Capítulo 8: El poder del combatiente misterioso

En unos segundos el lugar se volvió un sepulcro, ningún ruido irrumpía el perfecto silencio que se había apoderado del estadio.

La atención se centraba en tan solo dos personas que esperaban impacientemente que la voz del comentarista resonara por los altavoces. Ambas miradas analizaban en profundidad a su contrincante, buscando alguna posible debilidad, mientras las oleadas de aire movían las vestimentas de los dos.

—¡Comiencen!

Krillin de inmediato empezó aumentar su poder. Él estaba seguro de que su contrincante era fuerte, así que prefirió atacar con todo lo que tenía desde el principio.

El joven simplemente lo observó, sin romper su posición defensiva, esperando a que él diese el primer golpe.

Krillin se abalanzó hacia el chico, quien sólo se esfumó cuando el ataque del amigo de Goku impactó en su cuerpo, reapareciendo instantes después detrás suyo, para castigarlo con una patada.

El esposo de Dieciocho logró detenerse rápidamente, esquivando al chico que venía directo hacia él. Intentando aprovechar la situación, Krillin atacó a base de puñetazos, sin embargo Gohan detuvo cada arremetida, lanzando al instante sus propios golpes.

Utilizando los antebrazos y las palmas de las manos, ambos luchadores se cubrían de los ataques que recibían de su contrincante, sin conseguir nadie una ventaja aparente.

Desde las gradas Trunks y Goten habían logrado quitarse su aburrimiento, al ver como se hacían presentes los fuertes golpes y los excelentes bloqueos. Pero no eran los únicos sorprendidos, Bulma, Dieciocho, Milk y Yamcha quedaron pasmados al ver como aquel jovencito igualaba la fuerza del guerrero terrestre.

Quizá Krillin no era el combatiente más fuerte en todo el universo, pero comparándolo con cualquier humano común, era imposible que lograran ganarle, sin embargo, aquel joven de gi morado parecía muy tranquilo con los ataques que recibía de parte del amigo de Goku, además que, analizando las expresiones de ambos, parecía que el esposo de Dieciocho se estaba jugando sus últimas cartas.

Aun así, había alguien entre ellos que parecía más interesada que asombrada. La esposa del príncipe de los saiyajin, miraba con curiosidad al joven, aquellos movimientos y su forma de cubrirse le recordaba al joven enmascarado del que hace días trató de descubrir su identidad.

Las sospechas se incrementaron conforme pasaba el tiempo, pero por más que quería decirlo, no estaba segura, quizá solo lo confundía, o tal vez sólo era la necesidad de poder dar por concluido el tema, pero fuese lo que fuese, ahora había muchas más dudas que le impedirían cerrar por completo aquel asunto, al menos por un buen tiempo.

Atacando con desesperación, las patadas de Krillin eran cada vez más predecibles, logrando que Gohan empezara a castigarlo con duros golpes en el estómago y patadas en las costillas.

Desesperado, el guerrero terrestre, se vio forzado a jugarse su última idea. Alejándose un poco de él, colocó ambas manos en su frente, mientras cerraba sus ojos.

Taiyōken.

Un fuerte resplandor cubrió todo el cuadrilátero, provocando que Gohan, que se dirigía hacia él, frenara totalmente, cubriéndose de inmediato con sus brazos del fuerte resplandor.

Sabiendo que era su oportunidad, Krillin se acercó, dándole una patada en la espalda seguida de un golpe en el estómago, que obligó a Gohan a retroceder unos cuantos pasos. Continúo con una serie de puñetazos al pecho, que no era capaz de detener.

Poco a poco se acercaron a los límites, y cuando el ex calvo lanzó la última patada que terminaría el duelo, esta fue detenida por el moreno. Sonriente, el chico empezó a darle vueltas, para posteriormente arrojarlo hacia las afueras de la plataforma, acompañado con una patada en la espalda.

—El gran Saiyaman es el ganador.

Gohan se encaminó hacia la orilla del cuadrilátero, frotándose tenuemente los ojos, donde con dificultadas Krillin se levantaba. Colocándose en cuclillas al borde del tablado, el chico le ofreció su mano en señal de ayuda. Anonadado, el ex calvo lo miró por unos segundos, pero rápidamente acepto su oferta.

Dándole una sonrisa como agradecimiento, ambos caminaron devuelta a los vestidores, donde las miradas de los guerreros z se clavaron en el joven. Con aquella pequeña demostración, se podía confirmar que no era un sujeto común.

Gohan ignorando la clara atención que recibía, avanzó un poco más, quedando sorprendido al ver como dos jóvenes platicaban con Videl.

Una chica rubia, con una camisa verde y pantalones vaqueros azules, junto a un chico de cabello rubio, estatura media y bastante musculatura.

Al ver como se acercaba, la chica rubia caminó hacia él, cruzando su brazo con el de Gohan, provocando un sonrojo en el chico.

—Tú debes ser el compañero de Videl, además de su novio —inquirió la joven.

—¡Qué! —Sonrojándose aún más, el chico se sobresaltó.

—Tranquilo, sólo bromeaba —soltó una pequeña risilla—. Mi nombre es Iresa.

Gohan abrió la boca para responder, pero una segunda voz, hizo que mantuviera su silencio.

—Ese ha sido un buen combate, aunque claro yo lo haría mejor —comentó una voz masculina.

Gohan volteó, encontrándose a Videl y al joven rubio, mirando atentamente su severo sonrojo.

—Gracias —musitó Gohan.

—Este es Sharpner —dijo Videl señalando al chico, para luego voltear a ver a la chica—. Y veo que ya conociste a Iresa —mencionó frunciendo levemente el ceño, al ver a la joven tan cerca de Gohan, además de percatarse del fuerte sonrojo del chico.

»Son compañeros míos de clases, pero veo que han decidido venir a ver los combates— le aclaró al joven con un poco de molestia en su voz.

—Tranquila Videl, solo veníamos a animarte. —Molesta por la forma de ser de su amiga, la rubia ideó rápidamente una forma de molestarla—. Por cierto, no sabía que te sonrojabas sólo por ver a un chico —comentó la rubia con un tono sugestivo.

—Pero qué tonterías dices —dijo bastante molesta.

—Me refiero al color rojo que tienen tus mejillas al ver a tu amigo —dijo desafiándola con la mirada—. Sabes que es verdad, es más te apuesto que no puedes evitar sonrojarte si lo ves por más de un minuto.

Videl dominada su orgullo no tardó en aceptar. Centró su mirada en las ropas del joven, intentando demostrar lo muy equivocada que ella estaba. Se cruzó de brazos, recorriendo con la mirada desde la cabeza hasta los pies del chico, pasando por sus brazos, explorando su pecho y bajando por sus piernas, hasta llegar a sus zapatos, donde se detuvo con un notorio tono carmesí en sus mejillas.

Sintiendo esa calidez en sus cachetes, ella se enteró de la cruda realidad, su indiferencia hacia los chicos que mostraban su musculatura acababa de ser rota, por un chico que era de lo más ingenuo. Procurando hacerlo menos notorio, le dio la espalda, centrando su supuesta atención hacia el siguiente combate.

—Tomaré eso como un sí —dijo Iresa riendo.

Escuchando la sonora risa de su amiga, la joven justiciera mantuvo su indiferencia con los ojos centrados en el supuesto combate, que disputaba Piccolo contra Jewel.

Sin embargo, poco duró aquel estado, cuando una mano se posó en su hombro, rápidamente ella notó que no pertenecía a su compañero de entrenamiento.

—Vamos Videl, si quieres al terminar podemos tener una cita —le insinuó Sharpner con un tono seductor.

Gohan que se encontraba al lado de Iresa, al escuchar aquellas palabras, su ki se sobresaltó por un segundo. Una ventisca de aire surgió de él, azotando el lugar, asustando a la mayoría de los presentes, por suerte rápidamente se dio cuenta, normalizando con rapidez sus poderes.

—¿Pero qué fue eso? —cuestionó Sharpner bastante alterado, regresando su mirada hacia Iresa y Gohan.

—No lo sé —respondió la rubia en el mismo estado.

Durante unos segundos, ambos rubios se mantuvieron igual de consternados, hasta que poco a poco regresaron a la normalidad.

—Bueno en qué estábamos. —Olvidando dicho evento, el joven giró hacia Videl, quedando pasmado al descubrir que había desaparecido.

Sharpner nuevamente volteó buscando respuestas en su amiga de cabellos rubios, quien para más sorpresa suya ahora también estaba sola.

Afuera de los vestidores, una muy molesta Videl se mantenía recargada en uno de los pilares del complejo con los ojos cerrados, mientras pensaba en lo ocurrido, o al menos así fue hasta que una voz la interrumpió.

—¿Te encuentras bien?

Conociendo a la perfección ese timbre de voz. La justiciera abrió los ojos, encarándolo.

—¿Cómo me encontraste? —Audaz como siempre, la chica contestó a su pregunta encarcelándolo con otra.

—Fue sencillo, sólo me guie por tu ki.

—Otra vez el ki —vociferó la joven. Desde que había conocido a Gohan, parecía que todo giraba en relación a esa misteriosa fuerza que antes era desconocida para ella.

»Quiero que me respondas una pregunta, y créeme no es sobre tu identidad. Solamente quiero saber ¿si tu tuviste que ver con la ventisca de hace unos momentos?

Quedando Gohan pasmado al escucharla, se debatió la posibilidad de mentir, pero no era capaz. Ella lo había apoyado además de mantener su promesa todo ese tiempo, ya era hora de hablar con algo más de verdad.

—Si Videl, yo provoqué la ventisca.

—¿Por qué lo hiciste?

—No lo sé —afirmó con toda honestidad.

—¿Cómo es posible que no...?

Tomándola de los hombros Gohan provocó que Videl enmudeciera, momento que aprovecho para explicarse:

—Porque ni yo lo entiendo —dijo—. Cuando Sharpner se acercó a ti, por alguna razón mi ki se elevó en exceso provocando aquella ventisca.

Quizá para otra persona no conocer la razón de esa actitud podía considerarse estúpido e improbable a partes iguales. Pero para Gohan era toda la verdad. Durante su vida nunca había tenido contacto con otra persona de su edad, es más, ni siquiera tenía relación con alguien de su misma especie, lo poco o mucho que conocía el joven del mundo que ahora lo acogía lo sabía mediante libros o explicaciones del supremo kaioshin.

Pero por otra parte la morena que sí entendía que le sucedía a Gohan, se sonrojó en exceso con sólo pensar lo que significaba aquello. Al principio no sabía que tan cierto podían ser sus palabras, sin embargo, al toparse con el fuerte resplandor que emanaban sus pupilas, entendió que sus palabras eran ciertas, quedando notoriamente sorprendida al pensar que él no fuese capaz de reconocer los celos.

Cuando de repente unas pisadas robaron su atención, quedando paralizada al ver al dueño de aquellos pasos.

—¡Videl!

—¡Papá!

Un señor de melena color negro, peinada al estilo afro y un bigote largo que recorría la parte superior de sus labios, apareció frente a los jóvenes, mostrando un semblante notoriamente molesto al ver la imagen de su hija siendo sostenida por los brazos por un chico de pelo negro.

Caminando a paso veloz, el padre de Videl se acercó a ellos, listo para colocar en su lugar a cierto jovencito.

—¿Pero qué diablos está sucediendo aquí? —vociferó notoriamente molesto —¿Quién este muchachito?

Lanzando cientos de preguntas, Videl no era capaz de responder a ninguna de ellas, antes de que otras cinco salieran de la boca de su padre. Pero para suerte de ambos, en esos instantes, los altavoces anunciaron la victoria de Piccolo al mismo tiempo que pedían la presencia de los dos siguientes participantes.

Sin dejar pasar un segundo, la joven aprovechó la oportunidad

—¡Papá! —Interrumpiéndole, Mr. Satan la observó—. Quisiera quedarme a explicarte, pero me toca combatir.

Tomando a Gohan del brazo, los dos salieron huyendo mientras Gohan decía unas cuantas palabras despidiéndose del señor, pensando que tal vez no sería la última vez que lo viera.




CapituloBeteado por: NatsumiNiikura


Notas del autor:

¡Hola!, aquí les dejo otro capítulo. Espero les guste.

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