Capítulo 45: Ambición.
Rhiannon tenía la mirada perdida en la lejanía, mientras contemplaba otra hermosa puesta de Sol en su lugar solitario preferido donde iba a meditar a menudo. Su rostro triste evidenciaba una conciencia atormentada. Todas aquellas muertes se podían haber evitado si ella hubiese hecho caso a la advertencia de los dragones, e impedido la batalla.
Se sentía responsable de la muerte del padre de Niels así como de muchos otros guerreros valientes. Pero lo que más le entristecía era ni siquiera haber podido rescatar a su hermano, Thor.
- No te aflijas más, mi Reina. - Oyó una voz profunda, dulce, penetrante. Una voz que conocía perfectamente. El vello se le erizó al oírla.
- ¡Dios mío!¡Nerubian!, ¡Qué alegría verte de nuevo! - Respondió Rhiannon girando rápidamente su cabeza para dirigir la mirada hacia el lugar de donde procedía esa voz.-¿Dónde habéis estado, todo este tiempo desde que acabó la batalla?¿Dónde está Zenedar y los demás dragones blancos? - Preguntó ajena a lo que había acontecido en el ámbito de los dragones.
- Cuando acabó la batalla, nos retiramos todos los dragones lejos, muy lejos.- Le respondió Nerubian.
- ¿Estáis en el refugio, todos los dragones juntos? ¿Y Zenedar, está con vosotros? - Le preguntó la Reina.
- Hay cosas que no sabes. No quería lastimarte más. Zenedar, ya no está con nosotros. - Empezó a decir Nerubian, siendo interrumpida inmediatamente.
- ¡¿Qué ha pasado, dónde está, que ha pasado?! - Preguntó cada vez más inquieta Rhiannon.
Varios segundos de silencio transcurrieron que parecieron eternos.
- Zenedar, murió. Murió a manos del gran Dragón negro, Ragnar. El refugio también fue arrasado por una horda de dragones negros después de la batalla. Algunos dragones murieron y el resto huimos muy lejos de allí. Solo yo he vuelto ahora para hablar contigo. - Le contestó finalmente con franqueza.
- Ohhh, no sabía. ¡Fue culpa mía, todo fue culpa mía!- Le dijo empezando a arrancar a llorar y a abrazarse al cuello de Nerubian.
- Cariño, Rhiannon no es tu culpa. La culpa es del malvado Rey Gare, y de Ragnar con sus ejércitos de dragones negros. Tú solo querías rescatar a tu hermano. - Trató Nerubian de aliviar el dolor de corazón de la joven Reina.
- ¡Pero no os hice caso, no hice caso de vuestras advertencias! - Replicó Rhiannon, rehusando ser consolada.
Humana y dragona pasaron largo tiempo. Lloros humanos se juntaron con gemidos y bufidos de la gran criatura mostrando su gran lamento.
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- Hola Papá, buenos días. - Dijo Thor corriendo a abrazar a su padre.
- Buenos días hijo mío. ¿Qué te apetece desayunar esta mañana? - Le contestó.
- ¡Tengo mucha hambre hoy! Quiero comer carne, y queso y nueces. Luego quiero una gran tarta de fresas, y...- Dijo el jovencito relamiéndose los labios.
- Para, para ya... Realmente estás hambriento hoy. - Dijo Gare entre risas.- ¡Pronto! Traer todo lo que pida mi hijo. - Ordenó el rey a sus sirvientes. Todos los caprichos de su hijo se convertían en deseos cumplidos de inmediato.
- Luego, quiero que me lleves a montar a caballo. Quiero ir conociendo todos los rincones del Reino. Algún día yo seré el Rey. Todo será mío, y mis súbditos me obedecerán . - Dijo arrogantemente el pequeño, causando una sonrisa de satisfacción a su padre.
- Pero para eso, has de prepararte bien. Te voy a convertir en un gran guerrero, respetado y temido por todos. - Le alentó su padre.
Día tras día se iba difuminando el gentil y bondadoso Thor al que todos habían conocido, a medida que pasaba el tiempo se iba pareciendo cada vez más a su padre.
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- Ven, siéntate aquí, por favor. Tengo que decirte algo. - Le dijo Arianne a su amiga Neida.
- Cuéntame - Te escucho le contestó esta.
- Júrame que será el secreto mejor guardado que hayas tenido nunca. - Prosiguió Arianne
- Me estás asustando. ¿Qué ocurre? - Le dijo preocupada su amiga.
- Mira, no me resigno a no volver a ver a mi hijo Thor. No puedo quitarme está tristeza en mi corazón. Han pasado dos años desde la derrota. Sé que murió mucha gente. No pueden haber más pérdidas, pero yo soy su madre, y tengo que verlo de una forma u otra. - Le explicó francamente a Neida.
- ¿Qué piensas hacer?¿No estarás pensando en...? - No pudo acabar la pregunta, pues Arianne vio que su amiga había captado la idea.
- Sí, voy a ir a Angus. No sé qué me esperará allí, pero el volver a ver a mi niño, a mi pequeño, compensará todos los sacrificios y los esfuerzos. - Le respondió con decisión la madre de Thor.
- Entiendo tus sentimientos como madre, como mujer, pero no sabes lo que haces. ¿Has pensado que vas a abandonar a Aidan, a Rhiannon, a todos tus amigos, a toda la gente que te quiere? Meditalo muy bien, antes de que sea demasiado tarde. Quizás Gare te vuelva a hacer prisionera, incluso puede ser que no te deje ver a tu hijo. Podrías hasta perder la vida. Es posible que ese maldito esté furioso porque te fuiste, te escapaste, y quiera vengarse. - Dijo con voz suplicante, procurando disuadir a su amiga.
- ¡Pero puede estar pasándolo mal mi hijo!¿No te das cuenta? ¡Me debe de echar de menos, como yo a él! Solo quiero saber cómo está, saber si está bien, y estoy dispuesta a aceptar todas las consecuencias.- Arianne empezó a derrumbarse emocionalmente y ceder al llanto.
- Está bien si esa es tu decisión, vengo contigo. Correremos el mismo destino. - Le dijo Neida mientras le agarraba fuertemente de las manos.
- No, eso no. Tú debes quedarte aquí. No quiero que vengan a buscarme y que muera más gente. No quiero poner en peligro a Aidan ni a Rhiannon. Tú debes apoyarme desde aquí. Deberás mentir por mí. - Miró fijamente a su amiga
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres? - Contestó Perpleja Neida.
- Mira, he pensado mucho últimamente en idear una estrategia para que no vayan a Ehazur, que es el primer lugar donde irán a buscarme, si desaparezco. Tu sabes que mi padre murió en combate hace muchos años. Mi madre fue hecha prisionera y nunca supe más de ella. Más tarde me enteré que a muchos prisioneros los desterraron lejos, esparcidos en diferentes poblaciones de los Reinos subyugados. ¡Ruego a Dios cada día para que aún este viva y se encuentre bien!
- ¿Y que tiene que ver esto conmigo? ¿De que manera quieres que te apoye y que mienta por tí? - Le preguntó su amiga, aunque ya empezaba a imaginarse el plan de Arianne.
- Tienes que decirles cuando me haya ido, que últimamente te hablaba mucho de mi madre, lo que la echaba en falta, y más aún desde que había perdido a Thor. Qué te había contado que un día iría a buscarla entre las poblaciones de cautivos. Así Aidan y los demás no sabrán a donde dirigirse. Tienes que persuadirlos para que no vayan a buscarme. Pero aún si no lo consiguieras, no me buscarán en Ehazur, lo que sería una muerte más que probable para ellos.-Le explicó así Arianne lo que esperaba que Neida hiciera.
-¿Cuando vas a marcharte? - Le preguntó resignada su amiga, viendo que no iba a cambiar de opinión, puesto que tenía todo muy planeado desde hacía tiempo.
- Está noche, cuando todos estén durmiendo. Pero no me iré por las puertas de la ciudad, que están cerradas y con vigilantes, escogeré otro camino más discreto, me iré por las montañas con mi caballo. He preparado provisiones para el camino, agua y comida que tengo escondidas en un saco. No temas. Todo saldrá bien. - Trató de tranquilizar a Neida.
- Tu sabes que eres como una hermana para mí. Te echaré muchísimo en falta. Todo fue culpa mía, el día que me engañaron y secuestraron a Thor. Primero fue él, luego la batalla y toda la gente que murió. Ahora tú...- No pudo continuar hablando pues tenía un gran nudo en la garganta por sus emociones.
- No fue culpa tuya. Lo hubieran hecho de todos modos. Si no era ese día en ese momento, hubiese sido en otra ocasión, hasta que lo hubieran conseguido. Ese era el plan de Gare y sus espías, y no iban a desistir. - Intentó calmar a su amiga, dándole un emotivo abrazo.
- No sé si podré resistirlo. No saber si estarás bien o no. Esa inquietud por tí, todos los días. Ni siquiera sé si nos volveremos a ver más. - Dijo mientras dejó de reprimir su llanto mientras permanecía abrazada a Arianne.
- Nos volveremos a ver, te lo prometo. Conseguiré escaparme con Thor. Quizás cuando sea un poco más mayor él niño y pueda ayudarme para que huyamos juntos. Pero mientras te voy a pedir otro gran favor. Cuida de mi hija, de Rhiannon. - Le pidió a su gran amiga, mientras intentaba recuperar el control de sus emociones y se enjugaba las lágrimas con su pañuelo y secaba las de Neida también.
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Tal como había planeado Arianne, partió al anochecer de Angus, y emprendió el camino que finalmente la dirigió a las puertas de Ehazur.
- Rey Gare. Hemos capturado a una persona a las puertas de la ciudad.- Le informó uno de los mensajeros del Rey, mientras este estaba en la compañía de su hijo Thor.
- Traedla ante mí. - Ordenó el Rey.
Tras eso, fue traída inmediatamente delante de él...
- Por todos los dioses, Arianne... ¿Qué haces aquí? - Preguntó el Rey sumamente pasmado.
Espero que os haya gustado este nuevo capítulo. ¿Qué os ha parecido? Recordar que el final se va acercando ya... Os dejo un video musical, que deseo que os guste.
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