El viaje era tranquilo, no había nada alrededor más que el mar y la suave brisa rozando impregnando el olor del océano en su nariz. Todo estaba pacífico, sin señal de ser interrumpido por algo. O eso esperaba.

Keira se quedó sorprendida, no había visto el mar tan de cerca nunca y ahora que lo hacía era algo sorprendente, salvo porque era cuando estaba "huyendo". Todo esto era extraño y problemático, quería entender varias cosas pero según lo que había entendido, ellos tampoco sabían lo que pasaba. Tal vez el dorado si sabía, por algo los había llamado ¿no es así?

« ¿Qué tanto piensas, niña? » le preguntó Athan. Por alguna extraña razón había sentido la preocupación que ella albergaba, habilidad que solamente sentía con sus "hermanos" cosa que lo tomó por sorpresa.

—Nada, solamente que todo está muy pacífico aquí. —le dijo para no preocuparlo, no era el momento de incomodarlo con sus problemas de no saber qué estaba pasando, bastante era para él que no supiera porque algunas criaturas de repente se estaban revelando como para agobiarlo más.

«Hmmm... » no sonaba muy convencido, pero decidió no preguntar más. Había entendido la actitud que ella tomaba al no querer hablar de las cosas y ahora estaba en esa situación. «Bien, te creo. »

«Sí seguimos a este ritmo... » habló Andrew en la mente de todos. «Pronto estaremos allá. »

«Eso es bueno de oír. » eran buenas noticias para ellos, ya se habían cansado de estar volando todo el tiempo y esperaban ya no volver a hacerlo durante un tiempo, aunque sea pequeño. «Sigamos. »

El ambiente se tornó sombrío. Una sensación de incertidumbre los envolvió sin aviso alguno. El cielo se nubló un poco mientras que las aguas del mar se oscurecieron de una manera extraña, el azul era un poco más obscuro de lo que habían estado viendo con anterioridad. Algo no andaba bien.

—¿Athan? —dijo Keira un poco preocupada por la situación.

«Tranquila, todo está bien. » le dijo con voz calmada para que no se asustara, ella asintió y volvió a ver al frente.

Sintió una presencia, algo parecida a la de Athan pero un tanto diferente. Como si esta presencia tuviera algo de maligno, era una sensación rara, como de desconfianza. No pudo decirle a Athan cuando sintió un viento fuerte de su lado izquierdo viendo de reojo una silueta total y completamente blanca. Athan la esquivó con habilidad alertando a los otros que se pusieron a un lado de él tomando una posición de defensa.

Enfrente de ellos se encontraba un dragón totalmente blanco, lo único que podía resaltar más que su color eran sus ojos que eran de un azul grisáceo brilloso. Su aspecto era mucho más intimidante que el de Athan o incluso que de los otros dos.

«Kozma... » dijo Athan con un gruñido enfurecido por verlo.

« ¿Así saludas, plateado? » su voz sonaba melodiosa, más sin embargo, aterradora. Tenía una mezcla de picardía al momento de hablar.

« ¡Muévete! » ordenó. Kozma ni se movió.

«Tú no me ordenas, ¿sabías eso? » ahora se burlaba, cosa que sacaba de sus casillas a Athan de una manera inexplicable. Esta vez se controló debido a Keira. «Vine a conocer a la señorita que llevas atrás. » sin duda sonrió, o al menos eso expresó sus palabras. De un momento a otro ya lo tenía a un lado de ella. «Hola. »

«¡Aléjate! » gritaron los tres al mismo tiempo. Athan se movió y Deo se cambió de lugar con la intención de atacar a Kozma, sin lograrlo porque él se había movido antes.

« ¡Vaya, qué modales! » dijo haciéndose el ofendido. Su expresión se tornó más seria, podrían jurar que había esbozado una sonrisa sínica. «Me la llevaré. »

Eso los puso alerta, tomaron posición para atacar.

«Quiero ver que lo intentes. » dijo Athan gruñendo al final.

«Ya lo verás. » dijo Kozma con burla. Abrió sus alas soltando un sonoro y aturdidor gruñido en dirección al mar. Por inercia, Keira se tapó los oídos al igual que Cyrene y los tres dragones –que lo hicieron con sus alas-. Una vez terminado el gruñido escuchó en su mente la risa de Kozma, una risa completamente malévola.

Los nervios los inundaron, el sentimiento de alarma se fue intensificando hasta que fue interrumpido por dos tentáculos que salieron del mar haciendo que los dragones se hicieran para atrás.

« ¡No deberías subestimarme! » decía Kozma riendo. Habló en un idioma extraño haciendo que más tentáculos aparecieran.

Un tentáculo fue directo a atacar a Andrew y Deo, el cobre lo esquivó con rapidez, Deo no tanto. Recibió un golpe en su cola al tratar de escapar, leve pero doloroso. Athan había esquivado el tentáculo con rapidez, más no se percató que otro venía a su costado proporcionándole un golpe que lo hizo tambalear un poco.

« ¡No te sueltes! » le dijo a Keira para después hacer un giro esquivando el tentáculo por nueva cuenta. "No puedo atacar solamente al tentáculo, debe estar al fondo".

Abrió su hocico formando su aliento de hielo cuando fue interrumpido por Kozma que lo atacó en el mismo lugar donde lo había hecho el tentáculo soltando una risa.

Athan decidió dirigir su aliento hacia Kozma, que lo esquivó sin dificultad alguna haciendo enojar aún más a Athan. Andrew lanzó su aliento hacia los tentáculos provocando que unos regresaran al mar pero saliendo otros de por medio.

Kozma seguía hablando en un idioma completamente extraño, Keira puso total atención en sus palabras, tal vez lograba descifrar algo. Por alguna razón solamente ella lo escuchaba. Escuchó palabra por palabra, extrañamente después de escuchar cada palabra lograba entender lo que significaba. Le estaba dando órdenes a la criatura, y no era cualquier criatura.

—Athan... —dijo sorprendida, su voz apenas fue audible para el plateado.

« ¿Qué ocurre? » le dijo preocupado.

—Esa criatura... es un kraken.

Athan abrió los ojos con sorpresa y alarma. Con razón los tentáculos enormes, todo tomaba sentido. Kozma era el único que podía controlar a esa criatura, ni siquiera Deo podía que era el que más tenía contacto con criaturas así debido al Leviatán. Esto iba a ser más complicado de lo que parecía.

Los tres esquivaban los tentáculos como podían, de vez en cuando Kozma hacía los ataques él mismo para luego mandarles un golpe seguro del tentáculo de su criatura. El blanco estaba decidido a debilitar a Athan, si lo debilitaba haría más fácil las cosas para Laertes y los demás. Sin embargo, el verdadero problema también era Karsten, mientras ellos dos siguieran en pie había amenaza para ellos. Debía actuar rápido.

Se colocó detrás de unos tentáculos visualizando a Athan esquivarlos, tomó impulso y lanzó su aliento helado directamente hacia el plateado que al darse cuenta que iba directamente hacia él usó su ala para defenderse del ataque cubriendo a Keira y así mismo, pero sobretodo protegiendo a Keira en su totalidad.

Ahí, Kozma se dio cuenta de algo importante. Keira era la debilidad de Athan.

Esbozó una sonrisa, si quería debilitarlo debía atacarla a ella.

Volvió a atacarlo con su aliento, esta vez varias veces seguidas hasta que en un ataque al cubrirse con su ala no se percató que un tentáculo venía detrás de Kozma. Se apartó dejando que el tentáculo impactara contra el pecho de Athan haciendo que perdiera el control, Keira se soltó debido al golpe haciendo que cayera.

— ¡Athan! —gritó al momento en que caía.

« ¡Keira! » gritó mientras iba por ella, pero... un tentáculo lo golpeó el pecho separándolo de ella haciendo que Keira cayera por completo al mar.

Estaba frío, aparte de incrementar el dolor de su espalda por la caída. Abrió los ojos intentado poder ver algo debido a la sal, para sorpresa de ella sí puso hacerlo. Ladeó su cabeza encontrando a la criatura. Un gigante pulpo color verde opaco, con unos grandes y temibles ojos rojos, moviendo sus tentáculos de un lado a otro y sacando algunos con lengüetas afiladas mientras escuchaba las voces de Andrew y Deo dándose órdenes, al igual que escuchaba la risa de Kozma y los gritos de desesperación y dolor por parte de su compañero alado.

Los ojos de la gran criatura se posaron en ella, Keira se hizo para atrás como pudo, chocando con un tentáculo el cual la aprisionó apretándola con una fuerza tal que hizo que ella abriera la boca dejando escapar un poco el aire.

« ¡Suéltame! » se quejaba, sabía que era inútil tratar de hablarle o si quiera intentar escapar del agarre, pero no encontraba otra salida, tal vez así podía alertar a Athan o a Deo o a Andrew. « ¡Suéltame, ahora! ¡Por favor! »

Algo inesperado ocurrió, el kraken posó sus ojos en ella detonando sorpresa y aflojó su agarre. Keira se quedó sorprendida, ¿acaso la había entendido? Pero... ¿cómo?

Kozma había sentido una interrupción en su contacto con la criatura, sabía que ninguno de los tres que estaban ahí podía comunicarse con el kraken, ni siquiera la ninfa que el cobre llevaba en la espalda.

"¿Entonces, quién?" miró al agua recordando que la chica que tanto protegía Athan estaba allí. De seguro había sido ella, volvió a emitir un sonido lo cual se deducía que era una sonrisa mientras miraba al agua.

Athan se deshizo del agarre de un tentáculo que ni él mismo supo cómo. Y saltó directamente al mar para rescatar a Keira tomando desprevenido a Kozma que no pudo alcanzarlo a tiempo. Andrew atacó al blanco encajándole sus garras en su pata derecha haciendo que se alejara un poco del lugar, Deo iba a usar su rayo eléctrico directamente en la criatura pero fue detenido por el cobre.

« ¡Espera! » lo detuvo antes de que pudiera disparar. «Athan y Keira están allá abajo. »

Deo paró, no iba a disparar hasta que ellos dos salieran de ahí.

Keira se sorprendió al ver a Athan, con las pocas fuerzas que le quedaban debido a la falta de aire que poco a poco se hacía presente. Athan encajó sus garras en el tentáculo que estaba sosteniendo a Keira haciendo enojar al Kraken, que levantó otro tentáculo en dirección a él.

« ¡No! » pensó Keira con la esperanza de que la criatura la escuchara, lo cual funcionó. «No... lo ataques... a él no... » debido a la falta de aire apenas si pudo articular esos pensamientos. El kraken retiró el tentáculo de Athan y soltó a Keira para que pudiera llevársela, el plateado lo vio sorprendido, ella había logrado controlar a ese enorme pulpo. Extendió su pata hacia Keira cuando se escuchó que alguien había entrado en el mar agarrándolo por las alas levantándolo. Keira se quedó con la mano extendida y poco a poco fue cerrando sus ojos hasta que perdió el conocimiento.

« ¿Creíste que podías salvarla? » le dijo Kozma con burla encajando más sus garras en las alas del plateado perforándolas haciendo que soltara un quejido de dolor.

« ¡Deo! » le dijo Athan solamente para que él lo escuchara. « ¡Ve por ella, rescátala! ¡Que no te vea! »

El ocre asintió. Uso a los tentáculos como distracción para poder sumergirse al mar mientras escuchaba el quejido de Athan en el fondo siendo apretado por otro tentáculo haciendo que sus alas emitieran un sonido desgarrador anunciando que, probablemente, estarían rotas.

« ¡Ve! Yo lo distraigo » le dijo Andrew mientras ataca con su aliento a cada tentáculo que se interponía en su camino al igual que intentaba rescatar a su líder sin éxito ya que más y más tentáculos se sumaban.

Kozma le ordenaba al kraken que apretara cada vez más su agarre haciendo que Athan se quejara por el dolor en sus alas y que tosiera por la falta de aire que se estaba haciendo presente mientras la risa del blanco se hacía sonora.

Esa risa fue interrumpida por un ataque de fuego directamente a su espalda, el mismo ataque fue dirigido hacia el tentáculo que tenía aprisionado al plateado soltándolo. Athan cayó casi inconsciente cuando sintió que fue amortiguado por una espalda de color dorado.

« ¡Karsten! » dijo Andrew al ver a su superior ahí.

Deo salió del mar con Keira en su espalda, cuando divisó al dorado ahí se sorprendió pero al mismo tiempo se alivió. Su líder había llegado.

«Vámonos. » ordenó el dorado. «Deo... » El ocre no necesitó más órdenes. Se volteó mirando al mar lanzando su aliento eléctrico directamente a la criatura al igual que impactó un poco en el ala de Kozma haciendo que perdiera un poco el equilibrio. « ¡Vámonos! »

Se fueron alejandomientras tenían los gruñidos del kraken como fondo y un dragón blanco riendodivertido al haber saciado su cometido.