Mientras el anuncio del torneo resonaba en todo el Planeta Salad, la emoción crecía a medida que los Saiyajin se preparaban para lo que prometía ser un evento trascendental en su historia. La noticia se propagaba como un incendio forestal, y en cada rincón del planeta, los guerreros se entrenaban y se preparaban para demostrar su valía en la competencia que se avecinaba.

Kyabe, después de haber leído el panfleto con el anuncio del torneo, tomó una decisión importante. Sabía que su transformación, el Super Saiyajin, podría inspirar a otros Saiyajin a intentar alcanzar esa mítica forma en pleno torneo. Sin embargo, también era consciente de que necesitaba perfeccionar su control sobre esta transformación sin las miradas curiosas de sus compañeros guerreros.

Por lo tanto, Kyabe se aventuró a entrenar en lugares remotos y aislados del Planeta Salad. Se adentraba en desiertos solitarios y densos bosques, lejos de las miradas indiscretas. Bajo el cielo abierto, rodeado por la naturaleza virgen, Kyabe se esforzaba por dominar su transformación de Super Saiyajin.

Kyabe se sumergió de lleno en su rutina de entrenamiento, siguiendo un enfoque claro y metódico que le permitiría crecer más fuerte y prepararse para el torneo que se avecinaba. Sus días se dividían en tres pilares esenciales: entrenar su cuerpo, meditar para calmar su mente y descansar para recuperar energías.

El entrenamiento físico se convirtió en su principal enfoque. Kyabe sabía que la fuerza era esencial en el combate Saiyajin, y dedicó la mayor parte de su tiempo a fortalecer su cuerpo. Bajo la gravedad aumentada del Planeta Salad, se sometía a ejercicios rigurosos de resistencia y fuerza. Cada músculo de su cuerpo trabajaba en conjunto para superar sus límites personales. Kyabe se desafiaba a sí mismo en cada sesión de entrenamiento, elevando su nivel de poder día a día. Sabía que, en el torneo, la fuerza bruta sería una ventaja, y estaba decidido a ser uno de los más poderosos en la competencia.

Después de las sesiones de entrenamiento intensivas, Kyabe se retiraba a un lugar tranquilo en la naturaleza. Allí, sentado en posición de loto, cerraba los ojos y se entregaba a la meditación. El objetivo de esta práctica era calmar su mente. A menudo, durante la meditación, exploraba su interior en busca de nuevas técnicas y estrategias de combate. La tranquilidad que encontraba en estos momentos de reflexión le permitía enfocar su mente en el perfeccionamiento de sus habilidades.

El tercer pilar, el descanso, era igualmente importante. Kyabe reconocía la necesidad de recuperar energías y permitir que su cuerpo se recuperara después de las sesiones de entrenamiento extenuantes. Pasaba sus noches en un refugio aislado en los bosques y desiertos del planeta, bajo la luz de las estrellas. Allí, el sueño reparador le proporcionaba la revitalización necesaria para enfrentar un nuevo día de desafíos y superación

Cada día de entrenamiento, meditación y descanso lo acercaba un paso más a su destino, y estaba ansioso por enfrentarse a los guerreros más poderosos de su especie en la competencia que definiría su futuro.

Mientras Tanto. . .

Anciano: ¿No participarás? (Cuestionó el anciano, sorprendido por la decisión de Kale.)

Kale: N-No, lo siento, abuelo. Tengo miedo de perder el control y dañar seriamente a otros, a pesar de seguir tus indicaciones para tratar de controlarme. . . No fui capaz de lograrlo.

Anciano: Bueno, no pasa nada. Si quieres, iremos a disfrutar del espectáculo entonces. Aunque me parece raro que a tu hermana Caulifla no le interese. (Suspiró con una leve preocupación y molestia.) Esta mocosa seguro está involucrada en esas cosas turbias con las pandillas, nunca se iría por el lado de la realeza.

La conversación entre el anciano y Kale reflejaba la complejidad de las relaciones familiares en medio de los eventos que se desarrollaban en el planeta. Mientras algunos Saiyajin, como Kyabe, se preparaban para competir en el torneo y buscar un lugar en la Elite Saiyajin, otros, como Kale, optaban por no participar debido a sus propias debilidades.

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En un Gimnasio del planeta, se encontraba un Saiyajin con pantalones grises y el torso desnudo. Este guerrero realizaba flexiones con una sola mano, desafiando la gravedad aumentada del planeta mientras cargaba varias toneladas en su espalda. Cada repetición era un testimonio de su asombrosa fuerza y determinación. Su rostro estaba marcado por la concentración y la ferocidad en sus ojos. Era evidente que este Saiyajin estaba dispuesto a demostrar su poder en el torneo de una manera espectacular.

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En un pueblo lejano, la atención se centraba en un Saiyajin que vestía un kimono verde. Este guerrero destacaba por su práctica de técnicas sorprendentes, pero una de ellas se destacaba por su naturaleza especial. Emitía un ki verde que tenía un efecto notable: ayudaba a un pajarito lastimado a recuperar su capacidad de volar sin problemas.

Estas habilidades curativas eran raras entre los Saiyajin. Mientras este Saiyajin se preparaba para el torneo, su enfoque en el bienestar de los demás y su capacidad para sanar a otros eran cualidades que lo diferenciaban de sus compañeros competidores.

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En las calles de una ciudad del Planeta Salad, la atención se centraba en una Saiyajin vestida con ropas viejas y desgarradas. A pesar de estar escapando de los guardias que la perseguían, su rostro mostraba emoción y determinación en lugar de miedo. De hecho, incluso se enfrentaba valientemente a los guardias que se atrevían a alcanzarla.

Mientras corría por las calles y esquivaba obstáculos, esta Saiyajin sostenía en sus manos el panfleto del torneo. Sus ojos brillaban con la promesa de riqueza y poder que se ofrecía a los miembros de la Elite Saiyajin. A pesar de la persecución, sus pensamientos estaban enfocados en el dinero que ganaría como miembro de la élite y en las posibilidades que esto le brindaría.

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En una opulenta mansión en el Planeta Salad, la escena se centraba en un Saiyajin vestido con elegancia, rodeado de lujos y comodidades. Este guerrero, a diferencia de muchos otros, no parecía estar entrenando arduamente o preocupándose por la preparación física. Más bien, estaba disfrutando de un licor de alta calidad mientras anticipaba con confianza el torneo que se avecinaba.

A pesar de su actitud relajada y segura, este Saiyajin emanaba un aire de poder y autoridad. Sus ojos reflejaban la seguridad en sus habilidades y la certeza de que sería un contendiente formidable en el torneo. La mansión lujosa en la que se encontraba sugería que era una figura importante entre los Saiyajin y que probablemente pertenecía a una posición privilegiada en la sociedad.

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En un modesto bar en alguna parte del Planeta Salad, la escena se centraba en un Saiyajin con apariencia de albañil. Este guerrero disfrutaba de su almuerzo mientras leía el panfleto del torneo. Su emoción era palpable, y no podía evitar hablar con entusiasmo con sus compañeros que compartían la mesa con él. Una y otra vez, repetía con confianza que ganaría ese torneo y que todos lo verían como un miembro de la Elite Saiyajin.

Era evidente que este Saiyajin era el más fuerte de su grupo y que su determinación lo impulsaba a competir en el torneo con la esperanza de alcanzar la gloria. La escena en el bar capturaba la pasión y el orgullo que muchos Saiyajin sentían por su capacidad de lucha y su deseo de destacar entre los suyos.

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En las sombrías calles del bajo mundo del Planeta Salad, la atención se centraba en una Saiyajina traviesa y provocativa. Vestida con ropas atrevidas, caminaba junto a un cliente que no podía mantener sus manos lejos de ella, manoseando su trasero de manera lasciva. Sin embargo, la actitud de la Saiyajina cambió drásticamente cuando vio el panfleto del torneo.

El anuncio del torneo llamó su atención de inmediato, y en un instante, mandó al pervertido cliente a volar, enfocando toda su atención en el torneo. Sus deseos ardientes, en lugar de dirigirse a clientes de la calle, se centraron en el Rey Saiyajin y la promesa de poder y reconocimiento que la Elite Saiyajin ofrecía.

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Fuera del Planeta Salad, en un lugar alejado y sombrío, la atención se centraba en un Saiyajin calvo, musculoso y de apariencia formidable. Este guerrero había visto el panfleto del torneo, pero eso no era lo único que estaba ocurriendo en su vida. Estaba en medio de una transacción, comprando una extraña sustancia a otro Saiyajin con una apariencia distintiva.

El Saiyajin de piel oscura, con una larga capa y cabello negro con puntas grises, tenía una presencia intrigante. Su cabello, con sus mechones colgantes y su brillo gris, lo hacía destacar del resto. . . 

Pero por alguna razón, este es Saiyajin es extrañamente. . . Familiar.

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Mientras Kyabe se preparaba para el torneo y el anciano ermitaño se embarcaba en su viaje hacia el evento, en otro rincón del Planeta Salad, Caulifla estaba ocupada en su propios asuntos.

La audaz Saiyajin se encontraba inmersa en un arduo entrenamiento, alejada de las travesuras y los disturbios que antes solía causar con sus colegas Saiyajines. Su enfoque había cambiado, y sus compañeros notaban la diferencia. Caulifla ya no estaba interesada en ser parte de la pandilla y se había distanciado de sus antiguas actividades.

Si bien Caulifla tenía conocimiento del torneo que se avecinaba, no le interesaba particularmente la idea de convertirse en una Saiyajin de Elite. Para ella, la búsqueda de poder era lo mas importante ahora.

Creía que la verdadera fuerza se encontraba en el entrenamiento constante y en desafiarse a sí misma cada día.

Caulifla pasaba horas y horas entrenando, sintiendo que estaba cerca de alcanzar un nuevo nivel del Super Saiyajin. Confiando en que con grandes entrenamientos y esfuerzos podría alcanzar una nueva forma.

En un momento de reflexión, Caulifla recordó a Kyabe. Sabía que él probablemente participaría en el torneo, pero no le preocupaba. Habían luchado en el pasado, y ella había demostrado ser más fuerte en esa ocasión. Sin embargo, respetaba el espíritu de lucha de Kyabe y sabía que podría ofrecer un buen combate.

Con ese pensamiento en mente, Caulifla continuó con su entrenamiento, decidida a alcanzar nuevas alturas de poder. El torneo que se avecinaba no era su principal preocupación en este momento. 

¿Qué tan fuertes serán los participantes?

¿Kyabe estará a la altura?

¿Quién es ese Saiyajin?

Averígualo en el próximo capitulo de Dragon Ball SIX