Capítulo 1 (Prologo - El Observatorio)
Primero, nadie comento ni dio estrella a esta historia, por favor, me duele, pero pude ver que al menos algunas personas lo leyeron, así que en lugar de darle un nombre, sera una historia de rayita.
¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Si hay alguien, que conteste, por favor.
Muéstrate.
Así, las voces de los mortales suplican, con la esperanza de demostrar nuestra existencia...
¿Cuánto tiempo hemos cuidado de su reino...?
¿Desde cuándo existimos nosotros, los celestiales...?
Nuestra historia comienza en un pequeño pueblo en medio de la nada, un pueblo llamado Salto Del Ángel, era un pueblo muy tranquilo, con una catarata que nutria de agua a la gente del pueblo con una posada y gente muy amistosa, como una gran familia. Pero nadie en ese mueblo entendía lo que estaba pasando en el cielo, muy cerca de ellos.
Hay se encontraban el protagonista de esta historia ________ El Ángel Del La Guarda, acompañado de su maestro Engel, durante siglos los Ángeles de la guarda han protegido y cuidado de los mortales, en su juventud Engel era uno de los ángeles mas fuertes y respetados de todos, y ahora toca pasar su puesto como ángel de la guarda de Salto De Ángel a su sucesor _______.
Engel es un hombre joven y calvo, tiene una aureola sobre su cabeza y grandes alas blancas, viste un uniforme celestial azul sin mangas, anaranjado en las cintas de la parte inferior, debajo lleva una franelilla negra juntos protectores y pantalones negros y botas beis y amarillas en la parte superior.
—Has llegado lejos, _______— Dijo Engel observando a su aprendiz —He de confesar que tenía mis dudas cuando te nombraron ángel de la guarda del pueblo en mi lugar, pero la paz y armonía que reina entre sus habitantes demuestra tu esmerado cuidado. Cuando Vetustel me dijo: "Engel, toma a _______ como aprendiz", nunca imaginé que llegarías tan lejos— Una sonrisa apareció en sus labios —En verdad, eres digno de tu título, _________ Ángel de la Guarda de Salto del Ángel— Engel paso su vista hacia las afueras del pueblo, donde pudo observar algo preocupante. —¿Mmm?—
—Aaah..., aaah... Nunca envejezcas, querida Sada. No te va a gustar nada ser vieja— Decía un hombre mayor a la dulce chica que lo acompañaba, llevaba un pañuelo naranja atado a la cabeza, el pelo violeta un poco oscuro y un vestido azul con un delantal blanco. También lleva unos zapatos blancos y marrones.
—Venga, abuelo— Dijo Sada —Ya no queda mucho. Seguro que lo conseguirás—
Lo que ninguno de ellos sabia era que un grupo de monstruos estaba listo para atacarlos.
Pero los ángeles habían podido observar todo desde sus puestos en la cascada.
—Esas malvadas criaturas no deben acechar a las inocentes ovejas de tu rebaño, _______. Vamos, Ángel de la Guarda de Salto del Ángel, ha llegado el momento de cumplir con nuestro deber como celestiales—
Tras decir esto Engel y ________ descendieron volando rápidamente para interceptar a los monstruos antes de que tengan la oportunidad de atacar a Sada y su abuelo.
________ y Engel desenfundaron sus espadas para enfrentar a los monstruos, Engel derribo de un certero golpe al pepinillo guerrero, mientras_______ enfrento a los 2 limos con su espada de cobre. No costo nada de trabajo, pues eran monstruos de bajo poder, tras acabar con ellos se mantuvieron donde estaban para asegurarse de que Sada y su abuelo llegaran sin problemas a su pueblo.
—¡Ves, abuelo! Ahí delante está Salto del Ángel—
—Aaah... Empezaba a creer que nunca volvería a posar mis cansados ojos en este lugar. Pero ya estamos aquí. En casa—
—¡Venga, abuelo! No me seas tan melodramático, el ángel de la guarda del pueblo nos habrá protegido todo el camino. No nos podía haber pasado nada malo— Dijo Sada muy segura. Poniéndose en posición de rezar dijo —_______ misericordioso, gracias por protegernos en este viaje— De pronto de Sada comenzó a salir un salir un brillo de color azul y celeste, tras disminuir un poco el brillo de ella salio una figura, parecida a un cometa, pero con la consistencia de un cristal, de colores azules y verdes. El objeto floto lentamente hasta llegar a las manos de ______. Mientras Sada y su abuelo continuaron su camino, sin percatarse de la presencia de los ángeles.
—Contempla esto, ______: Benevolesencia, la cristalización de la gratitud de los mortales hacia aquellos que los protegen— Dijo Engel señalando el objeto en las manos de su aprendiz —Como celestiales, uno de nuestros deberes es ofrecer esta sustancia sagrada al poderoso Yggdrasil, el Gran Árbol del Mundo. Vamos, _______, regresemos al Observatorio para que puedas realizar tu ofrenda—
Engel y _____ emprendieron el vuelo, atravesando el mar de nubes que cubría el cielo; llegando rápidamente a una isla enorme en medio del cielo. El Observatorio.
Entrando por medio de un portal con forma de estrella de ocho puntas, Engel y _______ ingresaron al Observatorio.
—El primer deber de un ángel de la guarda al regresar al Protectorado es informar a Vetustel, tan inamovible como la Estrella Polar, se le puede encontrar en el Gran Salón— Le recordó Engel a su aprendiz —Tengo asuntos que atender. Si me disculpas— Engel se alejo.
_______ le dio una mirada rápida al Observatorio
El Observatorio
Tiendas: (Ninguna)
Posada: (Ninguna)
Recetas: (Ninguna)
Cofres:
-Rojo: Ala de quimera (entrando por la puerta D)
-Rojo: Despertadera (saliendo por la puerta F y dirigirse a las escaleras en el lado derecho)
-Rojo: 50 monedas de oro (saliendo por la puerta F y dirigirse a las escaleras del lado izquierdo)
-Rojo: Ampolla de agua bendita (saliendo por la puerta F y dirigirse a las escaleras del lado izquierdo, subiendo)
-Rojo: Simiento de vida (puerta oculta en la sala L1 debajo de la escalera que lleva a L2
Antes de dirigirse donde Vetustel ______ decidió recorrer el Observatorio. A pesar de su deber de cuidar de los mortales muchos celestiales los consideraban seres inferiores y débiles, agradeciendo al Todopoderoso no haber nacido como mortales, pero este no era el caso de ______, el creía en cuidar a los débiles, y deseaba poder seguir protegiéndolos por un largo tiempo.
Pese a su tiempo como celestial, esta era la primera vez que podía contemplar de cara a cara a una mortal, ¿Por qué no nos vio? era una pregunta que rondaba por su mente. Yendo a la iglesia del protectorado realizo una confesión al Todopoderoso para que cuidara de su alma. Hablando con algunos de sus colegas pudo aclarar sus dudas.
Trato de buscar respuestas. Pero no encontró lo que deseaba.
—Hace mucho tiempo, el Todopoderoso erigió el Observatorio en el vacío de los cielos para proteger al poderoso Yggdrasil, así pues, confió su cuidado a los celestiales y regresó al Reino del Todopoderoso, de donde provenía—
—Me esfuerzo en ahuyentar a los monstruos y prestar otros servicios a los que protejo como ángel de la guarda. Pero mi labor no siempre es agradecida. ¿Es en verdad necesario cuidar de esos desagradecidos mortales? Tengo mis dudas—
—Un tiempo en el que ya no será necesario vigilar a los mortales... en verdad ese momento se avecina—
—Los mortales son seres egoístas. Encargarnos a los celestiales la protección de su raza fue una gran losa que nos impuso el Todopoderoso—
Eran algunas respuestas que le daban sus compañeros, "solo has tu trabajo de cuidar a esos egoístas" decían.
______ perdía la fe en alguien que pudiera contestar su duda, hasta que se encontró con un ángel joven comiendo con su maestro.
—Hola, oigan, hoy tuve mi primera misión, pero paso algo muy raro, una chica paso junto a nosotros y ni siquiera se inmuto, ¿Saben que paso?— Pregunto ______ a los ángeles.
—Los mortales son seres débiles, no pueden vernos aunque estemos frente a ellos, al menos eso dice mi maestro—
—Ya veo, gracias por aclarar mi duda— Respondió _____
Aclarando su duda ______ subió por las escaleras para llegar al Gran Salón, dirigiéndose al gran trono en la zona norte, en el se encontraba Vetustel
—Bien hecho, ______, aprendiz de Engel— Le saludo Vetustel —¡Bienvenido de nuevo, _____!, espero que no hallas pasado tanto tiempo fuera como para haber olvidado al viejo Vetustel. Felicidades por haber concluido tu primera misión como ángel de la guarda, ______— Dijo Vetustel.
—Muchas gracias— Respondió _____
—Hasta ahora has cumplido bien con tu deber aunque siempre bajo la atenta mirada de Engel— Respondió soltando una pequeña risa —Pero ha llegado el momento de que despliegues tus propias alas. ¿Qué me dices? ¿Estás listo para cumplir con tu cometido solo?—
—Estoy listo señor Vetustel— Respondió _____ arrodillándose ante su superior—
—¡Jo, jo, jo! Veo que eres un aprendiz seguro de sí mismo, muy bien. La juventud es osada, los viejos sabios. Y ahora, ha llegado el momento de tu siguiente misión—
—¿Cual va a ser señor Vetustel?—
—Creo que has logrado un cristal de benevolesencia, ¿me equivoco? La esencia de la gratitud mortal—
—Así es—
—Bien, debes ofrecérselo al Gran Árbol del Mundo, Yggdrasil, que nos protege con sus nutricias ramas desde lo alto del Observatorio. Muy pronto dará frutos al fin. Ve y haz lo que te he ordenado—
_____ Se levanto y tras despedirse partió con dirección a las afueras del observatorio.
Mientras se dirigía a la salida pudo deslumbrar a su maestro dirigirse a la biblioteca. Decidiendo seguirlo alcanzo a escuchar su conversación con Ángelica, una de los ángeles mas antiguos que llevan sirviendo en al Protectorado.
—Me sorprendió saber lo del ascenso de _____. No esperaba que lo permitieras tan pronto Engel— Dijo Ángelica.
—Das demasiado por sentado, Ángelica. Yo también creo que es demasiado pronto para que se convierta en ángel de la guarda, ha sido decisión de Vetustel— ______ se sintió mal por esas palabras de su maestro.
—¿De verdad? ¡Qué curioso! Debí imaginarlo—
—No es un asunto baladí. ______ no es más que un mocoso. ¿Qué pasaría si ocurriera algo en el Protectorado?— No me considera lo suficiente capaz, pensó _______ —¿Acaso has olvidado ya la tragedia de Luzbel?—
Luzbel..., ______ había oído de él antes, un ángel que se perdió en el Protectorado, y nunca volvió a ser visto.
—Mmmf. No, claro que no, pero..., está prohibido hablar sobre ese asunto aquí en el Observatorio, ¿no?— Le contesto Angelica, tratando de disminuir su tono.
—...— Engel cerro los ojos, hasta sentir la presencia de su alumno.
—¡_______!— Le grito Engel —¿Cuánto tiempo llevas ahí?—
—Yo... acabo de llegar—
—Bien, solo ve a hacer lo que te mando Vetustel—
Tras irse intentando disimular su decepción con su maestro _____ fue interceptado por un ángel de la misma edad.
—¿Llevas un cristal de benevolesencia, verdad? Es hermoso... Muy hermoso...— Dijo contemplando el cristal —¿Me lo regalarías?—
—No puedo, debo ofrecérselo a Yggdrasil—
—¡La benevolesencia no es un juguete!— Le grito su maestro al ángel que hablaba con _____
—Rayos, mi maestro se ha enfadado conmigo—
Saliendo por la puerta en el sur de la habitación, ______ se dirigió a subir las escaleras para llegar a donde se encuentra el gran Arbol Yggdrasil. Encontrándose con el guardián que cuidaba las escaleras.
—Disculpa, Vetustel me a dado una misión— Dijo _______ al ángel.
—¿Vetustel te ha enviado a ofrecer benevolesencia al poderoso Yggdrasil?, entonces puedes pasar— Haciéndose a un lado.
Subiendo ______ entro un rato a una sala, donde los pocos ángeles con permiso de subir contemplaban las raíces del árbol Yggdrasil.
—Nunca las había visto antes— Dijo _______
—¿Enserio?, dejame decirte algo "El nacimiento de los yggos anuncia la apertura de las Puertas del Cielo y conduce a los celestiales por el camino de la salvación", es decir, pronto seremos liberados de nuestras tareas y regresaremos al Reino del Todopoderoso—
—¿Yggos?
—Son los frutos que producirá el Árbol Yggdrasil— Contesto otro ángel.
Tras despedirse de sus compañeros _____ continuo su subida, hasta llegar al Gran Árbol Yggdrasil
______ se arrodillo ante el árbol y ofreció la benevolesencia, el cristal voló de sus manos y se fundió con el árbol, que comenzó a brillar, un rato después el brillo comenzó a disminuir hasta que el árbol volvió a su estado original.
—Contempla esto, _______..., ¿Acaso no es Yggdrasil, al que ofrecemos la benevolesencia que recogemos, bello?— Dijo Engel llegando al árbol —Recoger y ofrecer benevolesencia es el deber más sagrado de los ángeles de la guarda—
—Eso ya lo se maestro—
—_______, celestial y Ángel de la Guarda de Salto del Ángel, confío en que desempeñaras tu deber con diligencia—
—Puede estar seguro de ello maestro—
—Bien, es hora de que vuelvas al Protectorado, pero primero informarle a Vetustel que has cumplido su misión—
—Si—
Cuando _____ se disponia a irse Engel le grito una ultima cosa.
—Por cierto, confió en que no esperas que te llame siempre Ángel de la Guarda de Salto del Ángel, ¿Verdad?, solo lo haré cuando la formalidad lo requiera—
—Si, lo entiendo maestro— Respondió _____ con una pequeña risa.
_______ regreso rápidamente al Gran Salon, encontrándose rápido con Vetustel.
—Bien hecho, _______— Saludo Vetustel —¿Qué aspecto presento el poderoso Yggdrasil?—
—Comenzó a brillar, fue realmente bello—
—¿Enserio? jo, jo, jo. Parece que el momento se avecina—
—¿Momento?—
—Como debes saber, nuestra labor como celestiales es cuidar del poderoso Yggdrasil hasta que dé fruto, con ese objetivo los ángeles de la guarda protegemos a los mortales y recogemos benevolesencia—
—Y yo que creí que lo hacíamos por buena gente— Pensó _____
—Y ahora, _____, Ángel de la Guarda de Salto del Ángel, creo que sabes cuál es tu próximo paso—
—¿Regresar al Protectorado?—
—Correcto, en esta ocasión no te acompañará Engel, prepárate y luego desciende por el portal del piso inferior—
—Si señor Vetustel—
—Que los astros te protejan, _____, Ángel de la Guarda de Salto del Ángel—
—El maestro tenia razón, es demasiado largo— Pensó _______
Sin perder tiempo _____ descendió por el observatorio, bajando volando devuelta a Salto Del Ángel.
Parándose en un pequeño montículo de tierra en medio del lago formado por la catarata, y que estaba unido al resto del pueblo por medio de unos puentes de madera pudo escuchar la conversación de dos mortales.
—Es muy raro...— Dijo el ,mayor, con pelo rubio brillante.
—¿Qué es raro? ¿Te refieres a la cosa esa del nombre de la estatua del ángel de la guarda, Sanfran?— Le contesto el menor.
—¿Tú eres tonto Cisco?— Respondió Sanfran —Pues claro que me refiero a eso. Estoy seguro que ponía "Eng..." algo antes, pero ahora pone "_______"—
—¿Ah, sí? Bueno, hasta donde yo puedo recordar, siempre ha puesto _____—
—¿Y desde cuándo es eso? ¿Lo habías leído alguna vez antes?—
—Esto... yo... tiene gracia... No puedo decir que sí—
—¿Lo ves? Sois todos muy raros. Acaba de cambiar y todo el mundo piensa que siempre ha sido así—
_____ se preocupo un poco, nunca había pensado que alguien se daría cuenta del cambio en la estatua que decora todos los pueblos, casi nunca los mortales se fijaban en esas cosas.
—¡Ajá! Entonces, debe ser obra del ángel de la guarda del pueblo— Respondió Cisco
—¡Pero no seas patán! Los ángeles de la guarda no existen. Son fantasía. Solo Sada se cree todas esas chorradas. Es tan cret... esto... crédula—
______ se sintió bastante tranquilo cuando, luego de eso ambos chicos regresaron a sus propios asuntos, dejando el tema de la estatua de lado.
Con eso _____ comenzó a prestarle atención al chico Sanfran.
—Sada esto, Sada lo otro... Dese luego a Sanfran se le ve el plumero. Está claro que está enamorado hasta las trancas de la chica— Pensó Cisco —Lo gracioso es que ella no parece haberse dado cuenta. Me parece que el pobre Sanfran lo lleva claro—
—Jejeje— Se rió _____ por la desgracia del pobre chico.
Lleno de curiosidad ______ se dirigió a la estatua en la zona noreste del pueblo para comprobar si lo que dijo Sanfran era cierto.
"Nuestro ángel de la guarda, _______"
Aunque la verdad la estatua parecía mas la imagen típica que la gente le da a los ángeles.
Durante su recorrido por el pueblo para escuchar los problemas de los mortales pudo comprobar que Sanfran era el único que se había percatado del cambio en la estatua, así como era el único en el pueblo que negaba la existencia de los ángeles de la guarda. Eso causo un poco de diversión a ______
En la iglesia pudo escuchar la suplica de una mujer, había perdido el anillo de su difunto esposo, el único recuerdo que le quedaba de él.
Partiendo de la iglesia _____ se dirigió a buscar el anillo, dicen que los animales son capaces de sentir otros seres vivos, recordó, así que se acerco a un perro tras la tienda.
El perro pareció mirarlo... como si pudiera de verdad verlo.
—¿Has visto un anillo— Le pregunto al animal.
El perro dio media vuelta y comenzó a ladrar a un grupo de flores, _______ se dispuso a revisar y efectivamente, encontró el anillo. Satisfecho volvió a la iglesia y deslizo el anillo en bolsillo del abrigo de la mujer.
—¿Mmm? Caramba. Es como si el abrigo fuera algo más pesado— Dijo la anciana antes de revisar su bolsillo —¡Cielos! ¡Pero si es el anillo de mi Chindassvinto!, A fe mía que no lo puedo entender. Removí cielo y tierra en busca de este anillo y no lograba dar con su paradero— Comenzó a mirar alrededor en busca de la persona responsable de este suceso, pero al no ver nada —Debe ser obra de _______. ¿No es una suerte tener un ángel de la guarda que nos cuida tan bien?, ¡Gracias! Muchas gracias, _______— De pronto la mujer comenzó brillar y de ella emergió un cristal de benevolesencia que floto a las manos de _______.
Al dirigirse a la zona oeste del pueblo pudo escuchar a una mujer hablar sola.
—Últimamente mi hermano se desvive cuidando de ese caballo, dice que es porque quiere comprar una yegua. Solo espero que no se pase de trabajar...—
Preocupándose por el hombre _____ se dirigió al establo en la zona suroeste del pueblo, al entrar pudo ver como el establo estaba lleno de caca, y el hombre... pues se había desmayado del cansancio.
—Lo mejor sera ayudarlo— Dijo _____ a si mismo antes de recoger la caca.
Al acabar el hombre finalmente despertó
—¡Ay, no! No puedo creer que me haya vuelto a quedar dormido— Dijo el hombre al despertar, pero al ver la condición del establo se llevo una gran sorpresa —¡¿Qué diablos...?!, ¿Pero cómo es que esto está tan limpio? Si acababa de empezar a limpiar cuando me quedé dormido— De pronto una respuesta llego a la mente del hombre —¡Ah! ¡Ya lo entiendo! El ángel de la guarda me ha ayudado mientras dormía. Muchas gracias, ______. A partir de ahora me esforzaré más, lo prometo, muy pronto conseguiré una yegua, ¡Ya verás!— Su cuerpo comenzó a brillar y una benevolesencia voló a las manos de ______.
Al salir del granero se dio cuenta de que ya había oscurecido. Durante el día había oído rumores de un fantasma que merodeaba en las noches, al dirigirse al este de la aldea para buscarlo se encontró con su maestro Engel.
—Saludos ______—
—Saludos maestro—
—Me alegra comprobar que te estás tomando tu nuevo papel muy enserio, ______— ______ se sintió algo desconfiado de la presencia de Engel.
—¿Qué pasa? ¿Te parece que tu antiguo maestro no confía en ti?—
—Jamas diría eso— Respondió —Pero es lo que pienso— se dijo a si mismo ______
—Ahora mi deber es patrullar por todo el Protectorado y, a veces, debo visitar mi antiguo territorio—
—No se porque, pero creo que esta mintiendo— Pensó _____
—Bueno, ya que estoy aquí, _____... Hay una última lección que te puedo dar, como ángeles de la guarda, nuestro deber es cuidar de nuestro rebaño mortal. Pero esto no solo significa cuidar de los vivos—
—¿Umm?—
—A veces, hay que ayudar a los que murieron pero cuyas almas siguen vagando en la tierra—
Comencé a escuchar una extraña voz a lo lejos, una voz... un poco como si hablara de debajo del agua.
—Tú también lo oyes, ¿verdad? La voz de un alma en pena del pueblo que necesita tu ayuda...—
—Si, la escucho—
—Ve a ayudar a ese pobre cordero extraviado—
—Si maestro—
_______ camino un poco, hasta que un poco al norte de la tienda pudo encontrar a un hombre con mascara de bandido con cuernos, el hombre era muy forzudo y estaba rodeado por un aura azul, parecida a la que tienen los celestiales.
—¡Mmm! ¿Pero qué tiene la gente conmigo ahora? ¿Por qué pasan todos de mí?—
—Creo que yo se la respuesta— ______ le contesto al hombre que estaba hablándole al aire.
—¿Cómo?— Dijo el hombre girándose, y pudo verlo —Bueno, por fin alguien que me hace caso, eh oye. ¿Tú sabes por qué la gente me ignora?, Espera... ¿A qué vienen esas pintas? No serás... ¡JOROBA! Pues va ser que sí. Eres un celestial, ¿verdad?—
—Eso es correcto—
—Entonces yo... Yo ya... la he palmado, ¿no?—
______ se quedo mudo, no sabia como responder.
—Venga, dímelo— Le pidió el hombre —Estoy preparado. Eso es lo que ha pasado, ¿verdad?—
—Siento decirte que si, lo lamento—
—Ahhh— Suspiro el hombre —Gracias por ser tan directo, don, esto... celestial. Entonces, bueno, la he liado, ¿no?... En fin, menos mal que lo has dicho—
—¿Como?—
—Si, creía que todo el mundo pasaba de mí y ya casi estaba pensando en suicidarme—
—Un poco difícil—
—Si, jajajaja— Se rió el hombre —Bueno, ya sabes: descansare en paz y eso—
El hombre comenzó a brillar con una intensa luz verde, desapareciendo lentamente, cuando termino de desaparecer una benevolesencia ocupo su lugar.
_______ lo recogió.
—Buen trabajo, _______— Le dijo Engel —Gracias a tu intervención, un alma mortal ha encontrado la paz y ahora descansa al fin. La benevolesencia del alma de un muerto brilla más que ninguna otra, Volverás al Observatorio raudo y veloz, ¿verdad?—
—Claro, vamos—
—Lo lamento, pero yo no puedo, me debo despedir por el momento. Tengo mucho que hacer en el Protector... ¿Mmm?— Engel y _____ pasaron su vista al cielo nocturno, y pudieron vislumbrar un tren dorado en el cielo. —El Expreso Celestial... Es cierto, últimamente ha estado más activo de lo habitual...—
—¿Expreso Celestial?—
—He cambiado de opinión. Al final te acompañare de vuelta al Observatorio, _______—
Engel despego, y ______ no tuvo mas opción que quedarse con la duda y seguir a su maestro.
—Maestro, ¿podría...?—
—Tengo temas importantes que tratar con Vetustel ahora. Si me disculpas—
—No importa—
Engel se alejo nuevamente, dejando a _______ solo.
________ subió rápidamente al Gran Salón para buscar a Vetustel, al llegar y no encontrarlo _______ hablo con los guardias.
—Engel vino hace unos instantes y se marchó con Vetustel, conversaban algo sobre el transporte celestial—
_______ se dirigió a la puerta del sur para subir al árbol Yggdrasil, pero en el camino se topo con Angélica.
—Pronto llegará un enviado para devolvernos al Reino del Todopoderoso—
—¿Es verdad?—
—Si, eso dice Vetustel después de todo, pero...—
—¿Que pasa Angélica?—
—Nada, solo me preguntaba ¿Que habrá sido de Luzbel? Todavía no ha regresado... ¿Estará condenado a no volver nunca...?—
—¿Quien fue Luzbel?, siempre he oído de él pero, nunca nadie me dice nada—
—Solo hablo de cosas prohibidas. Te lo ruego, haz como si no hubiera dicho nada. Son asuntos olvidados desde hace siglos—
—Pero, si Luzbel esta perdido no podemos dejarlo solo así—
—Por favor _______ Luzbel se a perdido, y por mas que nos duela debemos aceptarlo—
—Pero quien fue Luzbel—
—Lo lamento, no puedo decirlo—
______ ya se había rendido, así que procedió a dirigirse a la salida, cuando pudo escuchar una respuesta de Angélica.
—Luzbel fue el maestro de Engel—
Continuando su camino eventualmente llego a la cima del Observatorio, y pudo hablar con un par de celestiales.
—¿El poderoso Yggdrasil ha dado frutos? ¿Ya están listos los yggos?—
—No lo se con certeza— contesto ______
—Presenciar algo así me llena el corazón de gozo, y pensar que la benevolesencia en la que tanto he trabajado ha contribuido al florecimiento del poderoso Yggdrasil—
—Si, se siente genial que ya casi lo logramos—
—Y podremos dejar de ayudar a los desagradecidos mortales—
—Si, jeje— Contesto _____ tratando de disimular su tristeza.
Llegue a la cima y ahí me encontré con Engel y Vetustel a los pies del árbol Yggdrasil
—Bien hallado, _______. Has elegido el momento oportuno para unirte a nosotros, contempla Yggdrasil. Está a punto de florecer gracias a la benevolesencia que le hemos ofrecido—
______ alza la vista y puede contemplar como el gran Yggdrasil brilla intensamente.
—¡Jo, jo, jo! Sí, le falta un pelo para dar fruto— Grita Vetustel —"El nacimiento de los yggos anuncia la apertura de las Puertas del Cielo y conduce a los celestiales por el camino de la salvación..."—
—"Y, loado sea, será en el transporte celestial que nosotros, los custodios elegidos viajaremos al Reino del Todopoderoso"— Culmino Engel.
—Guau— Contemplo ______ atónito.
—Ha llegado la hora, _______. Ofrécele la benevolesencia que has recogido al poderoso Yggdrasil— Le dijo Engel a su ex alumno —Hazlo y seguro que, al fin, dará frutos—
—Sera un honor—
_______ se arrodillo ante el imponente árbol Yggdrasil, ofreciéndole la benevolesencia.
De pronto del árbol comenzaron a aparecer frutos de un intenso color dorado, destilaban de su propia esencia la vida misma, alimentada por la benevolesencia.
—¡Contemplad el nacimiento de los yggos sagrados!— Dijo Vetustel.
Y el imponente expreso celestial apareció volando sobre el místico árbol Yggdrasil, cambiando su ruta y dirigiéndose camino al árbol.
—Y cómo aparece el transporte celestial, ¡Alabado sea Zenus! Tal y como se predijo— Exclamo Vetustel.
Engel y _______ no podían hacer mas que contemplar maravillados como el expreso celestial, con su intensa luz, se acercaba cada vez mas al Observatorio y al imponente Yggdrasil.
Pero de pronto.
El expreso se detuvo en su camino, y un intenso rayo violeta atravesó al expreso, partiendo lo en sus vagones, los que ahora sin poder comenzaron a caer al reino del Protectorado.
Un gran número de rayos violetas comenzaron a aparecer intensamente del Protectorado, cada vez mas y mas intenso y acercándose mas al Observatorio.
Un rayo intenso atravesó el Observatorio, la intensidad del ataque Vetustel, Engel y _______ no pudieron soportar tal poder, y únicamente pudieron sujetarse a las ramas del gran Yggdrasil en un intento de no caer.
—¿Qu... Qué significa esto?— Se pregunto Vetustel, impotente ante el ataque que estaba ocurriendo en el Observatorio —Nos... ¿nos han engañado?— Se pregunto Vetustel, el una vez firme creyente, ahora dudaba de la palabra y la labor que él y sus hermanos habían jurado cumplir.
Engel giro su mirada y pudo ver como el agarre de ______ poco a poco se debilitaba.
—NO TE SUELTES ________, NO SE QUE PUEDE PASAR SI ESTO SIGUE ASÍ—
________ se sujeto con mas fuerza, pero la intensidad del rayo se hacia cada vez mas intensa y su cuerpo no pudo soportarlo mas.
—¡Maestro!— Grito ________ perdiendo la fuerza y soltando la rama.
—________— Gritaron Engel y Vetustel, contemplando como ______ empezada a alzarse por los aires.
—¡Toma mi mano!— Le pido Engel, pero ______ no era capaz de alcanzarlo.
El rayo se intensifico aún mas y _______ no pudo mantenerse consciente, desmayándose.
Saliendo disparado los yggos siguieron su camino, disparándose y cayendo todos en el reino del Protectorado.
—¡Debo ir por él!—
—¡No Engel, es muy peligroso, no sabemos que va a pasar!—
—Lo lamento Vetustel—
Engel se lanzo en un intento de seguir la ruta de su lastimado alumno, pero otro rayo lo atravesó, cayendo igual al Protectorado.
________ continuo su caída, mientras sus alas se despedazaban por la intensidad de la caída.
Abrió sus ojos unos instantes, alcanzando a ver el sol mientras caía.
En el reino del Protectorado miles de personas pudieron contemplar como un brillante cometa caía a su reino, sin sospechar que se trataba de un Ángel de la Guarda.
_______ volvió a cerrar los ojos por la intensidad y se desmayo, pero con sus ultimas fuerzas pudo oír una voz femenina.
—_______, Ángel de la Guarda, veo tu corazón bondadoso y tu amor por los mortales, y veo en ti el potencial de cumplir una gran tarea, pero para ello, debes poder soportar este castigo, te presto algo de mi poder—
Una energía de color mas purpura cubrió el cuerpo de ______ y desviaron su ruta de caída a una cascada, pero no cualquier cascada, era la cascada de Salto del Ángel.
—Sobrevive mi Ángel de la Guarda, y hazte fuerte para poder enfrentar al mal que ahora ataca al mundo de los mortales, por favor, eres mi ultima esperanza—
Sin fuerzas ______ no pudo soportar la caída y callo por la catarata, ahora completamente noqueado.
Una bella chica de un hermoso pelo azul pudo sentir la intensidad de los terremotos y se dirigió a la catarata para asegurarse de que nadie se había lastimado.
—No puede ser— Se dijo la chica.
Allí, tirado, sin alas y sin aurora, se encontraba el cuerpo de ______ ahora luchando entre la vida y la muerte, que triste destino para ______, el Ángel de la Guarda de Salto del Ángel.
—O, tranquilo, no voy a dejarte así, voy a cuidarte, ¡Abuelo, Sanfran, alguien ayuda!—
La chica exclamo mientras trataba de curar las heridas en el cuerpo de ________.
—Tienes unas ropas raras, ¿de donde vendrás?—
Ella jamas, podría imaginar la respuesta a dicha pregunta.
Espero que les haya gustado, intento hacerlo lo mas fiel posible al material original, pero obviamente con mis propias aportaciones.
Por favor, denle una oportunidad a este trabajo, tuve que reiniciar mi Dragon Quest IX terminado al 100% para poder escribir esto con toda la exactitud posible.
5107 palabras
Cambio Y Fuera Grumetes.
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