Capitulo 5 - Super Saiyajin
Aca encontre algunos fanarts para dar una idea de la apariencia de Zarakon y Force.
Zarakon, El Mamado
Force Xd (No encontré una que lo representara mejor)
Ahora si, los dejo con el capitulo.
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Desde las sombras del trono del Rey, tres miembros de la Elite, excompañeros del difunto Príncipe y guerreros más leales al Rey, observan atentamente a los luchadores en la arena.
Los tres miembros de la Elite han estado observando a Kyabe, Zarakon y Force a lo largo del torneo. Su atención se centra en evaluar el desempeño de estos guerreros en las diferentes etapas de la competición, buscando identificar al más formidable y apto para llenar el vacío dejado por el Príncipe Rabo. Desde las sombras, estos miembros de la Elite continúan con su análisis estratégico, observando cada movimiento y táctica de los contendientes en la arena.
Kyabe Vs Ultimate Random
En un giro inesperado, el autor de esta historia, decidió ahorrarse a el y todos nosotros, lectores y personajes por igual, el combate de Kyabe contra el personaje sin relevancia. Con una especie de atajo narrativo, Kyabe obtuvo la victoria sin necesidad de desplegar sus mejores técnicas ni de hacer mucho esfuerzo.
Fue como si el autor, desde su modesto escritorio, hubiera dicho: "No perdamos tiempo con este personaje que nadie conoce, y démosle a Kyabe la victoria para poder seguir adelante con lo importante".
En las Semi-Finales, el entusiasmo en la arena alcanza su punto álgido, ya que se avecina el último combate que determinará quién tendrá que enfrentarse a Kyabe en la Gran Final del torneo. Las gradas resuenan con murmullos y expectación mientras los dos contendientes se preparan para el enfrentamiento que podría cambiar el rumbo de la competencia.
Zarakon Vs Force
La atmósfera en la arena se volvía tensa mientras Zarakon y Force se enfrentaban cara a cara. A diferencia de sus enfrentamientos anteriores, la actitud de Force era notablemente seria y contenida. Aquel guerrero que solía lanzar comentarios o insultos a sus oponentes ahora guardaba silencio, reconociendo la fuerza formidable que tenía frente a él.
Force comprendía la magnitud del desafío. Zarakon representaba un oponente de verdadera envergadura, y la seriedad en los ojos de Force reflejaba su respeto por la capacidad del guerrero Saiyajin al que se enfrentaba. No era el momento para palabras vacías o provocaciones; la batalla que se avecinaba requería toda su concentración y habilidad.
Zarakon: Vi como luchabas con ese idiota engreído en la ronda anterior. Por lo que quiero ver ahora que tan lejos puedes llegar.
Force: Para llamar a otro engreído y hablar así, no hace falta decir lo confiado que estas de tu poder. Aunque tampoco puedo culparte, eres muy fuerte.
Con las palabras en el aire, ambos guerreros se lanzaron al combate, desatando un estallido de energía en la arena. La velocidad de sus movimientos era asombrosa, creando estelas de poder que dejaban ver la ferocidad del enfrentamiento. Cada golpe, cada esquiva, resonaba en la arena mientras la multitud observaba con expectación.
Kyabe observaba con intensidad el enfrentamiento desde las gradas, consciente de que el resultado de la pelea entre Zarakon y Force determinaría su último obstáculo para ascender a la élite Saiyajin. Sus ojos seguían cada movimiento, cada destello de energía en la arena, evaluando las habilidades y estrategias de los contendientes.
La expectación se reflejaba en el rostro de Kyabe, quien comprendía la importancia de este combate. Ganar contra un oponente fuerte como Zarakon o Force sería crucial para su ascenso. La intensidad en la arena estaba a la par con la expectativa en las gradas, y Kyabe se preparaba mentalmente para el próximo desafío que le esperaba.
Entre los murmullos de la multitud y la energía palpable en el aire, Kyabe mantenía su concentración, visualizando la victoria y la posibilidad de alcanzar un estatus más elevado entre los Saiyajin.
La disparidad en el poder entre Force y Zarakon era abrumadora. Force, con su Zenkai reciente, había aumentado su poder a 120 mil, lo cual era impresionante en comparación con su estado anterior, pero aún insignificante frente a los colosales 2 millones de Zarakon. La tarea que tenía Force por delante era monumental, pero su experiencia y astucia podrían desempeñar un papel crucial.
Force, aunque superado en fuerza bruta, confiaba en su habilidad para adaptarse y aprender durante la batalla. Utilizando su agilidad y velocidad, buscó esquivar los ataques directos de Zarakon mientras estudiaba sus patrones de combate. Aprovechando cada oportunidad para contraatacar, Force buscó debilidades en la defensa de su oponente.
Por otro lado, Zarakon desplegaba su poder masivo con ataques devastadores. Golpes que sacudían la arena y ráfagas de energía que desafiaban la resistencia de Force. Su estrategia se centraba en anular cualquier intento de resistencia por parte de Force, apuntando a su capacidad para mantenerse en pie bajo la presión abrumadora.
La batalla se desarrollaba con una danza de velocidad y potencia, con Force esquivando hábilmente y contraatacando cuando podía, mientras Zarakon buscaba poner fin al combate rápidamente con su abrumador poder.
Zarakon: Ni tus contrataques ni tu astucia podrán igualar mi poder. Es cuestión de tiempo antes de que te rindas ante la inevitable derrota.
Force, mientras esquivaba los ataques colosales de Zarakon, se encontraba impresionado por la resistencia y la solidez de su oponente.
Force: (Pensando) *Este tipo. ¿Cómo logra tener un cuerpo y un estilo de lucha tan impenetrables? Es como si fuera un maldito tanque bailarín. Se mueve a gran velocidad y aguanta todo lo que intento usar contra él.*
Nuestro querido Albañil se movía con una agilidad asombrosa para esquivar los ataques de Zarakon. Cada desplazamiento era calculado, buscando una apertura en la defensa aparentemente impenetrable de su oponente. Zarakon, por otro lado, desplegaba una fuerza imparable en cada golpe, intentando abrumar a Force con su poder avasallador.
Force: (Pensando) *Necesito encontrar una forma de penetrar esa defensa. No puedo seguir solo esquivando.*
Con determinación, Force comenzó a desatar una serie de ráfagas de Ki, lanzando proyectiles de energía de manera estratégica para mantener a Zarakon a la defensiva. Aunque los ataques de Force eran potentes, Zarakon los enfrentaba con una resistencia asombrosa, como si cada golpe no hiciera más que fortalecer su determinación.
Zarakon, aprovechando su velocidad y poder, se lanzó hacia Force con una serie de golpes rápidos y precisos. Cada impacto resonaba en la arena, pero Force lograba esquivar la mayoría de los golpes, aunque no todos. La fuerza de Zarakon era tan intensa que incluso un solo impacto causaba estragos en el cuerpo de Force.
Force: ¡Suficiente!
Con un giro rápido, Force desató su técnica característica.
Force: ¡¡HURACAN DE KI!!
Grito creando un tornado de energía que dispara de sus manos. La energía giratoria se dirigía hacia Zarakon, quien se veía obligado a retroceder unos pasos antes de responder a la potencia del ataque.
Zarakon: ¡ONDA COLOSAL!
La "Onda Colosal" de Zarakon es una técnica devastadora que involucra la concentración masiva de energía en un solo punto antes de ser liberada de manera explosiva en forma de una onda expansiva. Zarakon canaliza su ki a través de su cuerpo, acumulando poder en un instante, para luego liberarlo de manera violenta hacia su objetivo.
Cuando Zarakon desata la "Onda Colosal", la energía resultante se expande en todas direcciones, creando una onda de choque masiva. Esta onda es capaz de causar daños catastróficos en su camino, despedazando estructuras y causando estragos en cualquier cosa que se interponga en su trayectoria.
Dicho esto, Zarakon, contraatacó con su propia técnica. Desencadenó una explosión masiva de energía que chocó contra el Huracán de Ki de Force. La arena tembló con la colisión de las dos poderosas técnicas.
Force, al ver que su Huracán de Ki fue neutralizado por la impactante "Onda Colosal" de Zarakon, se vio obligado a cambiar su enfoque táctico. Con la rapidez y agilidad que lo caracterizaban, Force se alejó de Zarakon y comenzó a cargar energía para su próxima técnica.
Force: (pensando) *Si solo lo enfrento en un combate cuerpo a cuerpo, estoy frito. Pero tampoco puedo detenerlo con ataques directos. Necesito algo que lo tome por sorpresa.*
Zarakon, con una mirada seria, se preparó para contraatacar cualquier movimiento de Force. La multitud observaba con expectación, intrigada por el giro que tomaría la batalla.
Force, con su energía ahora cargada, extendió ambas manos hacia el frente y comenzó a concentrar una esfera de energía brillante y vibrante. El canalizó su energía de manera más concentrada, convirtiéndola en una formidable carga de energía eléctrica pura.
Force: ¡TRUENO CELESTIAL!
Force lanzó la esfera directamente hacia Zarakon, y al impactar, la energía eléctrica se desató con furia, envolviendo al guerrero en un campo de descargas eléctricas. La intensidad del ataque era palpable, y la multitud observaba con asombro mientras la electricidad danzaba alrededor de Zarakon.
Aunque el guerrero resistía con tenacidad, la concentración de Ki Eléctrico demostró ser una amenaza más efectiva contra su resistencia. Zarakon, sintiendo el poder penetrante de la electricidad, luchaba por mantenerse en pie.
Force, decidido a aprovechar la ventaja momentánea, se lanzó hacia Zarakon, canalizando su Ki para intensificar aún más la carga eléctrica.
Zarakon, liberando un rugido gutural, disipa una porción de su inmenso poder. La onda expansiva resultante envía a Force retrocediendo, quien lucha por mantenerse en pie ante la abrumadora fuerza.
Intentando recuperar la iniciativa, Force se prepara para desatar otra de sus técnicas. Sin embargo, Zarakon, con una velocidad asombrosa, materializa su presencia frente a él. Un puñetazo magistral impacta en el abdomen de Force, proyectándolo por los aires. Antes de que pueda reaccionar, Zarakon reaparece tras él y descarga un contundente golpe de mazo, forzándolo hacia el suelo.
Force, a pesar del castigo sufrido, logra aterrizar con destreza, evitando un impacto desastroso. No obstante, Zarakon desciende majestuosamente frente a él y, con un movimiento ágil, sujeta una de sus piernas, elevándolo en el aire antes de estrellarlo violentamente contra el suelo. La audiencia retiene el aliento, asombrada por la demostración de poder y técnica de Zarakon.
Zarakon: Eres un guerrero impresionante, Force. Pero solo hay una forma en la que puedo asegurar mi victoria.
Zarakon, sin mostrar signos de clemencia, sigue su brutal ofensiva contra Force. El guerrero de élite aprovecha su increíble velocidad y destreza para cerrar la distancia entre ellos en un abrir y cerrar de ojos. Force, por otro lado, lucha por mantenerse en pie y resistir el constante asalto.
Con una velocidad casi sobrehumana, Zarakon esquiva los intentos de contraataque de Force y responde con una serie de impactantes golpes. Puñetazos, patadas, y rodillazos se suceden en una danza marcial, cada uno llevando consigo la fuerza avasalladora de Zarakon. Force, a pesar de su habilidad y experiencia, se ve superado por la magnitud de poder de su oponente.
Zarakon, con frialdad, lleva a cabo una serie de movimientos calculados y precisos. Un rodillazo ascendente impacta en el estómago de Force, seguido de un veloz golpe descendente que lo envía hacia el suelo. Antes de que Force pueda reaccionar, Zarakon lo sujeta por el cuello y lo lanza aéreamente, solo para recibirlo con un devastador puñetazo en el descenso.
La audiencia observa en silencio mientras Zarakon continúa su implacable ataque, demostrando una maestría en combate que parece imposible de contrarrestar. Cada golpe resuena con un estruendo, marcando el dominio absoluto de Zarakon en la contienda. Force, exhausto y maltrecho, apenas logra defenderse de los ataques que parecen no tener fin.
Hasta que finalmente, en un acto de supremacía, Zarakon ejecuta un golpe definitivo que envía a Force al suelo con un estruendo ensordecedor. El público queda en silencio, impactado por la demostración de poder de Zarakon. La victoria es innegable, y Zarakon se erige como el triunfador indiscutible de la batalla.
Kyabe, observando atentamente la batalla desde las gradas, siente la presión aumentar. La victoria dominante de Zarakon no solo deja claro su abrumador poder, sino que también pone de manifiesto la dificultad que Kyabe enfrentará en la próxima batalla. Mientras la multitud murmura y comenta sobre la demostración de Zarakon, Kyabe se sumerge en sus pensamientos, ideando un plan para enfrentarse al temible guerrero de élite.
Kale, por su parte, expresa su indignación ante la brutalidad de la pelea. La sorpresa y la inquietud se reflejan en su rostro, y la idea de enfrentarse a alguien con la ferocidad de Zarakon comienza a crear una tensión palpable en el ambiente.
Kyabe: (Para sí mismo) Necesitaré aprovechar cada ventaja, cada oportunidad. Este no es un oponente común.
El abuelo de Kale observa con ojos sabios, reconociendo la gravedad de la situación. La batalla final se avecina, y el desafío que Zarakon representa para Kyabe se vuelve cada vez más evidente. Con determinación, Kyabe comienza a trazar su estrategia, sabiendo que enfrentarse al poder de Zarakon requerirá más que solo fuerza bruta.
La mirada desafiante de Zarakon se clava en Kyabe mientras levitaba en el aire, una postura que expresaba no solo confianza, sino también la intención de poner fin al torneo de una vez por todas. Kyabe levanta la mirada para hacer contacto visual con su oponente.
Zarakon: Vamos, niño. Somos los únicos que quedan. Prefiero terminar con esto ahora.
Kyabe, sintiendo la presión de la situación, maldecía en silencio su falta de una estrategia clara. A pesar de ello, se levantó determinado y voló hacia el cuadrilátero. Sin embargo, antes de llegar a la arena, una bola de Ki lanzada por Zarakon se dirigió hacia él. Ágilmente, Kyabe esquivó el proyectil energético.
Kyabe: ¡Hey! ¡Ni siquiera hemos comenzado!
Antes de que Kyabe pudiera comprender completamente la situación, una gran explosión resonó debajo de él. Al darse la vuelta, se encontró con el cuadrilátero reducido a polvo y escombros. Era evidente que Zarakon estaba dispuesto a llevar la batalla a un nuevo nivel, y la destrucción del terreno de juego dejó claro que planeaba aprovechar al máximo su poder abrumador. Kyabe, aunque en desventaja, comenzó a pensar rápidamente en cómo podría darle la vuelta a la situación.
Zarakon: Su alteza. ¿Me lo permite?
Kyarotto: Está bien. Lucharán hasta quedar fuera de combate. Se vale todo, menos fuerza letal.
Combate Final
Zarakon Vs Kyabe
Kyabe y Zarakon, los dos últimos guerreros en pie, se encontraban en el desolado campo de batalla, rodeados por los escombros del cuadrilátero destruido. La brecha de poder entre ellos era abrumadora, y Kyabe sabía que enfrentarse a Zarakon sería una tarea casi imposible.
Pero debía hacerlo, tiene que saber como lidiar con oponentes superiores si quiere ascender.
En lugar de lanzar más ráfagas de energía, Zarakon descendió con gracia y se lanzó hacia Kyabe con un golpe físico devastador. Puñetazos y patadas que resonaban con la fuerza de un huracán se convirtieron en el nuevo lenguaje de la batalla.
Kyabe, ágil pero consciente de la fuerza abrumadora de Zarakon, se defendía con destreza, esquivando los ataques físicos con movimientos precisos. Aunque la estrategia de Zarakon era diferente, Kyabe seguía resistiendo.
La confrontación se intensificaba, la narrativa de la batalla transformándose en una danza caótica de fuerza y agilidad.
Kyabe, a pesar de su inferioridad en fuerza física, intentó luchar mano a mano con el imponente Saiyajin musculoso, Zarakon. Sin embargo, la mala idea se reveló rápidamente cuando Kyabe, aunque logró bloquear una patada de Zarakon, se lastimó al hacerlo. El impulso del golpe lo lanzó violentamente contra la pared.
Kyabe, sintiendo el dolor resonar en su cuerpo, se esforzó por ponerse de pie y mantener su compostura. Zarakon, por otro lado, flotaba con confianza, observando la dificultad de su oponente.
En un acto de agilidad y resistencia, Kyabe saltó y se liberó de la grieta en la pared provocada por el impacto. Justo en ese momento, esquivó hábilmente una bola de Ki lanzada por Zarakon, mostrando una adaptabilidad notable a pesar de las heridas.
Cambiando de estrategia debido a las limitaciones físicas, Kyabe decidió distanciarse de un combate cuerpo a cuerpo directo y optó por su especialidad: el lanzamiento de ráfagas de energía. Disparó múltiples ráfagas hacia Zarakon, quien, con una velocidad impresionante, esquivó los proyectiles mientras se acercaba rápidamente. Un puñetazo veloz de Zarakon buscó a Kyabe, quien, aunque herido, contrarrestó con una patada y redirigió las ráfagas de energía erradas hacia la espalda de su oponente. Acto seguido, Kyabe lanzó una patada dirigida al rostro de Zarakon.
Sin embargo, la astucia de Kyabe no pasó desapercibida para Zarakon. Este último, con un pulso de energía controlado, disipó las ráfagas de Kyabe mientras bloqueaba con su antebrazo la patada dirigida al rostro.
Zarakon: Siento que estas reprimiendo algo, ¿Acaso te estas conteniendo? ¿O es alguna clase de potencial latente?
Kyabe: . . .
Zarakon: . . . Bueno, ya lo averiguaremos.
Zarakon, aprovechando su velocidad y fuerza descomunales, agarró la pierna de Kyabe y voló a toda velocidad, llevándose al joven Saiyajin consigo. En un giro repentino, imitando el movimiento característico de John Cena, azotó a Kyabe violentamente contra el cuadrilátero destruido.
El estruendo resonó en el campo de batalla, marcando el impacto contundente de Kyabe contra la estructura. A pesar de la fuerza abrumadora de Zarakon, Kyabe mostró una tenacidad asombrosa al levantarse del suelo, aunque visiblemente afectado por el brutal golpe.
Zarakon, decidido a hacer valer su abrumadora superioridad, disparó varias ráfagas de energía con una precisión devastadora. Kyabe, al percatarse de los proyectiles dirigidos hacia él, cruzó sus brazos en una formación en X, intentando resistir el embate de los ataques.
Sin embargo, la fuerza abrumadora de Zarakon se manifestó sin piedad. Las ráfagas de energía golpearon la defensa improvisada de Kyabe, sometiéndolo sin problemas ante la avalancha de poder del Saiyajin musculoso. A pesar de sus esfuerzos por resistir, Kyabe cierra fuertemente los ojos mientras es empujado hacia atrás por la intensidad de los ataques, sufriendo el impacto de la imparable fuerza de Zarakon.
Kyabe, con los ojos abiertos de par en par, se percató de que Zarakon ya no estaba frente a él. Sin embargo, la sensación de peligro lo obligó a levantar la mirada rápidamente, solo para descubrir que el Saiyajin musculoso sostenía una esfera de Ki masiva que lanzó velozmente en su dirección.
Reaccionando con instinto, Kyabe se recompuso y levantó las manos para tratar de desviar el ataque. Sus manos se encontraron con la formidable esfera de Ki, pero la magnitud del poder desencadenado por Zarakon demostró ser abrumadora. Aunque Kyabe logró atrapar el movimiento, estaba siendo sometido cada vez más por la increíble fuerza de la técnica.
La esfera de Ki, un torbellino de energía, amenazaba con envolver completamente a Kyabe. A pesar de sus esfuerzos por resistir, la presión del ataque se intensificaba, y Kyabe se veía incapaz de mover la esfera, que lo acercaba cada vez más a ser consumido por el despiadado poder de Zarakon.
Zarakon: Se Acabo. (Cierra sus ojos con confianza mientras esperaba a que Kyabe sucumbiera ante su abrumador poder.)
La mirada preocupada de Kale se centraba en Kyabe, su camarada Saiyajin, quien luchaba valientemente contra la imparable fuerza de Zarakon. Mientras tanto, el abuelo de Kale observaba la situación con decepción, esperando ver algún indicio de la legendaria transformación Super Saiyajin que se esperaba de un guerrero de la raza Saiyajin.
Entonces. . .
Un resplandor dorado estalló desde debajo de la esfera de Ki, iluminando todo el campo de batalla, y la esfera fue repelida violentamente por un poderoso puñetazo. Kyabe emergió de la luz transformado en Super Saiyajin, su aura brillando con la intensidad característica de esa legendaria forma.
Kale, al ver la transformación de Kyabe, suspiró aliviada. Aunque encontraba un tanto absurda la idea de Kyabe de no utilizar el Super Saiyajin durante el torneo para que fuera más "justo", parece que El finalmente reconocía la necesidad de recurrir a todo su poder en este enfrentamiento crucial.
El abuelo de Kale, sorprendido por la transformación de Kyabe, contemplaba la escena con asombro. Aunque había pasado mucho tiempo desde que había visto a un Super Saiyajin, la existencia de guerreros con ese potencial en la actualidad seguía sorprendiéndolo.
Zarakon perplejo, incapaz de comprender la magnitud de los poderes recién desatados por su oponente. Una sorpresa genuina se reflejó en los ojos del Saiyajin musculoso, que ahora se enfrentaba a una fuerza que no había anticipado.
Sin embargo, la sorpresa no se limitó a Zarakon. El Rey, quien observaba la batalla desde su posición, quedó boquiabierto ante la revelación. La existencia de un Super Saiyajin entre sus combatientes le tomó completamente desprevenido, y su expresión reflejaba una mezcla de asombro y desconcierto.
En las sombras, aquellos que observaban la contienda también compartieron la sorpresa. La revelación de un Super Saiyajin en el torneo despertó un interés y preocupación aún mayores entre las figuras ocultas que seguían la batalla desde las sombras.
La batalla había dado un giro inesperado, y la presencia de un Super Saiyajin en el campo de batalla alteró por completo las expectativas de todos los testigos.
(Imaginen que no tiene la armadura)
Su cabello, ahora dorado y erizado con una energía ardiente, resplandecía con una intensidad que iluminaba su semblante decidido. Los ojos de Kyabe, antes oscuros, ahora brillaban con una luz penetrante de color azul eléctrico.
Saliendo de un cráter con paso firme, Kyabe irradiaba una energía que creaba ondas visibles a su alrededor. Su cuerpo, envuelto en una aura dorada titilante, mostraba una musculatura más definida y una postura que denotaba confianza absoluta. La intensidad del poder liberado por la transformación Super Saiyajin se manifestaba en cada fibra de su ser.
Con su puño alzado, Kyabe caminaba con determinación, su mirada fija en Zarakon. El aura dorada que lo rodeaba parpadeaba con cada paso, como si la energía misma del Super Saiyajin respondiera a su voluntad. La tierra temblaba ligeramente con cada huella que dejaba atrás, marcando su avance majestuoso.
Zarakon descendió con gracia hasta aterrizar frente a Kyabe, quedando cara a cara con el recién transformado Super Saiyajin. En su rostro se reflejaba la confusión, incapaz de comprender plenamente la naturaleza de esta nueva forma de su oponente.
Zarakon: ¿Qué es eso?
Kyabe, con una expresión segura y determinada, respondió mientras mantenía la forma Super Saiyajin.
Kyabe: Esto es el Super Saiyajin, una transformación que Saiyajines de alto nivel pueden alcanzar. Cualquier Saiyajin que supere sus límites podría acceder a esta forma. En mi caso, llevó algo de entrenamiento aprender a controlar esta sensación y usarla a mi voluntad.
La explicación de Kyabe se guardo en la memoria del guerrero, revelando la naturaleza de su transformación ante al Zarakon intrigado. La confrontación tomaba un giro nuevo con la introducción del Super Saiyajin, y la batalla entre estos dos guerreros apenas comenzaba.
Kyabe: Bueno, ¿Continuamos?
Kyabe, con su puño cargado de energía dorada, asestó un golpe contra Zarakon, quien, a pesar de la sorpresa inicial, bloqueó el ataque con sus brazos. Sin embargo, la fuerza del impacto hizo retroceder a Zarakon unos pasos, revelando que Kyabe, ahora en su forma Super Saiyajin, tenía el poder para igualar e incluso superar al imponente Saiyajin.
Zarakon: (Siente un poco de dolor en sus brazos por el golpe de Kyabe) Genial (Murmuro con una sonrisa, impresionado por el poder que le brinda el Super Saiyajin a Kyabe) Esto, si será un verdadero combate después de todo.
La batalla se convirtió en una danza caótica de golpes y movimientos ágiles. Kyabe, con agilidad y destreza, esquivaba los ataques de Zarakon mientras contraatacaba con ráfagas de energía dorada. Zarakon, por otro lado, desencadenaba sus devastadores puñetazos y patadas, pero Kyabe lograba anticiparse y contrarrestar con una fuerza que solo el Super Saiyajin podía ofrecer.
La batalla alcanzó niveles de velocidad y ferocidad impresionantes, con Kyabe y Zarakon intercambiando puñetazos y patadas a una velocidad que desafiaba la percepción. Se movían con una agilidad asombrosa, desplazándose por el campo de batalla con una rapidez vertiginosa.
Para los espectadores que no estaban al nivel de estos guerreros, la visión se volvía borrosa y confusa. Era como si una luz blanca y otra amarilla chocaran violentamente de un lugar a otro, con destellos de energía y explosiones iluminando fugazmente la escena.
Kyabe y Zarakon aparecían y desaparecían en un parpadeo, lanzándose poderes y chocando golpes de manera impredecible.
El campo de batalla se convirtió en un escenario caótico donde la velocidad y la potencia eran los protagonistas. Cada puñetazo y patada resonaba como truenos, y los destellos de energía iluminaban brevemente la confusión de la lucha. La intensidad del enfrentamiento eclipsaba a los observadores, que apenas podían seguir el vertiginoso intercambio entre Kyabe y Zarakon.
Kyabe cargaba mas energía mientras desataba una serie de rápidos y elegantes golpes, combinando la velocidad y la fuerza de manera asombrosa. Sus movimientos eran una danza de energía dorada, dejando estelas luminosas a medida que se movía por el campo de batalla. Zarakon, por otro lado, respondía con una maestría marcial impresionante, bloqueando y esquivando con una destreza que reflejaba años de entrenamiento.
La acción se desarrollaba en un intercambio constante de puñetazos y patadas, con ambos guerreros anticipando los movimientos del otro. Kyabe, aprovechando la agilidad de su forma Super Saiyajin, esquivaba los ataques de Zarakon con giros y saltos acrobáticos, mientras que Zarakon respondía con una combinación de ataques físicos y ráfagas de energía controlada.
En un momento de intensidad, Kyabe ejecutó una serie de rápidas patadas que Zarakon bloqueó con habilidad. Sin embargo, Kyabe aprovechó la apertura para realizar un giro sorprendente y asestar un golpe directo en el torso de Zarakon. El impacto hizo retroceder al Saiyajin musculoso, pero este respondió con una potente ráfaga de energía que Kyabe esquivó por los pelos.
Kyabe continuaba mostrándose activo y fresco en comparación con Zarakon, cuya fuerza parecía ir mermando ante la resistencia del Super Saiyajin.
En un momento de audacia, Zarakon logró conectar un puñetazo devastador que envió a Kyabe contra el suelo. Tomando un respiro, quizás pensando que su oponente tardaría en recuperarse de tal golpe, Zarakon observó el polvo levantado por la impactante caída de Kyabe. Sin embargo, cuando el polvo se dispersó, la sorpresa se apoderó de Zarakon al ver a Kyabe de pie, mirándolo sin mostrar signos de dificultad.
Kyabe, con una expresión tranquila, se tronó el cuello y se estiró un poco, como si el golpe no hubiera sido más que un leve contratiempo. La determinación en sus ojos contrastaba con la fatiga que comenzaba a reflejarse en Zarakon
Kyabe: Bueno, tomando en cuenta la manera tan brutal en la que derrotaste a Forge y cómo intentaste dañarme seriamente con esa esfera gigante... supongo que es justo que ahora yo trate de lastimarte en serio.
Zarakon solo observaba a Kyabe con atención. Las heridas en la superficie de Zarakon eran evidentes, pero su resistencia y la falta de lesiones graves mostraban la dureza del guerrero. Sin embargo, a pesar de la aparente ventaja de Zarakon, una sensación inquietante se apoderaba de él, reconociendo que Kyabe aún tenía más que ofrecer en la contienda.
Kyabe, en su forma Super Saiyajin, disparaba ráfagas de Ki doradas con una precisión impresionante. Cada proyectil de energía cortaba el aire, buscando alcanzar a Zarakon, quien respondía con habilidad, esquivando algunos y desviando otros con ráfagas de energía de su propia mano. La danza de luz y energía creaba un espectáculo visual impresionante.
Zarakon, a pesar de su fatiga, demostraba una maestría innegable en el uso de su energía. Lanzaba potentes ataques de energía que se dirigían hacia Kyabe con una ferocidad implacable. Kyabe, ágil y determinado, esquivaba y contrarrestaba cada uno de los ataques entrantes, mostrando una habilidad táctica excepcional.
En un parpadeo, Kyabe esquivó las ráfagas de energía lanzadas por Zarakon, cerrando la distancia entre ellos en un abrir y cerrar de ojos. El Saiyajin musculoso apenas pudo reaccionar cuando Kyabe conectó un poderoso derechazo en su estómago, haciendo que Zarakon sintiera el impacto de la fuerza del Super Saiyajin.
Antes de que Zarakon pudiera recuperarse del primer golpe, Kyabe continuó su asalto implacable. Un rápido rodillazo impactó contra la cara de Zarakon, haciéndolo retroceder aún más. La velocidad y la precisión de los movimientos de Kyabe eran sorprendentes, y Zarakon se veía forzado a resistir el asalto del Super Saiyajin.
Kyabe giró con gracia, conectando otro fuerte derechazo que empujó a Zarakon hacia atrás. Aprovechando la oportunidad, Kyabe canalizó su energía en un poderoso Galick Ho.
La ráfaga de energía Morada se precipitó hacia Zarakon con una intensidad impactante, creando una explosión deslumbrante cuando impactó contra su objetivo.
El humo y la energía residual se dispersaron, revelando a Zarakon, quien había resistido el asalto pero mostraba signos de desgaste. Kyabe, aún en su forma Super Saiyajin, se mantenía en guardia.
Kyabe, a pesar de sus esfuerzos y ataques poderosos, reconocía la tenacidad y resistencia de Zarakon. En un breve momento de respiro, expresó su impresión ante la resistencia del Saiyajin musculoso.
Kyabe: *Este tipo. . . es demasiado duro, apenas y puedo derribarlo.*
Zarakon, por su parte, respiraba algo agitado pero mantenía su mirada fija en Kyabe, buscando una apertura para contraatacar. La confrontación entre los dos guerreros había alcanzado un punto crítico, donde la resistencia y habilidades de cada uno eran puestas a prueba.
Kyabe, al reflexionar sobre la razón por la cual Zarakon había destruido la plataforma de combate, llegó a una conclusión.
Kyabe: *Ya veo por qué quiso destruir la plataforma. En el peor de los casos, pensó que podría confiar en esa resistencia absurda.*
Miro la situación con franqueza, reconociendo la amenaza que representaba Zarakon para el en esta final.
Kyabe: *Es un sujeto muy poderoso. Si también tuviera el Super Saiyajin, me habría derrotado muy fácilmente en segundos.*
La admisión de Kyabe revelaba no solo el respeto por la fuerza de Zarakon, sino también la apreciación de la diferencia en poder entre ellos. La ausencia de la transformación Super Saiyajin en Zarakon, a pesar de su formidable resistencia, se destacaba como un factor que había permitido que la batalla se prolongara hasta ese punto.
El reconocimiento de Kyabe agregaba una capa de complejidad a la lucha, ya que se enfrentaba a un oponente que, aunque no poseía la misma transformación, demostraba ser un desafío formidable. Siendo capaz de luchar contra Kyabe, luego de que los poderes de este hayan aumentado 50 veces.
La expresión de Zarakon se volvió más seria y determinada al reconocer que estaba siendo superado por Kyabe. La fatiga en su rostro era evidente, pero en lugar de retroceder, el guerrero musculoso adoptó una postura más agresiva y desafiante.
Zarakon: Parece que subestimé tus habilidades. Pero eso cambiará ahora.
Con un rugido, Zarakon se lanzó hacia Kyabe con una velocidad sorprendente. Sus puñetazos y patadas eran más rápidos y contundentes, buscando romper la defensa del Super Saiyajin. Kyabe, sin embargo, se movía con gracia y destreza, esquivando los ataques y contrarrestando con ráfagas de energía.
La intensidad del combate creció a medida que Zarakon desencadenaba una serie de técnicas más avanzadas. Ráfagas de energía, giros acrobáticos y golpes devastadores llenaban el campo de batalla. Kyabe, a pesar de estar en la defensiva, respondía con movimientos rápidos y contraataques precisos.
Zarakon, consciente de que necesitaba cambiar el rumbo de la batalla, aumentó su energía a niveles asombrosos. Su aura se volvió más brillante y feroz, creando ondas de choque que hacían temblar el suelo. Con un grito poderoso, Zarakon lanzó una serie de ráfagas de energía concentrada, buscando abrumar a Kyabe.
Kyabe, aunque enfrentaba la embestida con valentía, se veía presionado por la fuerza y velocidad renovadas de Zarakon.
Aun asi, el poder del Saiyajin Mamado no era algo que no pueda manejar siendo un Super Saiyajin
Zarakon, aunque intensificaba su ofensiva, comenzó a percibir la habilidad y velocidad mejoradas de Kyabe como Super Saiyajin. A pesar de sus esfuerzos, el guerrero musculoso no lograba debilitar al hábil oponente que tenía frente a él.
Eso si, ambos se mostraban muy parejos.
El campo de batalla resonaba con el impacto de los puñetazos mientras Kyabe y Zarakon se entregaban a una furiosa lluvia de golpes. Cada puñetazo era lanzado con una intención letal, buscando debilitar al oponente con cada conexión. El aire vibraba con la intensidad de la confrontación, mientras ambos Saiyajines intercambiaban golpes sin mostrar signos de detenerse.
La velocidad de los puñetazos era asombrosa, creando una danza caótica de movimientos sobre la tierra.
Kyabe y Zarakon, envueltos en sus auras brillantes, se movían con una destreza increíble, esquivando y bloqueando algunos golpes mientras absorbían otros con sus cuerpos resistentes.
Cada intercambio de golpes era una batalla de resistencia y determinación. La expresión en los rostros de ambos Saiyajines mostraba la intensidad del momento, con la firme convicción de superar al otro. La lluvia de puñetazos continuaba sin pausa, creando una atmósfera cargada de energía y tensión.
Kyabe: *Esto esta durando demasiado.* (Pensó sintiendo que la batalla se prolongaba más de lo esperado.) *Sabia que Zarakon me daría problemas, pero incluso transformado en Super Saiyajin esta dando una gran batalla.*
Anticipando el próximo puñetazo de Zarakon, el Super Saiyajin actuó con rapidez y atrapó el puño del guerrero musculoso en un agarre firme.
Elevando su Ki al máximo, Kyabe liberó una oleada de energía que inundó el campo de batalla. La intensidad de su aura dorada llenó el aire, creando una presión palpable en la atmósfera. Zarakon retrocedió momentáneamente, sintiendo la abrumadora fuerza que emanaba de Kyabe.
Con un giro rápido, Kyabe liberó el puño de Zarakon y, en un instante, lanzó un puñetazo directo que se estrelló contra el estómago del Saiyajin musculoso. La potencia del golpe fue impactante, hundiendo el abdomen de Zarakon y enviándolo volando por los aires.
Zarakon, en medio de la tormenta de energía desatada por Kyabe, luchó por mantenerse en el aire. La combinación de la potencia del Super Saiyajin y la sorpresa del ataque dejaron al guerrero musculoso momentáneamente desequilibrado.
Zarakon: *Tengo que seguir. . . ¡Voy a seguir luchando!*
Zarakon, tosiendo sangre y sintiéndose debilitado por el potente golpe de Kyabe, experimentaba una oleada de recuerdos dolorosos de su pasado.
Zarakon: Yo no soy debil, yo soy un cobarde. . . No como lo fue ese maldito. (Murmuro hablando solo sobre cosas que ocurrieron o se repiten dentro de su mente)
Abusos, insultos y abandonos parecían acosar su mente, pero la creciente ira dentro de él le impedía sumergirse completamente en esos oscuros recuerdos.
En un giro sorprendente, los ojos de Zarakon cambiaron de color a un tono azul, y su cabello se erizó mientras parecía cambiar de tonalidad. Kyabe, observando esta transformación, se preparó para lo que vendría a continuación.
Kyabe: Mierda. (Eleva su Ki rapidamente.) Si lo consigue, me despido de la Elite. (Inclina su brazo hacia atrás.)
Decidido a poner fin a la batalla antes de que Zarakon pudiera alcanzar un aumento de poder, Kyabe concentró toda su energía y fuerzas en su puño. La determinación brillaba en sus ojos, consciente de que permitir que Zarakon alcance el Super Saiyajin podría cambiar drásticamente el rumbo de la pelea.
El Rey, sorprendido por la posibilidad de que otro guerrero alcanzara la transformación legendaria de Super Saiyajin, observaba atentamente la evolución de Zarakon en el campo de batalla. El Abuelo de Kale, compartiendo el asombro, se permitió una broma ligera en medio de la tensión.
Abuelo: Esto está siendo una invasión de Super Saiyajines juveniles.
Kale: Si Zarakon consigue el Super Saiyajin. . . No habrá nada que Kyabe pueda hacer.
Este, con una perspectiva más experimentada, señaló las implicaciones de la transformación Super Saiyajin en el comportamiento de un individuo.
Abuelo: Tu amigo tendrá suerte si sobrevive. El Super Saiyajin altera el comportamiento y hace más violento al individuo, incluso si es mínimo, todos podemos sufrir eso hasta el momento en donde dominamos la transformación. Zarakon primero entrara en un momento de ira en donde atacara sin contenerse.
Kale, intrigada, preguntó si el Abuelo también podía transformarse.
Kale: ¿Tú también puedes transformarte?
El Abuelo respondió con una sonrisa enigmática, insinuando que su capacidad iba más allá de la simple transformación Super Saiyajin.
Zarakon rugió con ira, pero su furia fue rápidamente silenciada por Kyabe, quien ejecutó su último y decisivo ataque. El golpe impactante dejó a Zarakon inconsciente en el suelo, poniendo fin a la intensa batalla que había mantenido a todos los presentes en vilo.
Kyabe, respirando agitadamente, se destransformó y observó el cuerpo inerte de Zarakon en el suelo. A pesar de la victoria, la fatiga y el desgaste del combate se reflejaban en el rostro del Super Saiyajin. La energía cargada en el campo de batalla empezó a disiparse lentamente.
Kyabe: Uff. (Suspiro con alivio)
Kyabe se apartó del Saiyajin musculoso, dejándolo descansar en el suelo. La confrontación épica había llegado a su fin, y el campo de batalla desolado era testigo de la intensidad y habilidades de ambos guerreros.
Kyabe, tras la victoria, levantó su puño en señal de triunfo, desencadenando un coro de aclamaciones de todos los presentes. Los espectadores, impresionados por la formidable exhibición de habilidades, expresaron su respeto y admiración hacia el Super Saiyajin.
El Rey, aunque retirándose, reflexionó sobre la incorporación de Kyabe a la Elite Saiyajin.
Kale aplaudió con entusiasmo, mostrando su alegría por la victoria de Kyabe. Su abuelo, aunque aplaudía, observaba con interés al nuevo miembro de la Elite Saiyajin. La actuación de Kyabe no solo había impresionado a los presentes, sino que también había despertado la curiosidad y el reconocimiento de aquellos mucho mas experimentados y veteranos.
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Más tarde, en la ceremonia de premiación, Force, Zarakon y Kyabe se encontraban en el podio, cada uno ocupando su lugar según su destacado desempeño en el torneo. El Rey, con un gesto de respeto y admiración, se acercó para felicitar a los tres guerreros por su valiente actuación.
El Rey entregó una medalla de bronce a Forge, reconociendo su esfuerzo y resistencia durante el combate, a pesar de las secuelas evidentes de su encuentro con Zarakon.
Zarakon recibió la medalla de plata, mirándola con una mezcla de decepción consigo mismo y determinación. Aunque aceptó su derrota, su mirada desafiante hacia Kyabe sugería un deseo de revancha en el futuro.
Kyabe, con una sonrisa radiante, aceptó la medalla dorada con gratitud. Levantó las manos en un gesto de victoria y honor por ser coronado como miembro de la Elite Saiyajin. Mientras tanto, notó la mirada desafiante de Zarakon y le respondió con una sonrisa, aceptando el desafío implícito en la mirada del Saiyajin musculoso.
Con el evento concluido, cada guerrero retomó su camino.
Forge, a pesar de las secuelas de la batalla, regresó a su trabajo, llevando consigo la experiencia adquirida en el torneo para seguir mejorando.
Zarakon, con una nueva determinación, se embarcó en un intenso período de entrenamiento, con metas más claras y un objetivo específico en mente.
Kyabe, tras unos días, planeaba dirigirse al castillo del Rey para unirse al grupo de la Elite Saiyajin, consolidando su posición como un guerrero destacado.
Kal regresó a su aldea, decidido a intensificar sus entrenamientos y enfrentarse a desafíos más formidables, llevándose a sí mismo al límite para alcanzar nuevas alturas.
Kale y su abuelo regresaron a casa.
El abuelo, a pesar de no haber encontrado muchas sorpresas durante el torneo, estaba particularmente interesado en Kyabe. La perspectiva de un encuentro futuro entre ambos guerreros lo intrigaba, y ya comenzaba a elaborar sus planes para tal ocasión.
Mientras observaba la luna llena que se alzaba en el cielo nocturno, los ojos del abuelo adquirieron un tono rojo por un breve momento. Sin embargo, cerró los ojos y, después de un instante, se retiró hacia el interior.
En algún lugar del vasto espacio, Turles contemplaba un planeta marchito y casi consumido por completo por el Árbol de la Esencia Sagrada. Su malévola sonrisa reflejaba la satisfacción de presenciar la expansión de su poder.
Mientras disfrutaba de la vista, uno de sus compañeros se acercó con noticias importantes.
Compañero: Señor, hemos fijado rumbo a dos nuevos planetas para plantar y consumir la fruta del árbol.
Turles asintió con aprobación, anticipando el aumento de su poder con cada planeta conquistado.
Turles: Perfecto. Si seguimos a este ritmo, lograremos superar el poder de ese miserable y luego tomaremos el universo como nuestro.
Compañero: Solo hay un inconveniente.
Turles frunció el ceño, instando a su subordinado a continuar.
Compañero: La patrulla galáctica y sus soldados Saiyajines están preparando múltiples ataques y emboscadas. Dos de los nuestros cayeron en una, y yo casi fui descubierto en un planeta.
Turles se puso serio, evaluando la situación.
Turles: ¿Aún no detectaron nuestra nave?
Compañero: No, aún seguimos camuflados para ellos, pero tenga por seguro que estarán preparados para la próxima.
Turles asintió, decidiendo ocuparse de ese problema más adelante. Estaban cerca de aterrizar en su próximo objetivo.
Mientras tanto, en un planeta lleno de vida y vegetación, Botamo detectó la presencia de la enorme nave en los cielos. Sintiendo una energía maligna proveniente de ella, no dudó en ponerse en marcha para investigar lo que ocurría.
Así, la nave de Turles descendió lentamente sobre el nuevo mundo, desatando una oscura amenaza que acechaba la paz y la armonía que reinaban en él. Mientras Botamo se dirigía hacia la nave, sintiendo la energía maligna que la rodeaba, los habitantes del planeta continuaban con sus vidas cotidianas, inconscientes del peligro que se cernía sobre ellos.
¿Botamo podrá hacer algo contra esta amenaza?
¿Qué medidas tomara la patrulla galáctica?
Lo veremos en el próximo capitulo de Dragon Ball SIX
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