el castillo antiguo

En un lugar perdido en el tiempo. Se puede ver los pasillos, pisos de ladrillo, algunos estaban rotos y entraba el sol por los agujeros en el techo, que iluminaba el enorme castillo. Una chica de pelo blanco largo caminaba por esos pasajes desbastados por los años, sus ropas eran un matalón, negro: que le llegaba hasta las rodillas, una camisa gris; con un borlado rosado en sus mangas. Sobre ella tenia un chaleco de cuero, con inseguridad veía los escombros que estaban tirados por todos lados. La joven sabia que ese no era un lugar, para que un dragón este hay merodeando, porque ilustrada que se podía lastimar o algo que no se atrevía a pensar. Llego hasta una redoma donde sabia, que la esperaría su compañera.

Al pasar un arco de piedra, sintió la pesada aura de incomodidad, la cual se rompió al ver a su amiga sentada a encima de un pilar, que estaba a costado. No se distinguía a la otra joven, al acercarse a ella, la luz del sol roso sobre su pelo, tenía cola de caballo, de color negro: la cual se movía por el denso viento­—al fin, yagáis Linda, cuantas veces dijo que cuando nos reuniremos a tal momento, es ese el momento. –dijo con un tono enojada.

—bueno. Es que estoy angustiada. –Atajo, Linda, con un poco de rabia en su voz-crees que ¿debimos a ver traído a un Dragón? ¿He... Lania? –miro sus ropas, eran el mismo pantalón con la misma camisa, grisácea, pero ella la había modificado para que no tuviera mangas.

-no creo que sea necesario, meter a los Dragones en todo, deberíamos pelear solas esta ves. –dijo, sacando su espada que tenia una hoja rosada muy afilada, Linda se acordó cuantas veces se corto intentando afilar la suya–bueno. Pero ojito con esa cosa, porque no quiero, que le saque el ojo alguien. –advirtió Linda, moviendo la cabeza y mirando que al final del mango, de la espada, tenia una flor rosa que colgaba de una cadena puesta en su empuñadura. Lania se percato como la miraba–te gusta. La personalice, al igual que la hoja. –la puso contra uno de los rayos del sol, que salía de un ventanal en el techo, para revelar la imagen de un dragón, gravada en el acero.

-¡gua! ¿Tu misma la hicisteis? –menciono Linda entusiasmada, porque para ella, era la mas interesante de todo EL reino Dragon's y también sabia que era la mas lista de la academia.

–Exacto – dijo, Lania, asintiendo con la cabeza de afirmación-solo puedo decir, que en los libros de los guepardos, esta todo, pero es difícil de leer por su letra –se tapo la boca con las manos-no le digas, que dije eso –le apunto con la espada-si...

-si...si ya entiendo. –menciono con nervio en su mirada.

Lania se levanto de un salto con seguridad, miro el vasto vestíbulo, el cual estaba en muy mal estado, se oían el cantar de las aves–bueno –dijo, guardando su espada en la bolsa en su espalda–¿cual es nuestra misión?

Linda afirmo–Horita lo reviso, solo espérame. –al escuchar eso, Lania, puso una cara de aburrimiento, mientras Linda buscaba la nota en su bolsillo, cuando al fin la saco.

–aquí esta –la miro con duda, porque no entendía nada de lo que decían los garabatos en el papel-espera... Esto... léelo tú.

Lania puso una cara de fastidio. Camino hasta ella quitándole el papel de malagana, lo miro, se dio cuenta que estaba escrito por el rey Dragón, por la letra que yacía en el–mm... Con razón, esta escrita por un Dragón. –respiro hondo y empezó a leerla en voz alta.

"mis queridas amigas, les debo informar que siento un aura diferente en estas antiguas ruinas, deberían, tener mucho cuidado con las trampas, porque creo que hay un dragón extraño congelado en algún lugar de este astillo, azotado por las batallas que se dieron. Su misión esta vez es hallarlo.

Besos para Linda"

Al terminar. No pudo evitar mirar a Linda, esta se encorvo de hombros incomoda, se sentía apenada-y... ¿eso ultimo que fue? – Recalco Lania, haciendo que las magillas de Linda se pintara de rojo–yo... no lo se... –dijo insegura–eso mismo. Me dijo cuando le pregunte, porque me dice esas cosas, es raro y no entiendo. –al escuchar eso serio un poco–típico en de los Dragones, se le escapan cosas –menciono con una mirada sarcástica–literalmente. –avanzo hasta uno de los pasillos y Linda aun mas avergonzada, la sique con un leve suspiro–hay que encontrar a ese Dragón, Es eso, en pocas palabras.

–Si –aclaro Linda olvidándose de ese sentimiento, pero a su vez Lania, veía los gigantescos huecos de las paredes–lo mas obvio, es que deba estar en una cámara secreta o algo.

Linda levanto la ceja–"cámara secreta" –sito con incertidumbre–exacto, ¿inteligente no? –Dijo Lania con seguridad y le explico– es decir un sótano, se puede obseder mediante un interruptor o botón, que este oculto. –al verla mirada de victoria en su cara, Linda, prefirió dejarla porque sabia mas de estas cosas que ella–bueno. Si, este castillo, fue construido por los Dragones de otra época, debería, haber marcas de colmillos o de garras. –miro como Lania, se perdía por el pasillo a su lado izquierdo–¡oye...! ¡No me dejes aquí! –exclama siguiéndole.

Las dos chicas emprendieron la marcha. Denotaron como la luz diurna se ponía de matices naranjas, que hacían deslumbrar las múltiples puertas, que se extendían por el pasillo. Se sentía una pesadez extraña cuando dieron un paso, escucharon algo–pegadas las paredes, creo que algo viene. – dijo, Lania con frialdad.

Linda al oír los pasos fuertes, se asusto, porque se empezaron a escuchar cadenas las cuales eran arrastradas–que es lo... –miro, que lenia le estaba tapando la boca–cállate, esa cosa se escucha fuerte. No podemos en frenarlos sin un Dragón. –le advirtió en voz baja.

Lenia vio una habitación al lado de ella, al entrar vieron un estante, que estaba a su izquierda, este tenia varios libros de diferentes colores, al frente de ellas estaba un nido de Dragón–voy a vigilar la puerta –se acerco un poco y miro. Entrecerrándola–solo no hagáis ruido. –Linda asintió con la cabeza, mientras, caminaba a un cofre de madera, que estaba aun lado de la Liberia-tal vez haya algo aquí –menciono, abriéndolo suavemente con las manos, este hizo un chirrido el cual Lenia escucho-oye. Dije que silencio –recalco con voz sorda-¿quieres que nos mate?

-no. solo estaba mirando –dijo, agachándose y metiendo su cabeza para mirar dentro del baúl, mientras buscaba. Lenia se dispuso a mirar por el pasillo, abrió sus ojos de sorpresa, vio que estaba pasando una figura con pelaje negro, mugriento, y coraza desgastada«royos. No puedo distinguirlo»pensó con una cara nerviosa, al ver sus gigantescas hachas en su espalda, que tenían varios gravados extraños, a su parecer era como una "S" pero distorsionada. Sus empuñaduras estaban echas con una cuerda amarillenta, atada alrededor de la espiga«¿que será ese símbolo?» se pregunto, voltea a Linda. Esta Había sacado un par de gemas azules del cofre, las cuales cayeron el suelo, haciendo un poco de ruido-¡Linda...! –grito con una voz aguda.

-huy perdón. –respondió con el corazón acelerado, por lo tensa que se puso la situación en ese momento.

-solo prománese en silencio. – Lenia, se puso detrás de la puerta, al escuchar unas respiraciones leves, que parecían provenir del otro lado

-escóndete... -expreso con un voz preocupa.

Linda con horror. Se escondió en el mismo baúl, dejando las gemas en el suelo, a su vez Lenia se ocultó tras la puerta, Linda. Bajo un poco la tapa del cofre y miro como la cosa metía su hocico, para mirar por la sala, sus ojos eran de iris rojizos, tenía un par de cuernos en la cabeza, que estaban sucios, afilados como espadas. Nunca aviamos visto una cosa así, tuve que contenerme de gritar, porque sabia que nos mataría si lo hacia.

Levanto la vista para ver a Lenia. Estaba irritada, en silencio levanto su mano, haciendo el gesto de cortarse la cabeza con el dedo y le apunto a Linda, la misma trago saliva angustiada« ¡Uf! Por suerte, no nos vio » se retiro con respiraciones leves. Las dos salieron de sus escondites lentamente, mientras escuchaban como se retiraba con pasos fuertes. Lenia saco su espada.

-mira, la próxima vez, que esa cosa este cerca y gais ruido. Te lanzare a sus fauces podridas.

Linda bajo su cabeza desanimada-Solo es que estaba, tomando esos cristales –les apunto, estaban en el piso eran de color azulado intenso-creo que el rey Dragón, se equivoco en enviarme a esta misión. –admitió con los ojos agudos, Lenia, dio un pisotón-¡no digáis eso de ti! ¡Tú eres fuerte! ¡Eso nunca cambiara! –Expreso con seguridad y con un movimiento rápido guardo la espada-sabes. Tienes razón, yo soy fuerte. –camino al estante y se apoyo de unos libros azules, que estaba polvorientos. Lenia volvió a mirar por la puerta, buscando a esa criatura, mientras Linda decidía tomar al libro azul, sobre la cual estaba apoyada, cuando lo agarra.

Se escucha un ruido metálico, como un mecanismo de engranajes, Linda miro la estantería preocupada. Cuando Sin aviso, cayó por una trampilla, que se abrió de golpe de bajo de sus pies. Yo no sabia que eso ocurriría, caí por ella, solo mire como todo se nublaba.

-oye... - Lenia se acerco para intentar tomarla con su mano, cortando la oración, pero no llego a tiempo-¡linda! ¡Mierda...mierda! ¡Debo en contarla! –exclamo con enojo, corrió hasta la puerta, perdiéndose por el pasillo, entre dientes recito maldiciones.

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