28.
-No puedes irte así. - le dijo Draco, mientras la veía arrebatar la ropa de la mano de Astoria.
Larissa le agradeció en voz baja y corrió al baño. -¡Claro que puedo! - le gritó desde el otro lado.
Draco gruñó molesto. -No sabemos si es verdad.
-Por supuesto que lo es, no soy una mentirosa. - espetó Astoria desde atrás.
-¡Tú cállate! - le gritó molesto Draco.
Cuando Larissa salió con un suéter color rojo y sus pantalones cortos color negro, corrió a la cama de Draco para sentarse y poner sus converse negros.
Draco se sentó junto a ella y besó su mejilla. -¿Es muy egoísta que te quiera aquí? ¿Solo para mi? - dijo Draco haciendo puchero.
Larissa asintió. -Si. Los quiero ver, Draco. - le respondió.
Astoria se acercó detrás de Larissa y sacó su varita. -Te voy a lanzar un hechizo para peinar tu cabello. - le avisó y Larissa asintió como respuesta. En un simple movimiento la Gryffindor tenía su cabello ondulado y ordenado.
-Gracias. - dijo Larissa.
Cuando la Gryffindor se iba a poner de pie, Draco la tomó por la cintura y le impidió ponerse de pie. -No te vayas. - le rogó.
Larissa lo miró y tomó su barbilla con su mano. -Voy a regresar, solo quiero verlos... además tienes entrenamiento de quidditch.
Draco puso los ojos en blanco. -En una hora.
-Exacto. - dijo ella. -Yo iré a verlos, pasearemos y cuando vuelva... - hizo una pausa, notando que Astoria estaba jugando con los libros de Draco, entonces ella se acercó al oído de Draco y susurró. -Cuando vuelva, me permitirás ver lo guapo que eres con tu bonito uniforme de quidditch.
Draco la miró sonriente. -Eres una mujer calenturienta.
Larissa sonrió. -Lo dice el que se excita por caricias.
Draco le tapó la boca y sonrió divertido. -En mi defensa, me estaba tocando demasiado abajo.
Larissa soltó una carcajada y dejó un beso en su mejilla. -Me tengo que ir, así volveré antes. - dijo con suavidad, para luego añadir. -Suerte en tu entrenamiento.
Draco asintió, dejando que ella se pusiera de pie y entonces Astoria los miró con una sonrisa divertida. -Yo te lo cuido, Lari... si ve traseros lo golpeare con la escoba.
Larissa se burló y Draco las miró fingiendo estar ofendido. -Solo podría mirar el de Lari. - dijo mientras se cruzaba de brazos.
Astoria tapó su boca, ahogando su risa. -¿Por qué son tan raros?
Larissa negó con la cabeza divertida y salió de la habitación, caminando a la sala común de Gryffindor; estaba prácticamente corriendo, estaba ansiosa por ver a sus amigos.
-
Después de correr por el castillo, doblar pasillos. Hasta que al fin llegó a la sala común, le dio la contraseña a la señora gorda del retrato.
Corrió por las escaleras, hasta que al fin pudo ver a aquellas cabelleras: Pelirroja, castaña y azabache.
Ginny notó la presencia de Larissa. -¡Están aquí! - dijo emocionada, señalando a Harry, quien la había estado abrazando.
Larissa corrió a los brazos de Ron y Hermione, dejando que su amiga abrazara más tiempo a Harry Potter.
Larissa besó la mejilla de ambos. -No puedo creer que realmente estén aquí.
-No me perdería por nada ese Gryffindor vs Slytherin. - dijo Ron con una sonrisa.
Larissa le sonrió y notó como las mejillas de Ron se tornaban de un color carmesí, entonces ella volvió a Hermione. -¡Mione! ¡Te extrañe! - gritó emocionada.
Hermione sonrió y besó la mejilla de Larissa repetidas veces. -La única vez que me hablaste fue para preguntar por Draco... dios... - sonrió la chica de oro.
Harry y Ron les dieron una mala mirada.
-¿Por qué Larissa preguntaría por-
Comenzó a preguntar Ron, pero Seamus lo cortó. -Porque ahora se follan.
Hermione miró a Larissa, no tenía expresión alguna.
Larissa negó con la cabeza. -Solo dice eso porque teníamos que presentar un trabajo juntos. - murmuró.
-Y porque casi me mata cuando-
Seamus estaba dispuesto a seguir molestando, cuando Harry lo cortó esta vez. -Bien. Ya entendimos que terminaron. - escupió en un tono molesto.
Hermione suspiró. -Siempre creí que saldrían hasta que terminara Hogwarts...
-Técnicamente yo debí terminar pero-
-¡Seamus, ya cállate! - le espetó Ginny molesta.
El chico gruñó y salió de la habitación, pero Hermione seguía mirando a Larissa algo incomoda.
Ron pasó sus brazos al redor de la castaña y la hizo sonreír. -Se siente todo tan solo sin ustedes. - exhaló Larissa, mientras Ron la apretaba en el abrazo.
-Me imagino. - murmuró Hermione, exhalando un poco.
La tensión entre ambas era bastante notoría.
-Herms... lo que dijo Seamus es- es falso. - Ginny mintió por Larissa, ella mejor que nadie, sabía que Larissa había estado pasando las tardes y las noches con él.
Ron frunció el ceño y miró a Hermione. -¿Por qué te molestas?.. dijiste que no sentías nada por él.
Hermione pasó las manos por su cabello. -¡No entiendes!.. No estoy molesta. - prácticamente grito.
Todos guardaron silencio y Larissa observó con cuidado lo que estaba pasando. -Solo nos hicimos... amigos. - mintió.
Hermione asintió avergonzada y Ginny sonrió, intentando calmar el ambiente. -¿Vamos a Hogsmeade? ¿Cómo antes?
Ron asintió. -¡Vamos!
Larissa sonrió. -Es como antes.
Harry ladeó la cabeza. -Sin embargo, falta Luna... entiendo como te sientes, ¿sabes? - dijo el chico, colocando una mano en el hombro de Larissa.
Ella asintió sin querer tocar mucho el tema y miró a sus amigos con una pequeña sonrisa. La estaban viendo con lastima... si tan solo supieran todo aquello que pasó con Seamus.
Ella se sentía humillada cada vez que alguien sentía lastima por ella.
Ron la tomó del brazo. -Esta un poco nevado afuera, ¿segura que irás así?
Larissa asintió. -Tengo un suéter puesto, Ron.
El pelirrojo asintió estando de acuerdo.
Entonces emprendieron su camino a Hogsmeade.
-
-
Astoria estaba viendo a Draco, quien estaba buscando su uniforme de quidditch. -¿Ustedes... ya sabes? - dijo ella levantando las cejas.
-Que te importa.
Astoria gimió molesta. -Vamos.. dime. - le dijo haciendo pucheros.
-No. Hicimos otras cosas. - dijo secamente el rubio.
Astoria levantó ambas cejas. -Un par de hormonales en una habitación siempre resulta en eso. - se burló, pero su sonrisa flaqueó. -¿Qué harás con Hermione?
Draco se encogió de hombros. -La última vez que la vi... fue en el ministerio, ya sabes una semana antes de regresar. - murmuró.
Astoria asintió. -¿Y te dijo algo?.. Draco, te noto muy ansioso, ¿qué te pasa? - dijo ella preocupada por su amigo.
Draco se dio media vuelta frustrado. -¡Me la folle! - gritó de repente.
Astoria abrió los ojos espantada. -¿A Larissa?.. ¿Y ella no quería?.. ¿No te gustó? - comenzó a bombardear con preguntas, pero Draco tomó su toalla y la puso en su hombro, mirando con desesperación a todos lados. -¡Habla, hombre!
-¡A Hermione Granger! - gritó Draco. -¡Me folle a la sangre sucia!
Astoria abrió los ojos y sus labios se separaron. -Draco... ¿ella qué dijo? ¿sintió algo? - preguntó Astoria, un poco más calmada.
El rubio cerró los ojos. -Ella piensa que hay algo- Astoria, solo estaba estresado ese día y ella me dijo que podía ayudarme, entonces... subió su falda, se sentó en el puto escritorio de Potter y yo. - se atragantó con su saliva. -No tenía control y lo hice.
La cara de Astoria se formó en una mueca de asco. -Ahora me siento mal por Larissa. - murmuró. -Draco, no soy fan de decir esto sobre tus conquistas, pero si lastimas a Larissa... te voy a partir la cara. - susurró molesta. -Esa chica fue bastante estúpida al principio, pero ha sido tan amable contigo y- ella casi mata a un estudiante para evitar que te maten a ti en un baño.. frente a muchos estudiantes. - dijo desesperada.
Draco pasó las manos por su cara. -¡¿Crees que no sé eso?!.. Dios, Tori, tienes que impedir que Granger se me acerque. - lloriqueó.
Astoria soltó una risa burlona, demasiado falsa, entonces colocó una mano en su cadera y lo apunto con un dedo. -Si Granger... cualquier chica, que no es Larissa, se acerca a ti y hacen algo. - dijo haciendo señas grotescas con las manos. -Es tu problema. Para follar se necesitan dos, Draco. No quieras responsabilizar a otros de tus sucios actos. - escupió.
Draco la miró impaciente. -No entiendes- yo no quiero ir con Granger, solo no quiero que este cerca. - lloriqueó de nuevo.
Astoria puso los ojos en blanco. -Entonces si se te acerca, se lo dejas claro y besas a Larissa con fuerza en su cara. - dijo con seguridad, pero lo pensó unos segundos. -Eso sería cruel, no hagas eso. - admitió.
Draco puso los ojos en blanco. -Gracias por nada.
Draco se puso de pie y cuando estuvo a punto de entrar al baño, Astoria lo tomó del brazo. -Haz lo que tú creas correcto, ¿a quién pertenece ese frío corazón, Draco? ¿quién es la chica que logra descongelarlo? - dijo la Slytherin castaña simplemente, para luego salir de la habitación.
Draco se quedó pensando.
¿A quién le pertenecía su corazón? ¿Quién era capaz de descongelarlo?.. la respuesta era tan fácil y tan obvia al mismo tiempo.
Ella. Era ella. Siempre fue ella.
-
-
Los muchachos pasaron un buen rato en Hogsmeade, hasta que se cansaron de caminar y entraron a las tres escobas.
Larissa estaba ansiosa por terminar su viaje y ver a Draco, pero al mismo tiempo le gustaba pasar tiempo con sus amigos, a pesar de que Hermione estuvo pegada a Ginny todo el tiempo y Larissa tenía que conversar tonterías graciosas con Ron.
Al llegar, buscaron una mesa vacía y Hermione la tomó del brazo, antes de poder deslizarse por las silla. -Larissa, acompáñame al baño. - anunció en voz alta la chica de oro.
La castaña asintió y siguió a Hermione. Al llegar a un cubículo, Hermione metió a Larissa y entró con ella.
-¿Qué demonios, Mione? - le gritó Larissa, pero Hermione puso su mano en la boca de la chica.
Hermione le hizo una seña para guardar silencio. -¿Qué se supone que haces con Draco? - la cuestionó.
Larissa frunció el seño. -Él y yo trabajamos-
-Sin mentir. - la retó Hermione.
Larissa suspiró. -¿Qué quieres saber exactamente?
Hermione entrecerró los ojos. -Pude notar que hoy hueles a Draco y cuando fui a buscar a Ginny, tu cama estaba vacía. Dudo que pases la noche con Seamus. - susurró molesta.
Larissa juntó sus cejas. -No seas metiche.
Hermione sonrió incrédula. -Te estoy protegiendo.
-No me proteges... Luna lo hacia, tú no. - espetó en voz baja.
Hermione apretó los labios molesta. -Draco me rompió el corazón, hará lo mismo contigo.
-No.
-Que si.
-Que no.
Hermione pasó sus manos por su cara. -¡Deja de actuar como una niña!
Larissa puso los ojos en blanco. -Draco ha sido amable conmigo...
Hermione suspiró. -¿Entonces ya te... ya sabes? - Larissa negó con la cabeza. -¡Lo vez! ¡Solo espera el momento para decirle a todos! ¡Apuesto a que ni siquiera te ha tocado!
Larissa negó con la cabeza. -Cállate. No sabes nada.
-¿Ah no?.. supongo que entonces solo se ven en su habitación. - murmuró Hermione, entrecerrando los ojos.
Larissa bufó. -Maldita sea, Mione. - se quejó. -¿Quieres saber detalles?.. le hice- yo... le hice- - comenzó a tartamudear, estaba nerviosa y no sabía si podría decirlo en voz alta.
Entonces Hermione se dio cuenta de que Draco Malfoy y Larissa Smirnov, tenían algo. -¿Qué? - le espetó molesta.
Larissa miró al otro lado y sus mejillas se tornaron de un color rosado. -Lo toque... es que- Hermione, no sabes... - murmuró con un toque de desesperación.
Hermione la tomó por los hombros y la retó, para que mirara en su dirección. -¿Qué no sé? ¿Olvidas que estuve con él un año, Larissa?
Hermione estaba tan molesta en ese momento, que Larissa estaba tan segura de que en cualquier segundo ella comenzaría a echar humo por las orejas y sus ojos se llenarían de flamas de fuego ardiente.
Larissa comenzó a sentir celos por lo que le había dicho la chica y apretó sus labios, absteniéndose de escupir su veneno, pero nada la estaba deteniendo hasta este punto, había asfixiado a la persona con la que creyó pasaría el resto de su vida, perdió a su mejor amiga, se quedó sola, no había nadie con quien hablar, nadie que se preocupara por ella, hasta que llego Draco. Porque desde que Harry y Ron se fueron, Seamus se volvía violento. Cada día excusas diferentes.
"Es por los Carrow". "Te quiero cuidar". "Es un trauma". "Es tu culpa". "Es mi culpa". "Ambos nos equivocamos". "Luna no debería meterse en la relación".
Siempre era algo diferente después de golpearla y pedir disculpas a la mañana siguiente. Siempre. Siempre. Siempre.
Pero cuando Draco se acercó a ella, no sabía en que momento comenzó todo o cuando terminaría, solo sabía que Draco hacía cosas para cuidarla y ella las hacía por él, sin esperar nada a cambio.
Larissa regresó a los ojos de Hermione, quien a estaba viendo llena de pura rabia. -No es mi culpa que solo te usen para follar. - y entonces Larissa escupió el veneno, el rencor y el odio que había guardado por tantos años.
Larissa no deseaba acercarse a Draco al principio, por miedo a lastimarlo con sus palabras. Temía explotar con él y hacerlo sentir mal, pero aquí estaba, en un cubículo en las Tres Escobas, escupiendo palabras dolorosas a una de sus amigas, quien ahora mismo se encontraba celosa y molesta.
Hermione tapó su boca ofendida y jadeó. -No es verdad. No sabes nada de Draco, Larissa. - le gritó en un susurró.
Hablar de Draco era como si gritaras con detalle el sexo que tuviste la noche anterior.
Larissa asintió. -Draco ni te menciona. - le devolvió el grito en un susurró.
Hermione apretó los labios. -Porque no te va a contar nada personal. No sabes nada. - apretó los dientes, sin dejar de susurrar.
Larissa apretó sus manos y clavo sus uñas en la piel de sus palmas, creando medias lunas en ella, que pronto se mancharían de su misma sangre. -Me ha contado cosas-
Hermione la cortó. -Larissa, entre Draco y yo hay algo, solo te esta usando porque tienes un novio abusador... eres un blanco fácil de enganchar porque estas necesitada de amor y- y porque perdiste a tu mejor amiga. - dijo Hermione molesta, pero al instante se arrepintió de sus palabras.
Larissa pensó que Hermione tenía razón, no encontraba fallos en lo que dijo.
La destruyó más.
Entonces tapó su boca y salió del baño, sus ojos se estaban manchando de lágrimas, ahogando sus sollozos con su propia palma. Las emociones en un sube y baja ¿estaba furiosa o triste? ¿enamorada o necesitada?
No sabía. No sabía. No sabía.
Todo estaba dando vueltas cuando salió y se detuvo de los lavamanos del baño. Hermione salió detrás de ella y pudo ver como sus palabras la afectaron.
Larissa ya ni recordaba que Hermione estaba ahí, porque estaba hiperventilando, su corazón estaba golpeando tan rápido, sus oídos se taparon, pasando de escuchar un pitido a su corazón, el cuál iba tan rápido, sentía que se estaba ahogando. No podía. No, ella no podía respirar.
Sus manos sudaban y su cuerpo apenas luchaba por mantenerse en pie, no podía gritar, pero quería. Gritar. Gritar. Larissa quería gritar hasta quedarse sin aliento. Estaba mal.
Mal. Mal. Mal.
Sus ojos se movían rápido, buscando algo. Algo que la ayudara a mantenerse despierta, sus ojos no se cerraban, pero sentía que caería desmayada en ese piso en cualquier segundo.
Sus manos se movieron frenéticamente por las llaves de agua.
-¿Qué te pasa? ¿Larissa, qué ocurre? - comenzó a preguntar frenéticamente la chica de oro, pero no sabía que Larissa apenas escuchaba un ruido exterior.
Lo único que escuchaba era su respiración, su corazón latir con fuerza y veía como las cosas se alejaban de repente, como si no tuvieran final.
Hasta que le dio la vuelta a la llave y el agua comenzó a fluir, metió sus manos y luego mojó su cara.
Estaba calmando su respiración mientras dejaba que el agua la empapara. Se miró al espejo y le dieron ganas de llorar, hasta que sintió la mano de Hermione en su hombro.
Ella seguía ahí.
-No quería decir eso. - murmuró.
Larissa retiró con cuidado la mano de Hermione y la observó directamente a los ojos, por el espejo. -Claro que quisiste. - afirmó con un toque de molestia en su voz. -No soportas que Draco este con alguien más, porque te gusta que él dependa de ti. - escupió ella.
Hermione negó con la cabeza. -Una- unas semanas antes de que las clases comenzaran lo vi. - comenzó a tartamudear. Entonces Larissa sintió un remolino en su estomago, uno que la hacía querer llorar más, la hacía sentir ansiosa. -Y... él estaba siendo juzgado por última vez, entonces lo vi en la oficina que tiene Harry. - comenzó a murmurar.
-Solo me quieres herir. Ya cállate. - susurró Larissa, queriendo ignorar los pensamientos que pasaban por su cabeza.
-Él se veía estresado, ansioso, molesto... - comenzó a decir de nuevo Hermione, jugando con sus dedos, casi como si estuviera avergonzada. -Entonces yo... levanté mi falda y-
Larissa se dio media vuelta y la miró furiosa. -¡Cállate! - gritó. -¡¿Qué parte no entiendes de la palabra?! ¡No te quiero escuchar! - Larissa empujó a Hermione. Estaba tan molesta que apenas se podía controlar.
Hermione la miró molesta. -Solo quiero protegerte.
Larissa se burló y negó con la cabeza. -No es verdad. Estas celosa, además... tú tienes novio. - escupió.
Hermione negó con la cabeza. -Tienes que entender... que entre Draco y yo hay un vinculo. Nosotros tuvimos relaciones después de la guerra, es algo fuerte lo que tenemos, no quiero que te lastime. - susurró, intentando acercarse a Larissa.
La castaña observó a Hermione, estaba obligando a sus labios a no hacer un puchero, porque quería soltarse a llorar.
¿Y si todo lo que decía Hermione era verdad?
-Eso fue antes de que yo hablara con él, Mione... no puedes- no puedes solo decir eso y hacerme sentir mal. - dijo Larissa, intentando suprimir los sollozos.
Hermione negó con la cabeza y la miró como si tuviera lastima. -Entiendo que... Luna se haya ido y bueno, Neville no viene a la escuela. No tienes con quien llorar, el padre de Luna esta muerto... nadie ha preguntado como-
-¡No estés metiendo a Luna, Mione! - gritó de nuevo.
Larissa detestaba que las personas involucraran su dolor con Luna. ¿Tan difícil era aceptar que cometían un error y no solaparlo con la muerte de Luna?
Hermione tragó saliva. -Entiendo que estés molesta, pero no eres estable... no eres la adecuada para Draco. - dijo con voz tranquila.
-¡Tú que sabes! - gritó molesta, las lágrimas habían caído por sus mejillas de nuevo, su cara estaba roja de tanto llorar, del aire que retenía y lo furiosa que estaba. -¡No era nada serio!.. - gritó, pero entonces la señaló con su mano. -Tú lo aceptaste luego de que te humillaran esos- esos Slytherin. - murmuró.
Hermione hizo una mueca de despreció y quitó los ojos de Larissa. -Eres inestable y Draco también, necesita a alguien como-
-¿Cómo tú? - la cortó Larissa, con una sonrisa falsa. -Tienes novio, Mione. - dijo intentando calmar su voz, pero es que estaba tan destrozada.
Todo estaba siendo como si Larissa fuera un frasco de vidrio, que estaba reteniendo monedas, de repente eran demasiadas monedas, demasiado pesadas. Le comenzó a doler su estructura y una pequeña grieta se alcanzó a ver, Seamus lo golpeaba contra el suelo constantemente, intentando llevar todo el buen contenido de Larissa.
Sus monedas tal vez.
Luna se fue sin despedirse y ese vaso se rompió, pero Ginny Weasley llegó y tomó un poco de pegante, cinta y con ayuda de Harry Potter y Ron Weasley, ambos lograron mantener las monedas dentro.
"Si hablas lo van a meter a Azkaban".
Y ella lo logró, pero Hermione tomó el frasco, intentando guardar un montón de monedas al mismo tiempo por la hendidura. La estructura del frasco era inestable, ¿y el frasco?
El frasco se rompió.
-
-
-
-
¡Hola!
Espero les este gustando este capítulo.
He venido a dar un poco de contexto de las metáforas y las palabras que use para describir esos últimos párrafos.
No hay palabras para explicar el dolor que Larissa guardó por tantos años, las veces que se rompió en silencio con las personas que ella consideraba sus amigos y las veces que ellos intentaron hacer que callara, porque Seamus también es su amigo.
El frasco, representa a Larissa. Las monedas, representan los problemas de Larissa. El pegante, la cinta y las manos, representan las dos veces que Larissa lloró frente a Harry y Ron y les dijo cómo se sentía, con respecto a la muerte de Luna; ambos la intentaron hacer callar, porque no sabían como lidiar con eso. (Aquí se desenlaza una historia pequeña que será contada más delante).
Ginny es mencionada, porque como ya leímos, es parte "cómplice" de Seamus, aunque solo busque ayudar a Larissa. Es cómplice porque nunca habló con Larissa bien del tema, aunque por parte tiene razón, ya que no es su problema, no le corresponde. Solo Larissa sabe lo que pasa a puerta cerrada con Seamus y con su cabeza.
La palabra que use, donde dice: que Hermione intentó meter muchas monedas al mismo tiempo por la hendidura. Se refiere a que tocó muchos puntos débiles de Larissa, como si no tuviera cerebro y no supiera que la van a lastimar.
Sacó el tema de: La muerte de Luna, Neville se fue a estudiar muy lejos, Draco solo la utiliza.
Podemos ver como Larissa se descontrola en los baños con Hermione, porque esta harta. No la juzgues sin saber, recuerda que no conocemos su historia, solo hemos hablado pequeños pedazos, ya iremos conociéndola más.
Recuerden que si necesitan ayuda, pidan a un profesional o hablen con alguien de su total confianza, si no tienen a alguien, me tienen a mi. Realmente me pueden hablar con confianza, sé como se siente estar y sentirte solo en momentos realmente difíciles.
Att: —F💖
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