Capítulo 1: Encontrando el objetivo
Era extraño para Hyun cómo mucha gente decía que le daba miedo el espacio. Según la noticia en su móvil sobre su muñequera, más del 63% de la población en la Nueva Tierra le tenía una fobia. Para estar en el año 3012 con todos los avances de la época, las razones por las que la humanidad no había terminado extinta y el modo en el que eso dio la posibilidad de establecerles un sistema para manejar todo lo que a su especie le hacía falta de ponerse a la par con el resto del universo, sonaba hasta estúpido.
¿Qué tenía el espacio que le asustaba tanto a las personas? Él no lo sabía, tal vez porque más de la mitad de su existencia le pertenecía a esto, pero si algo le generaba el espacio a diferencia de ese resto de personas, era una cosa completamente distinta: a él le daba asco.
"Llamada entrante del cuartel general en la base coreana del Sistema de Seguridad Intergaláctica. Capitán Primero Byun, ¿desea crear la conexión?" Se escuchaba absurdo que hasta lo dijera. En esa posición donde él estaba, inclinado solo un poco en una mala posición sobre su silla de piloto, aunque el automático llevase el camino en el espacio, no muchos lo iban a tomar en serio. Una persona a la que le daba hasta repulsión todo esto del espacio, las estrellas, planetas nuevos y alienígenas no podría estar ahí como él portando su uniforme negro dividido a la mitad como chaqueta, con pantalones, botas y hasta cinturón de armas habilitado por las cuatro estrellas que tenían en sus hombros. Pero esa era su peculiaridad.
Que dijera odiar lo que había del mundo exterior no significaba que no tenía una idea de con quién estaba en deuda por el resto de su vida.
"Conexión accedida. Capitán Primero Byun Hyun de la nave 0492-6107 al habla. ¿Con quién tengo el gusto?" Con la idea tan fresca luego de desactivar el móvil de su muñeca y desaparecer esa noticia que algún vago escritor mal pagado de revista en la Nueva Tierra habría sido quizá obligado a escribirla para ganarse unas monedas extra, se recompuso. Quedó acomodado en su silla, y cuando la pantalla naranja en su ventanilla principal al frente de su panel de controles comenzó a desplegarle la señal, esa imagen que solicitaba se comenzó a dibujar en una clásica figura conocida. Solo unos segundos antes de que ella lo pudiera mirar, Hyun tuvo la oportunidad de esconder su sonrisa. No iba a permitir que esa mujer adulta que le ganaba solo por tres años en edad lo viese observarla con este tipo de gestos. Ni por su hermosa cara que parecía pincelada por los viejos artistas que solo perfección harían, con ese rostro ovalado de una barbilla y nariz finas, su boca pequeña de labios rellenos pintados de negro le podían llamar, pero él no iba a hacer más que enfocarse en esos ojos oscuros pequeños suavemente delineados faltos de cejas y largas pestañas que igual daban un aire de empoderamiento. Tal vez su nuevo corte que dejaba su cabello negro y lacio sobre sus hombros remarcados por cinco estrellas conseguía descolocarlo un poco más, pero él no estaba para que lo confesara. Ante esta llamada, él era solo un funcionario más, en su alcoba... ya era otra cosa. "Mayor Kim TaeYeon, ¿a qué debo el honor de su presencia?"
"Capitán, solicito el reporte en su misión. El Sistema no ha sido actualizado con su avance, y la fecha límite de entrega se me indica que ha pasado el día anterior. ¿Hay alguna razón para que usted pudiera olvidar subirlo? ¿Alguna anomalía?"
Sonrió solo un poco de lado. No lo hizo con la mejor de las intenciones, sabía que la fecha del reporte se le había pasado, incluso cuando el tiempo funcionara distinto estando en el espacio y los días y noches no parecían tener repercusión en su perspectiva cuando lo único que había al asomarse por la ventana era un vasto negro rodeado de la nada misma, no desconocía el calendario de la Nueva Tierra. Su traje y nave jamás se lo permitirían, en el intento por mantener su sanidad, a Hyun lo habían provisto de un par de herramientas para evitar que se volviese loco acá arriba solo.
La misión en la que se había metido lo requería de esta forma. Era un protocolo, por más que cualquier capitán tuviera siempre alguna tripulación, aunque fuese un copiloto para que lo acompañara, Hyun había aceptado estar ahí sin ninguno como el Sistema lo indicaba en la escandalosa misión F.I.R.E. que habían abierto al público de tripulaciones especializadas para que alguien tomase el honor de llevarla.
Hyun sabía lo difícil que era, nadie quería tomarla sin importar la cantidad de dinero que dieran hasta para retirarse a temprana edad al final de ella, porque lo que requería era una locura. Pero a él eso no le iba a importar, tampoco el dinero, él estuvo listo para inscribirse cuando vio lo que significaba. Tener un asistente de control emocional había sido la única cuestión extra que le habían dado para evitar llevarlo hasta el delirio luego de los meses en los que se había encontrado bajo exploración lejos de casa, y estaba seguro de que Zzar le había ayudado en lo necesario hasta para ser una más que le recordara sus deberes con su puesto.
Sin embargo, si acaso no lo había hecho no se debería a perder su salud mental aún después de esos seis primeros meses que llevaba de ese año en casi un completo aislamiento, sino por ver otra vez esa carita.
"No, nada que deba reportar, Mayor. Una disculpa, debí haber perdido el tiempo, mi reporte lo tengo aquí a la mano y estaba a punto de ingresarlo al sistema. Algo me entretuvo que olvidé hacerlo antes de que diera la hora, ¿gusta que se lo comente en su lugar para que esté al tanto de las nuevas noticias?"
La imagen de la Mayor por un segundo parpadeó, y aunque no hubo cambios al principio, cuando se escuchó un suspiro y la vio reducir cierta tensión en sus firmes hombros de esa pequeña figura–por favor, si la mujer apenas medía 1,50, no era que la desacreditara, lo había dicho, su tamaño y peso regular no decían nada a comparación de lo que era; Kim TaeYeon se había ganado su nombramiento de Mayor a pulso, y eso Hyun lo sabía, después de todos esos años que pasaron juntos...
"Hyun, ¿de verdad está bien todo?" Por lo mucho que decía conocerla tal vez se debió esperar esa respuesta, pero lo cierto fue que lo sorprendió con ligereza. Ahora que TaeYeon hasta había bajado su nivel en la formalidad, Hyun debía creer que la parte de su llamada siendo grabada habría desaparecido. Estaban ellos solos, como tanto lo deseaba, y a la vez no era justo de este modo. "Siendo honesto, no es normal que hagas estas cosas. Ya se trata del tercer reporte que no estás subiendo, y la verdad... hay personas por aquí en la base que comienzan a preguntar si acaso fuiste el mejor candidato para tomar lo de F.I.R.E. en sus manos."
"¿Por qué alguien siquiera lo dudaría? No es como si nadie más se hubiese postulado de cualquier forma, ¿a quién más iban a tomar? ¿A alguna inteligencia artificial? Como si eso les sirviera, ya demostraron desde hace milenios que solo les podían fallar y volvérseles en contra, ahora que con algo tan importante como puede ser la misión F.I.R.E. en sus manos..." se jactó mientras TaeYeon acababa por chistarle, como si quisiese que callara. ¿Por qué exactamente? ¿Acaso alguien podía escucharlos? Que supiera, TaeYeon no era estúpida para no haber puesto el modo privado y que solo ella pudiera escuchar ahora su llamada en un solo vínculo. Las tres líneas blancas que se remarcaban en su frente lisa se lo decían, la conexión era uno a uno, y aunque eso diera a dudar porque una Mayor como ella y un Capitán como él no deberían tener ningún secreto hacia el Sistema como para privatizar su llamada–más aun, eliminada la parte de su grabación por aspectos de seguridad–, él no había dicho nada que los pusiera en un apuro. No había revelado algo sobre la misión tan ultrasecreta del Sistema. Bajar su formalidad tampoco era un pecado, ¿cuál era el problema que TaeYeon tenía? "¿Qué? ¿Acaso no es verdad?"
"Sí, pero no he iniciado una llamada contigo para que vengas a decirme estas cosas. Se supone que mi única responsabilidad es mantener la conexión estable entre tu avance en la misión y el Sistema. Nada más, Hyun, ¿por qué me estás haciendo más difícil el trabajo?"
"¿Será porque me gusta ver tu cara cuando te molestas? Haces esa cosa con tu naricita," TaeYeon justo la arrugó cuando decidió chasquear la lengua. Hyun se rio, exacto, era lo que decía. Si tan solo ella se viera. "Ok, bueno, ya, perdona, solo he estado más distraído de lo usual. No volverá a pasar, mis reportes voy a entregarlos en tiempo y forma. ¿Para ti está bien eso?"
"Estaría bien si en realidad me dijeras la razón por la que lo estás haciendo. No me voy a ir creyendo tu estupidez sobre alguna distracción, como si tuvieras tantas cosas que hacer allá arriba," fue su turno de chasquear la lengua. Qué podía demandar, TaeYeon era astuta, y además de eso, lo conocía, estaba claro. Se conocían desde hace muchos años para que alguno siquiera pudiese mentirle al otro. "¿Qué es lo que te pasa?"
"Nada. Solo..." se contuvo antes de decir cualquier otra palabra. ¿Por qué demonios había iniciado esa otra parte de su oración? Ugh, ese solo ya lo había delatado. No se suponía que lo dijera, con el nada era suficiente, cortaba la conexión y le daba una excusa de que había tenido una emergencia, pero el reporte ya quedó con el sistema. Hyun aún podía reprenderse aún por ser tan susceptible a algunas cosas. Frente al Sistema de Seguridad Intergaláctica siempre había aparentado bien ser un hombre frío, serio, rudo y algunas veces hasta despiadado, mas, para TaeYeon siempre era otra cosa. TaeYeon era su talón de Aquiles en muchas circunstancias.
Lo peor era que ella lo sabía, y lo usaba en contra.
"¿Hyun?" Con esa preocupación que demostraba hacia él y podía detener su corazón en el dolor que le daba provocar ese tipo de expresiones en su hermosa cara.
Antes de que él se pudiera explicar, una notificación le salió en pantalla para bloquear la vista de su conexión con la Mayor. La nave le estaba avisando que había un objeto no identificado en su ruta y preguntaba si quería esquivarlo, destruirlo o recolectar para su investigación. Hyun odiaba mucho esa voz mecánica de la nave, y aunque no pudiera desconectarla para todas las cosas–como el anuncio urgente cuando había una emergencia o el anuncio de una llamada importante desde la base general–, en este tipo de escenarios donde hasta su control podría tomar la decisión por su cuenta si en un periodo de treinta segundos él no contestaba–a veces se iba al baño o estaba durmiendo en alguna cápsula, y la verdad, que esa voz lo despertara para cosas que ella podía resolver solita, no le veía mucho el caso–, no había volumen más que el aviso mencionado y el contador en retroceso para decirle cuánto tenía para dar una respuesta.
La nave había dispuesto destruirlo como respuesta que ella daría (porque todo lo que desconociera podía ser una amenaza a su misión, y la nave priorizaba la misión antes que cualquier otra cosa, hasta su vida). Hyun pudo dejarlo pasar, probablemente fuera basura estelar o un meteorito circulando entre varios que más adelante se le vendrían como tanto entre galaxias le ocurría. Sin embargo, cuando vio en una imagen reducida el posible objeto que querían eliminar, tuvo que fruncir el ceño, porque eso no se parecía a una roca que fuese fácilmente destruida.
"TaeYeon, tengo que cortar, hay algo que necesita ahora mismo mi asistencia," al menos al decirle eso no fue una mentira como antes pensaba dar. Ahora iba en serio, no cargaba culpa de esa forma.
"Hyun..." la mujer y su gravedad en lo que decía no le dio salida fácil. Hyun estuvo a una de volver con ella porque su maldita fragilidad estaba en ese tono bajo, sin embargo...
Veinte segundos y contando le decían que no iba a poder darle esta vez por su lado.
"Lo siento, hablamos al rato, espera mi siguiente reporte de misión, te diré mejor ahí las cosas."
"Hyun, pero... ¡espera! ¿Qué está–?" En un solo movimiento de botón, Hyun había desaparecido el contacto con la Mayor. Con otro imposibilitó las siguientes conexiones, y tomó en mano su comando para dirigirse sobre ese objeto no identificado.
¿Qué demonios era aquella cosa?
«Amo, ¿acaso hay algo que lo molesta?», si no estuviera acostumbrado a escuchar ahora esa voz tranquila, femenina, suave y de fácil comprensión profunda en su cabeza, seguramente Hyun se habría asustado una vez más de tener otra sorpresa. Pero ya había dicho cómo Zzar le era una herramienta conocida en su viaje. Estaba equipado como una consciencia emocional, le habían administrado en su sistema neuronal un chip especial para la misión que lo ayudaría a manejar sus emociones dentro de esta. Esa voz era de lo que hablaba, Zzar calculaba cuando algo lo podía perturbar, entristecer, fastidiar o generarle ansiedad y depresión para responder de inmediato como un auxilio o si acaso él la llamaba. No sería su primera vez apareciendo sin ser nombrada, quizá porque lo pensó un poco antes, pero eso tampoco era necesario. Zzar estaba al tanto de todo lo que pasaba en su cabecita y cuando lo creía necesario solo daba presencia.
A veces únicamente por voz, o con una imagen holográfica proyectada por su consciencia misma bajo la tecnología con la que su traje había sido armado.
"No es nada, Zzar, solo estoy intrigado por lo que estoy mirando," comentó, lo que también ya le era usual. Estar ahí arriba solo daría para cualquiera la facilidad de hablar al aire como si estuviese loco, pero a Hyun le daba mucha más tranquilidad y no se le zafaba un tornillo si sabía de menos que en verdad había alguien que podía escucharle y contestar sus dudas o comentarios. Eso según los informes de la misión, y por lo cual habían insistido tanto en que aceptara ese chip en su cabeza en la poca seguridad de que no le habrían insertado una bomba para eliminarlo si acaso fallaba o revelaba algo de la misión que no debería. De cualquier forma, fuese ese el caso o no, a Hyun no le importaba, ya había dicho que tenía sus razones para estar en esa misión que nadie más habría querido, y aun cuando detestara el espacio y lo que lo involucraba, poco daría negativas para que el Sistema hiciera con él lo que deseara. "¿Qué demonios es eso que está en nuestra ruta?"
«¿Qué cosa?», le preguntó Zzar una vez más, finalmente mostrando su presencia holográfica. Era una cosa extraña saber cómo se le había dado esa imagen en particular, Hyun no había esperado que su consciencia emocional resultase tener la figura pequeñita de una perrita de pelo ligeramente esponjado blanco y las orejitas cortas café con ojos negros y redondos como su naricita; sin embargo, era lo que había, en el Sistema le habían explicado que la figura dada debía ser algo que le generara tranquilidad, así que el que no fuese un humano más decía muchas cosas (mas, no podía negar que era agradable tenerla).
Zzar se acomodó sobre los controles, asomada hacia la ventanilla frontal como un verdadero perro haría cuando ve a la calle como guardián de su casa intentando husmear o proteger quienquiera que decidiese acercarse a ella. No ladraba, por supuesto, lo que era un alivio para Hyun, si lo hiciera, eso lo estresaría mucho más de lo que aliviarlo. No obstante, a veces lo podía distraer un rato en lo adorable que le parecía.
Ahorita se necesitaba enfocar. La pregunta que le hizo se lo dijo. Tenía un pendiente encima, y estaba a menos de cinco minutos de colisionar con el objeto no identificado si no tomaba decisiones propias.
"Eso. Ese objeto que está sobrevolando. No parece una nave propia, pero tiene forma de una cápsula que ha pasado por momentos muy malos... y aunque tampoco capto actividad mecánica en ella, como que tuviera algún motor de energía que la hubiese traído hasta acá, no veo otra razón por la que se encontraría ahí ahora."
«Tal vez sea una vieja cápsula o bodega de otra población olvidada. Como los antiguos satélites que según los libros de historia nuestra población dejó en la deriva alrededor de la vieja Tierra», eso tenía algo de sentido, bien podría decirse entonces que era basura espacial, como lo dijo antes y la podría eliminar. Pero si era de propiedad humana, quizá debería notificarlo antes de pensar en deshacerse de ella. «Amo, según mis sensores, desde esa posible cápsula se perciben emociones transitorias».
"¿Emociones? Como... ¿emociones humanas?"
«No estoy seguro, pero puedo captar ondas desenfrenadas. Son como... una bola de emociones que están en combustión. Hay una gran presencia de estas alteradas y además capto en su interior que estas son enviadas».
"¿Enviadas?" Tres minutos para la colisión. Hyun debía tomar una decisión de inmediato. "¿Qué estás recibiendo, Zzar? Habla rápido."
«Es como un mensaje encriptado en emociones emitidas. Voy a configurarlo», dos minutos. «Si estoy leyendo bien lo que ha emitido, el posible ser que está en la cápsula está diciendo...», un minuto. «Ayuda».
Eso fue todo lo que Hyun necesitó escuchar. Podría no saber muy bien qué era lo que estaba viendo o a qué iba a ayudar, mas, no podía irse con toda normalidad sabiendo que alguien exigía ayuda. No cuando él muy bien sabía lo que era hallarse en esas circunstancias.
"0492-6107, inicio operación de extracción. Tráiganme a esa nave a la bóveda ahora, haremos un alto en nuestra ruta," comandó entre oprimir un par de botones para dar su siguiente mandato. La nave de inmediato contestó, sin necesidad de decirlo por seguir prácticamente muteada, dio un completo resultado positivo y de una se pararon para manejar desde sus herramientas internas con lo requerido.
Él se paró ahí de su silla, y al caminar en dirección a la bóveda nombrada...
«¿Está seguro de lo que hace, amo? Podría traer con nosotros alguna amenaza, y eso no funcionará para nuestra misión, debe recordarlo», Zzar todavía apareció caminando junto a él en sus cuatro patas como un buen perrito faldero. A él no le importó, tras dejar atrás su zona de comando, sus controles, la ventanilla ovalada, su única silla de piloto y las paredes y pisos morados que conformaban su nave sobre ese pasillo que lo dirigía a la izquierda a su habitación, a la derecha a sus aseos y cocina, al igual que enfrente a su zona de enfermería, él siguió hasta topar con una puerta más a su derecha.
"Estoy seguro, Zzar, e independientemente de si lo sea o no, eso es lo que habremos de averiguar. Lo he mandado justo a la bóveda para poder contenerlo de sernos un problema," puso su mano en el panel que le apareció con su sola presencia frente ella. Ahí, las puertas dobles que conformaban una se deslizaron a cada lado para dejarle pasar a un reducido espacio circular. Dentro, Zzar todavía cupo por su diminuto tamaño que podía empequeñecer aun más, y sin problemas porque alguno se apachurrara–después de todo, era un holograma junto al que estaba, no era como si de verdad fuera a pisarlo–, Hyun accedió al siguiente panel con su pulgar marcando el número de la bóveda en su nave. Misma donde se guardaban suministros, armas, las vainas de escape y entre todo eso, un espacio especial como ahora se le proyectaba.
Después de haber bajado solo un piso, en su abrir de puertas deslizables a los lados, Hyun admiró lo que dijo distribuido a cada lateral, mas, se enfocó en la zona a unos buenos metros de él dividido solo por una fina barrera electromagnética. Era como un cristal, podía bien mirar lo que había del otro lado, así como ahí lo harían si él tan solo daba el permiso de ambas partes. No lo iban a romper de ninguna forma, y esa era la ventaja en su barrera que, a diferencia del cristal, era impenetrable e irrompible por ningún material que al menos hasta ahora en el universo existiera.
Esa era su seguridad que bien le había mencionado a Zzar sobre sus acciones. Su nave había extraído la extraña cápsula dañada para ingresarla al espacio amplio y vacío de la bóveda–a falta de algo que en ella se necesitara guardar–, y ahora que la escotilla se había cerrado en la imposibilidad de que volvieran a tener entrada o salida de algo en el espacio, Hyun se preguntó si sería muy apresurado de su parte desinstalar la barrera para tener contacto con lo otro.
No lo iba a realizar, por más que la curiosidad lo matara y quisiese ayudar a la persona o cosa que justo había pedido auxilio, estaba más capacitado para actuar con defensas arriba antes que vencerse a sus emociones simplonas. Se lo dijo a Zzar, y aunque bien su consciencia emocional lo conocía, no iba a fallarle en lo estipulado.
«Amo... percibo una presencia de alta gama emocional», Zzar le comentó puesta en modo ofensivo, solo como un perro haría cuando se siente por otro amenazado. Con las orejitas arriba, la cola tiesa y el cuerpo inclinado. Eso debía hacerle considerar mejor las cosas.
Puso una mano en su cinturón, cerca de donde estaba su pistola.
"No hagas ni un solo movimiento, Zzar, no hasta que sepamos qué ha ingresado con nosotros."
No fue como si Zzar pensara en desobedecerlo. De cualquier modo, Zzar no podía ir más allá de donde él estaba, al quedar pegada a su sistema neuronal, solo sería parte de su alrededor en todo momento y hasta que el chip le fuese retirado.
Igual fue un gusto que le hiciera caso, atenta como él, Hyun y Zzar quedaron observando esa extraña cápsula... y desde ahí al menos pudo detallar un poco de ella. Definitivamente no parecía ninguna nave en particular que él conociera. En sus más de cinco años que había pasado como Capitán, Hyun jamás había visto algo similar, ninguna civilización extranjera, del Sistema en sus épocas pasadas o alienígena se le asemejaba aun en sus más de diez años que había estado bajo la tutela del Sistema de Seguridad. Eso lo podía denotar porque, en realidad, la cápsula parecía más hecha con piezas aleatorias, como si alguien quisiera hacer un rompecabezas de cualquier cosa que existiera. Hyun podía notarlo, diferentes metales estaban pegados de una forma desigual, parecía un extraño Frankenstein de paredes oxidadas que se cortaron sobre una mano inexperta y se soldaron sin ninguna idea bajo tornillos que tampoco encontraban una completa regularidad. Sin contar los tubos y espirales que le salían por detrás como un colchón que estaba a punto de irse a la basura. Quizá alguno de esos era la razón por la que, además, se notaba que le hacía falta una parte trasera, como si la hubieran rajado a la fuerza, y en los rayones que un posible incendio y colisiones que debió sufrir sobre otras cosas dejaron hasta abolladuras, Hyun pudo contemplar lo que prácticamente alguien experto en la creación de vainas de emergencia les diría no debía nunca realizarse para crear la propia.
Quienquiera que este fuera, debía estar muy zafado para aún arriesgarse a intentarlo, si acaso lo hubiera creado por su cuenta. Después de todo, aún no lo podía juzgar, bien podría alguien habérselo dado de esa forma en otra tecnología inexperimentada, y él creería con eso que estaba por completo justificado en su ineptitud de lo que había hecho. Si por algo debió haber quedado ahí varado en el espacio...
Cuando se asomó un poco pudo notar que había una especie de escotilla un poco estrellada. Sin embargo, aunque se quiso asomar, antes de que lo hiciera inclinado un poco a su lateral, algo la había abierto de una. Como si la hubiesen golpeado, y en la semejanza que tuvo de una caja al quitarle su tapa, del interior salió inmediatamente otra cosa.
Una persona, si lo quería clasificar de alguna forma, porque al menos no parecía que tuviera cuerpo de animal o de figuras extrañas–la cantidad de alienígenas no corpóreos que había era impresionante en realidad–, pero no tuvo otro modo de nombrarlo porque no reconoció exactamente lo que era.
"¡Aaaaaaaaaah!" La posible persona exhaló casi como si le hubiese faltado el aire allá adentro. Hyun no lo sabía, por su ayuda que les había pedido y el deterioro de su cápsula, era una posibilidad. Sin embargo, más allá de eso, si algo ahí le pudo destacar fue ver cómo tiraba la mitad de su cuerpo fuera de la escotilla levantada y caía sobre los metales fundidos por debajo en la peor de las maneras ya descritas. Eso dio lo necesario para que al menos viera que su cuerpo definitivamente era de la mitad para arriba similar al de un humano... aunque estuviese utilizando mucho rojo como para parecer normal, él no podía juzgarlo (si estaba usando un traje completamente negro). Lo que sí lo inquietaba era justo sobre su posible procedencia, porque él jamás había visto en toda su vida dentro del Sistema algún ser vivo que tuviera piel azul como esta persona.
Vamos, posiblemente había visto cantidad de alienígenas, la gente no terrícola y aún los nuevos habitantes en la Nueva Tierra se caracterizaban por ser todo un arcoíris en cuanto al color de la piel que ya a nadie le importaba si entendían que eso había sido un motivo para que su población se hubiera destruido antes de lo que quizá habría podido (en su supervivencia).
Nadie decía que el racismo por color de piel ya no existiera, siempre había una que otra persona por allá que por cualquier cosa iba a sacar lo peor que podía tener cualquier civilización independientemente del planeta al que pertenecieran. Pero eso no quitaba que hasta donde recordara nunca hubiese visto un tono similar en la piel de otra persona.
Alucinante, sin duda. Más aún por su cabello, corto, un poco ruloso, y en particular ligeramente platinado como si se hubiese aplicado un impresionante tinte o envejeciera tan bien para tenerlo así de brillante y hermoso. Qué estaba diciendo, eso no importaba. Los detalles subjetivos de sus pensamientos no deberían preocupar, sino que se enfocara en lo que tal vez le era prioridad; después de todo, ¿no estaba ahí esperando a ver si descubría si esta persona fuese una amenaza?
No se había movido después de soltar ese respiro, aún seguía tirado de esa forma. Por lo que veía, al menos respiraba, porque sus anchos hombros que formaban una espalda larga subían y bajaban en cada inhalación. Más allá de eso, ahí pudo detallar que la figura desconocida tenía un apropiado aspecto físico, aunque no dijera mucho por la parte baja al seguir sin verla, se notaba que sus brazos tenían cierta musculatura no muy trabajada, pero en buena forma, y por la complexión de su espalda probablemente había debajo una cintura delgada, en el mejor de los estados para una persona que aparentaba ser quizá de su estatura... o un poco más alta.
Eso sí era importante de tomar en cuenta. Hyun no debía desestimar cuánto podría medir o soportar en fuerza su adversario. Aunque por tener mayor o menor tamaño no quedaba en desventaja ya que Hyun había sido entrenado para pelear con cualquier tipo de diferencias, siempre era importante hacerse una idea. Uno nunca sabía cuándo iba a poder usar eso en contra.
"¿Ojahl?" Hyun escuchó de pronto, y aun a la expectativa puesto en su posición de defensa, se tensó solo un poco cuando después de su análisis ligero, la figura al frente levantó solo un poco la cabeza. Había dicho una palabra que no comprendía, y si bien podría haberse imaginado desde antes que el ser posiblemente iba a ser extranjero para tener otra lengua, no supo cómo no se preparó con su traductor universal. Ahora iba pronto a activarlo. "¿Ojahl? ¿Hyajl gailien jail?"
«Amo...», Zzar lo advirtió, en lo que él terminaba de ajustar en su muñeca el traductor ahora encendido.
"Estoy en ello, Zzar."
"Uedol epcijilte, ¿ódne setajl?" El traductor ya puesto en su comunicación sobre la oreja no procesó tan pronto como él habría deseado para entender lo que la criatura le decía, pero eso no quitó que él lo intentara. Al activar de menos que el campo magnético de la bóveda le permitiera acceder a la comunicación para que este ser lo escuchara (todavía sin verlo, como si estuviese ante un espejo por su lado), Hyun se preparó para lo siguiente que diría. "¿Ojahl?"
"Sí, sí, ah. Disculpa," carraspeó. Ciertamente lo habían tomado más desprevenido de lo que esperaba–¿qué demonios sucedía? Cóntrolate, Byun–, pero cuando todo lo pudo retomar y ver ceñudo al ser que ya lo escuchaba con sus amplios ojos oscuros muy abiertos y esas orejas tan resaltadas que casi parecía que iban a volar–Dios, él no había hecho esa broma, que lo perdonaran–, hizo lo mejor que indicaba el protocolo sobre el conocimiento de especies alienígenas desconocidas. Si tan solo recordaba cómo era... "Estoy en una identificación en proceso. Utilizo ahora un traductor universal, así que deberías entenderme perfectamente en tu propia lengua, así como yo lo haré si tú vuelves a hablar con ella."
La criatura esta vez no dijo nada. Todavía muy impactada como si se asustase de posiblemente hablar con una voz desconocida que ni siquiera estaba allá, aunque ya se debería imaginar que estaba siendo observada–no iba a creer que hablaba con un dios o algo parecido, ¿cierto?–, Hyun siguió en lo suyo para traer en sí a la persona.
"Así que, me presento. Mi nombre es Byun Hyun y soy el Capitán Primero de esta nave comandada por el Sistema de Seguridad Intergaláctica en la Nueva Tierra," por alguna extraña razón, en su muñequera apareció un aviso desde el traductor universal de cómo no había identificado el idioma del ente con el que hablaba. Frunció el ceño, eso no era normal, siquiera posible hasta donde sabía. El Sistema de Seguridad tenía una base de datos excepcionalmente amplia como para pasarse algún idioma. Igual, parecía que la criatura al frente lo escuchaba, y si entendía o no (tal vez fuese algún fallo del sistema en el traductor–estúpidas máquinas), no le dio del todo una negativa. "He escuchado gracias a mi asistente de consciencia emocional tu llamado de auxilio, y hemos decidido rescatarte en lugar de eliminar tu existencia. Por esto, esperamos puedas cooperar con nosotros de la manera más pacífica para saber quién eres, de dónde has provenido, cómo es que llegaste aquí y quizá del mismo modo te podamos asistir para auxiliarte en otra cosa si lo necesitas," eso sin contar que tal vez le daría nueva información de una especie desconocida.
Aunque esto no fuera parte de su trabajo, y sabía cómo la misión F.I.R.E. estaba especialmente restringida a seguir su ruta como la que hasta ahora llevaba, nadie le había dicho que este tipo de inconvenientes no podrían pasar y que quizá tendría que apañárselas para poder resolverlos. Eso hacía ahora, y si le daba al sistema un nuevo ente que investigar, había la posibilidad de que él fuera recompensado de alguna forma.
¿Podría hablar con TaeYeon en una conexión más directa si trataba este tema?
Pero qué estaba pensando. Lo importante era esto ahora: él daba unas por otras, solo con el posible alienígena.
"¿Estás dispuesto a colaborar con nosotros?"
Por segundos, no hubo ninguna respuesta. Hyun se temió lo que eso era, más porque el traductor le seguía marcando error con respecto a identificar su idioma y haber hecho alguna traducción de todo lo que había dicho. No obstante, en lo que él buscaba arreglar ese problema picando botones de su estúpida máquina...
"Eh... disculpa, ¿esto quiere decir que estoy hablando con una persona no Luminian?" Frunció el ceño. La criatura... acababa de hablar su idioma. ¿Era a causa del traductor que funcionaba o solo pura casualidad–quién dijera, en las películas los extraterrestres siempre hablaban inglés en coincidencia para esos afortunados gringos, quizá ya era su turno para que un no terrícola hablara igual coreano?, no tuvo importancia, lo que sí lo hizo fue esa palabrita peculiar que dijo y que Hyun no pudo ni encontrarle algún significado aún en su lengua.
"¿Luminian?"
"C-Como yo. Eh... no sé, no tengo ni idea de cuáles son nuestras diferencias, pero en mis teorías siempre he creído que la gente afuera de nuestro planeta podría tener quizá un aspecto distintivo al nuestro. Tal vez... ¿de ojos que brillen en la oscuridad?" Otra vez se fue a fruncir el ceño. ¿De qué cosa le estaba hablando esta criatura? "O posiblemente tengan una cara triangular. Cuerpos moldeados a modo de pirámide y estructuras geométricas. ¡Ya! ¿Su piel podría ser líquida?"
"Ninguna de las características que has descrito me pertenecen, criatura. Aunque sí hay otros alienígenas que tienen esas descripciones, no son las mías," el nombrado ahogó un grito y se cubrió su enorme boca cuando dijo eso, como si cayera en alguna realización de magnitud colosal. Hyun no supo qué decir ante aquello, miró a Zzar y su perrita solo... pareció haberse encogido de hombros desde su perspectiva. "Tú y yo somos bastantes parecidos. Tienes una fisonomía similar, con tus propias cualidades, claro, pero si algo nos diferencia es el tono de piel que ambos tenemos."
"¿Tienes una piel que brilla?" Hyun casi quiso reír por esa pregunta. De verdad, no lo entendía. ¿Acaso no le había quedado claro que era parte del Sistema de Seguridad Intergaláctica? Eso para cualquiera se traduciría a que era un humano. ¿Por qué seguía con sus preguntas? "No te juzgaré, en serio, solo quiero averiguar. Lamento si mis preguntas parecen un poco intrusivas, es que has sido mi primer encuentro con un ser de otro posible planeta, y estoy alucinando. Después de todo este tiempo acabo de confirmar la existencia de vida fuera de Lumiscia."
"¿Lumi–qué has dicho?" Ahí bajó la guardia. Hyun necesitaba más respuestas. Cuando puso su palma sobre la barrera electromagnética, quitó la restricción de que no pudieran verse por ambos lados. No había eliminado su separación, la criatura y su cápsula al otro lado seguían encerradas en la bóveda, pero al menos ya se veían. El azul había al fin conectado la mirada con la suya.
"Oh, por todos los ancestros. ¿Tú eres...?" Inclinó la cabeza. ¿Qué estaba pensando la criatura sobre su persona ahora que lo veía? ¿Y por qué eso le había cambiado el color de su cara a uno solo un poco más oscuro? Solo este lo podría comentar, Hyun no daba ni una pista.
«Amo, según mis sensores, capto que la criatura desconocida tiene altos niveles de dopamina, adrenalina y norepinefrina. Lo que indica que su corazón está agitado, ¿cree que esté a punto de darle un paro cardíaco?», Zzar al menos pudo iluminarle en ese aspecto. Ya con la idea de lo que ese coloramiento en el ser era, Hyun entonces... esbozó una sonrisita. Zzar podía ser consciente de sus propias emociones, pero a veces era muy inocentón cuando se trataba de las de otras personas.
"¿Te gusta lo que ves, criatura?" Se mofó, quizá un poco con su pecho alzado. En cualquier caso, no podía ignorar cuando alguien lo halagaba a cierto modo. Que fuera un hombre serio y rudo para otras personas, no quería decir que se quitara su atractivo, y si algo debían saber de Hyun es que gustaba mucho que eso le resaltaran, más si podía sacar provecho. Él estaba abierto a muchas cosas.
Independientemente de lo que su cabeza dijera sobre alguien en particular.
"Y-Yo..." la criatura comenzó a mostrarse nerviosa. Con las manos juntas como en una oración y sus pulgares chocados para acariciarse, lo que completó esa imagen que trajo su diversión fue ahora una mirada baja, mientras poco a poco más explotaba el negro en su cara.
"A mí me gusta. Eres más lindo de lo que esperaba," otro grito ahogado del contrario, con sus ojos rápidamente arriba. Zzar le masculló un «¡amo!» que seguramente lo debió reprender de su actitud para nada profesional, pero poco pudo preocuparle. Estaba intentando algo ahí, él quería respuestas. "¿Cómo te llamas, guapo?"
"M-Mi nombre es... ah, Loey. Park Loey."
"¿Park es tu apellido?" Asintió, y sobre el entendimiento, Hyun se fue a acuclillar, de nuevo en busca de la mirada que bajaba su individuo como si hablase con una personita. "¿Y cuáles son tus pronombres?"
"¿Pronombres?"
"Sí, ya sabes, por los que te refieres a ti misma, mismo o misme. El mío es él," le señaló con la marca que leía su insignia del uniforme sobre su nombre escrito en coreano. Loey pareció leerlo, musitado muy bajito entre sus labios. "¿Y el tuyo?"
"Él. Soy un hombre."
"¿Cisgénero?" Fue el turno de que Loey frunciera el ceño. Ok, tal vez Hyun se había excedido, eso no necesitaba preguntarlo, era invadir un poco la privacidad de otras personas. O eso se dijo, pero la verdad era que el ceño de Loey representaba más su confusión sobre lo que le preguntaba, no sabía a qué se refería en realidad. En Lumiscia no había, ya saben, esa diferencia clara entre los géneros de una persona. "Perdona, no necesitas responder esa pregunta. ¿De dónde me habías dicho que venías, Loey?"
"Lumiscia. Es mi Pueblo, mi planeta. Y-Yo soy un Luminian."
"Un Luminian, nunca había escuchado eso," murmuró un poco para sí mismo. Igual Loey lo escuchó, y como parecía de lengua fácil, no evitó decirle:
"Eso debe tener una razón, en realidad, mi Pueblo no conoce tampoco nada de ustedes, o sea, de otras razas fuera de nuestro planeta. Hay esta creencia de que no existe nada más fuera de nosotros, lo cual es muy estúpido y egocéntrico, si a mí me lo preguntas. Por lo mismo, no me cansé de intentar demostrar lo contrario. Nadie me quería escuchar, y aunque por un segundo creí que alguien podría..." los labios apretados y la sacudida de cabeza le dijeron todo a Hyun sobre lo que contaba, mas, Loey todavía dijo otras cosas. "Terminaron por decepcionarme como muchas personas. P-Pero eso no me detuvo, y aunque tuve algunas dificultades y fallas en el camino, conseguí lo que quería. Salí de la órbita de mi planeta y ahora estoy aquí... contigo, un no Luminian."
"Entonces, ¿tú hiciste esta cápsula?" Eso se dijo como pregunta, pero Hyun no necesitó respuesta, ya prácticamente la tenía. El coloramiento de Loey casi se lo dijo.
"Tuve... eh, algunos problemas como podrás imaginar. No soy del todo un inventor, me consideraría más un científico, pero hice lo que estuvo en mí para seguir mis ideas."
"La verdad, no sé si esa es la cosa más impresionante que he escuchado hasta ahora o la más estúpida," el ceño entretejido de cejas platinadas le dijo a Hyun que tal vez había dicho un poco más de lo necesario. Si quería manejar bien ahí las cosas, debía irse con cuidado. No olvidar su actitud complaciente, si quería más información, necesitaba darle a Loey lo que deseaba oír de su persona. "¿Y fue así como terminaste aquí, Loey?"
"Sip, después de siete días que he contado según mi bitácora... no estoy muy seguro de eso, en realidad, llevé conmigo un reloj que marca la hora de Lumiscia, pero se ha vuelto un poco loco luego del tercer día, y no estoy seguro de si siga contando lo que debería. Igual fue un alivio que me encontraran, si realmente estaba en el séptimo día, ya andaba enloqueciendo, estar en esta cosa después de tanto tiempo sin poder moverme mucho por su tamaño y con las raciones pocas de agua y comida que me quedaban..."
"Si te molesta tanto seguir en esa cápsula, ¿por qué no te has salido?"
"Ah, bueno, es que en realidad no puedo. De verdad me gustaría, pero mis piernas están completamente inservibles ahora. No responden a mis pedidos, solo puedo mover mis brazos y manos, pero mis piernas como que se acalambraron luego de todo este tiempo que permanecí sentado y acostado, por eso..." Hyun se inclinó otra vez hacia un lado, en su intento por mirar un poco más allá a las piernas dentro que aparentemente estaban en desuso preguntándose si acaso necesitarían asistencia médica. ¿Debería preocuparse mucho para llevar un botiquín de emergencia o sería esta una trampa para que el alienígena desconocido obtuviera su guardia baja? "¿Crees que me podrías ayudar otro poco?"
"No estoy seguro de que pueda hacerlo, Loey. Al menos, no todavía. Necesito seguir generando la identificación de tu persona, y sin la seguridad de que no seas para mí y mi misión una amenaza, no creo que pueda asistirte con algo más por ahora," se paró de esa forma, y al dar un par de estiramientos con sus piernas un poco entumecidas–diablos, hacía mucho que no se quedaba tanto tiempo en cuclillas, no podía imaginarse el dolor de las piernas de este hombre si había estado durante una completa semana sentado–, miró a Loey por otro segundo antes de irse a declarar: "Desde este momento voy a ponerte a prueba, Loey, y espero entiendas que me tomaré esto muy en serio. Si quieres seguir en mi nave, bajo mi apoyo y encontrar la posibilidad de que te ayude quizá a regresar a tu planeta después de lo que has hecho, tendrás que seguir mis reglas, ¿está claro?"
"P-Pero yo..."
"Te asistiré con agua, comida y quizá un baño junto al cambio de ropa, pero quiero que tomes en cuenta cómo todo eso va a tener un precio. Así que espero sepas cooperar, si no, olvídate de que alguna vez pude considerar no botarte como una basura espacial," el Hyun serio y frío había salido en ese punto, ya en su papel que le correspondía como Capitán Primero en esa nave y como titular de su misión tan importante, no dio cabida a ninguna otra cosa. Loey lo entendió, porque no puso objeciones al menos después de que todas esas palabras salieran de su boca, y aunque tampoco mostró un acuerdo, Hyun se lo exigió cuando fue a decirle una vez más: "¿Está claro?"
"¿Si digo que sí significa que recibiré un excusado?"
Frunció el ceño. ¿Dónde había estado haciendo sus necesidades si en esa cápsula no había...?
¿Saben qué? No importaba, Hyun no lo iba a preguntar. Si el alienígena accedía...
"Es parte de mi trato."
"Entonces, sí, acepto. ¿P-Puedo hacerte una última pregunta?"
Ya estaba a punto de retirarse con esa respuesta, pero algo en el tono con el que Loey dijo su cuestión hizo que se detuviera. Fuese o no que lo preocupara, Hyun decidió que podía jugar un poco más a ser el hombre amable y bueno.
"¿Qué cosa?"
"¿Cómo calificarías tu raza? Quiero decir, como yo que soy Luminian. ¿Tú serías...?"
¿En serio solo eso le iba a preguntar? Esto era ridículo, a Hyun le parecía tan burdo. Igual, había un brillo sin igual en los ojos del contrario que le dieron un extraño sentimiento de añoranza. ¿A qué se le debía? Tal vez algo en esa dulce inocencia...
"Humano. Soy un humano de la Nueva Tierra."
"Es un gusto conocerte, Capitán Primero Byun Hyun, humano de la Nueva Tierra," bufó. ¿Qué pasaba ahora? ¿Se presentarían como niños de primaria? No importaba ya, había dicho lo que quería, y aun esa sonrisa tierna que el otro le pudo entregar no le dijo ni le hizo nada más a Hyun.
Con un asentimiento y su palma en la barrera electromagnética, Hyun quitó su vista del otro lado para ya no verse más. Él todavía podía observar a Loey del otro lado, a pesar de aquello. Por eso, por unos segundos más se quedó para admirar cómo el azul alienígena vestido en ese chaleco y playera rojos intentaba salir por su cuenta de la cápsula fallando en el proceso. Se notaba que no tenía mucha fuerza en todas sus articulaciones, como imaginaba. Eso sin duda le diría que en realidad no era del todo una amenaza y quizá sí podría echarle una mano si la necesitaba, pero...
No. Hyun sabía mejor que eso, ya lo había dicho: iba a mantener su palabra y hasta que encontrase la seguridad de que su nuevo tripulante no fuera un riesgo en la nave, daría el acceso a un contacto. De momento, se quedaba de esa forma. Todavía en la admiración de cómo Loey podría hacer tanto para salir por su cuenta de la cápsula hasta caer de cara hacia el suelo por sus piernas flojas.
«Amo, si mis cálculos son correctos, percibo que hay un 87% de probabilidad en que el nombrado Park Loey sea inofensivo. Mis lecturas en sus emociones durante su conversación y todo lo que ha dicho, no me han dado motivos para proponerlo como una amenaza», Zzar le comentó, y en lo que ambos aún observaban a Loey batallar por ponerse de pie con tambaleos, caídas sin cesar, un par de golpes por sus propios puños a sus piernas y lloriqueos de niño, Hyun no hizo nada más que contestar:
"¿En serio? ¿Y el otro 13% a qué se debería?"
«No estoy completamente seguro, pero creo percibir una fuerte carga emocional que lleva. Eso puede ser bien provocado por algún poder en su persona que no demuestra a primera vista, y daría mucho que temer si lo pone en su máximo potencial, ya que podría generar desastres a nivel neuronal en una mente frágil como la suya», miró a Zzar ante lo que dijo, más por preguntarse a qué se refería con esa fragilidad, pero ya que no lo vocalizó, Zzar acabó por decirle en cambio: «Pero bien podría ser que me equivoco por no estar conectado a su sistema, y en realidad esa carga emocional se trate de un trauma. Como el suyo, amo».
"¿Trauma? Yo no tengo ningún trauma, Zzar," se rio, y aunque Zzar no dijo nada, Hyun tampoco se tuvo que explicar. Lo que sea que le pudiera decir a esto que lo conectaba, no eran más que excusas. Iba de más, no era para explicarlo. Lo que sí lo hacía era eso que podría involucrar a esta nueva personita. "Un trauma."
¿Podría encontrar algo triste y que torturaba el alma de esa simple gran cosa que al mínimo halago se ponía colorado? Hyun lo tenía que averiguar. Al final, por algo iba a retenerlo ahí, tocaba hacerle el cuestionario. Por ahora...
"Vamos, Zzar. Dejemos que nuestro nuevo invitado se acostumbre al espacio. Hay que comandar a la nave para que permita el acceso de comida, agua y un baño en la bóveda. Hasta entonces, necesitaremos continuar con la ruta, ya hablaré de esto en mi próximo reporte con el Sistema," suspiró ante aquello, y al darse media vuelta, olvidada esa figura que ya estaba sentada de ambas piernas abiertas en el suelo del lugar mencionado, fue de nuevo al ascensor en el que solo él entraba con su consciencia reducida. "La misión sigue su búsqueda, y nosotros deberemos encontrar nuestro objetivo. No lo podemos retrasar. Tengo la noción de que podríamos estar mucho más cerca."
«Me parece excelente, amo. Iré a reposar en su consciencia en ese caso. Y si alguna vez me necesita...»
"Sí, ya sé que te puedo llamar. Tú aparece cuando creas necesario," con eso, Zzar se esfumó en su imagen holográfica. Incluso esa voz en su cabeza ya no fue escuchada, aunque aún siguiera la sensación de que estaba por ahí, lista para brotar en la más mínima mención que hiciese, por ese rato se había esfumado.
Un tiempo de paz para quedarse pensando sin temer mostrar una emoción que fuese analizada. En lo que subía y quedaba en su piso del área de control, Hyun solo pudo pensar en lo que había escuchado del alienígena.
"Es un gusto conocerte, Capitán Primero Byun Hyun, humano de la Nueva Tierra," humano. Eso le había dicho a Loey que era, porque Loey se le presentó como un Luminian, otra raza peculiar desconocida... pero cómo hacía sentir aquello a Hyun cuando bien estaba tanto por detrás que en esa respuesta no le había aclarado.
Como el suyo, amo.
Ugh, ¿por qué siquiera lo estaba pensando? Hyun debería enfocarse solo en lo que importaba: cumplir con su misión, cumplir con el Sistema. Eso le habían adoctrinado toda su vida, era lo más básico, el punto que iba por encima de cualquier otra cosa incluso de su propia existencia. Porque Hyun no sería nada si no fuese por el Sistema.
Entonces, eso era. De vuelta en su silla de piloto en completa soledad ante el asqueroso espacio que lo esperaba para explorar, Hyun se dedicó por hoy a su única función en esta vida.
゚✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚✧:・゚
Y así es como empezamos esta historia. No saben lo emocionante que fue para mí escribir toda esta partecita, me trajo muchos recuerdos de cuando recién escribía The Ways of the Universe, y aunque obviamente aquí las cosas son distintas (Hyun no es tan ingenuo e inocente como BaekHyun, ya deberían saberlo), ha dado un poco de añoranza 🥲
Pero esto solo es el inicio. Hay mucho que todavía se debe descubrir y ver para estos dos. Ya vimos un poco de la perspectiva de Hyun aquí, y vamos a ver más, tal vez una mezcla de ambos u otras personas luego, así que estén preparadas/os~
💥 Mientras vengan a contarme, ¿qué tal lo vieron? ¿Cómo se han sentido después de leer este capítulo? ¿Les gustó?
💥 ¿Qué me dicen sobre lo que han conocido desde aquí de Hyun? Obviamente hay mucho que no se ha dicho todavía, y como buen personaje guapo, tenía que ser un poco misterioso, ¿se imaginan lo que podrá ocultar esta personita? 👀
💥 ¿Qué hay de Loey? En su primera interacción con Hyun, ¿algo que se esperan pronto que pase para ambos?
💥 ¿O algo sobre los otros personajes mencionados? TaeYeon, y la hermosa Zzar—porque si tuvimos antes un MongRyong, no podíamos dejar de lado a la princesa (por más que la cosa con ellos dos sea muy distinta, je).
No se vayan muy de prisa. A pesar de que tal vez ya sepan cómo pudieron desarrollarse las cosas entre ellos por lo visto en The Ways of the Universe, recuerden que a mí me gusta un poco el slow-burn, y... sí, va a pasar un rato para que las cosas se pongan tan intensas, dramáticas o románticas para ambos. Esta historia va a tomar un rato en darse forma 😈
Muchas gracias por leer hasta aquí. Por darle amor en leídas, votos y comentarios, espero sigan de esa forma, dándole todo que también me anima a mí para continuar. Nos estaremos leyendo en lo que sigue, ¡hasta entonces! 💙
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