Capítulo 48: Mentiras.


— Buenos días madre, ¿Cómo te encuentras hoy?
— Preguntó Thor a Arianne, cuando hizo su visita rutinaria, breve y cada vez más ocasional, acompañado por un mensajero y sirviente del Rey, que hacia de guarda y protector del niño.
— Muy triste, has estado casi una semana sin venir a visitarme y eso que sabes que estoy enferma — Le contestó su madre en señal de reproche, tosiendo y bastante pálida. Ella vivía en una casa muy humilde que le había proporcionado Gare pues la acabó expulsando del castillo a fin de que tuviera el mínimo contacto con Thor, y ella ahora tenía que ganarse el sustento por su cuenta, pasando frío y hambre a menudo.
— He estado muy ocupado, entrenando. Un futuro rey ha de estar bien preparado. Además te he traído un poco de comida. — Contestó como si eso fuera suficiente, para compensar la menor frecuencia de las visitas.
— Ven, acércate a mi. Quiero darte un beso. — Le propuso su madre, a lo que el pequeño accedió.
— Escapémonos juntos, idearé un plan. — Le susurró Arianne al oído, algo desesperada, pues las posibilidades de huir eran escasas, por no decir nulas.
— No. Nunca me marcharé de aquí. ¡Voy a ser Rey de Ehazur. Vete tú si quieres! — Le gritó el niño, que al estar airado al instante le cambiaron los ojos de color a un dorado intenso y de pupila rasgada.
— ¡Hijo mío, no, tu también no! — Respondió ella asustada al ver esa transformación que ya había contemplado en los ojos de Rhiannon. Pero aún le preocupaba más la frialdad y dureza de su hijo que veía poco a poco como se alejaba más de ella, no pudiendo contener sus lágrimas.
— Tranquila es solo un niño. No debe de tenerlo en cuenta. — Le contestó Harald el guardián del niño, que se acercó y apoyó su mano en el hombro de Arianne tratando de darle algo de consuelo.
Aunque ella no sabía, el hombre estaba prendido de la belleza de ella, desde el primer momento que la vio en palacio, y se había ido enamorando de la mujer. Esperaba con ansias cada oportunidad de llevar a Thor a visitarla a su casa.
Harald era un hombre aproximadamente de la misma edad que ella que tenía para ese entonces treinta y ocho años. Tenía el cabello negro y rizado, los ojos color miel, lucia tez morena bronceado por el Sol tras largas horas al aire libre, entrenando, ejercitándose como guerrero. Su cuerpo musculoso, bien trabajado daba cuenta de ser todo un atleta. No se había casado aún, aunque era muy pretendido por las jóvenes del lugar y oportunidades no le habían faltado, aparte de gozar de un puesto de prominencia y de ser de la máxima confianza del Rey.

Ella le miró con extrañeza pero no dijo nada, tras la muestra inesperada de apoyo por parte de éste.

— Me gustaría hacer algo por tí. Estás débil y enferma. Quisiera  que fueras un tiempo a casa de mis padres, ellos y mi hermana mayor, te cuidarán, y te podrás recuperar.

— Eres muy amable, te lo agradezco. Pero, ¿Qué dirá el Rey de eso?— Contestó ella, viendo en la situación que se presentaba, mayores oportunidades para llevar a cabo sus planes pues aún no perdía la esperanza de convencer a su hijo.

— No te preocupes, no tiene por qué enterarse. Y en caso de que eso ocurriera le contaría que era algo temporal para que pudieras recuperarte de tu enfermedad. — Le respondió él al ver un atisbo de esperanza.

— Vámonos ya. Tengo que seguir entrenando.— Ahora Thor instó a Harald para marcharse, sin siquiera dar un beso de despedida a su madre.

Al cabo de dos días el hombre regresó con el propósito de buscar a Arianne para llevarla a casa de sus padres.

— Harald. Tú sabes que soy una mujer casada, ¿verdad? — Le preguntó Arianne antes de trasladarse hacia el hogar de los padres de él, con el fin de cerciorarse de que éste no tuviera una impresión equivocada de ella, al haber aceptado su invitación. — Mi esposo es Aidan. Yo sé que nos volveremos a reunir.— Le contó.

— No sabía que eras casada. — Respondió Harald pues no estaba al tanto de esa situación, aunque sí había oído hablar sobre la fama de Aidan.

— Sólo quería que lo supieras para que no haya malentendidos. — Mencionó Arianne con algo de brusquedad.

— Tranquila, lo entiendo, no debes de preocuparte. — Le contestó no siendo sincera su respuesta.

Aunque la información sobre el  estado sentimental de ella era un problema añadido para tratar de conquistarla, el hombre no perdió la esperanza de que pudieran cambiar los sentimientos de Arianne hacia él.
Así que ideó un plan en dos fases. Primero se tenía que encargar de que en Angus creyeran que Arianne había muerto a fin de que Aidan y sus hombres no trataran de venir a buscarla. Y el hecho de que ella estuviera enferma le dió la idea de cómo hacerlo.
Y segundo que corriera el rumor de que Aidan también había muerto y por tanto pensara Arianne que había quedado viuda.
Así que después de dejar a la mujer en casa de sus padres se dirigió palacio.
— Mi Señor el Rey, querría preguntarle algo personal, aunque no sé si debiera hacerlo — Harald se armó de valor para hablar ahora al monarca, aunque había franqueza entre ambos.
— Dime, que quieres saber de mí. — Le dijo Gare.
—Bueno...— carraspeó — ¿Cuáles son sus sentimientos hacia la madre de Thor?
— En la actualidad, ninguno en absoluto. Ella siempre me ha rechazado, no siento ya nada por ella. De hecho si no fuera por qué no quiero perder el favor de mi hijo, la hubiera desterrado de aquí, o incluso hubiese mandado su ejecución. Si tu inquietud, es que te sientes atraído por ella, tienes mi permiso para tratar de intentarlo, aunque te aviso de que no lo conseguirás, pues ella siempre ha estado enamorada del maldito de Aidan. — Le contestó con perspicacia el Rey, pues percibió las intenciones de su hombre de confianza.

Después de enterarse de los sentimientos del Rey pasó a detallar sus planes a fin de obtener el permiso y la colaboración de Gare en sus propósitos de conquistar a la joven.

——————

— ¡Aidan, has vuelto! — Abrazó jubiloso su padre al verlo regresar después de muchos meses de ausencia.
Aidan regresaba delgado y decaído tras la búsqueda infructuosa de su mujer.
Pronto se reunieron en torno a él al enterarse de su regreso Marcus y Catrin su hija, así como también Rhiannon, Niels, y Neida.
Aidan les explicó que no había encontrado a Arianne tras haber visitado todas las colonias donde habían esclavos, aunque sí que había encontrado a la madre de ella, en una colonia lejana.
— Solo me queda una posibilidad, aunque la verdad es que pensé en ello desde el principio. Voy a ir a Ehazur, pues sospecho que ella fuera allí y nos engañara diciendo que iba en busca de su madre. — Dijo Aidan con convicción a los presentes.
— ¿Que te ocurre Neida? — Preguntó ahora Rhiannon al ver que esta estallaba en lágrimas y se tapaba la cara.
— No puedo ocultarlo más. Lo siento muchísimo. — Dijo ella entre sollozos.— Arianne me hizo prometer que le ayudara y fui cómplice de su mentira. Ella no quería poner en riesgo vuestras vidas al irla a buscar a Ehazur, donde fue para encontrarse con su hijo. — Neida contó toda la verdad ahora que sabía que Aidan de todas formas iba a poner en riesgo su vida al ir a ese lugar.
— Tranquila, sé que lo hiciste con la mejor intención y que te viste en un conflicto por tu amistad y lealtad con Arianne. — Trató de consolar Aidan a la amiga de su esposa.

— Necesito descansar y reponer fuerzas, antes de enfrentarme al reto de volver a Ehazur. No sé lo que ocurrirá una vez llegué allí, pero no puedo abandonar a Arianne a su suerte. — Dijo Aidan cabizbajo

— ¡Ella fue la que nos abandonó a todos nosotros! Yo sé lo mucho que ama a Thor, pero no le importó marcharse olvidándose del resto de sus seres queridos. Incluso dejando a Rhiannon y a ti que eres su esposo. — Dijo con cierto resentimiento Catrin, a la vez que temía que Aidan acabará perdiendo la vida en su empeño por recuperar a Arianne.

Unos días después del regreso de Aidan a Angus, mientras preparaba su partida para Ehazur, llegaron noticias inquietantes procedentes de ese lugar.

— Aidan, creo que debes de saber algo.— Reclamó Neakail su atención.— Han llegado mujeres desde Ehazur, buscando protección y trayendo malas noticias. Creo que deberías de escucharlas. — Le dijo su padre.

— Está bien, llévame a dónde están. — Respondió él.

— Díganme, que noticias traen desde Ehazur y por qué han venido aquí a Angus. — Empezó a interrogarlas Aidan.

El caso es que varias personas han estado enfermando allí algunas han muerto incluso, debido a una epidemia desconocida que causa fiebre, tos y otros problemas respiratorios — Dijeron las mujeres falsamente siguiendo las instrucciones que habían recibido de parte de Harald.

— ¿Por qué han venido, acaso nos quieren hacer enfermar a todos? — Preguntó en tono muy molesto él, por la acción imprudente de las mujeres.

— Temíamos por nuestra vida. Queríamos huir antes de contagiarnos. Póngannos en cuarentena si quieren, pero dennos una oportunidad, les rogamos. — Suplicaron ellas.

—Está bien. Ordenaré que estén recluidas durante un tiempo, aunque se les proporcionará alimentos, y agua mientras están separadas del resto de la comunidad. — Ordenó él mientras retrocedía algunos pasos para mantener la distancia.

— Hay otra cosa que queríamos decirle. Hace unos meses vino una joven, procedente de este lugar, de Angus. Ella cuyo nombre era Arianne afirmaba que era la madre del hijo del Rey, de Thor. Pero lamentablemente la mujer así como también el niño murieron a causa de la epidemia. De hecho fueron unas de las primeras víctimas en enfermar. Sentíamos que teníamos la responsabilidad de notificarlo para que lo supieran sus amigos y familiares de aquí. — Acabaron de contar las mujeres, dejando al hijo de Neakail en estado de shock.

El plan diseñado por Harald era evitar que Aidan y sus hombres fueran a Ehazur, objetivo más difícil de conseguir si la mentira contada hubiese sido otra, como por ejemplo que Arianne había sido ejecutada o algo similar, pues eso solo hubiera provocado en ellos el sentimiento de venganza. Además al implantar el temor a enfrentarse a una epidemia seguro que disuadiria a los hombres de tener el deseo de ir a Ehazur para atacarla.
  Así la primera parte del plan parecía haber causado el efecto deseado. Ahora solo faltaría convencer a Arianne para que creyera que Aidan también había muerto de alguna manera.

Hasta aquí el nuevo capítulo. Por favor me gustaría saber vuestra opinión sobre el curso que están tomando los acontecimientos. ¿Qué opináis? Un saludo, y nos encontramos en el próximo capítulo.



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