Capítulo 13: Dragón y Recuerdos.
Los personajes, imágenes y vídeo de esta historia no me pertenecen, sólo los uso con fines de diversión,
Al final, algunas aclaraciones al que le interese.
___________________________________________________________
La escena fue suficiente para romper las mentes de sus compañeros. Natsu, quien se decía era el miembro más frío y oscuro del gremio, un mago cuyas misiones se limitaban a dar caza a las criaturas demoníacas de este mundo, ahora mismo abrazando a una pelirroja como lo haría a una buena amiga, o algo más, después de mucho tiempo de haberla visto.
-N-Na... Natsu... ¿Q-Qué estas... - La voz de Erza temblaba, no era la presión que ejercía el Slayer, la repentina acción fue suficiente para reducirla a una jovencita nerviosa, sus compañeros no estaban mejor que ella.
Lucy y Gray tenían los ojos hechos puntitos mientras parpadeaban continuamente, por alguna razón, una peliazul mordía un pañuelo mientras sentía arder su pecho, y en cuanto a una pequeña, está por poco cae sentada, sus piernas temblaban, de alguna manera, sintió su corazón ser estrujado.
- ¡¿Hm?!- Reaccionó, con los ojos bien abiertos, se dio cuenta de sus acciones. De inmediato, se apartó de ella – Lo siento- Dijo, intentando sonar serio, equipó su yelmo, evitando que vieran su rostro, su expresión, tal vez mucho más confundida que la de Erza y el resto de las hadas. Vio como una pequeña se acercaba a su lado -Wendy – La llamó con su tono frío de siempre, se agacho para mirarla a los ojos.
El malestar desapareció una vez que lo escuchó y vio sus ojos apagados a través de la apertura.
-Natsu-san ¿Esta bien?... ¿Necesita que le ayude con alguna herida? – Habló preocupada como siempre – Natsu-san, ¿usted se encuentra bien? – Le extrañó que se lo preguntara dos veces.
- Esa debería ser mi línea- Respondió - ¿Te hicieron daño? – Un tono ligeramente preocupado.
-No... Estoy bien – Sonrió, un poco sonrojada, si él estaba aquí y actuaba como lo dijo la pelirroja, se sintió muy contenta.
-Lamento haber desaparecido – Se disculpó apenas se puso de pie – He estado investigando este lugar, despejé el camino, podremos salir sin ningún problema – Comentó estoico para luego dar media vuelta, de nuevo, no fue consciente de sus actos
- ¿Eh? - Erza sintió su mano ser tomada, la pequeña dragona también se mostró sorprendida. Salieron del comedor a un paso apresurado.
- ¿Los seguimos? – Preguntó Lucy.
- ¿Qué acaso quieres vivir aquí? – Preguntó un poco sarcástico el pelinegro.
En el pasillo...
-Natsu... Espera – Pidió Erza, al ser arrastrada junto con Wendy – Todavía no podemos...Aun tenemos que... - Intentó hablar, el paso apresurado del Slayer le impedía seguir, siquiera saber si la estaba escuchando.
-Como he dicho, ya me he encargado de todo, saldremos de aquí de inmediato – Comentó estoico, sin perder de vista el camino.
Erza no pudo soportarlo más, se plantó con fuerza, deteniendo el andar de los tres.
- ¡Te dije que esperes! – Gritó molesta, se las arregló para soltarse, sabía que no era el momento ni el lugar, pero tenía que saber qué es lo que sucedía con el Slayer.
- ¿Qué...? ¿Qué sucede? – El desconcierto en Natsu era más que evidente.
-Eso es lo que queremos saber – Respondió Erza, viendo la expresión confusa de todos, incluso la de Wendy- No me malinterpretes Natsu, estoy agradecida de que vinieras... Aunque sólo porque Wendy está aquí – Susurró lo último un poco triste– Pero es extraño.
- ¿Qué es extraño? – Volvió interrogar Natsu, no conseguía entenderlo.
-Vienes y de la nada me... H-Haces algo así – Agitó su cabeza para disipar su sonrojo - ¿Qué sucede contigo? No estas siendo tú.
-Erza-san tiene razón – Wendy decidió apoyarla - ¿Qué sucede con usted, Natsu-san?... Esta muy raro... No... No me gusta verlo así – Dijo, casi en un grito, lágrimas se amotinaron en sus ojos.
-Yo... - Las miradas se enfocaron en él, un dolor en el pecho lo hizo retroceder, darles la espalda, Gray, Lucy y Juvia se integraron. Por primera vez, el Demon se mostró temeroso, de este raro conflicto.
-Erza- Sentía su yelmo asfixiarlo, comenzó un lento retiro, volvió a encarar a sus compañeros- Todo fue parte del plan de Jellal, hace años, él te culpó, le hizo creer a tus compañeros que tú los habías traicionado, implantó una mentira, manipuló la mente de tus amigos para lo obedecieran sin dudarlo- Explicó serio.
-¿C-Cómo...? ¿Cómo sabes todo eso? – Preguntó Erza mientras temblaba, no lo podía creer, el hecho de que conocía la verdad – Natsu... ¿Acaso tú? – Una lágrima amenazó caer ante tal posibilidad.
-¿Qué...? ¿Qué es lo que estás diciendo? – Una voz los hizo voltear, se trataba de un rubio, quien parecía desesperado – No digas mentiras... Fue Jellal quien nos salvó de la traición de Nee-san, él nos dijo que ella enloqueció a causa de ti.... ¡Maldito demonio! – Gritó mientras apuntaba a Natsu- Tú la influenciaste... Ella nos traicionó por tú culpa... Nunca... Nunca te lo perdonare... A ninguno de los dos – Dijo destrozado.
- Sho – Erza no pudo evitar lastima por su amigo, verlo desmoronándose por la confusión.
-Eso no es verdad, Sho- Otra sorpresa más para el grupo de hadas, el líder del asalto al casino, Simón, apareciendo como una sombra, un felino azul volaba a su lado.
- Chicosss – Voló hacia ellos, con lágrimas de alegría.
- Happy- Wendy lo recibió entre sus brazos.
- ¿Qué significa esto? – Preguntó Gray confundido. Levantó su guardia de manera instintiva.
-Él no es nuestro enemigo- Habló Natsu, mientras se acercaba a Simón - ¿Ya has sacado a todos tus amigos de aquí? – Preguntó serio.
-Sí, llevó un tiempo, pero los he puesto en un bote, para cuando despierten ya estaremos fuera de esta isla- Respondió el hombre del parche.
- ¿Qué es lo que ésta sucediendo, Natsu? – Preguntó Erza, aún más confundida, viendo y escuchando a Natsu y a Simón como si fueran aliados – Simón ¿te recuperaste del control de Jellal?
-Nunca estuve bajo el control de Jellal – Respondió Simón – De hecho, nunca creí en sus mentiras, tuve que quedarme callado, hasta encontrar una oportunidad de detenerlo, traerlos aquí, traer a Demon Natsu. Nunca deje de creer en ti, Erza– Explicó, cortando distancia con la pelirroja – Lamentó que las cosa hayan resultado de esta manera.
-Simón... - Erza se acercó para abrazarlo, una reunión conmovedora, sin embargo, uno de ellos no compartía su alegría.
-Entonces... Yo... Durante todos estos años... Sho tapó su cara con frustración – Yo no creí en Nee-san... Sólo tú, Simón... ¿Cómo es posible? – La mente del rubio era un caos. Erza se agachó hacia él.
-Sho, no tienes por qué sentirte así, Jellal fue el que te mintió, tú no hiciste nada malo, tienes que creerme, por favor – Le pidió amable, rodeándolo con sus brazos, el abrió los ojos, lloró, era imposible no sentirse triste, feliz de que su amiga/hermana lo reconfortara.
-¡Hm!- Reaccionó Natsu, un pequeño zumbido del exterior llegó a sus oídos, para cuando se dio cuenta fue muy tarde-¡Cúbranse! – Gritó, sin poder reunirse o proteger a Wendy y a Erza.
La explosión hizo que el piso colapsara, los jóvenes cayeron junto a los escombros, terminaron algunos pisos abajo; Lucy y Juvia cayeron en una cámara, Erza y Wendy se encontraron atrapadas en el mismo piso, sólo que los escombros los separaban de sus amigos; Simón, Gray y Sho terminaron varios pisos abajo, una caverna rocosa y oscura, este último inconsciente, y el último de ellos, Natsu, usaba su ala para volar en el exterior.
- ¿Qué es lo que ha...
- Bienvenidos a la torre del paraíso – Una voz siniestra resonó en toda la isla.
-Esa voz... -Erza pudo reconocerlo.
-Yo soy Jellal, el rey de esta torre – Se presentó, desde la habitación que se encontraba en la sima-¿No es tiempo de comenzar este juego?
-¿Juego? – Expresó Gray confundido.
-El juego del paraíso – Reveló el peliazul- las reglas son sencillas. Quiero usar a Erza o a la pequeña como sacrificio para celebrar la ceremonia de resucitación de Zeref – Como un rayo, esas palabras afectaron las mentes de todos los magos, uno de ellos apretó sus puños sin ser consciente.
-En otras palabras, si la puerta del Paraíso se abre, la victoria es mía. Sí previenen que eso pase, entonces ustedes ganan. Sin embargo, eso no será divertido, así que convoqué a tres guerreros – Mencionó. Detrás de él, dos sombras sonreían, una silueta femenina sosteniendo una katana larga y un hombre pálido, de cabellera larga y negra.
-"¿Tres guerreros?" – Pensó Simón, mientras se hacía paso en una caverna, sobre su hombro el cuerpo inconsciente de Sho.
-¿Quiénes son esos guerreros de los que habla? – Preguntó el nudista.
-He estado siguiéndolo desde el comienzo, pero nunca nos contó eso, seguro fue porque no confiaba del todo en nosotros- Respondió.
-Si no pueden vencerlos, no podrán llegar a mí. Por decirlo así, son tres contra ocho en juego de eliminación directa- En una mesa, un tablero de ajedrez con piezas que representaban a los combatientes – Oh, y una cosa más... -Agregó con misterio- Es posible que el Consejo Mágico ataque este lugar desde el Satélite Square, con la magia definitiva que regresa todo a la nada, Etherion.
- ¿Etherion? – Erza no lo podía creer – No es posible ¿De verdad el Consejo haría algo así?
-Erza-san ¿Qué es eso de lo que habla? – Preguntó Wedy, un poco asustada.
-Etherion es la fuente mágica más poderosa de este mundo, sí es como Jellal dice, esa cosa arrasará con todo el lugar, no quedará nada – Explicó, dejando a Wendy en pánico – Tengo que ir y detenerlo. Wendy, tú debes...
-Iré con usted – Interrumpió Wendy- La ayudare, por favor, Erza-san. No quiero que perderlos, a Natsu-san, a usted, no quiero abandonar a mis amigos... Deje que la ayude- Habló decidida, había mucho en juego para seguir asustada. Erza vio a su yo de niña en Wendy, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
-De acuerdo- Dijo convencida- Entonces debemos darnos prisa- Se pusieron en marcha. Todos los magos buscaron camino por donde pudieron, todos con un sólo objetivo.
Mientras cierto mago volaba hacia la sima, los contrincantes fueron decididos. Lucy y Juvia no tardaron en encontrarse con su enemigo, un loco de cabellera larga, su grito era fuerte y tocaba la guitarra como un demente, la iban a tener muy difícil si querían vencerlo.
Simón decidió poner a Sho a salvó por lo que Gray tuvo que continuar solo, luego de tanto correr, se encontró en una gran habitación, varias jaulas suspendidas por cadenas, estas resonaron, algo se estaba acercando.
- ¿Qué es... ¡Agh!- Se quejó, cuando algo impactó su espalda. A gran velocidad, un hombre búho quedo suspendió en lo más alto, ni un ala, esa cuerpo fornido era demasiado para volar de esa forma- Con que tu fuiste el que causó esa explosión – Dijo molesto, viendo los enormes cohetes impulsarlo ese tipo.
-Que empiece el juego- Declaró Jellal, para luego tomar asiento en su trono.
- "No permitiré que suceda... Yo al fin he... Debo detenerlo a toda costa"- Natsu se concentró en su tarea; detener a Jellal, evitar que el Satélite square sea disparado. Su ala negra desprendía más plumas de lo usual, conforme aumentaba la potencia. En su mente, los rostros de sus compañeros, dos magas en especial.
.
.
.
.
.
Habían logrado subir hasta lo más alto de la torre, todo el camino libre, ni un solo guardia, tal arrogancia, Jellal lo iba a pagar muy caro fue lo que pensó la pelirroja.
Junto a Wendy llegaron a una gran habitación, del otro lado las escaleras que daban a otro piso, tan sólo tendrían que cruzar el lago artificial, el puente de madera que tenían enfrente, este estaba decorado por varios arcos rojos de estilo oriental, de esos que se podían ver en las entradas de los templos, en medio del lago artificial, un enorme cerezo, los pétalos rosas caían de manera tranquila y apacible, no tenían tiempo de disfrutar de tal escenario, y sin embargo, detuvieron su andar.
-Wendy, espera- Pidió Erza, la pequeña enseguida hizo caso, al frente de ellas una hermosa mujer se acercaba, esta sostenía una larga katana, sus ropas japonesas y su cabellera color rosa se hondeaban por la leve brisa, no tardaron en entender que se trataba de su enemiga.
-Me presento, mi nombre es Ikaruga – Habló la extraña- Es un placer conocerlas, Titania Erza, Wendy Marvell- Mencionó de manera cortés.
- ¡Apártate, no tenemos tiempo para lidiar contigo! – Exigió la pelirroja, mientras equipaba dos espadas.
-Oh, vaya, que mujer más maleducada. Tendré que darte una lección – Se puso en guardia la pelirrosa.
-Wendy, quédate atrás – Le pidió a la pequeña – En cuanto termine, seguiremos adelante, no es necesario que participes aquí.
-Hai – Asintió la peliazul- Me encargaré de curarla cuando haya terminado- Dijo confiada.
-Te lo encargo.
- ¿Ya terminaron de conversar? – Preguntó la samurai. La mirada severa de Erza confirmó su duda- Entonces vamos a empezar con esto- Empuño su espada con más fuerza, se preparó para desenvainar.
-¡Aaahh! – Erza corrió hacia ella, preparándose para cortarla.
- Estilo Mugetsu- Recitó su técnica, conservando su postura de desenvaine.
Los instintos de la pelirroja gritaron, paró en seco, usó sus espadas para protegerse. Wendy vio confundida como su amiga quedó paralizada, cuando varios destellos comenzaron a rodear su cuerpo.
-¿Eh? – Erza se vio abrumada, cuando su espada y armadura se hicieron trizas - ¿Cómo hiciste eso?
-No hay nada que mi espada no pueda cortar – Dijo arrogante la pelirrosa.
-Eso es imposible.
-Entonces porque no miras a tú amiga para confirmarlo.
-¿Cómo? – Erza volteó de inmediato, sus ojos se abrieron por completo, cuando se encontró con los de Wendy.
-E-Erza...san... No puedo... moverme – Wendy yacía en el suelo, no entendía qué había pasado.
- ¡¿Qué fue lo que le hiciste?! – Regresó con la samurai, una mirada furiosa le fue dirigida.
-Mi espada puede cortar a través de dimensiones, cortar los nervios sin cortar la carne, puedo hacer algo así sin problemas – Soltó tranquila, mientras se preparaba para otro ataque.
La expresión de Erza se tensó, reequipó otra armadura y espadas. La armadura Rueda del Cielo le pareció su mejor opción.
-Te haré pagar – Soltó furiosa.
-Cuando tú quieras.
-¡Rueda celestial!- Erza volvió a atacar, Iikaruga desenvainó, dio una vuelta mientras ejecutaba un corte. El ataque de Erza no surtió efecto, se elevó para hacer distancia - ¡Circulo de espadas! – Mediante un corte, un gran número de espadas se dispararon contra su enemiga.
-Estilo Mugetsu – Ikaruga sonrió, mientras desenvainaba y envainaba a una velocidad sobrehumana, las espadas de Titania se hicieron añicos antes de hicieran contacto.
Erza aterrizó, sólo para que Ikaruga la recibiera con un rápido desenfunde.
-¡Aaargh! – Gritó, cuando su blindaje de plata se hizo pedazos.
-¡Erza-san! – Wendy sólo podía ver como la pelirroja era atacada, sólo podía mover un par de dedos, aunque cuando su especialidad era la magia de curación, sino podía moverse, eso reducía sus chances de ayudarla.
-M-Maldición- Dijo Erza entre dientes.
-Estilo Mugetsu:... -La pelirrosa no le dio descanso - ¡Llama de Garuda! – Desenvainó, un corte, acompañado de una ráfaga de llamas golpeó a la pelirroja. Erza equipo al último segundo, aunque fue el mismo resultado; su armadura Emperatriz de llamas fue destruida.
-Que vulgar resultó ser Titania, mostrar tu cuerpo durante un combate – Se burló Ikaruga.
Erza para nada estaba contenta con ese comentario, estaba frustrada, qué es lo que haría si conseguía destruir todo su equipo. Decidió atacarla con todo.
-¡Armadura del purgatorio! – Invocó su armadura negra- ¡Nadie ha salido con vida después de verme usar esta armadura! – Amenazó furiosa, apuntándola con un enorme garrote afilado.
-Fufufu, ven a por mí- La retó burlona. Erza se lanzó, fue el mismo resultado, tan sólo intercambiaron algunos golpes, y el metal negro terminó hecho pedazos.
-¡AAGH! – Erza terminó arrodillada.
-Aún no lo has comprendido. No importa la armadura o espada que uses, será el mismo resultado, ríndete de una vez – Soltó Ikaruga. Con su batalla, el escenario había cambiado, destruido por los fallidos ataques de la pelirroja.
- "Ya no me quedan más armaduras" – Pensó preocupada Erza- "No importa que espada use, ella las hará pedazos... ¿Qué es lo que debo hacer?..."- Recordó al Slayer, su pregunta fue respondida, un sable negro clavándose frente a ella-Esa es... - Reconoció el filo grueso, volteó hacia la pequeña.
- E-Er... ¡Erza-san! - Llamó Wendy, a duras penas de pie- ¡Por favor...Úsela! – Gritó con todas sus fuerzas.
-Vaya, no pensé que pudieras levantarte, pequeña – Habló algo impresionada Ikaruga – Debe ser doloroso ponerte de pie, sobre todo al tener algunos de tus nervios cortados – La vio caer de nuevo – Como sea – Regresó con la pelirroja - ¿Estás lista, Titania? – La desafió con una sonrisa. Erza no se dejó intimidar, aunque nerviosa, adoptó una postura parecida a la de su enemiga. La espada negra... La sintió palpitar... La estaba llamando.
- "Esto es..."- Abrió los ojos por completo, sentía energía desbordar del arma, una voz distorsionada y oscura, no se trataba de un enemigo, sino todo lo contrario, pedía a gritos recitar su nombre - ¡Liberar! – Declaró, a la vez que un aura azulada rodeó todo su cuerpo, el filo negro cambió de forma; de mango blanco y guarda dorada, una vaina negra resguardaba el filo de aquella espada.
-"Esa katana... ¿Qué es esta energía?"- Pensó Ikagura, sintiendo una fuerte presión en el aíre - ¡Estilo Mugetsu! – Lo ignoró, comenzó el desenfunde. Varios destellos se dirigieron a la pelirroja. La pelirroja equipo rápido, una "armadura" roja y simple adecuada para el duelo.
- ¡Juicio cortante! – Gritó Erza, a la vez que que desenvainaba. Varios cortes fugases contra uno solo. El lugar quedó en silencio, ambas conservaron su postura de ataque. Esta vez, no pudo devolver su espada.
Tan pronto como terminó de blandirla, Erza se paró derecho, enfundó la katana con toda la tranquilidad del mundo, apenas la guarda hizo un sonoro contacto con la vaina, las columnas rojas y todos los pétalos entre ellas fueron cortados en dos, junto con estos, la katana y parte de la vestimenta de una pelirrosa.
-H-Ha sido excelente – Elogió con una sonrisa Ikaruga, para luego derrumbarse junto a los restos de su "compañera".
-Regresa... Yamato- Pronunció Erza, la katana en sus manos desapareció en un brillo, regresó de inmediato para auxiliar a su compañera - Wendy ¿Estás bien? – Preguntó apenas se agachó frente a ella.
-Si... Estoy bien – Respondió con un tono culpable – Lo lamento... En este estado no podre usar mi magia- Dijo, viendo las heridas en el cuerpo de la pelirroja.
-Basta, no digas nada. Estoy bien, sí no fuera por ti no la habría derrotado – Sonrió mientras la tomaba de la espalda.
-Te sacaré de aquí, debemos...
-Por favor, siga – Interrumpió Wendy – No se preocupe por mí y siga, por favor – Dijo, casi como un ruego.
- ¿De qué estás hablando? No puedo dejarte aquí.
-Por favor... Ayude a Natsu-san – Las lágrimas en la pequeña confirmaban algo muy serio- En este estado no puedo moverme, no puedo hacer nada... Por favor, Erza-san... Ayúdelo... No lo deje usar su magia – Eso logró sorprender a la pelirroja, lo que implicaban esas palabras era extraño.
-Wendy ¿De que estas hablando?
- ¡Chicas! – Miraron hacia la entrada, cierto pelinegro quien se veía exhausto.
-Gray- Erza se sintió aliviada al verlo.
.
.
.
.
.
.
En lo más alto de la torre, cierto peliazul observaba todos los enfrentamientos a través de un gran cristal, en un tablero las piezas que representaban a sus guerreros, el búho y la guitarra habían sido derribados, sonreía con soberbia mientras presenciaba el combate de una vieja amiga.
-Uno más, sólo uno más y Etherion será disparado – Dijo para sí mismo.
A muchos kilómetros de distancia, un grupo de magos ancianos tenían una discusión muy seria con cierto peliazul. Su sonrisa se agrandó cuando escuchó que la decisión estaba a punto de tomarse.
- Nada podrá detenerme, así que no pierdas más tiempo y reunamos de una vez, Erza – La vio derrotar a la pelirrosa, reunirse con un pelinegro, sólo un poco más y se encontrarían – Ahora, veamos cómo.... ¿Hm? – Se dio cuenta hasta ahora, tan concentrado estaba en todos los enfrentamientos que perdió a uno de vista, desde el comienzo- Bueno, da igual, si no está dentro de la torre, entonces no hay nada de que... ¿Eh? -Un temblor sacudió la habitación. Se vio confundido, sorprendido, y eso aumento cuando la pared frente a él se hizo pedazos, la sombra alada de cierto mago blindado.
-¡JELLAL! – Gritó, arrojándose hacia el peliazul, este reaccionó a tiempo, se hizo a un lado, antes de que lo hiciera pedazos junto a su trono.
-¿C-Cómo...?... ¿Cómo es posible? – Preguntó Jelllal desconcertado- Hay una gran cantidad de hechizos protegiendo esta sala... ¿Cómo es posible que la atravesaras desde afuera? – Preguntó agitado.
Natsu yacía arrodillado sobre los escombros del trono, una luz roja brillaba dentro su yelmo, Jellal se vio abrumado, era como si la propia muerte le estuviera avisando que tomaría su alma.
-¿Acaso... - Reequipó una espada simple, para luego arremeter contra el peliazul, este dobló su espalda hacia atrás, evitando así ser decapitado. Por la velocidad a la que iba, Natsu terminó deslizándose sobre su pie y rodilla, se giró rápidamente hacia su enemigo- ¿Acaso olvidaste quién soy? – Levantó su espada. Jellal tembló al ver la luz roja emanar del yelmo roto.
Demon Natsu, Demon Slayer, Dragón Slayer Negro, Salamander Natsu, entre sus tantos sobrenombres había uno que Jellal recordó, uno que le fue otorgado al terminar una de sus primeras misiones en equipo, en donde redujo a cenizas no sólo a un demonio peligroso sino también cierto edificio de reuniones, el Consejo Mágico le otorgó el seudónimo "Destructor problemático", algo injusto considerando que fue la primera falta que cometió... Por lo menos en presencia de otras personas.
-Je- Sonrió, manteniendo su fachada arrogante, algo así, no se dejaría intimidar por el llamado Demon, no cuando su plan estaba a punto de tener éxito – Debo admitir que me sorprendiste, no pensé que se te ocurriría llegar a mí de esta forma. Tonto de mí al olvidarme de ti por completo – Colocó una mano en su frente.
-Deja de hablar – Soltó Natsu, sin bajar la guardia – Voy a detener tus planes, aun si tengo que destruirte en el proceso, Jellal – Amenazó mientras se ponía de pie, comenzó a caminar alrededor del peliazul, tal cual depredador - O debería decir, Mago del Consejo de Era, Siegrain.
-¿Cómo? - Jellal no pudo ocultar su sorpresa.
-Podrás decir lo que que quieras, que eres su hermano gemelo, pero sólo un tonto te creería, yo no. Tú hedor, lo reconozco perfectamente, desde esa vez que visite el Consejo - Explicó, a un perplejo peliazul, este cerró los ojos, sonrió para tranquilizarte.
-Je, no importa que sepas eso. Es inútil jeje. Me venzas o no, Etherion será disparado – Respondió el peliazul.
-Eso esta por verse- Dijo Natsu para luego arrojarse, desatándose la destrucción dentro de aquella sala.
.
.
.
.
.
No había pasado mucho desde que Erza derrotó a Ikaruga. Se encontraba subiendo escaleras a toda velocidad, recordando lo que Wendy le había dicho.
-"Erza-san... No permita que Natsu-san se sobrepase con su magia... Por favor... "- Ella fue llevada por Gray fuera de la torre.
Aun se preguntaba por qué le dijo eso, por qué no debía dejar a Natsu emplear su magia. Hizo memoria, la magia de posesión demoniaca, esa magia hacía de Natsu un mago poderoso, combinado con las llamas negras, las llamas de un Dragón, esto lo volvía invencible, sin embargo, recordó los gritos desgarradores del Slayer después de utilizar ambas, si es como decía Wendy, no permitiría que algo así volviera ocurrir, lo ayudaría, lo protegería, después de todo tenía muchas cosas que decirle, ahora que sospechaba que sus recuerdos habían vuelto.
Con cada escalón, se acercaba al último piso, un ruido estruendoso y violento viniendo de arriba.
-¿Ya esta aquí? – Se preguntó, al reconocer los gritos y alaridos, no perdió más tiempo. Cuando entró, quedo realmente sorprendida.
-¡Meteoro!- Jellal envolvió su cuerpo con un aura dorada, desaparecía y aparecía alrededor del blindado -¿Qué sucede? Jeje. ¿Acaso no puedes seguirme? – Se burló.
Natsu lo siguió con la mirada, cuando calculó la trayectoria, se arrojó hacia una de las tantas figuras.
-Je, fallaste- Dijo Jellal, justo cuando Natsu cortó su ilusión, esta se desvaneció. Con una velocidad increíble encajó un golpe directo al yelmo del Slayer.
-¡Ughk! – Natsu terminó estrellándose en un muro, su armadura caía a pedazos, había recibido más ataques que los que podía devolver.
-Conozco todos tus movimientos je- Se burló Jellal, mientras se acercaba al blindado – Además... - Tomó la cinta roja que decoraba el yelmo, despojando a Natsu de él- Sé que eres muy bueno cazando criaturas y todo tipo de seres, pero cuando enfrentas a un mago es otra cosa, aun me pregunto cómo pudiste derrotar a José, eres débil, Natsu- Arrojó la pieza por una de las grietas. Natsu a duras penas pudo ponerse de píe.
-T-Te detendré... ¡desgraciado! – Intentó cortarlo, Jellal sólo tuvo que dar un paso hacia atrás, para luego regresar y golpearlo en el rostro, un puño envuelto en magia estelar – ¡Argh!
-No te levantes – Dijo a modo de orden Jellal- Pronto todo terminará, así que, por qué sufrir más, quédate en el suelo y observa como las puertas del paraíso se abren jaja- Rió como el villano que era. Una pelirroja no pudo seguir observando.
-¡Jellal! – Erza se arrojó, invocando su nueva espada, el destello veloz sorprendió por completo al peliazul.
-¡Agh!- Jellal retrocedió al recibir el corte en el estómago, se arrodillo exhausto, después de todo, había enfrentado al Slayer durante varios minutos.
-Natsu ¿Estas bien? – Se agachó para ayudarlo a levantarse.
-"Esa espada..."- Pensó al verla- ¿Qué...? ¿Qué estás haciendo aquí? -Preguntó débil – Este lugar esta a punto de... Ugh... T-Tienes que salir de aquí cuanto antes – Le exigió, algo desesperado, se notaba a leguas su cambio, no estaba actuando estoico y tranquilo como siempre, casi se podía decir que estaba asustado, sobre todo al estar cerca de la pelirroja.
- Wendy y los demás deben estar saliendo de la torre- Dijo Erza, justo en ese momento sus amigos estaban tomando un bote para alejarse de la isla- Me quede para detener a Jellal, es mi deber después de todo – Ayudó al Slayer a sentarse.
-No... No lo es... Tienes que salir de aquí - La vio ponerse al frente – Este lugar va a ser...
- ¿Destruido? Jeje- Interrumpió Jellal, con una risa villanesca, mientras se ponía de pie – Tiene razón, aunque me derrotes, en aproximadamente 10 minutos este lugar será reducido a la nada – Parecía mentira, ver al peliazul acercarse a pesar de la herida en su vientre- Ha pasado mucho tiempo, Erza.
-Jellal ¿Cómo es posible que sigas con vida? – Preguntó consternada, después de todo, lo vio, recordó su cruel infancia, el peliazul siendo arrastrado por uno de los guardias, esto al verlo incapaz de seguir trabajando en la torre.
-Ni yo mismo lo sé – Respondió Jellal, sorprendiendo a la pelirroja- No tengo recuerdos, lo único que tengo es mi sueño.
- ¿Sueño?
- Sí, el sueño de obtener verdadera libertad, y sólo lograré obtenerla una vez que reviva a Zeref. Erza, es una lástima que tu compañera haya escapado, pero da igual, tú serás el sacrificio perfecto para su resurrección jaja.
- Estas loco – Erza no reconocía al peliazul como amigo, ni en el pasado, ni mucho menos ahora que lo veía – El Sistema- R necesita una inmensa cantidad de magia, además, eso no importa, sí es como dijiste, este lugar sea arrasado por el Consejo- Le recordó molesta.
-Eso no importa, lo importante ahora es que estas aquí jeje. Así que por qué no te... ¿Hm? – Calló, cuando algo resplandeció en el cielo, los rayos se filtraban a través de todas las grietas – Esta aquí je – Sonrió satisfecho.
- ¿Q-Qué está pasando? – Preguntó confundida.
-Tal parece que el Consejo se ha precipitado, ha decidido atacar este lugar antes de lo previsto jeje – Contestó Jellal –
- ¡¿Cómo?! – Expresó la pelirroja, lo que más le impacto fue el hecho de que el peliazul reía como un demente, a pesar de que serían destruidos, se sintió culpable, llena de arrepentimientos, eso al no haber derrotado a Jellal y salir junto con Natsu cuanto antes. Una mano en su hombro no la dejo seguir culpándose.
-N-No lo permitiré- Dijo un débil Slayer, apenas de pie. Tal cantidad de energía, podía saberlo, sí eso tocaba tierra, no sólo la torre, la isla o el mar, todo en un radio de varios kilómetros sería arrasado, visualizó por una grieta, aun podía distinguir el bote en el que huían sus compañeros.
-Natsu, ¿Qué vas a... -No pudo terminar Erza, vio como el pelirrosa levantó el vuelo, atravesando el techo de la sala.
Su ala negra se veía lamentable, le había exigido mucho, aun así, tenía que hacerlo. La luz en el cielo se volvió más potente y grande.
-Reequipar: ¡Escudo del Héroe! – Invocó su defensa más fuerte, un aura oscura rodeó todo su cuerpo, Erza sabía que es lo que seguía.
- ¡Natsu, no lo hagas! – Gritó desesperada, aunque sabía que él no lo haría, no con lo que había en juego.
-Demon Soul: ¡Devil trigger! -Sin ningún atice de duda, Natsu vistió de demonio, sus garras y colmillos lucían más afilados que nunca. Se le había terminado el tiempo.
Una expresión asustada y una sonrisa maliciosa fueron testigos del descenso del poderoso rayo, Natsu sería el primero en ser golpeado por su poder. Llamas negras rodearon su cuerpo, se concentraron en su escudo, permitiendo a este cambiar de forma.
- Arte secreta: ¡Escama del Dragón Negro!
Ni siquiera lo había tocado y su escudo y piel comenzaron a agrietarse, cuando el rayo lo tocó sintió su cuerpo romperse, cada hueso ser pulverizado, los órganos colapsar.
-N-No.... No puedo... -Era increíble ver como soportaba el rayo, aunque este le empujaba por ratos – N-No puedo dejar... que esto termine... hay tantas... cosas que tengo que... decirle... Yo... Yo... - No pudo más, sus llamas se apagaron, el escudo y brazo se partieron en dos, Etherion los hizo pedazos.
Su cuerpo fue golpeado, su posesión se deshizo, fue obligado a estrellarse contra la torre y caer hasta el fondo. Los gritos de Erza no se escucharon, no cuando todo fue cubierto por la luz cegadora de Etherion.
El bote se tambaleaba, fue necesario la intervención de la peliazul para protegerse. En poco tiempo, se vieron atrapados en una esfera de agua, las hadas debilitadas y los viejos amigos de una pelirroja.
-¿Qué es lo que paso? – Preguntó Gray apenas pudo salir del shock, luego de que la luz cesara, nadie podía creer lo que estaban viendo.
-"Erza-san... Natsu-san" – Una pequeña rezaba en su mente, ese sentimiento de hace un momento, como una puñalada al corazón, algo había ocurrido, quería ir lo más pronto posible, pedirle a Happy que la ayude a llegar con sus alas, pero su cuerpo aun estaba paralizado, los brazos de Lucy no la reconfortaron lo suficiente- "Por favor... Protégelos, Grandeeney" – Rogó a su madre, algo que no había hecho en mucho tiempo.
.
.
.
.
.
-Hm- Abrió los ojos, lo primero que pudo distinguir fue el lugar en el que se encontraba sentada, roca brillante y traslucida, el sitió había cambiado, también distinguió la risa maniática de cierto individuo - ¿Q-Qué es esto?
-Jajaja, por fin... - Se acercó a la confundida pelirroja- Esta completa... ¡La torre del Paraíso ha sido completada! – Celebró, mientras levantaba sus brazos.
-T-Todo esto... - La mirada ensombrecida de Erza lo decía todo- Todo esto fue parte de plan – Se levantó de golpe, intentando golpear al peliazul, la fuerza no le alcanzaba para invocar sus armas, Jellal tan sólo sonreía mientras la esquivaba con facilidad.
-Tú lo dijiste, Erza. Se necesita de una gran cantidad de energía para poner el Sistema -R en marcha, la mejor manera de reunirla era utilizando a los tontos del consejo para disparar Etherion, ¿No te parece increíble? jeje
- Tú... Todo es tú culpa... Por tú culpa... Natsu esta... ¡Natsu esta...! – Soltó con tristeza e ira.
- ¿Y eso qué? – Detuvo su golpe, una marca parecida a una serpiente viajó de su brazo hasta invadir el cuerpo de la pelirroja.
- ¿Q-Qué es esto?
-Es una atadura de serpiente, con esto no dejarás de moverte – Dijo Jellal, mientras la levantaba del brazo- Natsu no fue más que un pequeño obstáculo en mi plan, debo admitir que me preocupé cuando lo vi bloquear Etherion, que tonto ha sido.
-T-Tú... No te atrevaahg- Se quejó, cuando el agarre de Jellal y la serpiente presionaron su cuerpo con más fuerza.
-Pero tú, Erza, tú eres la pieza principal para cumplir mi sueño. Fusionaré tu cuerpo con Etherion, de esa manera tu carne se descompondrá y volverá en la forma del mago oscuro Zeref - Soltó con soberbia, mientras un gran cristal se levantaba detrás de Erza.
-M-Maldita... seas – Maldijo Erza, cuando Jellal la empujo hacia el cristal. La lacrima la absorbió lentamente. Jellal simplemente sonrió, le dio la espalda, comenzó una oración dedicada a Zeref.
-Te... ¡Tengo! – Gritó mientras la jalaba, evitando que pelirroja fuera absorbida. Los dos cayeron frente a un sorprendido peliazul.
-Oh, me sorprende que aun estés aquí – Habló Jelllas mientras veía un rostro conocido.
-Simón... - Dijo débil Erza, entre los brazos del mencionado.
-Jellal, no permitiré que sigas con esto – Declaró Simón, mientras encaraba al peliazul, su presencia no fue suficiente para intimidarlo, aun así, estaba decidido.
-Simón, no me hagas hacer esto, no cuando estoy a punto de cumplir mi sueño- Dijo con un tono cansado
-¿Cuál sueño? – Soltó Simón, ira impresa en sus palabras – ¿Engañar y esclavizar a tus amigos, utilizarnos a nosotros y a Erza?
– Vamos, no digas eso, además... - Sonrió de nuevo – Mientras hablamos, dos cosas están ocurriendo- Señalo al cielo, Erza y Simón vieron impresionados un gran destello, como si algo hubiera explotado- El satélite Square ha sido destruido, de esa manera ya no podrán disparar Etherion, y sobre todo... - Su cuerpo comenzó a brillar, un aura dorada lo rodeó, Simón sintió la energía mágica de Jellal aumentar de golpe.
- ¡Hugh!- Ni siquiera se dio cuenta cuando Jellal cortó distancia, encajándole un fuerte golpe en el estómago.
-Al fin he recuperado todo mí poder. ¿Aun quieres enfrentarme, Simón? – Dijo arrogante, viendo a Simón sostener su abdomen. Simón levantó la mirada, lo vio con ira, se resistiría, no dejaría que las cosas terminen así – Vamos a ver hasta donde llega esa voluntad tuya – Sonrió con malicia.
Erza fue testigo de otra pelea, una que su amigo no podría ganar.
_________________________________________
Hasta aquí el capítulo.
Lo siento, había dicho que este sería el último capitulo de esta saga, pero no quería terminarlo todo de golpe, cuando me di cuenta, había excedido las 10 mil palabras y aun no había terminado, es por eso que volví a dividirlo en dos.
Si veo que este capítulo iguala la lecturas del anterior subiere el siguiente de inmediato, o por lo menos que llegue a 100, je.
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top