El terminar de la batalla
Cuando miro de reojo, abrió la boca de sorpresa porque la joven chica estaba detrás de el. Se voltea con angustia, mientras, esta leda un golpe con su puño, que termino en pujándolo. Cayo al suelo con una herida roja en la cara, alzo su estoque con furia y corrió hacia Rin, pero esta con una moviendo rápido fue absorbida por la sombra que tenia en sus pies.
—Cuidado es la habilidad de un Dragón negro. —le advierte mirando al suelo con furia. No sabia, donde iba a salir para sorprender me y desprevenido.
Yang con las cejas fruncidas miro la arena, cuando sintió que algo le tomaba las cuatro patas—ho... no... me dejo clavado en el suelo. —tentáculos de sombra empezaron a enroscarse en sus zarpas.
—¡no es posible! —Rían, al ver eso, sin pensarlo corrió hacia Yang con furia corto las sombras con su hoja—¡detrás! —dijo mientras avanzaba alrededor. Liberándolo de una, salto encima del Dragón, se impulso con las manos poseía una mirada seria, una vez que estuvo sentado detrás de su cabeza con el sol iluminando su pelo amarillo—hay que volar, si lo asemos. No podrán pillarnos desprevenidos. —expreso con una voz grave.
—tienes razón Rían, no se me ocurre otra idea. –aclaro yang asintiendo con la cabeza, se impulso con un fuerte aletear emprendiendo el vuelo. El pelo de Rian se movía por el viento que soplaba en la playa, se tomo con sus manos de una de las espinas dorsales que tenia enfrente.
Podía sentir las nubes con una sonrisa visualice la arena, de pronto la enorme Dragona salió de una enorme sombra que Yang proyectaba en suelo arenoso. Extendiendo sus a alas pasa salir volando con fuerza, las dos dieron una piruetas en el aire—¡rayos! —dijo Yin echando un poco de humo—si. Nos as echo enojar, ahora ganaremos con el ataque final. —Rin se levanto del cuelo de la Dragona mirando a Rían, haciendo le el gesto de cortarse la cabeza con su dedo índice.
—Bueno —Rían hizo lo mismo con Yang—ja. No eres la única que aprendió a mantener el equilibrio en el corriente de aire.
Yin dio la vuelta para ubicarse detrás del Dragón blanco—te voy a derrotar hermano. —Dijo mostrando los dientes afilados como navajas—no lo harás —aclaro Yang con un rugido al final—Rían muéstrales que podemos hacerlo.
-si. Solo mantente estable —Menciono entre dientes, camino encima del enorme Dragón, pasando sus espinas dorsales hasta llegar a donde empezaba su cola. Rin, estaba en hocico de Yin, esta estiro su cuello poniéndose repta—hazlo amiga hasta que caiga al mar. —Rin miro el onceno mientras pasaban por los cielos.
—Eso are. —atajo segura.
Rían con los ojos brillantes mostro los dientes de rabia, partió rápido para intentar darle con su hierro a Rin. La joven chica lo detuvo por poco con su arma, se movió así atrás mientras, intercambiaban espadazos de los cuales salían chipas. Soltó una mano de la empuñadura dejando a Rían con fundido, miro como Rin hizo un movimiento con la palma abierta. Recitando unas palabras en voz baja, lanzando le una bola ardiente la cual atajo con la punta de su espada, explotando, el joven gritando de dolor se estampo contra los cuernos de yang.
Se levanto tambaleante. Sentía que sus piernas no respondían—eso no fue nada lindo —dijo, cuando vio que Rin se acercaba con su hoja deslumbrante por el sol, casi no podía verla bien. Rían denoto con lo ojos abiertos el momento de que le hizo un corte en su cara, de reacción movió su cabeza con ardor por la ficción que causo.
La había causado una herida en su ojo, la miro con frialdad, mientras goteaba un líquido carmesí que caía de su cara hasta la escamosa piel de Yang, frunció el seño—ya berréis, ¡yang usa tu aliento! —grito, mirándolo con rabia.
—Estaba esperando —dijo echando un poco de humo de sus fosas nasales—que me lo dijeras.
Rian se aproximo para empujarla con una patada—hay... eso no vale... —expreso, Rin, aterrizando en el hocico de yin, boca abajo pudo ver el agua del vasto mar. Se paro a su vez yang acelero su vuelo con un aleteo rápido—hoh.... —dijo, yin con un leve gruñido.
-vamos, yang, usa tu aliento. —Rian levanto la espada aun que salía sangre de su cortadura. Yang se concentro salían chipas amarillas de su boca, mostro sus dientes afilados como dagas. La Dragona al ver eso se sorprendió cuando este uso su aliento de luz, Lanzándolo a las dos cubriéndolas—hay... —Rin cerro sus ojos de miedo, Cuando yin se concentro para invocar un escudo para proteger a la joven chica—¿Qué paso? —abrió sus ojos cuando el ataque termino, se dio cuenta de lo que paso, sin aviso la gigante Dragona regreso a la normalidad y cayeron al agua fría.
Rían y yang sonrieron con picardía, decidieron aterriza en la orilla para atender la herida de Rían—hay... — Dijo mientras se tocaba con su dedo—debo a tender esto, yang.
—estoy di acuerdo con eso. —dijo, mientras cerraba sus ojos regresando a hacer un joven Dragón, tanto su larga cola como sus cuernos se volvieron cortos miro a Rían, el cual estaba en la palmera atendiendo su herida. Busco en el bolso una caja, la saco poniéndola en la arena, sentándose frente a ella. El Dragón observaba con rugidos leves, cuando saco una botella de alcohol, limpio la sangre que estaba alrededor de su cortada, este mostro sus dientes del ardor que sentía —si son fuertes, si pudieron hacerte eso —Comento Yang al respecto, moviendo la cola de lado con picardía—si... —se burló entre colmillos. Hasta que Rían de irritación, saco una llave de tuerca que estaba en la bolsa.
¡Pun....! —Se escucho cuando Rían, le dio en la cabeza con ella, Yang hizo gemidos de dolor bajando su cabeza—eso por burlarte de mi, aparte, tenéis razón han mejorado en sus combates —dijo, poniéndose una curita en su lesión—bueno. Estamos listos.
Yang sobándose la cabeza y olvidado su dolor—jeje. Me lo busque —menciono, echando humo del nervio. Se acerco levando el hocico, tocando a Rían con su nariz—"listos" ¿para que? —pregunto, moviendo su cola de manera juguetona.
—Para buscar a las chicas. —respondió, guardando la llave de tuerca y la caja en la mochila de Rin, cuando denotaron que unos metros. Donde el agua del mar rosaba con la arena, Vieron que salieron dos figuras extrañas del océano, su indiscutible cabello largo deslumbraba ante el atardecer, era Rin con yin a su lado. Ambas estaban en papadas por completo, rosaron con la punta de sus pies la fría arena, hasta que se acercaron.
—Eso fue duro —dijo, Rin, jadiando por el esfuerzo que hizo para nadar hasta la orilla—¿lo hicimos bien? —examino, exprimiéndose el cabello con sus manos para secarlo.
Yin movía su cola, corriendo hacia Yang en papada—¡hay...! –al recibir el golpe, cayo al suelo, yang abrió los sus ojos y vio que estaba boca abajo de las placas oscuras de Yin—lo hice bien. —dijo, acercando un poco su hocico con una sonrisa ronroneo rosando, con la punta de su nariz, la majilla de Yang.
—si... lo hicieron mejor de lo que esperaba. —aclaro, Rían mirando a la escena con incertidumbre.
—Tiene razón —recalco—estas fría y mojada yin. —con un escalofríos incomodo causado por la Dragona.
Yin con una risita traviesa—bueno. Ese es mi castigo por no ayudarnos —explico con un rugido al final.
Yang puso la misma cara—bueno. La próxima vez, las ayudamos —miro a Rían—¿no? —Pregunto con duda en su tono—si la próxima. —respondió, Rían, con una risa forzada. Yin asintió de afirmación, se quito de encima del Dragón blanco, sacudiéndose el agua con un leve movimiento. Rin se acerco a su mochila, sacando una toalla—deberíamos irnos esta oscureciendo —menciono, denotando el cielo que pasada de un rojo intenso a un negro penetrante—si. Debo ir a la academia para cambiarme la ropa mojada —tomo con sus manos la mochila y se la puso en su espalda.
—estoy contigo hermana. —Opino Rían guardando su estoque—mm... ¿donde esta tu espada? —yin y Rin se miraron la caras de inseguridad—no lo se, creo que la corriente se la llevo. —dijo bajando la cabeza de la pena.
—no importa te comprare otra mejor —Rían expreso con una actitud despreocupada. Yin lo miro con seguridad—si. No olvides que me prometiste cómprame algo en la bazar. —indicó con la pata.
Rían poso una cara simpática. No quería quedar mal ante la bella Dragona negra—eso es cierto —menciono, poniendo sus manos en la cabeza.
—será cuando Rin se cambie. —dijo, yang apuntando a la joven con su pata delantera—tenéis razón, es posible de que pesque un refriado. —aclaro Rían temblorosa del frio que le congelaba los huesos.
«Espero tener suficientes gemas para comprarle algo a yin»pensó, Rían levantándose de la arena—ya es ahora de ir a la academia —miraba distraídamente, la orilla iluminada por la luz de luna, se dio cuenta de que algo se acercaba. Volando a ellos con rapidez, estaba borroso por la distancia. Me quede mirándolo con duda—¿Qué es eso? —dije mirando a mi hermana y a los dos Dragones.
—¿que cosa? —expreso, Rin inclinando la cabeza aun lado de incertidumbre, Rían apunto con su dedo a la extraña criatura que se acercaba. Se fijo cerrando un poco los ojos para intentar distinguirla, al lograr mirar sus escamas azules se dio cuenta de quien era—alto es Deuz, ¿Qué raro no veo a Ignoe?
Yin al escuchar eso, hizo chirridos preocupada, se imaginaba lo peor—no se. Si... Ignoe no esta a su lado es que algo le paso. —menciono bajando el hocico. Yang se acerco con suavidad, le subió el hocico con su pata para consolarla—descuida, vemos haber que le paso. —dijo, levantando sus alas para aprender el vuelo y Yin lo siguió sin pensarlo peor.
—¡oigan amigos! —exclamaron Rían y Rin—¡no podemos volar! —Rin suspiro de fastidio, los dos Dragones los escucharon y dieron vuelta—huy perdón. —dijo Yin aterrizando con Yang.
Rían decide acercarse y montarse en la espalda de Yang—tenemos suerte, pensé que me dejarías Yang.
-lo siento. Es que quería ir con Deuz para descubrir, el porque no esta con Ignoe. — menciono el Dragón Blanco con rugidos inseguros. Salió corriendo moviendo sus alas para salir volando.
Rin bajo la cabeza montándose en la espalda de Yin—bueno. Estoy Lista. —Aclaro tomándose de una de las espinas dorsales de yin—si. Vamos rápido, si queremos alcanzarlo. —esta asintió con la cabeza de afirmación, poniéndose en aire con unos aleteos rápidos.
Volaron tras Deuz, el cual tenía una cara Triste. Se pusieron a los lados de el, mientras, veían las estrellas—hola Deuz, ¿Porque estas tan desanimado? —Dijo Yin con inseguridad.
—es Ignoe, el... —menciono cortando la oración, el Dragón azul con lagrimas en sus ojos—no... ¡no puede ser! —Manifestó, Rin con un dolor profundo porque sabia a lo que se refería con esas palabras, que no quería oír las—¿estas seguro de que murió? —pregunto Rían con una mirada enojada.
—No estuviera así, si no fuera verdad. —Deuz bajo la cabeza viendo el césped, ya no es lo mismo sin Ignoe— el esta muerto.
Yang frunció el ceño con cólera, gruño mientras unas gotas salían de sus ojos—no puedo creerlo, ¿Quién pudo haber echo esa brutalidad?
—si. Cuéntanos como fue, ¿Qué fue lo que paso? —menciono Rían apuntándole con su dedo índice a Deuz.
Tanto yin como Rin asintieron—por favor, dinos que paso. —pidió La Dragona negra con lastima y un tono de voz aguda, movía sus alas para mantener el vuelo. Deuz con dolor miro las estrellas brillantes en el cielo—a el, le encantaban los vuelos nocturnos y creía en mi, y yo en el. —Suspiro vapor de manera depresiva—les explico todo lo que paso.
Tomo una bocanada de aire, mientras veía las hojas de los arboles del denso bosque debajo, procedió a contarle lo que paso en el Templo del Agua (conocido como Warin) todo lo relacionado a las criaturas extrañas con pelaje negro; también lo de la batalla que tuvieron contra ellas la cual fue muy intensa, por lo rápido que eran con sus garras; los cuatro escucharon detenidamente lo que decía, como estas fueron eliminadas por Ignoe, con la ayuda de su fiel hoja, y como este por curiosidad desidia verlas mas de cerca, tomando lo desprevenido con una explosión que creo un cristal afilado, el cual se le clavo en la espalda; como tubo que tomar la difícil decisión de dejarlo atrás para contarle al director lo de la nueva amenaza—en tendieron. —señaló, Deuz con la boca seca por estar hablando media ahora.
—Pobre Ignoe, te salvo a ti —Dijo Rian mirando las nueves en el cielo estrellado—en vez de salvarse de ese trágico final, eso de muestra el amor que te tenia. —expreso de manera alentadora.
Yang hacia pequeños rugidos—tiene razón los dos hubieran muerto, si no te hubiera en pujado. —resalto inseguro.
Rin lo miro con los ojos aguados—pobre de su hermana, cuando se entere, le dolerá como si el filo de una espada atravesara el pecho.
—si. Pero debo contarle. —aclaro Deuz mirando al Frente.
Yin decidió romper su silencio—si. Te ayudaremos, el era nuestro amigo, descubriremos que son esas criaturas —cerro la pata delantera de ira—reprenderemos al culpable, ¿no?
Rin, Rian y Yang exclamaron con seguridad en la mirada—¡si! —Al ori eso Deuz puso una cara de seguridad—por eso hay que decirle todo, al director de la academia. —Dijo, apresurando el vuelo—¡hay vamos acelera Yin! —exclamo la joven de pelo amarillo.
—tu también yang. —Rían tomo la espina de atrás de su cabeza.
Todos se perdieron en el basto horizonte.
Recuerdo:
Partica en la meseta.
El sol rosaba lentamente. Estaba viendo con rabia y jadiando aun Dragón, sus escamas rojas deslumbraban, era más grande que ella y fuerte, con sus placas amarillas y unos cuernos retorcidos. Miraba a la chica de pelo blanco largo la cual estaba con raspones en la cara, vio la densa meseta de tierra, detrás estaba una antorcha con fuego de las cuatro que habían—Linda, ¿podemos parar si queréis? —dijo con rugidos leves, tenia tierra en su piel escamosa.
—no. Ignitus estoy bien, tu sabes que me gusta que me entrenes tu. —aclaro con firmeza, se puso en posición con su cetro. Pequeño con una bola de cristal amarillo, el bastón era de madera de roble.
Ignitus bajo su largo cuello asintiéndole de afirmación—bueno. Pero no cambiare mis métodos, hora estas listo atáqueme con todas sus fuerzas. —aclaro poniéndose la pata delantera en el pecho con seguridad.
-si. Seque, me entrenaras como si fuera un Dragón. —menciono, Linda con seguridad en su mirada.
—debo. Recordarte otra vez —dije con un tono seguro—si no rompéis esas cadenas, que Limitan a los humanos. Nunca podrás liberar el poder oculto. —puso su pata en el suelo levantando polvo.
Linda le sonrió con la cabeza, sabia que si podía derrotarlo en combate, seria un trufo personal—no esperemos mas. — Salto moviendo su cetro, creando un dibujo espectral y se lo lanzo con un leve movimiento, Ignitus uso su aliento de fuego para calcinarlo en el aire. Linda con rabia corrió a el, dibujando con una luz mágica, que salía de su arma, una flecha en "v" que lanzo, la cual Ignitus esquivo por poco, pero olvido que Linda estaba a una lado. Le dio un golpe en una de sus patas, pero no le causaba ningún daño por lo duro de sus escamas, Ignitus frunció el ceño con rabia que le hacia echar humo de sus fauces.
—Inútil humana —dijo con desprecio la empujo, Linda miro con rabia-eres tan débil que incuso te aplastaría. —la rodio con rapidez y salto hacia Linda, esta sintió un dolor de muerte cuando Ignitus la araño en su espalda-hhaaayy... —grito cayendo el suelo.
Linda con lagrimas en los ojos, sintió una ira, por como la desprecio antes, le calcinaba el corazón, el Dragón de fuego miro con inseguridad cuando de su cuerpo se manifestó un aura roja al rededor—insultaste a mi especie, a pesar de todo. —se levanto con una mirada enfurecida, emprendió rápido, corriendo a toda velocidad. Ignitus miro que unas alas de Dragon con cartílago blanco, le salieron de su espalda, las cuales estiro de manera imponente, junto con una cola con escamas Blancuzcas, la cual tenia una especie de daga afilada. Salió de su pantalón negro, le dio con su puño a la nariz de Ignitus, algo que nunca había pasado—aghh... —manifestó con gemidos de dolor.
Ignitus cayo al suelo mientras, salía sangre de su nariz, Linda tenia el ceño fruncido mostro sus dientes, cuyos colmillos se habían a largado, Ignitus la miro con una lagrima en sus enormes ojos y algunos chiridos.
—no. debí hacerlo —manifestó, levantando un poco su largo cuello.
Linda al ver eso. Sus ojos regresaron a la normalidad—¡Ignitus! —exclamo preocupada, se acerco a su hocico. Tanto sus alas como su cola desaparecieron, en un leve resplandor plateado. Se sentó aun lado con lágrimas en los ojos—perdón. Se que tu no dirías esas cosas —unas lagrimas salieron nublando su mirada—perdóname. —cerro sus ojos, cuando sintió que algo se ponía en su regazo.
Al abrir sus ojos. Noto que el enorme Dragón Carmesí, había posado su hocico en su pantalón—si. Seque es difícil de creer pero nunca diría eso —explico con unos ronroneos leves que Linda sintió—yo debo decirte, que me disculpes.
—yo te perdonaría a ti, no importa cuantas veces. —Linda lo abraso con una sonrisa—mi viejo amigo.
Ignitus con unos suspiros alegres—por eso me agradas mas que nadie.
—si. Lo se —dijo Linda con una sonrisa—¿puedes levitarte? Para ir a la academia. —Pregunto, inclinando su cabeza—ha. Si claro. —Ignito levanto la cabeza, permitiendo que se levitara habían gotas de saliva en sus pantalones—a veces ustedes pueden ser asquerosos. —menciono Linda con una mirada picara.
Ignitus puso una cara confundida, en cierto modo estaba apenado pero no se le notaba—yo... —intento inventar una escusa pero no encontró nada—descuida. No te avergüences —dijo con alegría, lo abraso en el pecho—si no fueras así, no serias un Dragón. —aclaro Linda, Ignitus bajo su cuelo como si la estuviera abrasando.
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