Capítulo 129: El reencuentro entre maestro y alumno; ¡Rue y Makasu!

Rue, ha vuelto al presente, y ahora, quiere ir a buscar a Makasu, para ver como está, y llevarlo al futuro, mientras Misa recarga la máquina del tiempo.


-Hmm...-. Beerus seguía pensando en el ki de Black.

-¿Quieres que vayamos a comprobarlo?-. Preguntó Whis, detrás suyo. 

-¡Todavía no!-. Dijo Beerus, quejándose.


Rue estaba apoyado en la pared del instituto de Makasu, mientras se acordaba de las palabras de Luna.

-Últimamente ha dejado los entrenamientos..., Así que no sé si podrá contra Black-. 

-Hmm...-. Rue negó, y cuando estaba pensando en ello, Makasu pasó por su lado.

-¿¡Eh!?-. Makasu se sorprendió al verlo, y paró de caminar. -¿¡Rue!?-. Rue del futuro abrió los ojos, y le vio.

-¡Makasu!-. Rue se sorprendió, y recordó a su maestro. -¿E-Este es el Makasu que peleó contra Célula?-. Le vio, todo el cuerpo musculado, su coleta rubia ceniza, y sus ojos negros. -¡Maestro, cuánto tiempo sin verte!-.

-¡Te añoraba Rue!-. Sonrió Makasu.


-Hm..., Que bueno está-. Dijo Makasu, lamiendo el helado.

-Sí-. Rue sonrió, y le vio. -Veo que cumpliste tu sueño de ser un gran investigador-. Dijo.

-Sí, la verdad es que si-. Sonrió Makasu, mirando al horizonte. -Me cuesta compaginarlo..., Los estudios, la familia..., Los entrenamientos..., Aunque eso siempre suelo dejarlo para lo último. Mis padres ya se ocupan de eso-. Dijo Makasu sonriente.

-¿Y...?-. Rue tragó saliva. -¿No has pensado en tomar el relevo?-. Dijo.

-¿Tomar el relevo?-. Makasu lo pensó. -Mmmm..., No, la verdad es que no-. Siguió lamiendo su helado.

-Hm. Supongo que tienes cosas más importantes-. Dijo Rue.

-Así es-. Makasu se acordó. -¡Cierto, te tengo que enseñar a una persona que te va a encantar!-. Dijo sonriente. Se levantó rápidamente del banco. -¿¡Te puedes quedar a cenar por favor!?-. Preguntó sonriente.

-Emm, ¡Claro!-. Dijo Rue. Este también se levantó del banco. -¿Quién será esa persona tan encantadora?-.


-¡Mira!-. Rue se sorprendió.

-¡A-Ah!-.

-¡Es mi hija Pan!-. Dijo sonriente, enseñándola orgulloso.

-Encantado de conocerte Rue-. Dijo Videl.

-El placer..., Es mío-. Sonrió Rue.

-¡Ohh vaya, tú me suenas!-. Dijo Satán, asomándose desde la cocina.

-Vaya pero si es Satán-. Sonrió Rue. -Sí, estuve en los juegos de Célula-.

-¿¡Tú eras otros de esos que se transformaban en súper berserk?-. Preguntó Satán.

-Sí..., Soy el, el hijo de Koete-. Dijo Rue sonriendo.

-¡PFFFFT!-. Satán escupió su bebida.

-¡Papáaa!-. Se quejó Videl.

-¡Jajaja!-. Pan y Makasu se rieron.

-¿¡Aquel niño tan pequeño se ha convertido en un adulto con una especie de máquina o algo así!?-. Preguntó Satán.

-¡Jaja, no señor!, ¡Soy su hijo del futuro!-. Dijo.

-¡A-AH!-. Satán solo se confundió más.

-Bueno, más bien, de una línea temporal alterna-.

-¡A-AHHH!-. Eso no ayudó.


-¡Mmmm, que buena estaba!-. Dijo. -¡Muchas gracias por la comida Videl!-. Agradeció Rue.

-¡De nada!-. Sonrió esta.


-Ha sido un reencuentro agradable-. Dijo Rue.

-Así es-. Sonrió Makasu.

Rue le miró.

-Oye Makasu..., Tú...-. Rue le miró. -¿Podrías venir a ayudarme al futuro contra la amenaza con la que lucho?-. Preguntó.

-Ahhh...-. Makasu miró hacia otro lado. -Me encantaría de verdad pero...-. Miró hacia atrás. -Tengo una familia que cuidar..., Y si me pasara algo..., No se que...-. Volvió a ver a Rue, y este estaba llorando. -¡Ey!, ¿¡Qué te pasa!?-. Preguntó, y se acercó más a Rue.

-¡T-Tú tienes una familia y..., Y yo..., No puedo formar una!-. Rue comenzó a secarse las lágrimas.

-¡Eh eh!-. Makasu le abrazó. -Ya encontrarás a alguien-. Dijo.

Rue se separó.

-No..., Black la ha matado-. Dijo, y Makasu se sorprendió.

-No sé quién es Black..., Pero sólo sé que seguro que todo acabará saliendo bien. Además, tú ya tienes una familia-. Rue se sorprendió.

-A-Ahhh...-. Makasu le secó las lágrimas. 

-Y está aquí-. Makasu le señaló el corazón. -Y aquí-. Y señaló el cielo. -Y eres bien recibido siempre-. Dijo sonriente.

-Hm-. Rue sonrió, y terminó de limpiarse las lágrimas. -Muchas gracias maestro...-. Rue le dio un abrazo muy fuerte, y Makasu se lo devolvió. Los dos sonrieron.


-¿¡Estáis listos para ir al futuro!?-. Preguntó Misa.

Whis miró a Beerus.

-¡Sí!-. Dijo Mello sonriente.

-Vamos-. Dijo Koete.

-¡NO!-. Beerus les detuvo. -Tenemos que ir antes a otro sitio-. Dijo Beerus.

-¿Adónde?-. Preguntó confundido Mello.

-Al décimo universo, para ver al kaiosama que posee el mismo ki que Near Black-. Reveló Beerus.

-¡A-AH!-. Todos se sorprendieron.

-¿¡CÓMO DICES!?-. Preguntó Rue.

-¡NO PUEDE SER!-. Gritó Koete.

-¿¡UN KAIYOSAMA!?-. Preguntó Near sorprendido.

-¿¡DEL DÉCIMO UNIVERSO!?-. Preguntó Mello.

-¡SI SI IDIOTAS!-. Gritó Beerus cabreado. -¡Es un kaiosama aprendiz de un kaiyoshin llamado Gowas, está entrenando para ser kaiyoshin!-. Dijo.

-Entiendo...-. Dijo Mello. -¿Y dices que posee el mismo, o un ki parecido?-. Preguntó.

-Parecido..., Igual..., ¡Ahora mismo no sabría decirte!-. Dijo Beerus. -¡Además, me fijé en su anillo!, ¡Anillo del tiempo que solo permite viajar al futuro, y que solo pueden usar kaiyoshins!-.

-Tenemos que ir. Es más importante de lo que pensaba-. Dijo Near.

-No puedo llevar a todo el mundo-. Dijo Whis.

-Id vosotros-. Dijo Koete. -Yo entrenaré a Rue-. 

-¡A-Ah!-. Rue se sorprendió.

-Perfecto, pues vamos nosotros dos-. Sonrió Mello.

-No. Que venga solo Near, tú eres un incordio-. Dijo Beerus.

-¡Pero Lord Beeruuuuus!-. Mello se quejó.

-¡HE DICHO QUE NO!-.

Mello se cruzó de brazos.

-Vamos Near-. Dijo Whis.

Near se acercó a Beerus y a Whis.

-Cuida de Mihaeru-. Dijo Near.

-¡Siii!-. Se quejó Mello.

-Vamos-. Dijo Near.

Los 3 desaparecieron, dirigiéndose al décimo universo...


El té fue servido de manera suave y delicada por el aprendiz a Kaiyoshin Zamas, a su maestro Gowas.

-Hm...-. 

-Espero que esté a su gusto maestro Gowas-. Dijo Zamas. Tenía la piel verdosa y una cresta descendente de color blanca, y un traje de kaiyoshin de color negro con falda lila.

Gowas era casi igual. Pero su cresta estaba hacia el lado derecho, y su piel era de un tono más amarillento, además de las arrugas que se podían observar en su cara.

-Gracias Zamas. Tiene un toque aromático dulce muy agradable-. Sonrió, y cogió la taza. -Vamos a probarlo-. Dio un sorbo, y dejó la taza en el plato. -Cuando el té ha sido preparado por un corazón puro, está libre de imperfecciones. Es una delicia-. 

Zamas sonrió, satisfecho.

-Agradezco sus palabras maestro Gowas-. Dijo.

-Que seas capaz de preparar este tipo de té, demuestra claramente que tu corazón está en calma. Debes proseguir con humildad tu entrenamiento en cuerpo y mente. Y contemplar en silencio, los actos de seres racionales como los humanos-. Zamas comenzó a interesarse por el tema, y decidió hablar.

-Venerable Gowas-.

-¿Sí?-. Preguntó.

-Hay una pregunta que siempre he querido formularle-. Dijo.

-¿Y qué te lo impide?-. Preguntó.

-..., Quería preguntarle..., Si merece la pena proteger a los seres como los humanos-. Gowas se sorprendió.

-¿¡Hm!?-. Preguntó.

-He observado..., Innumerables desimanes cometidos por esos dichosos humanos. Prosperan, entran en guerra y mueren-. Dijo. -Y el ciclo se repite nuevamente..., Para mí son actos extremadamente absurdos, censurables y condenables-. Dijo. 

-Hmm...-. Gowas negó. -Así es la naturaleza humana-.

Zamas se mordió la lengua.

-¡Sé que la estupidez de esos humanos es habitual en el universo!, ¿¡Pero son merecedores de nuestra protección!?, ¿¡No sería más adecuado borrarlos del mapa y poner fin a sus actos repetitivos y insensatos!?-. Preguntó, convencido de lo que estaba diciendo.

-Mghj...-. Gowas se quejó.


Los dos comenzaron a caminar para hablar más tranquilamente sobre esto, paseando por el mundo kaiyoshin.

 -El deber de los kaiyoshin, y de los kaio en general, es el de observar a los seres de su universo sin intervenir directamente-. Dijo Gowas. -¿Lo comprendes?-. Preguntó.

-¿Quiere decir que debo mantenerme en silencio y seguir pasando por alto los disparates que cometen?-. Preguntó Zamas.

-No debes pasar por alto nada, nuestro deber es observarlos y alentarlos-. Respondió Gowas. -Es nuestro principal y imprescindible cometido. La única deidad a la que se le permite poner la mano encima a la creación, es al dios de la destrucción-.

-¿Eh?-. Zamas se confundidó.

-¡Zamas!-. Gowas le llamó. -¡Escúchame bien, debes saber cuál es tu lugar y aprender más sobre esos humanos que te irritan tanto!-. 

Zamas parpadeó confuso.

-¿¡Me estás escuchando Zamas!?-. Preguntó Gowas.

-Hm...-. Miró hacia abajo. -Hmm..., Sí-. Respondió.

De pronto aparecieron con un haz de luz, Lord Beerus, Whis, y Near.

-¡Pero si es Lord Beerus!-. Dijo Gowas sorprendido.

-Hola, ¿¡Que tal!?-. Preguntó pasando de todo Lord Beerus.

-Ha pasado mucho tiempo, ¿Verdad?-. Preguntó Whis.

-Sí, ¿Recuerdan a mi discípulo?, Saluda Zamas-. Dijo Gowas.

-¡A-Ah!-. Zamas se sorprendió, al ver a Near, quién le miraba desafiante. -¿¡E-Eso es..., Un humano!?-. Se preguntaba en la cabeza, y Near apretó los puños.

-Ese es Zamas...-. Near suspiró. -Posiblemente..., Nuestro mayor enemigo...-.

-Hm...-. Zamas frunció el ceño.

Los dos se miraban..., Desafiando al otro...


¿¡Será Zamas en realidad Black Near!?, ¿¡Será él el enemigo que ataca a Rue y a su mundo futuro alternativo!?.

¡Pronto lo veremos!.

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