Capítulo 4 (Pedranía)

La noche llego para nuestros aventureros, teniendo que acampar cerca del Hexágono.

—Iré a buscar algo de comida— Dijo ______ alejándose de la zona para encontrar algo de comer.

—Bien, suerte—

—Adiós guapetón—

—Consigue un buen conejo—

Mientras ______ iba por comida, el resto se dedico a poner el campamento.

—Y dime mona, ¿por qué vinieron al Hexágono?—

—Oh, ammm, escuchamos que una persona había desaparecido cerca de la zona, y Sanfran y _______ quisieron venir a revisar—

—A, ¿aventureros?—

—No, solo... quería que mi padre se sintiera orgulloso de mi—

—Bueno, de no ser por ustedes ahora seria comida del Hexatauro, así que tienen mis mas sincera gratitud—

—Jeje, gracias— Contesto Sanfran algo sonrojado.

—¿Y por qué fuiste al Hexágono Petricia?—

—Estoy buscando a alguien que vive en Salto Del Ángel—

Sanfran coloco la leña y Sada la encendió con un Miniataque Ígneo, Petricia saco un cuchillo de escondido en su pierna y comenzó a afilarlo junto al fuego, para sorpresa de Sada y Sanfran.

—¿Y eso?—

—Una chica nunca debe salir sin algo de protección—

—Eres muy valiente por venir aquí sola—

—No es tan raro, solía... olviden lo— Contesto algo nerviosa.

Entonces llego _______ con 2 conejos y un poco de agua que trajo con unas ropas viejas.

—Bien, hiervan el agua mientras le quito la piel a los conejos— Dijo Sanfran antes de tomar a los animales.

Una hora después ya todos se encontraban alimentados y listos para dormir.

—Bien, con esto debería durar hasta mañana la fogata— Dijo Sanfran.

—De acuerdo, gracias por todo esto Sanfran— Dijo Sada.

—Que puedo decir, creo que se me da bien las manualidades—

—Seria muy útil alguien como tú en la posada—

—Ammm, gracias por la oferta, lo pensare— Dijo Sanfran algo avergonzado.

—Jeje, oye Petricia, ¿como es Pedranía?—

—O, es una gran ciudad, llena de gente y un hermoso castillo—

—Suena muy hermoso— Se maravillo Sada.

—Lo es, aunque... no no importa—

—¿Pasa algo?—

—No es nada importante, en una gran ciudad siempre hay problemas, ya sabes unos ladrones, unos secuestradores, siempre hay algo que hacer—

—Suena problemático, aquí en Salto Del Ángel no hay mucho de eso— Dijo Sanfran.

—Si, creo que lo mas emocionante que a pasado en mucho tiempo fue cuando ______ llego tras el terremoto—

—¿Enserio guapetón?—

—Si, caí de la catarata—

—¿Que hacías ahí?—

—Amm, nada especial, solo estaba ahí—

—¿Entonces no eres de aquí?—

—No, soy de... un lugar muy lejano— Dijo _______ no queriendo revelar nada sobre los Celestiales.

—Jum, bueno si un día pasas por Pedrania camino a tu hogar, ven a saludarme, te daré un trato especial en la posada— Dijo Petricia con cierto aire coqueto.

—Jeje, lo pensare—

—O, ¿entonces te iras?— Dijo Sada sorprendida.

—Bueno, la verdad no lo se— 

Era cierto, Salto Del Ángel era un hermoso lugar para quedarse a vivir, pero una parte de él quería viajar y descubrir que fue lo que ataco al Observatorio, y mas importante, ¿Como llego el Expreso Celestial a la tierra de los mortales?

Esta pregunta lo motivaba a salir al mundo, pero no quería dejar a las personas que tan bien lo habían tratado, sea cual sea su decisión, todavía no la tenia muy clara.

Tras terminar su charla el grupo se hecho a dormir, a la mañana siguiente continuaron su camino a Salto Del Ángel.

Llegaron junto a los primeros rayos del sol.

—Bien, lo mejor sera que vuelva a casa, la bronca que me espera—

—Y yo debo volver a la posada a trabajar—

—Bien, yo acompañare a Petricia—

—¿Perdón guapetón?, eres lindo, pero no necesito una escolta—

—No conoces este lugar, y te ayudare a buscar a quien buscas—

—De acuerdo, nos vemos luego—

Sada y Sanfran regresaron a sus respectivos lugares, mientras _______ acompaño a Petricia a la Iglesia.

—Aquí ahí un cuaderno con todos los habitantes, busca el nombre—

—De acuerdo—

Petricia reviso el cuaderno de la iglesia.

—Veamos, Pos, Pos, aggg, ¿esto son todos los nombres?—

—Si hija mía, son todos los habitantes de este hermoso pueblo— Contesto el sacerdote.

—Esto no tiene sentido, Pos no esta aquí—

—¿Pos?— Se pregunto _______

—Si, ¿donde puede estar?—

—Pues, no creo conocerlo, pero tal vez el alcalde sepa quien es ese tal Pos— Sugirió _______

Salieron rápido de la iglesia para dirigirse a casa del alcalde y Sanfran, al entrar el alcalde se encontraba regañando a su hijo.

—¡Fue muy imprudente y estúpido salir de esa forma!—

—Pero papá—

—¡Silencio! ¡Fuiste imprudente, terco, ¿por qué no puedes madurar de una vez y dejar de ir a aventuras estúpidas?!—

—Papá—

—¡Y lo peor es que involucraste a Sada y a _______ en tus travesuras!—

—Disculpe señor— Dijo Petricia ya harta de escuchar esta pelea.

—¿Umm?— Dijo el alcalde volteándose.

—_______, gracias por venir—

—¿Qué pasa, ______? ¿No ves que estoy ocupado? ¡Largo de aquí!— Dijo el alcalde aún molesto.

—Disculpe amigo, pero vine a hablar con usted y no puedo esperar— Dijo Petricia visiblemente enojada.

—¿Quien es usted?—

—Soy Petricia de Pedranía, y su hijo me salvo la vida, en vez de regañarle debería sentirse orgulloso de él—

—¿Ah, sí? ¿La mujer desaparecida ha aparecido sana y salva?—

—Si, eso es lo que trataba de decirte— Intervino Sanfran.

—Estaba tan ocupado dándole la charla a Sanfran, que se me ha ido la santa al cielo...—

—Si, pude notarlo— Dijo _______

—Bueno, ¿usted es el alcalde verdad?—

—Si, ese soy yo—

—Bueno, entonces usted debe conocer a Pos de Pedranía—

—Pos... Pos...— Dijo el alcalde tratando de recordar —Si, ya recuerdo, solía dirigir la posada—

—Bien, a la posada entonces— Dijo Petricia antes de salir disparada.

—¡Espere!— Trato de llamar su atención el alcalde, pero ya era demasiado tarde.

—Yo iré por ella— Dijo ______ antes de irse.

_________ llego rápidamente a la posada del pueblo y pudo a Petricia frente al mostrador contemplando el lugar.

—Sí, esta es la posada de Pos, está clarísimo. Es que era único para estas cosas. ¡Lo más en posaderos!— Dijo Petricia maravillada con el lugar.

—Entonces, ¿conocías a mi padre?... ¡Oh! Él era a quien buscabas—

—Así es monada, tú padre es un gran hombre, eso me contaron—

—Me alegro que hallamos ido a rescatarte—

—Sí, guapetona. Estabas preocupada, ¿eh? Qué mona. Y encima te aventuraste a un lugar tan peligroso solo por mi, je— Dijo Petricia muy alegre —Y eras superpequeña la última vez que me viste—

—¿Superpequeña?—

—Si, una bebita— Dijo algo nostálgica —Y... ¿Dónde se ha metido Pos?—

—Ah. Pensé que probablemente vinieras a verlo. Me temo que ya no está entre nosotros... Ya hace dos años que...— Las lagrimas comenzaron a caer en los ojos de Sada, se notaba que le costaba hablar de ello. Limpio sus lagrimas para recuperar su compostura.

—¿Eh? ¿No está entre nosotros...? ¿Quieres decir que ha muerto?—

—Por desgracia, sí—

—¡Vaya! No... No puedo creerlo...—

—Si, lo lamento—

—Así que el posadero de la Posada más Reposada... Eso es... Vaya, ¿qué será de mi vieja posada entonces?— Se pregunto Petricia visiblemente preocupada —Espera, ahora que Pos no está, llevarás este lugar tú sola, ¿no?—

—Mmm, bueno, sí—

—No es la posada más grande del mundo, pero es muy mona. Apuesto a que los clientes se sienten aquí más en casa que en sus casas—

—Este, gracias por el cumplido. Me esfuerzo por honrar la memoria de mi padre manteniendo este lugar en perfecto estado—

—¡Pues claro!, no esperaría menos de la hija del Posadero de la Posada más Reposada, cariño—

—¿Eso existe?— Se pregunto ______ contemplando toda la escena.

—Oye, a qué viene tanta historia de posadas reposadas...— Pregunto Sada algo confundida.

—¡Eh!, a ti no te interesará regentar una posada en Pedranía, ¿verdad?—

—Mmm...— Sada tardo unos segundos en entender lo que le habían pedido —¿Cómo dices?— Pregunto ahora completamente atónita.

—Si, esto es muy importante— Dijo Petricia. —Y que nuestro pequeño fisgón nos acompañe—

—Mmm— Sada volteo su mirada y pudo ver a _______.

—Sigamos con la charla—

Sada se encontraba muy nerviosa por lo que estaba pasando, y afortunadamente Petricia pudo ver la visible incomodidad de Sada.

—Sabes monada, podemos seguir hablando después si quieres—

—La verdad, si, eso me ayudaría—

—Bien, me quedare en la posada, nos vemos en la tarde—

Petricia regreso a su cuarto a descansar.

—¿Estas bien?—

—Si, solo es algo raro—

—Tranquila, solo relájate un poco, estoy aquí para ti si necesitas algo—

—No, estoy bien—

Las horas pasaron y tarde cayo, Sada y _______ regresaron a la posada y charlaron con Petricia, quien les contaba algunas cosas respecto a su padre.

—Entonces, ¿cuando mi padre vivía en Pedranía la gente lo llamaba el "Posadero de la Posada más Reposada"?— Dijo Sada, tratando de ocultar la risa por el titulo de su padre.

—Pues claro que sí, ricura. ¡Era lo más de lo más!— Dijo Petricia alegre —Entonces era joven, pero montó su propia posada desde cero y se hizo el amo del sector—

—¡Por Zenus! No me lo puedo imaginar— Dijo Sada sorprendida —Siempre me pareció de lo menos emprendedor y decía que conmigo le encantaba regentar esta pequeña posada—

—Sí, eso es de lo más curioso... ¿Por qué alguien como Pos decidiría venirse a un pueblucho como este? Sin ofender—

—No se me ocurre—

—Bueno, supongo que eso es agua pasada. Lo cierto es que su antigua posada en Pedranía está pasando por muy malos momentos—

—¿Así?—

—Si, todos teníamos la esperanza de que el Posadero de la Posada más Reposada volviera y enderezara las cosas, no puedo creer que no me enterara de que murió hace dos años. O sea, ¡Caramba! Lo siento mucho, guapetona—

—Nada, nada. Yo lo que siento es que hayas venido hasta aquí para nada—

—Eh, no te disculpes. Bueno, así te he conocido a ti, ¿no? Te vienes conmigo a Pedranía—

—Mmm... Me temo que no va a ser posible. Ya tengo bastante con regentar este lugar, y todavía tengo que asimilar que mi padre fuera una especie de posadero legendario— Dijo apenada.

—¿Asimilar? Los hechos son los hechos, guapísima—

Petricia se acerco mas a Sada y puso su mano en su hombro.

—Y puedo ver que tú también tienes madera. Tengo talento para reconocer los puntos fuertes de la gente, ¿sabes?—

—¡Uy, caramba! Se hace tarde y ya tendría que estar preparando la cena— Dijo Sada tratando de cambiar el tema —Debo irme, si me disculpas— Sada hizo una reverencia y continuo —Lo siento... No puedo ir a Pedranía contigo, así que deja de intentar convencerme—

Sada salio disparada de regreso a su casa, sin esperar mas explicaciones.

—Eres superterca, ¿verdad?— Dijo Pedrania a nadie en especial —Bueno, preciosa, pronto te darás cuenta de que tengo razón—

—¿Estas segura de eso?— Dijo ________

—Claro que si, chato... Por cierto, ya que estás puesto a echar una mano, cari, ¿podrías intentar convencer a Sada?—

—Podría intentarlo, pero ¿por qué?—

—No es cuestión de desperdiciar un talento como el suyo. Y a ella le vendrá de perlas, ¿sabes?—

—Pues, mantiene muy bien este lugar—

—Supongo que hasta que no la convenza de que Pos era el Posadero de la Posada más Reposada, no vamos a llegar a ningún lado— Se dijo Petricia —Si tuviera algo físico que pudiera demostrarlo...—

_________ salio de la posada para ir a hablar con Sada, pero para para su sorpresa Sanfran también se encontraba afuera de la posada.

—¿Sanfran?—

—_______, Sada acaba de pasar por aquí y actuaba de una forma muy rara. Me pregunto qué estará pasando—

—Veraz... Petricia le a pedido que la acompañe de regreso a Pedrania para administrar una posada— Le explico ________.

—¡Venga ya! ¿La tal Petricia quiere contratarla?— Sanfran parecía estar molesto por la noticia —Estoy seguro de que Sada no va a querer marcharse e irse a vivir a Pedranía—

—Bueno, Petricia le dijo que su padre era el Posadero de la Posada más Reposada, y eso parece haberla afectado—

—Me pregunto si será verdad eso— Dijo Sanfran —La verdad, me cuesta creerlo—

—¿Enserio?—

—Bueno, es que siempre me pareció un tipo de lo más normal—

_______ dejo el tema de lado y regreso corriendo en dirección a casa. Pero al llegar pudo ver que había un fantasma en la puerta de la casa. El hombre era corpulento, con un gorro rojo y usaba un traje de vendedor.

—Hola, disculpe, ¿Quien es usted?—

—¡Uaaah!— Se asusto el fantasma —¡M... menudo susto! No vuelvas a hacerlo, ¿vale?—

—Ok ok—

El fantasma volteo de regreso a como estaba, hasta darse cuenta de algo muy importante.

—¡Eh, un momento! ¡¿Me puedes ver?! ¡Pero si estoy muerto!—

—Espere... ¿lo e visto antes?—

—Y me parece que también me viste en el Hexágono. Tienes una habilidad de lo más peculiar—

Hay lo había visto, ese hombre era el espíritu que lo había llevado a encontrar el botón que les permitió a él, Sada y Sanfran adentrarse en el Hexágono.

—Perdón, ni siquiera me he presentado, ¿verdad? Soy el padre de Sada, Pos—

—Pos el posadero— Se sorprendió ______ —¿Como moriste?—

—Caí enfermo hace dos años y morí de forma repentina. Pero, como ves, aún no he podido abandonar el reino de los vivos, ¿Y tú eres?—

—O, soy ________—

—Ah, ¿________?... ¿De verdad? ¿D... de verdad?— Dijo Pos, algo asustado —P... pero... ______ ¿No es ese...? ¿Eres el ángel de la guarda del pueblo?—

—Pues...—

De pronto a lo lejos se escucho una voz algo aguda.

—¡Eh! ¡Un momento!—

Del cielo bajo rápido una pequeña luz color rosa, la cual acabo estrellándose contra ______.

—¡Aaay!— Se quejo la luz.

De pronto la luz tomo la apariencia de una chica con un bronceado muy profundo, tiene cabello largo y rubio con una flor rosa en la cabeza. Ella tiene alas rosadas, un vestido amarillo y medias oscuras con sandalias de tacón alto que tienen un lazo rojo en la correa delantera.

—¡Eh, cuidado por dónde vas! ¡Puede que esté en los huesos, pero aun así necesito espacio para maniobrar, tú!— Se quejo la chica.

—Oye, pero si tu me chocaste— Se quejo ______

—Da igual, te perdono. ¡Bueno, viejales! ¿Que es esa chorrada que estabas diciendo?— Le pregunto la chica al fantasma.

Pos reacciono algo confundido —Yo, eh... No sé a qué te refieres— Dijo.

—Hablabas de los celestiales, ¿no? Al principio, yo también pensé lo mismo pero este juglar patético no da el perfil—

_______ se sintió bastante ofendido por el comentario de la chica.

—No tiene halo, ¿no? Y tampoco alas. Menudo celestial más raro, ¿no?—

—Supongo que tienes razón. Aunque, ya que ha surgido el tema de lo de ser raro, ¿quién y qué eres tú?— Le consulto Pos a la chica.

—¡Ja! ¿A que te gustaría saberlo?... Sí, claro. Bueno, pues me presentaré—

La chica entonces hizo una extraña pose, poniendo sus manos cerca de su cara e inclinándose levemente, a ______ le causo algo de ternura.

—Ya verás... Soy la espléndida, maravillosa y sin par Estela, la fascinante capitana del glorioso Expreso Celestial. ¡Tachán!—

—Esto... Ya veo— Dijo Pos algo extrañado.

—Bueno, te toca. Es hora de que des la cara y nos digas quién eres— Le dijo Estela a ______ —A mí me pareces un vulgar mortal, así que: ¿cómo es que puedes ver el Expreso Celestial y a fantasmas como el de este abuelo?—

—Pues, yo solía ser celestial, pero hubo un ataque al Observatorio hace algunos días, cai del cielo y acabe aquí, sin alas y sin halo—

—Mmm... Vale. Entonces, caíste desde el Observatorio durante el terremoto, ¿no?, pues... A mí me suena a cuento chico—

—Te digo la verdad—

—¿Si has perdido las alas y el halo, cómo es que sigues viendo fantasmas y eso? Estás entre dos tierras, ¿no?—

—Creo... creo que si—

—¡Ya sé! Si eres celestial, demuéstralo y envía un espíritu al cielo, tú. No tienes nada que perder y este vejestorio parece necesitar un empujoncito en la dirección adecuada—

—¡Espera! ¿Hablas de mí? Pues, el estado actual de las cosas no me hace muy feliz pero...—

—Deja que lo adivine, solo eres un fantasma porque tienes un asunto pendiente que resolver, ¿verdad?—

—Si—

—Vale, ayuda a este fantasmón a solucionar sus asuntos pendientes y luego mándalo a donde corresponde, tú. Entonces, creeré que eres un celestial y puede que hasta te lleve de vuelta al Observatorio en el Expreso Celestial— Le dijo Estela a _____ —Es justo, ¿no? Iré un ratete contigo hasta que acabes lo que tienes entre manos—

Estela de pronto se convirtió nuevamente en su forma de esfera luminosa y se metió en el bolsillo de _______.

—¡Ah!, sí. Ya que estamos, quizás debería advertirte de que voy a registrar cada detalle de lo que hagas, tú—

—¿Por qué?—

—Gajes del oficio, si voy a viajar contigo necesitare una forma de entretenerme, pero tranquilo, voy a dejarte echarle un ojo cuando tengas un rato. O mejor dicho: ¡O lo miras o te vas a enterar tú!— Le dijo Estela desde su lugar.

—De acuerdo— Pensó ______, todavía no muy seguro de que Estela se quedara en su bolsillo —Ok Pos, ¿sabes que necesitas?— Le pregunto.

—Bueno, es todo muy extraño. Pero, te agradezco que quieras ayudarme—

—No hay porque agradecer—

—Mmm... Me pregunto que asunto pendiente me impide subir al cielo—

Pos comenzó a pensar en cualquier cosa que todavía lo este atando a la tierra de los mortales, cuando algo llego a su mente.

—No creo que...—  Se dijo a si mismo —Quizás tenga algo que ver con aquella cosa que enterré detrás de la posada—

—Puede ser— Le dijo _______ —Veré que puede ser—

______ se dirigió a donde se encontraba la posada del lugar, pero por mas que buscaba no parecía encontrar nada.

—¿Donde se supone que esta lo que busco?—

—Ni idea, pero no tardes— Le dijo Estela sentada en una piedra cercana —Al padre de Sada no le debe apetecer vagar este mundo de por muerte. ¡Basta de perder el tiempo y ayúdale a salir de aquí!—

—Si si, ya lo se, sabes eres una hada y vuelas, ¿no podrías ayudar un poco?—

—¿Estas loco? se arruinara mi pedicura—

_______ continuo revisando la parte de atrás de la posada, cuando un hombre con traje morado se dio cuenta de su presencia.

—¿Que haces ______?—

—Amm... nada muy importante, de hecho, ¿sabes algo sobre Pos?—

—A si, al poco de llegar a Salto del Ángel, Pos solía quedarse ensimismado mirando la catarata. Pero ya no está entre nosotros—

—¿Así?—

—Me he preguntado muchas veces en qué estaría pensando. Supongo que nunca lo sabremos— Le dijo antes de partir hacia su casa.

Entonces _____ se dio cuenta de que había una escalera cerca de la posada que llevaba a una zona de hierba desde la que se podía contemplar la catarata. Subiendo la escalera se dio cuenta de un arbusto que parecía muy extraño hay solo.

—Que lindo arbusto— Dijo Estela contemplando el arbusto con algunas bayas.

—Si, es verdad—

—Oye mira— Dijo Estela señalando a un objeto que parecía sobresalir de la tierra tras el arbusto.

—¿Sera?— _______ comenzó a excavar la tierra, logrando desenterrar un reluciente trofeo de oro.

—U, brilla— Dijo Estela.

—Si, "Concedido a Pos por su majestad el rey Pelente por ser el Posadero de la Posada más Reposada", guau, ese titulo es real—

—Si, bueno vas a necesitar esto— Estela saco del busto de su vestido un bolso de color marrón —Esta bolsa es mágica, puede contener de todo y sin limite de tamaño—

—Guau, gracias Estela—

—Si, no te sientas demasiado, en fin, lleva esa cosa al espectro para que poder terminar con esto— Dijo Estela antes de meterse nuevamente al bolsillo de _______.

______ guardo el Posadín en el bolso que le entrego Estela y regreso a ver a Pos.

Al llegar y sacar el Posadín de su bolso se lo enseño a Pos.

—¡Eso es! ¡Mi Posadín! Cielos santos, eso fue hace mucho, a decir verdad, lo escondí cuando regresé a Salto del Ángel—

—¿Por qué?—

—No quería que Sada se enterara. Y no quería pasarme todo el tiempo acordándome de Pedranía...— Pos puso mirada al cielo, parecía estar recordando los viejos tiempos. 

—Suena que vivas muy feliz en Pedranía— Le dijo ________.

—Si, eran buenos tiempos—

—Pero entonces, ¿por qué te mudaste aquí con Sada?—

—Sada era una niña muy enfermiza. Volví a Salto del Ángel por ella, es lo que mi difunta esposa quería... Lo que la madre de Sada quería—

—O—

—Por eso la traje aquí al poco morir su madre y oculté el trofeo donde nadie pudiera encontrarlo, me pregunto cómo reaccionará cuando lo vea—

—Iré a entregárselo entonces—

—Te lo agradecería—

Entrando en la casa ________ subió las escaleras para encontrar a Sada en su cuarto.

—Esto no me lo pierdo— Dijo Estela saliendo del bolsillo de  ______.

—Estela, escóndete, no quiero que se asuste—

—Tranquilo, los mortales no pueden verme ni oírme—

—Bien— Dijo _____ pasando a ignorar la presencia de Estela —Sada— llamo la atención entrando al cuarto.

—¿Qué tal, _______?— Le saludo Sada.

_______ saco de su bolso el Posadín para mostrárselo a Sada.

—¿Qué es ese trofeo que llevas ahí?—

—Míralo— Le dijo _____ antes de entregárselo a Sada.

—Un premio a la Posada más Reposada... ¿Del rey de Pedranía? ¿A mi padre...?— Leyó sada completamente sorprendida de que las palabras de Petricia acerca de su padre fueran ciertas —¡No me lo puedo creer! La historia de Petricia era cierta—

—Si, así parece—

—Aunque, no sé. ¿Por qué dejaría papá todo aquello para venir aquí al aburrido Salto del Ángel? ¿En qué estaría pensando?—

—Quizás yo pueda explicarlo— Dijo una voz dentro de la casa.

—U, se pone bueno— Dijo Estela viendo todo el show desde la cama de Sada.

El abuelo de Sada entro al cuarto para sorpresa de Sada.

—¿Abuelo?—

—Pos me hizo jurar que nunca lo contaría, así que he mantenido el secreto todos estos años pero, y poco importa—

—Pero... ¿por qué?— Se pregunto Sada.

—Querida Sada... Quizás recuerdes lo enfermiza que eras de niña, tu pobre madre era igual. Si las cosas hubieran seguido su curso, te habrías ido poniendo más enferma poco a poco. Al final, habrías muerto. Tu madre murió muy joven por este motivo—

—Pero yo estoy sanísima. Ya casi ni me acuerdo de lo que es estar enferma— Dijo Sada.

—Eso es porque te criaste bebiendo el agua de las cataratas de este pueblo, el agua de Salto del Ángel es famosa por sus propiedades curativas—

—¿Así es como sobreviví a la caída? ¿Acaso las aguas de este lugar fueron lo suficiente poderosas como para traerme de entre los muertos como un mortal?— Se pregunto _______

—Entonces... ¿Lo que tratas de decirme es que papá dejo su posada en Pedranía y se vino a vivir aquí por mí?—

—Exacto. Salvar a su hija era mucho más importante para él que sus ambiciones personales—

—Baya, que hombre mas aburrido— Dijo Estela desde su lugar.

—¡Pero eso es horrible! Me interpuse entre mi padre y sus sueños— Dijo Sada tratando de contener las lagrimas que se formaban en sus ojos.

El abuelo abrazo a Sada para consolarla —Él sabía que te ibas a sentir mal. Por eso no quería que lo supieses— Acariciando su espalda, el abuelo espero a que Sada se calmara antes de continuar —Pero ya eres lo suficiente mayor para conocer la verdad— El abuelo se separo de Sada para dejarla pensar.

—¿Sabes? siempre me pregunté por qué a veces tenía esa mirada perdida, ahora entiendo el motivo... Lo hizo todo por mí...—

—Si, parece que tú padre era un buen hombre— Dijo _______

—Mmm— Sada puso su vista en ______ —______. Creo que voy a ir a Pedranía—

—¿Enserio?—

—No sé si podré ayudar a Petricia pero al menos he de intentarlo—

Sada salio del cuarto para darle a Petricia las nuevas noticias.

—Bueno, noticia bomba y media—Dijo el abuelo —Tenía el presentimiento de que tarde o temprano, llegaría este día. Pero la echaré mucho de menos...—

—Si, yo también—

—Buah buah, que triste— Dijo Estela antes de levantarse —Vamos ya a terminar esto, no me interesan estas telenovelas de mortales—

—Voy a salir— Dijo _____, pero al salir de cuarto ah estaba, Pos con su forma fantasmal parado, parecía haber contemplado todo.

—¿Estás ahí, abuelo?—

—Estoy aquí. Lo he oído todo, no puedo creer que Sada vaya a cumplir mis sueños en mi tierra. Ha crecido mucho—

—Si, es verdad—

Sonriendo Pos solo tuvo una cosa que decir —Ya no tengo nada de lo que arrepentirme, sé que tendrá éxito, no necesita que cuide de ella continuamente—

Pos comenzó a brillar intensamente, ______ pudo reconocer ese brillo.

—Creo que estoy listo para partir— Dijo Pos al verse brillar —Muchísimas gracias, mi ángel de la guarda— Dijo pos antes de elevarse al cielo y desaparecer.

—¡Se ha ido!— Se asombro Estela —¡Lo has logrado! Supongo que eso significa que debo admitir que, al final, vas a ser un celestial—

—Si, ves—

—Bueno, una promesa es una promesa. Te llevaré al Observatorio y eso. Ya sabes: de bien parecidas es ser agradecida— Dijo Estela.

—De acuerdo, pero voy a echarme a dormir— _______ se dirgio a su cuarto, cuando Estela se paro frente a él.

—Un momento... ¿no deberías recoger la benevolesencia esa?— Dijo Estela señalando al punto donde Pos había estado, pero sorprendente mente _______ no podía ver nada ahí.

—Lo siento, no veo nada—

—La tienes delante de las narices, ¿no la ves? ¡No me digas que ya no puedes ver la benevolesencia!—

—Eso... eso parece— Dijo ______ también preocupado.

—Me vuelve a entrar la duda... ¿Eres o no eres un celestial?—

—Yo... no lo se—

Había mucho en lo que pensar, pero tras todo esta aventura, ______ solo quería recostarse a descansar.

—Bien, duerme ahora y mañana en la mañana partimos al Expreso Celestial—

—Si claro...— Pero... ¿Por qué ir ahora? ¿Como reaccionaria Sada si desaparece de un día para otro? ¿Quien le daría a Sanfran la noticia?

—¿Podemos esperar un tiempo?—

—¿Qué? ¿Por qué?— Pregunto sorprendida Estela.

—Sada y Sanfran son mis amigos y... me gustaría estar ahí cuando Sada se valla del pueblo.

—No tengo forma de convencerte de ira hora ¿verdad?—

—No—

—Ahhh— Dijo Estela visiblemente frustrada —Ya ya, creí que a ningún Celestial le importaba tanto los mortales—

—Pues como tu dijiste, ya no soy un Celestial—

______ se hecho a dormir.

Los días pasaron, todo el pueblo estaba sorprendido por la noticia de que la dulce y amable Sada iba irse, tal vez para siempre. Los siguientes días fueron bastante tranquilos, pero Sanfran no había hablado ni con ______ ni con Sada en todo este tiempo.

Hasta que llego el momento, el paso de la montaña fue despejado y gracias a los soldados que vinieron a dar la noticia el pueblo supo que era la hora de que Sada se fuera.

Llego el día en que Sada debe partir hacia Pedranía.

A primera hora de la mañana _______ se levanto y acompaño al abuelo para despedir a Sada, ella había pasado la noche anterior con Petricia para poder hablar de lo que harían al llegar a Pedrania.

—Te echaré de menos, abuelo... Cuídate, ¿quieres?— Dijo Sada a su abuelo.

—Tú también. Aunque será difícil ganarse la vida en una nueva ciudad, no vayas a trabajar demasiado— Contesto el abuelo.

—Sé que estás preocupado por tu niña, pero yo le voy a echar una mano así que tranquilo, ¿vale?—

—Me alegra oírlo, Petricia. Me quedo mucho más tranquilo— Dijo el abuelo un poco mas tranquilo.

Sanfran había estado escondido todo el tiempo, escuchando la conversación desde el muro de la casa de Sada, esto no había pasado desapercibido para la chica.

—¡Sanfran! ¿Puedo hablar contigo un momento?— Dijo llamándolo.

—¿De qué quieres hablar?— Contesto Sanfran algo enojado mientras salia de su escondite —Te marchas, así que está claro que te importo un bledo—

—O Sanfran—

—Eres una mis pocas amigas y ahora... Solo te marchas—

—Sanfran, sabes que no es así— Le intento convencer ________.

—Sanfran, solo me preguntaba si podrías encargarte de la posada en mi ausencia— Dijo Sada —Me dolería mucho tener que cerrarla, ¿sabes? Lo harás, ¿no? Sé que puedo contar contigo— Dijo con una enorme sonrisa.

Sanfran camino hasta estar frente a Sada, estaba listo para gritarle, pero entonces vio su alegre sonrisa, y toda la ira que sentía se esfumo.

—Bueno, lo haré, pero solo para que mi padre me deje en paz con ese rollo de que encuentre trabajo— Contesto tratando de parecer rudo —¡No lo hago por ti!—

—Si claro— Pensó _________.

—Seguro que se me va a dar tan buen el tema que muy pronto mi posada será mucho mejor que tu cuchitril de Pedranía—

—Ya veremos...— Contesto Sada con humor —Pero no pienso dejarte ganar, claro—

—¿Ah, sí? ¡Parece que esto es el comienzo de una competición!—

—Jeje— Sada puso su vista en ______ —________, a penas puedo expresar mi agradecimiento por lo que has hecho—

—No fue nada—

—Es asombroso que dieras con el trofeo que mi padre había escondido de esa forma, eres todo un misterio. No me sorprendería que al final fueras de verdad nuestro ángel de la guarda— Dijo Sada con una agradable sonrisa.

________ se puso bastante nervioso por el comentario de Sada.

—Ahí, si esa chica supiera que no esta tan equivocada— Dijo Estela desde su bolsillo.

—¡Ja, ja! ¡Qué cosas se me ocurren!—

—Si, ja, ja—

—Supongo que ahora volverás a tu casa, ¿no?, dijiste que empezarías a viajar también—

—Si, algo así— Dijo _____, claro que tenia que avisar que también se iba, pero a diferencia de Sada, no podía decir a donde.

—Oye—

—¿Si?—

—Si durante tu viaje pasas por Pedranía visita mi posada, ¿vale?—

Con una sonría ______ contesto —Tenlo por seguro—

—Será mejor que me ponga en marcha— Sada se acerco a Sanfran y le dio un beso en la mejilla para despedirse —Adiós Sanfran, eres un buen chico, así que deja de tratar de negadlo— Le dio otro beso a su abuelo —Te extrañare abuelo, pero prometo que vendré a visitarte— Y finalmente le dio un beso en la mejilla a ______ —Voy a extrañarte mucho—

—Vamos Sada, déjate de lagrimas, que me harás llorar— Dijo Petricia.

—Si, adiós a todos. ¡Y muchas gracias por vuestra ayuda!—

Sada y Petricia se dirigieron a la salida del pueblo, Sanfran y ______ no pudieron hacer mas que mirar, y desearles lo mejor.

—Bueno, sera mejor que me instale en mi nuevo trabajo— Dijo Sanfran —Ni te molestes en despedirte eh, solo lárgate de una vez y no te metas en muchos problemas— Dijo Sanfran antes de irse con una sonrisa.

—Bueno, va siendo hora de que nosotros nos pongamos en marcha también— Dijo Estela saliendo del bolsillo de ______ —Prometiste que partiríamos una vez la chica se fuera—

—Si tranquila, no lo he olvidado—

—Supongo que recordarás dónde está el Expreso Celestial, ¿verdad?—

—El el camino de la montaña, descuida, no lo he olvidado—

—Pues tampoco es para estar tan orgulloso, ¿sabes? No esperaba que lo hubiese olvidad. Venga, vamos al paso— Le contesto algo fría Estela antes de volver al bolsillo de ______.

______ se dirigió a la salida del pueblo, cuando un niño paso junto a él.

—La gente dice que Sada se marchó por tú culpa _______— Dijo el niño enojado —¡No es justo! Si alguien se tenía que marchar del pueblo, ¿por qué no se marcharía Sanfran?—

—Tranquilo niño, estoy seguro que las cosas van a mejorar con Sanfran—

—Como digas, oye mi amiga te estuvo buscando, quería pedirte algo—

—Claro, iré a verla—

______ dejo al niño ahí, aunque Estela no tenia muchas ganas de ayudar a otro mortal, pues necesitaba la ayuda de _____ para entrar al Expreso Celestial, así que no había nada que pudiera hacer al respecto.

—No tardara, tranquila— Le dijo ________.

Cuando pasaba por los puentes hasta llegar a la iglesia donde se encontraba la niña pudo ver a un hombre contemplando las cataratas.

—¿Pasa algo?—

—Solo estaba pensando—

—¿Que pensaba?—

—Fue el agua de estas cataratas la que permitió que Sada tuviera una vida normal y saludable. Las Lágrimas de Ángel son un agua milagrosa, ni más ni menos. ¡Podría ganar millones con ellas en un santiamén!—

—Y ayudaría a mucha gente—

—A sí, eso también—

Regresando a su camino frente a la iglesia ______ encontró a una niña con un moño rosa que le pidió que se acercara.

—Hola, me llamo Tejerina. ¿Sabes algo de las misiones?—

—Amm... no la verdad—

—Yo, esto, ¿podría encargarte una misión? Quiero tener una entretela. ¿Me podrías conseguir una?—

—Claro— Le contesto ______

—¡Gracias al Todopoderoso! Tenía la esperanza de que dijeses que sí— Dijo la niña muy alegre —Las entretelas se encuentran en el suelo cerca de grandes telas de araña—

—¿Sabes de alguna cerca?—

—Hay una muy grande al este del pueblo, pero tienes que recorrer un gran camino siguiendo el curso del río para llegar a ella—

—Si, creo que vi una, al otro lado del rió ¿verdad?—

—Si allí hay una entretela, investiga el suelo y descubrirás en seguida si es lo que buscas, yo te espero aquí. Una simple entretela es todo lo que pido— ______ se dirigió a la salida del pueblo, cuando Estela salio de su bolsillo.

—Bueno, si vas a ayudar a esta niña vas a necesitar esto— Dijo Estela sacando un libro de su bolso.

—¿Para que es?—

—Es un libro de misiones, anotare todos los encargos que te den para que no los olvides—

—De acuerdo, gracias Estela—

—Solo lo hago porque mientras mas pronto termines mejor para mi—

______ salio del pueblo, pero en vez de seguir el curso del rió se le ocurrió una solución mas simple.

—Oye Estela ya que puedes volar, ¿y si traes la entretela?—

—¿Acabaremos antes así?—

—Si—

—De acuerdo—

Estela avanzo volando hasta cruzar el rió, y al llegar se encontró con una telaraña gigante.

—Ihu, no quisiera conocer a la araña que hizo esto, ahora ¿donde esta esa cosa para que podamos irnos?—

Un grupo de limos de pronto llego a la zona, afortunadamente para Estela ellos tampoco eran capaces de verla.

—Jeje, son tan torpes— Dijo Estela al ver como ellos quedaban atrapados en la telaraña —Bien, listo— Dijo sacando una entretela de en medio —Ahora a volver con ______—

Un fuerte gruñido se escucho de pronto, Estela pudo ver como de la montaña en la cima se asomaba una horrenda araña gigante, de un color amarillo y negro, Estela no tardo en querer huir corriendo, pero algo la detuvo.

Vio a los pobres limos, atrapados y listos para convertirse en la comida de esa horrenda bestia.

—Hay, ¿por qué estoy haciendo esto?—

Estela rápidamente cogió una roca afilada y comenzó a cortar la telaraña liberando a los limos, quienes rápidamente huyeron lejos de la araña.

Tras acabar su buena acción regreso con _________ para ir a entregarle la entretela a Tejerina.

—Hola, ¿qué tal te ha ido? ¿Has encontrado una entretela?—

—Si toma— Dijo _____ entregándosela.

—¡Genial! ¡Una entretela! ¡Una entretela de verdad! ¡Vaya tela! ¡Muchísimas gracias! Bueno, como reza el dicho: "De bien nacidos es ser agradecidos" Toma esto— Dijo la niña para luego sacar de su bolsillo una planta morada.

—Es una adormidera, aplástala y lánzala a un monstruo y caerá profundamente dormido—

—Guau, gracias—

—No, gracias a ti— Dijo Tejerina muy alegre.

Tras acabar la misión Estela y _______ emprendieron viaje en dirección al Expreso Celestial.

—Estela, ¿como crees que le ira a Sada?—

—¿La chica mona de pelo azul? Le ira bien, tiene buen carácter—

—Creo que estas hablando de Petricia—

—A si, es muy echada pa'lante ¿no?—

—Si un poco—

—A diferencia de mi, que soy delicada como una flor, tú—

—Jeje, si claro—

—Oye, ¿hay muy pocos monstruos o solo soy yo?—

—Lo mas seguro es que estén asustados—

—¿De mi?—

—Si, los monstruos pueden oler esas cosas, de seguro pueden oler que has derrotado al Hexatauro y se alejan por miedo—

—Tiene sentido—

—Igual no te pongas muy contento, eso es aquí, los demás monstruos estoy segura que no dudaran en atacarte—

Así continuaron su camino, sin la intervención de los monstruos pudieron llegar al Expreso Celestial rápidamente. Cuando llegaron al Paso de la Montaña Estela rápidamente voló a la puerta. 

—Ya hemos llegado. ¡Pasajeros al tren!— Dijo animada.

—Bien, tranquila—

Estela y ______ se adentraron al interior del Expreso celestial, todo el lugar se encontraba apagado, lo que da un tono lúgubre a los adornos dorados del interior, entraron directamente a la cabina de control, un gran tablero dorado con una pantalla de un color azul era lo mas destaca ble del lugar.

—Bueno, ya estamos en el Expreso Celestial. ¿Qué te parece? A que está genial, ¿eh?—

—Si... amm... muy lindo— La verdad es que el aspecto actual no ayudaba mucho a su opinión del Expreso.

—Me gustaría decorarlo un poco más y tal. Todavía es demasiado aburrido, ¿no?—

—Si la verdad, se ve apagado—

—Estoy pensando en unos brillantes rosas ribeteados en oro. Le daría a esto un aspecto Estelar, ¿a que sí?—

—Jejeje— Dijo ______ riendo por el juego de palabras.

—...— Estela esperaba una respuesta de _____, pero al no decir nada —¿Como? Mis ideas de decoración te dan lo mismo, ¿no?—

—Un poco si—

—Supongo que lo único que te interesa es ponerte en marcha, ¿verdad?—

—Bueno, ya que me arrastrase aquí para eso, un poco—

—Muy bien. Se acabo la visita guiada, tú—

—Oye, no te enfades—

—Igual, yo también tengo a tope de ganas de volver al Observatorio a ver cómo está la cosa—

Estela se dirigió al panel de control del Expreso Celestial.

—Perfecto, pues...— Dijo mientras pasaba la mirada por todo el panel —¡Aaaa tope, tú!

Estela entonces dio un fuerte golpe contra el panel y comenzó a jalar y mover cosas. Pero el Expreso no parecía querer moverse.

—¡Oh, vaya! Tenemos un problema— Dijo Estela contemplando el panel.

—¿Pasa algo?—

—Pensé que volaría si había un celestial a bordo. ¿Qué habrá pasado...?—

—No tengo idea, es algo decepcionante—

—¡Eh! No podías ver la benevolesencia, ¿no? aunque dices que eres un celestial—

—Si—

—¡Ese debe ser el problema, tú!—

—¿no funciona porque al parecer solo soy parte Celestial?, ¿eso estas diciendo?—

—O sea, ya era mucho pedir que me tragara eso de que los celestiales pueden perder el halo y las alas, ¿verdad?—

—Te estoy diciendo la verdad— Dijo _____ molesto.

—¡Ja! No te habrás mosqueado, ¿verdad? No te había visto nunca mosqueado. ¡Qué bueno, tú!— Dijo Estela divertida —Bueno, no tenemos tiempo para esto. El Todopoderoso se va a enfadar si nos quedamos aquí de brazos cruzados—

—Si, de seguro, pero ¿que idea tienes?—

—Eooo, ¡Todopoderoso! ¿Nos estás escuchando?—

—Noooo— Contesto ______ haciendo una voz gruesa.

—Oye, no es gracioso— Dijo Estela tratando de contener su risa —Tenemos un problema tremendo, ¿y si nos hechas una manita?— grito al cielo.

Al no obtener respuesta continuo.

—¡Qué raro! Estará demasiado ocupado para hacernos caso o algo...—

—O simplemente no puede oírnos— Pensó ______.

—Muy bien, ________, este es el plan: vamos a seguir el camino ese a Pedranía— Estela sonaba muy confiada en su plan —Cuando lleguemos, ayudaremos a mucha gente y conseguiremos benevolesencia a tope. Supongo que eso hará que el lerdo del Todopoderoso nos preste atención—

—Ese es... de hecho una buena idea—

—¡Ja! ¡Vaya careto se te ha quedado! No te apetece mucho, ¿verdad?—

—La verdad, no me molesta—

—Bueno, va. Ya he decidido lo que vamos a hacer así que: ¡a tope, tú!—

—De acuerdo—

—Por cierto, si vamos a seguir viajando juntos vas a necesitar esto— Dijo antes de sacar un enorme libro marrón con detalles dorados.

—¿Que es esto?— Pregunto, ________, confundido.

—Es el Bestiario, dentro tiene la información que a sido recolectada de cada monstruo con el que te encuentres, con solo ver un monstruo el Bestiario pude brindarte toda la información, tú—

—Suena a un libro muy útil, pero muy lleno—

—Ja, seguro no podrás ni llenar la pagina uno tú— Se burlo Estela.

Sonriendo por la actitud de alegre de Estela ______ salio del Expreso Celestial, siguiendo el camino de la montaña _______ no tardo en llegar a la región de Pedrania.

Pedranía (Oeste)

Monstruos:

-Espíritu (Ampolla de agua bendita y Vestido de seda)
-Truhán (Pantalones de Algodón y Báculo de Roble)
-Mazador (Kilt de cuero y Garrote de Roble)
-Lima (Planta Medicinal y Limogota)
-Seta Macabra (Planta Medicinal y Adormidera)
-Burbujilimo (Planta de Fierabrás y Limogota)
-Tritón Guerrero (Tapadera y Espada de Acero)

Objetos en el suelo:

-Coagulante (Cerca de la entrada de la ciudad) [Paraliza a un enemigo]
-Puñeseta (Siguiendo el camino del sureste) [Alquimizalo]

Consejo: Eviten las peleas hasta llegar a Pedrania, entenderán después.

—Guau, ese debe ser el castillo de Pedrania— Dijo señalando la gran estructura que se veía a lo lejos.

—Si, ahí encontraremos muchos mortales deseosos de ayuda, y obtendremos mucha benevolesencia, tú—

Entonces vamos rápido.

De pronto un grupo de 3 monstruos rojos se pararon frente a _______.

—Parecen Slimes—

—Son limas, y yo que tú no me acercaría—

—¿Por qué?—

Las limas miraron enojadas a _______, cosa que no tardo en notar.

—No les gusta que las compares con los limos normales, tú— Dijo Estela riendo.

Limas

Stats:

-HP: 19
-PM: 4
-Ataque: 23
-Defensa: 18
-Agilidad: 25
-Experiencia: 20
-Oro: 22

Drops:

-Hierba Medicinal (1/8)
-Limogota (1/8)

Los limos se lanzaron contra _______ y comenzaron a adherirse a su cuerpo,

—¡No puedo moverme!— Grito preocupado.

—Y ese no es el único de tus problemas—

—¿De que hablas?—

De entre la lejanía, apareció volando un Truhán, riendo.

Truhán

Stats:

-HP: 18
-PM: 3
-Ataque: 19
-Defensa: 16
-Agilidad: 22
-Experiencia: 22
-Oro: 25

Drops:

-Pantalones de Algodón (1/32)
-Báculo de Roble (1/34)

Hechizos:

-Miniataque Ígneo (Inflige daño de fuego a un enemigo)

El Truhán riendo no tardo en atacar a ______ con un Miniataque Ígneo, pensando rápido ______ giro su cuerpo para usar a una de las limas de escudo. Al ver como su compañera caía derrotada, las otras limas soltaron a ______ y saltaron contra el Truhán.

El Truhán se elevo para evitar a las limas, pero ______ sujeto a una y se la lanzo a la cara, para soltarse el Truhán soltó su báculo y con sus manos trato de quitarse a la lima de la cara, pero sin su báculo para levitar acabo cayendo al suelo, en el suelo las limas saltaron contra él y comenzaron a pegarse.

—Cuida a mis amigas— Dijo ______ mientras corría en dirección al castillo.

Sin darse cuenta, otro Truhán le venia siguiendo los talones, pero al llegar a la entrada de Pedrania escucho un grito.

—¡Agáchate!— Dijo un soldado, que salto en el aire y derribo al Truhán con un certero espadazo.

—Uff, gracias señores, la sentí cerca— Agradeció.

—¿Cuales son tus intenciones viajero?— Le pregunto otro soldado.

—Solo vine a Pedrania por algo de comer— Dijo _____ para evitar llamar la atención respecto a su verdadera misión.

—De acuerdo, pasa viajero—

Los soldados se hicieron a un lado, permitiendo le el aseso a Pedrania.

______ cruzo la gran puerta y se encontró dentro de uno de los pueblos mas hermosos que había tenido la oportunidad de presenciar.

Cambio Y Fuera Grumete.

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