XI. Fire elementer
CHAPTER 11
FOUR ELEMENTS
Rhaena miraba su reflejo en el juego de tres espejos del tocador, mientras ella terminaba de hacerse unas trenzas de lado, cuando terminó de hacerlas de uno de los cajones saco unos accesorios, argollas que usaba para adornar y otros accesorios de oro para sujetar las trenzas, dejando su cabello suelto y ondulado.
Por el reflejo del espejo pudo ver cómo Charlie la miraba, ella se dio la vuelta para poder verle mientas él se ponía una chaqueta.
–¿Qué es lo que cruza por tu mente? Te recuerdo que ya no puedo hurgar en tus pensamientos
Ella vestía con pantalones de cuero negro bastante ajustado a su cuerpo, usaba un bustier de cuero negro sin tirantes y traía puestas unas botas de cuero negro con tacón de puente.
–Me preguntaba, ¿qué es lo que ocultas con el glamour?
Glamour hace que las cosas se vean diferente a lo que en realidad son. Hecho correctamente, crea una perfecta apariencia en la mente del observador y oscurece perfectamente la verdadera figura de la cosa oculta con esta magia.
Rhaena se levanto del taburete del tocador y se acercó estando a pocos centimetros de él, Charlie alzó una de sus manos, acaricio una de sus mejillas mientras ella bajaba la mirada, cuando alzó su mirada para mirarlo a él sus iris cambiaron a tonalidades violeta y sus pupilas tenían una forma elíptica vertical, ojos característicos de un dragón.
Charlie miro aquellos ojos de una manera especial, no de sorpresa, más bien de admiración, si bien eran ojos representativos de un reptil, a ojos de él era lo más asombroso que podía ver quedando maravillado con aquella tonalidad violeta.
Y así como ella mostró su rasgo físico distintivo, en un simple segundo sus iris cambiaron a tonalidades azules verdosas y sus pupilas tomaron una forma circular.
–¿Cómo-?
Ella le sonrió –Después te lo contaré
Ambos salieron de la habitación, bajaron las escaleras y al pie de esta sus primas junto con otras personas se encontraban ingresando a la casa, Rhaena volteo a ver a Charlie, el tenía una mirada desconcertada por no saber que les sucedía.
Los dos se acercaron a dónde las siete personas se encontraban, tanto como Elaena y Rhaenyra se cubrían la mirada de los resplandores del sol, Juliette no era la excepción.
–Alguien que apague el sol
–Tengo entendido que el sol no se puede apagar, Rhaenyra –respondió Rhaena
–¡Ah!, eres tú
–¿Quién más sería?
–No lo sé, madre, tal vez –dijo Elaena–. La resaca no es linda
–Ustedes también –Charlie señalo a sus hermanos
–Solo un poco –dijo Fred
–Tal vez –agregó George–. Theodore también estuvo con nosotros
El nombrado dio un leve saludo con la mano para después tocar su frente, el menos afectado en esos momentos parecía ser Viktor.
–Al menos aún recordamos lo sucedido –Ejder camina hasta llegar a lado de su hermana
–Recordar –Rhaena murmuro para si misma
Ella miró a su hermano y viceversa, frunció un poco el ceño mientras que un pensamiento cruzaba por su mente, los hilos se conectaron y sabía que lo que había sucedido aquella noche no era mera coincidencia.
–Mierda –musitó para ella misma
Dió media vuelta y a paso acelerado camino lejos de ellos, mientras que su hermano la veía alejarse con el ceño fruncido, Charles la siguió al ver su drástico cambio de humor, Ejder los siguió de igual forma, escuchar maldecir a su hermana no era muy común en ella.
–Y ¿Ustedes a dónde van? –Rhaenyra pregunto mientras caminaba a paso lento
Los demás caminaban por el mismo pasillo, en una vuelta Elaena casi tropieza, de no ser porque Viktor y Theodore estuvieran a su lado habría caído.
–Gracias –ella le sonrió a ambos–. No se cómo Rhaena camina con estos vestidos
–Créeme –comenzó a decir Rhaenyra–. Ni yo lo sé
Los siete llegaron a unas grandes puertas abiertas dejando mostrar varias estanterías que contenían miles de libros, todos ellos flotando en el lugar o esparcidos en el suelo.
Ejder miraba a su hermana total y completamente expectante ante lo que veía.
–¿No creo que un tornado haya pasado por aquí?
Fred miró a Julitte y luego a su gemelo
–Definitivamente no
–¡No está!
–¿Qué no está? –Charlie quiso saber
–El libro
–¿Qué libro? –inquirió Ejder
–El que padre me prohibió leer
–Mierda
–Sí, Ejder –ella se cruzó de brazos–. La pieza faltante del rompecabezas, tu porque crees que no recordamos lo de la otra vez
Ejder miró a Charlie notando en el tono de su hermana la cual quiera evitar dar detalles, pues bien, no era el aquí y el ahora para dar explicaciones, las circunstancias eran diferentes, las prioridades en ese momento eran otras, después ella tendría en el momento adecuado el mencionarle los sucesos de aquella noche.
Viktor y los demás se unieron a ellos.
–¿Qué pasó la otra vez? –preguntó Elaena
–Después de la selección de los campeones –comenzó a explicar Viktor–. Festejamos y no recordamos nada de esa noche
Rhaenyra miró expectante a Viktor
–Nada –él asintió como respuesta
–Dime hermanito ¿Qué crees que sucedió? –tanto Ejder como Viktor se pusieron pensativos–. No es coincidencia que después de eso comenzarán las muertes
–Aegon –dijeron los primos
–Estamos en problemas –susurró Rhaena
–Creí que les había dicho que los vería en el comedor –los diez se dieron la vuelta mirando a las otras ocho personas que se encontraban en el lugar
–Estamos en problemas –susurro Elaena
–Grandes problemas –continúo Rhaenyra
Rhaena dirigió su mirada a Charlie
–No planeaba que así conocieras a la familia
Él le sonrió y la rodeo de la cintura con un brazo –Algún día los conocería
–Sí, pero me hubiera gustado que fuera en otras circunstancias
⚔️
Todos se encontraban en el comedor incluyendo a los gemelos y Theodore, que de no haber sido por una de las tías de Rhaena ellos no estarían ahí disfrutando un apetitoso banquete en los más profundos silencios.
A la izquierda de ella se encontraba Charles y la derecha Ejder, el silencio era palpable en el lugar y al parecer nadie se atrevía a romperlo.
–Así que tú eres Charles, del que casi no oigo hablar –Daenyx mira a momentáneamente a Ragnar para prestarle atención a la pareja de su sobrina
–Así es, señor
Rhaena lo mira –Él es mi tío Daenyx Krasnyvolk –señala con la palma extendida a su tía–. Ella es su esposa Arivayla Krasnyvolk
Él la miró y después a los nombrados, Rhaena prosiguió nombrando a los otrs miembros de su familia.
–Él es mi tío Aeralyx Argentdriff, y su esposa Vyrakira Argentdriff
Rhaena dirigió su mirada a los últimos dos miembros de la familia que le faltaban.
–Ella es mi tía Kelrina Graddfarmôr, y por último, mi abuela, Ariwyn Pendragon
–Un placer conocerlos
En el rostro de Ariwyn se dibujo una sonrisa
–El placer es nuestro
Ariwyn mira a sus hijos y su mirada se posa en su primogénito Ragnar, Rhaena mira su hermano mordiéndose levemente el labio inferir, mientras Ejder mira a su hermana, los dos dirigen la mirada a su padre quien está al otro lado de la cabecera de la mesa.
Ragnar dejo los cubiertos a un lado
–¿Qué es lo que estaban buscando en la biblioteca?
Rhaena, Rhaenyra, Elaena, Juliette, Ejder y Viktor compartieron miradas cómplices mientras que los gemelos y Nott era los espectadores del momento.
Mientras Charlie colocaba su mano sobre el dorso de Rhaena deja do leves caricias.
–Un libro –dijo Ejder con ironía
Unas cuantas risas se escucharon
–Eso suena muy lógico, hermanito
–Si no encontrábamos el libro que necesitábamos era de esperarse que dejáramos un desorden, es lógico
Los mellizos miraron a a su padre esperando que dijera algo –Bien, después hablaremos de eso
–Si eso es todo lo que tenías que decir –ella se levantó del asiento–. Tengo otras cosas que hacer
Charlie hizo lo mismo que ella –Me encantaría quedarme, pero tengo trabajo en Rumania
Los dos se dirigieron hacia la puerta hasta que la voz de Ragnar los hizo detenerse –Aún no termino
Rhaena dio una mirada a Charlie y se volteo a ver a su padre –Te escucho
–La niña quiere enfrentar a su padre –dice Aeralyx–. Eso es un gran paso
–Lo dice quién se enfrentó a su padre y casi termina con un hacha en la cabeza –mencionó Daenyx
–Hacha... –Fred mira a su hermano
Elaena miró a su tío –Mira quién habla, el que enfrentó a su padre y casi queda tuerto
–¿Tuerto? –Charlie miró a Rhaena
–Larga historia
–Casi tuerto –corrigió Rhaenyra a Charlie–. La historia es bastante... Interesante
–Es suficiente –dice Arivayla mientras que algunos trataban de contener la risa
–Van a dejar traumados a unos –menciona Vyrakira al ver los rostros de Fred, George y Theodore
Ragnar se levanta acercándose a dónde está su hija quedando a unos centímetros de ella
–No sabes nada de un niño desaparecido
–Si preguntas si está muerto, aún no lo sé, pero ya intentaron buscar cerca de algún cuerpo de agua –ella dió una sonrisa ladina mientras salía de el lugar con Charlie a su lado
⚔️
Rhaena y Charlie se encontraban acostados en la cama, acurrucados uno al lado de otro, ella apoyada en el pecho de él.
Charles con su mano derecha acariciaba el cabello de ella provocándole un hormigueo en la cabeza y haciéndola adormilar.
–Creí que habías dicho que tenías que regresar a Rumania
Una sonrisa se formó en el rostro de Charlie
–Pueden sobrevivir sin mi por unas cuantas horas más
Él la sintió reírse –Eso es bueno
Rhaena levantó su rostro para mirarlo y depositar un beso en sus labios mientras que con la palma de su mano izquierda acariciaba la mejilla de él, Charlie disfrutaba aquel tacto cálido de ella hasta que esté lo abandonó cuando aquel beso finalizó.
–Deberíamos salir
–Te refieres a salir, como una cita –él asiente como respuesta–. Ahora
–Nunca hemos tenido una
–Eso es porque hicimos todo a la inversa
Charlie con su dedo índice dejaba pequeñas caricias en la mejilla de ella mientras la miraba a los ojos –Y ¿Qué dices?
Rhaena se mordió el labio inferior –Esta bien
Él le sonrió y ambos se levantaron de la cama dirigiéndose a la puerta de la habitación con cautela, ella serró la puerta detrás de ella, los dos bajaron las escaleras y como si de fugitivos se tratase salieron de la casa sin ser vistos por ninguno de los huéspedes del lugar, una ves algo lejos de la residencia hicieron una aparición en La Villa de Hogsmeade.
Los dos tomados de las manos caminaron por las calles de Hogsmeade hasta llegar a su destino Las Tres Escobas.
Charlie abrió la puerta dejando que ella ingresará primero, Rhaena se dirigió a un lugar en la parte de atrás lejos de la multitud, él, por su parte, va a dónde se encuentra después de unos minutos con dos cervezas de mantequilla en mano.
Charlie se acerca a la mesa un vaso frente a ella y el otro frente a él
–No sabía que te gustaba, así que pedí lo mismo para ambos
Ella le sonrió –Creeme, lo último que quiero beber en estos momentos es hidromiel
–¿Hidromiel? –pregunto a lo que ella asintió como respuesta
–Para los vikingos, el hidromiel era el único alimento del dios Odín. En muchos cantares épicos nórdicos se recitan las propiedades de esta bebida, la función que tenía en sus reuniones y su vida después de la muerte en el paraíso del Valhalla, donde bebían hidromiel durante toda la eternidad. También cuenta que quien bebiese hidromiel le proporcionaría sabiduría. Dicen que esto era debido a la historia de dos hermanos enanos que asesinaron al dios vikingo mas sabio que existía, Kvasir. Tomaron su sangre y la ocultaron en un caldero mezclandola con miel y esto llevo a convertirse en hidromiel.
Ella tomo el vaso dando un trago a su bebida
–Pero claro, es solo un mito
–Si que sabes cómo dejar a alguien sin palabras
–¿No estás familiarizado con las mitologías?
–No como tú –admitió él
–Es la historia de mi pueblo, tengo que saberla, aunque sea lo básico
–Creí que sus dominios solo eran en el mundo mágico
–No –ella pone los codos en la mesa y con su mano izquierda acariciaba su cuello–. Solo que en el mundo no mágico me conocen por otro nombre
–Ahora le encuentro sentido a varias cosas
–Esa es una de las razones por la que mi familia a perdurado tanto a través de los siglos
–Tener el control del mundo mágico y muggle –dio un suspiro–. ¿Se emparentaron con algún rey inglés?
–Unos cuántos, si –ella le sonrió–. ¿Cuéntame de tí?
–Creí que ya lo sabías
-Ser legeremante no significa que pueda saber toda una vida, y con eso –seño el anillo–. Mis probabilidades se vuelven nulas
–¿Qué es lo que sabes de mí?
–Muy poco, en realidad. Sé que estudiaste es en Hogwarts, fuiste un Gryffindor y que se te daba excelente las criaturas mágicas
Él asintió a todo lo que ella dijo dándole la razón –También fuí prefecto y unos de los mejores jugadores de Quidditch, decían que tenía el talento para ser buscador en El Equipo Nacional Inglés, pero eso no era lo mío, me decidí por mi afición a los dragones
–Un hombre que deja todo por perseguir sus sueños es digno de admirar
Charlie puso su mano sobre la de ella deja dejando leves caricias en el torso de la mano
–Las criaturas mágicas han sido mi fascinación desde hace años, en especial los dragones
–Comprendo el sentimiento
Ambos estaban absortos en su mundo de dicha y ventura, todo a su alrededor parecía que se desvanecía lentamente y solo ellos dos estuvieran, hasta que un fuerte estrépito los hizo regresar a la realidad, mirando a la persona que acababa de entrar.
–Skeeter –mencionó Rhaena con un toque de fastidio
–Deberíamos irnos antes de ser el objetivo de su siguiente artículo
Él le dió los últimos tragos a su bebida y ella hizo lo mismo, ambos se levantaron y entre la multitud del sitio lograron mezclarse y salir sin ningún problema, una ligera neviscar comenzaba ha hacerse presente, los dos de decidieron caminar de regreso, cruzando por el frondoso bosque, el olor a hierba, una gran gama de diferentes terpenos son liberados por los árboles, emanando olores agradables.
–Cuéntame las historias
Ella le miro –¿Enserio?
–Si
–Bien –dió un suspiro–. Daerion Argentdriff era conocido por su no tan pequeña fascinación por las armas, teniendo piezas únicas en su colección, nada ni nadie podía tocarlas a menos que quisieran perder la mano...
»Un niño de no más de quince años, asediado por la curiosidad entro a un lugar en el cual se le tenía prohibió entrar, armas de filo rodeando la gran habitación, desde simples dagas hasta armas adornadas con piedras preciosas, aquel niño se acercó para verlas a más detalle, lo que él no sabía de qué su padre se encontraba en un sofá cerca de la chimenea, mientras el niño cautivado por el arma sintió como algo se acercaba a él, el sonido del metal le hizo agachar se, al ponerse de pie un hacha se encontraba incrustada en la pared, entonces dirigió la mirada ha aquel hombre
–No deberías estar aquí
—No volverá a suceder, señor –Aeralyx miro a su padre con la cabeza en alto–. Sólo que la curiosidad se apoderó de mí, quería saber que tenía en este lugar, ahora lo sé
–Si mi tío no se hubiera agachado, no estaría aquí con nosotros
Charlie la miro atentamente
–Creo que tu familia tiene problemas de ira
–Creo que si
–Y ¿Tú tío Daenyx?
–Él fue un caso diferente, su padre Vaemor Krasnyvolk era por así decirse pacifista, pacifista a medias, a veces no tenía ese carácter tan frío que solía tener...
»Un niño de alrededor de catorce años se encontraba en los jardines practicando su puntería con el arco, mientras que su padre daba su caminata por los mismos jardines, el sonido de una flecha a acercarse lo hizo detenerse al momento que la flecha quedaba incrustada en la corteza del árbol.
El hombre enfadado se acercó al niño.
–¿Qué crees que estás haciendo?
–Ahora lanzar una flecha es considerado un crimen
»El hombre invadido por la ira le ordenó a dos de sus guardias sujetar a su hijo de espaldas contra el árbol, mientras él colocaba una flecha en el arco, el niño rodeado de miedo, serró los ojos esperando a que la flecha lo atravesará, pero en ves de eso sintió un pequeño corte cerca de su ojo derecho, Daenyx abrió los ojos viendo la flecha incrustada a un lado de él.
–Lo último que le dijo su padre fue "la próxima vez, no fallaré", hoy en día el arco no es su arma preferida
Charlie la miro expectante, como si lo que acabase de oír no fuera real, como si fuera la peor de las bromas que alguien alguna vez le mencionara –Es una broma ¿No?
–Eso quisiera –detuvo su andar–. Pero, no –una leve risa emano de ella–. Parece ser un hábito cotidiano en los hombres de la familia
Charls se acercó a ella ofreciéndole su brazo, Rhaena le rodeo el brazo a la altura del codo y retomaron su caminar en el denso bosque.
–Y tu padre ¿Le sucedió algo similar?
-Oh, no... Mi abuelo era diferente, por eso ellos no discutían tanto, él era a lo que llamábamos drakenrider
–¿Era?
–Eso creo, no se si siga deambulando en este mundo
–No saben que sucedió con él
–Un día estaba ahí y al otro ya no –ella suspiro–. Es complicado... A demás creo suponer que quieres saber que es un drakenrider
–Si –paro su andar quedando frente a ella mirándola–. Pero, dejaré esa pregunta para la siguiente ves que nos volvamos a ver
Rhaena se le dibujo una sonrisa en su rostro mientras ambos se abrazaban mutuamente, ella pone su cabeza sobre el pecho de Charlie, mientras que él pone su barbilla en su cabeza mientras que un cielo pintado de vivos colores azules, rojizos, anaranjados y amarillos se encontraba bajo ellos dando paso al anochecer, mientras pequeños destellos brillantes en blanco adornaban el cielo.
⚔️
Rhaena camino de regreso por el frondoso bosque ahora cubierto de una capa delgada de nieve, de lejos las luces se hacían presentes indicando que llegaba a su destino, se acercó al umbral de la gran puerta principal, tomo el pomo de está ingresando, la calidez del lugar cubrió todo su cuerpo mientras la puerta se cerraba detrás de ella.
Voces discutiendo se hacían presentes en sus oídos, incomprensibles y sin sentido alguno la hizo subir los peldaños y seguir aquel sonido que al poco tiempo se dió cuenta que provenía de un solo lugar, el despacho de su padre.
–Cualquier otra persona creería que ella tiene algo que ver en esto –la voz fuerte y resonante de Daenyx se escucho
–Pero no lo está –mencionó Aeralyx–. No somos cualquier persona en creer esa teoría
–Somos su familia –la voz dulce de su abuela Ariwyn se escuchaba desde el pasillo–. No deberíamos dudar de su palabra –percibió un corto silencio–. Aunque sabe más de lo que nos dice
–¿Cómo qué?, Si se puede saber, madre –mencionó Arivayla
Se escuchó un leve suspiro –No lo sé, pero esos dulces ojos ocultan más verdades de las que nos hacemos creer
Rhaena aún al pie, dió una sonrisa ladina para si misma, se acercó al pie de la escalera subiendo al tercer piso de la casa dirigiéndose directo a su aposento, al llegar al pasillo y comenzar a caminar directo a su habitación escuchó el crujir de la madera de una puerta abriéndose, miro hacia atrás viendo a su hermano recargado en la puerta mirándola, sus primas salieron del cuarto haciendo lo mismo, ella les hace una seña con la cabeza para que la sigan.
Rhaena abre la puerta para ingresar al dormitorio, tomo su ropa de noche e ingreso al baño para cambiarse y estar más cómoda.
Salió del baño dirigiéndose a la cama y sentándose sobre esta mientras su espada estaba recargada en la cabecera de la cama.
–Ahora si puedo decir que en la familia hay preferencias –dijo Rhaenyra mientas se acostaba en la cama–. Tú habitación es más espaciosa que la mía, al igual que la cama
–Eso no es cierto –exclama Elaena
–No me crees, acuéstate y veras a que me refiero
Elaena hizo lo que su prima le dijo –Tienes razón, ven Juliette
Ella de mala gana lo hizo, se acostó en la cama y un sonido de agrado salió de ella
–Es como dormir en una nube
Rhaena las miro con un toque de gracia en su rostro al ver que las tres quedaron sentadas frente a ella mirandola.
–Ahora entiendo porque los dos tardaron tanto en bajar al comedor
Risas se empezaron a oír, ella dirigió la mira da su hermano que también lo hacía
–Te estás riendo –Ejder intento parar su risa mientras se acostaba a lado de su hermana-. Deberías ayudarme y no burlando te de mí
–Perdón –alzó las manos en rendición a lo que ella le sonrió
–Y ¿Dónde estuviste en todo el día? –preguntó Juliette
–Para llegar tan noche –comenzó a decir Rhaenyra–. Seguro te la pasaste mejor que nosotros
–Estaba en Hogsmeade
Ejder la miro –Viktor te invita a ir y tú no aceptas, y hoy de la nada vas ¿Quién te entiende?
Rhaena lo miro mal –Estuve en una cita
–Qué no eso va primero y luego... –Elaena no termino lo que iba a decir cuando sintió el impacto de una almohada–. ¡Qué agresividad!
Las risas se hicieron presentes
–Cambiando de tema, ya sabes que harás en la segunda prueba –menciona Rhaenyra
Rhaena suspira –No, el agua no es mi fuerte
–Podrías utilizar el encantamiento casco-burbuja –recomendó Juliette
–Muy predecible –responde Rhaena
–Cierto –Elaena se recuesta en la cama mirando al techo–. Cedric o Fleur podrán usarlo
–Transformación humana –él miro a su hermana–. ¿Lo has pensando?
–Tal vez
–Algo que deje expectante al público –Rhaenyra se puso pensativa–. Ya has pensado en rezarle a alguno de nuestros dioses
–Son del mar, no del lago
Los cinco suspiraron, pensar en más opciones era un trabajo duro sin duda alguna, un toque en la puerta los hizo ponerse alerta.
–Adelante
La puerta se abrió dejando ver a Kaysa, acompañada de Arivayla, Vyrakira y Kelrina.
Las cuatro mujeres caminaron hasta uno de los laterales de la cama, con sonrisas armoniosas en sus rostros, no sabían por qué estaban ahí o para que.
–Vinimos a entregarte esto
Rhaena tomo el libro que su madre le entrego, la pasta era de cuero, era un libro antigüo sin duda alguna, la apariencia decía mucho, abrió el libro el cual al hacerlo las páginas pasaron por si solas hasta llegar a un capítulo en especial.
–Fjórir þættir, ein sál -Rhaena leyó en voz alta
–Cuatro elementos, una sola alma –musitó su hermano
–Léanlo con cuidado –dijo Arivayla
–Y pase lo que pase –prosiguió Vyrakira–. No le digan a nadie
–Eso incluyendo las cartas –Kelrina miro a su hija
–Eso significa que no podré contarle nada a Sirius –susurró Juliette
–Suerte –Kaysa le dijo a su hija
Después de terminar lo que dijeron, las cuatro mujeres dejando la habitación, mientras que dejaban mentes confusas ante aquello que comentaron.
Invadidos por saber más, Rhaena comenzó a leer en voz alta lo que contenía aquella página.
–Fuego, aire, tierra y agua. Los cuatro elementos básicos, las cuatro características de individuos y organizaciones, las cuatro partes y el todo.
»FUEGO: Pasión, energía, fuerza, claridad, voluntad, iniciativa e impaciencia.
Es el elemento que reacciona rápidamente, con entusiasmo, el que está siempre viendo posibilidades, es impetuoso e invade espacios. El fuego avanza y seduce a otros a avanzar con él.
TIERRA: Firmeza, estabilidad, tenacidad, búsqueda de lo concreto, paciencia, cautela y seguridad.
Es el elemento de la fuerza, de la resistencia a los cambios, inflexible, este elemento permite echar y mantenernos estables en relaciones, ideas, proyectos y fijar límites.
AIRE: Libertad, ideas, cambio, desapego, perspectiva, curiosidad y necesidad de socializar.
Es el elemento de la fluidez, de la liviandad, cambia de dirección en cualquier momento. Nos permite cambiar de opinión. Es posible el sueño y el soñar. No tiene límites claros de acción y pensamiento.
AGUA: Flexibilidad, adaptabilidad, fluidez, intimidad, necesidad de vincularse emocionalmente.
Es el elemento del entendimiento, es decir, del escuchar, de ser receptivo, de la empatía, es el elemento que cede, que se adapta, retrocede y acepta.
Dicen varias corrientes de pensamiento que todas las personas tenemos estas cuatro cualidades, en unas ocasiones predomina una y en otras predomina otra.
Durante Miles de años las cuatro familias:
Pendragon, Krasnyvolk, Argentdriff y Graddfarmôr han tenido en su poder cada elemento, cada casa representada por un elemento, pero no muchos sabían la existencia de un quinto elemento, la quintaesencia, el espíritu.
El cielo se constituía de un quinto elemento al que llamó éter. Éste participaba en la formación de gran parte de los cuerpos celestes.
Es el éter una sustancia etérica más sutil y frágil. Constituye el poder espiritual de carácter omnipresente que se encuentra presente en todo el Universo y es la energía con la que se forma el espíritu.
Sería el vehículo de la vida y de la muerte.
Un increíble quinto elemento mucho más sutil que el aire, el agua, la tierra o el fuego. Otros lo consideran una especie de gran memoria del Universo, en ella se producen todos los eventos, siendo el camino del alma, tanto su pasado como su presente y futuro.
Antes de que surgiera el universo que podemos conocer en nuestra limitada percepción de seres humanos, ya existía el Éter. Porque es eterno, sin principio ni fin, el origen de todo.
Existe una forma de unir estos cuatro elementos para llegar a la quintaesencia.
–Wow, para ahí –en ese momento todos miran a Elaena
–Se dan cuenta de que nuestras queridas madres respondieron nuestras dudas –dice Rhaenyra–. Rhaena, podrías pasar la segunda prueba sin dificultades
–Cierto –menciona Ejder–. Cuatro elementos en una sola persona
–¿Pero hay efectos secundarios? –inquirió Elaena
Juliette toma el libro y con el dedo índice como guia empieza a leer en voz alta
–Aquel que como elemento esencial no sea el agua, puede sufrir de aparición de escamas en su piel mientras intenta controlar este elemento
–¿Escamas? –pregunta Rhaena a lo que Juliette asiente como respuesta
Ejder le quitó el libro de las manos de Juliette para leer por su propia cuenta
–Aquel que decida volver los cuatro elementos en uno será marcado por estos mismos
Ejder alza la mirada para ver la expresión de sus primas –¿Y bien?
–¿Cuándo lo haremos? –Rhaenyra mira a sus primos
–Mañana –dice Juliette
Elaena Toma el libro en sus manos y revisa con cautela lo que menciona hacerca del ritual que se lleva acabo
–Al parecer, tendremos que pedir prestados unas cosas a Snape
–Eso no será problema –Rhaena toma el libro dejándolo en el cajón de su mesa de noche
–No te importa si nos quedamos –dice Elaena
–Para nada –responde Rhaena
–Como en los viejos tiempos –menciona Ejder mientras se cubre con las sábanas de la cama
–Y ahora yo soy parte de ello
–Sí Graddfarmôr –dice Elaena
–Deja de llamarme así –Juliette con una almohada se la avienta a Elaena
–¡Oye! –ella hace lo mismo mientras los demás ríen
Y así es como da inicio a una guerra de almohadas, viejos recuerdos para algunos, recuerdos de felicidad y alegría que ahora dejan atrás para dar paso a nuevos recuerdos, con nuevas personas y un nuevo miembro en la famila, Juliette siendo ahora parte de ella.
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