Atrapado en una mentira.
Encuentra a mi Yo puro.
No puedo escapar de esta mentira.
Devuélveme mi sonrisa.

Atrapado en una mentira.
Sácame de este infierno.
No puedo escapar de este dolor.
Sálvame que estoy siendo castigado.

Son alrededor de las dos de la madrugada mientras él camina tranquilamente y dulces notas escapan de sus carnosos y rosados labios. Resguardado por una larga capa blanca que esconde desde su negro cabello hasta el más mínimo centímetro de su piel, adentrándose en las calles y callejones más oscuros del lugar, mientras busca con parsimonia a su próxima presa.

A lo lejos divisa una linda silueta que llama su atención, de a poco comienza a acercarse mientras le permite al lindo chico verlo, ya que hasta ahora le era imposible.

-¿Qué hace un chico tan lindo solo a estas horas de la madrugada?

-Yo... - El chico no puede articular palabra, apenas el cuerpo le responde, sólo lo mira y sin proponérselo se pierde en sus ojos, esos lindos ojos azules que parecen dos pedacitos de cielo.

-¿Entonces?... ¿Piensas responder?... ¿Por qué alguien tan lindo como tú está solito a esta hora tan peligrosa?

-Estoy esperando a alguien, no debe tardar mucho. - Dice mientras comienza a retroceder, algo dentro de él le pide que salga de ahí, que huya, y sin pensarlo dos veces comienza a correr.

-¿Por qué corres?... ¿Realmente crees que puedes escapar?

En cuestión de segundos el de lindos ojos azules ya se encuentra frente al asustado chico, sonriendo tiernamente.

-¿Por qué huyes de mí? ¿Acaso me tienes miedo? - Lo mira haciendo un lindo puchero, fingiendo una inocencia inexistenge en él.

-Lo siento... Yo debo marcharme.

-Pero si estabas esperando a alguien ¿no lo recuerdas?

-Al parecer no vendrá - Comienza a caminar alejándose del contrario, pero este, una vez más en segundos se dirige hasta él, llevándose como sorpresa el hecho de que alguien más se interpone en su camino, aventándolo fuertemente por los aires.

Cae al suelo sin poderlo evitar, apoyándose en una de sus rodillas y una de sus manos mira hacia adelante y se sorprende al ver al causante de semejante caída, se suponía que estaba lejos, por lo que no entiende qué hace ahí.

Cabello tan blanco como si de la misma nieve se tratara, ojos rojos como la sangre,mirada oscura y penetrante,y vestido completamente de negro, contrastando con su pálida y suave piel.

-Claro que tenías que ser tú... - Dice el pelinegro mientras acomoda sus cabellos que ahora yacen descubiertos, debido a que la capucha calló sobre sus hombros, y mirándolo fijamente le sonríe cínico. - No sabes cuánto te he extrañado Yoonnie.

-Lástima que no pueda opinar lo mismo Minnie.

-Mentiroso... - Se levanta del suelo y comienza a acercarse al pálido lenta y seductoramente, lamiendo sus labios mientras lo mira como si del mismísimo fruto prohibido se tratase. - Eres un mentiroso Yoonnie, ambos sabemos que nuestros cuerpos se necesitan, que uno no puede vivir sin el otro... No puedo creer que un ángel tan lindo como tú tenga permitido mentir. ¿No se supone que eso es considerado un pecado?

-¿Por qué mejor no te marchas y me dejas en paz Jimin?

-Porque no era contigo con quien estaba tratndo, sino con el chico lindo. - Dice moviéndose hacia la derecha para mirar al chico.

-No Jimin. Ni se te ocurra.

-¿Por qué Yoon?... - Abulta sus labios formando un lindo puchero - Yo lo quiero probar.

-¡Ya te dije que no Jimin! ¡No vuelvas a insistir!

-¿Por qué? Nunca te ha importado a quien tome... - Una triste sonrisa dibuja su rostro. - Es por él ¿verdad?

-Eso no es problema tuyo, ahora márchate por favor.

-¿Por qué Yoon Gi?... ¿Realmente es por él? - Algo en su pecho comienza a doler, no quiere que su Yoon proteja a nadie que no sea él, no quiere que lo aleje, no quiere que le pida que se marche, sólo no quiere...

-Ya te dije que no es de tu incumbencia.

-¡Que me digas ahora mismo si es por él! ¡¿Quién es él maldita sea?! ¡¿Por qué lo quieres proteger?!... - Yoon Gi sólo se mantiene callado y lo mita fingiendo un desinterés que en el fondo sabe que no existe - Entonces no piensas responderme ¿no?... ¿Sabes qué Yoon Gi? Mejor ve despidiéndote de él, porque te juro que le voy arrancar la cabeza del cuerpo.

Rápidamente rodea al peliblanco y avanza en segundos hasta el chico, que se encuentra todo lo encogido que puede en su lugar. Sólo a pocos centímetros de distancia del menor, Yoon Gi lo toma por un brazo y de forma rápida y brusca lo tira al suelo, para luego presionar su cuello con uno de sus pies.

-Aléjate de él Jimin.

-Oblígame Yoon Gi.

El pelinegro toma la pierna que lo presiona y lo hace caer, aprovechando para subirse encima de él y golpearlo sólo una vez, ya que su oponente detiene el segundo puñetazo que venía en camino y lo hace girar, quedando encima de él, entre sus piernas, y sosteniendo sus manos, evitando que lo vuelva a golpear.

-Basta ya Jimin - Dice conteniendo su enojo.

-No quiero, oblígame.

Yoon Gi sólo le sonríe y se acerca a su oído para comenzar a susurrar. - No me vas a hacer caer bebé, no esta vez.

Jimin enreda sus piernas en la cintura de Yoon Gi cuando este intenta alejarse, y lo acerca rápidamente a él haciendo que arremeta bruscamente contra su cuerpo simulando algo muy parecido a una embestida, un jadeo escapa de sus labios ante semejante excitación que comienza a crecer en él y se muerde fuertemente el labio inferior mientras sus ojos comienzan a brillar intensamente al sentir a su mayor tan cerca de él. - Me gusta cuando me llamas así Yoon... Me excita mucho.

-¿Te digo un secreto? - Jimin sólo asiente en respuesta - Lo sé. - Sin más se suelta del agarre de Jimin y se aleja de él, para comenzar a acercarse al chico que mira la escena algo curioso.

-¿Entonces reconoces que es por él?  - Dice fingiendo seguridad al hablar, intentando contener el dolor, encontrándose a punto de romper en llanto.

-Sí Jimin, es por él, y te voy a pedir que no vuelvas a amenazarme con su vida porque te juro que quien terminará muerto serás tú.

Sin más gira su espalda, marchándose junto a aquel chico, dejando a un Jimin destrozado en el suelo, y muy contrario a su voluntad, las lágrimas comienzan a caer, un sollozo escapa de sus labios y el cuerpo del peliblanco se tensa al escucharlo, realmente no quería hacerlo llorar.

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-¿Es él hyung? - Le pregunta el chico al peliblanco.

-Sí

-¿Por qué no le dijo quién soy? Pudo haberse ahorrado todo eso.

-No me molesta en absoluto nada de lo que sucedió, al contrario, me gusta cada vez que se enfrenta a mí... -Dice con una sonrisa en sus labios, para luego cambiar su semblante por uno de pura tristeza - Sólo me duele haberlo hecho llorar.

-Creo que fue demasiado duro con él, estoy seguro que sólo estaba celoso.

-No te equivoques Kookie, él no siente nada por mí, sólo le gusta manipular, mentir y usar a los demás a conveniencia.

-No era lo que parecía hyung, creo que debería ir a hablar con él, igualmente se tendrán que ver, no es como si vivieran muy alejados.

-Está bien, lo haré, pero antes dime qué sucede...