Ambos se quedan mirando fijamente, Jimin con sus lágrimas aún cayendo por sus mejillas y Yoon Gi con miedo a la respuesta del menor. Sus corazones laten acelerados y el peliblanco de a poco comienza a arrepentirse de haber hablado.

-Lo siento, olvida lo que dije, mejor déjame soltar tus manos. - Eso hace, desata las manos de Jimin y cuando pretende alejarse el pelinegro enreda sus piernas en su cintura y lo acerca aún más a su cuerpo, impidiéndole marcharse.

-¿Por qué tengo que olvidarlo? ¿Acaso es otra de tus formas de castigarme?

-No Jimin, no es para castigarte, deja de creer por una maldita vez que quiero hacerte daño, yo sólo... - Toma su rostro entre sus manos y acaricia suavemente las mejillas eliminando todo rastro de lágrimas, se acerca a él, junta sus frentes y respira profundo para llenarse de su olor. - ... Sólo necesitaba decirlo. - Susurra como si de un secreto se tratara.

-Pero... ¿Por qué? ¿Por qué hasta ahora?

-Dijiste que terminarías nuestro matrimonio... No estoy dispuesto a permitirlo.

-Y-yo no tenía idea... Creía que... Maldita sea Yoon... ¿Por qué nunca dijiste nada?... Lo siento, lo siento tanto... No fue mi intención, yo no quería ser así pero... pero tenía miedo.

-¿Miedo? ¿Por qué?

-Tenía miedo de que no me correspondieras... Hace un rato, cuando te dije que te extrañaba estaba hablando en serio, realmente era así... No tienes idea de cuánto me dolió saber que apenas regresas al primero que vas a ver es a ese chico... Eres un imbécil... Yo... Tenía tanto miedo de más nunca poder tenerte a mi lado, de que realmente te cansaras de mí... Creí que todo este tiempo el único que había sentido algo era yo y cuando me dijiste que él... - El nudo que tiene en la garganta no le permite seguir hablando, las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas y su respiración se hace irregular, no puede creer que esos cinco años hayan sentido lo mismo y sin embargo ninguno haya tenido el valor de hablar. De pronto comienza a golpear al mayor y retorcerse mientras más lágrimas continúan cayendo. - Eres un idiota, un imbécil, no puedo creer que me hayas mostrado hace un momento ese tipo de cosas y que ahora me digas que estás enamorado de mí... Eso no es amor... Tú sólo me quieres usar y hacerme sufrir y engañarme con él... Tú no debiste... No debiste hacerme eso... - Sus ojos comienzan a brillar fuertemente, se nota la molestia, el dolor y el miedo en ellos, Jimin parece haber perdido el control y Yoon Gi al percatarse sólo intenta calmarlo.

-Hey...Jimin mírame... Mírame bebé por favor... - Lo toma por sus mejillas y lo hace mirarlo, sus ojos azules y llenos de lágrimas lo miran y Yoon Gi le sonríe con completo amor reflejado en su rostro - Kookie es la pareja de Taehyung, él me estaba esperando porque necesitaba decirme algo importante referente a la desaparición de Nam y Jin. Cuando te vio creyó que lo habían descubierto, se asustó muchísimo con lo que sucedió, aunque luego comprendió todo... El único en mi corazón eres tú Park Jimin, nadie más.

-L-lo siento... de verdad no era mi intención.

-Está bien Jimin, te creo, pero... Por ahora vamos a secarte esas lágrimas, te hacen ver feo.

Jimin gira sobre la cama y queda con Yoon Gi acostado y él encima.

-Mentiroso, sabes que me veo lindo y tierno como sea. - Termina haciendo un adorable puchero.

-Por dios, eres el demonio más raro que he visto en mi vida. - Confiesa con una hermosa sonrisa en sus labios.

-¿En serio crees que yo soy raro?... ¿Yoon te das cuenta de que tus alas son negras y tus ojos rojos verdad? Es que pareces un puto demonio, no un ángel.

-Mientras tú pareces un lindo ángel y no un demonio... Por cierto, ¿por qué siempre haces eso?

-¿Hacer qué?

-Vestirte como si realmente fueras un ángel.

-No lo sé, supongo que me gusta parecer inocente frente a los demás, así se confían y yo consigo lo que quiero más rápido, aunque no te sé decir, sólo me gusta... Y Yoon, ¿qué sucedió con Nam y Jin? - El mayor acaricia suavemente sus muslos mientras lo mira como si se lo quisiera comer vivo, sus ojos brillan y sonríe de lado.

-Creo que deberías salir de encima de mí bebé. - Su voz sale ronca y cargada de excitación, logrando que una corriente recorra todo el cuerpo del menor, hasta llegar a su entrepierna y hacerlo soltar un jadeo.

-Ehhh... Sí, lo siento, no me había percatado. - Rápidamente sale de encima del mayor y se recuesta a la cabecera de la cama, cubriendo rápidamente su cuerpo con las sábanas, mientras Yoon Gi se acomoda de lado observando cada detalle del menor.

-Desaparecieron... - Jimin lo mira confundido, como si no entendiera, ladea su cabeza y frunce su ceño, viéndose totalmente adorable, haciendo al mayor comenzar a reír como un niño. - Nam y Jin... Nadie sabe nada de ellos, es como si la tierra se los hubiera tragado... Pero Kookie me dijo algo que me preocupa.

-¿Qué?

-Ellos estaban averiguando algo acerca del cumplimiento del tratado de paz, dice que el último día que Taehyung habló con ellos le dijeron que habían descubierto algo sumamente importante.

-¿Crees que les hayan hecho daño?

-No lo sé, pero créeme que lo averiguaré... Ahora ven aquí, déjame curarte el labio.

-Yoon Gi ya te dije que estoy bien, no hace falta que lo hagas, sabes que pronto se curará.

-Tienes razón, pero si te ayudo sanará más rápido. Ven aquí.

-Yoon Gi... yo... No hace falta... de verdad. - Siente como su corazón comienza a latir desenfrenado y la mirada penetrante del mayor lo hace quedar sin aliento.

-Te dije que vengas. - A pesar de no haber alzado la voz, su tono es algo intimidante, y Jimin no puede hacer más que obedecer. Lentamente se acerca a Yoon Gi y queda sentado junto a él, cubriendo aún su cuerpo desnudo con la sábana e intentando no lucir tan nervioso.

-Así no bebé... - El peliblanco lo toma de una mano y lo hace acostarse a su lado, acaricia una de sus mejillas y se acerca lentamente a sus carnosos labios. - Así.

Con su lengua acaricia suavemente la herida del lindo demonio y este no puede evitar cerrar sus ojos ante tan placentera sensación. Yoon Gi sólo sonríe y continúa con su tarea, lame cada centímetro de sus labios, hasta da pequeñas mordidas provocándolo, con una de sus manos lo toma de la cintura y lo acerca aún más a él, acaricia con esta su piel, y el menor sin proponérselo deja ir un suspiro, para volver a sentir unas últimas lamidas del mayor que lo hacen estremecer y antes de este alejarse, deja un suave beso en sus labios ya sanos.

-Me gusta ser el encargado de curar tus heridas.

-No eres el encargado de curar mis heridas Yoon. - Dice algo tímido.

-Tienes razón, soy mucho más que eso, soy a quien le debes tu vida bebé... Estás unido a mí de por vida, si yo muero tú me seguirás.

-Sabes que es algo recíproco, así que no exageres, tú tampoco puedes vivir sin mí... Es increíble tener tanto poder como para unir a dos seres sobrenaturales de por vida.

-Lo sé... ¿Recuerdas algo de ese día?

-Estaba prácticamente inconsciente, no puedo recordar mucho.

-Tienes razón... Bueno, entonces te cuento. Yo estaba en el salón tocando el piano cuando tu padre llegó dando gritos, decía que unos ángeles te habían atacado y estabas gravemente herido, no entendía cómo fue que pudieron hacerte tanto daño siendo tú un demonio tan poderoso, por lo que acusó a mi padre de haberlos ayudado. Ambos comenzaron a discutir y yo, ya cansado de ellos salí de casa para venir aquí al inframundo a verte, fui a la mansión de tu padre, te tomé en mis brazos y te traje hasta esta, nuestra casa, para hacer lo que realmente debía. Después de un tiempo nuestros padres llegaron y ya tú estabas sano y salvo, sólo... nos encontraron a ambos desnudos durmiendo plácidamente.

-¿Por qué... estábamos desnudos?

-Porque para hacer lo que hice debíamos alcanzar ambos gran nivel de excitación, ya que si no es así duele demasiado... Además, si nuestros cuerpos no estaban unidos, era casi imposible que nuestras almas sí lo estuviesen, sobre todo teniendo en cuenta que el primer acercamiento de dos personas casi siempre es por el físico, y también recuerda que tú... básicamente eres la lujuria personificada así que... Yo tuve que despertarte de tu leve estado de inconsciencia para tomarte.

-¿Tomarme? ¿Estás hablando de...? Y-yo creí que había sido un sueño.

-Era lógico, estabas demasiado débil como para recordar mucho, aunque en el momento sí que parecías bastante lúcido, pero teniendo en cuenta que el hecho de tener relaciones sexuales también es bastante agotador es lógico que creyeras que había sido un sueño, además, cuando despertaste tampoco se te dijo nada, sólo que habían unido nuestras almas para mantenerte con vida, sin mencionar quién lo hizo ni cómo... Cuando tu padre comprendió lo que había sucedido casi me mata, pero luego, por primera vez en todos sus años de vida agradeció por algo, decía que no podía creer que me haya sacrificado así por ti.

-¿Y tu padre qué dijo?

-Se enojó muchísimo, tenía miedo de que algo me llegara a suceder, de que te hicieran daño a ti y este repercutiera en mí, pero luego comprendió que no podía dejarte morir, además de que lo que hice fue una prueba más de lealtad y hermandad entre ambos reinos.

-Lo que no entiendo es por qué me trajiste aquí y no a tu hogar?

Yoon Gi lo mira con una sonrisa en sus labios y acaricia su mejilla, para luego acercarse a el y rozar sus narices en un gesto algo tierno.

-Porque donde tú estés está mi hogar Jimin, nunca me importó que vivieras aquí, al contrario, quería que me arrastraras contigo a este infierno, una y mil veces quería que lo hicieras, y aún quiero, porque sin ti no soy nada Jimin... Tú mismo lo dijiste, nunca voy a encontrar en nadie más todo lo que hallo en ti... Nunca me sentiré yo mismo si no estoy contigo... - Susurra en sus labios, para luego depositar un pequeño beso sobre estos, haciendo al menor sonrojarse.

-Gracias Yoon Gi... Gracias por todo... Y... A mí también me encanta que estés conmigo aquí, en este infierno, yo... No sabría qué hacer si no estás junto a mí... Pero sabes que no debiste haber hecho eso Yoon, te arriesgaste a tener un punto débil por mí, te arriesgaste a morir, no debiste. 

-No podía dejarte morir... Claro, no descansaría hasta hacerles pagar a los que te hicieron daño y así fue... Todos fueron condenados únicamente por mí, nuestros padres no intervinieron, ni tan siquiera opinaron, mientras dormías, después de lo sucedido, yo me encargué de acabar con ellos.

-Espera... ¿Entonces esa fue nuestra primera vez?

-Sí

-Es injusto... - Dice haciendo pucheros - Tú recuerdas todo y yo no.

-Sólo te puedo asegurar que fue increíble, la sensación que sentí al estar unidos fue demasiado placentera... Tú estabas encima de mí, ambos nos manteníamos abrazados, besándonos y con nuestras alas completamente abiertas. Yo te pedí que bebieras de mí y lo hiciste, mordiste mi cuello y yo corté levemente el tuyo para también beber de ti, mientras lo hacíamos nos abrazábamos fuertemente y siempre nos mantuvimos dándonos el placer necesario para esto.

-Entonces conocías mi sabor desde mucho antes de la fiesta en casa de Jin.

-Desde mucho antes, recuerda que aún no habíamos contraído matrimonio, ya estaban todos los preparativos, pero aún nada.

-Cuéntame más sobre esa primera vez ¿si?

-No sé qué más decirte, sólo sé que te besé... - Se acerca a Jimin y deja un suave beso en sus labios - Te acaricié, te mimé... - Posa una mano sobre uno de sus muslos y comienza a ascender, pasando por su abdomen, su pecho, hasta llegar a sus labios y acariciarlos suavemente - Y te hice mío... para siempre...

Ambos se miran a los ojos y se pierden en esos colores tan intensos, el rojo y el azul brillan tanto que no parece real, refulgen cual estrella, y de a poco, comienzan a ceder. El mayor se acerca a los labios contrarios y con su corazón bombeando cual locomotora, lo besa suavemente, en un principio se mantienen mirándose, convenciéndose de que es real, pero luego sólo se dejan llevar, y entre deliciosos besos, suaves caricias y pequeñas mordidas, se entregan una vez más, sólo que esta vez no es sólo sexo, esta vez hacen el amor.

Ambos una vez más se entregan en cuerpo y alma, dejan caer todas y cada de las barreras que los alejaban y sólo se dedican a amarse, a sentirse, y a disfrutar de cada centímetro de piel del otro.

-Yoon - Dice encontrándose aún debajo del mayor, sintiendo cada roce, cada movimiento, cada caricia y cada beso como si fueran la vida misma.

-¿Si?

-¿Me dejarías... probar de ti?... Como la primera vez...

-Si es lo que quieres... entonces que así sea...

Una profunda embestida hace al pelinegro soltar un fuerte gemido, encajando sus uñas en la piel del contrario, sintiéndose volar cada vez que este arremete contra él. De a poco Yoon Gi comienza a acelerar las embestidas, cada vez más rápido, más profundo. Jimin es todo un mar de gemidos y Yoon Gi se deleita escuchando esa bella melodía que escapa de sus labios.

En un segundo Jimin gira y queda encima del mayor, el peliblanco rápidamente queda sentado con el menor encima de él, montándolo, mientras cubre de besos su cuerpo y de golpe abre sus alas, seguido por el otro.

Ambos se rodean con las inmensas alas y Yoon Gi toma una pluma, lentamente la pasa por el cuello del menor creando un pequeño corte y en segundos, cuando están por alcanzar su punto máximo, Jimin muerde el cuello del mayor, sintiendo su exquisito sabor a chocolate negro, mientras Yoon Gi bebe del su delicioso néctar de fresa, siendo ambos arrasados por la inmensa eleada de sensaciones que el peliblanco nunca supo exactamente cómo describir.

A su alrrededor todo parece ir más lento, cada roce, cada beso, cada embestida, latido, o respiración, los segundos parecen minutos y los minutos parecen horas, sus ojos comienzan a brillar como sólo años antes lo habían hecho y una vez másunen sus labios, mientras sus manos se aferran fuertemente al contrario.

Decir que era una increíble sensación la que los hizo temblar de pies a cabeza sería quedarse corto, nunca antes ha existido nada más placentero y espiritual que la unión de dos almas.

Mientras todo a su alrededor se relentiza, sus corazones se detienen un instante, y al volver a latir, lo hacen en el mismo segundo, al mismo tiempo, con la misma velocidad. Dos corazones comienzan a latir como si fueran uno, dos almas se unen y a pesar de ser completamente diferentes, no tienen duda de que ambos fueron creados para estar juntos.

Ambos caen agotados sobre la cama al alcanzar el orgasmo, respirando de forma irregular, y con sus cuerpos temblando aún, asimilando la unión que acaba de ser renovada y sintiéndose uno solo mientras se abrazan fuertemente.

-¿Por qué no me di cuenta de que estábamos unidos? - Pregunta Jimin descansando sobre el pecho de su peliblanco esposo.

-No lo sé, supongo que te cerraste tanto a la idea de que te amara, que ni ese mismo amor quisiste sentir a través de la unión. - Dice acariciando una de sus mejillas. - Además de que con el tiempo se fue debilitando.

Jimin alza la vista y como siempre, queda observando al mayor como si fuera lo más hermoso existente en el universo, acaricia en su mente cada centímetro de piel del rostro del mayor y no puede evitar acercar una de sus manos para hacer precisamente lo que estaba imaginando.

Delicadamente delinea sus cejas, sus ojos rojos que tanto ama, su pequeña y adorable nariz, y finalmente llega a sus rosados y apetitosos labios, y bajo la profunda mirada del mayor se deja llevar y acerca los labios propios a los contrarios para unirlos en un beso suave, profundo, sincero, y con todos y cada uno de sus sentimientos puestos en este, sobre todo ese amor tan inmenso que se profesan.

-Yoon Gi... - Lo llama rozando sus labios con los del mayor.

-¿Si?

-Te amo - Dice, ganándose una hermosa sonrisa de parte del mayor.

-Y yo a ti bebé. - Responde para unir nuevamente sus bocas.

Y así, luego de años amándose en silencio, luego de haber derramado tantas lágrimas, comprendieron que no pueden vivir sin la compañía y el amor del contrario, comprendieron que nada ni nadie logrará nunca separarlos, y mucho menos ahora.