XV. Møte Padfoot, onkel Sirius

CHAPTER 15
MEETING PADFOOT,
UNCLE SIRIUS

Una de las mejores consecuencias de la prueba fue que después todo el mundo estaba deseando conocer los detalles de lo ocurrido bajo el agua, lo que supuso que por una vez Ron compartiera el protagonismo con Harry. Éste notó que la versión que Ron daba de los hechos cambiaba sutilmente cada vez que los contaba. Al principio dijo lo que parecía ser más o menos la verdad; por lo menos, coincidía con la versión de Rhaenyra: Dumbledore había reunido en el despacho de la profesora McGonagall a todos los futuros rehenes y, después de asegurarles que no les pasaría nada y que despertarían al salir del agua, los había dormido mediante un hechizo. Una semana después, sin embargo, Ron contaba un emocionante relato de secuestro en el que se enfrentaba él solo a cincuenta tritones armados hasta los dientes, que habían tenido que reducirlo antes de poder atarlo.

–Pero yo tenía la varita oculta en la manga –le aseguraba a Padma Patil, que parecía haberse vuelto más amable con Ron cuando éste se convirtió en el centro de atención, y le hablaba cada vez que se cruzaba con él por los corredores–. Si hubiera querido, podría haber raptado yo a esos atontados.

–¿Cuándo los ibas a raptar? ¿Mientras se mondaban de risa? –le preguntó Hermione mordazmente.

Ron enrojeció hasta las orejas, y en adelante retomó la primera versión de los hechos.

Había empezado marzo, y el tiempo se hizo más seco, pero un viento terrible parecía despellejarles manos y cara cada vez que salían del castillo. Había retrasos en el correo porque el viento desviaba a las lechuzas del camino. La lechuza parda que Harry había enviado a Sirius con la fecha del permiso para ir a Hogsmeade volvió el viernes por la mañana a la hora del desayuno con la mitad de las plumas revueltas. En cuanto Harry le desprendió
la carta de Sirius se escapó, temiendo que la enviaran otra vez.

Ve al paso de la cerca que hay al final de la carretera que sale de Hogsmeade (más allá de Dervish y Banges) el sábado a las dos en
punto de la tarde. Lleva toda la comida que puedas.

–Tú también recibiste una –dijo Juliette sentándose a lado de Harry

Él la miro momentaneamente para luego asentir cómo respuesta –Sí

–¡No habrá vuelto a Hogsmeade! –exclamó Ron, sorprendido.

–Bueno –Juliette tomo una galleta de la mesa–. Sí quiere vernos, lo más probable es que así sea

–No puedo creerlo –dijo Harry muy preocupado–. Si lo atrapan...

–Hasta ahora no lo han conseguido –le recordó Ron–. Y el lugar ya no está lleno de dementores.

Harry plegó la carta, pensando. La verdad era que quería volver a ver a Sirius.

–Bueno, los veré luego –Juliette se levantó–. Los gemelos me esperan

–Nos vemos –Hermione le sonrió y ella hizo lo mismo

Juliette camino hasta donde estaban los gemelos quienes estaban caminando por el pasillo en dirección a ella.

–A que no adivinas...

–Quién es noticia...

Juliette miro a George y luego a Fred, ambos gemelos le mostraron un ejemplar de la revista Corazón de bruja. La foto con movimiento de la portada mostraba a una bruja de pelo rizado que sonreía enseñando los dientes y apuntaba a un bizcocho grande con la varita.

Una fotografía en color de Harry encabezaba un pequeño artículo titulado «La pena secreta de Harry Potter»

Juliette miro el artículo y después dirigió su mirada a los gemelos –Harry volvió a ser noticia ¿Y?

–Léelo –dijo Fred mientras le entregaba en manos el ejemplar

Juliette hizo lo que su amigo le pidió y al terminar de hacerlo dirigió su mirada a la mesa de Slytherin en busca de su primo, al no encontrarlo se acercó a la mesa para hablar con otros alumnos de Durmstrang con los gemelos siguiéndola.

–¿No deberían estar en otro lado, Weaslebee's? –los tres miraron al peliblanco mientras Juliette fruncía el ceño

–Vienen conmigo, Malfoy –ella se cruzó de brazos–. No es de tú incumbencia el porqué están aquí

Draco se quedó callado mientras que Nott a su lado le sonría y ella le guiñó el ojo mientras se acercaba a un chico de Durmstrang; Branimir Genkov, quien había conocido cuando se volvió más cercana a sus primos aunque solamente había intercambiado unas pocas palabras con él.

–Branimir –el nombrado la miro mientras le dedicaba una sonrisa

–Kakvo ti tryabva, Zhuliet? (¿Qué necesitas Juliette)

–Vizhdal li si Ejder? (¿Has visto a Ejder?) –ella lo miro esperanzada y con un ligero brillo en sus ojos

–Ne (No) –la mirada de Branimir se dirigió al pasillo y mirando sobre el hombre de Juliette que Viktor se diría a ellos–. No Viktor tryabva da znae (Pero Viktor debe saber)

Ella se dió media vuelta notando que efectivamente Krum se acercaba a ellos, y una vez estuvo a un lado de Juliette.

–Blagodarya na bogovete! (¡Gracias a los dioses!) 

–Neshto ne e nared Zhuliet? (¿Sucede algo, Juliette?) –preguntó él al notar la reacción de la chica y más aún hablando en búlgaro

–Vizhdal li si Ejder? (¿Has visto a Ejder?) –ella lo miro esperanzada–. Molya te kazhi da (Por favor di que sí)

–V bibliotekata s Rhaena (En la biblioteca con Rhaena)

–Blagodarya (Gracias) –Juliette beso la mejilla izquierda de Viktor y salió corriendo por el pasillo

Antes de llegar a la gran puerta dió media vuelta y regreso por sus amigos tomando a Fred y a George de las manos.

–Vamos –ella dirigió su mirada a Theodore–. ¿Vienes, Nott?

–Claro –él se levantó mientras se acercaba a la chica

–¿Y yo por qué no voy? –Malfoy enarcó una ceja

–Porque me agrada más que tú, Draco –Juliette dirigió su mirada a los dos chicos de Durmstrang–. Shte se vidim Viktor, chao Branimir! (¡Nos vemos Viktor, Adiós Branimir!)

Los nombrados le sonrieron en forma de despedida mientras ella corría por los pasillos con sus amigos detrás de ella en dirección a la biblioteca.

⚔️

Al llegar a la biblioteca los cuatro se detuvieron momentaneamente mirando a todos lados.

–Los ven –susurró George

–No los veo –dijo Fred mientras aún miraba a su alrededor

–Sería buena idea separarnos –propuso Juliette

–O simplemente nos podemos acercar a ellos –Theodore se encamino a una mesa algo alejada

Sin decir nada los tres lo siguieron y en cuanto estuvieron frente a la persona Juliette carraspeo para llamar la atención de su primo quien no quitaba la vista de un libro.

–¿Qué se les ofrece? –preguntó Ejder sin quitar la vista del libro

Juliette miro a los gemelos y a Nott para después poner el ejemplar de la revista Corazón de bruja frente a la lectura de su primo.

Rhaena regreso a la mesa con alrededor de siete libros flotando a un lado de ella, con un movimiento de manos estos quedaron en la mesa mientras que Ejder ojeaba lo que su prima le había puesto en frente interrumpiendo su lectura de estudio.

–¿Qué los trae por aquí? –preguntó Rhaena

–Creo que Juliette queria avisarle de la nueva noticia –dijo Theodore mientras leía sobre el hombro de Ejder el artículo de Rita Skeeter

Ella frunció el ceño mientras miraba a los gemelos quienes se encogieron de hombros y de igual forma leyó dicho artículo sobre el hombro de su hermano.

«La pena secreta de Harry Potter» –Rhaena alzó una ceja–. Interesante título

Tal vez sea diferente. Pero, aun así, es un muchacho que padece todos los sufrimientos típicos de la adolescencia, nos revela Rita Skeeter. Privado de amor desde la trágica pérdida de sus padres, a sus catorce años Harry Potter creía haber encontrado consuelo en Hogwarts en su novia, Hermione Granger, una muchacha hija de muggles. Poco sospechaba que no tardaría en sufrir otro golpe emocional en una vida llena de pérdidas.

La señorita Granger, una muchacha nada agraciada pero sí muy ambiciosa, parece sentir debilidad por los magos famosos, debilidad que ni siquiera Harry ha podido satisfacer por sí solo. Desde la llegada a Hogwarts del príncipe noruego Ejder Pendragon, la señorita Granger ha jugado con los afectos de ambos muchachos. El príncipe, que está abiertamente enamorado de la taimada señorita Granger, la ha invitado ya a visitarlo en Noruega durante las vacaciones de verano, no sin antes declarar que jamás había sentido lo mismo por ninguna otra chica.

Sin embargo, podrían no ser los dudosos encantos naturales de la señorita Granger los que han conquistado el interés de estos pobres chicos.

«Es fea con ganas –nos declara Pansy Parkinson, una bonita y vivaracha alumna de cuarto curso–, pero es perfectamente capaz de preparar un filtro amoroso, porque es una sabelotodo. Supongo que así lo consigue.»

Como es natural, los filtros amorosos están prohibidos en Hogwarts, y no cabe duda de que Albus Dumbledore estará interesado en investigar estas sospechas. Mientras tanto, las admiradoras de Harry Potter tendremos que conformarnos con esperar que la próxima vez le entregue su corazón a una candidata más digna de él.

–¿Pobres muchachos? –Rhaena se cruzó de brazos mientras tomaba asiento a un lado de su hermano viéndolo directo a los ojos–. ¿La invitaste a Noruega durante las vacaciones de verano?

Ejder alzó su mirada a su hermana –Sí ¿Algún problema?

–Ninguno

Theo tomo asiento pensativo –De hecho si lo habría –todas las miradas se pusieron en él–. ¿Cómo se enteró que la invitarías?

–Cierto –dijo George dándole la razón–. ¿Cómo se enteró?

–Parece que lo sabe todo –continúo Fred–. Siempre pone cosas de las que uno no se entera porque es secreto

–Como lo que sucedió con Hagrid –finalizó Juliette 

Los tres se sentaron en los asientos restantes mientras Rhaena no dejaba de quitarle la mirada de encima a su hermano.

–¿Cuándo le dijiste?

Ejder suspiró –Después de lo sucedido en la biblioteca, cuando tú y Charlie subieron a la habitación, solo Odín sabra que cosas hicieron –una palmada en la cabeza como golpe fue lo que recibió por parte de su hermana–. ¡Auch!

–Esa mujer entro a nuestra casa, ahora tendré que quedarme un tiempo en el barco para que fumiguen la casa para poder estar en paz

–¿Fumigar? –Juliette, Fred, George y Theo dijeron al unisono

–Tal vez no lo sepan pero la tal Rita Skeeter es animaga ilegalizada –Ejder dió una media sonrisa–. De escarabajo

–Ahora todo...

–Tiene sentido

Juliette se le notaba la sorpresa en sus ojos –Así es como saca los chismes

–Y difama a la gente –completo Theodoret

–Ahora –Rhaena se puso de pie mientras tomaba una docena de pergaminos de la mesa–. Si ven a un escarabajo, maten lo.

Los tres asintieron cómo respuesta mientras Rhaena desaparecía los pergaminos y salía de la biblioteca para dirigirse a las mazmorras.

⚔️

Rhaena se encontraba frente a la puerta del salón de pasiones, suspiro momentaneamente cuando toco a la puerta esperando unos segundo a escuchar la voz del profesor para entrar a dicha aula.

–Pase –dijo Snape en su tono habitual.

Rhaena al escuchar la aceptación del profesor solo traspasó la puerta y al hacer esto se escuchó una explosión en el salón; Seamus Finnigan había sido el responsable.

Rhaena miro a cada alumno rápidamente notando a lo lejos a Nott suponiendo que su hermano fue quien abrió un portal para que el chico llegara a tiempo a su clase sin que tuviera alguna represalia por el profesor.

Rhaena se dirigió al escritorio de Snape y este de ponía de pie  –Alteza, que grata sorpresa

Ella dió una sonrisa ladina y con un movimiento de manos hizo aparecer los pergaminos en la mesa del profesor.

–El ensayo que pidió –se escuchó que llamaron a la puerta de la mazmorra.

–Pase –dijo Snape en su tono habitual mientras comenzaba a ojear los pergaminos

Toda la clase miró hacia la puerta. Entró el profesor Karkarov y se dirigió a la mesa de Snape, enroscándose el pelo de la barbilla en el dedo. Parecía nervioso.

–Tenemos que hablar –dijo Karkarov abruptamente, cuando hubo llegado hasta Snape. Parecía tan interesado en que nadie más entendiera lo que decía, que apenas movía los labios: daba la impresión de ser un ventrílocuo de poca monta. Sin apartar los ojos de las raíces de jengibre, Harry trató de escuchar.

–Hablaremos después de clase, Karkarov... –susurró Snape, pero Karkarov lo interrumpió.

–Quiero hablar ahora, no quiero que te escabullas, Severus. Me has estado evitando.

–Después de clase –repitió Snape.

Rhaena solo miraba a ambos hombres sin quitar su sonrisa ladina, ella se dirigió a Snape quien volvía a dejar los pergaminos en su mesa –Supongo que ya no tengo pendientes en su materia

–Es correcto, puede retirarse

Karkarov en ese momento la miro –Viktor te estaba buscando

–I dvamata znaem, che tova e lŭzha (Ambos sabemos que eso es mentira)

Rhanea se dirigió a la puerta y traspaso esta para después dar una caminata por el bosque prohibido.

⚔️

A las doce del día siguiente Ejder y Rhaena salían de la casa junto con Elaena y Rhaenyra quienes se dirigían a Hogsmeade. El tiempo era más suave de lo que había sido en lo que llevaban de año, al llegar a Hogsmeade un grupo de hombres los estaban esperando.

Viktor al ver a su amiga se acercó a ella con una sonrisa y le ofreció su brazo para caminar juntos hasta las tres escobas.

–¿Juliette vendrá? –preguntó Elaena mientras tomaba asiento en una mesa

–Fue a ver a su padre –Ejder se sentó junto a su hermana–. Llegara tarde

–Lástima –dijo Elaena con falsa tristeza

Durante varias horas los estudiantes de  Durmstrang celebraron con bebidas ante el triunfo de su compañera en la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos, Rhaena en ese momento mantenía una conversación muy amena con Ejder y Viktor; hablando de cualquier cosa que de se les cruzará por la mente.

Así estuvieron por un par de minutos más hasta que Rhaena se levantó de la mesa dirigiéndose a la puerta.

–¿A dónde vas? –preguntó Ejder mientras ella se daba media vuelta pare verlo

–Por un poco de aire fresco

Rhaena retomo su camino hasta la puerta, abrió está y salió del lugar, la corriente de aire golpeó su rostro mientras su cabello recogido en media cola se movía de forma ondulada por el viento, miro la calle por un momento notando a lo lejos una cabellera rubia particularmente familiar, un perro negro, muy grande y lanudo se encontraba a lado de aquella mujer de rostro angelical.

Aquella mujer era su prima Juliette quien se acercaba a dónde ella estaba con esa sonrisa característica en su rostro mientras el perro la seguía como si fuese un guardián esperando que su dueño llegue sano y salvo a cualquier lugar.

–¿Llegué a tiempo? –dijo ella

–Todos están adentro –Rhaena miro al perro quien pasaba su mirada a ambas–. Te importa si hablo con... ¿Canuto?

Juliette miro al perro y se agachó para acariciarle la cabeza –Para nada, le encantará conocerte ¿Verdad?

El perro ladro cómo respuesta mientras Juliette se levantaba para sonreírle aún más a su prima –Dijo diviértete con tus amigos, estaré bien

–Eso planeó hacer –ella abrió la puerta–. Diviértanse

Ambos vieron como la puerta se cerraba mientras suspiraba y regresaba al perro quien realmente era su tío –Dime, ¿qué tan raro será hablar con un perro?

Rhaena leyó la mente de su tío y frunció el ceño ante la respuesta –Que gran sentido del humor tienes "¿Lo pregunta quién habla con dragones en una lengua extraña?" –Rhaena abrió un portal y señaló este con el dedo índice de su mano izquierda–. Entra, ahora

El perro entro al portal con la boca entre abierta y la lengua de fuera mientras ella rodaba los ojos e ingreso al portal, este se cerró instantáneamente dejándolos en el bosque no muy lejos de la mansión en la que la familia de Rhaena se hospedaba.

–Puedes dejar tu forma animaga, si es lo que deseas

Rhaena miraba al perro negro, que acababa de convertirse en su tío. Sirius llevaba puesta una túnica gris andrajosa, y estaba muy delgado. Tenía el pelo más largo, sucio y enmarañado.

–Así está mejor –Rhaena le sonrió mientras comenzaba a caminar y Sirius la seguía a un lado de ella

–Juliette me ha contado mucho sobre tí –Sirius la miro momentáneamente para después dirigir su mirada al camino

–Espero sea algo bueno –se escucho una leve risa que la hizo sonreír

–Te respeta –ambos se miraron mutuamente–. Y lo comprendo, no quisiera tenerte de enemiga

–¿Cómo la conociste? –ella dirigo su mirada al suelo dónde a cada pasó que daba se escuchaba el crujir de las hojas que caían de los árboles–. Kelrina nunca te menciono

–La conocí a mediados del tercer año

–¿Broma de agua?

–Deja de leer mi mente –ambos rieron–. Pero sí, yo terminé mojado aquel día

»Un joven de cabellera pelinegra se escondía atrás de una columna de uno de los tantos pasillos concurridos en el castillo, sus amigos de igual forma estaban escondidos para esperar quien de los tantos alumnos del colegio sería víctima de su broma.

»Una joven de cabellera rubia y ojos verdosos azulados caminaba a toda prisa a su siguiente clase, sus zapatos de un bajo tacón se escuchaban resonar por el lugar y para llegar a tiempo pasó por aquel pasillo, los jóvenes escondidos se cubrían con la mano sus bocas para no intentar reír y delatarse pero al notar que el sonido de los tacones ya no se escuchaba entre ellos se miraron confusos porque algo habría salido mal.

–Canuto –el joven de lentes miro a su amigo–. No debió suceder algo

–Algo debió salir mal, Cornamenta

–¡Black! –él sonido de la voz los hizo sobresaltar tanto que los cuatro salieron de su escondite para ver a aquella chica con una burbuja de agua flotando sobre su cabeza–. ¿Esperabas que esto terminará sobre mi?

–¿Cómo es qué-? –Lupin señaló la burbuja de agua flotando sorprendido

»La mujer con un movimento de manos dirigió la burbuja quedando sobre la cabeza de Sirius y en ese momento está explotó dejándolo empapado de agua.

–Y así el bromista termino siendo víctima de su propia broma –la joven sonrió de satisfacción

–¿Por qué no llevas el uniforme de tu casa? –preguntó Peter

–La regla no aplica en mi persona, Pettigrew

–¿Quién eres? –Potter quiso saber al notar que al parecer ella los conocía pero ellos no la conocían

–Estoy en el mismo año que ustedes y nunca me notaron –ella se cruzó de brazos–. Kelrina Graddfarmôr

–¡Kelrina! –la joven dió media vuelta para ver a su hermana quien se acercaba a pasó seguro hacia ella–. ¿No deberías estar en clase?

–Iba a ser víctima de una broma –ella dirigió su mirada a los chicos y su hermana hizo lo mismo–. Pero ya quedó todo claro

Kaysa Graddfarmôr, hermana mayor de Kelrina –los jóvenes le sonrieron mientras ella los miraba detalladamente incluso a aquel que terminó mojado–. Qué ingenuos

–Nos vemos luego

»Ambas jóvenes dieron media vuelta retomando su camino mientras que Sirius no tenía ninguna palabra por decir, había quedado fascinado por aquella chica.

–Te enamoraste

–Tú tía era una mujer sensacional –Sirius detuvo su andar al notar el camino que llevaba a la mansión–. Era ese tipo de mujeres inalcanzables

–No me digas –él la miro mal a lo que ella sonrió–. No tenía idea que conocieras a mi madre

–Lo hice –él le sonrió–. Solo que se cambió de instituto

–Fue el año en el que conoció a mi padre –ella dirigió la mirada al cielo; la noche había caído ya–. Y ahora eres parte de la familia

Rhaena comenzó a caminar mientras Sirius la seguía –Kelrina no quería que nadie más se enterará de lo nuestro, no queríamos arruinar lo que teníamos t5h

–No estoy molesta porque no nos dijeran nada –ella se detuvo cerca de la gran puerta–. Porque no entras, puedes comer lo que quieras, entrar en calor

–Creo que no sería lo adecuado

–Ella no está aquí –Rhaena suspiro–. Está en casa igual que mis padres y mis tíos e incluso mi abuela, volverán para la tercera prueba

–¿Buckbeak?

–Me encargaré de que lo cuiden bien

Sirius suspiro y cedió a lo que su sobrina le dijo, dejándose convencer volvió a tomar la forma de un perro, ella abrió la puerta y ambos entraron a la casa dejándose envolver por el calor que emanaba de esta.

–¡Sigrid! ¡Harald!

Los nombrados aparecieron bajando las escaleras mientras se acercaban a Rhaena –¿Sucede algo?

Ella negó ante la pregunta de Sigrid
–Nada importante ¿Saben dónde está Ela?

Y como si fuera invocada la mujer apareció caminando por el salón –¿Me llamaban?

–Sí –ambas dirigieron su mirada al gran perro negro–. Lo encontre vagando, me preguntaba si sabías del cuidado de animales

–Técnicamente no –Ela se agachó para ver mejor al can–. Pero no le haría mal un baño y algo de alimento, llamaré a alguien para que se encargue de su cuidado

–Claro –Rhaena miró al perro quien movía su cola

Ambos subieron las escaleras mientras se escuchaba como Engel murmuraba cómo cuidaría de Hocicos y lo dejaría radiante.

–Necesito que hagan algo –Rhaena se dirigió a Sigrid y Harald–. Vayan al paso de la cerca que hay al final de la carretera que sale de Hogsmeade, más allá de Dervish y Banges

–¿Qué es lo que encontraremos? –preguntó Sigrid

–Un hipogrifo –ella suspiro–. Su nombre es Buckbeak

–Y una vez que lo encontremos –Harald se cruzó de brazos–. ¿A dónde lo llevamos?

–Al santuario –afirmó ella–. Si tienen problemas digan que fue una orden expresa por mi parte

Ambos asintieron y salieron de la casa mientras ella subía lentamente los peldaños hasta llegar a su habitación.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top