Capítulo 40: El entrenamiento de los guerreros
-¡¡¡SHIN KIKOHOO!!!-. Gritó Gevanni, haciendo un enorme agujero.
Habían pasado ya 3 meses desde que el entrenamiento comenzó.
-¡Hya, jua!-. Minoru esquivaba los ataques que Matsuda le hacía con su espada.
Dios los miraba a todos, sonriendo.
-¿¡Eso es lo mejor que puedes hacer!?-. Preguntó Linda, y Mikami le golpeó en su cara, pero Linda le hizo un barrido de piernas, pero esta se tropezó y cayó encima de Mikami. -A-Ahh...-. Linda se sonrojó.
-¡Linda!-. Dijo Mikami, sonrojado. Linda sonrió.
-Que tierno eres-. Dijo esta, tocando la nariz de Mikami.
-¡Quita de encima mío, somos rivales!-. Gritó Mikami.
-¡Maldito estúpido!-. Gritó Linda.
-¡TOMA!-. Matt golpeó a Nero en su cara, pero este hizo una bola de energía eléctrica amarilla que electrocutó a Matt. -¡¡¡¡MMMMMM!!!!-.
-¡Toma!-. Takada lo impulsó con su telequinesis, pero Matt saltó, y cayó de pie, después golpeó a Nero una patada en su pecho, y salió disparado, dándole por consecuente a Takada, que estaba volando, y los dos acabaron en el suelo.
-¡A-Ah!, ¡Te has pasado Matt!-. Dijo Nero, tocándose la cabeza.
-¡Lo siento!-. Dijo Matt, frotándose la cabeza.
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Matt miró detrás suyo, y vio como Raye se abalanzaba ante él. Matt lo esquivó, y Raye rodó de forma perfecta, listo para volver a atacar. -¡¡¡AHHHHH!!!-. Se dirigió a golpearle, y Matt bloqueaba sus ataques como podía.
-¡HYA!-. Near dio una patada a Raye y a Matt, tumbándoles a la vez. -¡Hm!-. Near acabó de pie, y después, Raye y Matt se miraron, y fueron los dos juntos a por Near. -¡Hm!-. Sonrió, y esquivó los ataques de Raye y Matt.
-¿Podrán contra Koete y su compañero?-. Preguntó Gook, y Dios sonrió.
-Hm-. Sonrió, confiando plenamente en sus guerreros.
Mientras tanto, un joven Makasu, sonreía, había avanzado en estos 3 meses.
-¡Vamos, no huyas!-. Decía, con la espada en su mano, persiguiendo a un dinosaurio enorme al que cada día le cortaba la cola para comer un poco.
Luna lo miraba desde el cielo, y se acordaba como al principio de todo era un llorica quejica, pero ahora, había hecho enormes avances.
-Hm-. Luna sonrió, y se cruzó de brazos.
Cuando la noche cayó, Makasu se encendió su propia hoguera, y comenzó a cocinar la cola de dinosaurio que había cortado.
-Parece que tiene buena pinta-. Makasu miró hacia atrás.
-¡Eres tú!-. Dijo Makasu sonriente. -¿Luna, verdad?-. Preguntó, y Luna sonrió. -Perdona..., Jaja, siéntate-. Dijo, y Luna se sentó enfrente de Makasu. -¿Quieres?-. Preguntó Makasu, ofreciendo el enorme pedazo de cola del dinosaurio.
-No, gracias-. Dijo Luna.
-¡Vale!-. Makasu le dio un buen mordisco.
-¿Sabes?, Has hecho muchos avances-. Dijo Luna. -Pero no te creas que con esto estás listo, todavía tengo que entrenarte y enseñarte muchas cosas-. Dijo Luna, y Makasu sonrió.
-Mi padre me contó muchas historias que pasó con usted, y la verdad..., Es que no me parece tan malvado como dice mucha gente-.
-Mm..., ¿Que no soy malvado?-. Luna se levantó. -Lo que tengo que oír-. Dijo Luna, sorprendido.
-Hm, me cae usted muy bien señor Luna, gracias a usted, me siento más valiente y más fuerte-. Dijo Makasu, sonriendo. -Muchas gracias-. Luna se sorprendió, y se transformó en humano.
-Puedes llamarme Alexander-. Dijo, y le ofreció la mano.
-¡Ajaja!-. Makasu le dio la mano.
Después de horas, Makasu se durmió, y Alex se quedó con él. Le acarició la cabeza, tocándole el pelo.
-Hm-. Alex sonrió, aquel niño era demasiado tierno. Alex negó, y se tocó la cabeza. -¿Que mierda me pasa?, Es solo un crío estúpido-. Alex se transformó, y se elevó, comenzando a volar. Pero antes de irse, le echó una última miradita a Makasu, y sonrió, después, Luna se fue volando de allí.
-¡¡¡WUAAAH!!!-.
-¿¡E-Eh!?-. Luna miró a Makasu, él había rugido así, ya que se estaba convirtiendo en un enorme y peludo monstruo, como su padre hacía.
-¿¡Pero qué!?-. Preguntó Luna, y vio luna llena en el horizonte. -¡Ahora lo entiendo!-. Dijo Luna.
-¡¡¡WUAAAAAAAAAAAAAAH!!!-. Makasu se convirtió en ozaru, en un mono gigantesco y peludo. -¡¡¡WUAHHHHH!!!-.
-¡Maldita sea!-. Luna se dirigió a cortarle la cola, pero entonces, Makasu le dio un manotazo. -¡AH!-. Luna se estampó contra una montaña, y Luna se elevó. -¡Pues adiós a la luna!-. Luna lanzó una ráfaga ki que destruyó al completo la luna.
-¿¡MHGJ!?-. Makasu comenzó a destransformarse, y Luna bajó hacia el pobre niño desnudo.
Luna le cortó la cola con un rayo, y le generó un gi morado con cinturón rojo, y una espada.
-Menos mal...-. Suspiró. -Ya nos veremos niño...-. Luna se fue de allí.
-¡Ay, ay, ay!-. Mello suspiraba a más no poder. -¡Ay, ya está, ya no puedo más!-. Mello se cayó al suelo, suspirando de cansancio, se rindió.
De pronto, escuchó una máquina, como un..., ¿Coche?.
-¿Eh?-. Mello se levantó, y vio como un coche bastante grande que era igual de ancho que todo el camino, estaba pasando por enfrente suya. -¡Eh, eh!-. Mello se levantó y corrió hacia él, saltó, y se puso delante suya. -¡Hola!-. Dijo sonriente.
-¡Ah!-. El conductor, que era azul, se asustó.
-¿Puede decirme cuando me queda para llegar a casa de Jealous?-. Preguntó Mello.
-¿¡A casa de Jealous!?-. Preguntó el conductor. -¡JAJAJA!, ¡No lleva usted ni la mitad del camino!, ¡Llevará una cuarta parte!-. Dijo el conductor.
-¿¡Cóoooooomooooooooooooo!?-. Preguntó Mello asustado. -¿Y que hace usted aquí?-.
-Yo limpio el camino con este coche. Oiga, si quiere, le puedo acercar a la mitad del camino. Vamos, suba-. Dijo, y Mello sonrió, asintiendo, y subió al coche.
-¡Muchas gracias!-. Dijo, asintiendo, y el conductor volvió a ponerse en marcha.
-Ya habéis aprendido todo lo que tenía que enseñaros-. Dijo Dios, mirando a Near, Raye, Matt, Gevanni, Nero, Linda, Minoru, Mikami, Takada y Matsuda. -Todos vosotros, quitando importancia a vuestra edad, sois unos guerreros hechos y derechos-. Dijo sonriendo Dios. -No tengo nada más que enseñaros, así que os recomiendo que bajéis, vayáis a vuestras casas, y sigáis entrenando hasta el día elegido-. Dijo Dios, y todos asintieron.
-¡Hai!-. Dijeron todos.
-¡Ya hemos vuelto!-. Dijeron, entrando a casa de Ryuusaki.
-¡Rayeee!-. Dijo Naomi.
-¡Papá!-. John abrazó a su padre.
-¡Jaja!, ¡Me alegro de veros!-. Dijo Raye sonriente, y todos se saludaron y comenzaron a hablar entre ellos.
-Ya tenemos todas las bolas mágicas, así que el día indicado, reviviremos a Mello-. Dijo Misa sonriente. -Dentro de de nueve meses-. Dijo Misa, y todos asintieron.
-Podrían ser nuestros últimos nueve meses..., ¿Verdad?-. Preguntó Matsuda preocupado.
-¡No te preocupes!-. Dijo Minoru.
-¡Eso!, Piensa en positivo!-. Dijo Nero sonriendo, subido en el hombro izquierdo de Gevanni.
-Hm..., Ya....-. Matsuda torció el labio.
-¡Cuando Beyond venga con quién sea, nos ocuparemos de él rápidamente y, a otra cosa!-. Dijo Raye sonriente.
-A-Ahh....-. Mello miró su entorno. -N-No..., No puedo creerlo...-. Vio los cuerpos.
-Hm-. Koete sonrió.
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!-.
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