Los recuerdos siguieron fluyendo, pasando de uno a otro con extrema rapidez, Odalis sabía que por alguna razón estaba  en ese extraño salón aun rodeada de esferas que seguían multiplicándose. A esas alturas había notado que el color de las esferas determinaba el tipo de recuerdo que contenía, las de color verde eran recuerdos que pertenecían o se referían a Draco, mientras que las rojas eran de Hermione, pero había más colores como el Azul sobre aquellos momentos que juntos compartieron.

El tiempo era relativo en ese lugar, no había manera de saber si había pasado poco o mucho desde que había llegado, pero a pesar de eso sabía que existía un buen motivo y tenía que descubrirlo.

En ocasiones se encontraba con recuerdos agradables y divertidos haciéndola estallar en carcajadas; por ejemplo Ron corriendo detrás de Tamara intentándola atrapar por haberle puesto algo en el jugo que lo puso de color azul escamoso haciendo que se pareciera a un duende; Draco cayendo estrepitosamente de un árbol por estar espiando a Hermione; Zabini atrapando a la castaña para que no cayera, para después salir apresuradamente de la oficina tapando su parte noble debido a la excitación de tener a la chica cerca; peleas, muchas peleas y desacuerdos entre Hermione y Draco que le causaban cierta gracia a Odalis.

Otros tantos eran románticos y provocaban que la castaña menor se incomodara un poco, sonrojándose con vergüenza; vio en un restauran sumamente elegante como su madre bailaba junto a su papa, ella lucia hermosa en un vestido que mostraba casi toda su espalda y el parecía un príncipe; presencio muchos besos, pero quizás el más conmovedor fue cuando Draco por fin le confesaba que a pesar de no ser tan expresivo el sentía algo muy fuerte por ella; cerro los ojos con fuerza y tapo sus oídos llegado el momento ya que llego a la noche que procrearon a su hermano Scopius; pudo conocer a través de las esferas a Otto el papa de Thor, ahora comprendía mas a Hermione al ver a ese hombre que incluso dio la vida para salvar a su madre.

Pero no todos los recuerdo eran bueno, se le partió el corazón cuando presencio como Bellatrix torturaba a su madre, Odalis sabía que eso había ocurrido pero no era lo mismo ver con sus propios ojos la manera cruel y desalmada en la que la bruja invocaba los crucios contra Hermione, no era lo mismo ver la manera en la que se retorcía y gritaba de dolor cuando la torturo en la mansión Malfoy cuando estaban en la guerra contra Voldemor, o en su guarida cuando la pateo con saña antes de lanzarle otra vez esa maldición imperdonable años después; estar en el momento en el que Draco tuvo su iniciación y fue marcado era algo estremecedor y lo conocía ya lo suficiente para encontrar en su mirada fría ese temor que sabia ocultar tan bien siempre.

Odalis seguía viendo recuerdos de un pasado que no fue suyo tratando de encontrar algo que se estaba escapando, pero parecía que estaba próxima a hacerlo cuando entre todas las esferas aparecieron tres esferas doradas y dos plata.

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Faltaba solo un día para que se cumplieran las dos semanas de gracia que había pedido la castaña a su amigo antes de que entregara la segunda carta donde contaba la verdad.

Cada día que pasaba era una tortura para Hermione, sabía que algo estaba mal desde el momento que Odalis había salido del castillo de manera furtiva, además en los días que llevaba ausense no había recibido noticia alguna de su parte y eso por si solo era una mala señal considerando que su hija era muy responsable. Pero todos sus esfuerzos por encontrarlos a ella y a Turambar fueron en vano, en su desesperación había invocado al elfo por medio de un hechizo pero este no contesto lo que le hizo que confirmara que en verdad algo muy malo estaban escondiendo.

Leo estaba a punto del colapso al termino de la primer semana, incapaz de dar la cara a Scorp y Thor se había refugiado en su sala común el mayor tiempo posible, incluso rehuía de sus hermanas por miedo a que entre las dos lograran leer los pensamientos que hasta entonces había logrado bloquear. Solo salía de su torre para las clases o para los entrenamientos, ahora incluso evitaba ir a la biblioteca.

-¿Estás bien? -Le pregunto cautelosa Lily.

-Si estoy bien, porque no debería estarlo.

-Eso me lo tendrías que decir tú. -Dijo sentándose a su lado. -¿La extrañas mucho verdad?

-¿A quién?

-A quien ha de ser, pues a Odalis. -Dijo tratando de ocultar su tristeza.

-Es mi amiga y como tal me preocupa y la extraño.

Lily suspiro con aflicción. -Si me imagino, pero presiento que hay algo más que no me cuentas.

-No es nada, en serio.

-Está bien no insistiré mas, pero que sepas que puedes confiar en mi y si en algo te puedo ayudar no dudes en decirme. -Se levanto para retirarse pero la mano de Leo la detuvo.

-Gracias Lily.

-Para eso estamos las amigas.

-Cuando todo esto pase y Odalis regrese espero que seamos algo más que solo amigos Lily.

El corazón de la pequeña Potter estaba que no cavia de felicidad al escuchar la proposición de Leo, solo atino a sonreír enamorada y sonrojándose se retiro para dejar al chico pensar.

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El plazo termino, sin más remedio y sabiendo lo que se le esperaba Leo bajo esa mañana muy temprano. Se encamino hacia las mazmorras donde estaba la casa de Slytherin, dijo la contraseña para poder entrar y así lo hizo, la noche anterior les había avisado a sus hermanos y a los Malfoy que tenía que hablar con ellos, pidiéndoles tambien le proporcionaran su contraseña para entrar sin problemas.

En la sala común de las serpientes ya lo esperaban.

Hydra se encamino a abrazarlo, no sabía exactamente que iba a contarles pero llevaba dos semanas sintiendo toda la angustia, preocupación y desesperación por la que estaba pasando su hermano. En un principio había creído que era por la partida de Odalis y el amor que sentía por ella, pero después los sentimientos de su leo se volvieron más complicados, lograba captar culpa, remordimiento y aflicción y no entendía a que se podía deber.

Cuando se separo Leo del abrazo, tomo aire para poder cumplir con lo prometido.

-Lamento mucho no haberles dicho antes pero Odalis me pidió prometer que no lo haría hasta pasadas dos semanas. -Les dijo a los Malfoy y sacando la carta de su ropa la entrego a Scorpius.

Leo se giro después de entregarla y se apoyo en la repisa de la chimenea, se sentía abatido y parecía que de no estarse sosteniendo se caería de un momento a otro. Scorp no comprendía pero sabia que nada bueno era eso, rápidamente abrio el sobre para leer su contenido.

Mi muy amada Familia,

Papa, Mama, Scorpius, Thor y Eleine.

Si tienes en sus manos esta carta significa que ya han pasado dos semanas desde mi partida y no he regresado. Es largo de contar lo que tengo que decirles y no dispongo del tiempo suficiente para decir todo lo que quisiera, sin embargo, me atrevo a pedirles que me perdonen y recordarles lo mucho que los amo.

Les suplico que no culpen en nada a  Leo, él siendo el gran amigo que es solo cumplió con su palabra al ayudarme y aunque en estos momentos a penas me dirijo a su encuentro para suplicar por su ayuda, lo conozco lo suficiente para saber que cumplirá con el papel que le toco y me disculpo también con el por todas las penurias por las que seguramente tuvo que pasar esas dos semanas.

En resumen Turambar fue capturado por el clan al que pertenecía Cabed, lo acusan de intervenir y solicitan mi presencia. Tengo que ir sola para evitar confortaciones, de otra manera pueden lastimar a Turambar e iniciar una guerra entre clanes, o por otro lado si las acusaciones en mi contra no son aclaradas podría ocasionar que la guerra sea en contra de nosotros.  Sé que pensaran que esto es una locura, pero de no hacerlo de esta manera me temo que la guerra que tanto nos hemos esforzado por evitar iniciara.

Les suplico que no busquen venganza si es que no puedo regresar de nuevo con ustedes, no permitan que mis esfuerzos sean en vano. Hay cosas que son inevitable se los dice alguien que prácticamente toda mi vida pudo anticipar un futuro incierto para muchos. Justo ahora que ya no tengo ese poder y por primera vez en mi vida me enfrento a ciegas con mi propio destino, pero no tengo miedo, ni duda alguna que todo vale la pena, si se que pude evitar que más personas inocentes mueran.

Los amo con todo el corazón, al igual que se que ustedes me ama, estoy tranquila e intentare ser todo lo fuerte que sea posible por ese amor que me hace ser la persona más dichosa del mundo, guardo en mi corazón la esperanza de volver a verlos, no pierdan la fe, quizás solo llegue un poco más tarde.

Los quiere.

Dalila Odalis Malfoy Granger.

A esas alturas la carta había sido leída varias veces por el rubio para intentar comprender lo que ahí escribió su hermana menos. Leo lleno algunos huecos como el hecho de que elfos habían ido por la castaña.

Thor estaba furioso y arremetió contra Leo por no haber dicho antes lo que pasaba, solo la intervención de Scorp y las hermanas Fornax pudieron evitas que medio matara al chico, que tenía un ojo morado.

Leo no dijo nada, solo guardo silencio sabia que de alguna manera se lo merecía, sabia como se estaban sintiendo en ese momento los hermanos de Odalis. Pero el solo había cumplido con su palabra y en el fondo sabia que eso era importante para evitar la guerra.

Era temprano cuando en la dirección del colegio estaban todos reunido los Malfoy reunidos. Hermione sostenía la carta entre sus manos temblorosa, pálida como la cera estaba sentada en una silla sin fuerzas, su pequeña no estaba, no sabía donde encontrarla, no sabía si estaba viva y eso la carcomía por dentro.

Draco solo se movía de un lado a otro con desesperación se jalaba el cabello, deposito un fuerte golpe en la repisa de la chimenea lo que hizo que sus hijos brincara. Eleine se acerco a él para intentar tranquilizarlo y lo abrazo.

-¿Qué vamos a hacer? -Exiguo saber Thor. -No nos podemos quedar así. -Gruño furioso.

-Debemos pensar bien lo que debemos hacer.

-Y mientras tanto pueden estarla lastimando. -Replico el pelinegro.

-Thor necesitas calmarte, nosotros también estamos preocupados.

-Eso no basta Scorp, debemos hacer algo.

-¿Algo como qué? Cuando ni siquiera sabemos quién se la llevo o a donde, hay que investigar primero, si nos precipitamos no conseguiremos nada, incluso echaremos por tierra los esfuerzos de Odalis por mantener la paz. -Contesto en el mismo tono Scorp.

-¿Paz? Como puedes hablar de paz cuando a estas alturas Ody puede estar muerta.

-¡Callate! -Grito desesperada Eleine con lágrimas en los ojos. -No digas eso, Ody tiene que estar bien.

Hermione no hablaba estaba como ausente mentalmente intentaba de encontrar una solución, la manera de encontrar a su hija, se acerco al gran ventanal que estaba frente a ella y al hacerlo vio a Turambar atravesar los jardines del colegio con Odalis en brazos. El corazón de Hermione se congelo al ver de lejos como parecía inconsciente, se giro de prisa.

-Odalis. -dijo a penas con voz aguda y todos se acercaron al ventanal para ver que ocurría.

Hermione con Draco, Scorp y Thor sujeto a Eleine  apareció en la entrada del colegio, se detuvieron al ver el rostro afligido de Turambar, temiendo lo peor no se atrevieron a acercarse demasiado, la castaña mayor lloraba al igual que Eleine, Draco apretaba los puños con tal fuerza que sus puños estaban blancos por la presión hacia un gran esfuerzo por contener sus propias lagrimas pero estaba seguro de que si su pequeña había muerto no podría soportarlo.

Odalis iba en los brazos de Turambar, llevaba puesto un largo vestido blanco y una diadema de flores silvestres que le habían regalado las elfas que cuidaban de ella. No había despertado, seguía sumida en la inconsciencia, su rostro mostraba paz, estaba tranquila, su cabello largo caía como cascada en los brazos del elfo que la llevaba.   

-Esta… está muerta… -Pregunto con voz quebrada Hermione cuando al fin pudo moverse corrió los últimos pasos que los separaban, pero aun sin atreverse a tocarla por miedo a descubrir que la calidez la había abandonado con su último aliento.

-Solo duerme pero no sé si lograra despertar.

Los Malfoy sintieron como su mundo se colapsaba, estaba agradecido de que estuviera viva, pero ante la expectativa de que era posible que no despertara los destrozo. La llevaron de inmediato a la enfermería donde la evaluaron pero nada pudieron hacer para hacerla despertar.

Turambar conto todo lo ocurrido, así como que fue decisión de Odalis arriesgarse para liberarlo  de toda culpa, les expreso su último deseo y nadie pudo negarse a obedecer, dejarían en paz a los elfos que se la habían llevado, mas al saber que nada malo le habían hecho ellos realmente.

Leo intento usar sus poderes para reanimarla pero todos sus esfuerzos no dieron frutos, Odalis seguía sumida en un sueño del que no sabían si lograría despertar.