Capítulo 4: Salvados por la ciencia
Había algo molestándolo desde hace rato. Loey no iba a decir que hubiese dormido bien esa noche... no si esa cosa en su cabeza seguía apareciendo con tanta insistencia. Incluso cuando ya pudiera dormir en una cama real–no más el minúsculo espacio de su nave chiquita, eso ¡hasta nunca!–, si Loey no conciliaba el sueño en la (¿posible?) noche–siendo honesto, cómo la gente en el espacio calculaba la hora, Loey ya no la sabía por no tener su reloj de bitácora cerca–, todo era culpa de ese extraño e intrigante humano junto al que navegaba.
O sea... él sabía que las cosas en ese 'día' estuvieron un poco alocadas. Después de que pasaran la vida a través de sus ojos en la posible muerte a la que él (casi) los había llevado, nadie diría nada menor a eso. Pero lo que había pasado luego de esa aventura, no estaba seguro de si la podía comparar de alguna forma.
"¿Qué pasa contigo? ¿Acaso nadie te había tratado antes?"
Suspiró. De solo recordar lo que Hyun le había dicho, enloquecía. Ahí en ese cuarto al fondo de la gran nave en la que estaban, rodeado de esos aparatos tan extraños, subido (una vez más) en la mesa metálica y fría (en la que no olvidaba había pasado un momento igual de extraño por lo que se valía enrojecer de nuevo), no era capaz de entender por qué había hecho un tonto de sí mismo.
"N-No, yo en realidad no había... b-bueno, no de esta forma."
"¿De qué forma piensas que lo hago?" Escuchaba en su cabeza con la voz grave del Capitán que hacía horas lo había estado tratando (como dijo). Sentado junto a él en una silla que ajustó a su altura, mientras usaba guantes para proteger sus delgadas manos con pinzas y–lo que llamó– alcohol en algodón, pudo rememorar cómo se fijaba un poco de más en su ceño fruncido al repasar dichas cosas por su herida en su pómulo.
"Así, con tanto cuidado. Como si yo fuera..."
Gruñó al girar otra vez en su cama. El sonido se amortiguó por las sábanas debajo, pero eso no le iba a quitar que la memoria siguiera como una cinta sin pausa en su cabeza.
"¿Qué cosa?" Hyun le preguntó, y al alejarse un poco, ahí lo estaba viendo: esbozando una sonrisa ladeada. "¿De porcelana? Pff, qué ideas te estás haciendo. Hombre, solo hago mi trabajo. Nadie debería tratar a un paciente con rudeza. ¿O qué? ¿Esperas que te cure tus heridas a golpetazos?"
"N-No, yo no he dicho eso, solo pensaba..."
"Lo que sea que estés pensando, no. No lo hagas, basta. No te estoy dando ningún trato especial ni te estoy cuidando. Te estoy curando porque necesito que vivas para que me ayudes en mi misión como hemos acordado. Nada más. ¿De qué manera te han tratado para que pienses que estoy dando algo especial por esto?"
"Y-Yo..." Hyun lo había mirado, y bajo esos ojos negros, Loey percibió la burla, incredulidad, y quizá muy al fondo... lástima, esa que le hizo sentir tanta vergüenza. No quería ser visto de ese modo, pero se lo había hecho. Él solo. Ahora por algo quería que lo enterraran bajo mil metros en la tierra. "Gracias. Voy a cumplir con mi parte del trato. Y-Yo te ayudaré con tu misión. En serio."
"De acuerdo. Si no, olvídate de que siquiera te esté tratando. Hoy hemos tenido mucho, ve a dormir y mañana te levantas desde temprano para decirme dónde diablos queda tu maldito planeta," se quitó los guantes tras dejar su pinza y algodón sucio junto a la mesilla sobre una gaveta. Loey frunció el ceño, bien sabía que lo hubo arruinado. "Límpiate lo demás, seguro puedes hacerlo solo, ya que cuestionas el que yo lo haga."
"Hyun..."
"Tu nueva habitación está siendo puesta abajo en la bóveda junto a tu navecita. Ve directo allá cuando salgas, ningún otro lugar, ¿te queda claro?" No tuvo de otra, la cuestión y orden fueron determinantes por igual. Loey asintió. "Bien. Buenas noches, alienígena."
Ni siquiera decir su nombre había podido. Loey entendió bien que se había equivocado. Nunca debió hablar. En realidad, él no quería, era solo que no había sido capaz de ignorar la forma en la que Hyun le estaba dando tantas atenciones hasta ahora. Después de que hubiera hecho algo así de malo como casi asesinarlos (no por mano propia, vamos), que todavía Hyun quisiese asistirlo en tratar sus heridas cuando claramente no era algo que él debiese siendo Loey hasta un completo extraño...
Bueno, a Loey lo había cautivado. Hyun podría tener razón, él no estaba haciendo nada que una buena persona no haría. Tal vez Loey no había tenido su mejor vida hasta ahora, con la forma en la que se llevaba junto a sus compañeros en la academia, la relación tan peliaguda que encontraba en su familia y que hubiera cero interés amoroso que no fuese la fantasía novelesca donde el Príncipe Heredero, su Divinidad, lo conociese un día y se enamorara de él para permitirle cambiar su casta a la Azul como tanto anheló desde pequeño...
No era como si él pudiera decir que entendiese eso de cómo la gente normal ayudaba a otras personas sin motivos.
«Pero hay un motivo–su voz de la razón en su cabeza se lo dijo cuando Loey se acostó sobre su pecho en su nueva cama (la habitación que Hyun le había comentado era solo eso: una cama matrimonial en la bóveda junto a su nave chiquita, pegada a la pared de donde salían sus alimentos y agua junto al baño–un buen servicio si a él le preguntaban), acomodado con media cara arriba sobre la almohada–, Hyun te necesita para conocer Lumiscia».
Claro, también estaba eso. Loey no podía ignorar que en realidad... a Hyun le era importante solo por una cosa: él quería cumplir su misión (cualquiera que esta fuese), y si Lumiscia daba una oportunidad para que así fuera, no había otro punto que tratar. Tan pronto Loey le dijera a Hyun dónde se encontraba Lumiscia, lo regresase a su pueblo natal, y él explorara como bien había hecho en Escabeche (incluso cuando Loey no supiera del todo qué había ido a explorar, suponía eso también fue su culpa, por estar más distraído en sus propios intereses de exploración–como decía), no había más razón para cuidarlo.
Su vínculo ahí se quebraba. ¡Puf! Exacto, así, como humo, desaparecía. Bien había sido en parte esa misma que lo motivó a él dar la pequeña mentirita con Hyun cuando le preguntó las coordenadas que lo llevarían hasta Lumiscia (y obviamente dio con otro lugar; Escabeche apareció, obvio, nada que él planeara). Así como Hyun tenía su lado egoísta de quererlo solo como un apoyo, Loey también tenía su deseo de conocer otro par de cosas.
Después de todo, no había sacrificado casi hasta su vida para que en una semanita sin conocer nada más que un vasto negro lleno de puntos sin sentido que apenas lo tocaban en la lenta forma gravitacional del espacio, regresara a Lumiscia.
Se había aprovechado de que Hyun no conociera de Lumiscia y su ubicación para ir a ver algún otro lado. Y sin saberlo, Hyun había puesto en peligro su trasero (buen trasero, por cierto–no, Loey no había dicho eso), por su mentira.
Seguro bien se merecía que lo pusiera en ridículo dentro de la enfermería después de querer notar cómo quizá le había dado un trato especial (inexistente), y lo dejase ahí para que él solo se tratara luego de tal molestia, porque su mentira ahí lo había llevado.
"Pero eso no explica por qué he percibido un poco de pena cuando se iba," Loey murmuró aún contra todo lo que dijo. Como un loco, al hablar solo, suspiró por milésima vez en la cama y se tiró a la almohada para reprenderse aún por esa cosa. "¿De qué estás hablando, Loey Park? Eso no es cierto. Bueno, tal vez sí lo sea, pero la razón por la que Hyun sintió (o no) vergüenza al irse luego de lo que le has dicho no te debería importar. Él lo ha dicho: no está haciendo nada en especial, solo eres una parte de su trabajo. No más. Y tú también deberías pensar de esa forma. Estás aquí porque quieres aprender más del universo, de otras civilizaciones, mundos y personas."
Se volteó. Después de hacer un revoltijo con sus sábanas, Loey acabó sacándolas, y él estirado, con un brazo arriba de su cabeza y la espalda sobre el colchón, recargada su otra extremidad sobre su abdomen bajo esa playera sin mangas del nuevo conjunto de pantaloncillos negros por pijama–quién iba a decirlo, Loey Park usando ropa negra, definitivamente era un cambio–, sus ojos no miraron nada más que el gris del techo en la bóveda.
"Deberías realmente pensar en buscar cómo regresar a Lumiscia. Al menos luego... aunque no lo sepas ahora, no vas a poder fingir durante tanto tiempo solo por cumplir capricho de conocer todo esto. En lugar de estar pensando en cómo Hyun tiene vibraciones lujuriosas y avergonzadas cuando tocas junto a él ciertos temas," Loey lo pensó solo un rato. Recordar cómo percibió justo lo que dijo encendió algo en él de una, y con las mejillas prendidas, se maldijo por lo bajo. "Ugh, carajo."
Ni más de un mes podría tener conociendo al Capitán y Loey ya estaba de ese modo. Esto era ridículo.
Bueno, ¿cómo lo juzgaban? El Capitán estaba igual si en verdad había percibido bien ese deseo sexual en su persona. Cielos, si tan solo consideraba el gran parecido que tenía con quien hasta ahora había sido su eterno crush de infancia. ¿Por qué entre todas las personas, Hyun tenía que parecerse al Heredero?
¿Qué clase de novela juvenil lo había puesto en su universo alternativo donde la Divinidad se le plantaba en otra versión teniendo pensamientos lujuriosos por él e involucrando su mayor sueño de explorar fuera de Lumiscia?
Loey lloró como un niño. De verdad que esto era una locura. Había muchas preguntas sin respuestas si en realidad lo pensaba. Pero no quería, no lo iba ni a imaginar. Por ahora, solo se seguía diciendo que se enfocara, y sin importar la mentira, Loey aprovechaba.
Lo que viniese entremedio sería otra cosa. Si era capaz de dormir después de contarse aquello como un centenar de veces más... ya podía ver una ganancia.
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«No vas a creer lo que te está diciendo, ¿cierto, amo?», Hyun escuchó en su cabeza. Mientras Loey le indicaba el nuevo destino que le había indicado al desplegar su mini mapa junto a los controles donde él se sentaba ante el piloto, no le fue extraño escuchar la voz de su consciencia. Él mismo estaba pensando algo en relación, más aún luego de ver al alienígena. «¿Amo?».
"¿Ese es el lugar donde se encuentra Lumiscia?" Preguntó en su lugar con voz seria. Loey levantó de esa forma sus ojos del mapa. Se había entretenido un poco inspeccionando cosas dentro de este, como si fuera un niño con un viejo globo terráqueo que ni supiera la capital de su país, pero lo ilusionara descubrir las de otros. Con sus manos sobre la imagen desplegada del universo conocido por el humano en una minúscula bola, encontró su mirada antes de esquivarla en su respuesta.
"Sí, hum... eso creo, la verdad no veo por aquí Lumiscia, pero según mis cálculos debe estar cerca de estas... eh, coordenadas."
«Amo, no le creas, puedo detectar que está mintiendo», Zzar se lo dijo, pero no necesitó escucharlo de ella, para Hyun era demasiado obvio. Aquí la cuestión era por qué Loey ponía tanto empeño en mentirle cuando bien ni lo sabía hacer, y los llevaba a un mundo desconocido como si fueran de excursión después de lo que habían hablado en la enfermería. «Amo.»
Hyun escuchó en Zzar el tono de advertencia, sin embargo, él quiso darle el beneficio de la duda.
"¿Según tus cálculos?" Loey asintió, ya sin verlo. De nuevo, muy enfocado en su pequeño mapa. "¿Y tus cálculos te dicen que Lumiscia está en otro sistema solar?"
"¿Otro sistema?"
"Estamos en el sistema C48-Vía Qualitá, y tú quieres llevarnos al sistema Láctea-61," le señaló al girar su silla del piloto por completo, aun con la nave en modo hibernación para dejarles navegando sin ningún cuidado lejos del peligro y civilizaciones próximas. Al ponerse ante el mapa, expandió la imagen en su bola para hacerla como un cuadro indicando con otra función los puntos que le estaba señalando. Uno para la C48 y otro para la 61. "¿Te estás dando cuenta de que nos quieres llevar de aquí a veinte años luz?"
"Yo..."
"¿Has estado vagando en el espacio por veinte años luz, Loey Park?"
"Hyun, en realidad..."
"Porque te ves muy joven para haberlo hecho," sentenció, por supuesto, en la obvia idea de su mentira. Pero si Loey captó o no que él lo sabía, no le dijo mucho. Apretó sus labios, en lo que él bufaba. "Dime, ¿me habías comentado qué edad tenías?"
"¿Huh?"
"No recuerdo que me dijeras ese dato. Todo lo de ser parte de esta civilización de gente azulita, unos con poderes y ropa de color específica me lo sé de memoria, pero ¿acaso me habías dicho cuántos años tienes, Loey?"
"Oh, eh... no, creo que no," inclinó la cabeza, aún con su sonrisa. "¡Ah! Sí, claro, yo tengo 25."
"Veinticinco, ¿más los veinte años luz que te cargas?"
"Hum, Hyun, yo no..."
"¿Cuántos años crees que tengo, Loey?" A dónde esperaba ir Hyun preguntando esto era un misterio. Zzar estaba callada, a la expectativa. Y tan sorprendido como Loey se podía mostrar con sus ojos muy abiertos hasta las cejas arriba, Hyun solo fue igual de raro riéndose para su gusto. "¿Alguna idea?"
"E-Eh... no creo que seas muy viejo. O sea, te ves joven, pero creo que tienes esta aura madura a tu alrededor. No como madura porque seas un anciano, sino que hay ciertos conocimientos que a cierta edad tal vez no sean esperados, pero tú ya los has tenido. Eso no me deja calcular exactamente tu edad, más me confunde cuando pienso en ella. Pero definitivamente debes tener más de veinte años. No podrías ser un Capitán así de experimentado teniendo menos de veinte años..."
"¿Experimentado?"
"S-Sí, oh, ah, quiero decir..." carraspeó, con la diversión que incrementaba en su persona. "Con experiencia, experiencia laboral y otras. ¡N-No importa! Hum. ¿Qué preguntabas?"
"Mi edad."
"¡Claro! Tu edad, tu edad, bueno, esa... antes de contestar, ¿puedo hacer una cosa?" Se acabó su diversión con esa pregunta. Intrigado, Hyun frunció el ceño. De inmediato, Loey abrió la boca. Sin palabras ni respuestas, Hyun no se esperó que, en ese momento, Loey llevase su índice a tocar entre sus cejas. ¿Qué estaba...? "Esto... es una arruga muy marcada. Tienes años haciéndola. Por la forma en la que la siento hundida, yo diría que tienes quizá... ¿34?"
"¿Estás basando mi edad por la arruga entre mis cejas?" Preguntó, con el entrecejo mucho más fruncido. Loey retiró de una su mano, cerró el puño y lo pegó a su pecho.
"Treinta y cinco quizá. Perdón, no debí tocarte sin tu permiso, pero hiciste el gesto en el momento justo, y quería verificarlo. Sí, yo... creo que esa arruga está muy pronunciada. No calculo que tengas menos de veinte años haciéndola. No me gustaría pensar en un niño de diez haciendo una arruga como esa, quizá un adolescente como en sus quince podría, entonces, quince más veinte darían..."
"Tengo veintiséis años," reanudó antes de que Loey siguiera. No le había gustado hacia dónde fue con eso, no porque tuviese algo malo, solo... Hyun se sintió un poco expuesto. Expuesto no era la palabra. O sea... no tenía importancia. "Tus cálculos son incorrectos, así como también creo que lo son los que has dicho de dónde queda Lumiscia."
"N-No, yo... lo siento."
"¿Por qué? ¿Por pensar que un niño de seis no podría empezar a hacer su arruga entre las cejas o por mentirme a la cara?" Suficiente había tenido Loey con su engaño. No había llegado lejos, y supuso que no había necesidad. Fue un poco tonto por pensar que podría. "No vamos a viajar veinte años luz solo porque tú tengas alguna corazonada de que por ahí está tu pueblo natal. Hay que dirigirnos a un verdadero punto, lo que nos acerque de verdad a esa tan nombrada Lumiscia."
«¿Corazonada? Amo, usted sabe que no fue una confusión, Loey Park le ha mentid–».
"Pongo de regreso nuestra nave al lugar donde te he encontrado. Ese debe ser nuestro punto de partida, de ahí podremos escarbar un poco sobre los puntos más próximos que podrían ser Lumiscia," declaró, ignorante de cualquier comentario que Zzar le dijera, giró su silla de nuevo hacia los controles. Ahí exploró su historial de navegación para ubicarlos en lo dicho. "Ahí, ahí fue donde te encontré a ti y a tu navecita."
"P-Pero, Hyun, llevaba días sino es que tiempo más navegando lejos de mi planeta en el constante movimiento del espacio gravitacional. N-No creo que sea posible que en verdad encontremos Lumiscia como un lugar cercano a donde me has encontrado. Yo no veo Lumiscia ahí por ningún lado."
"No, pero puede darnos un punto de donde partir. Si hacemos algunos cálculos, señalando en el mapa la cantidad de tiempo que estuviste sobrevolando en el espacio, el peso de tu máquina y la temporada de este ciclo..." al hablar, metió todos esos datos, y de una, la nave le dio su respuesta: "... ¡Aja! Tenemos un total de dieciocho posibles destinos que serían Lumiscia."
"Wow..." Loey externó, y sin que él lo esperara, lo encontró parado más cerca, casi pegado a sus controles desde donde se permitía ver mejor la ventanilla frente ambos con la imagen de sus cálculos realizados por inteligencia. El mapa de su ubicación que abrió dejaba ver en su ventanilla frente el inmenso espacio un punto naranja parpadeando junto a muchos más de distinta tonalidad como los que había nombrado siendo su ubicación de encuentro y los posibles destinos (unos más lejos que otros, sin duda), pero era como ver los restaurantes y hoteles sugeridos por su navegador en cualquier móvil actual si a Hyun le preguntaban. ¿Por qué Loey se veía tan sorprendido y boquiabierto ante dicha cosa? Hyun solo podía dudar... y admirarlo. "¿De verdad hay todos esos otros destinos tan cerca de Lumiscia?"
"Es una posibilidad, alguno de ellos debe ser Lumiscia. Escabeche está un poco más lejos de todo esto, en realidad, nos tomará unos minutos regresar allá, pero creo que iríamos ya por un mejor camino siguiendo mi plan."
"¿Cómo es que hay tantos mundos ahí afuera y nosotros nunca nos dimos cuenta?" Frunció el ceño. No por intriga, más como por curiosidad. Ya entendía a dónde iba esa sorpresa. Loey no estaba hablando con él ahora. "¿Cómo nadie quiso ver esto en Lumiscia?"
En el brillo que Hyun pudo encontrar sobre los ojos de Loey al mirar más y más lo que se desplegaba en su pantalla, con esa boca entreabierta, se dio cuenta de otras cosas. Muchas, en realidad, había un anhelo innegable por el que Loey sin duda estaba mintiendo al decir que sabía las coordenadas a Lumiscia, pero le daba unas completamente erróneas.
«¿Y esa va a ser justificación por la que aceptaremos que mienta?».
Hyun conocía lo que era. Ese anhelo de algo más.
«Amo, su misión...»
"¿No dormiste bien anoche, Park?" El Luminian lo miró por llamarlo, pero su enfoque no estaba en él aún. Aunque lo viera, Hyun sabía que su mente estaba en otro lado. Lo leía mejor de lo que pensaba. "Te has mofado de mi arruga entre mis cejas, pero tú tienes unas espantosas ojeras."
"Oh..." trajo una de sus manos a su cara, y al pasarla por su mejilla como si eso fuese a aplanar lo que decía, Hyun lo vio hacerlo con sus brazos cruzados. "¿En serio? N-No me había dado cuenta."
"Más te vale que no estés muy cansado. Esto de nuestro trato aún no acaba, no hasta que encuentre tu maldito planeta. Te voy a llevar allá y haré lo que debo, aunque me lleve veinte años luz haciéndolo," ahí iba su divertido alienígena de nuevo, listo para oscurecer su piel por cualquier mínima cosa que le dijera. Qué bruto. "Ya llevas puesto el traje de exploración, no queda más que hacer justo eso, ¿no?"
"T-Tu nave me lo dio esta mañana. Esperaba que me diera mis usuales prendas rojas, pero... hum, sacó esto."
"Está bien, te queda, y como he dicho, lo necesitas. Voy a dirigirnos ahora a uno de estos puntos... Por aquí hay unos planetas ya identificados por el humano, pero al menos diez de estos no fueron nombrados. Bien podría ser uno Lumiscia, tendremos que probar," Loey asintió, inconsciente quizá, porque ya estaba viendo esos puntos que él ampliaba para ver los nombres en cada uno. Señalados los que no se nombraban. "¿Vas a quedarte ahí parado mientras manejo?"
"E-Eh..."
"Siéntate," le indicó con un par de golpecitos a su pierna. Dio lo que quería, en su totalidad, Loey explotó en ese color azul oscuro y su mirada por fin se fijó en él fuera del mapa, aunque lo evadiera. Hyun ya tenía bien puesta su atención en sí y no en lo del monitor ahora. "¿Qué pasa?"
Actuar inocente era lo que mejor le salía. Por supuesto, luego de congeniar en eso que no denominaría, Hyun necesitaba buscar cómo salirse con la suya.
"¿Hay algún problema?"
"H-Hyun, y-yo..." oprimió un botón a su derecha en su brazo. Eso materializó la segunda silla del copiloto que él (por su única presencia) había eliminado. A Loey lo asustó, obvio. Mientras pensaba en cosas que no debía, jamás se iba a imaginar que una silla junto a sí se iba a armar como piezas de Lego en tres segundos. "¿C-Cómo...?"
"¿Qué estabas pensando? ¿Acaso creías que te iba a sentar en algún lugar especial, Park?" Inclinó otra vez su cabeza, tan inocentón como no era, listo para ver cómo Loey se avergonzaba.
Se la merecía, todo por mentirle a la cara.
"N-No. Yo solo... me siento," terminó al tomar su lugar, y aunque fue extraño para él seguro–esa silla era muy distinta a la simplona de plástico que metió en su navecita–, consiguió quedarse ahí cruzado de brazos. "Gracias."
"Abróchate bien, Park. Será un viaje rápido," añadió tras activar por su cuenta los cinturones de seguridad. Otro grito ahogado por su parte.
A Hyun no le importó, sobre su risita baja, dejó que Loey se habituase. Sin tomar a consideración todas esas inquietudes y molestias que decía Zzar en su cabeza.
Al diablo con su maldita consciencia.
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Habían decidido ir al punto más cerca desde donde Loey y su navecita aparecieron. Según los reportes de Hyun en la base del Sistema, el planeta no estaba nombrado, pero se identificaba desde hace dos años. Ese era un tiempo aproximado para... lo que Hyun había buscado.
No encontraba un nombre en el planeta, pero algo era seguro en los reportes: tenía tiempo en su existencia y había fuente de agua.
"¿Es seguro ir abajo? ¿No encontraremos población vegetal que quiera matarnos como en Escabeche?"
"Supongo que con eso ya me dices que este planeta no es Lumiscia," manifestó tan pronto se pararon frente a la compuerta lateral. Loey había estado viendo por la minúscula ventanilla cuadrada que tenía esta; como ya había dejado el piloto tras finalizar el viaje espacio-tiempo, a unos pocos kilómetros de su destino, no había problemas con ellos abandonar sus asientos en la preparación de lo que se venía. Hyun había cargado bien sus armas (no podían faltar después de lo que había ocurrido), y Loey solo se había quedado a admirar, como ya tenía su uniforme puesto, a Hyun pudo despreocuparlo. Eso no importó, la sinceridad con la que Loey le dijo aquello (en su inconsciente forma de tratar las cosas), fue obvio para Hyun. E igual tenía sus ideas. "No importa, sea o no esta Lumiscia, igual iremos a explorar. Necesito revisar algo del planeta para ver si acaso encuentro lo que estoy buscando."
"¿Qué es lo que estás buscando?" Esa pregunta igual le vino de sorpresa. Hyun arqueó una ceja por obviedad, y aunque a Loey le costó decir más, a falta de respuesta, aun con la mirada gacha añadió: "O sea... quizá si yo supiera, te podría ayudar..."
"Agradezco tu interés, pero creo que aún no estamos en confianza para soltarlo. Recuerda nuestro trato: te requiero para ayudarme en mi misión y yo te regreso a tu hogar, pero tú no necesitas saber nada más de lo que hago," Loey asintió, aunque fuera a regañadientes. Hyun podía verlo porque era tan transparente, como un niño: con labios apretados y mejillas infladas. Soltó un suspiro, antes de activar por Loey su casco en su traje al borde del cuello en su uniforme (suerte que era uno nuevo, el anterior definitivamente se había descompuesto, ya debía estar en la basura). "Solo no te vayas lejos. No te quiero explorando por ahí ni tocando algo que no debas. Si quieres sobrevivir y regresar a tu mundo en una pieza, listo para contar todo lo que has vivido, será mejor que permanezcas cerca de mí, ¿de acuerdo?"
"Entendido y anotado, Capitán," Loey mocionó en mejor ánimo con su mano al estilo militar. Usar el casco le impidió llegar a su objetivo, y en realidad su mano golpeó contra la barrera, lo que le hizo murmurar un au, sin embargo...
Por más que a Hyun pudiera parecerle divertido, no mostró ni una sonrisa. Activó su propio casco, y sobre el anuncio de que habían aterrizado en el planeta X268–X como denominación "sin nombre, solo otro más a la lista"–, suspiró al voltearse hacia su compuerta.
"Vamos, hay que ir bajando."
"¿Hay algo que tenga que saber al menos sobre este planeta? Digo, antes de poner un pie sobre su suelo," la compuerta se abrió sola, en el proceso, sus escaleras se fueron deslizando de a poco, y como todas aún no estaban, Hyun se permitió escuchar al Luminian (con otro suspiro, medio hastiado). "No quisiera volver a pisar algo y que fuera una persona en miniatura o algún ser vivo en otra forma."
"No tienes que preocuparte por eso, según mi reporte..." Hyun abrió lo mencionado. En su muñeca, apareció la imagen holográfica en sus típicos tonos naranjas de la tecnología del Sistema, con el documento que informaba lo recabado del planeta. "... este lugar no tiene población, ningún tipo de vida. Se ha catalogado como extinta desde hace más de cien años."
"¿Y eso por qué serí–? Oh... oh, wow, esto es... ¿en serio esta es la superficie del planeta? ¿H-Hemos aterrizado?" Loey preguntó, quizá porque ya veía hacia donde él se estaba dirigiendo. Con la plataforma completamente abajo, Hyun se permitió descenderla. Loey no lo siguió a la primera, más sorprendido porque él lo hiciera, lo detuvo a media plataforma para verlo atrás con esa cara llena de sorpresa, ojos amplios y cejas hasta su coronilla con media frase cortada antes para entender su intriga.
"Sí, ¿qué pasa? ¿No piensas bajar, acaso?"
"No, espera, es que yo... p-pensé que aún estábamos sobrevolando, después de todo esto parece..." él entendió a lo que se refería. Con Loey aún sin palabras, Hyun lo supo. Ante ellos y si él se volteaba podía ver a solo unos pasos, bajo sus pies, una cosa.
"El cielo, ¿no? Sí, lo sé," respondió, ahora volteado y con la imagen en su muñeca apagada tras bajarla. Al ver la extensión del planeta, podía describir lo que a Loey dejaba impactado. Ese piso del que hablaba no era de tierra, eran nubes, o lo que aparentaba ser eso que él conocía como tal. Todo a su alrededor se veía de un azul tan claro, no había nada de vegetación, nada creado por civilizaciones para taparla tampoco. Solo un azul y la niebla a sus pies que se alzaba por las nubes blancas y esponjosas como el cielo. Era eso: ellos parecían estar caminando sobre el cielo. "Es algo muy distinto, ¿no piensas?"
"Es hermoso," Loey soltó, lo que inconscientemente le sacó un ceño. Hyun no describiría así un planeta, no precisamente si las cualidades de este podían asesinarlos y solo sobrevivían por el uso de sus trajes, mucho más si pensaba que en la mayoría de estos encontraría algo que los pudiera despreciar tan solo por ser de otras especies, pero...
Si Hyun se ponía a ver como Loey toda esa extensión, con su alrededor tan claro, la luz de un sol lejano sobre el que las nubes a sus pies brillaban, y sentía bajo su ropa el aire volar, fresco...
"Sí, es un lugar pacífico."
Por un segundo se quedaron de ese modo. Ambos al mirar el horizonte de un eterno cielo y sentir la brisa. Definitivamente hacía mucho tiempo que Hyun no encontraba una paz como esta. Incluso en el silencio y la soledad de su nave en el espacio, la sensación no era igual. Aquí podía ver un escenario hermoso, y acompañado...
Espera, ¿qué estaba pensando?
Lo que fuera eso, Hyun no lo cuestionó más. No cuando en su lugar, escuchó una risita y antes de voltear, vio a Loey correr a su lado. Sin que lo esperara, la criatura había saltado, casi como si se echase a una alberca.
"¡Park!" No tuvo que advertirlo. De cualquier modo, no hubo un mal resultado; Loey se hundió entre las nubes, y al desaparecer por un segundo, Hyun miró ahora con grandes ojos como si pensase que había perdido a un niño en el mar. Se estaba preguntando qué hacer, si acaso él saltaba igual para encontrarlo, cuando el cuerpo de Loey flotó, acostado.
"¡Wiiii!" Lo tenía ahí, sobre su espalda mientras movía sus brazos como mariposa, y al moverse solo un poco en círculos, la sonrisa que esbozó todavía bajo su casco (y sin ningún aparente daño por la entereza de su traje y cuerpo), le trajo a Hyun algo de calma. Una carcajada burbujeante del más alto consiguió su suspiro, que ni sabía que estaba reteniendo su respiración hasta oír cómo Loey le decía: "Tengo la teoría comprobada. Las nubes como suelo pueden ser como aguas. Es posible nadar guion flotar sobre ellas. Ya sea acostado o parado," le siguió, al poco rato incorporado y sobre sus pies de nuevo. Dejado en visto bueno sus palabras, pues estaba encima de las nubes como había estado sobre su espalda. Hyun en serio no podía creer que se hubiera preocupado, ¿qué le estaba ocurriendo? "Es realmente divertido. Hyun, ¿acaso lo sabías?"
"No tenía ni idea de que pudieras aventarte sin acabar estampado sobre el suelo," confesó, y aunque Loey continuó en lo suyo, aparentemente en lo que hacía pruebas sobre sus movimientos para notar que podía estar parado, sentado, acostado y hasta hundirse en esas nubes sin un gran temor de salir lesionado, ahogado en la consistencia de esta superficie tan distinta o manchado de alguna manera, ya no le dio importancia. Loey se veía como un tonto haciendo todo eso, un niño que jugaba en un nuevo lugar, con las más simples cosas para darle alegría. «Lindo». "Sabía que era posible caminar sobre esto, pero no esperaba que también se pudiera entrar hasta hundirse como si fuera agua."
"Es una extraña consistencia. Puedo hundirme y flotar en algunos lados, como que hay escaloncitos que me ayudan a subir y regresar al piso plano de las, eh–les llamaré–, nubes, pero no en todos lados. Aquí me puedo hundir más por ejemplo," Loey le indicó tras caminar tres pasos a la derecha, frente a él aún al borde de su plataforma, hundido hasta su cintura con las nubes cubriendo su mitad inferior, hasta que caminó a la izquierda y acabó completamente arriba. "Pero aquí no, está todo muy duro para bajar."
"Eso es algo que dice en el reporte que no me dejaste terminar de leer hace rato," mencionó, otra vez con su muñeca arriba para activar el documento. "La superficie de este planeta es inconsistente. No se pudo determinar qué químicos o minerales y cualquier otra cosa se encontrara en este niebla, vapor o... nubes, como quieras llamarlos, solo que no deja percibir precisamente en qué zonas el camino desciende o se alza. Muy posiblemente estos fueran los que cometieron la extinción de su pueblo o una consecuencia de esto mismo en un pasado, si acaso hubo alguno. Su nivel de toxicidad para el humano es infinito, no es posible sobrevivir sin el auxilio de nuestra tecnología."
"Ese reporte que estás leyendo, ¿es el mismo que te ha dicho lo de la vegetación en Escabeche? Sobre cómo sabías lo de las plantas vivas, sus problemas y por qué no era posiblemente un lugar para ser habitado por especies como las nuestras," Loey inquirió, ahora con sus manos que jugaban con el posible vaho de las nubes. De alguna manera, esa consistencia permitía también hacer formas. En lo que él bajaba y se ponía junto a sí sobre otro par de pasos que se había alejado en su salto, tuvo suficiente para verlo crear unas figuras como bolas, triángulos y... ¿esas eran estrellas?
"Sí. Hay un reporte para cada lugar que el humano ha visitado. Todo está aquí, en la base de datos del Sistema," reveló, sin saber por qué, ya que él no era muy informativo. Quizá le había dado una susceptibilidad ese espacio, después de haberse abierto un poco a ver las cosas de otra forma, o la torpeza de Loey se le estaba contagiando. En cualquier caso, se debía recordar su papel, no podía bajar la guardia. Sobre un carraspeo, se cruzó de brazos tratando de ignorar cómo Loey en su sonrisa bruta hacía corazoncitos de las nubes ahora. "¿Tienes otra pregunta?"
"Sí, ¿puedo ver esos reportes yo?"
"No," eso fue definitivo. Hyun se había mostrado muy amable hasta ese punto. Aunque vio la decepción en los ojos de Loey con cierta intriga, él se mantuvo firme. Era su hora de volver a su faceta seria. "Sígueme. Buscaremos lo necesitado y nos vamos. No más otros caminos."
"¿Cómo te voy a ayudar a encontrar lo que buscas si ni siquiera sé qué es eso?" suspiró. Ya recordaba por qué había preferido hacer esto solo. Tener una constante personilla que le siguiera haciendo preguntas que él detestaba contestar era... en realidad, un poco distractor.
Hyun extrañaba escuchar algo más que sus pensamientos. No decía que Loey fuese la compañía perfecta, pero al menos ya no se sentía como un loco por hablar solo.
"Lo sabrás tan pronto pueda encontrarlo. Tan solo... no necesito que tú hagas nada, yo voy a hacerlo," resaltó apuntándose al caminar. Desde su muñeca aún dentro del reporte del planeta, buscó si acaso hubiese de este un mapa o algo con lo que se pudiera guiar. Si no era eso, buscaría con alguna función de su tecnología. No perdía la esperanza, Escabeche había tenido su mapa, y aunque el estanque ahí estuviese cerca para ignorarlo, seguro le decía algo esto para dirigirse a hacer lo suyo más rápido. Sin importar tener detrás un perrito faldero. "Lo que tienes que cuidar estando acá es dónde pisas, porque, así como has dicho que este lugar es bonito por su extraña consistencia de cómo hay zonas donde puedes bajar y subir sin explicación, podrías caer en lo profundo dentro de un ho–"
Esa última vocal se extendió más de lo que Hyun habría querido. Por una obvia razón, si lo hubieran visto, lo sabrían. Solo les quedaba saber por Loey cómo de un segundo a otro, Hyun había desaparecido. Literal, se le esfumó frente a sus ojos, y al mirar justo a su lado donde el Luminian garantizaba que hubo un pequeño Capitán, ahora solo había... nada.
¿A dónde se le había ido su humano?
"¿Hyun?" Preguntó aun al mirar a cada lado, como si pensase su figura acabara apareciendo del mismo modo que se fue. Entonces, dio otro paso, pero antes de completarlo:
"¡Maldición! Park, no te acerques mucho," la voz de Hyun había regresado, como un eco. Loey abrió mucho sus ojos, casi como si creyera estos fueran para escucharlo mejor. De todas formas, Hyun no podía verlo, aunque lo escuchara, no sabía qué rostro ponía estando allá abajo. "Acabo de caer en un puto hoyo."
"¿Acabas de caer en dónde?"
"¡En un hoyo! No puede ser, justo cuando te estaba advirtiendo..." «si tan solo hubiera puesto más atención a su camino, amo», ah, sí, no podía faltar Zzar, la voz de su razón para reprocharle en lo que fuera. "¡Quédate ahí donde estás! Yo encontraré una salida."
"¿Qué compondrás una comida?" Loey repitió, sin entender del todo por el eco. Más que intrigado, terminó por espantar el humo de las nubes a su alrededor y abrió el espacio donde Hyun estaba a unos buenos metros. No podía ni verlo, pero al menos Loey ya tenía una idea del hoyo. Todavía interesado por escuchar, Loey se arrodilló al borde de este para llamarlo: "Hyun, ¿qué estás diciendo?"
Abajo, Hyun gruñó como poco humano. Incluso cuando estaba ahí, tirado, moviendo su tobillo que se había medio doblado en la caída, no le era comprensible cómo aún tenía que repetir las cosas.
"Dije que te quedes, no te vayas a–" sus palabras se volvieron a cortar cuando escuchó un grito extraño. Sin que lo esperara, ya tenía a Loey ahí abajo. Había caído dando vueltas, como si se hubiera ido de boca. En el transcurso, cuando llegó hasta su circular fondo, Loey había logrado evitar que su cara se estampara, y cayó mejor sobre su espalda. Fue un golpe duro, igual le escuchó soltar un uf que le quitó hasta a él su aliento; sin embargo, no tuvo cómo contestar. Cuando Loey murmuró el dolor y su tragedia, a él no le quedó más que suspirar lo obvio. "Claro, porque bien podía esperar que me fueras a hacer caso."
"N-No he sido yo el que se aventó, e-estaba... hum," Loey se quejó, y aunque fue evidente cómo le costó reincorporarse de una, al arrastrarse un poco hasta la pared nublosa detrás para quedar recargado, Hyun se pudo cerciorar de que al menos ninguno de sus huesos estuviese roto. Parecía que las superficies del planeta cielo no eran demasiado dañinas en impactos. Su tobillo tampoco se había torcido ni roto, solo se sentía lastimado. Como cuando caes de pisotón desde un segundo piso; Loey tampoco se había herido. "Me intentaba acercar para escucharte claro, pero no esperaba que la superficie arriba al recargarme fuera a caerse de un segundo a otro. Fue como si se desmoronara, y acabé aquí después de esa extraña... resbaladilla."
"Pero te he dicho que no te acercaras."
Por un segundo, no hubo una respuesta. En el siguiente, Loey agachó sus ojos, el oscurecimiento de mejillas en su rostro azul apareció, y luego...
"Sí... lo siento, no podía escucharlo."
Suspiro. Esto era una mierda.
"Bien, tenemos que buscar salir de aquí ahora juntos," rezongó, y al pararse de nuevo con apoyo de la pared detrás, Hyun garantizó que aún caminase. No había gran molestia, un pequeño escozor, pero nada que no supiera tolerar, había pasado por asuntos peores. Esto lo distraía. "¿Te puedes parar?"
"Si me das un minuto..."
"No tenemos un minuto, maldita sea," reclamó, y por supuesto, vio en su compañía un ligero malestar, por algo... Hyun soltó su aliento, antes de dejarlo estar. Qué importaba. «Se llama compadecerse, amo». Lo que fuera. "Tal vez sea posible que escalemos si usamos algunas herramientas."
Conjuró entonces una pica. Hyun había activado la herramienta en su cinturón, y al obtener lo imaginado, la pica apareció, lista para usarse si tan solo pudiera agarrarse de algo. No entraba en esta consistencia, la atravesaba, como golpear vapor. Al final, este se alejaba del toque sin apoyarlo.
"Carajo," lo intentó con otra cosa. Hyun fue a sacar sus palos, pero estos tampoco embonaban. No era como si los pudiera clavar, no encontraba aferrarse a algo. Una herramienta tras otra que pudiera imaginar del cinturón... todas eran un fracaso. "¡Maldita sea!"
"Oye, Hyun, tranquilízate. No gastes energía solo gritando," escuchar eso por detrás no le vino con gusto. El encanto de ese cielito se le había ido. Al voltear, molesto y con la sangre hirviendo para enrojecer su rostro, Hyun dirigió toda su frustración con la persona que tenía a su lado.
«Amo, aguarda».
"Oh, disculpa, olvidaba que debía hacer eso. Si no hubiera estado distraído con las preguntas tontas de otra persona, quizá me habría podido enfocar en darme tranquilidad y no gastar mi energía gritando."
«Amo...»
"B-Bueno, yo... disculpa que te hubiera distraído, nunca fue mi intención..."
"¿Sí? ¿En serio no lo era? Porque parece que cada que algo malo pasa, nunca es tu intención, todo siempre se da por un accidente, un descuido o una de tus torpezas," «amo, esta no es la forma de lidiar con nuestras emociones. Amo». "¡Si tan solo no fueras tan bruto!"
«¡Amo!».
¿Qué había sido eso? Hyun había... ¿había explotado? ¿Solo así?
Bueno, hum... esto sí que estaba escalando. Hyun tenía ciertos problemillas con la ira no tratada. Vamos, que gritarle de ese modo a un pobre chico con el que apenas había interactuado después de conocerse por meros días, en una misión medio fallida por un tonto error...
Se sostuvieron la mirada después de aquello por un rato. Hyun mientras respiraba, y aun con la sangre quemada bajo sus venas, no se retractó. No iba a hacerlo, ya deberían saber eso de él, era un hombre complicado. No muy deconstruido. Tenía sus problemas.
No fue como si Loey recibiera bien eso, obviamente le dolió. Sin embargo, a diferencia de lo que alguien se podría esperar después de tremenda enjaretada, Loey se mostraba más tranquilo. En lugar de tener una cara triste y desanimada, estaba consternado. Sus cejas se juntaban de a poquito, hacían esa forma de la que él mismo se había burlado por ver en Hyun confundiendo su edad, y aunque en él no se viese pronunciada, Hyun se halló imitándola tan pronto comprendió que no veía una respuesta clara.
"¿Qué? ¿En qué estás pensando?"
"¿Siempre has sentido ese dolor, Hyun?"
"¿De qué dolor estás hablando?" Hyun se desconcertó. Esa no se le veía venir, en lo absoluto. Sin que pudiera refutar, le había dado tiempo a Loey para levantarse. Y aunque se notara adolorido, no fue más que por un golpe de músculos y algún raspón. Nada que lo detuviese a plantar sus ojos por encima. "Maldita sea, Park, ¿por qué eres tan...?"
"No sé qué es lo que tengas, pero si algo te sirve de consuelo, espero que sepas que estoy contigo. Cuando tengo ese dolor en mi pecho, lo que hago para calmar es respirar hondo. Así, tres inhalaciones hondas, y luego..." respiró como si mocionara, sin importar que Hyun lo viese con la mayor de las dudas. Exhaló de último cuando puso sus manos sobre sus tensos hombros. "Sueltas. ¿Has entendido?"
"¿Entender yo? Tú eres el que aquí no ha entendido. Park, te estoy hablando. ¡Park!"
"Haz tus ejercicios de respiración, mientras yo me pongo a trabajar. Dices que no tenemos tiempo para distraernos, así que vamos de una vez a buscar nuestra salida," si quiso renegar de algún modo, no encontró cuándo. Loey había pasado por su lateral. Al quedar de frente ante las nubes que los rodeaban como botella, él se quedó ahí con toda su indignación y preguntas, sin poder obtener nada más que un ¿respira? ¿Qué carajos...? "Podré parecer un bruto, pero si te soy honesto, dentro de mi civilización mucha gente podría haberme considerado un Erudito. Quizá no tenga todos tus conocimientos porque lo que sea que te digan esos reportes que no me quieres compartir te dan una ventaja, y yo soy principiante en esto de los nuevos mundos. Pero bien sabré basarme en lo que veo. Es básico, el método científico: observación, medición, experimentar y hacer fórmulas que analizar para modificarlas. Con eso no tengo problemas. Y si algo puedo ver considerando lo que en este tiempo he aprendido, definitivamente en donde estamos tiene todas las características de un cielo, ¿no?"
No le supo contestar. Acababa de dejarlo en la nada. Hyun todavía estaba enojado, un poco confundido y quizá inquieto. Apenas se pudo girar, al verlo de brazos cruzados, mientras Loey solo sentía con sus manos la consistencia nublosa que desaparecía entre ellas, Hyun se quedó ahí esperando.
"Si esto es como un cielo, entonces... ¿crees que sea posible crear lluvia?"
"¿De qué demonios estás hablando?"
"Piénsalo un segundo, Hyun. Nosotros creamos lluvia, el agua sale de nuestros lados, sube de a poco, y nosotros con ella. ¿No sería esa la idea para flotar y sacarnos de esto?" Ahí se giró para mirarlo. Su sonrisa estaba de lado a lado, como si acabase de descubrir el mejor invento de la humanidad. Hyun no sabía ese cuál fuera, pero esta no se escuchaba como tal, si ya dejaba de lado sus emociones negativas e ignoraba cómo Zzar fue a regañarlo, tenía que ser honesto ante las cosas.
"Esa es una idea estúpida. ¿No habías pensado que podríamos ahogarnos?"
"Es una de las alternativas, pero por ahora se quedaría en la hipótesis. Yo diría que pasáramos a lo experimental y busquemos comprobarlo."
"Maldita sea, me acabo de equivocar. Tú no eres un bruto, tú... ¡estás chiflado!"
"Los mejores genios normalmente lo están, así que tomaré eso como un cumplido. Ahora, ¿acaso tienes otra idea?"
Como su boca solo se abrió para plasmar silencio, Loey retomó su punto.
"Bien. Entonces, no es muy común que en Lumiscia dentro de la Costa haya lluvias. Pero en las aguas es otra cosa, todas las noches había el incesante temor de que una tormenta nos tomara desprevenidos. ¿Qué habría provocado esas lluvias?"
"¿Hablas conmigo o lo haces solo?" Preguntó, aun cuando no tuviera idea de qué decir. Quizá eso ya le daba su respuesta.
Loey chasqueó sus dedos.
"¿No tienes algo en tus reportes que te diga cómo es posible crear la lluvia en este mundo cielo?"
"No, ¿por qué demonios pensarías que los humanos buscaron hacer lluvia en un mundo hecho de nubes? Eso sería... como inundar el planeta o algo parecido, quizá, no sé, yo..."
"Exacto, nosotros queremos hacer justo eso. ¿Estás seguro de que no lo hay?" Frunció el ceño. Normalmente Hyun no dudaba de sus palabras, pero para la forma en la que Loey lo estaba tratando ahí, después de haberlo descolocado desde hace rato, comenzaba a sentirse tan extraño. "Déjame ver, yo podría buscar al respecto."
"No. Lo he dicho, si esta es una forma que tienes para intentar meterte con mi información, olvídalo. No voy a dejarte ver nada, es un no definitivo."
"Te cuesta confiar en otros, ¿no es cierto?" Se hizo un paso atrás. Esa confesión lo había golpeado, ¿quién se creía Loey para decirle semejantes cosas? ¡A él! ¡Al Capitán Byun Hyun! "¿Alguien te hizo daño para que estés tan a la defensiva? Está bien, Hyun, a todos nos pasa. Pero no te tienes que amoldar por un problema. Yo soy distinto, solo intento ayudar."
«Tiene razón, amo, Loey Park dice la verdad ahora». Hyun no sabía con qué sentirse más atacado, si con Loey por querer darle esas respuestas como si empezase una terapia, o con su consciencia por respaldar lo que decían.
"Vete a la mierda."
"Ok, supongo que tendré que hacer esto solo," Loey no le tomó importancia, aun con su impotencia por lo dicho, se volteó y le dio otra vez la espalda para dirigirse hacia su pared nublosa. "Tiene que haber algo aquí. Las nubes... deben estar hechas con algún químico... si tan solo pudiera analizarlo."
«Amo», suspiró, ahí iba de nuevo esa traidora. Hyun quería tanto apagarla. «Tiene que dejar la furia atrás, este no es momento de expresar sentimentalismos. Recuerde su entrenamiento».
Desgraciadamente Zzar tenía razón en eso. Hyun se había dejado llevar mucho por cosas innecesarias. Sus sentimientos..., incluso cuando Zzar le dijera cómo era importante saber expresarlos para sobrellevar una mentalidad tan sana como fuese a favor de su misión, también debía entender el momento en el que tocaba reservárselas. Este lo era. Hyun había sido entrenado por más de cinco años en ese arte de saber controlarse como para que solo por un pequeño desperfecto de un simple alienígena se fuera a desmoronar.
Necesitaba enfoque. La misión iba primero que todo. Loey quería ayudarlos, ¿no? Tal vez él también podía. Y con el agua... ambos se iban a beneficiar de un modo.
"Los humanos ya habían creado lluvia artificial hace mucho tiempo," soltó, un poco bajo, y sin que sus ojos fueran más arriba. Puestos sobre su lateral, cruzado de brazos como desde hace rato, Hyun no vio cómo Loey giraba su cabeza en su dirección, atento sobre sus palabras. "Cuando los tiempos se complicaron para las naciones y no hubo lluvias durante años, afectando agricultura y en general la población humana, se empezaron a modificar las nubes a su antojo para obtener la lluvia."
"¿Qué fue lo que usaron para crear lluvia?"
"Yo..." apretó los labios, esto era más difícil de decir, Hyun no expresaba frases como estas, pero tenía que ser sincero. Si quería ayudar, necesitaba hacerlo. "No lo sé, pero puedo investigarlo."
"¿Leyendo tus reportes para mí, acaso?"
"No tendrías tanta suerte, Luminian," declaró, ya con sus ojos sobre los contrarios. En esa cara azul vio una gran sonrisa. La razón por la que Loey la tenía fue incierta para Hyun, él no se la devolvió. Con ceño junto y manos sueltas, fue a revisar los informes en su muñeca. Tal vez el reporte del planeta no decía lo de la lluvia, pero no era algo que no pudiese checar en la red humana. "Según mi investigación, la lluvia artificial se ha hecho con yoduro de plata."
"¿Qué es el yoduro de plata?" Frunció el ceño, ni él sabía, por supuesto, porque no era un científico. Sin embargo, que Loey no lo supiera en la imaginación de que él podría tener más ese conocimiento por cómo había hablado del método científico (que ni él recordaba), le había parecido extraño.
"Debe ser algo de los elementos, como lo de la tabla periódica."
"¿Tabla periódica?" Loey continuó con la cabeza un poco inclinada.
"Es evidente que si Loey Park es de otro planeta no conocerá los mismos términos que usted, amo–Zzar llegó al rescate para ambos, esta vez, en sorpresa de Loey que brincó porque no se la esperaba, se materializó en su forma perruna sobre el espacio que dejaron entre los dos, y su comando de voz se vio activado, incluso sin que él lo autorizara. A veces, Zzar podía hacer las cosas sola, cuando era necesario, al menos esto podría despreocuparlo–. En el desconocimiento de su especie y lengua, no podría darle una traducción a Loey Park para que se entendieran sobre estos puntos, pero estoy segura de que él debe conocer alguna otra información sobre una tabla periódica que exista quizá en otro nombre para su especie, donde enlisten minerales y elementos de su mundo como nosotros poco conocemos."
"Oh, tú estás hablando de alguna especie de elemento, como material que podamos implementar en la consistencia de las nubes para crear artificialmente la lluvia," Loey prosiguió, y ya que Zzar había asentido más en su respuesta, las cosas quedaron claras. "Entiendo. Entonces, yoduro de plata, hum... ¿dónde encontraremos eso?"
"Su cinturón, amo," Zzar les ayudó, y aunque Loey se viese un poco inquieto porque con él se estaba dirigiendo sobre ese mismo apelativo–a Hyun también lo intrigó, ¿por qué Zzar le decía amo a Loey ahora?–, miró lo señalado, en ese punto lateral donde salían sus armas. "Si lo imagina, puede obtener cualquier arma, ¿recuerda?"
"¿El yoduro de plata puede ser un arma?" Loey le preguntó, y él solo se encogió de hombros.
"Cualquier cosa puede ser un arma si sabes cómo utilizarla para eso," solucionó. No estaba seguro cómo era el yoduro de plata, mas, si se basaba en la imagen que había visto desde su investigación, podía imaginarlo. Al conjurar dicha cosa, Hyun puso su mano en su cinturón y obtuvo ese extraño polvo amarillo en un frasco. Si acaso era posible tocarlo con la piel expuesta o no, Hyun se despreocupó. Al final, traían los trajes, y para su tecnología, imaginaba estar a salvo. Se lo entregó a Loey igual, él aquí era el científico, ¿no era cierto? "Toma, haga los honores, señor erudito."
"Tomas eso como burla, pero yo sigo viéndolo como cumplido," Loey le dijo con cierto toque de reproche infantil en su tono. Inconsciente o no, esta vez sí provocó un ligero temblor en la punta de su boca. Donde Hyun se resistió a formar una sonrisa. "¿Qué se supone que hago con esto, Zzar? ¿Solo lo rocío?"
"Hay un proceso que seguir, pero fundamentalmente sería eso. Voy a ayudarlos con lo demás, usaré mis mecanismos de inteligencia para acelerar el mecanismo," eso fue todo lo que su consciencia dijo antes de desaparecer frente a ellos. Y a donde sea que hubiera ido, a hacer qué cosa–Hyun en verdad se preguntaba qué tanto control tenía Zzar a veces, aunque él fuese ahí el amo, en realidad, quizá ella tenía más acceso a algunas cosas de lo que él pensaba–, los dejó ahí de nuevo. En la expectativa.
Se encogió de hombros cuando Loey lo vio después con cierta duda. Sin otra alternativa, Loey hizo lo que pudo. Abrió el frasco y esparció ese polvo a sus pies. En las nubes que los sostenían.
Acto seguido, Hyun sintió una brisa correr a su alrededor. De dónde vino o cómo empezó a fluir con más fuerza, eso fue algo que él no supo. Frío se sintió pronto, y en la extraña consecuencia de todo aquello, un retumbar de lo que aparentaban ser truenos crujiendo en las paredes se escuchó antes de que el agua fluyera. De a poco y como una regadera, Hyun vio que salían a su lateral, de la misma manera que el piso se iba llenando. Había funcionado.
Crearon lluvia.
"Lo hicimos," Loey lo dijo, y en la alegría que rebotó con su risa y una palmada al aire, Hyun siguió sintiendo cómo el agua escalaba de a poco hasta casi cubrirlo a la cintura. "¡Funcionó! Realmente lo hicimos, Hyun."
"Todavía no cantes victoria. ¿Crees que con esto flotaremos?"
"Oh, bueno... flotar como tal no lo haríamos si no sabemos nadar. Pero imagino que puedes hacerlo, después de todo, estás capacitado para este tipo de cosas, ¿no, Capitán?" Hyun apretó los labios. Ah, sí, nadar, eso era lo que necesitaban. Cómo no pudo pensarlo. "¿Hyun? ¿Sabes nadar?"
"Claro que sé, ¿por quién me tomas?" Esa respuesta no era lo mismo que Loey percibía. En la inseguridad que podía sentir Loey de Hyun, se acercó un poco a él y lo tomó por los hombros, como si quisiese darle algún apoyo. Hyun no lo vio del mismo modo, al alejarlo con un golpe y quitárselo de encima, lo dejó claro. "¿Qué estás haciendo?"
"N-Nada, bueno, yo solo, hum..."
"No necesito ayuda, ¿no te he dicho? Sé nadar, Park."
"Sí, claro," Loey no le dijo mucho luego de aquello. Hyun tampoco. Mientras el agua fue subiendo y ellos con esta en su obvia acción, pudieron salir como esperaban del hoyo.
¿El problema? Ahora la lluvia no paraba. Las nubes incluso en la superficie arriba estaban inundando el planeta. Como lo habían dicho: habían conseguido que el mundo cielo acabase repleto de agua.
"Hyun, c-creo que hemos desatado un diluvio, ¿cómo paramos esto?" Loey ya le estaba diciendo, mas, sin preocupación, Hyun caminó con más agua hasta su cuello para patalear con sus piernas. "¿Hyun?"
"¡No lo hacemos! Nosotros salimos de aquí, ¡ahora!"
"P-P-Pero..."
"Vámonos," fue una orden. Hyun braceó sus siguientes movimientos, y al nadar hasta su nave a unos metros, comandó el despegue tan pronto estuvieron en la plataforma.
Mientras se iban elevando, Loey vio por la escotilla de su compuerta cerrada cómo ese planeta de nubes había desaparecido por completo. Estaba inundado, ya no se veían las superficies nublosas de hace unos minutos, era pura agua, como un eterno mar, y los cielos que se habían visto azules claros con la brisa cálida se transformaron en un gris distinto, de un aire congelado.
Ya no iba a sentirlo, pero verlo incluso a la lenta lejanía pudo con él en algo.
"¿De verdad hemos dejado ese planeta a su condena?" Loey preguntó. Fue un poco al aire en realidad. Hyun había desactivado su casco, y al quitar sus botas para sacar el agua que de ellas se trajeron, apenas lo escuchó, aunque dio una respuesta.
"Seguro parará la lluvia sola. Todo tiene un fin, de cualquier modo. Civilizaciones mueren, planetas explotan..."
A Loey no le gustó mucho eso. No supo tampoco dialogarlo, aunque bien lo hicieron para sobrevivir y él trajo la idea, en la suposición de que Hyun seguramente estaba hablando desde ese punto de vista, lo que en él percibía era muy distinto.
No se lo podía señalar. Loey estaba en una especie de punto intermedio donde mencionar algo podía ponerlo a él en evidencia como molestar su interacción. Al Hyun volver incluso descalzo hasta él para desactivar su casco–que aún parecía no saber cómo utilizar por su cuenta (debía haber un botón por ahí en su cuello, solo no lo había visto)–, cortó la charla de un tajo.
"Ve a cambiarte. El uniforme tiene un sistema de secado, pero creo que va a ser muy difícil para ti usarlo, y puede ser incómodo activarlo mientras lo estás vistiendo. Descansaremos hoy, mañana volveremos a intentar buscar Lumiscia," dio un asentimiento sobre aquellas palabras. No tuvo más, al final, Hyun tomaba aquí el papel de líder.
En la lejanía que Loey puso al seguir su (al menos) conocido camino del elevador a la bóveda, sin ningún otro comentario, Hyun quedó ahí cerca de su compuerta y la zona de comandos. Entonces, esperó hasta que Loey hubiese bajado. Fue ahí donde pronto pudo configurar en su muñeca el modo nado de su traje para apagarlo.
Listo aquello, tal vez era tiempo igual de que fuera a cambiárselo, pero...
Bien supo cómo había aún una actividad antes del descanso.
Hyun se dirigió hasta su enfermería, misma donde estaban aparatos de investigación, con un mini laboratorio cerca del frigorífico. En esa mesa de metal detrás de la camilla donde ya había tratado al Luminian (dos veces, en tan poco tiempo–bueno, siquiera hoy no le había tocado), exprimió sus guantes para obtener en un frasco algo del agua que recopiló del mundo nubloso.
Entonces, la analizó. Como muestras, Hyun usó su equipo maestro para obtener resultados...
Negativo. Con ese tono rojo, obtuvo otro suspiro. Bien, de cierto modo, debió haberlo esperado. Esto era tan típico.
¿De verdad iba a encontrar lo que buscaban?
"Método científico," murmuró, por alguna extraña razón mientras se recargaba con sus codos en la mesa y sus manos en su cara cubierta, como si recordar lo que había pasado le fuera a dar una respuesta positiva a esto. A pesar de aquello, se rio por lo bajo, destapado su rostro con la vista al frente, sin mirar nada en específico. "Eso fue muy bien jugado, nada mal para un erudito."
«Amo–Zzar le habló en medio, y aunque (como siempre) no fuera a esperarla, la escuchó después haberla querido solo ignorar todo el día–, mis informes me indican que el planeta X268 ha explotado. La cantidad de agua esparcida en este afectó de manera negativa su composición y su núcleo se disparó, pero nosotros ya estamos lejos para vernos afectados por la gama de dicha consecuencia».
Así que habían asesinado un planeta. Bueno, ciertamente no existía población alguna de la que se preocuparan por temer asesinar como tal alguna cosa, pero... ¿en realidad estaba bien dejar pasar aquello?
Como a Loey le dijo: planetas explotan...
«Amo... ¿gusta que elimine del sistema de datos el informe de X268?».
"No. Zzar, ¿podrías hacer una modificación en el reporte en su lugar?" Zzar lo escuchó, aunque no pudiera verla, Hyun sintió su interés en lo que decía: "Borra la parte de X268. En su lugar, renómbralo."
«Voy a acceder a la configuración del sistema que la nave me ha dispuesto, amo. ¿Cómo desea que renombre el planeta?».
"Que se llame Cielo."
«¿En su lengua natal, amo?».
¿Había hablado en otro idioma? Hyun apenas lo había notado, hace tanto que no se recordaba hablando esa lengua.
"Sí, de esa forma, en mi lengua."
Por los que no se habían salvado.
«Entendido, amo».
・゚✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚✧:・
Tarde, pero con seguridad, aquí vengo a traerles otro capítulo de la historia~
He estado muy emocionada haciendo la historia, y obvio me gusta mucho lo que he hecho con ella, pero ¿saben? Como los momentos que actualizo se ven solo una vez al mes, muchas veces siento que ya ha pasado mucho tiempo en la historia, cuando... en realidad ellos llevan apenas menos de un mes conociéndose 😅
No puedo adelantarles tanto, y todo lo que quiero que ya pase entre ambos, tendrá que esperar. Así que, deseo puedan aguantar conmigo que vamos a ir lentito en un inicio para que algo entre estos dos realmente ocurra... cuando se venga, créanme, no habrá nada que los detenga 👀🔥
💥 ¿Qué les ha parecido? ¿Algún comentario sobre lo leído en este capítulo?
💥 ¿Qué opinan sobre cómo Loey le contestó y está tratando a Hyun ahora? Él podrá ser un poco miedoso, fácil de avergonzar y medio inexperimentado, pero también tendrá sus cosas para saberse defender contra el humorcito de su Capitán 🤨💪🏻
💥 ¿Nuevas ideas sobre lo que a Hyun le pasa y lo que busca? Creo que aquí se dieron unas pistas (unas más obvias que otras), pero no hemos llegado al fondo de todo... aguanten ahí también, hay mucho que desentrañar y... no todo es lo que aparenta 👀
¡Muchas gracias por leer hasta aquí! Quizá esta vez no tuvimos mucho movimiento o batallas, pero espero igual les hubiera gustado, ojalá así siga siendo en lo que viene pronto, ¡hasta entonces! Nos leemos~ 💙
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