa, alzando su brazo para que los chicos lo notarán.

- Chicos, hoy tenemos un estudiante nuevo - Todos tenían sus ojos puestos en Jungwon, la mayoría eran despectivas, sabían quien era él y lo que hacía. Se sintió muy mal por eso - Por favor, dinos tu nombre y algo que te guste hacer - Por suerte era jueves y tenían clase con la hermosa profesora Hyuna dos horas, así que fue bastante amable con él.

- Mi nombre es Yang Jungwon... Y me gusta la música - Lo intentó decir lo más rápido posible, le daba pena que todos lo mirarán.

- Tienes un nombre bastante lindo - Habló un chico de pelo castaño, dándole una sonrisa al pobre Yang muerto de pena.

- Eso cierto Taehyun - La profesora apoyó al chico - Jungwon, por favor siéntate a lado de él - señalo al mismo chico castaño que respondía al nombre Taehyun.

Kim y Yang hicieron una reverencia y se dirigieron a sus asientos. Wonie se notaba un poco incómodo.

- No sabes lo feliz que estoy porque los siete ahora estudiamos juntos - Riki le comentó a Sunoo, mostrándole su hermosa sonrisa un tanto cuadrada.

- Yo igual, solo espero que se logre acostumbrar - hizo un puchero, Riki aprovechó para robarle un pequeño "pico" que sorprendió a Kim, quien miro a su alrededor, percatándose de que nadie los haya visto, y no por pena, si no porque sabía que harían comentarios feos que tal vez lastimarian a Riki.

- No me importa quien nos vea - Dijo como si pudiera leer el pensamiento de Kim - y mucho menos lo que digan - se lo dijo en un pe que lo susurro bastante cerca de su oreja, haciendo que su piel se erizara.

Las clases continuaron y de vez en cuando Riki o Sunoo llamaban la atención de Yang para hacerle señas preguntándole que si estaba bien y en todas lo afirmaba, poco a poco parecía más cómodo.

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- Taehyun es bastante amable, me explicaba y pasaba sus apuntes - Jungwon habla feliz con Jay en el receso junto a todos sentados en una mesa de la cafetería - y también, cada vez que entraba un nuevo profesor, me decía quien era contándole pequeñas anécdotas. - Jay no parecía muy feliz, no quería ser celoso, pero se notaba que ese chico le estaba coqueteando.

- Que bueno que ya tengas más amigos - Jake estaba alegré, le asustaba que los demás lo trataran mal.

- Pues con ustedes me bastante completamente, pero no puedo negar que Taehyun sea amable conmigo - sonrió inocente, según él, solo estaba contando una parte de su día.

-¿Podemos dejar de hablar de Taehyun? - Jay ya estaba fastidiado con ese chico, no era la gran cosa.

- ¿Celos? - Cuestiono Hee alzando una ceja mirando directamente a Jay, haciendo que Hoon riera.

- No son celos, solo que podemos hablar de muchas más cosas y ese tal Taehyun solo le está coqueteando a Wonie descaradamente - Jay hablaba serio y eso logró asustar un poco a los demás, el jamás era serio.

- Hola Jungwonie ~ - Era aquel castaño que se apoderó de su conversación hacia solo segundos - Logre encontrar mi libro de Historia, toma, es para que te adelante un poco - El chico le extendió el libro pero Jay en un ágil movimiento hizo que Yang se sentarse en sus piernas y el mismo recibir el libro con un rostro serio.

- Emmm, gracias, disculpa haberte molestado - Jungwon estaba tratando de parecer lo más natural posible ante aquel acto de Jay.

- Si... - se notaba incómodo y tensó pero entendió lo que estaba pasando - entonces... ¿Si quieres salir conmigo mañana?

Y ese fue el límite de Jay, aquel chico había sido capaz de invitarlo a salir, invitar a salir a su Jungwon, no claro que no.

- No, el no quiere - Hablo rápidamente Jay. Todos observaban aquella situación sorprendidos - El tiene planes con su novio, osea yo.

El castaño se quedó mirando fijamente a Jay, con solo mirarse se estaban declarando una guerra, pero Tae solo asintió despacio, agradeciéndole por su "sinceridad" y "aclararle las cosas", todo lleno de falsedad, pero emprendió su camino saliendo de la cafetería.

- Wow Wonie, tu primer día y ya haces que dos chicos casi se maten a miradas por ti - Hee empezó a bromear.

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La jornada de clases ya había terminado, estaban exhaustos y todos ya se había ido para sus casas, menos Riki que fue al departamento junto a Sunoo.

Pero ahí, en la puerta de la escuela aún se encontraba Jungwon y Jay, tomados de la mano, caminando despacio hacia las afueras.

- ¿Quieres ir al parque?  si quieres te compro un helado - Jong Seong quería pasar el día junto a ese hermoso chico de ojos gatunos.

- Nosotros... ¿Somos novios? - Yang soltó la pregunta sin dudarlo, necesitaba saberlo. Ambos pararon de caminar.

- ¿Puedo ser tu novio?

- ¿Quieres ser mi novio?

- Obvio sí.

- ¿Por que estabas celoso? - Una pregunta bastante incómoda, él no era así.

- Porque te estaba coqueteando - Seong sentía bastante ira de solo recordar como aquel chico le miraba.

- Pero tu eres el que me gusta, de ti estoy enamorado, solo de ti - Esas palabras lo conmovieron demasiado, tan sólo la existencia de Wonie le bastaba para enamorarse perdidamente.

- Yo también estoy enamorado de ti, y por eso mismo no quiero que me dejes.

- No te voy a dejar.

Jay no pudo soportar más y lo besó, con ternura y amor, era un beso inocente, lleno de paz y esperanzas de que aquel amor joven perdurará para siempre y si no fuera para siempre, siempre lo recordarían como su primer y único amor sincero.

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Aquel sangrado por la nariz lo había hecho despertar, rápidamente caminó hacia el baño, tratando de que el sangrado terminará. Se sentó en el sanitario sobre la tapa de este, esperando quien sabe qué, y sobre la pared reposaba una báscula mediana. Hacia dos semanas que no revisaba su peso, así que la acomodo en el piso y subió sobre esta.

68kg, una cifra devastadora, el media casi 1.87, ese pero era muy malo, había bajado 6kg en muy poco tiempo.

¿Por que ahora? ¿Por que de esa forma? ¿Que había hecho para merecer eso?

¿Como iba a ser su final?