El despertar del Dragon purpura
Tras caer de golpe la joven chica sentía los fríos pisos de piedra, abrió los ojos con dolencia, puedo ver las estacas que colgaba en el techo de la caverna, se levanto con dificultad. Se inclino, aferrándose con sus manos de un cristal verde, que estaba aun lado, para no perder el equilibrio. Se miro en el como si fuera un espejo, le empezaron a salir lagrimas de sus ojos porque lo que recordaba era algo que le causaba dolor—Ignitus, tu me ayudaste, hacer mas fuerte a pasar de todo —bajo la cabeza con desanimo—a pasar que moriste, eras el único recuerdo de mi padre –vio un mechón de pelo negro, abrió mas los ojos con horror dijo-Dark. Si pasa mas de tres vez... me convertiré en el de nuevo...
Tubo una alucinación de un líquido carmesí corriendo por el pasillo, se escullaba gritos de pánico—¡basta! ¡Ya no soy esa cosa! —exclamo tapándose los oídos. Movió su cabeza de lado a lado para entrar en razón.
—Recuerda, lo que te enseño Linda, tienes un misterioso poder oculto —se dijo levantándose con alegría—aun que haya oscuridad, la luz prevalecerá. Además, todo pasa por una razón —miro la orilla del rio, donde se a había caído, había gemas de un color rojo a los lados, estas brillaban como las estrellas.
—Fue una dura caída —menciono, acercándose un poco, viendo su reflejo en el agua—debo encontrar otra salida, no puedo rendirme, debo encontrar a ese Dragón. Podía estar aquí cerca.
Voltea viendo una estructura misteriosa, parecía alguna especie de templo por las columnas de piedra, que estaban a los lados de una gruta. Una inmensa sombra salía de ella, Linda, insegura avanzo con cautela, había diferentes gravados en forma de Dragones en los pilares. Se sentía un aura de incomodidad, Linda paso nublando su mirada por lo oscuro que estaba cuando sus ojos se acostumbraron, sintió como unas antorchas se encendían, las cuales apenas iluminaban todas las harías del templo. Llego hasta una especie de baranda que estaba en frente, a los lados dos pasillos se extendían, hasta donde no podía alcanzar su mirada. Se sujeto de ella con sus dos manos, inclinándose.
Alcanzo a observar un cristal amarillo, estaba en la parte baja del templo. Pudo ver una silueta purpura extraña dentro de esta, emitía una luz espectral, Linda se encorvo de hombros nerviosa—¿Qué es eso? Parece que hay algo encerrado aquí —dijo pensativa—tal vez sea ese Dragón —se alego un poco extrañada, vio su mano y la cerro con seguridad—nadie debería estar en un lugar como este —se adentro en el pasillo.
Apenas podía ver por donde iba había un leve aire de incomodidad, Linda veía luz muros de piedra, los cuales estaban oscurecidos y algunos tenían varis grietas, el suelo tenían los mismos ladrillos. Una habían símbolos elementales en los muros, cuando de repente, escucho que algo estaba corriendo enfrente suya. Linda se concentro en sus manos apareció un cetro con un cristal rojo—¡revelarte! No me importa que seáis —dijo con enojo.
La criatura se paro enfrente de Linda, pudo ver que tenia pelaje marrón, unos cuernos de toro en la cabeza, su cola poseía una punta afilada la cual ladeaba. Tenía el pecho descubierto con una hombrera que tenia el mismo símbolo de la "S" distorsionada, sujetada por unas correas de cuero. Linda tembló de escalos fríos, no quería estar cerca del toro porque la podía capturar con sus zarpas—aléjate y no te lastimare —advirtió Linda levantando su cetro, cuyo bastón estaba echo de madera negra. El toro le mostro sus dientes sacando mostrando sus zarpas, cuyas garras eran negras—¡eso! —Exclamo dándose cuenta de algo— Estas enfermo por la oscuridad, no me sentiré mal por matarte, porque no hay cura para eso.
El torro saco sus enormes Degas de unas bolsas de cuero, que estaban en sus costados, se puso en posición de combate mostrándole los dientes de rabia, la iris de sus ojos era totalmente roja, le lazo sus dagas. Linda miro que tenia unas cadenas puestas en la empuñadura, se concentro recitando un hechizo, apareció un escudo enfrente, provocando que las dagas se clavaran con firmeza. Salto retirando el escudo, dibujando con la luz que salía de su cetro la forma de una Dragón—te acabare en memoria de mi mentor —aclaro, moviendo su cetro—¡fuego eterno! —se puso enfrente. El cristal carmesí, solo brillaba de un rojo intenso, la imagen levanto su cabeza y uso su aliento, el fuego lo cubrió por completo provocando que el toro lanzara un grito desgarrador, un humo cubrió su mirada La joven chica camino con seguridad.
—Perdón por hacerlo, lo único que podemos hacer es eso —menciono, caminando con seguridad, el toro estaba en el piso. Linda, miro con lastima, esta jadiaba de cansancio por la energía que uso para el ataque, se acerco a su hombrera con intriga—este símbolo estaba en la criatura, ¿que será? —Lo toco con intriga, cuando lo hizo su varita reacciono con la imagen absorbiendo el aura morada.
El símbolo se puso de un tono gris opaco, el cristal rojo se trasformo en el mismo símbolo que tenían esas bestias. Sintió un extraño poder—¿que es este poder tan extraño? —Decidió tocarlo—se siente familiar.
Empezó a mirar imágenes de ella con Ignitus, recordando los momentos especiales que pasaron desde que era una niña. El era el Dragón de padre cuando estaba sola, me sonreía, alegrándome el día.
«Tuve que soportar sus ocurrencias como a cualquier Dragón» pensó, despertando tirada en el suelo. Linda se levanto con lágrimas en los ojos, pero no eran de tristeza, sino de alegría, miro su varita con ojos curiosos—¿quesera lo que paso? —Dijo viendo el gigantesco pasillo—lo que sea, es fuerte —sujeto el bastón con firmeza.
Recuerdo:
El sol salía por los ventanales de los pasillos, de piedra en la academia, Linda veía las antorchas que estaban puestas a los lados. Avanzo hasta toparse con una enorme puerta que decía biblioteca en un cartel de madera, esta era metálica con gravados, la abrió con sus manos, entrando. Fue agrumada por los estantes que estaban llenos de libros, tenían diferentes colores y formas. Decidió Avanzar hasta una zona, donde había mesas de roble, descubrió, que Ignitus estaba acostado mal en la alfombra, tenía tanto las patas delanteras como las traseras mirado hacia delante. Su mirada fija en un enorme libro que estaba leyendo, se escuchaban algunos rugidos leves acompañados de respiraciones. Linda se acerco con seguridad se puso aun lado—oye. Ignitus, ¿que estáis leyendo?
Al oír eso. El Dragón rojo movió su largo cuello para verla, mostrando sus dientes afilados de alegría—estoy buscando —Explico con rugidos leves—acerca de esa trasformación extraña, porque es la primera vez que aun humano le sale cola y alas de Dragón.
—si. Bueno ¿que encontraste? —pregunto, Linda recostándose de su costado, Ignitus la miro ronroneando de manera alegre.
-bueno, hasta ahora nada. —menciono con una cara simpática, levanto su pata delantera, cerrando el libro.
Linda le acaricio en el hocico con ternura—solo quiero ayudarte. —Admitió, Ignitus, sintiendo las cálidas manos de Linda con gemidos leves—descuida, no tienes que ponerte triste —dijo Linda mirando sus enormes ojos con un gesto de alegría—yo te ayudo, de todas formas soy tu Warrio y tu amiga.
-bueno. Puedes ayudarme —aclaro Ignitus, moviendo su enorme cola, dejando escapar un poco de humo de sus fosas nasales, los dos se levantaron para emprende la búsqueda—pero si te cansas, solo me debes de decir —Ignitus levanto sus alas para estirarlas un poco, Linda puso una cara de seguridad-Sip —asintió de afirmación.
Buscaron por horas, revisando libro tras libro, Linda hacia ruidos de fastidio por no encontrar nada, como Ignitus que hacia rugidos de enojo cuando revisaba los libros más extensos sin encontrar nada de utilidad. Todo los que revisaban terminaban en una pila la cual, al pasar las horas crecía a medida que leían.
Tras recordar eso Linda segura, miro al vasto corredor dejando atrás el torro que yacía tirado en el piso. Siquia mirando los muros agrietados del templo, Linda levanto su nueva vara con rabia en su mirada. Se preguntaba cosas como ¿Qué era ese símbolo de la "s"? ¿Por qué mi varita, absorbió esa energía purpura?
Vio en las paredes símbolos elementales, uno tenia la forma de un Rayo de tono amarillo, luego estaba otra tenia una estalactita de hielo, esta era color azul marino. Decidió avanzar hasta que se topo con uno, que representaba un fuego carmesí, Linda la miro alegre por que era el elemento de Ignitus. Le recordaba el momento cuando buscaron las respuestas pero al final, la joven se quedo dormida en la biblioteca.
—creo que Ignitus, se quedo dormido aun lado y cuando desperté. El había puesto su ala para calentarme eso fue en cantador en ese momento —comento mirando su mano, donde en el debo índice tenia un anillo en forma de Dragón, con los ojos brillantes.
—Este me lo dio como un regalo especial, era de mi padre para mí.
Camino viendo las enormes columnas, algunas estaban caídas y otras estaban derechas, corrió por el pasillo hasta que se encontró con unas escaleras que bajaban algunas losas estaban rotas, aun sentía un frio incomodo que me erizaban los pelos de la nuca. Baje por estas denotando que unas enredaderas estaban pegadas al techo, estas goteaban, llevaba a lo que parecía un arco de piedra.
Linda decidió acercarse con cautela hasta que apareció lo que parecía una flor, esta salió de entre las grietas, se estiro y le salieron dientes afilados. Asiendo un fuerte rugido rompió el suelo de piedra, para sacar sus raíces, Linda al ver eso la reconoció—una de esas planterras, debo matarla para llegar a ese cuarto —dijo con su barita en mano. La Planterra utilizo sus raíces para intentar darle a Linda, Este salto esquivándolo por poco, solo le dejo un rasguño en su cara, movió su varita para crear la imagen de una "v" morada, la empujo con la mano, lazándolo con fuera. La planterra levanto un trozo de roca, para detener el ataque dejando a Linda con una cara irritada, la misma salió corriendo, la planterra intento aplastarla con su enorme raíz, pero falla. Linda salto enzima de ella acercándose a su tallo, mientras sacaba una daga de su bolsillo, con la empuñadura blanca, y de manera rápida le corto la cabeza. La planterra cayo al piso, encogiéndose hasta desaparecer, Linda aterrizo guardando la Daga.
—lo logre ahora voy a ver la sala —se acerco pasando el arco de piedra.
Cuando entro vio una enrome sala, era del mismo material que el resto del templo, el piso tenia mosaicos de piedras, los cuales eran iluminados por la luz de la luna, que salía de unas grietas en el techo. Linda se encontraba frente un enorme Cristal amarillo, era el que había observado desde el balcón, estaba montado sobre un desnivel con unas escaleras. Arriba de este había un a bujero, donde se podía ver el cielo estrellado de la noche, parecía como si algo hubiera atravesado la tierra.
Linda se acerco. Descubriendo que había un joven Dragón con escamas moradas, pero no se distinguía bien como era por lo borroso del cristal. La joven se atrevió a tocarlo con la mano, al verlo estaba lo que parecía una esfera de luz dorada, que apenas se notaba, esta estaba aun lado del joven Dragon purpura—pobre Dragón morado —menciono con lastima en su mirada—vamos a ver, lo que puedo hacer para liberarte —se concentro. Sacando su vara, recitando unas palabras lanzo un rayo de luz, el Cristal amarillo empezó arromperse, salieron unas grietas, las mismas se hicieron más grandes.
Linda miro cuando el cristal desapareció entre destellos dorados, explotando, esta fue empujada bruscamente por una ráfaga de aire. Cayo del desnivel hasta el suelo de piedra, el Joven Dragón purpura aterrizo lentamente en el suelo por una fuerza desconocida.
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