XII. Eliksiren av kaos og glede

CHAPTER 12
THE ELIXIR OF CHAOS
AND DELIGHT

Un fuerte y estrépito sonido se escuchó fuera de la habitación, Elaena se removió entre las suaves y sedosas sábanas que la cubrían, abrió los ojos lentamente y mirando a sus costados.

Todos se encontraban en lo más profundo de sus sueños, que incluso no lograron percibir que tocaron a la puerta.

Ella salió de la cama sin despertar a los demás y una vez fuera de la gran cama dio un suspiro, se acercó a sus primas y con un leve movimiento hizo que Rhaenyra y Juliette se despertarán.

-Solo cinco minutos -Juliette se quejo aún con los ojos cerrados

-Es un lujo que no nos podemos dar Graddfarmôr -Rhaenyra mencionó mientras miraba el techo

-Deja de llamarme así -ella se levantó un poco de la cama-. Tengo nombre

Rhaenyra la miró momentáneamente
-Lo sé

-Dejen de discutir y mejor salgan de esa cama -Elaena las miró-. No nos esperan toda la eternidad para bajar a desayunar

De mala gana las dos le hicieron caso, Juliette vió como sus primos dormían plácidamente abrazados, Rhaena usando el torso de su hermano como almohada mientras él tenía su brazo al rededor de la cintura de su hermana, regreso su mirada a Elaena y Rhaenyra.

-Si no supiera que son hermanos, juraría que son pareja

Tanto Rhaenyra como Elaena se miraron mutuamente y no dudaron en reírse.

-No eres la primera en pensarlo -dijo Elaena

-Antes -comenzó a explicar Rhaenyra-. Era de lo más normal que alguien de la familia estuviera con un primo o hermano

-Incesto ¿En serio? -Juliette seguía sin creerse lo que Rhaenyra le decía

-Sí

-Pero, eso cambio hace unos tantos siglos -agregó Elaena

-Es curioso -Rhaenyra miró hacia la cama donde sus primos seguían acostados

-El ¿Qué? -Juliette quiso saber

-Qué aún no despierten

-Las escuché -dijo Ejder aún con los ojos cerrados-. Fuerte y claro

-¡Fingias! -exclamó Elaena-. Eso es nuevo

Ejder abrió sus ojos y suspiro
-Saldría de está cama si mi querida hermana no estuviera encima de mi

-Oooh, ¿Y por qué no la despiertas? -Ejder miró mal a Rhaenyra

-¿Cómo sabes que sigue dormida? -Juliette se cruzó de brazos-. Podría estar fingiendo como tú lo hiciste

-Su respiración es lenta -afirmó Ejder-. Cuando uno despierta la respiración cambia

-O fue Charles quien la dejo exhausta el otro día -dijo Elaena

Rhaena se removió en la cama dándole la espalda a su hermano y a los pocos segundos abrió los ojos con pesar en su ser.

Se sentía cansada, demaciado exhausta para ser verdad, y no era como lo que comento su prima, se volteo haciendo que quedará boca arriba y su mirada se dirigiera al techo.

-Levántate -le dijo su hermano quien ya había salido de la cama

-Tenemos cosas que hacer -mencionó Rhaenyra

-Y un plan que elaborar -agregó Elaena-. Si haremos el ritual como dice el libro tenemos que hacerlo en un lugar en el que no seamos molestados

-¿Algún lugar en mente? -preguntó Rhaenyra

-Los gemelos

-¿Qué con ellos? -le pregunto Elaena a Juliette

-Ellos tenían un mapa que mostraba todo el colegio, desde pasadizos secretos hasta lugares que nadie sabe que existen, deben saber de algún lugar

En ese momento las voces comenzaron a disiparse, solo era ella y su conciencia, absorta en sus pensamientos, solo estaría unos meses sin verlo, pero realmente comenzaba a extrañarlo, no le gustaba aquella sensación de revoloteo en su estómago, una sensación de vacío, un sentimiento que jamás había experimentado; extrañar a alguien que está a kilómetros de ti, pensando que estaría haciendo en este momento, si pensaría en ella o iría directo por el pergamino.

-Rhaena -su hermano hizo que regresará a la realidad

Ella parpadeó un par de veces y después miro a su hermano que la veía preocupado -¿Qué?

-¿Te encuentras bien?

-¿Por qué no he de estarlo? -ella le sonrió mientras se levantaba de la cama dirigiéndose al tocador

Ejder miro con extrañeza el comportamiento de su hermana quien se encerró en el baño, regreso su mirada a sus primas quienes tenían una expresión similar a la de él.

-Mujeres -musitó él mientras salía de la habitación

⚔️

Todo el día los primos tomaron sus clases con normalidad, Juliette había hablado con los gemelos tal como lo había planeado, y si, había un lugar secreto en el castillo que solo los gemelos sabían, el jardín secreto.

No por nada del mundo era secreto.

Anochecía en ese momento, su plan tenía que ser perfecto para que nadie pudiera verlos o atraparlos deambulando en los pasillos del castillo, sigilosos y casi invisibles, si podría decirse de esa forma, arriesgado, un poco tal vez, si los atrapaban seguramente recibirían un "lindo" regaño por parte de sus padres.

Juliette se acercó sigilosamente al lugar donde quedó de verse con los gemelos y ellos al verla la sonrieron.

-¿Listos?

-Nacimos listos -dijeron al unísono

Mientras que los primos se encontraban en el Armario de Severus Snape a puerta cerrada -ubicado en el corredor tapizado-; para que nadie sospechara que alguien se encontraba dentro, Rhaena hojeaba aquel libro que había recibido por parte de su madre y sus tías, no entendía el porqué no se lo habían mencionado antes, quizás, tal vez porque no muchos sobrevivían al proceso.

-¿Algo más aparte de frascos? -preguntó Elaena

-Esencia de lavanda -regreso su mira al libro-. No preguntes porqué

Rhaenyra y Ejder buscaron con cautela, hasta que él dió con lo que su hermana había mencionado, sonriendo triunfante, se acercó a una mesa donde dejo el pequeño frasco en una cesta donde varias cosas se encontraban ahí.

Elaena tomó la cesta y los cuatro salieron del lugar, una esfera de luz iluminaba su camino mientras se dirigían al lugar en el que quedaron de reunirse; en las cocinas de Hogwarts.

Unos pasos a sus espaldas fue lo que los hizo parar y hacer desaparecer la esfera de luz, quedando en penumbras.

-Skuldraach bléck -musitó Rhaena mientras su entorno cambio drasticamente en un segundo, su visión se había convertido a la de un dragón, y está tenía sus beneficios; ver mejor en la oscuridad o rastrear a otros por el calor de su cuerpo-. ¿Viktor?

En ese momento Ejder y Elaena de sus manos una luz tenue y blanca brillando en sus palmas permitiéndoles ver el rostro del mencionado.

-No deberías estar aquí -dijo Rhaenyra

-Pero aquí estoy

-Deberíamos agradecer que no fue alguien más -Elaena dió media vuelta y siguió su andar, los cuatro hicieron lo mismo-. Se imaginan si fuera otra persona

Ejder dió una sonrisa ladina
-Agradece que Nott no esté aquí

Se escuchó la leve risa de Rhaena y Rhaenyra, desde el baile de navidad en el que Elaena llevo al chico Nott a aquel baile siendo su pareja, si bien ella disfrutaba su libertad sexual, ninguno de los primos supo su sucedió algo más que unas simples sonrisas y un vals juntos.

-Y ¿Exactamente a dónde vamos? -Viktor preguntó mientras veía como Rhaenyra se acercaba a una pintura de un cuenco de frutas

-Quedamos de ver a Juliette en las cocinas -explicó Ejder

Los cinco ingresaron a las cocinas una vez que Rhaenyra abrió la puerta, era una enorme habitación de techo alto, grande como el Gran Comedor sobre ella, con montones de brillantes ollas de bronce y sartenes amontonadas alrededor de las paredes de piedra, y una gran chimenea de ladrillo en el otro extremo.

Todas las comidas servidas en Hogwarts son preparadas en la cocina por los elfos domésticos de Hogwarts. Las cinco mesas de la cocina estaban mágicamente unidas a las mesas del Gran Comedor, y los platos colocados sobre las mesas serían transportados a sus contrapartes en el Gran Comedor.

Ellos se acercaron a dónde los gemelos y Juliette se encontraban; comiendo galletas, para ser de noche el apetito les llegó.

Los gemelos al ver a los recién llegados sonrieron amablemente, Juliette hizo lo mismo.

-Bien -comenzó a decir Fred-. Es hora de irnos

-Solo sigan nos -prosiguió George-, y no se separen de nosotros

Y así lo hicieron, salieron de las cocinas, cuidando que alguien no estuviera en los corredores, siendo guiados por los gemelos al jardín secreto.

Al jardín secreto solo se podía acceder a él a través de una galería secreta escondida detrás de una estantería junto al vestíbulo trasero.

El vestíbulo trasero era una gran sala abierta a la que se accedía a través de un pasillo que conduce al despacho del profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Tenía alfombras y estanterías que cubrían las paredes. Había también varios cuadros en esta sala.

Mientras los gemelos los guiaban por los pasillos llegaron justo al jardín secreto, un lugar grande y espacioso, un lugar perfecto para hacer aquel hechizo que el libro mencionaba.

Elaena dejo la cesta en el césped
-¿Comenzamos?

Rhaenyra y Ejder se acercaron a ella, lo primero que tenían que hacer era dibujar una estrella de cinco puntas con sal.

La estrella de cinco puntas, es un gráfico o escritura mundialmente conocida y actualmente la podemos encontrar en talismanes o amuletos, con los nombres de pentáculo, pentagrama, pentalfa, pentángulo, entre otros nombres que cambian de acuerdo a su cultura.

A este pentagrama, se le suele atribuir creencias poderosas como un símbolo de protección. También, hay quienes la interpretan como un símbolo de magia -blanca o negra-, aunque su verdadero significado representa el equilibrio entre los cuatro elementos del mundo -aire, tierra, agua y fuego- ubicados en las puntas laterales e inferiores, con el espíritu, que estaría representado en el extremo superior y el centro.

La punta izquierda superior del pentagrama representa la Tierra, simboliza la seguridad, crecimiento, alimento.

Punta de la derecha superior del pentagrama representa al Aire. El Aire es el elemento de la mente. Representa el pensamiento, inteligencia, análisis razonamiento.

En la punta izquierda inferior en el pentagrama representa el fuego. El fuego representa la pasión.

Y La punta derecha inferior, es el elemento agua. El agua representa el ciclo de la vida.

Uno de los significados más populares, sería:
la estrella de 5 puntas representa al hombre y a la mujer. La punta superior representa la cabeza del hombre y las otras las extremidades de una persona, simulando la cruz.

Otros, dan por entendido que la punta superior es el hombre y las demás, son los cuatro elementos.

Son interpretaciones donde el hombre posee y controla los cuatro elementos, y con ello obtiene la armonía del cuerpo y del espíritu.

Mientras terminaban de dibujar aquella estrella de cinco puntas, Rhaena abrió el libro, se acercó a la cesta y dejo el libro en el césped mirando aquel dibujo de la estrella de cinco picos con los símbolos del espíritu y los cuatro elementos.

De la cesta saco un total de cinco bases en forma de triángulo, parecían piedras con forma de pirámide, grabadas con su respectivo símbolo y elemento.

Juliette se acercó a ella quedando de rodillas a un lado -¿Y ahora?

Rhaena señaló el dibujo mientras Juliette lo miraba atentamente -¿Sabes donde ponerlas?

Ella asintió como respuesta y Rhaena le entrego dos de aquellas piedras para que Juliette las colocará en sus respectivos lugares, Rhaena hizo lo mismo.

Viktor, Fred y George solo eran simples espectadores, los cuales no tenían ni una mínima idea de lo que harían en aquel momento, o de que tipo de magia serían testigos.

Y aunque las esferas de luz eran bastantes; permitiéndoles ver lo que hacían, es sus mentes la incertidumbre y perplejidad, los carcomía lentamente, la duda estaba en sus rostros.

-¿Qué están haciendo?

Juliette se acercó a Fred mientras le sonreía
-Es un ritual

-¿Para qué? -George quiso saber

-Para ayudar a Rhaena en la segunda prueba

Los tres dirigieron su mirada a la nombrada, quién se quitaba la capa que la cubría mientras tomaba el libro del césped acercándose a su hermano con unos pequeños frascos que levitaban cerca de ella.

Viktor fue hasta ellos dos y se dirigió a Rhaena -¿Qué planeas hacer?

Ella le sonrió mientras le entregaba el libro para que pudiera observar su contenido mientras una esfera de luz iluminaba su lectura -Necesito aprender a controlar el elemento agua para pasar la siguiente prueba

-¿Qué necesitas?

-Que alguien extraiga un fragmento de mi alma -ella tomo un frasco que levitaba a su lado y se lo extendió a él

Viktor le dio el libro a Ejder y él tomo el frasco que su amiga le dio, saco su varita mientras señalaba con la punta de está en el pecho de ella.

Un hilo entre azulado y blanco irradiando luz fue lo que salió una vez que Viktor movió su varita, dejando aquel hilo en el frasco; parecía agua luminiscente.

Él le entregó el frasco y ella le sonrió
-Gracias

Ejder miró a Rhaenyra y Elaena quienes se encontraban a lado de él -Ustedes harán lo mismo

Rhaenyra y Elaena se acercaron a Rhaena y cada una tomo un frasco, ambas hicieron la una a la otra lo que Viktor solo que en lugar de usar la varita, solo bastó un ligero movimiento de manos, dejando su pequeña extracción de alma en el frasco.

Juliette junto con los gemelos se unieron a ellos, Ejder le explicó mientras los gemelos oían atentamente lo que él les decía.

-¿Duele? -preguntó Juliette

-Creeme -respondió Ejder-. Ni siquiera lo sentirás

-Tal vez sientas que un hilo sale de ti -dijo Rhaenyra mientras se acercaba a ella mientras Fred sostenía el pequeño frasco

-Bien -suspiró-. Hazlo

Juliette cerró lo ojos, lo único que sintió fue algo tan delgado saliendo de ella, al abrir un ojo pudo ver a Rhaenyra dejando aquello en el frasco que sostenía Fred y como él lo veía anonado, parpadeó un par de veces, ella tomo el frasco en sus manos y admiro el brillo que irradiaba su extracción de alma.

Ejder le entrego el libro a uno de los gemelos, se acercó a la cesta y de ella sacó una daga y un cáliz, las cuatro mujeres junto con el se dirigieron al centro de la estrella de cinco picos.

Sentadas de piernas cruzadas, formando un círculo una frente a la otra y aquel cáliz en el centro de ellas, colocaron sus manos una encima de la otra por el elemento que controlaban; agua, fuego, tierra y aire.

Ejder con la daga atravesó las manos y de ellas la sangre comenzó a gotear, y mientras eso ocurría decían el hechizo que venía en el libro y habían memorizado horas antes, fuerte y claro:

«Jörðin er líkami minn
Vatn er blóð mitt
Loft er andardráttur minn
Eldur er andi minn»

Ejder saco la daga, el quejido de ellas se hizo presente, cuando separaron sus manos botaron como está sanaba sin dejar marca algunas.

Él se alejo de ellas dirigiéndose a dónde los gemelos y Viktor estaban, viendo de lejos lo siguiente que sucedería, cerca de la entrada por si acaso algo llegaba a salirse de contro.

-Esta es mi parte favorita del hechizo -dijo Elaena

se escucharon las leves risas de ellas
-Sin duda -Rhaenyra de miró la palma de su mano-, lo es

Las cuatro con sus frascos en mano vertieron el contenido en el cáliz, este se mezcló con la sangre.

Rhaenyra, Elaena y Juliette miraron a Rhaena esperando una reacción por parte de ella, Rhaena tomo el cáliz y bebió el contenido, todos los ahí presentes esperaban que algo más sucediera, hasta que el cielo de torno grisáceo, la brisa comenzó ha hacerse más fuerte, las hojas volaban por todas partes y con ellas un poco de tierra, igual que un tornado.

Aquellas bases que habían colocado en cada punta del pentagrama comenzaban a brillar, y cada una se desintegró por su elemento.

Solo la del espíritu seguía intacta, la lluvia comenzó a caer mojando los por completo, truenos y relampagos se escuchaban fuertemente como una guerra colisionando en el cielo.

Rhaena se puso en pie
-Largo, váyanse, ahora

Las tres se pusieron de pie mientras Rhaenyra se acercaba a ella -¿Y tú?

-Estaré bien

Elaena tomo de la mano a Juliette, ambas corrieron hasta donde los gemelos y Viktor estaban, mientras Ejder corría hasta donde su hermana y prima.

-Vete -Rhaena se dirigió a su hermano-. Ambos

Ejder le entrego el frasco con la escencia de lavanda -Espero esto funcione

Él tomó del brazo a Rhaenyra, ambos corrieron hasta la entrada del jardín, cerrando la puerta tras ellos para estar seguros de la tormenta.

La gran estrella de cinco puntas se torno en llamas, cada línea que la unía, abrió aquel frasco que su hermano le dio y lo unto en la parte posterior del cuello.

Se dejó relajar por el olor que emanaba que termino acostada de espaldas viendo al cielo, cerró los ojos, fue en ese momento en el que lo sintió correr en sus venas, el ardor en la parte posteriore de su cuello.

Abrió los ojos lentamente notando el cambio en su entorno, el agua caía lentamente, las hojas volando aún ritmo tardío junto con las partículas de tierra, al igual que el movimiento del fuego, como ver todo en cámara lenta, parecía que el ambiente había cambiado, y de un momento a otro todo fue a la inversa, una regresión, ella solo percibió lo circunstante.

Solo sintió un leve movimiento en su hombro regresándola a la realidad, parpadeo un par de veces, el primero en ver fue a su hermano.

-¿Funcionó?

Ella se levantó quedando sentada en el césped, se tocó la parte posterior del cuello sintiendo el ardor y la sangre correr, miró a su hermano y en un susurro dijo «sí» .

⚔️

Los días habían pasado, los meses habían transcurrido lentamente para algunos y para otros de los veloz.

Estaba a solo unas semanas de la segunda prueba, y Rhaena comenzaba a extrañar de más a alguien en particular.

Ella se dirigió al comedor de la casa, Viktor, Ejder y sus primas se encontraban ahí al igual que los gemelos.

Ejder tomo una manzana mientras su hermana pasaba cerca de él
-¿Cómo vas con tu entrenamiento?

En eso una nube en tonalidades grises apareció sobre su cabeza, pequeños truenos de luz se escucharon y una llovizna callo mojandolo por completo para después de unos segundos desaparecer.

-Excelente, de hecho

Rhaena tomo el tazón de porcelana donde las fresas se encontraban, un antojo que tenía esa misma mañana, y aunque no era temporada realmente las anhelaba con el alma.

-¿A dónde vas? -preguntó George al verla con una capa cubriéndole sus hombros

-Voy a salir

-Regresa antes del anochecer -dijo Ejder mientras se secaba el rostro con una tela

-No será posible

-Mañana -ella solo nego con la cabeza

-¿Irás con nuestro hermano? -preguntó Fred a lo que ella se encogió de hombros

Ella dio media vuelta hasta que Ejder la detuvo -¿No se te olvida algo?

Rhaena se acercó a su hermano en lo que terminaba de comer la fresa para después quitarle las hojas de la coronilla a está misma y entregársela a su hermano, mientras daba media vuelta dispuesta a irse en ese momento

-Me refería a empacar ropa para el viaje -dijo mientras miraba a su hermana irse-. Pero al parecer no la necesitaras

En eso se escuchó la sonora risa de Elaena, todos ahí le prestaron atención mientras caminaba hasta donde Ejder mientras ponia una mano en el hombro de su primo.

-Qué buen chiste -ella sonrió-. Realmente fue bueno

-Por los dioses, Elaena -dijo Rhaenyra-. Hay mejores chistes que ese

-Si tú lo dices

⚔️

Rhaena caminaba a paso firme cerca de Hoia-Baciu. Hoia-Baciu era conocida en el mundo Muggle como un bosque en Rumania, situado al oeste de la ciudad de Cluj-Napoca.

En él se produciría el fenómeno del tiempo perdido. Muchos de los que han entrado al bosque han perdido la noción del tiempo y cuando salen creyendo que han estado unos minutos en realidad han estado perdidos horas o días.

Aunque la realidad en el mundo mágico es otra completamente diferente a la que mencionan las personas no mágicas.

Puesto que dentro de este misterioso bosque se encontraba el santuario de dragones.

Caída la noche y el cielo iluminado por estrellas, una esfera de luz iluminaba su camino hasta ver a lo lejos una cabaña.

Algo muy dentro de su ser le decía que fuera corriendo y tocará la puerta. Su corazón latía al mil, estar emocionada era poco comparado con todas las sensaciones que la rodeaban en ese momento, aquello que sentía la abrumaba un poco pero la hacía realmente feliz.

No se dio cuenta en qué momento ya estaba frente a la puerta de roble, alzo su mano izquierda y con puño cerrado tocó esperando que él abriera.

Se escucharon los pasos acercarse y la puerta abrirse -Razvan que...

La mirada de ambos se encontró, Charlie se había quedado sin palabras al notar quien estaba frente a su puerta, el nombre de ella fue como un susurro al frío viento de la noche, veía a Rhaena como la ilusión más bella que sus ojos podían admirar, no podía imaginar que ella estuviese frente a él.

-No se que me has hecho -dijo ella al ver la falta de palabras en él-. Pero, no puedo dejar de pensar en ti

Charlie extendió su brazo y con la palma de su mano acarició con suavidad la mejilla de Rhaena, sintiendo su piel, ambos disfrutando el tacto del otro.

Él se acercó a ella quedando a escasos centímetros de su rostro -¿Estás aquí?

-Lo estoy -respondió Rhaena acercando su rostro

Y Charlie se inclinó hacia ella y la besó con suavidad. Rhaena jadeó, cerró los ojos y se dejó llevar por el roce de sus lenguas junto con el olor de madera quemada por las brasas del fuego que emanaban de la chimenea, sintiendo que algo estallaba en su pecho y que un extraño hormigueo recorría el cuerpo de ambos. Los labios de Charles acariciaron los suyos, con ternura, y cuando se separó de ella aún podía sentir el sabor de las fresas recorriendo cada parte de su paladar.

Él acaricio levemente el cuello de ella, Rhaena le sonrió mientras reposaba su cabeza en el pecho de él, Charlie le devolvió la sonrisa mientras rodeaba con una mano la cintura de Rhaena e ingresaban a la cabaña y la puerta cerrando se detrás de ellos.

Él lugar era hogareño y rústico a la vez, cálido por el fuego que emanaba la chimenea, un lugar perfecto en dónde solo dos personas sabrían congeniar a la perfección.

⚔️

Los rayos del sol atravesaban la ventana,
Rhaena dormía plácidamente; boca abajo y abrazado a la almohada.

Charles se había despertado minutos antes debido a luz entrante; era de costumbre en él madrugar debido a las obligaciones que tenía en el trabajo, pero en ese momento solo era un hombre que disfrutaba los pequeños placeres de la vida al estar acompañado de una presencia femenina.

Con las yemas de sus dedos dibujaba patrones de arabescos en la espalda desnuda de Rhaena, y aunque a ella en parte le daba cosquillas eso la hizo despertar, se volteo para quedar de frente a él y le sonrió.

-Buenos días -dijo ella mientras se acurrucaba en los brazos de Charlie

-Buenos días -él le besó la frente mientras le sonreía

En eso de fondo se escuchó que alguien tocaba a la puerta -¡Charlie!

La voz de aquel hombre resonó por toda la cabaña hasta llegar a la habitación donde ambos se encontraban.

-Deberías abrir

Charlie se levantó un poco de la cama quedando encima de ella mientras dejaba un camino de besos en el cuello provocando leves jadeos de satisfacción.

-¡Charlie, voy a entrar!

La protesta de aquel hombre no se hizo escuchar por la pareja, ellos estaban en su juego personal de besos y caricias, provocándose la excitación el uno por el otro justo como en la noche hicieron.

Tan absortos en su pasión los dos se detuvieron cuando alguien entro a la puerta sobresaltado a la pareja, Charlie con su cuerpo cubrió el cuerpo de Rhaena mientras ella tomaba las sábanas llevándolas a su pecho.

-Razvan, no te enseñaron a tocar la puerta -Charles dijo fuertemente

-Por Merlín, Charlie -Razvan se dió la media vuelta dando la espalda a la pareja-. Resulta que si me enseñaron a tocar la puerta y esperar a que alguien abriera... Solo que no iba a esperar toda la tarde bajo el sol quemando me

Charlie rodó los ojos y se levantó de la cama dirigiéndose al baño, el agua se escuchó correr mientras Rhaena se dió la vuelta en la cama para ver aquel hombre que se encontraba de espaldas mirando hacia la ventana.

-Así que Razvan -dijo ella captando la atención del hombre

-Si -afirmó él-. Razvan Dragan ¿Tú cómo te llamas?

El único nombre y apellido que se le vino a la mente fue el de la madre de su abuelo paterno -Daesella Edraryn

-Que nombre tan peculiar

-Me lo han dicho antes

-Así que, sales con Charlie -Razvan quiso saber

-Podría decirse

-Eres afortunada ¿Sabes? -él formó una sonrisa en sus labios mientras seguía mirando el paisaje-. Es raro que Charlie se fije en alguien que no sea un dragón

En eso el agua dejo de escucharse y solo en cuestión de minutos Charles salió vestido y peinado, se acercó a la cama sentándose a un lado, la miro a ella con una sonrisa.

-Estaremos en una taberna no muy lejos de aquí ¿Te veo ahí? -ella asintió como respuesta

Él se levantó de la cama, se acercó a su amigo y le tocó el hombro indicándole que era momento de que los dos se fueran.

Rhaena salió de la cama dirigiéndose al baño, se baño y arreglo, con ayuda de su magia apareció su vestimenta que usaría en ese momento, vistiéndose de una forma que no llamará la atención y lo más normal posible; pantalones de cuero negro junto con botas a juego y sin mucho tacón, una blusa blanca de manga tres cuartos con cuello en "V", con magia hizo que sus runas se cubrieran como si nunca existieran, cambio el color de su cabello a un castaño claro al igual que sus ojos a un tono hazel y para finalizar tendió la cama con magia para después salir de la cabaña.

En el camino a la taberna muchos la miraban, seguramente porque jamás la habían visto, no prestó atención cuando alguien la llamó; un hombre, al rededor de treinta y cinco años.

-Disculpa -dijo el hombre asiendo que detuviera su andar-. ¿Eres nueva aquí? No te había visto antes

Ella sonrió a medias -Solo estoy de visita

-Oh -él le sonrió-. No me avisaron de tú llegada, el encargado del santuario esta gravemente enfermo por lo cual yo estoy en su lugar

-Comprendo

-Soy Darius Ardelean -extendió su mano para estecharla y ella acepto el saludo

-Daesella Edraryn

Ambos comenzaron a caminar
-Así que, solo estás de visita

-Sí y no

Él la miro confundido a lo que Rhaena le sonrió -Vine a visitar a mi novio y para hacer actividades extracurriculares

Rhaena no quería que nadie aparte de Charles supieran que estaba ahí, tenía que inventarse una buena historia que todos creyeran.

-En ese caso, bienvenida

-Gracias -musitó-. Y dime, eres algo más aparte del encargado temporal

-Soy el sanador -el tono en que lo dijo fue de orgullo a su profesión-; me encargo de todos los heridos aquí

-Así que los huesos rotos, quemaduras y erupciones son lo tuyo

-Podría decirse

Ambos al llegar a la taberna Darius fue quien abrió la puerta para que ella ingresará primero, Rhaena miró a su alrededor hasta que de lejos vio a Charlie acercarse a ella junto con su amigo, él sonrió al verla pero se sorprendió al ver con quién venía acompañada.

-Dae -el la rodeo con su brazo en la cintura-. Veo que ya se conocieron

Darius se sorprendió más al saber lo que su amigo dijo, no creía que él, justamente al que más adoraba a un dragón que a una mujer estuviera con una, y más aún, cuando no le mencionó nada al respecto.

-Sales con Charlie

-Eso es muy evidente, Ardelean -respondió ella

Darius miro a Razvan -¿Tú sabías?

-Tambien me acabo de enterar justo hoy, y no por la mejor de las formas -Charlie le dió un codazo-. Esta bien, no hablaré más

⚔️

Rhaena caminaba hasta donde los dragones adultos se encontraban, a aquella área no muchos entraban, menos los visitantes, por precaución y extremado peligro el lugar era de lo más restringido.

Disfrutaba el aire fresco que rozaba su rostro y al aroma a madreselva junto con pino, se sentía tranquila consigo misma y feliz por quién la acompañaba, si bien la compañía de Charlie le agradaba demaciado, estar con dos de sus amigos la hizo sentir un poco más cerca a él; pudo conocer una nueva faceta que jamás había visto y eso le hizo saber que tenía su confianza.

Las risas no faltaron, al igual que bromas y anécdotas, era una nueva experiencia con personas diferentes.

Charlie tuvo la amistad de Darius y Razvan al instante, congeniar con los demás se le hizo fácil, la mayoría de ellos compartían un gusto en particular; los dragones, siempre encontraban un pasatiempo en común.

A lo lejos veía a los dragones jóvenes y adultos, algunos descansando otros no, y aunque la distancia era variada un dragón no pasó desapercibido por Rhaena; Amatista.

Aquellos ojos violeta y esas escamas negras eran inconfundibles, decidió bajar de la colina en la que estaban los cuatro, sin importar las advertencias de Razvan y Darius, Charlie solo veía a lo lejos aquella pequeña rebeldía de hacer lo que quería.

Al igual que sus amigos bajo de la colina a toda prisa, detuvo su paso cuando Rhaena fue corriendo a abrazar a aquel dragón que ella había nombrado meses antes.

-Ayāmēthisṭa! (¡Amatista!) -el dragón dió un resoplido de alegría-. Āpani ēkaṭi bhāla mēẏē haẏēchē? (¿Has sido una buena chica?) -recibió como respuesta un rugido mientras el rostro de aquel animal se acercaba más a ella-. ē magē kella (esa es mi chica)

Rhaena le acarició la cabeza mientras los demás la veían, ella siempre había tenido esa conexión con los dragones al igual que su abuelo, Charlie sonrió, sabía que estaba conociendo algo nuevo en ella; la parte feliz y algo aniñada, le gustaba verla así.

Darius paso su vista de Rhaena a Charlie, sabía que la mirada que su amigo tenía en ese momento era única y especial.

-Su nombre no es Daesella ¿Cierto? -Darius quiso saber si su sospecha era cierta

Charlie suspiro, sabía que podía confiar en ellos con el alma -No

-Con razón algo no me cuadraba -musitó Razvan-. Cuando los ví noté una cabellera rubia y runas -él miro a sus dos amigos-. ¡Estás saliendo con nuestra jefa!

Darius frunció el ceño y se cruzó de brazos sin quitar la mirada de Charlie -¿La princesa Rhaena? ¿Futura reina de Noruega?

-Si -afirmo él-. Solo, no le digan a nadie más que está aquí, ella no quiere que alguien más se entere

-No lo diremos -Darius y él se sintieron mutuamente

-Nuestro futuro está en tus manos Charlie -dijo Razvan

-No es para que exageres

Los tres se rieron a carcajadas, regresaron su mirada a Rhaena quien parecía jugar con Amatista, y aunque parecía irreconocible a sus ojos sabían de quién se trataba, les agrado conocer la parte oculta de la princesa, el secreto que se llevarían a la tumba.

⚔️

La noche anterior Charlie y Rhaena habían pasado un momento bajo el cielo nocturno que Rumania les otorgaba, parecía más como su segunda cita -o su adelanto de San Valentín- y fue agradable para ambos, al amanecer los dos decidieron hacer algo juntos; sería el último día que pasaría en el santuario y querían aprovecharlo al máximo, hasta que se reencontrarán en la segunda prueba del Torneo de los tres magos.

Ambos se encontraban en la sala de la cabaña contando anécdotas, Charlie le contaba la historia detrás de cada herida y quemadura que cubría su cuerpo.

-Y esta -señalo la cicatriz leve de a lo que parecía ser una mordida-. Fue culpa de la cría de un dragón, no sabes cuánto agradezco que fuera una mordida y no una quemadura

Se escuchó la leve risa de ella -No puedo creerlo

-Oh, creelo

Ambos se sonrieron mutuamente hasta que el sonido de la puerta captó su atención, Charlie se levantó y abrió la puerta encontrándose una mujer que ya conocía; Sigrid.

La dejo pasar, Sigrid se acercó a dónde Rhaena y se sentó a un lado de ella y antes de que Rhaena mencionara algo le entrego un total de cinco cartas y otras dos a Charlie.

-Tú padre me mandó -dijo mirando a Rhaena-. No sé porqué decidieron escribir las cartas, seguro te enteras de cosas -se dirigió a Charlie e hizo aparecer una caja con artilugios que él tomo-. Tus hermanos te mandan esto, me dijeron que te hiciera saber qué si las llegabas a usar les escribieras como fue el resultado -se acercó a la puerta y antes de irse le dijo a Rhaena-. nos vemos

Y se fue, Charlie se sentó a lado de Rhaena mientras examinaba el contenido de la caja, sin duda era para hacer bromas, y los responsables; los gemelos y sus inventos.

Mientras tanto Rhaena leía el contenido de las cartas en voz alta, no le molestaba que Charlie escuchara, se podría decir que incluso compartió risas con ella; Rhaenyra y Juliette tenían esa habilidad de hacerla reír con cosas absurdas.

La carta de su hermano era más firme, sin duda cada uno parecía que escribió su día desde su punto de vista; el día que se fue su padre pregunto dónde se había ido y nadie respondió, la encubrieron, pero Ragnar suponía donde, así que no hubo tanto problema.

Ese día fue de bromas por parte de los gemelos, tal como venía escrito en las cartas que ellos escribieron para su hermano al igual que la familia y amigos de Rhaena, aquella broma a lo que describieron épica e inolvidable por el simple hecho de que Rhaenyra y Elaena contribuyeron a qué se llevará a cabo.

Todo cambio cuando Rhaena llegó a los últimos párrafos de la carta de Elaena, Charlie al notar su silencio decidió tomar la carta y leerla

Querida Rhaena

No sabes lo que te has perdido en estos días, bueno, tampoco tantos como si te hubieras ido un año entero, pero ha Sido de lo más divertido.

Recuerdas aquel día que te fuiste sin decir a dónde, la mayoría suponíamos a dónde pero tío Ragnar no, agradezco que no desatara su furia en nosotros, todos aquí cubrimos tu huida.

Sabes, la influencia de los gemelos no es la mejor, tanto para Juliette como para nosotras, al otro día por seguir la sugerencia de Fred y George los siete terminamos haciendo bromas a toda la escuela, y si, Viktor también contribuyó, además, usamos nuestro encantó de mareritt, ya sabrás cómo terminaron algunas cosas.

Debiste verlo, fue muy divertido, excepto el regaño de nuestros amados y queridos padres que nos dieron la vida a este mundo.

Pd: espero que hayan usado protección, soy muy joven para ser tía.

Con cariño Elaena

Charlie dejo la carta a un lado y miro a Rhaena quien había cambiado su expresión radicalmente.

-Nosotros no lo hicimos

Rhaena miro a Charlie -Mis primas, Viktor, incluso mi propio hermano, no saben que yo no puedo concebir

Eso lo tomo por sorpresa, no se imaginaba que Rhaena tuviera problemas de fertilidad.

-Creo que eso facilita las cosas, tu dolor es mi dolor -él la miro-. No soportaría verte sufrir, se necesitaría más fuerza de la que tengo

Ella no dudo en abrazarlo, su mayor secreto salió sin dificultades con tan pocas palabras, pensar en eso aveces le entristecía, pero no era su culpa que los dioses la maldijeran con no poder crear vida, la culpa siempre de alguien más; la peor influencia en su vida.

Y así los dos se quedaron abrazados hasta que el sueño les ganó, durmiendo placidamente uno junto al otro.

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