Ámame o Mátame
-¿En qué pensabas? ¿Qué es lo que te hace mal?
Jimin, que había cerrado sus ojos ante tal estado de relajación, de golpe los volvió a abrir, encontrándose así con la oscura mirada de su esposo, ese mismo esposo que hace unas horas lo había dejado tirado en el suelo llorando como un niño pequeño.
Sólo lo miró lo más desinteresado posible por su presencia y una vez más cerró sus ojos, intentaba no volver a llorar, intentaba no recordar por qué se enamoró perdidamente de él, quería olvidar que ese ángel de ojos rojos lo conoce todo de él, tanto o más que él mismo. Y tiene miedo, teme porque no le gusta saberse vulnerable ante nadie, no le gusta sentir ese dolor que siente en ese mismo instante, ese que le comprime el pecho, que le recuerda que Yoon Gi sólo lo quiere para saciar su sed, para dejar libres partes de él que nadie conoce, solamente el mismo Jimin, ese dolor que le dice que de una vez le confiese lo que siente a Yoon Gi, pero que a su vez le ruega que no lo haga, que se guarde todo para sí solo, sobre todo el hecho de sentir constantemente ese mismo dolor.
Se sobresalta al sentir como Yoon Gi entra en la tina y se acomoda frente a él, pero no se mueve ni mucho menos abre sus ojos, teme que al hacerlo las lágrimas comiencen a caer una vez más. Siente la intensa mirada del mayor sobre él pero a pesar de que se propone permanecer igual, se tensa al tener las manos de Yoon Gi acariciando sus piernas y sólo en ese instante decide hablar.
-¿Qué quieres? - Pregunta aún con sus ojos cerrados y apartando las manos del mayor de su sensible piel.
-Yo pregunté primero y no me respondiste , ¿qué te hace pensar que te responderé?
-¿Qué quieres Yoon Gi? Realmente no estoy de humor para volver a pelear así que si lo que quieres es joderme la vida entonces te aconsejo que salgas.
-¿Por qué crees que estoy aquí para pelear?... Jimin... ¿Por qué nunca permites que hablemos al menos como amigos?
-Porque no somos amigos Yoon Gi ¿o acaso lo olviste? O no, perdón, fui yo quien olvidó que ahora estás obsesionado con un simple mortal. ¿Por qué mejor no te vas donde él y le jodes de una vez el culo a ver si a mí ya me dejas en paz?... Por todos los demonios, es que ni metido en la tina se te quita su asqueroso olor.
Sin pensarlo dos veces se levanta para salir de la tina, el agua cae sobre su cuerpo contorneando su perfecta figura y a pesar de sentirse algo apenado, lo oculta bastante bien. Camina contoneándose hasta el armario donde se encuentran las toallas y antes de poder alcanzar una ya tiene a Yoon Gi sobre él, también en total desnudez, atrapando su cuerpo entre sus manos, apresándolo, haciéndolo sentir su reconfortante calor.
-¿Está celoso mi pequeño bebé? - Habla susurrando en su oreja, para luego lamer y morder él lóbulo de esta.
-No, no estoy celoso Yoon Gi, porque estar celoso significaría que me importas, y la verdad sea dicha, para mí eres mucho menos que nada.
-Al parecer estás bien molesto... - Besa suavemente su cuello haciéndolo erizar, manteniéndolo prisionero entre sus manos. - ¿Tengo que ayudarte con ese humor? - Con su mano derecha comienza a descender, baja por su abdomen lentamente, haciéndolo contraer ante el suave roce, se dirige hasta uno de sus muslos y acaricia este, con sus dedos traza caminos sobre su piel, lo hace estremecerse ante cada toque, y se acerca de a poco a su trasero, acariciando, masajeando, contorneando sus increíbles curvas, para girarlo, mirarlo a los ojos y dirigirse a sus labios, siendo detenido de pronto por el más chico cuando estos apenas se rozan.
-No Yoon Gi, no me vas a hacer caer... No esta vez. - Dice, repitiendo las mismas palabras que usó el mayor anteriormente.
Sin decir más se suelta del agarre del peliblanco y con una toalla en su mano se adentra en su habitación, conteniendo las ganas de pegarle al imbécil de su "esposo", pero todo su autocontrol se va por la borda al sentir como este agarra fuertemente una de sus manos haciéndolo girar.
-¡Que me dejes en paz! ¡¿No te das cuenta de que no quiero verte?! ¡Estoy cansado de toda esta mierda! ¡De este matrimonio que cada día que pasa se hace más insignificante para ti! ¡Estoy cansado de que me ignores y sólo vengas a mí cuando necesitas saciar tus ganas! ¡Cansado de ser quien siempre termina llorando! ¡De tener que fingir frente a los demás que somos la pareja perfecta! ¡Estoy cansado de ti Min Yoon Gi!... Estoy jodidamente cansado de ti...
-Ya, porque yo tengo la culpa... ¡Porque fui yo quien se inventó todo esto del compromiso y demás! ¡Porque yo no estoy cansado de que siempre me trates como una mierda! ¡Porque tú no disfrutas cada vez que te...!
Una fuerte bofetada lo hace callar, sus ojos rojos comienzan a arder como si de las mismísimas llamas del infierno se tratara, mientras que los lindos ojos azules de Jimin se mantienen mirándolo asustado por lo que acaba de hacer, al punto de comenzar a cristalizarse hasta dejar caer unas lágrimas.
-¿Qué te hago?
-Yoon...
-¿Qué te hago pequeño? Dime tú mismo qué es lo que tengo que hacerte bebé y lo haré hasta que me ruegues entre lágrimas que me detenga... Dime Jimin, antes de que termine haciendo lo que realmente tengo en mente y te juro que ahí sí que no me detendré hasta que te vea llorar sangre...
-Yoon Gi, no fue mi intención, yo no...
-Cállate, mejor cállate ¿si? - Le pide mientras comienza a acercarse a él de forma lenta y amenazante, haciéndolo retroceder. - Yo... hasta ahora te he dejado pasar tantas cosas...
-Yoon Gi, yo realmente no quería, no quería pegarte, en serio... - Le dice mientras más lágrimas salen de sus ojos.
-No mientas bebé, sí querías hacerlo, tanto como yo quiero devolvértelo...
-Yoon Gi, no te atrevas a tocarme.
-¿Y qué si me atrevo? ¿Qué harás para impedírmelo? Sabes bien que a pesar de ser un demonio con grandes poderes nunca me superarás Jimin, recuerda que me debes tu vida - Susurra en su oído como si de un secreto se tratara. - ...Vamos, dime qué harías.
-S...Si me tocas... te juro que lo mato... Esté donde esté lo buscaré, mi vida se la dedicaré a él, mi propósito para seguir adelante será él, y finalmente cuando lo encuentre acabaré con él. Lo torturaré poco a poco y le haré saber que ante mí no es nada, que si lo hago es por tu causa, porque tú provocaste que fuese así. Lo haré llorar sangre, lo haré gritar tu nombre rogando por ayuda y finalmente cuando se convenza de que nadie irá en su rescate y él mismo me pida que acabe con su vida, entonces y sólo entonces, le arrancaré su dulce, palpitante y humano corazón, me deleitaré admirando como su sangre corre, y te traeré su cabeza como regalo de despedida, porque sé querido que luego tú acabarás con mi vida, pero créeme que moriré con gusto, sabiendo que al menos te hice sentir todo lo que me has hecho sufrir a mí.
En los labios de Jimin una sonrisa ladina se encuentra dibujada debido a la gran satisfacción que siente al ver el rostro de Yoon Gi teñido de rojo, aguantándose la furia que en estos momentos recorre sus venas.
-Vamos Yoon Gi, pégame y te juro que él muere.
Sí, a Yoon Gi no se le puede provocar mucho, el único que lo hace es Jimin y a pesar de que el mayor siempre se lo deja pasar, esta vez no es así... Una bofetada con el dorso de su mano izquierda lo hace caer a la cama, sintiendo su corazón quebrarse un poco, Yoon Gi le pegó, realmente le pegó, pero se obliga a no llorar, se obliga a permanecer con la mirada cínica y esa sonrisa burlona.
El mayor se acomoda sobre él y lo toma fuertemente por el cuello, impidiéndole casi respirar.
-¿Sabes qué pasa Jimin?... Que ese es un riesgo que estoy dispuesto a correr.
-Vamos lindo angelito, cae nuevamente ante uno de los mas grandes pecados, vamos, comparte conmigo tu ira como mismo compartes tu lujuria, me gustaría volver a ver ese lado tuyo... Para ser más exacto me encantaría ver como te corrompes a cada segundo que pasa.
-¿Estás seguro que aguantarás?
-¿Por qué preguntas? ¿Acaso no lo harás? Qué cobarde Yoon, creí que eras diferente.
-Y yo no sabía que eres un masoquista de mierda, si lo hubiese sabido te hubiera dado más duro en la cama hasta hacerte quedar sin voz de tanto gritar... - Sonríe de lado y Jimin comienza a forcejear, realmente le molestó ese comentario e intenta pegarle una vez más, pero el mayor toma sus manos y las sostiene fuertemente.
-Lo que pasa es que no lo soy imbécil, lo único que me sirve como consuelo es que luego podré acabar con lo que más te importa.
-Está bien, tú lo pediste pequeño provocador de mierda. - Acomoda mejor al menor sobre la cama y este no pone resistencia, simplemente se deja hacer, luego se acerca una vez más a él y le habla casi rozando sus labios. - ... Que haya dicho que te haría lo que quisiera hasta que terminaras rogándome entre lágrimas que me detenga, no significa que te fuera a pegar Jimin, lo que tengo pensado es mucho más interesante.
Le amarra ambas manos al cabezal de la cama, sale del cuarto y al regresar lo hace con un pequeño frasco en sus manos, haciendo al pequeño demonio tensarse en cuestión de segundos.
-¿Sabes qué es esto bebé?
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