Capítulo 73: El nuevo Dios
-¡Vamos de paseooo, pi pi pi!-. Cantaban Near, Mello y Makasu mientras Matt conducía el coche. -¡En el coche nuevooo, pipipi!-.
Matt pegó un frenazo impresionante.
-Ahhh...-. Suspiró.
-¿Qué te pasa Matt?-. Preguntó Mello confundido. Quedaban 5 días para el torneo de Célula, y tanto Luna como Koete han entrenado en la sala del tiempo. Ahora, Mello y Near tuvieron la ¿Magnífica? Idea, de dar un paseo por el campo, y estaban yendo en coche.
-¿¡Qué que me pasa!?, ¡Me pasa que estáis aquí, cantando tan felices, cuando dentro de 5 días podemos estar todos perfectamente muertos!-. Dijo Matt.
-No te preocupes, Satán nos salvará a todos-. Dijo Near.
-¿¡Ese tío de la tele!?-. Preguntó Matt.
-¡JAJAJA!-. Rieron Near, Mello y Makasu.
-A-Ahhh...-. Rue y Raye miraban confundidos la televisión en casa de Ryuusaki, flipando.
-¡Que fuerte eres Satán, llevando a tus espaldas 5 autobuses!-. Decían en la tele.
-Yo puedo hacer eso con una sola mano-. Dijo Raye.
-Y yo..., Sin manos-. Dijo Rue, rascándose la cabeza.
Misa arreglaba a A16, mirando tranquilamente sus circuitos..., Hasta que encontró algo curioso.
-¿Mm?-. Se extrañó..., -¿Qué es esto?-. Preguntó.
Célula estaba en su tatami, con los ojos cerrados. Llevaba así desde que montó el tatami, y estaba esperando a que los días pasaran tranquilamente.
Cuando de pronto...
Unos helicópteros, aviones bombarderos, y tanques, comenzaban a acercarse.
-¿Mm?-. Preguntó confundido.
-Nuevas noticias, el rey, ha enviado a las tropas militares a acabar con Célula, antes de que empiece el supuesto torneo-. Dijeron en la radio.
-Oh oh-. Dijo Matt.
-¡Mierda!-. Dijo Near.
-¡No, parad, vais a morir!-. Dijo Mello, y Makasu se puso nervioso.
-¡¡¡FUEGO A DISCRECIOOOOOÓN!!!-. Gritó el comandante, y tanto los tanques como los bombarderos comenzaron a disparar a Célula, con bombas, misiles, y todo su arsenal.
-¡¡¡ESTÁ MUERTOOOO!!!-. Gritó uno sonriendo.
-¡Idiotas, salid de allí!-. Dijo Near.
Cuando el humo se dispersó, se vio a Célula frunciendo el ceño.
-¡¡¡NO PUEDE SER!!!-. Gritó el comandante.
-¡IROS DE AQUÍ!-. Gritó Célula, y con una sola mano, lanzó millones de ráfagas de ki que acabaron con todos.
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!-. Gritaron los 4.
-Se-Sentimos informar..., De que nuestros soldados..., Han muerto. Pero han muerto con valentía...-. Dijo el rey desde la radio.
-¡NO LO PERMITIRÉ!-. Mello cogió la mano de Near, Makasu y Matt, y desapareció.
-Hm...-. Luna meditaba en la atalaya de Kami, cuando de pronto, aparecen Mello, Near, Makasu y Matt. -¿Qué hacéis aquí?-. Preguntó Luna, y Makasu, al ver a Luna, sonrió.
-Luna, ¿Sabes donde residen los saturnianos en este instante?-. Preguntó Mello.
-No, ¿Porqué?-. Preguntó Luna confuso.
-Célula ha matado a más gente. Si reunimos un nuevo Dios, podríamos hacer que las bolas de dragón vuelvan a funcionar, y resucitar a la gente-. Dijo Mello.
-Entiendo...-. Dijo Luna.
-Intentaré dirigirme hacia la energía de algún Saturniano conocido-. Mello intentó hacerlo, poniendo los dos dedos en su frente.
-Intenta hacerlo desde el planeta de Jealous-. Aconsejó Near.
-Muy buena idea Near-. Dijo Mello sonriente, y de pronto, desapareció.
Mello apareció.
-Vaya, Mello. Que bien volver a verte-. Dijo Jealous sonriente. -¿Qué te trae por aquí?-.
-No tengo tiempo-. Dijo Mello, y intentó hacer lo de antes.
-¿¡Pero tú de que vas!?-. Preguntó Jealous.
-¡Adiós, y muchas gracias!-. Dijo Mello, y desapareció.
Mello apareció en Nuevo Saturno, y allí vio a varios Saturnianos haciendo sus labores.
-¡E-Es Mello, nuestro salvador!-. Dijo uno, y todos fueron a aplaudirle.
-¡Muchas gracias!-. Dijo Mello sonriente.
-¿Qué te trae por aquí?-. Preguntó el nuevo Guru.
-Emmm..., Es que hay una nueva amenaza en la tierra, y Luna se ha fusionado con Kamisama, así que ya no hay bolas de dragón-. Dijo Mello frotándose la cabeza.
-Vaya..., No sabemos quiénes son esos dos, pero..., Lo siento mucho-. Dijo el gran Guru.
-Estaba pensando..., Que quizás uno de vosotros podría ser Dios-. Dijo Mello sonriente.
-¡Vaya, si, tenemos un candidato perfecto!-. Dijo el Guru. -¡Dende, ven, corre!-. Dende vino corriendo.
-¡Dende!-. Mello sonrió.
-¡Hm!-. Dende sonrió.
-¿Te gustaría ser Dios en la tierra?-. Preguntó Mello sonriente.
-¿¡C-Crees que podré!?-. Preguntó Dende, y Mello se rió levemente.
-¡Pues claro chico!-. Dijo Mello sonriendo. -A Makasu y a Matt les hará mucha ilusión volver a verte-. Dijo, y Dende sonrió ampliamente.
-¡S-Si, estoy dispuesto!-. Dijo Dende, y Mello sonrió.
-Dame la mano-. Dijo, y Dende se la dio. -Muchas gracias-. Dijo Mello.
-Adiós, os echaré de menos-. Dijo Dende sonriendo, y todos se despidieron de él.
Mello apareció en el planeta de Jealous.
-¡Mello, explícame ahora mismo todo esto!-. Dijo Jealous.
Mello se bajó el párpado y le sacó la lengua.
-¡Brbrbrbrbr!-. Se burló de él, y desapareció.
-¡Maldito sub...!-. Maldijo Jealous.
Mello apareció junto a Dende en la atalaya, y Makasu, al verlo, sonrió.
-¡Dende!-. Dijo Makasu.
-¡Makasu!-. Los dos se abrazaron, y dieron saltitos de felicidad.
-Hm-. Near sonrió.
-¡Un nuevo Dios, ya no estaré tan solo!-. Dijo Gook sonriendo.
-Dende, ¿Crees que podrás volver a hacer funcionar las bolas de dragón?-. Preguntó Mello, y Dende le miró.
-Creo que incluso podré hacer que podáis pedir 3 deseos, y que resuciten a quién sea con un solo deseo, y las veces que queráis-. Dijo Dende.
-¡Vaya!, Eso sería fantástico-. Dijo Luna, y Dende sonrió.
-Vamos Dende, ven, sígueme, te mostraré el camino para hacerte Dios, y para volver a poner en funcionamiento las bolas de dragón-. Dijo Gook, y Dende le siguió.
Después de una hora, Dende volvió, ya convertido en Dios, y con las bolas de dragón, que al no haber Dios, volvieron a su lugar.
También cogieron la pequeña estatuilla del dragón.
-¡Yo uso mis poderes para que tú, Dragón mágico, puedas volver a poner en funcionamiento las bolas de dragón!-. Dijo Dende, y las bolas se despetrificaron, y volvieron a la normalidad.
-¡Genial!-. Dijo Mello sonriente.
-Ya podéis poder los deseos que queráis, cuándo queráis-. Dijo Dende sonriendo.
-Esperemos primero a acabar con Célula. Si los pedimos ahora, sería malgastarlos-. Dijo Near.
-Oh..., Vaya, tienes razón, no lo había pensado-. Dijo Mello rascándose la cabeza.
-¿¡Eh!?-. Dende se sorprendió.
-¿¡Qué ocurre Dende!?-. Preguntó Matt.
-¡Me llaman desde el planeta Saturno!-. Todos le miraron. -¡HAY UNA NUEVA AMENAZA!-.
-¿¡QUÉ!?-. Preguntaron todos...
Y ahora, nuestros amigos..., Tenían un nuevo problema que resolver...
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