Capítulo 24: Dragón y Soldado.


Advertencia (NO de ese tipo): Capítulo algo corto por falta de motivación.

Al final, algunas aclaraciones a quien le interese.


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-¡Aahgr! – Pegó un gritó al impactar contra un árbol, su vestido blanco rasgado y sucio en algunas partes, era doloroso ver a una belleza en tal estado, no para él, quien había decidido hacerla hablar.

-Es suficiente- Soltó mientras deshacía el camuflaje, una armadura plateada adornada con un una capa blanca y un yelmo que hacía juego, como si los materiales aun tuvieran vida, los ojos brillaban en ámbar, una apariencia demasiado llamativa que cambió en un instante, las placas viejas y desgastadas le sentaban mejor, además de cargar un enorme filo negro en su espalda- Ríndete, no quiero seguir haciéndote daño- Su tono frío contradecía su amable petición.

-Ghy- Ella a duras penas pudo levantar la mirada- "Este tipo... Sí no fuera por él..."- Se suponía que sería un trabajo sencillo de infiltración, nunca se imaginó que se encontraría con él, que lo enfrentaría en persona– - "Este es... Demon Natsu- Lo miró entre frustrada y temerosa.

Dragón, cazador, de todos los magos, era con el que menos quería encontrarse, y mucho convertirse en su objetivo.

-Ya veo- Él la miró a los ojos, como si tratara de leer sus pensamientos- Tienes miedo, pero aun así no vas a rendirte, impresionante- Para bien o para mal, era uno de sus hábitos, alagar lo que le causaba interés.

Ella se acomodó, de tal forma que su espalda y cabeza descansaran en el tronco, miró el cielo con una expresión anhelante.

- Yo...

-¿Hm?

-Yo volaré... Volaré lejos de aquí... Con mis propias alas... -Levantó una mano, como si quisiera alcanzar el cielo- El maestro Brain... él hará realidad nuestros sueños... - Dijo anhelantemente para luego mirar al Slayer- Personas como tú... No podrán detenernos.... ¡Pequeños! – Gritó.

- ¿Hm? – Natsu penas pudo voltear, su mirada se ensanchó debajo de su yelmo. Retrocedió con un salto, evitando ser rebanado. La enorme espada que empuñaba aquella sombra quedo incrustada en la tierra- "Magia de copia ¿eh?" – Miró a su nuevo contrincante. Durante su corta vida, había enfrentado un gran número de raros y peligrosos enemigos, pero jamás imagino que llegaría enfrentarse a él mismo.

-Fufufu- La peliplata río de manera divertida, se puso de pie, detrás de la nueva forma de sus espíritus - ¿Creíste que sería fácil ven...

-Detente – La interrumpió- Ordena a tus compañeros que deshagan su transformación, ahora – Pidió, desconcertando a la peliplata - Si quieres seguir peleando, invoca al hombre escorpión o esas extrañas maquinas, pero no sigan usando mi forma.

- ¿Por... ¿Por qué debería hacerlo? – Preguntó confundida, su sonrisa flaqueando por tal petición.

-Su magia les permite leer los pensamientos del objetivo que copian ¿no es así? – El tono de Natsu era frío, pero, por alguna razón, había un poco de preocupación en este.

- ¿Y eso qué? – Soltó la mujer, con una sonrisa altanera- ¿Acaso hay algo que no quieres que nadie sepa? ¿Algún recuerdo vergonzoso quizá? Fufufu- Regresó a su faceta de mujer serena y confiada.

-Lo que hay en mi cabeza no es algo con lo que cualquiera pueda lidiar- Dijo de manera apagada el Slayer mientras la maga seguía riéndose.

-Tonterías – Declaró – ¡Ahora, pequeños! – Tan pronto apuntó con su dedo, la copia del blindado levantó la espada negra. Natsu debía admitirlo, sea una réplica o la original, Mata-Dragones lucía realmente amenazante.

-Fuuh- Suspiró cansado, sin dar señales de atacar o defenderse. Se plantó simplemente, se había rendido... de intentar disuadirla.

- ¡Acaben con él! – Dio la orden, sin embargo, su nuevo soldado no reaccionó, tan sólo se quedó en silencio. La brisa, moviendo las hojas de los árboles, era lo único que se escuchaba en el lugar - ¿Pequeños? ¿Qué les sucede? – Preguntó Ángel sólo para después torcer su expresión en horror.

El filo de la copia encontró su objetivo, pero no el que debía cortar. Era una escena confusa y aterradora, sobre todo para la dueña de la llave celestial, quien vio como sus compañeros cortaron su propio cuello. El yelmo rodó a sus pies antes de desvanecerse junto con el cuerpo.

-¿C-Cómo.... ¿C-Cómo es posible que esto esté pasando?... Y-Yo... - La desesperación en Ángel era evidente, cayó de rodillas sin poder contener el miedo..

- Te lo advertí – Natsu no le dio tiempo de asimilar la situación. La maga celestial sólo pudo levantar la mirada y maldecir su suerte mientras la sombra del dragón blindado la cubría por completo.

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-¿Qué... ¿Qué demonios...? – Dijo el pelirrojo mientras se recuperaba de tan fuerte golpe y veía lo mismo que sus compañeros.

- "Eso es..." – Erza estaba igual de estupefacta, aunque no era la primera vez que veía algo así- "Una armadura y una llama negra ardiendo en su interior" – Recordó aquella vez que Natsu volvió a salvarla, aunque sólo se tratara de una de sus armaduras.

- Tessaiga equipada - El soldado se metal se lanzó una vez más contra el pelirrojo. Cobra esquivó e hizo lo imposible para evitar ser rebanado, su sentido del oído ya no servía de nada, no cuando los movimientos de su oponente estaban programados sólo para neutralizarlo.

-Maestro, ¿usted conoce a esa jovencita? – Aunque Hoteye estaba perturbado, las palabras de su maestro fueron lo que más le llamaron la atención.

-Esa es Chelia, la doncella del cielo – Respondió. El pánico invadió el cuerpo de Chelia al momento de convertirse en el objetivo principal del maestro oscuro.

-"¿Qué debería hacer?"- Quedó paralizada. Por un lado, sus compañeros de equipo eran apaleados y por el otro, una de ellos estaba siendo estrujada por la enorme serpiente.

-Ignoren a esas basuras, capturar a la chica es la prioridad- Ordenó Brain.

-Entendido- Hoteye confirmó, sin embargo, un debilitado pelinegro le cortó camino.

-¡No te dejare pasar!- No comprendía del todo las acciones del gremio oscuro, pero una cosa era segura, no volvería a caer, protegería a los miembros de su equipo.

Mientras la batalla de Gray y Hoteye volvía a darse, Cobra se plantó firme, antes de cumplir la orden de su maestro, primero tendría que encargarse de la armadura viviente y, por supuesto, de la chica que restringía su compañero.

- ¡Cubelios! – Tan pronto gritó, su serpiente comenzó a abrir sus fauces, mostrando lo afilado que eran sus colmillos.

-¡Ughk! –El cuerpo de Wendy era estrujado con fuerza, el dolor apenas le permitió abrir los ojos- ¡Ghyaah! – Después, sus ojos y boca se abrieron por completo, un dolor más grande llegó a su brazo derecho, en poco tiempo, parte de su extremidad adquirió un tono purpura.

-¡Wendy! – Erza quería ayudar a su amiga, sin embargo, tenía problemas para lidiar con cierto rubio amante de la velocidad.

-Prioridad A en peligro, prioridad A en peligro... - Dentro de la armadura, una voz inhumana repetía constantemente- Acción inmediata... Activando habilidad del armamento...- Volteó hacia la Slayer para luego levantar su arma. El enorme filo comenzó a brillar mientras el aíre era atraído en su centro.

- "¿Qué carajos pretende hacer?"- Cobra no supo cómo reaccionar, era como si esa cosa quisiera atacar a su compañero junto con la joven que había capturado.

- ¡Viento cortante! – Blandió con rapidez, y varias cuchillas de aire se dispararon contra la criatura.

La serpiente soltó un fuerte alarido, varias secciones de su cuerpo fueron laceradas, el ataque no fue suficientemente poderoso para matarla, pero si lo suficiente para que suelte a su rehén sin lastimarla.

- "Natsu no nos abandonó, nunca lo hizo" – Erza estaba impresionada, la manera en la que el Slayer empleaba sus llamas y equipo eran realmente únicas, sin embargo, la situación estaba lejos de mejorar.

-¡Wendy! – Viendo que su compañera fue liberada, Chelia, Charles y Happy se apresuraron a auxiliarla. Desafortunadamente, dos de ellos no pudieron llegar.

El maestro de Oración había activado su magia, por medio de un látigo de energía oscura, capturó a la pelirrosa y, en el proceso, al gato azul de las hadas, este al intentar proteger a la joven.

-Ya no tengo interés en ustedes, basuras- Dijo Brain al momento de usar su magia para absorber a la chica y al felino- ¡Dark Rondo! – Recitó otro hechizo. En un instante, la energía oscura alcanzó en el cielo y amenazó impactar a los magos caídos.

-¡Muro de rocas!-Por fortuna para los magos de la alianza, un recuperado Jura llegó para salvarlos. La tierra se levantó en forma de columnas, evitando que los magos fueran golpeados, momento que aprovecharon los magos de Oración Seis para retirarse.

-Recordaré esto- Dijo con odio en su tono antes de tomar a su serpiente y desaparecer en lo profundo del bosque.

La armadura se preparó para perseguir al pelirrojo, sin embargo, esta paró en seco, la llama que asomaba de su cuello comenzó a encogerse- Prioridad A en peligro... P-Prioridad A en peli... g-gro... E-Error... R-Reserva... de mana agotada... E... rror... Suspen... sión... inme... dia...ta...- Guardó su espada dentro de sí para luego caer de rodillas. Después de que la llama negra se extinguiera por completo, comenzó a desbaratarse. Por la forma en la que se hundieron en la tierra, las piezas eran bastante pesadas.

-Eso fue.... Extraño y aterrador – Comentó Hibiki mientras se reunían cerca de las piezas.

-No veo nada de amor en esto- La pelirrosa se acercó y colocó detrás de Lyon, ellos igual se veían muy golpeados.

-Pero aterrador o no, no vas a negar que esa cosa evitó que nos dieran una paliza más fuerte -Dijo Gray, un poco sorprendido, aunque tenía en cuenta la forma de ser de Natsu y su manera de hacer las cosas. Junto con Lucy, se acercaron a su compañera pelirroja, quien tenía a una peliazul descansando en su regazo- Esto es malo.

La expresión de la joven Slayer sólo podía traducirse en agonía, sus mejidas teñidas de un tono purpura, sus constantes jadeos y la cantidad de sudor evidenciaban la gravedad de su condición.

- Ha sido envenenada – Dijo Erza, la preocupación se reflejaba en su rostro- Y lo que es peor, no es un veneno común, la serpiente que la mordió era una criatura mágica – Recordó la apariencia y el comportamiento de la serpiente. Gray se postró y apretó los dientes mientras que Lucy sólo pudo caer de rodillas y sentirse mal por su amiga peliazul.

- Jura-san ¿Qué fue lo que ocurrió? – Le preguntó Lyon.

-Me apena decirlo, pero fuimos emboscados por Angel-Respondió mientras el pelinaranja de traje hacia acto de presencia – De no ser Natsu-dono no nos habríamos recuperado y llegado a tiempo.

- ¿Ese tipo? – Expresó Lyon. Casi de inmediato, una dulce fragancia se esparció en el lugar. Mientras Ichiya hacía una pose, su magia de perfume aliviaba el dolor en el cuerpo de los magos.

- Si, igual estaba sorprendido. Cuando Ichiya-dono y yo nos recuperamos, nos pidió que no interviniéramos en su pelea, por lo que nos apresuramos a venir con ustedes.

-Espere... - Se unió a la conversación Ren- Dice que ese tipo se quedó a enfrentar a un enemigo que pudo vencerlos a Ichiya-san y a usted- Por la manera en la que los mayores bajaron la cabeza, el moreno estaba en lo correcto.

-Eso es una locura– Dijo el más joven del trio.

-Para alguien como él, esa palabra se queda corta- Comentó el albino, recordando ciertos eventos del pasado - ¿Qué es lo que haremos ahora? – Preguntó.

- Confiamos en nuestros números y dejamos que ellos hicieran el primer movimiento- Habló Jura, viendo las condiciones en las que se encontraban sus compañeros – Nunca pensé que las cosas se tornarían de esta manera. Cada uno de los miembros de Oración seis tiene un poder realmente aterrador- Agregó. Después, dirigió su atención al grupo de las hadas. Sin duda, la peor parte se lo había llevado la maga de sanación- ¿Hm?

El viento sopló de manera desoladora, después, una figura descendió a toda velocidad, quedando en medio del grupo. Apenas sus pies tocaron tierra, sus alas se extinguieron, sorprendió a más de uno con su repentino aterrizaje y su apariencia de caballero oscuro.

-... - Miró a sus lados, la expresión de los magos estaba perpleja, casi en blanco. Se abrió paso sin decir ni una sola palabra, claro era su destino.

-¡Oye, tú...! – De entre los magos de la alianza, Hibiki quiso reclamarle, sin embargo, la mano levantada de Ichiya lo obligó a guardarse sus comentarios.

En cuanto lo vio acercarse, el pelinegro se hizo a un lado mientras cerraba los ojos, la rubia optó por quedarse a lado de sus compañeras. Cuando Natsu al fin llego, se arrodilló frente a la caballero y la dragona.

-Hmng... - Su sentido del olfato y oído apenas funcionaba, aun así, comenzó a abrir sus ojos, apenas sintió una presencia cálida y querida – N-Natsu... san... - Pronunció para luego cerrar sus ojos. El tono y condición de la joven sólo hicieron que el corazón del dragón se encogiera.

-... - Con cuidado, tomó el brazo de la dragona y lo observó por un momento, su agudo olfato le ayudó a analizarla – Este veneno...

- Esta muy débil y su temperatura está subiendo muy rápido– Dijo Erza mientras la mancha en la dragona crecía- La magia de Ichiya no funciona en ella, no es veneno común- Informó, sus ojos no hacían más que cristalizarse al ver el estado de la peliazul.

-Pero... Wendy pueda usar magia curativa – Habló Lucy- Sí despierta quizá...

- Aun si estuviera consciente, le será imposible – La voz fría de Natsu hizo que la rubia quedara muda- Su flujo de mana ha sido interrumpido, no podrá curarse a sí misma.

-No puede ser.

- Debe haber alguna forma – Dijo Gray – Si la dejamos así, el veneno se extenderá por todo su cuerpo – Él y la mayoría del grupo se veían muy alarmados.

-Necesito que me la prestes – Le dijo a la pelirroja mientras se ponía de pie. Aun con el yelmo, Erza fue capaz de mirarlo a los ojos, sabía a qué se refería con esas palabras.

-Re-equipar- Erza pronunció y entonces una katana apareció en su mano, esta se encontraba envainada. Por la energía que emanaba, no era una de sus equipos habituales. 

Yamato era un arma que había pasado de las manos de la dragona del cielo a la caballero de las hadas y hoy, aunque sea por un instante, sería empuñada nuevamente por el dragón negro.

Tomó el arma para luego desenvainarla lentamente, un tenue brillo bañaba la hoja, todos se sorprendieron ante la repentina presión de poder, sin embargo, sus expresiones de asombró se convirtieron en una de terror cuando vieron al blindado apuntar la katana frente a la joven dragona.

-¡Oye, ¿qué crees que estás haciendo?! - Como defensor de todas las doncellas, Hibiki no pudo evitar gritarle, viendo la atrocidad que el Slayer estaba a punto de cometer.

- Eso es cruel, cómo puedes hacerle eso a tú propia compañera – Eve reclamó.

-Ustedes no lo entienden- Habló Lyon, recibiendo la atención de un pelinegro- Ustedes no lo entienden porque son débiles, sino le corta el brazo, ella no sobrevivirá, es la decisión más lógica- Nada de lo que hiciera el blindado le sorprendía a este punto, pero esta escena estaba a otro nivel.

-Aun después de lo que pasamos en aquella isla, no puedo creer que no hayas cambiado tu forma de pensar, Lyon- Claro era su rechazo a la actitud de su hermano y rival, pero lo que más rechazaba eran las acciones de Natsu, aunque no se atrevía a decirle palabra alguna.

-Las decisiones difíciles requieren voluntades fuertes.

-¡tú...!

-El amor a veces duele- Fue el comentario de la pelirrosa, Sherry. Ella tapaba su boca mientras contemplaba la escena– Y puedo decir con seguridad, que él la quiere mucho- Dijo para sí misma.

-¿D-De verdad esto estaba bien? – Lucy temblaba ante la situación- ¿De verdad está bien que haga esto, Erza? – Buscó respuesta en la pelirroja, quien sólo podía ver con sorpresa y miedo la postura de Natsu.

-¿Hm? – Volvió a darse cuenta a pesar de la oscuridad dentro del yelmo –"Esa mirada... Natsu... Tú..." – Era una de las pocas veces que veía el verde apagado volverse un jade cristalino.

- Sostenla- Dijo Natsu mientras levantaba la katana, el filo de Yamato comenzó a brillar en azul, momento en que la pelirroja, aun dudosa, extendió el brazo de su amiga -Que no se mueva.

-¡Espera! – Gritó la felina- ¡Aun hay forma de ayudarl...! - Calló al momento que el blindado dio un paso y la espada cortó de manera fugaz.

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-Kya- Pegó un pequeño grito apenas ella y un felino fueron depositados - ¿Q-Qué es este lugar? – Miró a su alrededor. El interior de la cueva estaría sumido en la oscuridad si no fuera por las antorchas y lo que parecía un altar en el fondo.

- Realmente... Nos hicieron daño – Dijo un pelirrojo mientras bajaba a su compañero. La sangre de la serpiente impregnaba sus prendas, verla en ese estado lo ponía triste y a la vez furioso- jamás me había enfrentado a algo parecido- Temblaba, la imagen de una armadura sin cabeza le causaba escalofríos- Exactamente... ¿Qué era esa cosa?

-Esa cosa era magia perdida, y una de las más extrañas y poderosas que haya existido- Respondió Brain, causando un sobresalto en la mente de sus subordinados – Es la primera vez que lo veo, pero... esas llamas y esa armadura, estoy cien por cierto seguro que se trataba del poder de Demon Natsu.

-¿Demon? ¿El que supuestamente es un Dragon Slayer? – Dijo sin poder creerlo, Cobra.

-No, definitivamente es un Dragón Slayer.

-¿Y de qué tipo de Dragon Slayer se trata? – Preguntó con curiosidad Racer mientras veía de reojo a uno de sus compañeros.

-Del tipo que hace temblar a sus enemigos - Por alguna razón, Brain sonreía mientras contaba todo lo que sabía del Slayer– Domina las llamas, tiene en su posesión un gran número de armas poderosas y sobre todo, hay un rumor que circula en el bajo mundo de la magia – Dijo, causando intriga entre sus hombres.

- ¿De qué se trata? – Cobra se atrevió a preguntarle. La sonrisa de Brain se volvió todavía más grande y siniestra.

-Se dice que...

-Ghy.

- ¿Qué sucede, Chelia? ¿Te duele algo? – Happy dejo de prestar atención a las palabras del albino ante el repentino mote de dolor en el rostro de la pelirrosa.

-E-Estoy bien... No te preocupes, Happy- Respondió la joven mientras sonreía y sostenía su cabeza. El gato azul no dejo de verla con preocupación.

-Eso... Eso es demasiado para ser un rumor- Habló Racer, impactado por las palabras del albino- No es de extrañar que pudiera enfrentarnos... aunque sólo se trataba de un cascaron vacío- Tocó la parte superior de su estómago, aun podía sentir el golpe que la armadura le había propinado.

-La situación se complicó- Habló Brain, viendo la marca faltante en su brazo derecho- Ángel cayó, y si no andamos con cuidado, nosotros también lo haremos. Debemos encontrar a Nirvana lo antes posible- Agregó para luego voltear hacia sus prisioneros, una sonrisa todavía más maliciosa se dibujó en su rostro – Afortunadamente, tenemos la pieza que hacía falta para encontrarla.

-Brain, ¿Quién esta chica y para que la necesitamos? - Preguntó Racer.

-la venderemos para obtener mucho dinero ¿No es así? 

-¿Acaso es lo único en lo que piensas, Hoteye? - Le reclamó cobra.

- Jejeje- Brain regresó la mirada hacia sus subordinados. Sus siguientes palabras dejaron a todos sin habla.

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-En serio... ¿Una God Slayer? – Dijo de manera incrédula Erza. Junto a dos más, se abría paso dentro del bosque. La necesidad de salvar a Chelia y a Happy obligó a la alianza de gremios a dividirse en grupos y moverse con rapidez, hacia cada una de los tres escondites que Oración Seis había preparado en el bosque... ¿La fuente de información? Toda cortesía de un "Ángel" enjaulado.

-Cuántas veces lo tengo que decir- El tono de la felina era de desgana mientras volaba sobre la pareja- Ya sea heridas, maldiciones o veneno, Chelia puede curarlo, ya que posee magia del cielo. Ella es una genuina God Slayer- Agregó, orgullosa de la que era su compañera.

-Hm – El tercer integrante del grupo suspiró. De alguna forma, eso molestó a la felina.

- ¿Qué? – Soltó desafiante, sin importarle la apariencia oscura de su escolta - ¿No crees en mis palabras? ¿O acaso estas celoso porque ella sea mejor sanadora que tu compañera? – Seguía desafiándolo. El Slayer se limitó a correr en silencio hasta que paro en seco.

-.... – Natsu volteó. Por un momento, Charles sintió la necesidad de huir o esconderse, era como sí el blindado estuviera calando en su alma- Si no te creyera ¿crees que estaría corriendo para salvar a tu amiga en vez de buscar otra forma de ayudar a Wendy? - Soltó de manera contundente.

-Hum- Ante esas palabras, la felina desvió la mirada, era como si la hubieran puesto en jaque.

-¿Natsu? – Erza se acercó al blindado, al tocar su hombro, no pudo evitar sorprenderse- "¿Esta... temblando?"

- Lo siento – Volteó, apartándose de la pelirroja. Ella entendía porque Natsu se había desquitado con la felina.

No había pasado mucho desde que había regresado al mundo de los vivos. Fue golpeado, cortado, sufrió y, aun así, sobrevivió al infierno dentro de su sombra, lo hizo por ciertas magas, pero ahora, aunque había jurado protegerlas con todas sus fuerzas, una de ellas estaba en peligro de muerte.

-De nuevo actué por mi cuenta, como si lo tuviera todo bajo control – Apretó sus puños- Jamás debí usar esa cosa... Debí quedarme, luchar a su lado... Ahora Wendy esta... - Su tono neutro paso a uno de frustración.

-Pero ahora estas aquí- Dijo Erza, sin dudarlo ni un segundo, tomó su mano- Nos diste información, un plan, todo para detener a sus sujetos. Vas a salvar a Wendy ¿verdad? – Dijo de manera gentil, haciendo que el Slayer volteara a verla. Sin duda, la expresión gentil de Erza fue algo que Natsu no pudo ignorar.

-...- Él regresó a ella – Sí - Respondió con un tono casi amable, que a Erza le gustó escuchar- Lo haremos juntos – Esta vez, no dejaría que su orgullo de cazador se interpusiera en su camino.

-Entonces, está decidido- Erza asintió contenta - ¡¿Hm?!- Después, se sorprendió cuando el Slayer la soltó repentinamente para luego equiparse con su enorme espada negra.

-"Me descuido algunos segundos y esto es lo que sucede"- Pensó- Prepárense para combatir- Indicó a sus compañeras.

-Eh... Eh... P-Pero... yo no puedo luchar - La gatita blanca comenzó a temblar al ver que se encontraban rodeados. Varios hombres con apariencia de mono salieron de entre los matorrales.

-Charles, tu quédate detrás de mí – Dijo Erza, y la felina blanca se apresuró a volar detrás de ella.

Se trataban de miembros de otro gremio oscuro, Monkey Mommy, magos esbirros contratados para proteger al grupo principal. No fue un problema para Natsu y Erza enfrentarlos, sin embargo, el enemigo era numeroso. Cada vez que el Slayer mandaba uno al suelo, su paciencia también lo hacía.

-Esto es molesto- Tan pronto apuñaló la tierra con Mata-Dragones, su sombra se extendió debajo de sus pies, como un mar negro, hasta cubrir buena parte de la zona – Arte secreta: ... - Recitó, y algo comenzó a emerger frente a él – ... Soldado del Dragón Negro.

Los hombres simio retrocedieron, tragaron duro y temblaron al contemplar la figura de su nuevo adversario... O verdugo.

-Golpéalos, aplástalos, destrózalos...- Comenzó a darle ordenes mientras abandonaba la zona junto a Titania y la felina-... Pero no mates a nadie.




- ¡RAAAAAWWWW! - La armadura rugió a la vez que sus ojos se prendían en un rojo brillante. Llamas negras emanaron de las aperturas hasta rodear por completo la coraza. El combustible principal para llevar a cabo su misión.

- Natsu.... Esa es... - Erza sólo podía correr mientras escuchaba la destrucción y los gritos proveniente de la zona que habían abandonado- Esa técnica es la misma que usaste para sacarme de aquella explosión... ¿No es así? – Seguía sorprendida de lo que había visto.

-Sí – Respondió simplemente el Slayer.

-¿Por qué no lo usaste al principio? – Preguntó Charles mientras volaba en medio de los dos magos- Pudimos haber huido antes y no perder más tiempo.

-No es una técnica que pueda usar regularmente... - Explicó sin descuidarse su paso- ...no es una que quiera usar.

-¿A qué te refieres? – A Erza le dio más curiosidad saber sobre ello.

-Consume menos mana que mis alas, pero, para que funcione, tengo que depositar algo más que mis llamas – La pelirroja y la felina se miraron entre si ante semejante misterio – Mi voluntad, tengo que dejar una parte de mi voluntad dentro la armadura, y cuando eso sucede...

-¡RAAAAWWW!

-¡Todos! ¡Corran!- El líder del gremio de Monos gritó asustado- ¡Tenemos que... AgKh! – Fue golpeado, su cuerpo salió disparado antes de impactar un árbol.

La armadura se movía de forma descontrolada, como un bestia enfurecida, aplastaba con sus puños a quien se encontrara a su alcance y, cuando alguna de sus víctimas quería escapar, una larga cadena se extendía para atraparlos, los pobres primates sólo pudieron gritar antes de ser molidos a golpes, pero tuvieron suerte, ya que la armadura se detenía cuando determinaba que había sido suficiente castigo.

-... Mi yo actual tiende a perder el control- Completó Natsu, causando más intriga en la pelirroja y la felina.

-Sinceramente tú... empleas técnicas tan peligrosas como extrañas ¿Sabias? - Dijo Charles, sonaba como si lo estuviera desaprobando- Pero son bastante útiles, estarías bien si tan sólo cambiaras tu actitud- Agregó. Erza sonrió mientras una gota caía de su sien.

-Hmp- Por supuesto, a Natsu no le importó en lo más mínimo ese comentario, ya que tenía algo más importante en su mente.

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En otro lugar, cerca de los restos del vehículo Cristina...

- ¿Cómo se encuentra? – Gray preguntó mientras se acercaba a sus compañeras.

-Su fiebre no mejora – Respondió la rubia mientras cambiaba el paño sobre la frente de su amiga- Pero al menos su expresión se ha relajado, no parece estar sintiendo dolor- Hizo a un lado los mechones azules mientras sonreía suavemente.

-Ese Natsu, pudo habernos dicho lo que planeaba hacer – Expresó un poco molesto a la vez que tocaba su frente- Por poco nos mata del susto y hace que los demás se le tiren encima – Miró el cuerpo de la joven Slayer, específicamente su brazo. Como una especie de torniquete, una línea brillante evitaba que el veneno siga extendiéndose y algo más.

-Cortar los nervios sin cortar la carne – Citó Hibiki, las palabras del Slayer- Pensar que existe tal técnica, ahora que veo que los rumores sobre Demon Natsu se quedan cortos, estoy muy sorprendido– Agregó.

-Créenos, aun siendo sus compañeros, todavía no nos acostumbramos- Dijo Gray, queriendo bromear un poco.

Mientras el alquimista y la maga estelar se concentraban en cuidar y proteger a Wendy, Hibiki se hacía cargo de la inteligencia. Con su magia, monitoreaba los movimientos de sus aliados y de sus enemigos.

-Parece que los muchachos han entrado en batalla, no se ven tan fuertes, pero parece que tienen problemas con el números de enemigos– Informó Hibiki. La proyección mágica mostraba varios puntos rojos rodeando algunos verdes- ¿Eh?

- ¿Qué sucede? – Preguntó Gray, ante la repentina sorpresa del castaño.

-Al parecer el grupo de la señorita Erza y su amigo pudo librarse del enemigo, ahora se acercan a uno de los escondites de Oración Seis– Respondió para alegría de la rubia y el pelinegro- Pero... - Enfocó su mirada, un punto negro, haciendo desaparecer varios puntos rojos, lo tenía perplejo- "Esta cosa esta fallando ¿No es así?"

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-¿Es aquí? - Preguntó Charles ante el precipicio delante de sus pies. El primer escondite era una aldea abandonaba en el fondo de un acantilado, nada que pudiera detener a la pelirroja y al blindado.

-Debemos bajar y... ¿Hm? – Natsu calló al ver el destello en el fondo – Apártense- Se apuró a empujar a la pelirroja y a la felina. Una silueta paso en medio de ellos a toda velocidad, sin conseguir golpearlos.

- ¿Tú de nuevo? – Erza reconoció esa cabellera rubia y esos lentes oscuros.

-Fueron rápidos al encontrarnos, pero no tan rápido como yo para vencerlos – Declaró Racer.

-No tengo tiempo para ti- Natsu se preparó para lanzarse, pero se detuvo cuando Erza se plantó frente a él.

-Déjamelo a mí- Pidió la pelirroja - Tienes que apresurarte y rescatar a Chelia y a Happy – Se equipó con dos espadas plateadas.

-Pero... - Natsu quiso replicarle.

-Vamos, puedo contra este tipo. Además, tienes que apresurarte y ayudar a Wendy – Usó la lógica para convencerlo.

-... – Natsu dudó por un momento, pero al final, tomó a Charles y se lanzó al precipicio – Te lo encargó.

-¡Kyaaah!- La gatita blanca sólo pudo gritar mientras iban cayendo. Afortunadamente para ella, Natsu empleó una espada para frenar la caída.

Una vez en el fondo, el Slayer comenzó a buscar con la mirada. Por la forma en la que el rubio se apresuro a interceptarlos, sabía que había algo que quería proteger, o algo por lo que debía retrasarlos.

-¡Chelia! ¡Happy! – Gritó, el sigilo no tenía sentido en este punto.

-¡Aquí estamos! ¡Ayuda! – Casi de inmediato, la voz del felino se escuchó venir de la cueva más profunda.

Tanto la felina como el blindado se apresuraron a entrar. La oscuridad no fue problema, la distancia tampoco.

-"Este sensación..." – Con cada metro que corría, el olor se volvía más perceptible para Natsu – "No... No es posible... No es posible que..." – Tan sólo unos pasos más y llegaron con ellos. Un gato azul yacía en el suelo, con una expresión realmente alarmada, mientras una pelirrosa soltaba sus lágrimas.

-L-Lo siento... Tenía que... Tenía que hacerlo... - Chelia hacía un esfuerzo por detener sus lágrimas.

Al fondo de la cueva, un albino sonreía de forma siniestra mientras otra figura salía de la oscuridad, revelándose lentamente.

-¿Eh? – Nadie pudo ver la expresión de sorpresa de Natsu. Esa cabellera azul y ese tatuaje en su rostro, los recordaba muy bien- ¿Cómo es posible que tú...?

-¡Chelia, ¿Usaste magia de curación?! – Soltó de manera preocupada la felina.

-Tenía que hacerlo... Ya que él... Fue quien salvo mi vida – Dijo de manera desconsolada la pelirrosa.

- Sabes lo que pasara si usas tu magia muchas ve... - No alcanzó a decir la gatita cuando la pelirrosa cayó inconsciente.

-¿Cómo es posible?... ¡¿Cómo es posible que estés con vida! – El Slayer apretó sus puños mientras los recuerdos en cierta torre de cristal salían a flote- ¡Jellal! – Sin pensarlo dos veces, tomó su espada negra y se lanzó contra el peliazul. Una furia incontrolable se apoderó de su cuerpo.

Jellal terminó de revelarse para luego sonreír ampliamente- Je- Levantó su mano izquierda, tomando por sorpresa al Slayer.

-"¡Eso es....! – Era como si la mitad del cuerpo del peliazul se hubiera cristalizado. Lo último que Natsu pudo ver antes de impactar la caverna, fue un gran resplandor. Increíblemente, el golpe lo dejo fuera de combate. El dolor le era familiar, similar al rayo del satélite Etherion.

-Tan despiadado como siempre- Brain lo elogió- Así que este es el resultado después de sobrevivir a aquella explosión, impresionante- Se acercó al peliazul mientras este volteaba a verlo- ¡¿Qué?! -Sólo pudo gritar cuando fue golpeado por un rayo de luz. La tierra se encargó de desaparecer al albino.

Después de dejar a los magos fuera de combate, salió de la cueva tranquilamente, sin que nadie pudiera detenerlo. Una sonrisa amplia acompañaba sus ojos, castaño y azul brillante.


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Hasta aquí el capítulo.


Disculpa, preferí subirlo así en vez de guardarlo por los próximos dos meses, espero que no vuelva a suceder. Sólo una historia más y volveré a trabajar en Sangre de Dragón, je.


Gracias por leer.

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