Tienes Miedo

Todo se nublo alrededor de Odalis sumiéndola en la oscuridad, cuando comenzó a reaccionar podia sentir bajo su cuerpo la suavidad de una cama o al menos eso pensó, aun no estab lista para abrir los ojos, pues sentia una pesadez extrema y un entumecimiento en todo su cuerpo, no era algo doloroso, pero la hacía sentir pesada.

Estuchaba voces lejanas, palabras que le llegaban distorsionadas, parecía que alguien discutía por el tono de voz que usaban, pero no lograba comprender lo que decían. Cuando sintió que esa pesadez en su cuerpo iba mermando intento abrir los ojos pero  la luz le lastimo y los apretó de nuevo intentando protegerlos.

Nuevas voces se escucharon a su alrededor, al parecer la discusión habia terminado, al menos por ahora y alguien tomaba su mano y la acariciaba, muchos aromas se mesclaban en la habitación en la que estaba, percibió el varonil aroma a tabaco y encino que usaba Thor, musgo y maderas Scorpius, el olor a menta era característico de Leo y flores dulces y frutas solo podían ser Antares e Hydra, Eleine olia a vainilla y entre rodos esos aromas que la rodeaban distinguió el de Elden un aroma fresco difícil de distinguir por completo olia a madera pero describir ese peculiar esencia era difícil era como conjugar todos los aromas del bosque.

Intento abrir de nuevo los ojos tratando de acostumbrarlos a la claridad de la luz y poco a poco pudo distinguir su entorno, no se había equivocado, estaba en la casa de campaña, en su pequeña pero cómoda cama y a su alrededor en el reducido espacio estaban todos incluyendo a Elden quien era el que sostenía su mano.

Leo y Thor eran los que estaba discutiendo con Elden, pidiéndole que se marchara pero este se había negado en definitiva y solo por la intervención de Antares e Hydra las cosas no se habían puesto más difícil.

En ese momento entraba Barlog con un vaso de crista lleno de una solución azulosa de no muy buen aspecto. Elden se hizo a un lado soltando muy a su pesar la mano de la castaña. El Elfo se sentó al costado de  la cama y ayudo a la chica a incorporarse para que tomara la poción.

-Te ayudara a recuperar tus energias mas rápido.

-Gracias. -Murmuro apenas la castaña aun sin fuerzas.

-Es mejor que la dejen seguir descansando, deberían salir para que pueda dormir. -Sugirió Barlog

Viendo que se encontraba mejor comenzaron a salir de uno en uno, el ultimo en salir fue Elden que no dejaba de preocuparle la apariencia desmejorada de la castaña, su rosto de piel tostada lucia palida y sus labios rosas habian perdido tambien su color.

-Estaré bien. -Dijo en voz baja tratando de calmar al chico que sucia muy preocupado.

-No debiste hacerlo. -Le regaño sin dejar de verla se acerco para hincarse a un lado de la cama para estar a su altura y tomo de nuevo una de sus manos entre las suyas colocando un tierno beso en ella.

-Fue mi decisión

-Pero no fue una buena elección pudiste haber muerto.

-No soy tan débil como crees.

-Aun así no debes de excederte de tus  límites.

-Elden los límites se los pone uno mismo. Además era algo necesario.

-Es que eres muy joven para hacer ese tipo de cosas.

-Que mi edad no te engañe. -Dijo con una sonrisa. -Scop dice que tengo 15 años pero aparento el doble.

-No me parece gracioso.

-Tampoco a mí, pero de cierta manera tiene razón. -Contesto con nostalgia.

Elden trataba de entender los pensamientos de Odalis pero le costaba trabajo seguirla, no estaba acostumbrado a convivir con nadie que no fuera Turambar o las criaturas que habitaban el bosque. Aun así la naturaleza de los hermanos de la chica, así como sus amigos no era complicada, mientras que Odalis era diferente, siendo la menor del grupo parecía ella la líder, la mayor, todos seguían su consejo aunque parecían no notar ese detalle.

Odalis era un imán que lo atraía y lo desconcertaba a partes iguales, podía notar la fragilidad de su apariencia, pero era fuerte, quizás mas fuerte incluso que sus hermanos mayores. El ojiazul nunca había presentado un evento como el que acababa de ocurrir, la castaña había sido capaz de permitir a un espíritu no solo vivir temporalmente en su interior, sino actuar a través de ella. y según le había explicado su maestro eso era algo que solo un selecto grupo de personas podía lograr.

Solo alguien de alma pura y con fines desinteresados podía lograr una manifestación de ese tipo, requería mucha energía y magia mantener en un mismo cuerpo dos almas. El riesgo era elevado, de complicarse su alma pudo desprenderse de su cuerpo y perderse en el limbo o su cuerpo pudo colapsar y morir al no aguantar toda la energía.

Le aterro solo pensar que pudo morir y se estremeció con ese pensamiento.

-En verdad estoy bien. -Expreso la castaña sabiendo los pensamientos que acongojaban al muchacho.

-Pero pudo no ser así. -La regaño de nuevo apretando un poco más su mano entre las suyas con necesidad de sentir su calor.

Repentinamente las pupilas en los ojos grises de Odalis se dilataron, su cuerpo se quedo inmóvil y contuvo la respiración por escasos segundos que se le hicieron eternos a Elden. Asustado intento hacerla reaccionar y la tomo por los hombros para moverla buscando reanimarla. -Odalis, por favor reacciona, Odalis… -La llamaba y de repente exhalo el aire que había contenido y desconcertada observo a su alrededor para ver donde se encontraba.

Estaba en los brazos de Elden que estaba pálido del susto.

-¿Qué te ocurrió? ¿Te sientes mal?

-Estoy… Estoy bien… -Dijo sin apartar su vista de los ojos azules de Elden. -Una visión

-¿Una visión?

-De tus padres. -Le informo la castaña y el chico solo desvió la mirada

-Yo no tengo padres. -Dijo tristemente.

-Te equivocas ciertamente los tienes. Ellos… -Intento contarle pero no se lo permitió.

-No tengo más padres que Turambar, si te refieres a las personas que me abandonaron a mi suerte, te digo que no me interesa saber nada de ellos, los odio.

Odalis levanto con su mano haciendo que la mirara a los ojos, Elden aun la tenía en sus brazos solo había desviado  su rostro para evitar la penetrante mirada gris.

-Turambar a sido un gran maestro ¿Verdad?

-Lo es. -Afirmo

-Por eso se que tu maestro te enseño muy bien, y sé que no los odias. -Le dijo mirándole a los ojos y sin apartar su mano de la mejilla sonrojada de Elden. -Solo tienes miedo y eso no es malo todos llegamos a sentirlo.

-Yo no tengo miedo. -Dijo a en voz baja sin poder dejar de ver los ojos grises de Odalis que le daban seguridad y le infundían una gran ternura y tranquilidad.

-Temes comprobar que tus padres te abandonaron porque no te querían, pero no los odias, tu corazón está limpio de ese tipo de sentimientos. -bajo con lentitud su mano de la mejilla al pecho del muchacho.

-Si fuera de otra manera no me hubieran abandonado.

-Ellos te amaron

-¿Me amaron? ¿Cómo lo sabes?

-Te amaron mucho y lamento decirte que ya murieron, pero tienes un hermano, debes buscarlo.

Las palabras estrujaron el corazón de Elden, si bien había tratado todos esos años no pensar en las razones por las que sus verdaderos padres lo habían dejado en medio del bosque, saber que ellos estaban muertos le dolió, así como le entusiasmo saber que tenía un hermano. Por alguna razón creía en cada palabra que le había dicho Odalis.

-Pero como lo encontrare.

Odalis sonrió al notar la aceptación de Elden. -Se llama Sebastián es dos años mayor que tu, vive al norte en una villa llamada Wyndel, el te contara, solo él tiene derecho de contarte la historia que no sabes de tus padres, pero no dudes ellos te amaron.

Elden beso la frente de Odalis y la acomodo de nuevo en la cama para que descansara. -Gracias.

-Gracias a ti Elden, por cuidarme.

El muchacho salió en busca de Turambar para decirle que tenía que marcharse, tenía que encontrar a ese hermano perdido del que le había hablado Odalis. Le desagradaba dejar en ese momento a su maestro y a su nuevos amigos, pero sobre todo a la castaña, pero sabia que no podia ayudarles en su lucha, y además deseaba con todo su corazón saber porque el destino lo había llevado con su maestro.

Al día siguiente muy temprano se despidió de todos para emprender su viaje, Odalis ya estaba bien cuando el muchacho se acerco para despedirse de ella especialmente.

-Espero volver a verte.

-Así será Elden, te prometo que pronto nos veremos.

Sin atreverse a profanar los labios de Odalis solo atino a besar su frente, no le ayudaba en mucho sentir la mirada de enojo de los varones del campamento. Elden se alejo con Odalis en sus pensamientos, prometiendo que a su regreso se dedicaría a cortejar a la joven castaña.

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