Capítulo 5:Entrenamiento

Gohan seguía con paso tranquilo a la chica que acaba de darle un hogar, mientras continuaba deleitándose con todos los objetos de la enorme mansión. Existían muchas cosas nuevas para él, y de una forma u otras todas llamaban su atención.

Cruzaron varios pasillos hasta llegar a una gigantesca sala, donde Videl tomó asiento en uno de los grandes sillones del lugar, invitando con la mirada al chico a imitarle. Gohan que comprendió el mensaje, se sentó enfrente de ella.

—Tengo muchas dudas sobre ti. —Puso su mano derecha en la barbilla—. Pero antes que nada, quisiera preguntarte algo.

»¿Cómo es que puedes volar?

—Mi maestro me enseñó —respondió Gohan, cuidando muy bien sus palabras.

—Entonces, ¿yo también podría volar? —preguntó ilusionada.

—Con un poco de entrenamiento, claro.

—¡Quisiera que me enseñaras! —exclamó, abriendo totalmente los ojos al pensar en la idea de despegar sus pies del suelo.

—¡Qué! —exclamó asombrado.

—Por favor, Gohan —pidió con una cara triste.

Gohan no lo sabía, pero conseguir que Videl pidiese algo de esa forma era casi impensable, eran muy escasas las veces que alguien escuchaba esa forma de hablar de la joven justiciera, sin embargo, un total desconocido lo había logrado en un solo día.

El moreno suspiró, quedando atrapado en los hermosos ojos de la chica, resignado, asintió.

—Gracias.

—Te enseñaré todo lo que sé, pero... —Videl le miró interesada —. A cambió de un pequeño acuerdo.

La chica levantó una ceja, confundida.

Sé que tienes muchas dudas sobre mí y mis habilidades, pero muchas de esas preguntas no puedo respondértelas hasta dentro de nueve días. —Tomó aire—. Sólo te pido paciencia hasta ese día, después si todavía deseas conocer todo sobre mí, con todo gusto contestaré tus preguntas.

Videl quedó unos segundos pensativa, pero su respuesta era más que clara, prefería poseer aquellas destrezas, que saber cómo las obtuvo y de dónde venían, al menos por ahora.

—Está bien —dijo, sorprendiendo al joven que pensaba que sería un duelo encarnizado conseguir que cediera, pero al parecer no había sido así.

»Pero quiero empezar con las clases para volar cuanto antes.

—Claro, cuando quieras.

Sin embargo nuevamente una tercera presencia hizo aparición. El estómago de Gohan rugió con furia exigiendo alimento.

—Creo que tendré que esperar hasta después del desayuno.

Gohan volvió a sonrojarse por el atrevimiento de su estómago.

Minutos después con la comida servida y ambos sentados, listos para degustar aquellos platillos, la joven quedó sorprendida al ver subir rápidamente una pila de platos vacíos a un lado del chico. Ella admitía que ese muchacho era único en todos los sentidos.

Mientras tanto en la capital del oeste, en la corporación más grande de todo el mundo. Una mujer de cabello azul diseñaba unas cuantas mejoras para las famosas cápsulas, cuando de repente su atención fue robada por el televisor que tenía frente a ella:

Noticias de última hora, un extraño sujeto vestido de superhéroe fue divisado en el banco de ciudad Satan.

El individuo misterioso ayudó a la justiciera de la ciudad, la gran Videl Satan cuando fue derrotada por un cazarrecompensas. El superhéroe con dos simples golpes venció al sujeto que fue capaz de derrotar a Videl, ¡escuchó bien, con dos golpes!, se desconoce su identidad, pero ya empezaron a correr rumores sobre él, su fuerza y para asombro de todos, de su capacidad para volar.

Les mantendremos informados...

Mientras Bulma escuchaba al locutor narrar lo ocurrido, la televisora mostraba imágenes de los hechos. Aquello provocó que la multimillonaria estuviese a punto de tirar los objetos que traía entre manos.

«Volar, pero esa capacidad sólo la tienen los muchachos, no recuerdo alguien más que pueda hacerlo...esto es muy interesante» pensó.

Dejó las cosas en la mesa que tenía enfrente de ella, cambiando su mirada hacia la computadora que estaba a su lado derecho.

Con deseos de saber un poco más de ese individuo, comenzó a investigar sobre él, quizás era una pérdida de tiempo, pero como buena científica no dejaría nada al azar, además que le gustaba realizar investigaciones exhaustivas, algo de él llamaba su atención, no sabía el qué, pero lo descubriría.

Pasaron las horas, diversos archivos de texto y audio se descargaban a la computadora de la científica, otros programas buscaban en las bases de datos de todas las ciudades a cualquier sujeto con similitudes físicas, mientras Bulma repetía constantemente el video que había emitido tiempo antes las noticas, tomando en ciertos momentos un poco de café que se había traído para no quedarse dormida.

—¡Diablos! es como si no existiera —exclamó desesperada.

En ese momento las puertas de su laboratorio se abrieron, dejando entrar a un niño vestido con un traje de pelea de color verde oscuro, un cinturón naranja, muñequeras del mismo color y unas botas de color oro.

Bulma volteó al escuchar la voz del infante llamándole. Sonrió al instante al ver a su hijo correr hacia ella con una notoria felicidad, aunque por dentro no pudo evitar llevarse una sorpresa al ver que el color de su cabello ahora era amarillo.

—¿Qué sucede Trunks?

—Papá prometió llevarme al parque de diversiones todo un día.

—Vegeta ¿te lo prometió? —musitó incrédula, cambiando su mirada hacia la puerta del laboratorio donde descubrió escondido entre las sombras al príncipe saiyajin.

«Como habrás conseguido eso Trunks» pensó sonriéndole.

—Entonces cuando finalice mi trabajo iremos al parque de diversiones los tres.

—¿Lo dices enserio? —preguntó ilusionado con un gran brillo en sus ojos.

—Claro.

—¡Gracias mamá! —Trunks saltó en repetidas ocasiones, pero de pronto su atención fue robada por los objetos de la mesa de trabajo de su madre —. Por cierto ¿qué estás haciendo?

Bulma regresó su atención hacia sus cosas, sonriendo.

—Trunks quisiera preguntarte algo —hizo una pausa formulando la pregunta en su mente—. Además de todos los muchachos, ¿conoces a alguien que pueda volar?

Trunks se llevó la mano a la barbilla pensando, aunque rápidamente negó con la cabeza.

—No, aunque no es nada difícil aprender a hacerlo, sólo hay que manejar el ki.

—Y si puede manejar el ki, también eres más fuerte que los demás humanos, ¿verdad?

—Sí, creo que sí. —Trunks frunció ligeramente el ceño—. Oye mamá ¿por qué estás tan interesada por el ki?

—Por nada —mintió—. Sólo es curiosidad.

El chico se encogió de hombros, dando la vuelta para salir de ahí, mientras su madre meditaba las palabras de su hijo.

En tanto en la mansión Satan. Después de haber terminado el "pequeño" almuerzo, aunque para Videl parecía que el chico no conocía ese término. Ella lo llevó al gigantesco jardín trasero donde esperaba poder liberarse de las cadenas de la gravedad por primera vez.

Como ya era costumbre, Gohan quedó asombrado al ver el lugar. Un hermoso sitio lleno de vida, con árboles y setos en cada esquina, una fuente que poseía un agua cristalina donde varias aves se habían posado para descansar, y finalmente unos hermosos rosales cerca de la puerta de la mansión.

Videl caminó por el lugar hasta llegar a un lugar bastante amplio donde pudiesen practicar sin dañar nada. Cuando lo encontraron, de inmediato la chica se puso en posición de defensa lista para comenzar, pero se llevó una gran sorpresa al ver que su compañero se sentaba en el pasto en forma de meditación, cerrando los ojos.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó entre asombrada y molesta —. Se supone que me enseñarías a volar.

El chico que no se molestó en abrir los ojos le contestó:

—Eres una excelente peleadora Videl, pero no todo en los combates son puñetazos y patadas. —Abrió los ojos—. Si deseas que te enseñe tendrás que olvidarte momentáneamente de ellos.

La joven no muy agradada asintió, tomando asiento en el jardín de su hogar.

Gohan sonrió, él podía tener muchos conocimientos por la infinidad de horas que se la pasó estudiando todos los libros del supremo kaiosama, sin embargo, nunca antes había tratado de relacionarse con alguien que fuese de su edad, y sin querer compartir aquel extraño momento con esa chica de ojos azules lo hacía sentirse feliz.

—Lo primero que debes dominar es el ki.

—¿El ki?

—Sí, el ki es bueno... —Gohan se llevó una mano a su mentón, buscando una definición para dicha habilidad—. El ki es el poder que tenemos escondido en nuestro interior.

—¡Qué demonios! un poder escondido en nuestro cuerpo.

—Sí, mira. —Gohan acercó sus dos manos, formando una pequeña esfera amarilla entre ellas.

La joven abrió completamente los ojos quedando hipnotizada por el cálido resplandor que emanaba de dicha esfera, se acercó, colocando su rostro a una muy corta distancia del chico, que temeroso hizo desaparecer la esfera.

—Ahora es tu turno, relájate e intenta concentrar todas tus energías en tus manos.

La chica retomó su antigua posición muy similar a la de Gohan, cerrando sus ojos.

Lo Intentó durante unos minutos, al principio se mantuvo calmada, pero al ver que no sucedía nada comenzó a desesperarse. Su ceño se frunció, sus manos temblaban y una pequeña rabieta se poseyó de sus facciones.

Repentinamente abrió los ojos apoyando sus manos en el suelo, el chico al verla fracasar, se levantó posando su mano derecha en su hombro; con una mirada de aliento fue suficiente para que la chica retomara su coraje y volviera a intentarlo.

Pasaron las horas y la joven no desistía en ningún momento a pesar de fallar en infinidad de ocasiones.

Sin embargo, con la llegada del alba, Gohan veía como el ki de Videl disminuía en cada instante, debido a las horas seguidas de entrenamiento, pero ella se había negado a desistir, y gracias a eso, ella fue capaz de admirar el resultado de todos sus esfuerzos, cuando una pequeñísima esfera de un amarillo apagado apareció momentáneamente en sus manos.

El chico que tenía los ojos cerrados, los abrió de golpe al sentir la pequeña luminosidad que irradiaba la esfera al chocar contra su cuerpo.

Videl sonrió como una niña al ver su creación, intentando mantenerla todo el tiempo que fuese posible, pero eso sólo terminó con sus energías, haciéndola caer desmayada después de unos instantes.

El semisaiyajin al verla perder el conocimiento, utilizó su velocidad sobrehumana para sostenerla antes de que tocara el suelo. Tomándola entre sus brazos, la cargó hacia el interior, donde guiado por los recuerdos de esa mañana se encaminó hacia la habitación de ella.

Mientras caminaba por los pasillos del hogar de la justiciera una tranquilidad lo acogió, todos el ajetreo de esa mañana había desaparecido, todos los sirvientes o empleados ya no estaban ahí, en su lugar había quedado un silencio muy acogedor.

Al llegar, abrió la puerta de la alcoba de ella entrando a paso tranquilo, como unas horas antes lo había hecho al colocarla en la camilla, la dejó con suavidad sobre el colchón. La observó durante un instante deseoso de acariciar ese sedoso cabello, haciendo que sin querer sus mejillas se tornaran de color carmesí.

Intentando olvidar ese pensamiento, salió rápidamente de ahí, cerrando la puerta a su salida. Suspiró, recargándose en la puerta de su habitación mientras pensaba en todo lo que le esperaba en su estadía en la tierra.



CapituloBeteado por: NatsumiNiikura


Notas del autor

¡Hola!, aquí me tienen nuevamente con otro capítulo. Estos últimos dos capítulos son más tranquilos, pero espero les signa gustando.






Como siempre espero les sigan gustando, y muchas gracias por leer.

Saludos :D

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